Llevaba un rato viendo el techo con una mano detrás de la cabeza, disfrutando de la tranquilidad de estar en la cama mientras los rayos del sol se filtraban a través de las cortinas de la ventana.

Entonces llamaron a la puerta y después el señor Stark apareció en la habitación.

-Buenos días niño- lo saludó.

-Buenos días señor- le respondió él enderezándose.

-Calenté la comida ya, así que el desayuno está listo- le avisó el hombre.

-Ya voy- respondió.

Tony asintió y salió de la habitación, entonces Harley se levantó de la cama y se puso el cabestrillo para proceder a bajar a la cocina donde el señor Stark ya se encontraba comiendo del vaso de pollo que les quedaba para comer.

Él tomó asiento frente a su plato igual de pollo con un poco de puré de papa y comenzó a comerlo.

-¿Cómo le fue en su reunión ayer?- preguntó poco después ya que no había visto a Tony el día anterior porque se despertó tarde y fue a dormir antes de que el hombre llegara.

-Muy bien en realidad, cerré el trato por fin, aunque me tomó más tiempo del que tenía previsto y estuve bastante tiempo en las reuniones, y al final me hicieron quedarme en una fiesta que dieron para celebrar la nueva unión- explicó Tony bebiendo después de su taza de café.

-Al menos terminó- contestó Harley.

-Sí, así que nos vamos en una hora después de desayunar, ya quiero volver a mi casa con la tecnología correspondiente a esta época- informó Tony con aire de sufrido.

-Mmm, ¿que no usted adelantó la tecnología de esta época?- respondió Harley.

-Ahí lo ves, con más razón ya no quiero estar aquí- respondió Tony comiendo.

-A mí me gusta, está en el campo y queda cerca el lago, el bosque...- comenzó a explicar pero se detuvo cuando vio a Tony mirarlo con una ceja levantada.

-¿Hablas en serio?- le preguntó.

Harley lo miró un momento hasta que comprendió su pregunta.

-En buenas circunstancias pasar tiempo ahí no suena mal- le respondió él encogiéndose de hombros.

Tony lo miró un poco incrédulo pero se concentró en terminar de beber su café.

Cuando terminaron de desayunar tiraron todo lo que habían utilizado y después cada quien se dirigió a su habitación para empacar lo que faltaba.

No es que tomara mucho tiempo en realidad, después de todo solamente habían estado tres días en la casa y no habían hecho mas que ver la televisión y dormir prácticamente.

Lo que sí requeriría más atención sería el piso, porque ambos habían dejado las pisadas de lodo cuando llegaron de su aventura en el bosque, pero Tony sabía que de eso se encargaría la mujer que hacía la limpieza de la casa, así que antes de que la hora que había dado como plazo se cumpliera ellos ya estaban listos para partir y las maletas estaban dentro de la camioneta.

-¿Seguro que no olvidas nada?- le preguntó Tony a Harley cuando ya estaban a punto de subir a la camioneta.

-Estoy seguro- le respondió él. -Entonces en marcha- anunció Tony.

Ambos subieron a la camioneta y Tony comenzó a conducir.

-¿Sí tomaste tus medicinas hoy niño?- preguntó Tony veinte minutos después, puesto que J.A.R.V.I.S. no había vuelto a notificarle algún problema sobre ese asunto, pero después de lo que pasó la vez anterior no quería arriesgarse a descuidar al niño sobre eso de nuevo.

Casi al momento observó por el espejo retrovisor cómo la cara de Harley cambió a una de susto y preocupación, lo que lo hizo a él inhalar y exhalar fuertemente mientras fulminaba a Harley con la mirada por el espejo.

-Harley Keener- comenzó a decir con los dientes apretados- he intentado ser paciente pero ¡¿cómo esperas que lo sea cuando no puedo contar con que sigas un simple horario que además te dicta a la perfección una inteligencia artificial?!- terminó alzando la voz lo suficiente para llenar el auto de sonido.

Harley tardó un momento en reaccionar, en parte por lo que se dio cuenta y en parte por el repentino grito de Tony. -¿Podrías al menos tener la amabilidad de decirme algo?- le preguntó Tony todavía en voz alta.

-Las olvidé- le contestó rápidamente con la voz chillona.

-¿Qué?

-Sí, como tenía que mantenerlas fuera bajé la maleta y las dejé sobre el buró para bajarlas después pero usted me pidió que revisara si quedaba algo en el refrigerador y entonces lo olvidé y no regresé a la habitación porque creí que ya tenía todo.

Tony analizó las palabras un momento, y se sintió aliviado de saber que el niño no había sido irresponsable nuevamente, pero entonces comprendió que de todas maneras tenía un problema e hizo una mueca de desespero mientras comenzaba a buscar como voltearse de carril para regresar a la casa pero por suerte una entrada se le presentó en diez minutos.

Harley miraba por el espejo en momentos con nervios de decirle algo, la confianza que sentía con él podía tambalearse cuando cometía un error y Tony debía lidiar con eso de alguna manera, lo hacía pensar que podía hartar muy pronto al hombre y recordaba que ya lo había escuchado antes dispuesto a mandarlo a un orfanato, y aunque ahora sabía que no podía regresar al mismo que lo había atormentado, ya había visualizado desde hacía tiempo las ventajas y buenas diferencias que traía el estar fuera de un lugar así.

-Disculpe, no me di cuenta antes- decidió decir después pareciéndole peor el silencio.

-Está bien, digo, por algo pregunté si tenías todo pero, a cualquiera le pasa, no voy a armar un escándolo por eso, y tampoco es que te pueda dar un ataque de algo y las necesites para salvar tu vida en pocos segundos- le dijo Tony- ¡no me malentiendas!- añadió- sí las necesitas y sí son importantes, lo que quiero decir es que...

-Sí, lo entiendo- lo cortó Harley.

Tony estaba a punto de disculparse por haberle gritado por algo que no había hecho, pero se detuvo creyendo que lo mejor era dejar al niño con esa impresión, claro que esperaba que ya no tuviera planes de saltarse sus medicamentos, pero aún así mientras más preocupación le causara hacerlo enojar por eso mejor. Veinte minutos después llegaron a la casa nuevamente y Tony se bajó regresando con las medicinas.

Listo, problema resuelto, aquí nada pasó- dijo aventando la bolsa de plástico hacia los asientos de atrás sonriendo, para demostrarle a Harley que todo estaba bien y no se creara un ambiente incómodo por el silencio o las palabras que tuviera que decirle. Nuevamente se puso en marcha, agradeciendo que aún no era muy tarde y que no tendría que ir a la oficina hasta dentro de cinco horas, dándole el tiempo suficiente para dejar a Harley en la casa y cambiarse.

-Mmm, ¿qué prefiere? ¿No volver a usar la armadura de Iron Man o nunca poder salir de ella?- preguntó Harley cuando hubieron recuperado el recorrido de veinte minutos porque quería entretenerse en algo pero también para averiguar el tono de Tony al hablarle para comprobar que realmente no estaba enojado con él.

A Tony le tomó un poco desprevenido la pregunta porque entendía que a la vez era la invitació a un juego que comúnmente dejaba a la gente en ridículo o demasiado expuesta a sus pensamientos, pero pensó que sería bueno pasar el rato además de romper por completo la tensión que podía haber quedado entre el niño y él, y siempre podría negarse a contestar si las preguntas eran muy privadas. -No volver a usarla- respondió. -¿En serio?- preguntó Harley al momento, sorprendido. -Ajá- le respondió Tony despreocupado. -¿Pero por qué?- insistió en preguntar Harley sin poder creerlo. -¿Tú quisieras pasar el resto de tu vida encerrado entre metal?- le preguntó Tony deteniéndose por un semáforo.

-No, claro que no pero, creí que después de todos estos años y de haber inventado la armadura preferiría quedarse con ella, ¿en verdad dejaría al mundo sin Iron Man? -Niño, ya te lo dije la noche en que nos conocimos en tu cochera, YO SOY IRON MAN, y eso no lo va a cambiar el que use una armadura o no, además ya desarrollé completamente el sistema para manejar las armaduras a distancia, sería cuestión de mandarlas vacías a rescatar a la gente y listo, no significa que quedaría desamparada- le explicó Tony. -¿Entonces por qué no hace eso ahora y deja de pelear?- preguntó Harley con el ceño fruncido. -Porque no sólo se trata de golpear, también hay que hackear cosas, a veces tener peleas cuerpo a cuerpo, hacer distracciones... como lo dijiste yo la creé, así que somos parte uno del otro- añadió, sin querer hablar sobre los pensamientos que vinieron a su mente, cuando escapaba de cierta cueva donde había estado secuestrado por meses, a costa de la vida de un amigo, un hombre al que le hizo una promesa.

Harley soltó una pequeña risita.

-Oye, ¿sabes que parece un poco raro cuando hablas de la armadura como si fuera una persona? Además la llamas por "él" y no por "ella" cuando es una armadura- lo hizo notar el niño.

Tony rodó los ojos.

-Bueno, si tengo una construcción de metal que me impide morir cada vez que tengo una misión, creo que tengo el derecho de verla como alguien, y además al tener parte de mí, porque yo la controlo, sé que es un "él" ¿entiendes?- respondió un poco malhumorado.

-Ok- le respondió Harley ocultando una sonrisa.

Ya había visto antes en su cochera cómo se ponía Tony si se metían con su armadura, lo tomaba un poco personal como si fuera a un amigo a quien acosaran, así que no tuvo intención de molestar más con eso.

-Ahora, ¿qué prefieres? ¿perder toda tu fortuna o perder a un amigo?- preguntó después.

-Depende de a qué amigo nos referimos exactamente- respondió Tony con tono de duda- porque a Happy lo necesito para mi empresa pero Barton es reemplazable, al igual que Nat y Capipaleta.

-¿El que vino a visitarte el otro día?- sugirió Harley.

-Mmm... lo obligaría a mantenerme mientras vuelvo a crear mi fortuna, es que lo necesito como contacto con el gobierno- respondió Tony.

Harley asintió.

-¿Y por qué los otros dos vengadores no son reemplazables? ¿Los que no mencionó?- preguntó después.

-Porque ambos son los más fuertes del equipo y eso nos trae ventajas, además en el caso de Banner es mi compañero de laboratorio, es la única persona con quien puedo hablar en un lenguaje inteligente con los términos adecuados sin tener que explicar de una manera típica después- explicó Tony.

-Pero... puedes hablar conmigo, yo te entiendo- dijo Harley encogiéndose de hombros para darle a sus palabras un efecto más casual, aunque tenía el propósito de adivinar qué pensaba Tony al respecto.

Tony curvó un poco el labio sin que fuera notable.

-Bueno, creo que en esta ocasión estoy de acuerdo contigo- contestó- pero hablamos de integrantes de los Vengadores, así que ahí sólo tengo a Banner, sin contar que es tu doctor y lo necesito para que te quite el yeso.

Harley asintió también ocultando su sonrisa.

-¿Entonces Thor sólo te sirve porque es fuerte?- preguntó notando que Banner tenía varias "funciones" según Tony.

-Sí, eso y bueno, es una gran ayuda para cargar la armadura rápidamente, el día que lo conocí me dio 300% de batería con un sólo martillazo- respondió el Mecánico.

Harley abrió los ojos en grande.

-¿Soportaste un golpe con el martillo de Thor?- preguntó.

-Así es, ¿qué creías? ¿Que por ser un dios iba a tener fácil el eliminarme?- respondió Tony alzando una ceja disfrutando bastante de la admiración del niño.

-¿Qué pasó exactamente?- preguntó.

Tony lo miró un poco como decidiendo si debía decirle o no pero después procedió a narrarle cómo llegó en ayuda del Capitán América para atrapar a Loki y como después éste fue tomado de la nave por su hermano, provocando su pequeño enfrentamiento posterior detenido por el Cap.

-¡Que genial! No creí que los héroes pelearan entre ustedes- respondió Harley.

-No es que comencemos a atacarnos con nuestras habilidades tampoco niño, pero como todos tenemos nuestras diferencias, hubo bastantes en un principio- explicó Tony.

Harley se hizo un poco para adelante.

-¿Cómo cuáles? ¿Y cómo terminaron unidos después?- preguntó entusiasmado.

Tony apretó un poco las manos en el volante, contó un poco de esa pelea con sus amigos porque pensó que podía parecerle gracioso al niño y él mismo lo recordaba como algo sin importancia ahora, pero el resto de la historia de cómo se crearon los Vengadores implicaba más que peleas menores entre ellos, implicaba hablar del portal y la batalla con los aliens, antes de eso mencionar qué fue el mayor motivo para que decidieran enfrentarlos, y aunque no quería hablar del suceso tampoco, sería injusto omitir a Colson de la historia en la que fue tan importante.

-No es una historia tan entretenida como piensas, cualquier otra cosa de seguro ya la leíste en el periódico- intentó esquivar las preguntas aunque ya conocía a Harley lo suficiente para saber que insistiría.

-Pero quiero saber desde adentro, los reporteros y periodistas sólo los narraron como un equipo unido, pero ya me has mencionado que comenzó con peleas- replicó el niño enseguida.

-Como cualquier relación que después puede evolucionar, no te pierdes de nada Harley.

-Pero señor Staaark- dijo el niño con voz triste.

Tony suspiró.

-Ya te avisé de no pararte del asiento mientras conduzco- le dijo simplemente ya que Harley estaba bastante cerca de estar en medio de los asientos delanteros, fuera de su lugar.

Harley entendió con eso que el hombre no quería hablar más del tema y se sentó bien.

-Si quieres oírlo puedo contarte cómo derroté a un villano que creó una armadura coma la mía, el combo incluye la colaboración de Iron Patriot y un poco de mi primera colaboración con la Viuda Negra- sugirió Tony al ver a Harley contra el asiento un poco desanimado.

Eso al instante alegró al niño y asintió con la cabeza.

Entonces Tony comenzó a contarle su aventura con Ivan Vanko, omitiendo la última frase del video de su padre dirigida a él en las cintas, a S.H.I.E.L.D. (porque no quería al niño preguntando sobre eso) y sus peleas con Pepper.

En el transcurso Harley hizo comentarios y preguntas, sorprendiendo a Tony al darse cuenta de que no le parecía tan molesto contestarlas.

Pronto llegaron a una carretera que estaba muy solitaria, pero después de conducir unos minutos Tony comenzó a extrañarse porque no le parecía conocido.

-Harley, ¿reconoces este paisaje?- le pregunto al niño- de cuando vinimos.

Harley volteó hacia la ventana.

-No, pero gran parte del viaje estuve dormido así que...-respondió Harley.

-J.A.R.V.I.S., ¿voy por el camino correcto hacia mi casa?- preguntó entonces a la IA.

-Me temo responder que no señor Stark, se desvió hace tres giradas y tomó un rumbo diferente- explicó la inteligencia artificial.

Tony dio un frenó en seco, aprovechando que no había nadie, pero a Harley no le gustó nada ya que lo tomó por sorpresa.

-¿Qué? ¿Y por qué no me lo dijiste?- preguntó Tony enojado hacia la radio.

-Porque usted no me dio indicaciones de guiarlo señor, así que no estuve revisando las rutas de su camino.

Tony dio un pequeño golpe en la bocina.

"Eso me pasa por ir hablando" pensó.

-Indícame por dónde ir para regresar al caminó que debía tomar- ordenó a J.A.R.V.I.S.

-Enseguida señor- contestó él.

Después comenzó a conducir nuevamente esta vez acompañado con la voz de J.A.R.V.I.S. dándole instrucciones.

-A cualquiera le pasa- intentó animar Harley.

Tony no dijo nada y sólo soltó el aire.

Cuando aún no regresaba a su carretera J.A.R.V.I.S. avisó sobre la medicina de Harley y para gran alivio de Tony el niño se la tomó sin queja alguna, él ni siquiera tuvo que hablar para dar alguna indicación.

-¿Señor Stark?- preguntó después.

Tony tarareó en respuesta.

-¿Sabe si mi brazo quedará completamente bien después de esto? ¿Y si no vuelvo a usarlo como comúnmente lo hacía? Y mi pierna ¿podré caminar sin tener ningún tipo de cojera permanente?- preguntó luciendo preocupado.

-Tranquilo Harley, no tendrás ningún tipo de problema, tu brazo nunca ha estado grave, sólo necesitaba una buena ayuda, cuando te quiten el yeso estará terminada, y respecto a tu pierna por sí sola ha mejorado bastante, con los tratamientos estoy seguro de que mejorará más, y en caso de que no iremos a ver a alguien para que te ayude a curarte eso por completo- lo tranquilizó Tony.

-¿Entonces sí es seguro que me quitan el yeso el lunes?- preguntó aún un poco angustiado.

-Banner no ha cancelado, relájate- le dijo con tono un poco burlón para aligerar su ánimo- has estado siguiendo sus instrucciones, así que ya no debe de haber un problema al respecto.

Harley asintió pero no se veía del todo convencido.

-Oye, si yo sobrevivo a que me mantenga con vida un reactor, estoy seguro de que tú puedes salir bien de ésta- agregó Tony mirándolo por el espejo.

Harley sonrió y asintió.

-¿Usted ha tenido el brazo enyesado?- preguntó.

-Más veces de las que me gustaría, en mi trabajo es algo bastante común- aseguró Tony.

-Mi mamá se cayó de las escaleras cuando yo tenía siete años, tuvieron que enyesarle la pierna y duró bastante para caminar- informó Harley, sonando con un poco de pesar.

Tony no supo qué decir, hablar del pasado de Harley, sobre su madre, según el tema podía resultar un poco incómo o preocupante.

-No será el caso contigo, he tenido fracturas, mucho más grave que las tuyas, y mírame, como si nada- respondió.

-¿No le asusta cada vez que va a pelear pensar en lo lastimado que va a terminar?

-La armadura me proporciona mucha protección, y... no lo sé, no pienso en eso, sabía lo que arriesgaba cuando entré en ella por segunda vez, me concentro en lo que tengo que hacer y no importa nada más.

Harley se quedó un poco confundido.

-¿La segunda vez?- preguntó.

Tony asintió.

-Fue un caso más... confuso, la primera, fue dentro de la cueva.

-¿Qué pasó ahí?

-No Harley, no voy a hablar de eso, la historia que hayan contado es más que suficiente- respondió Tony de inmediato.

-¿Y si prometo quedarme callado y no decirle nada y no volver a comentarlo después de escucharlo?- preguntó el niño con sonrisa inocente.

-Mal intento- respondió Tony con una ceja levantada, completamente seguro.

-Dicen que es bueno hablar con alguien para liberar presiones y poder avanzar- siguió intentando Harley.

-Lo intenté una vez- respondió Tony.

-¿Y...?- preguntó Harley interesado.

-El muy ingrato se quedó dormido- respondió Tony.

-Yo no me dormiré- prometió Harley.

-Te obligaré a hacerlo si sigues insistiendo- prometió Tony.

Harley suspiró y miró hacia la ventana.

Tony sonrío ligeramente, le molestaba un poco que el chico se esforzara por meterse en sus asuntos, pero por otro lado le causaba gracia su interés.

Los minutos pasaron y él al final regresó a su carretera correcta, y metió un poco más de velocidad cuando podía para intentar recuperar un poco el tiempo perdido, pero a la cuarta vez que lo hacía notó cómo Harley apretó fuertemente los puños y paró.

-Niño, ¿habías sufrido un ataque de pánico antes del día de mi cumpleaños?- preguntó.

Harley lo miró antes de contestar.

-Sólo el otro que le comenté cuando me dejó en la camioneta, el día de la Expo, fuera de eso no- contestó serio.

Tony asintió.

-¿Pararon los tuyos?- preguntó el niño después.

-Se presentan mucho menos que antes, así que creo que voy por buen camino- contestó Tony- si vuelves a sufrir uno y no estoy ahí recuerda los pasos para calmarte, programaré a J.A.R.V.I.S. para que te ayude.

-Gracias señor Stark- respondió el niño resignado, preocupado de que esa horrible sensación realmente pudiera regresar.

Siguieron moviéndose entre los autos y luego Tony escuchó un pequeño ruido que parecían gruñidos, pero pensó que era su imaginación, hasta que sonó dos veces más, entonces notó cómo Harley se ponía un poco colorado y llevaba su mano a su estómago, apretando ligeramente, entonces sonrío burlón mirando al niño.

-Mira, parece que alguien al fin comienza a acostumbrarse a que tiene que comer- dijo.

Harley le lanzó una mirada un poco molesta y decidió quedarse callado.

-Está bien, así es mejor niño, tú y yo nos ahorraremos tres peleas al día, y de cualquier forma no iba a dejar que pasaras de las 04:00 sin comer- le dijo Tony- ¿te parece bien una hamburguesa? Es lo más común para encontrar en el camino.

-Lo que sea está bien señor Stark- respondió Harley encogiéndose de hombros.

Tony asintió y paró en el primer restaurante que vio, se puso sus lentes para evitar ser reconocido.

-Yo creo que llamas más la atención con eso, ¿quién se pone lentes con una ropa común?- le dijo Harley.

-Cualquiera a quien le encandile el sol- dijo Tony antes de cerrar la puerta e ir a comprar la comida rápida, aunque al parecer no tanto ya que pasaron los minutos y Harley sentía que el hombre ya había tardado bastante.

Iba a ir a ver qué pasaba cuando Tony al fin salió, viéndose un poco molesto.

-Es el peor sistema en el tiempo que he visto, necesitan una severa organización ahí- entró replicando a la vez que le pasaba una bolsa de papel café a Harley.

Él la tomó y vio adentro la hamburguesa con unas papas fritas y un jugo de naranja.

Frustrado porque ya iba bastante retrasado con todo lo que le había pasado, Tony volvió a emprender el camino.

Las 04:00 p.m. llegaron y Harley tuvo que volver a tomar la medicina.

Creía que al fin todo le iría bien y ya pronto estaría en su casa, pero después de minutos se topó con una pequeña sorpresa: un desvío por construcciones.

-¿Es en serio?- preguntó.

El hombre que indicaba a los carros por donde girar se mantuvo viéndolo, comenzando a frustrarse de que Tony no se moviera.

-Señor Stark, se supone que debe seguir sus indicaciones, quiere que se mueva- le indicó Harley entonces.

-Ya lo sé, ya lo sé- contestó Tony de mal humor moviendo la camioneta hacia donde le era indicado- J.A.R.V.I.S., quiero tu observación sobre esta nueva ruta- pidió después.

-Le agregará a su viaje una hora más de lo que le faltaba señor- contestó su IA.

Tony cerró los ojos con fuerza.

Harley se sintió mal, pensando que parte de la tardanza era su culpa, por la comida y haber olvidado las medicinas en primer lugar.

-Ok, indícame- pidió.

J.A.R.V.I.S. comenzó a hacerlo y nuevamente se pusieron en marcha, con Harley sintiendo las piernas entumecidas y un poco de dolor por el tiempo que llevaba ahí sentado.

Se mantuvo viendo el paisaje, prefiriendo no hablar con Tony que se veía de mal humor.

Con determinación observaba el uno que otro carro que iba por la misma carretera y los árboles, mientras le daba los últimos mordiscos a la hamburguesa hasta que se le acabó.

Se sentía completamente lleno y se recostó contra el asiento, esperando que el peso que sentía sobre su estómago desapareciera, pero no fue el caso, cada vez lo sentía más, incluso comenzó a sentir una sensación subir por su garganta.

No quería molestar más al señor Stark así que sólo se recargó más contra el asiento y mantuvo la cara hacia arriba en un intento de que nada saliera.

Pero Tony veía por el espejo retrovisor así que notó esto y el rostro pálido del niño.

-¿Te sientes mal niño?- preguntó.

Harley se enderezó sólo un poco.

-Tengo el estómago revuelto- avisó con pesar.

Ahí Tony sí comenzó a preocuparse más.

-¿Te duele?- le preguntó.

-No, pero me siento muy lleno- respondió Harley.

-¿Como para devolver?- preguntó Tony.

Harley asintió.

Tony iba a comenzar a pensar qué podía hacer pero al parecer ese no era su día, porque de la nada la camioneta comenzó a hacer ruidos y el carro fue disminuyendo su velocidad lentamente, hasta que se detuvo, indicando la falta de gasolina en el radar.

Él entonces recargó su cabeza en el volando, dejando con ello presionada la bocina.

-¿Qué pasa?- preguntó Harley.

-Falta de combustible- explicó Tony serio.

Harley hizo una mueca.

-Bájate de la camioneta- le indicó Tony.

Ambos lo hicieron y Harley perdió un poco el equilibrio al principio por sus piernas que llevaban horas sin ser usadas.

-Respira profundo, tomar aire tendría que ayudarte con tu mareo- lo instruyó Tony mientras él revisaba en su cajuela.

En ese momento se lamentó de llevar un vehículo tan simple al cual no le había hecho modificación alguna, eso hacía que no bastara con moverle a una pieza para que funcionara y para colmo no tenía gasolina de repuesto, siendo una camioneta que había utilizado únicamente para salir con Harley, y en ese viaje era la primera vez que salía tanto tiempo con él.

Un poco afortunadamente esa carretera se encontraba vacía, ya se imaginaba lo mal que se vería en las noticas que Tony Stark fuera encontrado en medio de una carretera varado sin gasolina y con un niño.

Sacó su armadura del coche y le ordenó que se armara, captando la atención de Harley.

-Voy a tener que ir a comprar gasolina niño- le avisó.

De sus ganas simplemente se iba en su armadura de una vez por todas a su casa, pero no tenía intención de cargar durante ese periodo de tiempo la camioneta, y dejarla ahí podía ocasionar un accidente o algo parecido, además no sabía qué tan incómodo podría ser para Harley tener que permanecer cargado por él durante al menos una hora, tendría la armadura, claro, quizá incluso el chico se emocionara, pero a fin de cuentas respecto al contacto físico se habían mantenido con mucha distancia (para su fortuna) y si no lo cargaba no había forma de volver.

-¿Y qué hago yo?- preguntó de inmediato Harley, un poco disgustado.

-Espérame aquí, por supuesto, siéntate donde puedas para que se te pase por completo el mareo, yo no tardo, con la armadura iré rápido, y si ves que viene algún auto intenta esconderte detrás de los árboles, no quiero entrometidos sacando fotos- instruyó Tony.

Harley no se veía muy convencido pero asintió, entonces él entró en su traje y salió volando, yendo con ayuda de J.A.R.V.I.S. a la gasolinera más cercana.

Harley mientras tanto buscó una piedra más o menos grande para sentarse entre los árboles, pidiendo que ninguna persona pasara por ahí y se detuviera a pensar en qué pasó e incluso llamara a la policía ante un auto abandonado.

El señor Stark no quería que lo conocieran sus amigos, no quería ni imaginar cómo se pondría si lo hacían unos extraños que fueran conduciendo.

Afortunadamente su mareo sí pasó y su estómago se sintió mucho mejor, incluso sus piernas se sintieron más fortalecidas.

Comenzó a darle un poco de sueño cuando minutos después vio a lo lejos que el señor Stark ya regresaba, llevando en las manos un bote rojo que suponía sería la gasolina.

Menos mal que contaba con la armadura para ir y venir rápido.

En cuanto aterrizó Tony guardó la armadura y le puso la gasolina a la camioneta, luego subió.

Harley supuso que para verificar que sí arrancara ahora, pero se sintió realmente confundido cuando el auto simplemente comenzó a andar más de lo debido.

Rápidamente se paró de la roca y se asomó completamente a la carretera, viendo cómo la camioneta negra se alejaba cada vez más hasta que se perdió de su vista.

Comenzó a ver las posibilidades de que todo se tratara de una broma, pensando que Tony regresaría enseguida haciéndole la burla por su expresión, pero lo dudó realmente al pensar que el hombre no se veía en buen momento para jugar una broma que lo haría perder el tiempo cuando ya llevaba tanto rato conduciendo.

-¡Señor Stark!- gritó entonces, lo más alto que pudo.

Tony por su parte se mantenía conduciendo, malhumorado de ir tan retrasado cuando tantas ganas tenía de llegar a su casa.

"Por esta razón no hago viajes de negocios" pensó.

Aceleró aún más aprovechando que no había quien lo viera o con quien chocar.

-Señor Stark- lo llamó J.A.R.V.I.S. entonces- es hora de la medicina de Harley- avisó.

-Ya escuchaste ni...- comenzó a decir Tony, hasta que por primera vez en esos minutos se concentró en mirar bien por el espejo retrovisor, donde claramente faltaba alguien.

-¡Harley!- gritó mirando hacia atrás y después se dio cuenta de que lo había olvidado donde se paró la camioneta.

Inmediatamente dio la vuelta, sin detenerse a pensar que iba en sentido contrario y metió toda la velocidad que pudo, hasta que volvió a asomar en donde se había quedado parado y visualizó al niño sentado en la misma orilla donde lo había dejado con las piernas cruzadas.

Disminuyó la velocidad y se detuvo justo frente a él, bajando la ventana.

Harley miraba hacia el piso, claramente consciente de que alguien se había detenido frente a él pero no se mostraba con intención alguna de mirar.

-Hey, niño- llamó Tony.

Harley esperó unos segundos y levantó la mirada, luciendo molesto.

Tony iba a decir algo pero no se le ocurría una excusa, simplemente había olvidado al chico, pero no se le podía culpar, mantuvo su cabeza enojado por las horas que ya había perdido hasta ese momento y porque en la gasolinera lo detuvieron un momento con preguntas sobre qué hacía ahí, así que al regresar simplemente puso la gasolina y se olvidó de su acompañante, después de todo no estaba acostumbrado a cargar con un niño del cual debía ver cuándo iba con él y cuándo se separaba.

-Disculpa, me dejé llevar por mis pensamientos y no... no volteé a ver en donde... ¿puedes subir a la camioneta por favor? No se supone que deba ir en dirección contraria aquí- pidió al final sin querer decir tan directamente que sí lo había olvidado.

Harley se paró un poco bruscamente y subió al auto, un tanto serio y con su brazo bueno rodeando el otro para cruzarlos.

Tony se inclinó y le puso el cinturón.

-Debes tomar la medicina ya- informó.

Harley procedió a hacerlo y él regresó a la dirección correcta.

-Perdóname, no fue mi intención olvidarte- terminó diciendo.

Harley se encogió de hombros.

-Está bien, no es la primera vez que lo hace- le respondió- al menos en esta ocasión no fue en medio de la nieve y regresaste- añadió con un tono más cómico que alivió a Tony.

Él también sonrió ligeramente y siguió conduciendo, esperando no sufrir más retrasos.

No pasó mucho tiempo cuando recibió una llamada.

-Contesta J.A.R. y conéctalo a la radio- pidió.

-¡Tony! ¡¿Dónde rayos estás?! Debiste haber llegado hace más de cuarenta minutos- lo reprendió inmediatamente la voz de Happy.

-Se presentaron algunas cosas Happy, desvíos, paradas inesperadas, se me acabó la gasolina, estoy manejando aún- explicó brevemente.

-Por eso hubiera sido mejor que viajaras en avión, no sé por qué de pronto te invadió la idea de manejar tú mismo, o eso sólo lo haces cuando vas a encontrarte con una mujer que...

-Bueno, ya me quedó claro, gracias Happy- lo cortó Tony- sabes cómo soy, no sé porqué empeñarte en ver una razón específica, ya lo hice así, voy retrasado, y logré cerrar el trato con los rusos a fin de cuentas, por lo que no sé porqué te preocupas tanto, intentaré llegar hoy mismo a la empresa y si no nos veremos mañana, yo calmo a los de la junta.

-Está bien Tony, estaré aquí hasta las 09:30, sino te miro mañana- estuvo de acuerdo Happy, ya acostumbrado a la manera de trabajar y ser de su jefe.

-Gracias Happy, adiós- contestó Tony antes de que la llamada colgara.

Cuando podía metía el acelerador para avanzar más rápido pero siempre cuidando que Harley no se pusiera nervioso, y al fin creía que podría avanzar sin dificultades hasta llegar a su casa pero creyó que no sería así cuando vio por el espejo que el niño comenzaba a moverse un poco en su asiento, cada vez más rápido según pasaban los minutos.

-¿Ahora qué pasa?- preguntó desanimado.

-Nada- mintió Harley demasiado rápido, delatándose.

Tony lo miró atentamente, entrecerrando los ojos.

Harley iba a callar para no retrasar aún más al hombre pero pensó que esperar podía llevarlo a una situación peor.

-Tengo que ir al baño- contestó.

Tony se resignó a que sería difícil simplemente volver a casa por ese día.

-¿Del uno o del dos?- le preguntó al niño.

-¿Por qué sería necesario responder eso?- preguntó Harley poniéndose colorado.

-Para saber si puedo pararme aquí para que lo hagas- replicó Tony.

-Pero no voy a orinar en medio de la carretera- replicó Harley de inmediato.

-Harley, estamos a treinta minutos antes de regresar a las carreteras con civilización, y de ahí no sé qué tan lejos a una tienda o gasolinera, así que al menos tendrás que aguantarte cuarenta minutos, llevas moviéndote desde hace un rato y no tengo intención de que manches mis sillones y mi auto huela a orina- explicó Tony.

Harley no dijo nada y sólo se concentró en la ventana, aguantando lo más que podía.

Tony lo dejó estar, creyendo que podrían llegar antes a un baño, pero momento después se dio cuenta de que la única manera de que Harley siguiera aguantándose era moverse, o sea que el siguiente paso era...

Sin decir nada paró el auto, agradeciendo nuevamente el hecho de que esa carretera estuviera tan poco transitada, en ese momento completamente sola.

-Bájate y haz en el pasto- instruyó al niño.

-No, voy a esperar- dijo Harley.

-Niño, ya no aguantas, te vas a hacer, sólo ve...

-No iré en plena carretera, es ilegal incluso.

-Ya lo sé, pero no te estoy pidiendo que lo hagas en medio centro comercial, nadie viene por aquí, la carretera está sola y en este caso es una emergencia, estamos a treinta y cinco minutos de la próxima gasolinera- explicó Tony.

Harley miró dudoso hacia afuera y hacia los lados, cuidando que no fuera nadie, pero al final negó con la cabeza.

Tony entonces se bajó del auto y fue hacia la puerta de Harley, le quitó el cinturón y lo tomó de su brazo bueno.

-Abajo- dijo.

-No, no, no- replicó Harley poniéndose duro para que Tony no lo moviera pero el hombre le ganaba mucho en fuerza y logró sacarlo del auto.

-Sólo hazlo rápido- le dijo cruzándose de brazos y poniéndose frente a la puerta del asiento trasero para que Harley no entrara.

-No voy a hacerme en su camioneta señor, puedo aguantar hasta la gasolinera- intentó convencerlo el niño.

Tony negó con la cabeza y se plantó más firme frente a la entrada.

-No nos moveremos hasta que hagas- le aseguró.

-No puede obligarme a ir al baño- replicó Harley.

-Cierto, pero sí puedo impedir que orines mi camioneta- respondió Tony.

-¡Ya le dije que no lo haré!- respondió Harley, pero realmente en ese momento sintió todo lo contrario.

A Tony no le pasó desapercibido el saltito que dio y la expresión que hizo.

-Siguiente paso: todo saldrá. Y estoy seguro de que la situación será más incómoda de lo que lo es ahora, para empezar no subirás al auto con los pantalones mojados, por lo que me vienen en mente varios escenarios, el primero es que te dejaré aquí, lo cual ya he hecho así que no lo dudes, el segundo que tendré que ponerme la armadura y volveremos a la casa conmigo cargándote, soy muy popular, si mañana aparece una foto en la televisión o periódico de Iron Man cargando a un niño con los pantalones llenos de pipí no será mi culpa, y el tercero es que tendrás que cambiarte de ropa aquí en plena carretera de la cintura para abajo, lo cual suena mejor que lo anterior pero al ser tan pudoroso lo odiarás, así que tú decides niño- le dijo Tony despreocupadamente.

Harley hizo cara de pocos amigos, no sabía si por su necesidad o todo lo que le dijo el señor Stark, probablemente ambas.

Soltó un suspiró y miró detrás de él.

-Aquí no hay árboles- señaló.

-No, los había unas cuadras más allá, pero no me escuchaste- respondió Tony.

Harley se alejó más de Tony buscando un lugar entre el pasto y la tierra, luego volteó a verlo.

-¿Al menos puedes darte la vuelta?- le preguntó y exigió.

Tony lo hizo y se recargó en el capó de la camioneta.

-Listo- avisó después Harley.

-No escuché el "agua" caer- replicó Tony sin voltearse.

Segundos después estuvo seguro de que el niño le había hecho caso y cuando se puso a su lado se quitó de la puerta para dejarlo pasar.

Le puso el cinturón sin mirarlo y regresó a su asiento, conduciendo de nuevo.

Harley se mantenía viendo la ventana, Tony sabía que en esta ocasión para evitar verlo, ya que se veía un poco molesto y tenía el rostro muy rojo.

Sonrió con un poco de burla y decidió dejarlo en paz, volteando a verlo lo menos posible.

Después pasaron al fin esa carretera y regresaron a la civilización, para gran alivio de Tony, disfrutando de las luces de los locales de ahí.

Antes había pensado que ya se había resignado a cualquier cosa que pudiera pasar en ese viaje, pero kilómetros después se dio cuenta de que estaba equivocado cuando vio la larga fila de coches que había delante de él.

-¿Ahora qué?- preguntó en voz alta.

-Señor, según las líneas de los policías tres autos chocaron, no hay heridos de gravedad pero hay una ambulancia atendiendo los pequeños daños y los conductores están molestos, esperando sus respectivos seguros mientras pelean entre ellos- avisó J.A.R.V.I.S.

Tony se recargó contra el asiento y se tapó el rostro con una mano, frustrado.

-Sino se hubiera detenido a obligarme a hacer pipí en la carretera- escuchó después una vocecita detrás de él.

Se enderezó con los ojos medio cerrados y miró al niño.

-O si tú no hubieras olvidado tus medicinas, porque déjame hacer cuentas, conduje veinte minutos, luego me regresé durando otros veinte minutos y de vuelta otra vez otros veinte minutos, o sea que nos retrasaste una hora- replicó.

-Fuiste tú quien se perdió después- señaló Harley.

-Porque me estabas distrayendo tú- se defendió Tony.

-Pero...

-Y podría también darte mérito de haberte olvidado por no decirme nada cuando viste que arranqué el auto.

-Creí que iba a probar si la gasolina había quedado, ¿usted por qué no recordó que me llevaba?

-Porque no estoy acostumbrado a salir con personas, así que si para empezar te hubieras... mira olvídalo, no es momento para discutir, no sé cuánto tiempo habrá que quedarnos aquí varados y tengo que estar encerrado contigo en la camioneta- cortó Tony dándose la vuelta.

Había estado a punto de recriminarle el haber ido con él, pero al final él lo había decidido, impulsado por las acciones de Harley según veía pero pensó que tocar ese tema podría llevarlo a tener una pelea con él, y de cualquier forma realmente no estaba enojado, sólo frustrado por todas las cosas que los habían retrasado ese día, a causa de Harley, de él y de las circunstancias en sí, mientras el niño sólo estaba molesto por lo que le hizo en la carretera.

Los minutos pasaban y comenzó a ver cómo Harley intentaba taparse con su brazo, como si tuviera frío.

Al momento él movió la calefacción y poco después la camioneta se sintió calientita.

-Gracias- le dijo Harley.

Él asintió.

-¿Tienes hambre?- preguntó.

Harley asintió lentamente.

Tony vio que no avanzarían pronto y se puso sus lentes y una gorra que guardaba, después salió de la camioneta con el rostro hacia abajo, hasta que llegó a la tienda que estaba enfrente, pasando a través de los carros.

Volvió después sin inconvenientes (lo cual le pareció un poco raro) y le entregó a Harley un sándwich en una caja de plástico, unas galletas con bombón y mermelada y una botella de agua.

Harley le agradeció y al momento comenzó a comer, notando que disfrutaba de la comida.

Tony se recargó contra el asiento y comenzaba a quedarse dormido cuando Harley le habló.

-¿Quiere una galleta?- le preguntó.

-No, gracias, Harley- le respondió volviéndose a enderezar.

Harley alzó los hombros como diciendo "más para mí" y procedió a comerlas todas.

Tony se alegró de que al fin recuperara el apetito.

Aburrido por la espera prendió la radio y escuchó la música que ponían con los ojos cerrados, hasta que después los abrió y miró por el espejo, sorprendiéndose de ver a Harley mover su torso y cabeza para bailar mientras sonaba la canción Mr. Blue Sky.

Se mantuvo así, notando que el niño tenía ritmo, hasta que se detuvo precipitadamente al notar su mirada.

-A mamá le gustaba esa canción- se explicó encogiéndose de hombros.

Tony sólo asintió.

-Señor Stark, hora de la medicina de Harley- anunció J.A.R.V.I.S.

Antes de que Tony hablara, Harley tomó la bolsa con la medicación y se tomó todo.

-Mmm, ¿qué hago con esto?- preguntó sosteniendo el bote de la pomada.

-Póntela en la cara, te diría que esperaras a la casa pero no tengo idea de cuánto tiempo estaremos aquí- respondió Tony cruzándose de hombros.

Cuando Harley terminó se recargó también contra el asiento, y comenzó a sentirse somnoliento después, a causa de las medicinas.

-Puedes quitarte el cinturón por ahora para que te acuestes- le dijo Tony al notar que se estaba quedando dormido.

Harley le tomó la palabra y se acomodó mejor.

Tony apagó entonces las luces de la camioneta, quedando iluminados por las luces de los otros autos y los postes.

Harley mantenía sus ojos abiertos sin querer que Tony se quedara despierto solo estresado por el tráfico.

Tony se recargó de tal forma en el asiento que de reojo podía ver la cara de Harley, luchando contra el sueño.

-Duérmete niño, esto va para largo según veo- le dijo.

-¿Por qué no resuelve lo que pasa adelante para podernos ir?- le preguntó el niño.

-Porque yo no soy policía, no manejo seguros, ni hago resolver problemas de discusión entre los ciudadanos, yo entro cuando se trata de algo peligroso que pueda herir a alguien- le explicó Tony.

-Pero yo creo que lo escucharían- replicó el niño.

-Aunque parezca lo contrario no todo el mundo idolatra a los héroes Harley, algunos piensan que somos una amenaza, que es peligroso que estemos por ahí siendo más poderosos que las personas y nos culpan por lo que pasó en Nueva York- explicó Tony.

-Pero todo lo causó el villano, Loki- respondió Harley con su mejilla contra el asiento.

-Sí, pero tuvimos que destrozar algunas cosas para detenerlo a él y a su ejército, Hulk particularmente disfrutó de estrellar a los aliens contra las ventanas de varios edificios.

-A mí me agradaron desde siempre, me pareció admirable lo que hicieron, se arriesgaron y sacrificaron por salvarnos, sobretodo tú cuando pasaste a través del portal- dijo Harley, con los ojos apenas abiertos y más dormido que nada.

-Shh, hora de dormir- dijo Tony en un susurro antes de ver a Harley cerrar completamente los ojos.

Dudó de que todo se tratara de unos simples choques y aseguranzas pero no se molestó en preguntar, durmió un poco hasta que al fin, a las 02:00 a.m. anunciaron que podían avanzar nuevamente.

Se puso en posición de manejar y esperó a que la larga fila de enfrente se moviera, entonces reparó en Harley y aunque faltaba poco para llegar a la casa y pensaba conducir con cuidado después de ver la suerte que lo acompañó ese día no quiso arriesgarse.

Se inclinó hasta hacer enderezar al niño y le puso el cinturón, haciéndolo despertar un poco.

-¿Ya llegamos?- preguntó con voz apenas audible.

-Falta un rato aún, duerme, yo te despierto- le avisó en voz baja para no espantarle el sueño con el sonido de su voz normal.

Harley se mostró de acuerdo y vio cómo se acomodaba como mejor podía sentado y dormía nuevamente.

-Vaya suerte me trajiste niño- susurró Tony con una pequeña sonrisa ladeada.

No era que realmente culpara a Harley de sus retrasos ese día, sabía que en su mayoría fueron su culpa o tan sólo pasaron, así que lo decía más por el hecho de que el niño lo había acompañado durante ese pequeño viaje, el cual tenía que admitir que al final de cuentas no estuvo mal, o sea, no era que ya estuviera convencido con la idea de querer salir más seguido con el niño, porque tenía en claro que era más difícil que tenerlo simplemente en la casa, pero esa excursión resultó ser agradable en algunos momentos, y principalmente no fue aburrida como lo esperaba de un viaje de negocios, sin duda alguna su cumpleaños desastroso y ese viaje en carretera estarían en su mente bastante tiempo, y estaba seguro que más pronto que tarde preferiría repetirlo a estar en un viaje normal lleno de reuniones y momentos aburridos después.

Los carros frente a él terminaron de avanzar y al fin fue su turno continuar su viaje.