FIC
Historias de Albert y Candy
Presenta
LOS ESPIAS
Por Mayra Exitosa
CCuando estaban por llegar a Vanuatu, el barco fue detenido por la guardia costera del país. Albert se vio mucho más profesional, ella se quedo en silencio, los tonos de ingles eran distintos, en ese lugar se hablaba francés, bislama e inglés, tenían una forma diferente de revisar los documentos y cierta forma de intimidar que Candy notaba como ofensiva, aunque se notaba que ellos no llevaban cosas ilegales, decidieron revisar el barco, para lo que Albert abrazo a Candy, que temía que vieran sus cosas, al final el equipo que portaba lo había guardado él cuando estuvieron en su camarote, más ella le decía que no quería meterlo en problemas.
Los policías hicieron más preguntas a lo que él insistió en el pasaporte de ella, quien portaba uno falso como siempre, más las preguntas hicieron que él supiera como se ganaba la vida. - ¿a qué se dedica, señora? - Soy policía en Chicago. - ¿hace cuanto están casados? El rubio intervenía tratando de que notara que su esposa estaba custodiada fielmente por él. - Estamos de luna de miel, tenemos poco de habernos casado. Ella se ruborizaba pues él había respondido en un tono seductor y posesivo, el guardacostas notaba el rubor y devolvía los documentos agregando- Disculpe la insistencia, no queremos personas desagradables en nuestro país, disfruten su estancia, aunque creo que ya ha sido muy placentera, su esposa se ve muy feliz con usted, Señor Andrew.
Albert nunca había visto a una mujer ruborizarse, por lo que le pareció simpático y cuestionó, - Me hiciste sentir realmente un hombre muy afortunado. - Lo dices por mi vergüenza, no comprendo como se nota que hallamos estado haciéndolo. - ¡Candy! Solo lo dedujo, no se nota, pero tu rubor se lo confirmó, ¿lo fingiste? - Si pudiera mejor lo ocultaría, eso nunca he logrado controlarlo. - Pues me alegro, eso es lo mejor de ti, que no me siento con una espía, sino con una mujer maravillosa que me hace sentir el rey del mundo. - ¡oh Albert! no me apenes más, sentía que me miraban imaginándonos a nosotros antes de que ellos ingresaran al barco. - Si, supongo que noto lo incomodo que me puso, por ver y cuestionar a mi esposa. - se nota que eres un profesional, lo dices con tanta veracidad me pregunto ¿a cuantas habrá hecho pasar como tu esposa? - Si quieres saber la verdad, a nadie. Eres la primera y espero que no permitas que haya otra en mi vida. - ¿yo? ¿cómo? - quedándote conmigo, como más va a ser. Si estás a mi lado, ninguna se atrevería a acercarse. - ¿realmente lo dices en serio? - Definitivamente.
Tomo su mano y se fueron para continuar con el movimiento del barco, las siguientes actividades fueron localizar los puntos clave del ciber espionaje, fue que Albert desde el comienzo había contratado a un amigo por vía video se contactaban y comentaba de cómo deseaba que se detuviera el virus y las funciones reales que haría, para que no lo intentaran quitar, a lo que su amigo desde el otro continente confirmaba que el virus haría que siguiera la secuencia de la acumulación de información, pero se quedaría estacionado hasta que activara el mensaje subliminal, entonces lo destruiría en ves de dejarlo escucharse. Por lo que este aceptaba y lo probaban a gran escala, quedando le virus estacionado en cada equipo tuviera o no la infección del mensaje, el mismo se expandiría por todos lados como la red de actualización del sistema que estuviera usando.
- Entonces ya no tendremos que sacarlo, se puede quedar instalado, aun así, desactivarlo por completo. - Siempre fue así Candy, lo interesante es que Johnson siendo el mejor espía no haya puesto el virus a activarse por su propia iniciativa, ¿comprendes? Eso es lo que nos daba a sospechar más de él. Terry lo sabía, el ciber espionaje no solo activaba células delictivas, sino que cualquier espía que se precie de evitarlo, no requeriría de una inyección de hierro extra, eso es algo como para dorar una píldora de dulce en un sartén. - ¿Qué se derrita? Cuestionaba incrédula la rubia a lo que él le explicaba, - Así es, por eso y por los doble agentes, creo que Johnson esta involucrado en ese mensaje subliminal. - Si lo sabes porque lo aceptaste. - Porque hay que ver hasta dónde podemos averiguar, Candy nuestros países también están en riesgo y entre más sepamos de esto, y dejemos que avance, podemos ver el fin real de esta cápsula de espionaje internacional, quizás lo que deseaban al final era quitarnos de en medio y solo nos trajeron para algo que sabían que no deseaban detener. - Albert, yo no soy la mejor espía, soy policía realmente y he estado en las funciones de detective, más si hay un problema grave, todo aquel que estaba cerca de mí, era atacado y la mayoría de mis compañeros salían lastimados, por lo que me alejaron de Chicago. Él la vio a sus ojos, la atrajo hasta sentarla entre sus piernas y le respondió, - gracias por confiar en mí, quien intente hacerme daño, no sabe con quién se mete, ahora veo que por eso es por lo que ¿no habías estado con nadie antes? - ¿lo sabías? - Candy nunca había estado con una mujer en su primera vez, temí haberte lastimado, pero luego me di cuenta de que las pastillas para contrarrestar el dolor de tu pierna te mantenían sedada en cierta forma. - Gracias por no decir nada, no soy tan experta después de todo. - créeme seguiremos practicando hasta que nos salga mejor. - ¡Albert! no me gustaría experimentar con nadie más. - No es necesario, solo será conmigo, realmente espero que con nadie más lo intentes, nada me gustaría más que podamos seguir juntos como hasta ahora. - no te importa que no sea una espía internacional. - Me importa que estamos juntos en esto y me has demostrado lo mucho que podemos avanzar cuando estamos juntos.
Terry se reportaba con una clave nueva y se lo hacia del conocimiento de Albert, ella se enteraba más no respondía nada, para que no se diera cuenta el inglés de que lo estaba escuchando. Sin embargo, coincidía con todo lo que Albert le había informado, dejando más que evidente que entre ellos dos sabían mucho más de lo que aparentaban. - Tenías razón, el virus es perfecto, lo enviaste y se ha distribuido mejor que nunca. Confirmaba Terry desde la llamada asegurando que todo cuanto estaban haciendo entre ellos ya lo conversaban y si ella lo ignoraba, fue más porque no sabían si también estaba de lado de Johnson. Albert respondía, - Se lo debemos a los hackers americanos, no creas que lo hubiera logrado sin los Cornwell. - Vaya, mira quienes vinieron a darnos ayuda, no nos quitaremos de encima a la americana pregonando que su país tiene mejores espías, al final siempre salvan el día. - No tiene por qué enterarse. Decía Albert mirando a Candy a los ojos y ella le hacía un guiño, agradeciéndole que no le dijera que los escuchaba.
Albert le daba un beso suave, ella se cubría para no mostrarse ruborizada. Salir de Oceanía fue más simple de lo esperado, el barco donde ellos se encontraban fue llevado por personal de confianza de Andrew para interceptar a Terry, mientras que ambos subieron en avión privado para ir cambiando horarios rumbo a Brasil, evitando que ella se lastimara su pierna, el magnífico jet era de la familia de los Grandchester, por lo que viajar en él, fue mucho más cómodo, los estaban sacando a ambos fuera del radar, como si fueran sus padres de Terry quienes viajaban. Mientras que Terry se iba en el barco de Andrew saliendo de Australia rumbo a Chile, en Sudamérica.
Continuará…
Gracias por sus amables comentarios, cada vez esta más cerca de terminar, esperemos que el desenlace se acerque con mayor velocidad
Agradeciendo por el respeto a mis escritos al no tomarlos ni usarlos en parte completa o parcial en otras historias,
plataformas o complementar con parte de ellos.
Sinceramente,
Un Abrazo a la Distancia
Mayra Exitosa
