Solid no se percato de que estaba corriendo hasta que se había alejado lo suficiente de la base del escuadrón de los Pavos Reales, su mente estaba llena de muchos pensamientos cada cual intentando sobreponerse a los otros, sintiendo los latidos de su corazón en su cabeza, le dolía el pecho por la frustración y el dolor de sentirse engañado, además de una molesta sensación de culpa que crecía en su interior.
Fue brusco al liberar su muñeca del control de la mano de Nebra, ella estaba respirando agitada a su lado aparentemente lo persiguió al irse, y había intentado alcanzarlo varias veces, se disculpó con torpeza desviando su mirada al suelo, incomodo, miro como su hermana decidió sentarse en la grama bajo la sombra de un gran árbol, hizo correr su magia a su alrededor para refrescar la temperatura.
- ¿Tampoco sabías nada de esto? – Cuestiono lleno de desconfianza sentándose a su lado.
- No, no. No lo sabía – Contesto de inmediato.
- ¿No me estas mintiendo?
- No lo hago, te prometo que no te estoy mintiendo, yo tampoco sabía nada de esto, Hermano Mayor Nozel también me lo oculto ¿Qué piensas de esto?
- No lo sé, me duele la cabeza.
- Eso es por qué no estas acostumbrado a usarla. – Se burló Nebra con un tono de voz triste y decaído.
- ¿Cómo era mamá? No puedo recordarla, es decir, puedo ver su pintura y sé que es ella, pero yo realmente no recuerdo nada.
- Ella era hermosa, siempre tenía una sonrisa en su rostro, era tan elegante, resaltaba a cualquier sitio donde llegaba, iluminaba todo con su presencia, sabía tratar con los nobles y al mismo tiempo siempre tan amable, todos querían ser amigos de nuestra madre. Estaba muy contenta cuando se entero que estaba embarazada de ti, solía decir que serias el último.
- ¿Y Noelle?
- Mamá también estaba feliz, su embarazo fue inesperado, dado que entre nosotros tres hay un par de años de diferencia, estabas muy pequeño cuando se embarazo de Noelle, solía decir que era su tesoro. – Respondió recordando lo alegre que estaba cuando le dijo la noticia, más entusiasmada y alegre de lo que nunca la había visto, no lo comprendió entonces, pero ahora tenia todo el sentido del mundo.
- Si hubieras sabido la verdad…
- Probablemente me habría comportado de una manera diferente, quizás fuera otra persona, o quizás fuera la misma, no lo sé. – Nebra jugo con sus dedos con nerviosismo – Deseaba que fuera una niña cuando nos dijo, por que los tenía a ustedes dos, pero yo quería una hermana, una confidente con la que pudiera asistir a las fiestas de té, o vestir, estaba muy ilusionada, no es que tú no seas un buen confidente o un buen hermano, pero eres un chico.
- Lo sé, no me gusta ir a esas fiestas, no entiendo como las toleras. – Resoplo permaneciendo en un breve silencio, miro de reojo la mano de su hermana apoyada en el suelo, no fue un gran apoyo para ella, solía dejarla sola en los eventos sociales a pesar de que ella era su confidente y la figura que estaba siempre dispuesta a ofrecerle su hombro, no podía pensar en un mundo sin ella o sin su hermano, incluso aunque decía con frecuencia que Noelle debería haber muerto no podía imaginar su vida sin ella – Nunca pudimos ayudarlo.
- ¿A quién?
- Al Hermano Mayor Nozel, era mucho más joven que Noelle cuando nuestra madre murió, y tuvo que hacerse cargo de nosotros, de la familia y al mismo tiempo manteniendo su trabajo en el escuadrón. Siempre pensé que era fácil para él, tenia todas las respuestas, podía manejarlo todo y protegernos, nadie se atrevía a meterse con él, era tan increíble.
- Lo sigue siendo, Solid. Hermano Mayor Nozel no ha cambiado, sigue siendo el mismo, es solo que ahora lo podemos ver como realmente es.
- ¿Entonces por qué siento como si me hubiera apuñalado en el corazón? – Apretó la tela sobre su pecho con los dientes apretados, se negaba a llorar.
- También me duele, Solid. Me duele que no confiara en mí. Que nos mintiera, que no me detuviera cuando estaba lastimando a Noelle. – Nebra se detuvo quería consolar a su hermano menor como lo había hecho en tantas otras oportunidades, pero se sentía desorientada, tan afectada como él.
- Noelle lo supo antes que nosotros.
- Sí, creo que Hermano Mayor Nozel debía sentirse más culpable con ella, todo lo que ha sufrido fue en parte por su silencio, nosotros tuvimos la culpa de nuestras palabras y acciones, sin importar que éramos niños fuimos crueles con nuestra propia sangre, solo repetíamos lo que los adultos nos decían y después se volvió tan natural que nos olvidamos de que ella es nuestra hermana menor.
- Somos terribles, hemos sido personas horribles, he sido tan malo con Noelle. – Suspiro pesadamente apoyándose contra el costado de su hermana, cerrando sus ojos podía ver la mirada aterrorizada de Noelle al ser atacada por su magia, su impotencia mientras destrozaba su peluche, se alejaba tanto a las expectativas que su madre esperaba de él – Soy un pésimo hermano, si Noelle hubiera aprendido a controlar su magia desde joven nunca podría haberme metido con ella.
Los dos permanecieron en silencio meditando sobre la nueva información que obtuvieron, sus vidas enteras parecían haberse convertido en una mentira, un cuento de terror para niños donde ellos eran los lobos malvados, Solid intentaba entender las acciones de Nozel, las razones que tenia para permitir que todo sucediera como paso, pero no podía comprenderlo.
La noche fue incomoda, los días siguientes fueron muy incomodos, el ambiente sombrío entre sus hermanos mayores lo inquietaba, no sabía como comportarse o que hacer para mejorar la situación, no era parte de su personalidad ser cariñoso incluso con ellos, simplemente permaneció en silencio, su pequeño combate y conversación con Leopold lo ayudo a entender mejor sus sentimientos.
Eso no quería decir que se sentía preparado para la oportunidad que se le presento, Noelle salía de la oficina de Nozel en la base del escuadrón cuando sus miradas se cruzaron, no podía escapar del encuentro así que se armó de valor y se acerco a saludarla.
- Oye. – Ella saltó sorprendida, estaba leyendo los informes que tenía en la mano y no esperaba que nadie se dirigiera a su persona.
- Hermano Mayor Solid, hola. – Se giro para mirarlo con una expresión ligeramente nerviosa.
- ¿Tienes un minuto?
- Sí.
Solid la guio por la base hasta su habitación, muchos pares de ojos los miraron con curiosidad mientras atravesaban los pasillos, Noelle aprovecho la oportunidad para mirar lo que era el escuadrón de su familia, no el suyo, hasta que choco con la espalda de su hermano.
- Lo siento.
- ¿No miras cuando caminas? – Se quejó abriendo la puerta con un bufido – No te quedes afuera.
Noelle dudo si entrar, no había nadie en los alrededores.
- La dejé aquí. – Le ofreció un sobre abierto con una expresión seria – Léela.
- ¿Es la carta que te dejo madre? – Noelle dejo sus informes sobre un escritorio para poder tomar la carta con ambas manos – ¿Quieres que la lea?
- Sí, traeré unas galletas, quédate aquí.
Noelle no sabía que esperar, sin embargo, decidió obedecer por lo que se sentó en la silla frente al escritorio y se dispuso a leer, era sorprendente leer la apreciación de su madre sobre su hermano, aunque por supuesto se trataba de un niño muy pequeño, le costaba imaginarlo como dulce y alegre, notaba lo mucho que su madre lo amaba en sus palabras y sentía una punzada de dolor al leer que esperaba que se llevarán bien.
Que lastima que sus deseos no se cumplieran.
- Aquí. – Dejo unas galletas en la mesa sentándose en la cama – ¿Terminaste de leer?
- Sí. – No entendía por que le había mostrado su carta, luego simplemente permaneció en silencio durante un rato.
- Mamá quería que cuidara de ti. – Señalo con un suspiro, luego se rasco la parte posterior del cuello incomodo – Pensaba que podíamos ser buenos amigos por que compartimos la misma magia y somos mas cercanos de edad.
- Si, eso leí.
- Tengo un recuerdo muy vago de ti cuando naciste, realmente no puedo recordarlo, solo puedo sentir tristeza, es un sentimiento que aparece cuando pienso en ti. – Era extraño para él hablar con ella así que por eso la trajo a su habitación, un espacio seguro – Después recuerdo que estaba caminando por una parte alejada de la finca, me había escapado de la niñera para explorar, Hermano Mayor Nozel no nos dejaba alejarnos mucho, pero yo estaba aburrido. De repente empecé a escuchar un sonido extraño al fondo de un pasillo, abrí una puerta y te vi, tendrías un año y medio creo, no sé si más, pero estabas de pie en la cuna, llorando, la niñera no estaba cerca y entre. – Él estaba explícitamente incomodo mientras le contaba – No te había visto en un largo tiempo, escuchaba los reportes que le daban a Hermano Mayor Nozel y sé que Hermana Mayor Nebra te iba a ver de vez en cuando. – Noelle parpadeó sorprendida con esa información – Recuerdo que entre y me acerque a tu cuna, no sabia que hacer para que dejaras de llorar, y te parecías a mamá. – Suspiro apoyando sus manos en la cama – Iba a tocarte cuando la puerta se abrió de golpe, Padre entro gritando, diciendo que no debía acercarme a ti por que eras un monstruo, recuerdo que pensé que eras tan pequeña que no podía ser verdad. Entonces, él dijo que tú habías matado a mi madre, que eras la culpable que yo fuera un huérfano, y fue la primera y única vez que me golpeo, frente a ti, tuve que decirles a nuestros hermanos que me había caído de un árbol. – Solid desvió su mirada avergonzado, nunca le contó a nadie lo sucedido ese día.
- Oh.
- Recuerdo que dejaste de llorar en ese momento, y solo te quedaste en silencio, no podía levantarme y pensé que era tu culpa, era tu culpa que mi madre no estuviera y que mi padre me castigara. – Noelle bajo la mirada conmocionada – Después nuestros hermanos, los criados, mis amigos, padre, nuestros abuelos, todos empezaron a culparte de lo sucedido, y yo pensaba que eras tan temible, alterando a todos en el palacio, te tenía miedo.
- ¿Miedo? – Noelle se levanto para acercarse a él, Solid evadió su mirada durante unos minutos antes de volver a mirarla.
- Sí, miedo. Al menos hasta que cumpliste tres años, entonces vi que no tenías control, ni podías usar tu magia ¿Cómo podía tenerte miedo?
- ¿Me llegaste a querer en algún momento?
- No lo sé, no recuerdo mucho antes de ese día.
Un silencio tenso se instauro entre ellos, mientras Noelle procesaba la información, siempre había pensado en Solid como un villano, que disfrutaba de su dolor y sufrimiento, pero nunca imagino que tendría un trasfondo tan…preocupante, el chico se levanto y busco un cuaderno en su mesita de noche.
- Yo… No entendía muy bien que sucedió, lo que paso con mamá, la razón de su muerte, la mentira de Hermano Mayor Nozel. Que me salvaras… cuando no lo merecía.
- Ustedes son mis hermanos, no permitiría que los asesinaran. – Iba a decir que los hirieran, pero ella misma mando a Solid con los curanderos durante las pruebas de los Caballeros reales.
- Eso es estúpido, te hicimos daño, te menospreciamos y te humillamos, no te consideramos nuestra hermana, entonces… ¿Por qué?
- ¿Por qué? ¿Qué?
- ¿Por qué nos salvaste? Te he hecho daño, maldita sea, Noelle, ni siquiera sé si habría arriesgado mi vida por ti. – Confesó con honestidad, y fue doloroso.
- No creo que sea necesaria una respuesta compleja, Hermano Mayor Solid, no dejaría morir a nadie si pudiera evitarlo, no necesito ninguna razón para salvar a alguien, pienso que eso es algo implícito en ser Caballeros Mágicos y un ser humano decente. – Noelle medito un segundo antes de seguir – Es cierto que fueron despreciables y mezquinos conmigo, las cosas que me hicieron, lo que me dijeron, la forma en que me trataron me hizo sentir indigna de vivir. – No había sido particularmente dura con Nozel o Nebra, pero Solid fue malicioso, abusivo físicamente y poco empático emocionalmente – ¿Tienes idea del alcance de tus acciones?
- No. – Estaba mintiendo, por supuesto no era estúpido y podía imaginarse el daño que provoco, pero imaginarlo y entenderlo eran cosas distintas.
- Mi primer recuerdo durante mi niñez fue verte atacarme con tu magia, luego recuerdo a Hermana Mayor Nebra diciéndome cosas desagradables, recuerdo el miedo que tenia de ir a comer, de salir de mi habitación, de mirarme al espejo, el miedo que tenía en cada instante del día. – El primer sollozo los sorprendió a ambos – Sintiendo como debería desaparecer cuando podría haber estado jugando con mi hermano o mis primos, disfrutando de mi magia – Noelle se secó las lágrimas lentamente – ¿Recuerdas cuando los elfos atacaron? ¿Cómo te sentiste cuando fuiste atacado en la seguridad de tu habitación? ¿Cuándo el maná agobiante te rodeaba y eras incapaz de defenderte? Así me he sentido durante toda mi vida, sin nadie que fuera a salvarme.
Solid abrió la boca sin emitir sonido, sus hombros cayeron al comprender por fin el alcance del daño que había provocado, parpadeo sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas, por supuesto que había estado aterrorizado durante la invasión, Nebra fue gravemente herida frente a él sin que pudiera protegerla, no importaba que fuera un miembro de la realeza ni un caballero mágico, ni su magia de la que estaba tan orgulloso.
- Lo siento. – Pronunció vacilante – Lamento que tuviéramos que llegar a esto.
- ¿A qué? – Presionó.
- Lo siento por hacerte sentir así, por haberte lastimado, lamento haber creado lo que me dijeron. – Solid suspiro tomando fuerzas para seguir – Siento haberte gritado, haberte lastimado, haber roto tus cosas, y… hacerte sentir tan mal.
- ¿De verdad lo sientes? – No quería ser inflexible y Solid parecía ser honesto, pero tenía miedo de perdonarlo por completo y volver a salir herida.
- Lo hago. Lamento haberte hecho llorar, tirar tu comida, avergonzarte frente a los demás, lamento haberte despreciado. – Solid subió la mirada para encontrarse con la suya – Lamento no haber estado para ti como madre esperaba ni haber sido el hermano que debía.
Permanecieron en un silencio incomodo mientras los dos se miraban fijamente, Solid empezaba a pensar que todo esto era realmente tonto, ella seria estúpida si lo perdonaba, no lo merecía, la misericordia no era apropiado para la realeza, pero ella nunca fue apropiada para la realeza.
Ella era estúpida.
Sus brazos rodearon su cintura mientras su rostro se ocultaba en su pecho, sus hombros empezaron a temblar por lo fuerte que sollozaba, mientras que él se rendía a devolverle el abrazo, no recordaba la última vez que abrazo a alguien ¿Quizás Nebra durante un episodio de fiebre? Nozel definitivamente no lo abrazaba.
- Esto es estúpido, eres estúpida… yo también lo soy, esto no arregla nada, mamá sigue muerta – Esta era una relación rota desde el inicio.
- Sirve de algo. – Tartamudeo – Yo solo quiero poder formar parte de la familia, y poder ser una de ustedes.
- Siempre lo has sido, somos nosotros… Fui yo el que nunca pudo entenderlo, lo siento. – Quizás ahora podrían comenzar a formar un verdadero lazo.
