「Capítulo 5 - Una molestia menos.」
Al día siguiente, los gemelos seguían en su sueño. Eran alrededor de las ocho de la mañana y ambos estaban abrazados como siempre. Los rayos del Sol pasaron por las ventanas de cristal, haciendo que Naruto y Naruko empezaran a despertar.
Naruto abrió lentamente los ojos, molesto con la luz solar. Ya era hora de levantarse, tenían un día muy ocupado por delante. Miró a su hermana despertar, se veía tan linda, su cabello rubio corría lacio por las sábanas y su piel bronceada se fusionaba con la suya. La vio abrir lentamente sus ojos azules y luego mirarlo con una sonrisa, que él correspondió. "Buenos días Naruko." Dijo él alegremente.
"Buenos días Onii-Chan." Le devolvió ella, feliz de despertar otro día con su hermano.
Ambos se miraron a los ojos y acercaron sus rostros, compartiendo un tierno beso, el primero del día. Habían hecho por costumbre darse un beso cada vez que se levantaban. Sabían que tenían un cuerpo de tres años, pero no era su culpa, apenas podían contenerse de tener sexo, querían esperar a que fueran más grandes para eso, pero no significaba que tenían que disminuir las muestras de afecto y amor.
Cuando se separaron, se les veía muy contentos, hoy era un día especial. Tenían que estar listos para lo que les esperaba en la jornada.
Se levantaron y se dispusieron a prepararse, hoy tendrían que irse de la aldea por un tiempo, y no querían que nada los cogiera desprevenidos.
「Media hora después.」
Después de una ducha rápida y de desayunar un par de vasos de ramen instantáneo, los hermanos se vistieron con sus kimonos y se quedaron en la sala de la casa.
"¿Lista?" Preguntó Naruto haciendo que ella asintiera.
Las sombras de cada uno se volvieron más oscuras y se extendieron en el suelo, de ellas salió una copia perfecta de cada uno, no había ningun mínimo detalle que no estuviera allí. Esta era una técnica que los gemelos habían creado basándose en los Clones de Sombra.
Schattenklon(Clon de sombra.) Era una técnica similar al Kage Bunshin no Jutsu, pero con la desventaja de que solo hacía un clon sólido, con los mismos poderes y habilidades que el original. Sin embargo, ese clon era mucho más resistente que un clon sólido, y el clon tenía la capacidad de aumentar su resistencia absorbiendo la energía natural del medio ambiente, debido la adaptación de sus poderes Quincy de absorber el Reishi. Los gemelos también podian conectarse a ellos, ver lo que los clones veían y oír lo que los clones oían, de ese modo, podrían funcionar en segundo plano mientras ellos estaban fuera de la aldea.
"Ya saben que hacer." Les dijo Naruko a los clones, quienes asintieron y salieron por la puerta. Esto hizo que todos los Anbu que estaban montando vigilancia fuera de la casa se movieran con ellos, justo como estaba planeado.
"Ni siquiera se han dado cuenta." Remarcó Naruto la calidad de los clones, su técnica era muy superior a los Clones de Sombra normales, con la única desventaja de que solo podían hacer uno a la vez. Naruto creo una sombra a sus pies para transportarse y miró a su hermana. "Entonces, ¿nos vamos?"
Ella asintió y siguió a su hermano en las sombras, era hora de ir a recoger todo su legado.
「Con los Schattenklons.」
Los clones seguían caminando, manteniendo la atención de los Anbu hacia ellos. Mientras caminaban, las personas los saludaban con una sonrisa, un saludo que ellos respondían, cuando sus planes se completaran, todas estas personas serían sus súbditos, pero para eso necesitaban ganar su apoyo desde ahora, por lo que una sonrisas amables y unos actos desinteresados aquí y allá les vendrían bien para el futuro.
De pronto, un Jounin apareció en un Shunshin y se arrodilló ante ellos. Ellos se detuvieron para mirar al Ninja con escrutinio, todavía eran las ocho y cuarto de la mañana, ¿qué querría el Hokage esta vez? "Uzumaki-Sama, una reunión urgente del Concejo va a dar inicio y se solicita su presencia de inmediato." Dijo el Jounin aún arrodillado ante los rubios.
Los Clones gemelos se miraron con una ceja alzada, ¿una reunión del Concejo a esta hora? Debía ser verdaderamente importante si era tan temprano. De hecho, esta sería su primera reunión oficial del Concejo, así que tendrían que ir para empezar a acostumbrarse a los desmanes políticos de la aldea y del mundo.
"Está bien." Asintió Clon Naruko al hombre arrodillado. "Infórmale al Hokage que estamos en camino a la reunión." Dijo ella, aunque en su cabeza las cosas estaban empezando a cuadrar.
El hombre asintió y desapareció en un Shunshin, dejando a los Clones para pensar en que hacer. Miraron a la calle, llena de transeúntes, aquí no podrían planear en paz. Rápidamente se dirigieron a un callejón desierto, en el cual empezaron a discutir sobre la reunión. "¿Sobre que piensas que será la reunión?" Preguntó Clon Naruto a su compañera. Ya sea un Schattenklon o no, Naruko era la que tenía mayor visión política de los dos, aunque sea por un poco.
"Probablemente Hiruzen y sus ancianos quieren ver como nos desempeñaremos en una reunión." Dijo ella pensativa, el Hokage y sus antiguos compañeros de equipo eran sus enemigos, simple y llanamente, no había otra forma de describirlos, puede que los necesitaran para sus planes futuros, y que su tirón político y mediático les haga falta en este momento, pero una vez que no los necesitaran simplemente se desharían de ellos, y ambos estaban seguros de que la misma idea pasaba por las mentes de los viejos, al menos si no cambian de opinión. "Aunque no estoy segura de algo."
Clon Naruto alzó una ceja. "Ahora que lo pienso, a mí también me está molestando algo." Le confesó a su Clon-hermana. "Esta reunión se hace el día después del intento de secuestro que nosotros frustramos." No era probable de que Kumo se haya enterado tan rápido de el incidente de anoche a no ser que...
Clon Naruko asintió. "Si ese es el caso y la reunión trata sobre eso, debemos aprovecharnos lo más que podamos." Esta sería una oportunidad única para ganar apoyo de algún que otro miembro del Concejo y además ganar... algunas cosas más, no tenían planeado hacerlo hasta que pasaran algunos años y estuvieran en la Acadamia, pero si se presentaba la oportunidad, bienvenido sea.
"Bueno." Dijo Clon Naruto con una sonrisa. "Entonces ya tenemos algo que hacer." Si las cosas salían bien, e iban a salir bien, al final del día pasarían de no tener nada, a tener todo un ejército a su mando. Pero sus ojos se afilaron y miro hacia un lado. "Aunque primero debemos encargarnos de unos delatores para que no digan nada." Comentó sintiendo la presencia de los Anbu, que sin duda habían oído toda su conversación e iban a contárselo a sus superiores, eso era algo que no podían permitir.
Se miraron con seriedad y asintieron. Empezaron a correr a toda velocidad, pero con cuidado de no ir muy rápido, para que los Anbu pudieran seguirlos.
Los Anbu, que estaban a punto de ir a informar a los ancianos de la conversación que tuvieron los gemelos, empezaron a seguirlos de cerca, quizás si siguieran sus pasos podrían averiguar más sobre la misteriosa conversación acerca de la reunión del Concejo.
Siguieron en su pequeño juego de persecución, hasta que los Clones los guiaron a un lugar boscoso, en las afueras de la aldea, teniendo cuidado de ni siquiera rozar la barrera que cubria a Konoha, allí sabían que nadie iba a oírlos.
Iban saltando de rama en rama por los árboles, asegurándose de que los Anbu los estuvieran siguiendo de cerca. Mientras, los Anbu estaban cayendo sin saberlo en una trampa de la que no iban a salir bien parados.
De repente, los Clones se detuvieron en un claro, lo suficientemente grande para que los Anbu se pusieran en posición de observación. "Bien, creo que esto está lo suficientemente lejos." Dijo Clon Naruto a su compañera, que asintió con un sonrisa, lista para deshacerse de estas molestias. "Ya pueden salir, sabemos que nos están siguiendo."
Los Anbu no sabían que hacer, por un lado podrían desaparecer ahora de allí, para ir directamente a la Torre Hokage y a la base subterránea de Raíz para informar a sus superiores, pero eso haría que su misión se vea comprometida, los ancianos habían dicho que no querían bajo ninguna circunstancia que los gemelos se enteraran de que los estaban vigilando. Por lo que tendrían que hacer un pequeño trabajo de actuación.
"Uzumaki-Sama." Dijo un Anbu enviado por Hiruzen, haciendo señales a los otros siete Anbu para que salieran también. "¿Qué hacen tan lejos de la aldea? Tienen una reunion con el Concejo." Dijo el Ninja enmascarado, para cubrir que los estaban siguiendo. "Vengan con nosotros, los escoltaremos allí inmediatamente." Así encubrían su espionaje y quedaban como los buenos, que siguieron a los Uzumaki solo para verificar su bienestar.
Pero la sonrisa de Clon Naruto decía otra cosa. Su sombra se oscureció, y una Cruz Quincy de cinco puntas de color blanco salió de ella, extendiéndose hasta que abarcó un diámetro de alrededor de treinta metros, acto seguido, las puntas de la cruz se unieron a través de líneas delgadas, creando un pentágono que estaba circunscrito a esta. Los Ninjas enseguida se pusieron en guardia, sacando sus espadas y poniendo toda su atención en los gemelos.
"Siegelwall (Muro de Sello)." Dijo Naruko a los Anbu con una sonrisa. "Es un sello defensivo que se extiende por el suelo y por el aire. Mientras este activo nadie puede entrar o salir." También enmascaraba la energía y la presencia de aquellos en el interior, por lo que nadie podía detectarlos y arruinar lo que iban a hacer con estos fisgones, una técnica muy útil que habian creado mientras estaban inmóviles por tres años.
Los Anbu mantuvieron su posición de combate, listos par reducirlos en caso de que opusieran resistencia. "Liberen el sello y vengan con nosotros, si oponen resistencia no nos quedará otra opción que llevarlos con el Hokage para enfrentar juicio." Dijo el líder, aunque por la vista de las cosas estaba claro que los gemelos se resistirían.
Sin embargo no estaba preparado cuando Clon Naruto levantó su dedo índice, que brillaba con luz blanca, una luz intensa que invadió todo el lugar, sucedida de un sonido desagradable, de carne siendo calcinada. Cuando la luz se disipó, el líder del equipo Anbu estaba parado justo donde había estado anteriormente... bueno, solo su mitad inferior estaba de pie, escurriendo sangre por todos lados. La mitad superior del cuerpo, desde la cintura a la cabeza, había sido destruida por Clon Naruto.
Las piernas muertas del líder del equipo Anbu se dieron cuenta de que ya no estaban conectadas a un cerebro que les diera órdenes, ni a un corazón para que les bombeara sangre, por lo que simplemente colapasaron en el suelo, formando un gran charco de sangre.
Los otros siete Anbu miraban la escena con horror, ellos sabían que los gemelos eran poderorsos, podían sentir su poderoso Chakra desde su lugar, pero eso que habian usado para destruir a su líder no lo habían sentido, no sintieron absolutamente nada venir de ese ataque. "¿Qué fue eso?" Exigió saber un Anbu que tomó el lugar de líder, con el objetivo de sacar algo de información, aunque uno de los suyos este muerto, tenían que seguir con la misión, es más, ya tenían pruebas suficientes para llevar a estos niños ante el Hokage para un juicio, pero primero tenían que descubrir cómo salir de aquí, sacar información sobre sus técnicas era la mejor manera de hacerlo.
Los Clones sonrieron, de todas formas, es seguro de que los Anbu frente a ellos no iban a salir de aquí vivos, y los que sí lo hicieran no iban a poder informar nada a los ancianos, así que no perdían nada con decirles que utilizaron.
"Heilig Pfeil (Flecha Sagrada). Son flechas hechas completamente de Energía Espiritual." Dijo Clon Naruto sabiendo que bajo sus máscaras, los Anbu estaban sorprendidos. La Energía Espiritual que ellos tenían como Quincys, era casi igual al Chakra Yin que los Shinobi podían utilizar, de hecho por eso es que los Anbu frente a ellos no lo podían sentir, el Reiryoku era básicamente Chakra Yin, pero mucho más refinado, sin impurezas, sin los pequeños residuos de Energía Física que el Chakra Yin puro todavia tenía. "Ningúna persona que no tenga nuestra sangre o esté entrenado por nosotros puede sentir el Reiryoku del que están formadas." Volvió a formar una flecha con sus dedos, disparándola al Anbu más cercano.
El Anbu la esquivó ágilmente, aunque con un poco de trabajo por la velocidad que tenía la flecha. "Suficiente." Exclamó él, cansado de estos juegos, se giró a sus compañeros de misión. "Debemos eliminar a estas amenazas, ya hemos visto lo que pueden hacer, es nuestra oportunidad para deshacernos de ellos." No esperó a que le dieran la orden, se lanzó con su espada tanto en alto, para eliminar a los gemelos.
"No, espera..." Dijo el nuevo líder para detenerlo, pero ya era tarde, el Anbu ya estaba sobre Clon Naruko con la espada lista para probar su sangre.
"¡ESTO ES POR MIS PADRES, DEMONIOS!" Gritó el Anbu con rabia, frente a él estaban los asesinos de sus padres, había entrenado duro estos tres años, para algún dia tener la oportunidad de matarlos con sus propias manos, no iba a desperdiciar la oportunidad ahora que la tenía literalmente tan cerca.
Naruko suspiró, al parecer este hombre era una de las personas que los consideraban Demonios, tenían que empezar a trabajar en ganarse el apoyo de estas personas de alguna manera, no podían gobernar sobre gente que los odiaba.
Pero primero se encargaría de este hombre, alzó su mano para que hiciera contacto con la espada que venía hacia su cabeza, su mano tenía un patrón de venas azules. Cuando la mano de Clon Naruko y la espada del Anbu chocaron, la hoja del tanto se rompió en mil pedazos. "No te preocupes, te llevaré con tus padres." Con su otra mano lanzó una flecha espiritual de sus dedos hacia el abdomen del Anbu, que estaba todavía demasiado sorprendido por su espada rota como para reaccionar a tiempo. La flecha atravesó por completo el abdomen del pobre hombre, de tal forma de que solo quedaba de él sus piernas en la parte inferior y desde el pecho hasta la cabeza en la parte superior, todo lo que había en el medio de estas dos cosas fue destruido completamente.
Las partes del cuerpo que quedaban del Anbu cayeron al suelo con un ruido sordo, salpicando sangre por todos lados, esto hizo que los demás empezarán a darse cuenta de que tenian que atacar con la intención de matar, o no saldrían vivos de este lugar, nunca subestimes a alguien solo porque sean niños.
"Dos fuera, ahora faltan seis." Dijo Naruto a modo de broma, burlándose del estado en que se encontraban los dos que habían sido destruidos, sus partes del cuerpo formaban charcos de sangre en el suelo, y estás eran prueba de lo que pasaría a quien decidiera oponerseles. "Pero tenemos una reunión urgente del Concejo y al paso que vamos llegaremos un poco tarde, por lo que haremos esto rápido." Cerró sus ojos, aprovechando que los Anbu todavía estaban pensando en un plan para abordarlos. Con su habilidad sensorial empezó a sentir a los Ninjas frente a él. "Dos Anbu normales, mujeres las dos y cuatro Anbu Raíz, dos hombres y dos mujeres. Interesante." Podría usar a estos Ninjas en el futuro.
El nuevo líder, que era un Anbu Raíz, alzó su espada para amenazar a los gemelos. "No se resistan más, si vienen con nosotros de manera pacífica, no haremos nada contra ustedes." Eso, por supuesto, era una mentira, en cuanto los gemelos dijeran que se rendían, los llevarían directo al Hokage amordazados y maniatados.
Los Clones sonrieron, ¿pensaban que iban a caer en su trampa? Clon Naruko fue la que se burló esta vez. "Pues nos encantaría ir con ustedes, pero como dijo mi hermano, tenemos una reunión importante a la que asistir." Mientras los Ninjas estaban ocupados observando a los rubios, por si hacían algun movimiento extraño, unas sombras se extendieron desde atrás de ellos, a partir de los bordes del pentágono del Siegelwall. "Y es nuestra primera reunión, así que no podemos llegar tarde. ¿Qué tal si vienen ustedes con nosotros? Prometemos que los vamos a usar bien, siempre nos vienen bien Ninjas capaces."
Detrás de la máscara, el líder frunció el ceño ante sus palabras. "Entonces no nos dejan más opción que..." Las sombras que se acercaban a ellos desde atrás salieron al aire, aprisionando a los seis Ninjas enmascarados, quitándoles cualquier libertad de movimiento. "¿Q-Qué han hecho?" Las sombras eran tan fuertes que hasta les costaba respirar. Sin duda estaban bien atrapados.
Los gemelos no respondieron, simplemente dejaron que las sombras arrastraran a los seis Ninjas hacia si mismas, teletranportandolos a kilómetros de allí a un lugar seguro, estos Anbu servirían para experimentar algunas técnicas y para otras cosas, también se llevaron las partes del cuerpo de los dos Shinobi muertos, incluida su sangre derramada, nada se podía desperdiciar, ya encontrarían un uso para eso.
Acto seguido, cancelaron el Siegelwall, deshaciendo la barrera y la Cruz Blanca, para después crear otra sombra a sus pies con destino a la Torre del Hokage.
「Torre del Hokage. ・ Sala del Concejo.」
El Concejo de Konoha estaba reunido en la Torre del Hokage, presidiéndolo, a la cabeza de la sala, estaba el Sandaime Hokage, Sarutobi Hiruzen. A su lado, sus antiguos compañeros de equipo funcionaban como sus consejeros personales. Mikotado Homura, Utatane Koharu y Shimura Danzo.
A un lado, el Concejo Shinobi se sentaba con miradas serias, todos los jefes de Clanes se encontraban allí, Hyuuga Hiashi, Uchiha Fugaku, Inuzuka Tsume, Aburame Shibi, Nara Shikaku, Yamanaka Inoichi y Akimichi Choza. El Hokage había dicho que la reunión era importante, por lo que ellos habían sido los primeros en acudir a la cita.
Al otro lado, el Concejo Civil también estaba presente, confirmado por diferentes miembros del cuerpo mercantil de la Aldea, ellos habían sido ampliamente beneficiados por la reconstrucción de la infraestructura económica que había sucedido en Konoha durante los últimos tres años, por lo que seguramente estarían del lado de los gemelos.
De pronto las puertas de la sala se abrieron, dejando ver a los Clones entrar por ellas, con una sonrisa ganadora. No dijeron una palabra ni miraron a ninguno de los presentes, simplemente se sentaron en sus asientos, que eran más altos que la mayoría, por el hecho de que sus piernas ni siquiera alcanzaban la mitad del camino al suelo. Malditos cuerpos de tres años.
"Llegan un poco tarde." Dijo Koharu viendo como los gemelos llevaban varios minutos de retraso, esta era su primer reunión en el Concejo, y no les era favorable mantener esperando a los miembros veteranos.
"Bueno." Naruto miró a su hermana, que sonrió con algo de malicia. "El problema es que teníamos algunas moscas siguiéndonos, tuvimos que eliminarlas para después venir hasta aquí. Lamentamos si los hemos hechos esperar." Sus sonrisas luego se dirigieron a los ancianos.
En ese momento, los ancianos supieron que ya nunca más verían a los Anbu que habían enviado a monitorear a los Jinchurikis, y por las sonrisas que les estaban enviando, les estaban advirtiendo de no enviar más, o sufrirían el mismo destino. "Debemos ser más cuidadosos la próxima vez." Pensó Danzo planeando su próximo envío de espías a las armas de la aldea. Si bien era crucial que los gemelos no desconfiaran tanto de ellos, ya la cortina había sido levantada, por lo que no había por que ocultar la Guerra Fría que había entre los Uzumaki y los ancianos.
"Ejem." El Hokage llamo la atención de todos aclarándose la garganta. "Bien, ahora que tengo la atención de todos es hora de empezar la reunión." Todos asintieron ante sus palabras, una reunión tan temprano en la mañana no podía ser otra cosa que de carácter urgente. "Primero que nada, quisiera presentarles a Uzumaki Naruto y Uzumaki Naruko, los nuevos jefes del Clan Uzumaki en Konoha."
Ambos inclinaron su cabeza en un saludo formal. "Es un placer ser miembro del honorable y sabio Concejoejo de Konoha."
Al escuchar eso, los civiles miembros del Concejo sonrieron, los jóvenes divinos eran muy respetuosos, respetaban su posición en el Concejo a pesar de ser civiles, a diferencia de muchos Ninjas que se creían superiores solo por tener más Chakra que el necesario para vivir, eso hizo que ganaran puntos con ellos.
"Y ahora, la razón principal por la que los he llamado aquí." En las manos del Hokage había una carta con un símbolo de la Aldea de la Nube. "Ayer en la noche, uno de los miembros de la misión diplomática de Kumo en Konoha intentó secuestrar a uno de nuestros ciudadanos." La atmósfera enseguida se puso tensa, todos los que no sabían de ese incidente abrieron sus ojos con sorpresa.
Pero Naruto y Naruko solo asintieron con una sonrisa. "Si menos mal que estabamos cerca para detenerlo, sino quien sabe lo que le sucedería a la chica Hyuuga." Dijo Naruko al aire, sorprendiendo aún más al Concejo, que no sabían que el secuestro había sido detenido por los gemelos ni que la víctima había sido un miembro del Clan Hyuuga.
El Hokage maldijo a los enanos en su mente, no quería que esa informacion saliera a la luz, que le digan lo que quieran estaba seguro de que Naruko había dejado esa informacion al aire para que los demás se enteraran de que fueron ellos los que detuvieron el secuestro, eso es algo que el quería mantener ocultó, pero parece que ya no había nada que hacer. "Efectivamente, Uzumaki-San estuvieron allí y detuvieron el secuestro a tiempo."
Ahora todos miraban a los gemelos con sorpresa, pensar que niños de tres años pudieran detener a un ninja entrenado de una de las Cinco Grandes Aldeas Ninjas, y que seguramente tenía diez veces su edad, solo confirmaba que tenían grandes poderes y que eran un regalo divino.
Hiruzen suspiro. "Los gemelos detuvieron el secuestro, matando al secuestrador y rescatando a un miembro del Clan Hyuuga." No iba a decir que era la heredera del Clan, el peso político que tendrían esos dos sería increíble, solo Hiashi, él y los Anbu que estaban allí sabían de eso, y así debía quedarse.
Esta vez Shikaku miró al Hokage seriamente. "Así que de esto se trata." Ya había adivinado de que se trataba la reunión.
El Sandaime asintio, la situación era realmente crítica. "Esta mañana, un halcón mensajero de Kumo llegó a Konoha, traía un mensaje directamente de la Raikage." Eso levantó alarmas en las cabezas de todos, incluso de los civiles que normalmente no se entrometian en estos asuntos. "En ella está plasmada su indignación por la muerte de su diplomático y quiere compensaciones de inmediato." Su rostro adopto un matiz sombrio. "O habrá guerra."
Esa palabra, guerra, puso al borde del infarto a casi todo el mundo. Puede que los civiles no supieran nada de eso, pero la mayoría de los ninjas que estaban aquí habían vivido en carne propia la Tercera Gran Guerra Mundial Ninja, y sabían de sobra que la guerra no era algo para bromear.
"P-Pero eso no es posible." Dijo un civil, que no comprendía mucho la situación. "F-Fueron ellos los que intentaron el secuestro, nosotros somos los que deberíamos haber escrito esa carta."
Pero Hiruzen negó con su cabeza seriamente. "Lamentablemente, no hay pruebas de que la Raikage este implicada en todo esto. Como mucho, solo se puede demostrar que el diplomático actuó por su cuenta, en cuyo caso debió haber sido neutralizado y llevado a la Nube para juicio." Si, claro, ese hombre no iba a salir vivo de la aldea, los gemelos simplemente les habían ahorrado el trabajo.
Muchos murmullos se empezaron a escuchar en la Sala del Concejo, los concejales se debatían sobre que hacer ante este desarrollo, mientras, los ancianos miraban intensamente a los gemelos, que se mantenían callados con una sonrisa ante la confusión que presentaban los del 'honorable y sabio' Concejo.
"Aunque es algo raro." Dijo Naruto de repente, haciendo que todos se callaran y le prestaran atención. "Esta carta llegó en menos de doce horas después de que se produjera el incidente." Muchos se dieron cuenta de que tenía razón. Si el secuestro había ocurrido anoche, ¿como es que la Raikage había mandado la carta tan rápido? Debía de haber un margen de tiempo considerable entre la ocurrencia del intento de secuestro y la hora de que se enterará la líder de la Nube. "Eso significa que en caso de fallo ya tenían la carta preparada, ellos planearon el secuestro de forma que ya sea que triunfaran o fracasaran, tuvieran algo que ganar." Tenía que admitir que era algo muy inteligente, tal vez lo usen en el futuro.
Otra ronda de murmullos se hizo presente en la Sala, lo que decían los gemelos tenía sentido. El Hokage suspiró pesadamente. "Aún asi, no hay pruebas de que lo que digas sea cierto, Uzumaki-San." El aprobaba su teoría, de todo corazón, era la que hacía que Konoha se viera bien a los ojos del mundo, pero lamentablemente sin pruebas era solo eso, una teoría.
Ahora los gemelos sonrieron malvadamente, algo que envió escalofríos a las espaldas de muchos en la Sala. "Nosotros, el Clan Uzumaki, tenemos una propuesta que nos quitará este problema de una vez por todas." Dijo Naruko, realmente no esperaba que aprobaran lo que iban a proponer, pero era bueno para ver la reacción de las personas ante su propuesta.
Esta vez fue Danzo el que habló, levantando una ceja ante su reclamo. "¿Y que tipo de propuesta sería esa?" Estaba interesado en que iban a decir los Jinchurikis, aunque dudaba que fuera algo conveniente.
Sus sonrisas crecieron en intensidad, y en maldad también. "Declarar la guerra, la Cuarta Gran Guerra Mundial Ninja."
El silencio era ensordecedor, incluso Danzo, que estaba acostumbrado a las sorpresas que tenía la vida Shinobi, estaba sin palabras ante lo que habia dicho la niña Kyubi.
"¿Q-Que?" Se atrevió a preguntar un civil, que tenía miedo de hasta respirar por la tensa y sería atmósfera que se instaló de repente.
"Si, nosotros tenemos una alianza con Sunagakure, y dudo que Kumo e Iwa se alien en algún momento cercano. Nosotros atacamos la Nube y ellos atacan la Roca." Explicó simplemente Naruto, la verdad era que ese plan lo habían hecho en el aire, por lo que era seguro que tenía fallas, pero sabía que no lo iban a aprobar, era solo para ver la reacción de la gente, sobre todo de cierto Halcón de Guerra.
"Bueno, lo que mi hermano explica es solo el principio." Agregó Naruko también interesada en que decía el Concejo. "Podemos hacer una alianza con la Niebla sangrienta y con Taki, ambas son aldeas con Jinchurikis y están en una posición estratégica para atacar a Kumo e Iwa." Con cada palabra todos estaban más al borde, su explicación abrió los ojos de todos, algunos los miraban con indignacion, algunos con intriga, otros pocos con interés y una mínima minoría con aprobación. "El Mizukage es un Jinchuriki que controla perfectamente el poder de su Bijuu, y además tienen también al Rokubi, si los juntamos con el Nanabi de Taki, el Ichibi de Suna." De sus cuerpos una oleada de Chakra del Kyubi inundó la habitación, haciendo a la mayoría temblar. "Y nuestro propio Kyubi, no hay ninguna duda de que ganaremos."
Naruto continuó con el plan. "Después de la guerra nosotros nos quedaremos con el Hachibi. Solo tenemos que prometerle el Nibi a Kiri, el Yonbi a Taki y el Gobi a Suna junto con un ampliación de todas las fronteras de nuestros países y estoy seguro de que..."
"SUFICIENTE." Gritó el Hokage, harto de este espectáculo. "No habrá guerra, no estamos aquí para planear un conflicto mundial, estamos aquí para resolver el problema que está en nuestras manos." Debía decir, que estaba muy impresionado, el plan tenía que ser pulido adecuadamente, pero podría funcionar.
El problema era que EL era el Hokage, no ellos, solo él podía proponer guerras, si dejaba que los gemelos se inmiscuyeran en los asuntos bélicos de la aldea, estarían ganando acseso a muchas cosas que no deberían saber, por lo que cortó sus intentos de raíz.
Los gemelos sonrieron ante el arrebato del Hokage, la edad ya lo estaba volviendo senil si gritaba de esa forma, perder los estribos así no le hacía ningún bien a un líder. "Solo era una sugerencia." Dijo Naruko con el tono más inocente del mundo.
Muchos los miraban con extrañeza, estos niños, ambos de tres años, no solo detuvieron un secuestro, sino que estaban proponiendo un Nuevo Orden Mundial como si fuera una conversación sobre el clima y encima lo tomaban como una sugerencia. ¿Quien Demonios eran estos niños?
"No creo que haya nada que discutir." Dijo Hiashi después de un minuto de silencio. "Yo creo que se lo que quiere la Nube de nosotros. El Clan Hyuuga se responsabilizará de pagar lo que piden." Cerró los ojos con pesar, sabiendo que tenía que morir para evitar este conflicto.
Hiruzen miró a Hiashi con seriedad. "¿Estas seguro de esto Hiashi?" Sabía a lo que se refería, en la carta pedían un quid pro quo, la vida de uno de los implicados en detener el secuestro, por la del diplomático que murió.
El simplemente asintió. "Es por el bien de la aldea." Fue todo lo que dijo.
El Hokage suspiró pesadamente y asintio. "Está bien, si tu lo dices Hiashi, no creo que haya nada más que discutir." Miró a todos en la Sala. "Pueden retirarse."
「En las calles de la aldea. ・ Treinta minutos después.」
Los Clones caminaban tranquilamente por la aldea, repasando lo que habían aprendido en la reunión. La propuesta de ir a la guerra era simplemente un mentira, ellos solo hicieron eso para saber algunas cosas de los miembros del Concejo. Ya sabían que entre los civiles y los ancianos habían personas que aprobaron su propuesta de ir a la guerra, esas personas eran los más propensos a aprobar sus propuestas futuras en el Consejo, en cambio, casi todos en el Concejo Shinobi se opusieron, sin duda con miedo a los horrores de la guerra, ya tenían un boceto del espectro político en que se dividía el Concejo, que sería muy útil en su ascensión al poder.
Sin embargo, también lo hicieron porque querían llamar la atención de alguien en específico, querían hacer que se acercara a ellos en privado, para asi poder quitarlo de en medio lo más pronto posible, su ambición era una amenaza para sus planes, un cabo suelto que tenían que atar sea como sea, y no había nada mejor que hacerlo hoy mismo. Sabían que con el fuera del juego, podrían adueñarse de su fuerza militar secreta y de sus bases para realizar operaciones especiales en territorios extranjeros.
Esa persona los esperaba a la vuelta de la esquina. "Uzumaki-San." La voz anciana de Danzo los saludó de forma neutral.
Al parecer si había picado el anzuelo. "Danzo-San, al parecer nos estaba esperando." Dijo Naruto con una sonrisa, mirando hacia arriba desde su pequeño cuerpo de tres años.
"Pueden dejar de actuar." Dijo el Halcón de Guerra de repente. "Puedo verlo en sus ojos, su ambición, es igual... no, es incluso mayor que la mía." La verdad estaba impresionado con estos niños, en todos sus años de tratos sucios con Hiruzen, Homura y Koharu, ninguno de ellos había propuesto una Guerra Mundial, secuestros, si, asesinatos, se contaban por cientos, incluso habían comandado ejércitos en la guerra, pero nunca las habían propuesto.
Y estos niños lo hacían, con un plan lo suficientemente decente nada menos, además de pensar en los beneficios para Konoha al final de la guerra, verdaderamente interesante.
Los gemelos tuvieron una sonrisa en sus pequeños rostros. "Entonces creo que debemos hablar en un lugar más privado." Dijo Naruko, debían actuar rapido, si Danzo caía en la trampa en unos pocos minutos ya no sería un problema.
Danzo asintió, no le haría ningún bien que Hiruzen se enterará de que estaba haciendo tratos con las armas de la aldea.
「Base Subterránea de Raíz. ・ Unos minutos después.」
Danzo estaba sentado en su escritorio, viendo a los gemelos seriamente, que estaban también sentados delante de él, con sus ojos viendo cada detalle de la base subterránea.
"Así que está es la base secreta de Raíz." Dijo Naruto, aparentemente impresionado. Su hermana asintió en acuerdo. La verdad es que no estaba tan mal, cuando terminaran lo que iban a hacer con el viejo, esta base iba a ser la principal que iban a utilizar para realizar sus planes, pero para eso tenían que esperar un poco más.
Danzo se aclaró la garganta, haciendo que la atención de los hermanos volviera a él. "La verdad es que estoy muy impresionado con lo que dijeron en la reunión de hoy." Dijo el a modo de introducción. "Hablaron cosas muy sabias y supieron poner el beneficio que recibiría la aldea al final de todo."
Naruto simplemente hizo un ademán con la mano, como mostrando que no le interesaba mucho lo que decía, lo cual era cierto. "Dinos anciano, ¿para que nos has traído aquí?"
El viejo frunció el ceño ante la falta de respeto hacia su persona, pero si quería atraer a los gemelos a su causa, debía aprender a pasar por alto estas cosas al menos por ahora. "Se que no les agrada Hiruzen." Intentó que la mención del nombre de su antiguo rival ayudará en las negociaciones. "Y se que no quieren que siga gobernando esta aldea. Por lo que les ofrezco un lugar en mi plan para deshacerme de él."
Naruko alzó una ceja ante eso. "Tenía la impresión de que eras amigo de Hiruzen, Danzo-San." Dijo ella fingiendo interés. Por supuesto que sabía que el Halcón de Guerra quería matarlo para ocupar el puesto de Hokage.
Danzo asintió. "Somos amigos, tenemos nuestras diferencias, él y yo, pero aún así todavía existe algo de nuestra amistad." Dijo sinceramente, lo cual no era mentira, aún se consideraba amigo de Hiruzen. "Pero no han de negar que el hace un mal uso de su cargo, su plan de esta mañana demuestra que está aldea puede ser más."
Ambos hermanos estaban aguantando las ganas de reir, sabían lo que quería el viejo y ahora ambos le estaban tomando el pelo, todo sea por conseguir el ejército que necesitaban. "¿Y que es lo que propones?" Preguntó Naruko preparándose para lo que habían planeado.
El Halcón de Guerra pensó en si debía decirles de sus planes desde ahora, bien podría mentirles para luego utilizarlos en los verdaderos planes que tenían para el futuro. Pero por ahora era mejor concentrarse en como deshacerse del Sandaime. "Quiero que me dejen entrenarlos, para así aprovechar al máximo sus poderes." Iba a aprovechar la oportunidad para así implantar sellos de lealtad en los niños y crear sus propias armas personales. "Estoy seguro de que puedo sacar a la luz todo su potencial." Sin mencionar que le servirían a partir de ese momento.
Ambos gemelos se miraron, ¿acaso Danzo pensaba que eran tontos? Prácticamente podían escuchar lo que estaba pensando, sabian lo que iba a pasar si las cosas salían como él anciano quería, ya era hora de terminar con esto.
"Pues nos encantaría participar en el plan, pero primero tenemos que tener la garantía de que saldremos bien parados de todo esto." Dijo Naruko preparándose para lo que estaba por venir.
El anciano frunció el ceño en confusión, ¿que era lo que querían decir con bien parados? "Si pudieran explicarse mejor."
"¿Que nos asegura que este no es un plan que tú y el Sandaime tienen en conjunto para atraparnos y usarnos para sus propios fines." Le aclaró el rubio, que también estaba listo para acabar con el viejo.
Danzo estaba un poco nervioso por dentro, al parecer, ellos aún desconfiaban de el, tenia que actuar rápido si quería atraparlos sin problemas. "Les aseguro que esas son preocupaciones infundadas, solo quiero que me ayuden a derrocar a Hiruzen." Por debajo de la mesa hizo varias señas a los Anbu Raíz que se escondían en las sombras, para que se prepararon para tomar por sorpresa a los gemelos y ponerlos a dormir rápidamente.
Naruko pareció burlarse del intento del hombre de no parecer una amenaza. "Claro, y por eso es que no hay Anbu Raíz ocultos listos para reducirnos y dormirnos para que puedas ponernos sellos de lealtad." Dijo ella con diversión. La mente de este anciano es como un libro abierto, incluso si no tuvieran sus poderes, ellos ya se imaginaban los planes de Danzo desde el principio.
Danzo no espero más e hizo las señas de ataque bajo la mesa, ahora que sus planes habían sido descubiertos, solo le quedaba esperar que los ninjas que había reunido fueran suficientes.
De inmediato docenas de Anbu Raíz que estaban ocultos a la vista, saltaron en dirección a los Uzumaki, listos para poder subyugarlos.
Pero en el momento en que iban a acercarse lo suficiente para aplicarles los sellos supresores de Chakra, una fuerza invisible los arrastro hacia el suelo, una parte del Reiatsu de los gemelos se hizo presente en toda la sala, dejando a todos los Anbu Raíz en el piso al borde de la inconsciencia.
Danzo no estaba mejor que sus hombres, el también estaba en el suelo, afectado por la presión espiritual de los rubios. "E-Esto e-es como ayer." Recordaba bien el poder que habían ejercido los Jinchurikis en su reunión ayer, pero verlo en funcionamiento y recibirlo en uno mismo eran dos cosas diferentes. El débil cuerpo del anciano no pudo con el peso del poder de los hermanos y luchaba por ponerse en pie, por supuesto, sus intentos fueron en vano.
Naruto y Naruko se levantaron de sus sillas y caminaron hacia Danzo, sus pasos hicieron eco en la sala mientras su víctima veía en cámara lenta como los dos que el quería como sus armas, se acercaban a el.
"¿Sabes?" Dijo Naruto cuando estaba lo suficientemente cerca de Danzo. "Sabíamos lo que querías hacer desde el principio y también sabíamos que nuestra charla sobre la guerra te atraería a nosotros como una abeja a una flor." Le explicó mientras ponía un pie sobre su cabeza.
Naruko asintió a la explicación de si hermano. "Y pensar que tendríamos la oportunidad de deshacernos de ti tan rápidamente, eres un problema menos del que ocuparnos."
"¿Q-Que?" Cuestionó Danzo en su mente debido a que ahora mismo era incapaz de hablar, si ellos ya sabían de sus planes desde el principio, entonces significaba que desde el principio estaba condenado al fracaso.
"No teníamos planeado hacer esto hasta después de unos años, por lo menos hasta la Academia Ninja." Confesó la rubia mientras ponia la mano sobre el pecho del anciano. "Pero parece que la suerte esta de nuestro lado."
"Y no es de extrañar, considerando que somos lo más cercano a los Dioses que ambos mundos tienen para ofrecer." Dijo refiriéndose a su conexión con el Rey Espiritual y con Otsutsuki Kaguya. "Pero no alarguemos más tu sufrimiento, mientras menos tiempo veamos tu cara mejor." Hizo un poco más de presión en la cabeza de Danzo para burlarse de su estado.
Naruko introdujo su mano en el pecho de Danzo, sin desgarrar la carne ni los huesos, su mano pareció hacerse intangible mientras buscaba algo en el pecho del anciano. Finalmente sacó su mano y con ella salió una sustancia blanquecina, que tomó forma de un pequeña esfera en la palma de su pequeña mano de tres años.
En sus últimos momentos de vida, Danzo solo pudo mirar con horror como los gemelos le sonreian desde arriba, destruyendo todos sus planes que tenía para el futuro, el derrocamiento de Hiruzen, su llegada al poder como Hokage, la militarización de su preciosa aldea, el uso de estos dos niños como armas definitivas, la conquista Mundial que catapultaría a Konoha a ser el centro de un glorioso Reino, con el como el Rey. Todo, todos sus planes se fueron al garete en solo unos minutos.
Con su último aliento, intentó activar el sello en su pecho, para llevarse con el al infierno a estos dos niños, pero su cuerpo no el respondía, no se movía ni una pulgada, no importa lo mucho que quería quitarles la victoria, al final no pudo hacer nada para detenerlos.
Lo último que vio antes de caer muerto para siempre fue a los gemelos Uzumaki viendo en su dirección desde arriba con sonrisas de desprecio, como si no fuera nada comparado con ellos, mirándolo como si le faltarán billones de años para llegar a las alturas que ellos iban a alcanzar.
Como si fueran... Dioses.
"Bueno, una molestia menos." Dijo Naruko sosteniendo el alma de Danzo en su mano, eso habían sido más fácil de lo que habían pensado, pero fue bueno que se deshicieran de el ahora antes de que se volviera un mayor problema más tarde.
Naruto asintió mirando el orbe blanco que había en la mano de su hermana. Gracias a los poderes dejados por Yhwach y que ellos estuvieron entrenado en sus mentes podían extraer las almas de las personas fácilmente y absorberlas, algo muy útil que les servirá para muchas cosas. "Vamos a revisarla." Dijo tocando en alma con una de sus manos.
Ambos se concentraron en el alma para ver qué podían encontrar, allí supieron de todos los planes que tenía Danzo para ellos y para el mundo y se sorprendieron en saber que el no era tan diferente de ellos en cuanto a intereses se trataba, simplemente el era un poco más egoísta en ese sentido, pero el objetivo final vendría siendo prácticamente el mismo... Aunque el de ellos era mejor, por obvias razones.
"Así que el viejo quería crear un Reino." Dijo Naruko sorprendida de que Danzo fuera en realidad alguien que se preocupara por Konoha, tanto que quería hacerla el centro del Reino que tenía pensado construir.
Pero lo que de verdad estaban buscando era la escritura de la sellos de lealtad de los Anbu Raíz, los sellos de lealtad eran algo complicado, mientras que los más simples estaban simplemente dirigidos a la persona que los hace, los más complejos se anclaban directamente a su alma, y en caso de que esa alma cambiará de cuerpo, la lealtad de la persona a la que se le aplica el sello seguirá yendo hacia el alma, y como Orochimaru había trabajado con Danzo en el pasado, era más que seguro que ese era el tipo de sello el que el viejo tenia puesto a sus hombres.
"Lo encontré." Dijo Naruko con una sonrisa mientras que su hermano le daba un pequeño beso en la mejilla como premio.
"Eres la mejor Naruko." Dijo el con una sonrisa verdadera y feliz que derritió el corazón de su hermana.
"O-Onii-Chan." Exclamó ella un poco avergonzada, solo Naruto podía hacerle eso, hacer que en un instante cambie de un estado de concentración pura a una gelatina de nervios y vergüenza.
"Maldito cuerpo de tres años." Maldijo Naruto en su mente si estos cuerpos suyos no fueran tan pequeños, ahora mismo estaba seguro de que estarían poseyendose el uno al otro en el escritorio del recién fallecido Danzo. "Pero verla así también vale la pena."
Ya tendrían tiempo para hacer ese tipo de cosas, todo el tiempo del mundo en realidad. "¿Y que nombre quieres ponerle Onii-Chan?"
El nuevo nombre, eso era algo importante, tenian que darle un nuevo nombre a la organización, lo viejo tenía que desaparecer de inmediato. Naruto pensó por un momento y le vino un nombre perfecto para lo que tenían planeado. "¿Que te parece Kreuz (Cruz)?"
「Pais del Fuego.」
Los verdaderos gemelos aparecieron en una parte del Pais del Fuego, era una parte desierta y con muchos arboles, perfecto para pasar desapercibido mientras que se dirigian a su destino. Caminaron por media hora en direccion a la frontera, debian caminar en direccion al Pais del Viento, pasando por Suna, allí harian escala por un tiempo para despues ir a buscar lo que les dejo Yhwach en esa zona.
Pero mientras iban de camino a la ciudad su destino se detuvieron al ver algo en la extensa selva donde habían aparecido. Una chica estaba siendo obligada a caminar por un hombre, sin duda un esclavista, la chica tenia grilletes en su cuerpo, tenía alrededor de cinco años si la vista no les fallaba, y una cadena estaba conectada a un collar de metal en su cuello.
Ambos se miraron y no tuvieron que decir más, siguieron al esclavista, una tarea que fue fácil, debido a que no estaba ni mirando a su alrededor. Su destino era una cueva sellada, apartada por completo de todo rastro de civilización. El hombre tocó unas cuantas veces en la entrada y la puerta se abrio por si sola, Naruto y Naruko no perdieron tiempo en entrar detrás de él.
La cueva por dentro estaba iluminada por velas, y tenía diferentes caminos y pasadisos, podían sentir la presencia del hombre en uno de esos. Al seguir el rastro del esclavista, se encontraron, como sospecharon desde el principio, que era un lugar diseñado para el comercio de esclavos, decenas de hombres, mujeres y niños estaban reunidos en ese lugar, todos con grilletes. Los gemelos solo podían imaginar que en los otros pasadisos había cientos de esclavos más.
Esto era algo que podían utilizar, ellos no podían decir que les interesará o gustara mucho la esclavitud, salvó en ciertas circunstancias especiales, podria estar en sus planes futuros practicarla, pero ellos nunca serían ni la mitad de crueles. Y estas personas estaban sufriendo, podian verlo en sus ojos, sus cuerpos estaban desnutridos y sus miembros estaban cansados, sin duda de todo el trabajo manual que habían hecho.
La recogida de su herencia puede esperar, un pequeño desvío para liberar a estas personas no les iba a hacer ningun daño.
"Naruko." Susurró Naruto para que solo su hermana pudiera oírlo. "¿Que dices si nos desviamos un poco del camino?"
Y ella sonrió con confianza. "Tu ya sabes lo que yo pienso Onii-Chan."
"Entonces vam..." Sintió el frío acero en su cuello, un kunai estaba pegado a su yugular, igual que a la de su hermana, detrás de ellos, un hombre diferente al que siguieron los tenía acorralados, amenazando con matarlos si hacían algo raro.
"No se muevan." Dijo el hombre con una voz amenazante. "Vengan con nosotros sin resistencia y no les haremos mucho daño."
Pero los gemelos no tuvieron miedo, más bien sonrieron ante lo que se presentaba ante ellos, una oportunidad de oro de infiltrarse sin levantar sospechas. "¿Estas listo para una pequeña aventura Kurama?" Preguntaron ambos mentalmente al mismo tiempo al Zorro Demonio de Nueve Colas que estaba en su interior.
Kurama también sonrió, no había hecho nada divertido en... muchos años, estos mocosos iban a ser su gran fuente de entretenimiento, podía sentirlo en su piel. "Yo siempre estoy listo mocosos."
「Base Subterránea de Raiz.」
Los gemelos estaban parados frente a todos los Ninjas Raíz que eran del difunto Danzo, después de haber absorbido el alma del viejo los sellos de lealtad que estaban escritos a ella pasaron a vincularse a ambos, haciendo que todos los Ninjas en los que estuvieran aplicados esos sellos fueran leales a ellos y solo a ellos.
Ya habían hecho inventario y tenían alrededros de 154 Anbu Raíz, sin contar los que estaban en programas de entrenamiento. Ellos solamente iban a conservar a los que estaban completamente entrenados y a los que estaban pasando por el entrenamiento, a los recién llegados, que estaban principalmente compuestos por niños secuestrados, les iban a borrar la memoria y los enviarian a distintos orfanatos, no serían tan crueles de arrebatar a estos niños su futuro, ya con los Ninjas que tenían era suficiente para lo que estaban planeando hacer.
Los Anbu ya no tenían sus máscaras habituales de Raiz, ahora todos tenían máscaras blancas, en cuyas frentes habían un símbolo de una Cruz Quincy de cinco puntas con un círculo en el centro, simbolizando que ya no eran miembros de Raíz, ahora pertenecían a Kreuz.
Los gemelos miraban todo esto con alegría, y pensar que a dos días de haber despertado ya se habían deshecho de uno de sus enemigos más importantes dentro de la aldea y además, tomado su fuerza militar personal para ellos, con la cual podían realizar operaciones de infiltración, espionaje, secuestro y asesinato en territorios extranjeros, además de adueñarse de todas las bases y los recursos que Danzo tenía ocultas alrededor del mundo, y que gracias a la absorción de su alma sabían donde se encontraban.
Además de eso, como Shimura Danzo había muerto, tenían que cubrir al anciano en las reuniones del Concejo y también en las de los ancianos, algo que es muy facil de arreglar, simplemente enviarían un Schattenklon con un pequeño pedazo del alma de Danzo para que tomara su forma y así poder ver y oír lo que se decía y hacía en esas reuniones secretas, de ese modo, no solo tendrían un voto más en el Concejo, sino que también tendrían al espía perfecto, justo en el corazón del enemigo, y sin que ellos se dieran cuenta. En fin, fue otro día increíblemente productivo.
Ambos se miraron el uno al otro felices, gracias a esto ahora podrían hacer muchas cosas para ayudarlos a cumplir sus objetivos.
Danzo quería crear un Reino con Konoha como el centro de todo, puede que eso sea un objetivo similar al suyo, pero ellos querían más, mucho más.
Danzo puede que se contentara con su Reino. Pero ellos no querían un Reino.
Ellos querían un Imperio, un Reich.
Uno que duraría más de Mil años.
「Fin del capítulo.」
※※※
「Omake - Perversiones complementarias entre hermanos.」
Después de mucho dinero invertido y el uso de la tecnología necesaria, el Clan Yamanaka finalmente había logrado un objetivo que había querido después de muchos años.
Crear un dispositivo capaz de escuchar los pensamientos de las mentes de las personas al igual que las habilidades de su Clan.
Y lo mejor de todo es que no era algo pesado e inmóvil como habían predecido que sería, era algo liviano y portátil, algo que les serviría mucho en el futuro de la aldea.
Yamanaka Inoichi, el lider del Clan paseaba por la aldea para probar su nuevo invento, en el transcurso del día ya sabía todo lo que pensaba gran parte de la población, había arrestado a varios traidores, salvado a personas de ser robadas y violadas e incluso había descubierto que su hija, ese pequeño ángel de tres años, pensaba que él era alguien genial.
Ahora quiso probar su invento en las personas en que más lo quería probar.
Los gemelos Uzumaki.
Ambos eran un misterio para la aldea, hasta el punto de afirmar que su lealtad a Konoha no estaba comprobada.
Por eso se dirigió a escondidas hasta la mansión que pertenecía a su padre, Minato y activó el dispositivo.
La radio empezó a sonar con interferencia, haciendo que Inoichi tuviera que ajustar su dispositivo de acuerdo con las ondas cerebrales de los rubios.
De repente oyó fuerte y claro los pensamientos de uno de los hermanos y escuchó con atención lo que tenía que decir, tal vez podría descubrir su si su lealtad estaba con la aldea.
"Onii-Sama." Era la voz de la hermana, Naruko, si mal no recuerda. "Hazme tuya."
Inoichi abrió sus ojos con incredulidad, esto no era ninguna muestra de lealtad, ni ningún secreto importante ni nada de nada, esto era...
"¿Estas segura, Naruko?" Preguntó Naruto en la imaginación de su hermana menor.
"Si." Respondio ella con la voz entrecortada. "Quiero ser solo tuya, solo pertenercerte a ti y que tú me pertenezcas solo a mi. Por favor, hemos esperado por años para esto."
"Tus deseos son órdenes, haré que seas mía, por toda la eternidad."
Inoichi no pudo más y rápidamente cambio ajusto la frecuencia hasta dar con la mente de Naruto, tal vez en ella encontraría algo de interés para el futuro de la aldea...
...o tal vez no...
"Voy a hacerte mia Naruko." Dijo el voz ronca. "He esperado años para hacer esto, voy a hacer que no quieras ni siquiera pensar en ningún otro hombre que no sea yo."
"Hazlo Onii-Sama." Hablo su hermana entre jadeos. "Es lo que más quiero, que me poseas, que me ames, quiero que seas mi dueño y que yo sea tu dueña."
"Y así será." Le aseguro el. "Muy pronto serás solo mía, y estarás suplicando por más, como una perrita en celo."
"Woof." Ladro ella para seguirle el juego.
En ese momento, la miniradio que llevaba Inoichi no pudo más con las poderosas ondas cerebrales de los gemelos y se descompuso, captando un último pensamiento en conjunto de ambos hermanos antes de que la señal desapareciera por completo.
"Malditos cuerpos de tres años."
Después de eso, Inoichi destruyó cualquier rastro del proyecto y tuvo que borrarse la memoria el mismo, incapaz de lidiar con tanta perversión.
