Sintió los ojos muy pesados tan sólo abrirlos, y quiso poder dormir de nuevo plácidamente pero a su mente vino la llamada que lo había despertado más temprano, así que se obligó a voltearse boca arriba y mantenerse despierto, hasta que algunos minutos después estuvo listo para levantarse.

Se metió a la ducha de inmediato, esperando que eso alejara por completo su sueño y después se vistió con unos pantalones y una playera café de manga larga.

Se ahorró la ropa formal porque no pensaba ir a la empresa ese día, y Happy tendría que aceptarlo, ya que por su culpa fue a tener esas reuniones con los rusos y la noche anterior no pudo llegar a su casa hasta las 03:00 de la mañana.

Miró el reloj y comprobó que ya eran las 12:18 p.m., entonces bajó a la cocina y se apresuró a prepararse un café para terminar de alejar el sueño.

Se sentó a tomárselo en la mesa, viendo el lado positivo de que el hecho de que tuviera sueño podía significar que sus problemas de insomnio se estaban terminando.

Un rato después escuchó unos pasos entrar a la cocina y vio a Harley ahí, ya vestido.

-Buenos días señor Stark- lo saludó.

-Buenos días Harley, aunque ya son tardes- contestó Tony- ¿puedes desayunar cereal o algo así? No estoy de ánimos para cocinar hoy.

-Sí, claro- asintió enseguida Harley y comenzó a hacerse el cereal de Nesquik.

Tony se apresuró a beber lo que le quedaba del café y salió de la cocina, listo para comenzar su pendiente.

Harley mientras tanto se tomó su tiempo para desayunar.

Se sentía un poco cansado, sin ganas de hacer nada por ese día, así que tenía el gran propósito de subir a dormir en cuanto terminara de desayunar, después de todo el señor Stark no le había dicho que tuvieran que hacer algo ese día y seguramente iría a su empresa después de que no pudo llegar el día anterior gracias al tráfico con el que se toparon.

Cuando terminó hizo todo como lo planeó y subió a la habitación, acostándose con la mano detrás de la cabeza mientras se concentraba en mirar el techo.

No supo cuánto tiempo pasó así cuando tocaron a la puerta y después entró Tony.

-Toma niño- le dijo tendiéndole su libreta donde tenía los dibujos y diseños de los inventos que había imaginado- la habías dejado en el taller cuando hicimos la armadura.

-Gracias señor Stark- dijo Harley enderezándose para tomar el cuaderno.

-¿Tienes algo que hacer en este momento?- preguntó Tony.

Harley se confundió un poco, puesto que no se le ocurría porqué la pregunta cuando claramente no tenía ninguna responsabilidad en la mansión o escuela, ni siquiera objetos con los que entretenerse para estar ocupado.

-No- respondió simplemente.

-Genial, entonces ven conmigo un momento- le dijo Tony y se giró hacia la salida sosteniendo la puerta para que Harley pasara.

Él se puso de pie y lo hizo, siendo seguido por el hombre después, que mantenía sus manos en las bolsas delanteras del pantalón y se veía un poco fatigado.

-¿No irá a la empresa hoy?- preguntó Harley.

-No, no tengo ánimos, tengo otra cosa que hacer además- le respondió.

-¿Qué?- preguntó interesado.

-Ahora lo ves- respondió Tony antes de bajar más rápido las escaleras.

Cuando estuvieron en la sala Harley se sorprendió un poco cuando se vio siguiendo a Tony hacia su taller, pero lo hizo gustoso, siendo un lugar que por supuesto le había encantado.

Al entrar vislumbró las cosas más desordenadas de lo que estaban la última vez que estuvo ahí, y había varias cajas de cartón al rededor del piso.

Tony siguió caminando más al interior y él lo siguió.

-Me llamaron hace rato, muy temprano para mi desgracia, de los proveedores de mis materiales, ¿recuerdas que estaba un poco escaso, no?- contó Tony.

Harley asintió.

-Bueno, me dijeron que ya podían surtirme así que estoy haciendo una lista de lo que necesito y desechando lo que ya no me sirve, y bueno, ese material está bien, funciona, si se utiliza en trabajos pequeños como robots sencillos y cosas así, y pensé que podría interesarte- le terminó de contar parándose frente a una mesa de buen tamaño llena de cosas y herramientas.

Harley se quedó sin habla.

-¿Osea que...?- preguntó con temor a mal interpretar las palabras de Tony.

-Lo que te guste y sirva puedes quedártelo, como te dije funciona bien pero es poco así que quiero encargar todo nuevo y pensé que a ti podría servirte para comenzar a hacer tus propios inventos- contestó Tony tranquilamente.

Harley tenía la misma expresión que aquel día cuando llegó de la escuela y encontró su cochera llena de herramientas de química y más cosas que le había dejado el Mecánico, él podía describir todo como poco, pero para Harley era más de lo que había tenido en toda su vida, la mesa estaba llena de todo tipo de herramientas, cables, circuitos, tornillos, metales, e incluso algunas cosas que no conocía.

-¿Lo dice en serio?- preguntó emocionado.

-Muy en serio- le contestó Tony sonriendo un poco- revísalo, según yo todo sirve pero por si acaso, mientras tanto yo seguiré organizando lo que me falta y te estaré trayendo más cajas con más cosas- terminó de decir Tony antes de irse más adentro en el taller.

Harley no perdió tiempo y enseguida se aproximó a la mesa que estaba repleta de cosas y comenzó a revisarlas todas, a la vez que las clasificaba dentro de las cajas vacías que estaban ahí.

Se sentía como en un sueño hecho realidad, alegre de tener todo eso a su disposición, pero a la vez sorprendido, no se esperaba que el señor Stark le regalara algo así, claro, lo había hecho anteriormente en su cochera, pero en esa ocasión era una forma de agradecimiento por haberlo ayudado, sin embargo esta vez el hombre lo había hecho tan de repente y sin razón alguna, por lo que una gran alegría lo invadió.

Siguió con su trabajo, y con el pasar de los minutos la mesa iba quedando más vacía.

-Otras cargas- llegó entonces diciendo Tony, trayendo dos cajas más y poniéndolas en la mesa.

-Gracias- le dijo Harley sonriendo.

Tony asintió y volvió a irse mientras él siguió con su trabajo.

Cuando nuevamente había despejado la mayor parte de la mesa, incluyendo las últimas cajas, Tony volvió a salir, llevando tres cajas.

Nuevamente Harley agradeció entusiasmado y siguió en su deber.

Cuando terminó observó orgulloso las cajas de cartón alineadas en el suelo y se recargó de espaldas contra la mesa, con el torso acostado.

-Última carga chico- llegó anunciando Tony con otra caja.

Repitió el proceso nuevamente, en momentos deteniéndose bastante a observar el acabado de cada pieza, imaginando ya las cosas que podría construir, algunas surgían como nuevas ideas mientras otras las recordaba de sus sueños de niño o de su libreta.

Cuando terminó se quedó ahí parado, hasta que rato después llegó Tony.

Había terminado de ordenar todo lo que tenía qué e incluso había hecho el pedido de todo lo que necesitaba.

-¿Terminaste?- le preguntó.

-Sí, ordené todo en las cajas y se ven en buen estado- informó Harley.

Hacía lo mejor por mostrarse sereno pero una pequeña sonrisa adornaba su rostro ante la emoción de lo que había recibido.

-Perfecto entonces- dijo Tony recargándose sobre la mesa- con eso puedes hacer lo que quieras, experimenta, comienza a hacer prototipos de lo que tienes en la libreta, tú decide. Te di algunas herramientas a parte de los materiales pero si necesitas alguna siéntete libre de agarrarla, y, esta va a ser tu mesa de trabajo- le informó.

Harley abrió la boca.

-¿Me la está dejando sólo para mí?- preguntó.

-Sí, es bastante grande, y como ves en la parte de atrás están esos estantes- le dijo Tony señalándolos con la cabeza- úsalos también para poner material o lo que hagas, de serte muy necesario puedes tomar espacio de otras mesas pero por favor revisa que no tenga yo algo ahí, que las piezas no se confundan y sobretodo no toques lo que hago, la otra ocasión salió bien, lo reconozco, y si vuelves a notar algún error acepto críticas constructivas pero dímelo a mí y no simplemente te pongas a corregir las cosas, ni en planos o aparatos, ¿queda claro?- preguntó seriamente.

-Sí señor Stark, claro- respondió Harley, mitad serio, mitad emocionado, creyendo que ese día se volvía cada vez mejor.

-Otra cosa, si necesitas a J.A.R.V.I.S. para una duda o algo como siempre sólo pregúntale, por allá están las hojas que utilizo yo para hacer los planos, puedes usarlas si quieres- terminó de instruir.

Notaba muy claramente la cara de incredulidad del niño, y no lo culpaba, después de todo mientras hablaba en momentos sentía que era otra persona, porque le estaba dando a un niño de diez años un espacio para trabajar en SU taller, un lugar donde muy pocos iban, a veces Pepper lo hizo pero sólo por cuestiones de trabajo, Rhoedy cuando ya estaba muy preocupado de que no saliera de ahí, y Happy con su consentimiento, pero siempre terminó corriéndolos a los tres si lo molestaban, porque ese era su espacio, su territorio y donde no necesitaba a nadie más, sin embargo se mantuvo dándole materiales que pensaba reemplazar a Harley, cosa que no tomó a la ligera, le dio varias vueltas, la idea se le empezó a ocurrir cuando vio el desorden que había quedado después de construir la Mark 1.53 y obtuvo más fuerza cuando encontró la libreta del niño, hojeandola una vez más para volver a ver los diseños, convenciéndose nuevamente de que ese talento debía de ser apoyado, pero incluso así pensó en el echo de dejarlo entrar tan profundamente en su refugio, hasta que comenzó a darle vueltas y se dio cuenta de que podía ser algo beneficioso para Harley mientras aún no entrara a la escuela, tendría algo con qué entretenerse y podría esquivarse de depresiones e incluso ataques de pánico, después de todo estar en el taller le había ayudado a él muchas veces, no quería hacer dependiente al niño de eso, claro, pero un comienzo tenía que tener para superar todo lo de su madre.

Con todo y eso le dio vuelta durante varios minutos, luego haciendo suposiciones de que decidiera dejarlo construir ahí comenzó a buscar un espacio sobrante, y esa mesa le pareció indicada, estaba casi pegada a la pared, dividida por una pequeña plataforma que se alzaba sosteniéndola junto a los estantes que estaban detrás, y le agradó que se alejara de lo demás para que cada quien pudiera mantenerse en sus asuntos, así tal vez incluso no notara su presencia siempre y además tampoco era como si Harley fuera a estar ahí siempre que él estuviera, podría organizar algo de sólo unas veces a la semana, ya pensaría qué para conservar sus momentos de tranquilidad sin nadie, pero a la vez ayudando al chico a mejorar sus habilidades manteniéndolo lejos de depresiones y ataques de pánico tanto como fuera posible.

Y ahora ahí estaba, terminando de "cerrar un trato" que no podía anular, porque si imaginaba que se crearía un gran problema si después simplemente le decía a Harley que se arrepentía de tenerlo ahí, pero esperaba realmente que no fuera el caso, siendo Harley bastante bueno en lo que hacía, sabía que no simplemente desperdiciaría materiales para jugar y le aclaró muy bien lo de no tocar sus cosas, mas el hecho de que anteriormente ya había trabajado con el niño y fue una experiencia agradable, jugó sólo cuando él le dio alas y en lo demás sus platicas fueron pedir consejos sobre lo que hacía, y podía trabajar con eso.

-Muchas gracias señor Stark, en verdad utilizaré todo muy bien- le aseguró Harley.

-Eso espero niño- le respondió él- y si quieres podrías empezar algo ahora, ya que me hicieron hacer esto hoy aprovecharé para hacer revisiones a algunas cosas, puedes comenzar a construir lo que quieras.

Nuevamente en ese día Harley sonrió con alegría y él simplemente curvó un poco los labios y se retiró.

Se fue a otra mesa donde tenía los prototipos para unos guantes de su armadura y comenzó a trabajar en ellos, cuando minutos después sonó su celular.

-¿Hola?- contestó.

-Hola Tony- le contestó Banner del otro lado.

-¿Qué pasa Banner? ¿Alguna emergencia?- le preguntó apurado en la última pregunta.

-No no, todo está tranquilo- respondió su amigo sabiendo a qué tipo de emergencia se refería- llamo para decirte que tendré que adelantar a hoy la cita de Harley para quitarle el yeso.

-¿Y eso por qué?- preguntó Tony extrañado dejando los prototipos y recargándose en la mesa.

-Tengo programado salir del estado mañana, a una aldea de bajos recursos, donde llegué a esconderme antes por el Otro Sujeto, prometí que iría a prestar mi atención médica por unos días y no sé si dure una semana o dos- le explicó Banner.

-Ok, comprendo pero, ¿no es riesgoso para el niño quitarle el yeso antes de tiempo?- preguntó Tony.

-No tendría que serlo, recuerda que podría haberlo quitado antes pero necesitaba tener la fortaleza que le brindarían las medicinas, y quiero pensar que las ha estado tomando, así que su brazo está más que listo, y realmente prefiero adelantarlo dos días en estas circunstancias que hacerlo esperar otra o dos semanas más a que yo regrese- explicó Banner.

-Ok, entiendo, entonces iré por él enseguida, ¿a qué hora quieres que esté ahí?- preguntó Tony.

-Lo más pronto posible, justo ahora no tengo nada de gente así que no tendrás problemas- le dijo Banner.

-De acuerdo, voy para allá.

-Gracias Tony, y sería bueno que también trajeras a los padres o cuando menos a uno, para darles indicaciones de lo que tendrán que hacer con Harley y todo eso- agregó Banner.

-Haré lo que pueda- dijo Tony antes de colgar.

De cualquier forma no consideraba su proyecto muy importante en ese momento, pensó, y aunque tendría que salir en un día en el que ni siquiera habría salido de la cama si por él hubiera sido, le pareció una buena noticia la llamada de Banner, después de todo Harley se había mostrado preocupado de su estado por el yeso el día anterior, además de que había llegado a ver la frustración del niño en contadas ocasiones cuando no podía hacer fácilmente tareas simples como cambiarse las playeras, ponerse la pomada para los cicatrices e incluso comer helado.

-Chico, buenas noticias- llegó diciendo a la mesa donde Harley seguía trabajando.

-¿Qué pasa?- preguntó.

-Me llamó Banner, mañana a primera hora tiene que salir del estado y no regresará hasta dentro de una semana o dos, así que...

-¡¿Entonces me tendré que quedar con el yeso otras semanas?!- lo interrumpió Harley preocupado- se supone que debe de quitármelo para el lunes y...

-Y si no me interrumpieras me habrías dejado explicarte que debido a la situación programó la cita para quitarte el yeso hoy mismo- lo interrumpió Tony con los ojos en blanco.

Harley se calló con una expresión más aliviada, que enseguida dio paso a una sonrisa.

-¿Habla en serio?- preguntó- ¿pero me lo quitará ya? ¿No es sólo una revisión?

Tony negó con la cabeza.

-Dice que si has tomado todos los medicamentos como te lo dijo tu cuerpo está listo, prefiere adelantar todo dos días que hacerte esperar una semana o dos- informó Tony.

-¿Y a qué hora es?- preguntó Harley.

-Ahora mismo, no tiene gente así que nos está esperando, te veo fuera de la casa en quince minutos- dijo Tony.

Después él y Harley salieron del taller y Harley subió a la habitación a cepillarse los dientes y peinarse un poco.

Bajó como Tony le dijo y se sorprendió al ver al hombre dentro de una camioneta roja un poco más pequeña que la que suelen usar.

Lentamente entró de forma dubitativa.

-¿Por qué vamos en este auto?- preguntó.

-Porque la camioneta negra me hizo pasar bastantes problemas ayer como para que aún quiera usarla- respondió Tony abrochándole el cinturón.

Harley sólo asintió, aunque le pareció un poco extraño estar con alguien que pudiera cambiar de auto simplemente porque "ya no le tiene confianza", claro, sabía que se trataba de Tony Stark, la cuestión era que le parecía exagerado siendo que en algunas ocasiones él y su madre llegaron a vérselas apretados de dinero.

Sin decir más Tony aceleró el auto en camino al consultorio de Banner.

-Señor Stark, hora de la medicina de Harley- habló J.A.R.V.I.S. por el radio haciéndolo pararse de golpe.

Sin decir nada regresó a la casa.

-¿Dónde está?- preguntó.

-En el buró- respondió Harley un poco encogido.

Tony salió del auto y regresó con la misma bolsa donde Harley llevó las medicinas al viaje.

-En primera, si tienes que seguir tomándolas te haré llevarlas en una bolsa, en segunda, si cualquier otra cosa pasa con respecto a retrasos o problemas con el auto voy a ponerme la armadura y llegaremos con ella- advirtió Tony antes de volver a arrancar.

Harley ocultó una pequeña sonrisa ante el "rencor" del hombre a los problemas de viaje con los autos.

-¿Me va a dolor cuando me quiten el yeso?- preguntó minutos después.

Tony lo miró por el espejo.

-No, quitarlo es algo fácil, yo diría que más que ponerlo, tal vez algunas cosquillas a lo mucho- respondió.

-¿Y cómo será?- preguntó Harley un poco preocupado.

Tony iba a responder pero se contuvo, lo más probable era que Banner usara una cierra, la cual era completamente inofensiva pero su nombre podía causar un gran miedo y no necesitaba lidiar con el niño así en ese momento, ¿qué tal si incluso hacía la típica rabieta de "no quiero ir al doctor"? Así que lo mejor era que Banner lidiara con eso.

-Van a cortarlo, luego lo desprenden, y listo, problema resuelto- le dijo muy seguro.

Esperaba que Harley hiciera más preguntas para saber todo a detalle pero para su gran alivio no fue así, el niño se limitó a asentir.

No se sentía completamente calmado, pero si era sólo ver cómo el yeso era cortado con un cuchillo podría soportarlo.

El camino continuó sin preguntas hasta que se estacionaron en el consultorio del doctor Banner.

Bajaron y al entrar éste los recibió con una sonrisa.

-Hola chicos, lamento haberlos llamado tan de repente...

-Sí, yo también lo lamento, era mi día de descanso- lo cortó Tony yéndose a sentar a las sillas del fondo cruzándose de brazos.

-En verdad no puedo cancelar esto Tony, la gente necesita de un doctor...

-Sí, lo entiendo Banner, en serio, sólo continúa con lo que vayas a hacer y terminemos con esto cuanto antes- respondió Tony.

-Bueno Harley, primero me gustaría hacerte un chequeo general como los otros dos para saber cómo prosiguieron tus heridas, después podremos pasar a retirarte el yeso, ¿de acuerdo?- explicó Banner.

-Sí, claro- respondió Harley.

-Y primero lo primero, ¿estuviste tomando todas tus medicinas como te lo dije?- preguntó.

-Sí doctor, lo hice- contestó rápidamente Harley sabiendo que de eso dependía la situación con su yeso, aunque Banner lo tomó como la necesidad de afirmarlo para esconder lo contrario, y miró a Tony dubitativo.

-Lo hizo, me consta, me encargué de que J.A.R.V.I.S. lo vigilara y siguió todo al pie de la letra- corroboró Iron Man.

-Bueno, en ese caso no hay porqué retrasarnos más, vamos- dijo Banner y le indicó a Harley que lo siguiera hasta su oficina de consulta.

Ahí Harley se quedó parado esperando indicaciones.

-Bueno, ya sabes el proceso, sales con la bata que hay detrás de las cortinas y veremos que tus heridas estén curando- instruyó Banner.

Harley asintió y se metió detrás del biombo y comenzó a desvestirse, quitándose también el cabestrillo, no le gustaba nada esa parte pero al menos el doctor Banner siempre se aseguró de respetar su intimidad viendo únicamente lo necesario, además de que no tenía la confianza simplemente para negarse a hacer lo que le indicaba.

Cuando terminó se puso la bata indicada y se la abrochó por detrás con el velcro que tenía, después salió del biombo y se sentó en la mesa que estaba contra la pared como siempre.

-Bien, comencemos- dijo Banner parándose de su silla y acercando una lámpara grande y portátil a ellos.

-Necesito que te acuestes boca arriba- instruyó.

Harley lo hizo y Banner procedió a levantar la bata hasta sus muslos y observó las heridas del niño.

Después le pidió que se pusiera boca abajo y revisó las piernas de la parte trasera.

Volvió a acomodar la bata y lo hizo sentarse, bajándole la prenda hasta la cintura descubriendo su torso.

Revisó su pecho y estómago, después su espalda y ahí tardó más, Harley sabía porqué marcas en específico y sólo pidió que el doctor Banner no preguntara nada.

-Bueno Harley, tus heridas se ven mejor, sin duda la pomada ha funcionado- le notificó Banner alegremente después de haberle acomodado la bata nuevamente- no es muy visible pero su proceso para cerrarse avanzó, ¿te duelen?

-No, tal vez si llego a tener una presión muy fuerte, como un golpe sobre una, pero puedo incluso tocarlas sin sentir nada de ardor o dolor- explicó Harley.

-Bien, eso es muy bueno, ahora vamos a pesarte- dijo Banner.

Bajó de la mesa y subió a la báscula de Banner y se quedó quieto unos segundos.

-Perfecto- dijo Banner cuando terminó indicando que podía bajarse.

-En todo sentido estás mejor que la vez pasada, y puesto que seguiste mis indicaciones como te dije podemos producer ya a quitarte el yeso- avisó.

Harley sonrió de oreja a oreja, un poco sin poder creerlo, una parte de él había temido que al final surgiera un contratiempo que lo hiciera llevar esa cosa unas semanas más pero parecía que al fin podría librarse de él.

-Ve a vestirte pero ya no te pongas el cabestrillo, ¿de acuerdo?- dijo Banner.

-Sí señor- contestó Harley y rápidamente fue tras las cortinas y comenzó a ponerse la ropa lo más rápido que podía, esta vez sin molestarse por tardar más por su brazo debido a que era el último día que tenía ese inconveniente.

Cuando terminó salió con el cabestrillo en la otra mano y regresó a sentarse a la mesa grande.

-Bueno, esto no será muy tardado, cortaré el yeso y después despegaré las partes hasta dejarte libre de él- explicó Banner yendo a la otra mesa por su instrumento.

Harley tarareó en respuesta y estaba emocionado hasta que un miedo repentino sustituyó el sentimiento al ver cómo Banner se acercaba a él con lo que parecía ser un cortador de pizza pero más grande, y en la parte responde que cortaba tenía pocos al rededor que se veían muy puntiagudos.

Banner llegó a su lado y prendió la cosa, haciendo que se escuchara como los instrumentos que el dentista ponía en su boca, sonido que siempre había odiado, era muy fuerte y parecía amenazarlo.

-¿Va a hacer todo con esa cosa?- preguntó asustado.

Banner apagó el aparato puesto que su intención era prenderlo un momento y luego explicarle a Harley cómo funcionaba antes de comenzar.

-Sí, lo pasaré sobre el yeso y hará las rajadas necesarias, luego será fácil romperlo y retirar todo con unas tijeras y pinzas- explicó Bruce.

-Es que yo pensaba que iba a utilizar un cuchillo, con suerte tijeras- dijo Harley con mirada angustiosa.

-Duraríamos mucho y además sería más peligroso, tendría que aplicar mucha fuerza para poder penetrar bien en el yeso y podría pasarme y llegar a tu piel- dijo Banner calmadamente.

-Usted es Hulk, de seguro no le será necesario empujar tanto- comentó Harley con voz lastimera.

-Yo no tengo fuerza así Harley, sólo transformándome, pero Hulk no tendrá idea de lo que tiene que hacer y aunque se enfocara en hacerte lo que sugieres en el yeso, es muy brusco, te atravesará por completo el brazo.

-¿Romperlo con sus propias manos?

-Incluso aunque lo hiciera un humano puede resultar dañino para la persona a quien se le quita, no tenemos otra opción más que esta- explicó Banner con tranquilidad.

Harley no dijo nada más quedándose sin argumentos y se dedicó a mira el objeto que llevaba Bruce con miedo.

Banner lamentó realmente que sus padres no estuvieran aquí, podría tranquilizar al niño, entonces se le ocurrió que tal vez otra persona resultara útil para eso.

-Oye, ¿quieres que llame a Tony para que entre con nosotros?- le preguntó al niño.

Harley miró a Bruce y lo consideró un momento, una parte de él quería estar viendo un rostro más familiar, aunque otra parte no quería quedar como un miedoso ante Tony, además ¿que podría hacer el señor Stark? ¿Darle la mano? ¿Abrazarlo? Por un lado eso sería vergonzoso para él puesto que actuaría como un niñito miedoso frente a su héroe y porque hasta el momento ni siquiera solía sentarse con el hombre en el mismo sillón, y por el otro sabía que Tony no haría nada como eso, no sabía cuál sería su reacción, tal vez incluso se burlaría y lo usaría en su conteo después, no necesitaba a Tony recordándole que lo necesitaba para enfrentar su visita al doctor.

-No, está bien, sólo me impresionó la herramienta, pero prosiga- le contestó a Banner.

-¿Estás seguro?- preguntó él.

Harley asintió.

-Bueno, entonces comenzaré ya- avisó Bruce.

No le encantaba atender a un niño solo con algo que le asustaba, pero si no quería ahí a Tony lo comprendía, después de todo no sabía mucho sobre la relación que tenían su amigo y el niño.

Volvió a prender el instrumento y tomó el brazo de Harley, haciendo que se apoyara en la posición correcta y comenzó a acercar la cierra cuando Harley instintivamente apartó el brazo y volteó la cara.

Banner apartó la cosa y la volvió a apagar.

Harley sonrojó y volteó a verlo, aliviado de que Banner no se veía enojado, pero en ese momento recordó que era Hulk y sintió un escalofrío al pensar en que el héroe verde podía salir si hacía enojar al doctor y no quería verse encerrado con Hulk en ese consultorio, normalmente habría sido todo lo contrario pero las cosas cambiaban cuando la ira del grandote iba dirigida a ti.

-Disculpe, yo...

-Hiciste un acto reflejo por algo que te preocupa y te asusta, es normal Harley, no te preocupes- lo alivió Banner sonriendo- te daré un momento para que te calmes, ya vuelvo.

Dicho eso dejó el instrumento y salió de la sala, encontrado a Tony sentado y recargado en la silla.

-¿Terminaron?- preguntó.

-No, todavía no- contestó Banner acercándose a él.

-Dime que no es otra cosa, por favor- le pidió.

-No, de hecho todo está bien con él, ya iba a quitarle el yeso pero lo pone un poco nervioso la cierra que tengo que utilizar, así que me detuve- explicó Banner.

-Ah, ya, eso, lo esperaba en realidad, por eso no le dije lo que usarías- explicó Tony.

-Creo que hiciste mal, habría venido más preparado para lo que se iba a encontrar- dijo Banner cruzándose de brazos.

-Pero lo habría tenido angustiado todo el camino y ¿qué podía hacer? Sabes que no soy muy bueno para dar ánimos a gente asustada, creí que se te daría mucho mejor a ti- replicó Tony.

-¿Por qué no vinieron ninguno de sus padres? Creo que habría sido lo indicado- preguntó sentándose a un lado de Tony.

-Ya te lo explique la otra vez, ellos...- se detuvo recordando lo que ocurrió la otra vez que habló a la ligera y Harley lo escuchó- están ocupados con el trabajo, además tú llamaste de imprevisto, no es su culpa, el único que pudo venir soy yo, te dije desde un principio que tenía esa encomienda- decidió replicar.

-Lo sé, pero, me dejó pensando un poco lo que me dijiste el otro día, ¿no será para llamar a protección infantil? Tony ¿cómo se hizo las cicatrices en su espalda? Y la atención de sus padres...

-Te dije que a veces se tienen que ausentar- dijo Tony mirando bien que no hubiera nadie detrás de la puerta del consultorio- no que lo maltrataran, ¿de verdad crees que estaría devolviéndolo a ellos si así fuera? Sé que no soy fan de los niños pero sabes que los protejo en situaciones así, ya hubiera tomado medidas, lo que te dije que hice con sus cicatrices, fue en la escuela, una maestra, las autoridades ya se encargaron.

Banner asintió lentamente.

-Está bien, creo que até cabos un poco rápido- dijo encogiéndose de hombros- sólo que me pareció raro que no hayan asistido a ninguna cita de su hijo, pero si dices que te lo confiaron a ti entonces supongo que servirás- añadió levantándose de la silla.

-¿Serviré para qué?- preguntó Tony dudoso.

-En primera ayudar a calmar a Harley, se ve muy nervioso así que necesito que le hagas compañía mientras le quito el yeso, después te daré instrucciones de lo que debe hacer los próximos días- explicó Banner.

-Haber, detente ahí hombre verde, yo no quiero entrar ahí- aseguró Tony de inmediato.

-¿Cómo que no quieres entrar?

-¿Qué parte de "no sabría calmarlo" no entendiste? Se me da mal, me pongo nervioso, no sé qué decir, sabes que no soy muy bueno con las emociones, menos con las emociones que producen mocosos de diez años- explicó.

Banner suspiró.

-Tony, necesito a alguien que esté con él.

-¿Por qué no te encargas tú?

-Porque no me tiene tanta confianza como a ti, sólo me ha visto tres veces, y en las tres ocasiones he sido el sujeto que le da medicina o va a acercarle una cierra a su brazo.

-Se veía que te tenía confianza la primera vez que lo traje, se emocionó con Hulk.

-Sí, así fue, y a la segunda un poco al principio pero después salió lo de las medicinas y todo se puso un poco tenso, ahora por eso sé que no bastaré para darle tranquilidad, o se siente incómodo porque lo eché de cabeza con las medicinas o tan nervioso ha estado por el yeso que ni siquiera habla- explicó Banner.

Tony suspiró y se dio un pequeño golpe en la pierna, ¿de qué le servía dejarle toda la responsabilidad a Banner si él simplemente se la devolvía?

-¿Y crees que conmigo tiene mucha confianza? Tampoco es que convivamos mucho, simplemente lo necesario por la ayuda que le presto- argumentó Tony.

-¿Y era necesario dejarlo ayudar con tu armadura y llevarlo a tu Expo?- preguntó Banner con el ceño fruncido.

-Sí en realidad, necesitaba ayuda, no iba a caber en el traje...

-Por favor Tony, te conozco, ni siquiera a mí que me dejas trabajar contigo me has dejado involucrarme tanto con tus armaduras, algunas cosas pero en su mayoría siempre lo tienes, ¿y de repente dejas que un niño que acabas de conocer lo haga? Creo que se tienen la suficiente confianza como para que me ayudes en esta situación así que andando- dijo Banner cruzándose de brazos.

Tony no se movió, no porque aún se resistiera a hacer lo que le pedía su amigo, sino porque se quedó pensando en sus palabras, ¿en verdad había terminado dándole más confianza de lo que creía al niño? Realmente nunca se puso a pensar con qué iba a dejarlo trabajar, sólo lo hizo.

-Tony, si no vienes, te aseguro que llamaré a Barton y le diré que fuiste tú quien puso el sapo en su nave, a Steve que llenaste su cama con paletas de hielo y a Nat que configuraste su pistola para que se electrocutara cuando disparara- amenazó Banner al no recibir respuesta.

-De lo último sí se enteró, ¿quién más iba a saber manipular así un electrizador dentro de una pistola? Tú no eres un hombre de bromas, por lo que...

-¡Tony!

-¡Bien!- dijo Tony poniéndose de pie, no quería pero se daba cuenta de que Banner no iba a darse por vencido para eso y únicamente alargaban más las cosas, además más incómodo le sería si Harley terminaba escuchando que era un fracaso para tranquilizarlo y por eso se rehusaba.

Le hizo una señal a Banner y ambos caminaron hacia la puerta.

Harley mientras tanto no había escuchado nada de la conversación de los hombres, no se había movido de donde el doctor Banner lo dejó porque no quería escuchar cómo le daba a Tony la "queja" de que se rehusaba a cooperar para lo del yeso, así que se mentalizó de que cuando el doctor Bruce volviera dejaría de ponerse nervioso y aceptaría lo de la cierra, después de todo tampoco era una jeringa, aunque no podía evitar imaginar que le dolería más si tocaba su piel.

Minutos después de que el doctor se fue éste regresó, trayendo a Tony detrás de él, quien no se veía exactamente contento.

-Bueno, terminemos con esto- dijo Banner animadamente.

-Sí, después de todo la familia está reunida- comentó Tony más desanimado.

Banner sólo rodó los ojos y llevó más cerca una bandeja con unas tijeras y un cuchillo plateados.

-Bueno Harley, cuando trace las marcas en tu yeso como te dije voy a extraerlo con estos instrumentos, mientras no sea muy difícil únicamente las tijeras- explicó Banner.

Harley asintió.

El doctor después miró a su amigo para que hiciera un comentario que ayudara al chico.

Tony suspiró.

-Estuviste quejándote de que ya no querías el yeso, esta es la mejor solución y la única, todo saldrá bien, puedes confiar en Banner, claro, mientras no se aburra y se quede dormido en el proceso...- comenzó a decir con tono de que se había aprendido todo eso de memoria.

-¡Tony!- lo paró Banner.

-Es cierto, pero incluso así ya eres experto en romperlo por tu cuenta- añadió dándole unos toquecitos a la grieta que Harley se había hecho cuando cayó de la armadura- así que todo está bajo control.

Banner suspiró.

-Si alguna vez salgo gravemente herido en una misión, por favor, no me des ánimos- dijo en señal de que mejor debería callarse.

Tony se encogió de hombros, no era su culpa, él no quería estar ahí y Banner lo obligaba, se ponía nervioso de pensar que Harley llorara o algo parecido, ¿podría incluso hacer un berrinche? No sabría qué hacer, su única forma de ocultar ese temor era siendo sarcástico con todo, aunque se daba cuenta que no estaba eligiendo los mejores temas.

-Y si en alguna misión encuentras a alguien herido y lo vas a ayudar en algo como a no desangrarse, quédate en absoluto silencio- atacó también Harley rodando los ojos hacia Tony.

Esto relajó un poco al hombre, porque el niño más que oírse asustado se oyó con su carácter normal, listo para responderle con el mismo tono sarcástico que él solía usar, aunque la verdad su mirada sí reflejaba nervios.

-Bien, en mi defensa yo no quería estar aquí- soltó en su tono habitual cruzándose de brazos.

-Tony- dijo Banner.

-Es cierto, era mi día de dormir pero llamaste, así que apúrate para ver si puedo recuperar algunas horas sin hacer nada. Prende la cosa, y la pones sobre el yeso. Niño, no te pasará nada, tampoco es que tenga el filo de una motocierra, más que nada debe hacer las marcas en el yeso pero no llegará directamente a tu brazo, si sobreviviste al accidente con más razón a eso- terminó diciendo dando su máximo esfuerzo, si sirvió o no ya no sería su culpa.

No es que Harley terminara de perder el miedo del todo, pero con Tony hablando como si nada realmente lo hacía pensar que estaba haciendo un alboroto por poca cosa, y como ya había decidido debía dejar de actuar como un niño pequeño y dejar de hacer que los hombres perdieran su tiempo, así que asintió.

-Está bien, puede hacerlo ya doctor Banner- dijo.

-Perfecto, vas- dijo Tony dando un aplauso y haciendo por salir del consultorio.

-Espera- lo detuvo Banner.

-¿Qué? Ya aceptó hacerlo, además ¿no dijeron que mis ánimos no servían de nada?- preguntó.

-Te necesito para otras cosas, así que espera aquí por favor- pidió Banner.

Tony suspiró ligeramente y se sentó en la silla que estaba justo al lado de la puerta cruzándose de brazos.

-¿Listo Harley?- preguntó Banner ignorándolo.

-Sí- asintió Harley.

Banner entones tomó la pequeña cierra y la prendió.

Harley se tensó.

-Terminamos enseguida- le aseguró Banner.

Entonces tomó su brazo para evitar que el niño lo alejara esta vez, aunque él estaba poniendo especial cuidado en eso y lo sujetó mientras comenzaba a pasar la cierra por el yeso.

Harley sintió todo su cuerpo temblando, como si se le hubiera dormido y lo estuviera tocando resaltando más la sensación.

No solía aunque sí le preocupaba ver la cosa agrietando el material que rodeaba su piel, porque las cuchillas giraban y hacían ese ruido fuerte que llenaba la habitación.

Volteó a ver al otro lado, topándose con Tony.

-Vas bien- le dijo despreocupado.

Se concentró en la pared y el nervio estaba bajando cuando sintió la cosa muy cerca de su piel por encima del brazo y movió un poco el brazo.

-No voy a cortarte Harley, he hecho esto muchas veces- lo tranquilizó Banner sin parar de hacer lo que hacía.

Poco a poco se acostumbró a la sensación y su cuerpo se mantuvo más relajado.

Banner por su parte no paró e intentó hacerlo lo más rápido que pudo hasta que al fin pudo apagar la cierra.

-Listo, ahora quitaré todo con las tijeras y estarás libre- le dijo al niño tomando el otro instrumento.

-¿Ves? Hiciste mucho escándalo por nada- dijo Tony.

-Tú hiciste un escándalo con la camioneta que siempre usas porque no soportaste unos cuantos contratiempos- se defendió Harley sonriendo burlón.

Tony se preocupó un poco de que se diera a conocer el viaje de ayer pero Banner se veía muy concentrado en quitar el yeso y además si lo analizaba sólo él entendería a qué contratiempos y de qué momento se refería el niño porque lo habían pasado, no sonaba nada revelador.

-Precauciones, y no fue un escándalo- le respondió lanzando después un guante que Banner tenía en el pequeño banco de al lado para evitar que el niño le respondiera más sobre el tema.

Le dio justo en la cara como quería, y por el material el guante no cayó por sí solo.

-Tony, por favor no le lances cosas a mi paciente mientras lo estoy atendiendo- regañó Banner que vio cómo el niño sacudió la cabeza para quitarse el objeto.

-Bien- respondió Tony.

Banner creía que por las palabras iniciales de su amigo sí habría sido mejor dejarlo afuera, pero se daba cuenta de que muy a su manera había logrado liberar lo suficiente la tensión de Harley.

Continuó quitando cada parte del yeso, revelando por dentro una tela medio gruesa blanca que también cortó y retiró al finalizar, revelando por fin el brazo de Harley, que se veía un tanto café y desentonado con el resto de su piel por el tiempo que lo había tenido.

-Terminamos- avisó- y antes de que pueda venir el pánico te aviso que volverá a su color normal después de días, sólo intenta lavarlo una vez por día, con cuidado, usa una esponja muy suave o sólo tu mano, el jabón que usas normalmente está bien.

-Está bien- dijo Harley e hizo un intento por doblar el brazo por el codo pero sólo logró moverlo un poco.

-Eso es natural, llevas más de un mes sin moverlo completamente, así que en principio lo sentirás muy débil comparado por cómo era antes y con el resto de tu cuerpo, para esto deberás hacer unos ejercicios que te voy a decir, pon mucha atención, tú también Tony- dijo.

-Sí, la pondré, pero te recuerdo que yo ya he estado enyesado- respondió el aludido.

Banner asintió y tomó la mano de Harley, por supuesto donde había llevado el yeso y cruzó sus dedos con los de él y comenzó a mover su mano hacia atrás y adelante lenta y suavemente, haciendo que todo su brazo diera movimientos circulares después y fuera de arriba hacia abajo, de izquierda a derecha.

-En principio que alguien los haga contigo como yo lo estoy haciendo ahora, pero cuando veas que tu fuerza va regresando comienza a hacerlo tú solo, también practica girando las perillas de las puertas o abriendo envases con tapaderas grandes, y si tienes una pelota de esponja o una esponja suave apriétalas, necesito que no levantes cosas muy pesadas tan de repente, comienza con tu ropa, el control remoto, vasos ligeros, cucharas y claro creo que no necesito decir que nada de deportes. Sabes que no lo tenías roto, sólo fracturado y al no quejarte de dolor ahora veo que progresaste muy bien, pero cualquier molestia que haya díselo a tus padres y que te traigan de inmediato, si aún no regreso con otro médico- terminó de decir soltando la mano de Harley.

-Está bien señor Banner- le respondió Harley, feliz de al fin volver a sentir el aire en su brazo aunque le parecía muy raro.

-Otra cosa, toma las medicinas tal cual lo has hecho por cinco días más contando a partir de mañana, después puedes dejarlas, si te duele algo prefiero que vayas con un médico y no simplemente que las retomes, pero yo espero que no haya necesidad, en el caso de las vitaminas síguelas tomando, nunca está demás pero puede ser sólo una vez al día, ya no necesariamente en la mañana o en la noche, y sigue comiendo como debe de ser, respecto a la pomada también síguela usando, no te puedo decir un momento exacto, sus heridas están bien pero siguen siendo notables, así que simplemente espera a que desaparezcan, mientras ya no vuelvan a dolerte- terminó de explicar.

-Sí, entiendo- respondió el niño.

-¿Su peso regresó a como debe de ser?- preguntó Tony.

-Le siguen faltando tres libras para tener el adecuado pero sí subió una, las vitaminas son para eso, por eso quiero que las mantenga por lo menos tres semanas más, después como dije no están de más pero mientras coma como debe de ser no son esenciales- explicó Banner.

-Bien, otra cosa, su pierna ha mejorado desde el accidente pero en momentos sigue manqueando, ¿algo para hacer?- preguntó Tony.

-¿Te duele al recargarla o en algún momento Harley?- preguntó Banner.

-No, sólo en momentos la siento débil, pero ya en contadas ocasiones- respondió el niño.

-Pues las medicinas seguirán surgiendo efecto, y comienza a hacer los mismos ejercicios que te indiqué en la mano pero con la pierna, también procura caminar unos minutos todos los días, deberá de recuperarse siendo que ya no es tan notable el problema pero si en dos semanas sigue igual haremos una radiografía- respondió Banner, recordando que la vez pasada todo indicó que estaba en su lugar correcto.

-Bueno, entonces eso es todo supongo- dijo Tony poniéndose de pie.

-Sí, sólo una cosa más- dijo Banner.

Fue hacia un cajón y sacó lo que parecía ser un guante café pero de una tela muy delgada y que sobrepasaba el codo y sólo tenía una división en la parte de los dedos para separar el pulgar de los demás y dejarlos sin cubierta.

-No es necesario que la uses, pero recién que un yeso se quita puede sentirse muy raro tener la extremidad expuesta de nuevo, así que puedes usar esto durante unos días e ir pasando horas sin ella en lo que te acostumbras de nuevo- le dijo.

Harley tomó el guante y se lo puso, agradeciéndolo para sentirse más seguro, porque aunque le alegraba no llevar el yeso sentía como si le faltara vestirse con algo para cubrir su piel.

-Gracias doctor Banner- le dijo sonriendo.

-Fue un placer Harley- le contestó Banner, lanzándole a Tony el cabestrillo que había estado sobre la mesa- creo que eso puede ser útil en alguna ocasión.

-Tengo muchos pero este es de su talla- dijo Tony saliendo de la pequeña habitación.

Banner y Harley lo siguieron.

-Gracias Banner, te pago lo de la vez pasada y esto- dijo Tony sacando su billetera.

-Tony, ya te dije que no es necesario- replicó Banner.

-Claro que sí, es el punto de ayudar al niño, y tú podrías tener un lugar más grande que este, te insistí pero no quisiste así que...

-Porque pagaste esto prefiero dejarlo así.

Tony rodó los ojos y tomó la mano del doctor y le puso unos billetes doblados ahí.

-Para empezar esto debe ser demás...

-Sólo quédatelo y no sé, úsalo para tu viaje, la gente, las medicinas, incluso comida, no tienes que usarlo para ti pero yo tengo que pagarte, caso cerrado, y te dije que la "deuda" quedó liquidada la primera visita- dijo Tony dándole una palmada en la espalda a Banner.

Él pensó en eso y vio que sí había razón en la necesidad de la gente que iba a haber.

-Muchas gracias Tony- dijo.

-De nada, sólo no vuelvas a interrumpir un día de descanso- le respondió éste- ahora nos vamos, supongo que tú debes prepararte y yo tengo una cita con mi sofa- añadió- niño.

-Adiós señor Banner, gracias de nuevo- dijo Harley.

-Adiós Harley, de nada- respondió Bruce.

Luego los acompañó afuera para cambiar el letrero de "CERRADO" a "ABIERTO".

Harley subió al auto pero Tony se quedó afuera aún.

-Oye, ¿alguien sabe algo de Beach Boy?- le preguntó.

-No desde que regresó a Asgard- respondió Banner- ¿por qué?

-Curiosidad, es que, en realidad no sabemos cómo terminaron las cosas con su hermano una vez que llegó al reino, el otro día estuve pensando que pudo haber escapado o...

-Tony, no te preocupes por eso, no había forma de que sucediera, Thor estaba muy al pendiente de él, además después de que llegó yo investigué los antiguos mitos, su padre, no es precisamente alguien con quien ponerse a la defensiva- lo intentó tranquilizar Banner.

-Tampoco Hulk, ¿pero no siguió llamándote Bestia Atolondrada las horas que aún estuvieron aquí?- preguntó Tony.

-¿Sabiendo que estaba Thor delante de él y sería el primero en recibir el golpe? No es nada para preocuparse, si hubiera pasado algo como que escapara Thor habría regresado a nosotros para reclutarnos, a él no lo vencería, deja de preocuparte, nosotros ganamos y Loki es sólo cosa del pasado- dijo Banner.

Tony no se sintió más tranquilo pero sabía que debía intentar relajarse con el tema y no quería tener un ataque de pánico por centrarse mucho en ese momento.

Iba a hacer una última conjetura pero una música con volumen bastante alto proveniente de su auto lo interrumpió.

-Te voy a enseñar, que debes bailar, como baila el sapito dando brinquitos...- comenzó a cantar una mujer desde la radio.

-¡No voy a conducir con eso a todo volumen Harley Keener!- le gritó al niño que estaba en el asiento del copiloto estudiando la parte delantera del carro.

Oh oh, había encontrado uno al que sí había hecho modificaciones.

-¡Este es mejor que la otra camioneta!- dijo emocionado presionando un botón que hizo que todas las puertas se abrieran de repente por completo, dándole a Tony un golpe que lo hizo retroceder cuando iba a abrir una.

Banner no pudo evitar soltar una pequeña risa.

-¡No toques nada más!- escuchó gritar a su amigo sobándose el estómago- mejor me voy, antes de que prenda los aceleradores y se estrelle- le dijo antes de subir al auto- ¡J.A.R.V.I.S.! apaga o cancela todo lo que haya activado Harley- ordenó.

En seguida las puertas volvieron a cerrarse, la radio se apagó, la calefacción volvió a estar normal, los asientos volvieron a su lugar y los aceleradores de la parte trasera volvieron a ocultarse.

-¡Este auto es genial!- gritó Harley.

-Sí, y será más genial desde allá atrás, fuera de mi lado- ordenó Tony.

Harley se encogió de hombros y se volteó para pasarse.

-Así no, vas a pisar el asiento, sal y entra- se apresuró a decirle Tony.

Harley rodó los ojos y salió.

-Adiós doctor Banner- dijo antes de subir al asiento trasero.

-Adiós Harley- le respondió él riendo ligeramente.

-Ay, ¿ves con lo que sufro?- le preguntó Tony antes de encender el auto y acelerar.

Banner lo vio alejarse.

-Sí, creo que lo veo- respondió al aire de forma pensativa.

El camino a casa fue tranquilo, al menos todo lo que se podía con un niño inquieto y que tarareaba en momentos, feliz de haber perdido el yeso y de haber podido abrocharse el cinturón por él mismo.

Tony se irritaba un poco, no podía negarlo, una de sus razones para no tener niños era que eran muy inquietos y ruidosos, pero a la vez tampoco podía negar que el chico lograba contagiarle algo de su alegría, después de todo perder el yeso al fin era parte de ir dejando atrás el incidente del accidente, claro, sabía que no desaparecía del todo, ese día perdió a alguien importante, pero al menos sí podía seguir con su vida sin detenerse con los malos recuerdos.

-¡Al fin!- gritó cuando estacionó en su casa.

-¿Puedo jugar con el auto?- preguntó Harley.

-No, bájate- respondió de inmediato Tony.

Harley bufó un poco aunque ya anticipaba esa respuesta.

Ambos bajaron y Tony hizo pitar al auto.

-J.A.R.V.I.S., no quiero a Harley a menos de dos metros de aquí- ordenó.

Harley tarareó en tristeza, luego ambos entraron a la casa.

-Bueno, tú vete a comer antes de que sea más tarde, yo tengo que hacer unas cosas- le dijo Tony al niño.

-¿Dormir?- preguntó él.

-Ojalá, pero mientras más pronto lo hago podré hacerlo- respondió simplemente Tony, que quería revisar los detalles básicos de los guantes para integrarlos a la próxima armadura que realizaría, esta vez para combatir.

Se fue hacia el taller y Harley tuvo intención de ir detrás de él pero no quería que pareciera que de nuevo estaba peleando para no comer y además sí que tenía hambre, así que se fue a la cocina y preparó macarrones con queso instantáneos.

Después se sentó a comer y estuvo feliz de poder agarrar la cuchara con su mano derecha.

Al terminar vio que había algunos trastes sucios y se decidió a lavarlos, asegurándose de levantar todo con la mano izquierda y sólo tallar con la derecha lentamente para no forzarse.

Cuando terminó subió a la habitación, fue al baño y se lavó el brazo en el fregadero, queriendo trabajar ya para eliminar el color oscuro y la pegajosidad que tenía sobre la piel que cubría el yeso, sintiendo gran satisfacción al volver a tener contacto con el agua y el jabón en esa zona.

Al terminar se secó bien y volvió a colocarse la manga, decidiendo que estaría durmiendo sin ella para acostumbrarse como Banner le dijo.

Se encaminó de nuevo a la sala y cuando bajaba las escaleras vio cómo Tony iba hacia el jardín hablando por celular.

-A eso voy Happy- lo escuchó decir antes de que cerrara la puerta.

Terminó de bajar y tras pensarlo sólo unos segundos fue hacia el laboratorio, sintiendo gran emoción cuando lo vio abierto.

Entró y en seguida se posicionó en la mesa que Tony le había asignado, dispuesto a trabajar en un proyecto.

-Sí Happy, te aseguro que te los llevaré mañana y discutimos lo que quieras, sólo déjame hoy por favor- dijo Tony a su amigo después de haberle leído por completo unos papeles que según él eran muy urgentes.

-Está bien Tony, pero mañana a primera hora, reunión a las 08:00 a.m.- dijo su amigo antes de colgar para que Tony no pudiera responderle objetando que fuera tan temprano.

Tony se levantó de la silla dejando los papeles esparcidos por la mesa dispuesto a arreglarlos después y regresó a su taller, queriendo hacer los últimos toques de los planos en 3D.

Cuando iba hacia la mesa donde los tenía se sorprendió de escuchar un ruido y casi se desmaya cuando vio a Harley en la mesa que le había dado, utilizando su pistola eléctrica, la cual se asemejaba a un destornillador pero del palo generaba una electricidad potente que generaba chispas que podían quemar al tener contacto con la piel, y el mocoso la estaba utilizando sin protección alguna ni en las manos o en el rostro.

Por suerte funcionaba con elegante así que rápidamente se puso a mover su reloj.

-J.A.R.V.I.S., inhabilita el enchufe de donde tiene Harley conectada la pistola eléctrica de inmediato- ordenó en voz baja.

Tenía ganas de gritar o ir a quitársela pero un movimiento en falso que asustara el niño o tan sólo le hiciera mover esa cosa de tal manera que rozara su cara o algo parecido los dos lo lamentarían.

Por suerte después de llamarle a su IA la pistola no tardón ni un minuto más cuando terminó de apagarse.

Harley la agitó un poco para volver a hacerla funcionar sin levantar la vista, entonces Tony viendo que estaba a salvo caminó hasta quedar en frente de la mesa y dio un fuerte golpe ahí con las dos manos que de inmediato hizo sobresaltar al niño tirando la pistola al piso.

-¿Qué rayos pretendías agarrando eso Harley?- preguntó al momento, sin gritar pero manteniendo su voz en un tono muy enojado y tal ves incluso peligroso.

-Yo... eh...- balbuceó Harley sin saber qué decir ante la mirada fulminante del hombre.

-¿Tienes alguna idea de lo peligrosa que es esa pistola? Cualquier contacto te quemaría como si fuera fuego, ¿en qué estabas pensando? Encima no utilizas protección, sin guantes, sin casco, y con una mano recién sin el yeso- interrogó.

-La utilicé con la mano izquierda- dijo Harley con un hilito de voz.

Tony dio otro golpe en la mesa sobresaltando de nuevo al niño.

-Genial, como eres zurdo ibas a poder sostenerla perfectamente- le dijo fríamente- funciona como un taladrado esa cosa Harley, no sólo te quemas sino que además te haces un agujero, ¿¡Tienes idea de lo que pudiste ocasionarte?! ¡¿No te basta como estás?! ¡¿No te es suficiente preguntarte si tu brazo y tu pierna volverán a ser igual?! ¡¿Si tus cicatrices desaparecerán por completo?! ¡¿Ahora quieres preguntarte si pararás de sangrar o si las quemaduras se te curarán?! ¡Se supone que te dejé trabajar aquí porque eres un genio, usa un poco la cabeza!- gritó volviendo a dar otro golpe pero en esta ocasión leve.

Harley sólo lo miró con ojos brillosos.

-Lo siento, sólo pensé en...

-Realmente dudo mucho que pensaras- lo cortó Tony con voz seria- teníamos reglas por una razón, te las dije la primera vez que comenzaste a venir aquí, porque se te ocurrió tomar un taladro en esa ocasión, pero parece que eso da igual.

-Usted me dijo que sólo no tomara motocierras, taladros y lanzallamas- replicó Harley en voz baja.

-¡Y esa pistola combinó el taladro y el lanzallamas! ¡¿Por qué iba a ser mejor?! ¡Era obvio que encajaba en el tipo de cosas que no puedes tocar!

-Creí que hablaba de mientras tuviera el yeso y...

-Pues no fue así, pudiste causar una tragedia hoy por ignorar también además la regla de obedecerme en todo- lo cortó Tony- ¿y sabes qué? Podría durar un rato gritándote, fuera de aquí antes de que diga algo que lamentemos- terminó diciendo señalando hacia la puerta.

Harley no se hizo del rogar y salió de inmediato, aliviado de salir del blanco del señor Stark.

Tony volvió a dar un golpe en la mesa, enojado, ¿es que ese niño era suicida o qué? Ya había sucedido la otra vez, un error de una ocasión cualquiera lo comete ¿pero de nuevo? En ese momento le estaba dando mucho trabajo evitar las imágenes en su mente del chico sangrando en el suelo inconsciente o peor aún gritando de dolor mientras él debía de moverse rápido a llevarlo a un hospital o incluso a tratarlo de emergencia, sólo de pensarlo le daban escalofríos, ¡por favor! ¡No había salvado a personas de ser taladradas o lastimadas de otra forma similar, ya fuera por crimen o trabajos fallidos para que el niño que estaba obligado a cuidar sufriera un accidente de eso en su propio taller!

Se puso a dar vueltas en círculos como loco, intentando tranquilizarse para no ir y seguirle gritoneando sin piedad.

Al final decidió volver a sus planos, necesitando hacer algo para distraerse, y como siempre construir funcionó.

Terminó de hacer su trabajo cuando subió a la sala, teniendo especial cuidado de cerrar muy bien el laboratorio, y vio a Harley con expresión nerviosa sentado en el sillón.

Soltó un suspiro y pasó de él dirigiéndose hacia la cocina.

-Señor Stark- lo detuvo el niño antes de que entrara a su objetivo.

Él simplemente se volteó y lo miró, con una ceja levantada.

-Siento haber tomado esa herramienta, no estaba pensando- le dijo.

-Ya me había percatado de eso- respondió Tony antes de entrar a la cocina.

Tomó una lata de cerveza y la bebió, tardando pocos minutos.

Cuando salió Harley seguía ahí, mirándolo con ojos tristes.

-Hiciste una tontería- volvió a enfatizar Tony yendo hacia las escaleras.

-Prometo que no volveré a hacerlo- terminó diciendo Harley deteniéndolo, siendo algo que decir cuando su madre llegaba a reprenderlo.

-Eso espero, no quiero tener que llevarte al hospital mientras te desangras- respondió Tony mirándolo mal.

Harley bajó la cabeza, pero se atrevió a preguntar lo que quería.

-¿Estás enojado?

Tony alzó la cabeza un momento y luego se paró a un lado del sillón con los brazos cruzados.

-No me gusta que desobedezcan mis órdenes y menos en mi propio taller, si te estoy dejando estar ahí es porque tienes que hacer caso a todo lo que te digo como yo te lo digo- enfatizó.

-Sí, lo sé, lo haré así ahora... si ¿aún puedo seguir trabajando ahí?- preguntó Harley lentamente.

Tony lo meditó un momento, se imaginó negándose pero se dio cuenta de que realmente nunca tuvo esa intención, le había dicho al niño que tenía su espacio para construir ahí, además podía serle útil para entretenerse ya que faltaban poco más de dos meses aún para que entrara a la escuela y se imaginó que prohibirle la entrada de pronto podría generar un ambiente incómodo cada vez que se mencionara el taller o algo relacionado con la creación de su armadura, cosa que había acordado evitar con el niño.

-Sí, puedes PERO quiero que recuerdes las reglas, NINGÚN TIPO DE HERRAMIENTA QUE INVOLUCRE FUEGO, CHISPAS ELÉCTRICAS O CUCHILLOS FILOSOS, y otra cosa, no puedes entrar ahí si no estoy yo, tiene la contraseña y no puedes sobornar a J.A.R.V.I.S. para dejarte entrar ni intentarlo tú, hazlo sin que esté y las entradas se cancelan- explicó Tony.

Harley asintió rápidamente varias veces.

-Sí señor, lo entiendo- contestó.

-Bueno, entonces es todo, por el resto del día no quiero saber nada de nada- dijo Tony con el tono más normal que había utilizado hasta ahora e inmediatamente se dio la vuelta y subió rápidamente las escaleras.

Harley se quedó aún en la sala, esperando no haber hecho algo que cambiara en algo la relación que había mantenido con el hombre.