Notas:
1 - Hay un comentario en particular sobre si para el desarrollo de esta historia era realmente necesaria la muerte de Georgiana. La respuesta es que estrictamente no era necesario, pero simplifica mucho la trama en varios aspectos, entre ellos que Darcy tiene más presión para casarse y tener un heredero.
2 - Al escribir este capítulo me acordé de otra hermosa canción, en este caso ecuatoriana, "Rondando tu esquina"...
1812 a mayo 1812
El rumor había corrido en los salones de la alta sociedad londinense de que el Sr. Darcy ese año estaba buscando esposa. Varias damas solteras, y viudas menores de 35 años estaban muy entusiasmadas, y deseaban una oportunidad para 'enamorar' al Sr. Darcy. Dentro de ellas, una de las que estaba más entusiasmada era la hija del conde XXXX, Lady Victoria.
Lady Victoria era una mujer hermosa de 23 años, de cabello rubio y ojos celeste claro. Había estado comprometida hacia un par de años con el hijo de un marques, pero su prometido había muerto en una carrera de caballos unos pocos días antes del casamiento. En los últimos meses había logrado atraer la atención del Sr. Darcy, ya que por azahares del destino la hacienda de su padre era lindera a la del esposo de su difunta hermana.
Dos días antes, incluso habían salido a pasear por Hyde Park. Estaba segura que ese día, iba a pedirle permiso para cortejarla, pero nada de eso pasó. No sabía exactamente si había dicho, o hecho algo que lo desmotivará, porque en mitad del paseo drásticamente cambio el humor del Sr. Darcy. En tres días lo iba a volver a ver en la cena en casa de los Matlock, e iba a aprovechar lo más posible esa oportunidad.
PPP
Por tercer día consecutivo Darcy estaba solo recorriendo los senderos de Hyde Park. Se había dicho a sí mismo cientos de veces, que era una tontería tratar de ver nuevamente a la mujer que por tantos años había querido. Una mujer que lo último que sabía de ella, era que estaba casada y que tenía una niña. Quizás necesitaba verla con su esposo, y así poder definitivamente olvidarla, quizás tenía la esperanza de que haya dejado a su esposo en América... No sabía exactamente qué es lo que buscaba, pero ansiaba verla.
Sus esfuerzos al fin fueron recompensados, a escasa distancia estaba Elizabeth con un niño y niña pequeña dándole de comer a los cisnes. Además, vio que, a poca distancia de ella, estaba el matrimonio Gardiner.
Esa mañana, Elizabeth había prometido llevar a Isabella nuevamente a ver a los cisnes. En la tarde, tenía una reunión con un conocido del Sr. Thompson que estaba en el negocio inmobiliario.
Los Gardiner, la acompañaron a Hyde Park, y además llevaron a Edward. Maddy tenía maestro de piano, por ello, no los pudo acompañar en esa ocasión.
Llegaron un par de horas antes del mediodía, y Elizabeth les dio a los niños unas semillitas para alimentar a los cisnes. Isabella, que era muy locuaz y estaba encantada con los hermosos animalitos, le preguntó ingenuamente a Lizzy, "Mami, ¿podemos llevarnos este cisne a casa de la tía Jane, así Maddy y Sophia lo conocen? Mañana lo traemos de vuelta."
"No, no podemos llevarlo, Bella. Pero otro día, te prometo que venimos de nuevo con Maddy y Sophia."
"Yo también quiero venir de nuevo con ustedes.", Edward afirmó.
En ese momento, los Gardiner se sorprendieron al ver después de tantos años al Sr. Darcy, y notar que se estaba acercando a ellos con intención de saludarlos.
"Sr y Sra. Gardiner, que gusto encontrarlos en Hyde Park. Hace varios años que no tenía el placer de verlos." Darcy amablemente los saludó.
Lizzy al escuchar la voz del Sr. Darcy se sobresaltó, mientras tanto los Gardiner contestaban el saludo cortésmente. "El gusto es nuestro Sr. Darcy. Efectivamente hace unos siete años. Estuvimos viviendo en América, y por los conflictos diplomáticos, acabamos de regresar a Londres."
Al verlo, Lizzy reflexionó que, en los siete años que habían pasado desde la última vez que se vieron en Lambton, hacía seis que no pensaba en él. Sin duda el Sr. Darcy formaba parte de un pasado lejano, no le guardaba rencor, pero tampoco simpatía. Lizzy, después de titubear unos segundos, tomó de la mano a los niños y se acercó a saludarlo.
"Buen día Sr. Darcy. Espero se encuentre bien."
Darcy la miró detenidamente. Los años habían sido muy buenos con ella, se veía aún más hermosa que antes, y seguía teniendo ese aire de seguridad en si misma que tanto admiraba. "Buen día, perdón no se si aún sigue siendo Srta. Bennet, o se ha casado. Hace mucho tiempo que no tengo el placer de verla." Finalmente la saludó con sentimiento.
"Soy la Sra. Harrison. Ella es mi hija la Srta. Isabella Harrison, y el es mi sobrino, el hijo de Jane, Edward Thompson. Niños, saluden al Sr. Darcy."
"Buen día Sr. Darcy." Los niños saludaron a coro.
Darcy miró por primera vez a la niña, y vio que salvo por el color de pelo, era una réplica de la madre. Se agachó, para quedar a la misma altura y saludó a los niños. "Buen día, yo también traje semillas para alimentar a los cisnes. ¿Puedo quedarme a alimentarlos con ustedes?"
Los niños asintieron con la cabeza, y Darcy se paró al lado de ellos, y mientras los niños estaban entretenidos, aprovechó para conversar con los Gardiner y Elizabeth.
"Tienes una hija muy hermosa. Salvo por el color del pelo, se parece mucho a ti. ¿Cuántos años tiene?"
"Muchas gracias. Cumple cuatro años en setiembre. ¿Usted tiene hijos?"
El rostro de Darcy se ensombreció momentáneamente y respondió, "Aún no tengo hijos."
Curiosa la Sra. Gardiner le preguntó, "¿Está usted casado Sr. Darcy?"
"Soy viudo." dirigiéndose a Elizabeth agregó, "Me casé con mi prima Anne De Bourgh cuando mi tía Lady Catherine murió. Anne estaba muy enferma y vivió solo dos años más."
Los Gardiner y Elizabeth le dieron su pésame y posteriormente la Sra. Gardiner le preguntó. "Sr. Darcy ¿Cómo está su hermana?"
Mas triste aún contestó. "Lamentablemente murió hace unos años al dar a luz, y mi sobrino murió pocas horas después."
A coro los tres adultos dieron genuinamente su pésame, y Darcy armándose de valor le preguntó a Elizabeth.
"Usted Sra. Harrison, se va a quedar en Inglaterra o vuelve a América"
El rostro de Lizzy se entristeció, "Nos vamos a quedar en Inglaterra, desafortunadamente mi esposo falleció y no era seguro para nosotras quedarnos allá."
"Lo siento mucho por su pérdida."
Antes de que Lizzy respondiera, Isabella llamó su atención, "Mami, nos quedamos sin semillas, y el Sr. Darcy tampoco tiene más. ¿Podemos ir a comer 'helados', como prometiste ayer?"
"Bella, no debes interrumpir la conversación de los adultos, es de mala educación." Dirigiéndose al Sr. Darcy agregó, "Lo siento Sr. Darcy, pero tenemos que irnos. Fue un gusto verlo nuevamente."
Saludaron a Darcy con cortesía y los cinco se fueron a Gunter's. Ninguno de ellos se dio vuelta a mirar al estanque, donde el Sr. Darcy miraba con nostalgia alejarse a Elizabeth. Los dos eran viudos, y en la media hora que estuvo en su presencia se dio cuenta que ella todavía tenía el poder de embrujarlo en cuerpo y alma, el gran problema era que a raíz de todo el tiempo que había pasado ya no eran los mismos.
