Bueno bueno...la última vez tardé mucho, pero lo prometido es deuda, no ha pasado más de un mes desde que publiqué el capítulo 40, y el 42 ya está por la mitad ^^. Muchas gracias a la guest que me comentó en el capítulo pasado, me encantó que te gustara tanto y que adivinaras lo del embarazo de Irinna :D espero que los siguientes también te flipen y pueda sorprenderte. Os leo en los RW.
CAPÍTULO 41
TEMPUS FUGIT
Nada más llegar a San Mungo fueron rodeados por una gran cantidad de sanadores, el secuestro de Harry Potter era la mayor alerta en el ministerio y a lo que se estaban dedicando todos los recursos, el miedo en la gente se había hecho patente ¿el señor tenebroso habría regresado otra vez más? ¿Habían sido mortífagos prófugos? ¿habría planeada una desestabilización del ministerio? Lo primero que hicieron los sanadores fue poner a Harry y a Ginny en camillas para realizarles pruebas, querían asegurarse de que no los hubieran envenenado o fueran impostores; Ginny tuvo que ser sedada porque sufrió un ataque de nervios al ver que Lilly no volvía, y Harry quiso luchar contra los sanadores por estar sujetando a su novia contra su voluntad y acabaron sedándolo a él también.
Una vez terminaron de examinarles, informaron al ministerio y a los señores Weasley, dado que según su información Harry no tenia padres, decidieron que informarían al colegio de Hogwarts a la mañana siguiente. Sin embargo, San Mungo no contó con que los Weasley sabían mandar patronus con mensajes a sus hijos, y gracias a ello se enteró Ron, y con él se enteró Hermione. Mandaron un patronus a Sirius pero no llegó a responderlo hasta muchas horas después, por lo que, al momento de recibir familiares, únicamente los Weasley y Hermione entraron en la habitación que Harry y Ginny tenían compartida.
Snape también se enteró via patronus pero los doctores y enfermeras le prohibieron ir por encontrarse ellos en la planta de cuidados intensivos, Severus insistió en que debía haber tres muchachos, dos chicas y Potter, pero le confirmaron que solo dos habían llegado. Llegó a tal punto su miedo como padre que llegó a decir que como Potter y Weasley eran "famosos" los habían atendido y como su hija tenía el irrelevante apellido "Snape" estaría retorciéndose en algún pasillo y que la madre de esa niña era Narcissa Malfoy, la cual iba a demandar al hospital si le pasaba algo.
—Señor Snape, todo el mundo conoce a su hija, casi más que a Harry Potter, el cotilleo estelar del héroe enamorado de la madre de Harry Potter teniendo una hija con Narcissa Malfoy, hija que se ha acostado con su hermano y con el primo de su madre llena más tabloides y mentes que quien salvó el mundo mágico, si ella hubiera llegado, créame que lo sabría— Le dijo el doctor de Harry y de Ginny, siguiendo estas palabras de la amenaza de echarlo del hospital y ni siquiera dejarle visitar a Irinna si seguía molestando. Severus se marchó al colegio, necesitaba hacer un hechizo de localización, o uno de rastreo de varita o uno de…lo que fuera, pero estaba seguro de que Potter y su novia no habían vuelto solos, algo le tenían que estar escondiendo, pues la alternativa, era mucho más aterradora. Cuando el amanecer se hizo presente, Severus volvió al hospital, visitó a Irinna y le contó todo lo sucedido la noche anterior, ella no estaba segura de que le fueran a permitir verlos, por lo que le acompañó, se encontraron con Sirius y gracias a que Harry y Ginny pidieron ver a Severus y a Sirius, el primero calmó un poco sus ansias.
—Están débiles Severus, no te alteres demasiado, por lo visto, Lilly tenía que haber salido aquí con ellos y cuando vieron que no, a Ginny le dio una crisis nerviosa, ayer les sedaron y les hicieron muchas pruebas, ambos tienen serios problemas de desnutrición y deshidratación. A Harry le torturaron mucho y ha tenido algunos problemas de respiración pero ahora se encuentra bien Sirius. De todas formas, no quieren estar aquí, quieren salir a por ella pero evidentemente no se lo van a permitir. — Decía Arthur mientras recorrían el pasillo que llevaba a la habitación. Snape y Sirius entraron, Sirius abrazó a Harry fuertemente y le prometió darle su merecido al que le había hecho eso, seguidamente abrazó a Ginny. Todos los Weasley y Hermione abandonaron el cuarto para que Snape, Sirius, Harry y Ginny pudieran hablar.
—Black ¿te importaría dejar los juramentos y abrazos para luego? Tengo una hija que encontrar. —dijo Snape irritado.
—Si fuera tu hija la que estuviera aquí…—empezó Sirius
—Priorizaría encontrar a los desaparecidos antes que regodearme en mi suerte, como de hecho ya hice cuando ellos desaparecieron y no mi hija.
—¿Acaso quieres el mismo resultado? —respondió Sirius.
—Sirius, Snape tiene razón —dijo Harry captando el dilema interno que aquejaba a Severus, Sirius le dedicó una mala mirada, como la de esas madres que son avergonzadas por sus hijos en público. —no sabemos cómo está Lilly, se sacrificó mucho por nosotros.
—Ignorando todas las precauciones que nosotros habíamos puesto para hacer eso mismo—contestó el mayor de los Black.
—Pero al final fue ella quien nos salvó — dijo Ginny— sabemos cómo es, todo el que la conociera bien, sabría que no iba a detenerse por nada del mundo—concluyó, haciendo sentir culpables a los adultos presentes, aunque esa no fuera su intención.
—Puso en peligro a todos por seguir sus propias normas, Irinna Petrova casi acaba muerta, al igual que Ron, que si llega a alcanzarla se hubiera desintegrado. Estuvo usando magia muy oscura en lugar de dejar que nos ocupáramos nosotros. —Contestó Sirius haciendo enmudecer a Severus.
—Lo sabemos—dijo Harry
—¿Lo sabéis? —Cuestionó Snape ceñudo.
—Sabemos lo de la magia oscura, querían atraerla y le mandaban visiones torturándonos, pero nunca fueron alucinaciones, nos torturaron realmente, eso la presionaba, cada vez que hacia magia oscura, Johan estaba más contento porque su intención era provocar un punto de no retorno en Lilly. Por lo visto, quería que su magia se expandiera y evolucionara.—dijo Harry
—Ellos no saben quien es Johan, Harry—intervino Ginny
—Vuestro secuestrador, cabe imaginar—dijo Severus impaciente—no es la primera vez que oímos ese nombre, mi hija lo decía en pesadillas, que existe relación es evidente— explicó queriendo ahorrar tiempo para no tener que contarle lo de la carta y el plan de protección conjunto que habían iniciado a espaldas de las chicas.—Creo que es hora de que empieces a contarnos el inicio de todo esto Weasley.— Ginny bufó apesadumbrada.
—No sé si usted puede soportar lo que puedo contar profesor Snape, preferiría contárselo a Sirius y que él…
—Weasley, si ustedes han conseguido salir y mi hija no, lo más probable es que sus captores o bien la hayan matado o bien la estén torturando a límites inhumanos, deje las sensiblerías a un lado y empiece a cantar si le tienen el más mínimo aprecio.
—Está bien…todo empezó el día en el que Nott…—respiró profundamente—abusó de mi por segunda vez…Lilly…oyó mis gritos e intervino desarmándolo pero, se distrajo intentando ayudarme y…
—Él la noqueó y abusó de ella mientras estaba inconsciente, lo sé, pase a lo siguiente, no es algo en lo que quiera detenerme.—dijo Severus rápidamente, queriendo obviar lo que más le dolía.
—No, nada de eso—ambos profesores la miraron sorprendidos—Lilly estuvo consciente en todo momento, pero ella no se acuerda, él le lanzó la maldición imperius y…la obligó a hacer todo lo que quiso, creo que de alguna forma, Theo tenía algún tipo de relación con Johan y hasta que nos secuestraron no reparé en que quizá…ese dia…quizá por mi culpa, supo que el complejo de culpabilidad, o de heroína que tenia Lilly era su punto más débil…creo que al igual que Harry, demostró que prefiere sufrir ella antes que los demás.
—Habla entonces—ordenó Severus haciendo de tripas corazón, no se sentía preparado, hacia tres días que había sabido que violaron a su hija mientras estaba inconsciente y no había podido gestionarlo ni quiso revisar el dolor de pecho que eso le provocó.
—Profesor creo que usted no debería…—empezó Harry, con quien Ginny se sinceró sobre lo realmente ocurrido en detalle con Lilly cuando estaban en la celda.
—Cállate Potter, tú, prosigue. — Le dijo a Ginny. Esta dudó, pero entendió que Severus estaba tan realmente desesperado que oír lo que iba a escuchar era un precio pequeño.
— Al principio Lilly podía resistirse a la maldición así que Theo…la ató…y…conjuró un bate…—Ginny empezó a llorar y a temblar—que comenzó a pegarme y cuando me hizo sangre, lo usó para hacerme otra cosa con él mediante magia. Lilly le suplicó que parase y él le dijo que lo haría con una condición…que ella sufriera en mi lugar. Creo que ella pensó que podría detenerlo y aceptó, pero lo que no preveía era que no pensaba parar mi sufrimiento para sustituirme. Le hizo la maldición de nuevo, pero le ordenó que no contuviera su dolor ni sus gritos…le ordenó que intentara zafarse si algo le dolía, yo no lo entendí hasta poco después—Ginny bebió un sorbo de agua luchando porque el temblor de sus brazos no resbalara su vaso, miraba intermitentemente a sus rodillas y a Snape, como si estuviera disculpándose por algo—Nott insonorizó el aula en el que estábamos para que no volviera a descubrirnos nadie, y acto seguido le dio una paliza y cuanto más gritaba, menos me…"violaba" esa cosa a mi…él la obligó a mirarme…y…ella se dio cuenta pero no le suplicó, no quería darle el gusto de gritar pero sabía que tenia que hacerlo, comprobamos que a él, le daba placer escuchar sus gritos y los mios, era sadismo en estado puro. Él le rasgó la ropa, se guardó sus bragas y las hizo desaparecer, la obligó a complacerle, la mordió, ella le dio una patada muy fuerte y él, se enfadó y conjuró otro objeto para hacerle a ella lo mismo que a mi. Lilly se asustó muchísimo y le suplicó que no lo hiciera porque era virgen y….eso le plantó a él una sonrisa horrible en la cara.
—Oh, Merlín— dijo Sirius tapándose la cara, sentía nauseas después de haber escuchado todo eso. —Snape, ni tú mereces sufrir esto, Ginny para de hablar.
—Cállate Black, tú, continua. —Ginny contuvo un sollozo y decidió decirlo todo rápidamente para que no doliera tanto.
—La desvirgó a la fuerza, ella chilló muchísimo, el techo se agrietó, se revolvió mientras él la penetraba, le suplicó que se detuviera, lloró mucho, él le dijo que estaba a punto de conseguir que yo dejara de sufrir, ella se calmó, él se rio de ella, la volteó, la desvirgó por detrás, yo dejé de sentir dolor mientras ella rabiaba, terminó desmayándose. —Ginny no pudo contener los sollozos y Harry la abrazó—Entonces, Nott se puso a hablar conmigo, a describirme lo cerrada que estaba Lilly y que había disfrutado muchísimo de ella, que nunca había sentido un placer así, y me pidió perdón porque él quería volver a hacerlo con ella pero no le gustaban inconscientes. Le dije que lo pagaría, que ella era su hija y que se lo iba a decir a usted en cuanto despertara, él le hizo otro hechizo y me dijo que si ahora ella tenía un recuerdo tan traumático fuera yo quien se lo contara. Me enfrenté a él y volvió a aprovecharse de mí, yo ni siquiera pude moverme, y cuando ya mi mente abandonó mi cuerpo oí el golpe, Lilly le había golpeado la cabeza con una silla, y él estaba sangrando, no se nos ocurrió curarle, pero tampoco sé si hubiéramos querido, alguien intentó entrar, enrollamos a Nott en una cortina y…nos fuimos en escoba por la ventana. Lo enterramos en el bosque y cuando terminamos, no sabía si Lilly era consciente de lo que había sufrido por mí, conforme pasaron los días me di cuenta de que no recordaba nada, no sé si el hechizo había funcionado o fue su cerebro quien bloqueó sus recuerdos. Pasó el tiempo y ella creía haber perdido la virginidad con mi hermano….yo no podía decirle que no era cierto, no podía decirle la verdad y….cuando el ministerio se puso a investigar…nos llegó una nota de un tal Johan diciendo que sabía lo que habíamos hecho, citándonos en Borguin y Burke para hablar.
—Pero lo comprobaron y no había ningún Johan en el colegio. —la ayudó Harry.
—Un momento ¿Borguin y Burke?¿Os cruzasteis con Lucius?— dijo Snape recordando que Lucius le comentó que había visto a ambas y el incidente de las joyas a continuación.
—Sí, él estaba allí vendiendo unas joyas, se puso desagradable con nosotras y entonces, Johan apareció de la trastienda y lo echó.
—¿Nos estás diciendo que el único que pudo verle la cara al desgraciado que os secuestró es Lucius Malfoy?—preguntó Sirius, Ginny asintió y ambos profesores se llevaron las manos a la cabeza. Ginny continuó.
—Cuando cruzamos a la parte trasera, sentimos una sensación muy extraña. De alguna manera nos había trasladado, o había trasladado la tienda, no lo sé bien. Johan parecía conocernos, nos dijo que le pertenecíamos…y que Lilly tenía una deuda con él.
—¿Una deuda de qué?
—Según dijo, de sangre, al parecer el padre de Johan fue quien le salvó la vida, a usted…en la guerra y como en su reino está prohibido ayudar a magos lo menos, eso fue lo que contó.
—Eso es una vil mentira—se adelantó Severus a las próximas preguntas que iban a venir de Harry
—Eso mismo respondió Lilly, ella…fue…muy frontal con él, no quería dejarse pisar pero ese….ser….esa cosa, puede controlar tu mente si lo desea, me ordenó que contuviera la respiración y ordenó a Lilly cortarme el cuello si respiraba. Ella discutió con él y cuando nos quisimos dar cuenta…me había rajado la garganta…
—¿Así que eso fue lo que pasó? ¿No fue un accidente ni un suicidio? —Preguntó Sirius, Ginny asintió.
—Johan nos hizo una especie de…marca—se la mostró— con la que podía observarnos, si según él "nos portábamos mal" nos quemaría hasta tres veces para avisarnos, y teníamos prohibido hablar sobre Theo o su muerte. La última vez que estuve ingresada, Lilly me contó que Johan la había citado más veces, y que la había torturado porque él quería potenciar su poder destructivo pero no lo conseguía, dijo que a Johan se le escapó que no podía observarme aquí en San Mungo, me contó que le había estado mandando una especie de objeto que le extraía la sangre y le hacía desmayarse, y cuando le pusieron los brazaletes, todavía fue peor…Johan se dio cuenta de que amenazándole a usted, conseguía mejores resultados, y si sabía algo de la noche de Nott, terminó de confirmarlo, por eso sus explosiones, sus presiones, sus peleas…
—Pero no podía decir nada…—intervino Harry—Poco antes del baile me contó que tuvo un sueño muy real.
—Sí, conozco lo ocurrido, la señorita Granger me lo comentó. —contestó Severus.
—Lilly le suplicó a Johan que le quitara su poder, y él le dijo que solo podía hacerlo si la llevaba al límite o la mataba y por alguna razón, por su sangre creo, no la quiere muerta; le dijo que matando a algunos magos y usando artes oscuras podría acelerar el proceso y quitarle ese peso de encima, pero obviamente se negó y desde entonces, él empezó a jugar con su mente, al menos eso me contó cuando me visitó en el hospital, eso, y que iba a matarlo si podía.
—Eso es una locura — se lamentó Sirius negando con la cabeza.
—Hay algo más, el vestido, el que llevaba en el baile….era el mismo que llevaba hoy en la boda…siempre me pregunté de donde lo había sacado pero…ahora está claro, se lo debió de dar él.—contó Harry
—¡¿Boda?! ¡¿Qué boda?!—Exclamó Severus
—Él planeaba casarse con ella para no sé qué de su reino y su línea sucesoria, creo que diseñó todo para ese momento, hasta un regalo así, en un momento en el que no podía hacer magia…quizá había algún veneno.
—Ella aseguró que fue un regalo tuyo, Potter—Dijo Snape enfadado, Harry miró a Sirius, ahora le cuadraba todo.
—Nunca le regalaría a una chica que no fuera mi novia un vestido, es algo demasiado personal, ni siquiera se los compro a Ginny por si me equivoco en la talla o el estilo. ¿Cómo iba a…?—chasqueó la lengua—ella…me dio las gracias por haberle dado un vestido, le dije que no tuve nada que ver y ella sonrió y dijo "ya, claro", pensé que ató cabos y que Malfoy se lo habría comprado, él sí se gastaría esa obscenidad en un vestido y no era la primera vez que le regalaba eso.
—Oh Harry mi amor, estaba claro que creyó que mentías por caballerosidad. —dijo Ginny sintiéndose mal.
—Ya hemos establecido que mi hija fue una estúpida que aceptó un regalo del que no sabía la procedencia a pesar de tener un psicópata detrás de ella ¿podemos ir al siguiente capítulo Weasley?
—¡No fue estúpida!, simplemente estaba siendo una adolescente desesperada por hacer cosas normales que quiso creer que los deseos se cumplían cuando había un baile, con todo lo que le estaba ocurriendo y lo SOLÍSIMA que se sentía, es normal—la defendió Ginny, ella se sentía muy culpable pero opinaba que el padre de su amiga no había actuado bien en muchas ocasiones y había sido excesivamente estricto con ella. Severus simplemente no contestó.
—Tranquila Gin…—la acarició Harry.
—Después del baile solo supe de ella la mañana de nuestro compromiso, yo estaba en Rumania y estaba muy preocupada, había roto con Ron, las clases le iban mal, los brazaletes la hacían sentir horrible, Johan la trasladaba contra su voluntad y la torturaba, llegó la profesora que odiaba a…relacionarse con usted y justo después…llegó la noticia de su verdadera madre.
—Al día siguiente de que usted y la señora Malfoy le confesaran la verdad, estaba hecha un mar de lágrimas, echa mucho de menos a Andrómeda y se siente responsable de haber sido abandonada.—Relató Harry, por un momento Ginny observó un brillo acuoso en los ojos de Severus, pero este lo disimuló muy bien.
—Nos la llevamos a mi casa para celebrar nuestro compromiso y todo iba bien hasta que…Hermione leyó el periódico, Lilly se puso histérica cuando dijeron que se había acostado con Nott, histérica, por lo visto ya había algo que cruzaba su mente, le dije que se callara y que no removiera lo que no quería saber, pero ya no fue solo eso…es que si alguien hizo esa acusación significa que nos vio, que no nos ayudó y que encima sacaba rédito de ello con Rita Skeeter, imagino que eso le hizo pensar que además de que pudo haber sufrido algo, nadie intentó evitarle a ella lo que me quiso evitar a mi.—contaba Ginny muy alterada, entre sollozos— Lilly se fue con Remus y entonces Hermione y Luna se preocuparon, me dijeron que tenía que decírselo a usted, yo dije que no sabía cómo confesarle lo que le había ocurrido y que no pude ayudarla y Ron me oyó, quiso denunciarlo pero le detuve al decirle que Nott estaba muerto.
—Fue entonces cuando todo se apagó y Colette nos secuestró…primero nos castigaron porque Ginny confesó lo de Nott y después…nos torturaron intentando sacar puntos débiles de Lilly pero no lo consiguieron de nosotros—explicó Harry.
—No, Johan se dio cuenta de que en un tiempo muy corto, Lilly había hecho lo que le ordenó hacia tiempo, artes muy oscuras.
— Y por lo que hemos podido comprobar….ya es más poderosa que Johan.
—¿Cuándo Lilly llegó qué ocurrió? — preguntó Sirius
—Nos enteramos por un guardia, nos dijo que "la futura reina" estaba allí, oímos discutir a Collette y a Johan, ella era la menos sádica de entre Johan Bellatrix y ella, y nos pareció la más lista, pero estamos seguros de que planea algo. Lilly despertó hoy y Colette ordenó que la visitáramos, nos dijo que había consumido drogas y hecho artes oscuras, y por eso no se tenía en pie, ella no lo negó, pero nos juró sacarnos aunque estaba muy mal— explicó Ginny.
—Aunque algo pasó en la ceremonia, de pronto su cara cambió, se sintió entera y fuerte de nuevo, y sabia cosas que nos hicieron sospechar que Colette no quería que se celebrase a menos que ocurriera un accidente, me dijo que estaba sintiendo la magia de ese lugar, consiguió desatar mis ligaduras y después distrajo a Johan lo suficiente como para quemarlo en fuego sagrado. Nos dijo que necesitaba extraer magia de ese lugar, hizo el portal y…nos llevó aquí…
—Prometió que saldría después de mi—dijo Ginny entre sollozos contenidos´—debió contener el hechizo hasta que cruzamos y la descubrieron. —Un ruido sordo se escuchó en el exterior del hospital, por los pasillos la gente salía en tropel con una expresión extrañada y fascinada.
—¿Eso es…? ¿Lo que yo creo que es? — preguntó Harry andando hacia la ventana, un resplandor verde lo iluminaba.
—¿La aurora boreal a las tres de la tarde y en Inglaterra? Dudo que sea casualidad—dijo Ginny sin saber si sonreír o preocuparse, Lilly tenia dominio del tiempo y los elementos naturales cuando algo muy fuerte ocurría, el terremoto, la lluvia y el viento repentinos en Hogwarts daban buena fe de ello; pero que ocurriera algo así, al menos significaba que estaba viva. Lo que nadie sabía es que, ese fenómeno se creó coincidente al paso de Lilly Snape por un portal hipnótico, concluyendo el mayor hechizo que había logrado jamás.
—Lilly…—Severus se levantó para encontrar el origen de ese fenómeno, Sirius fue tras él, salieron de la habitación en dirección al traslador del hospital.
—¡Profesor! ¡profesor Snape espere! —gritó Hermione, Ron y ella corrieron hasta situarse delante de él.
—Granger no tengo tiempo de lo que sea que quiera hablarme.
—¡Debe hablar con Firenze!—interrumpió Ron— esto es lo que dijo de la profecía, y cuando Lilly se fue, Bane, el centauro, me dijo que ella había cambiado el destino de dos personas que iban a morir, antes de hacer cualquier cosa quizá debería saber si algo es diferente.
—¿De qué están hablando? — dijo extrañado. Hermione tomó la palabra.
—Según recuerdo la profecía empezaba diciendo algo como "Cuando Aurora visite las tierras donde el Stoneage oculta su reino más antiguo, la unión de dos especies habrá concluido" los videntes hablan de los fenómenos como entes físicos, quizá Aurora no era una persona era esto, la aurora boreal, y las tierras del Stoneage…Inglaterra, la aurora boreal en Inglaterra… ha provocado que se unan dos especies.
—¿No dijo Harry algo de una boda? —Intervino Sirius
—¿Boda qué boda? —preguntó Ron alterado. Hermione huyó su mirada, Harry y Ginny no habían querido contarle esa parte a él.
—Al parecer ese tal Johan quiso obligar a Lilly a casarse con él, de alguna forma lo impidieron y distrajeron lo suficiente a los que estaban presentes para escapar.
—Pero quizá ahora sí lo hayan conseguido, ella no pudo escapar y seguramente ese malnacido la ha convertido en su esposa a la fuerza y la esté obligando a…—Severus no pudo pronunciar las siguientes palabras, el dolor que sufrió en su pecho ahogó su garganta— y este sea…— se llevó la mano al corazón, empezó a ver todo borroso y a perder el equilibrio.
—¡¿Profesor qué le pasa?! ¡Profesor!—Preguntó Hermione muy preocupada.
—Creo que es el corazón—dijo Sirius, que impidió que Severus se cayera. Hermione localizó a unos sanadores que salían del elevador y los interceptó.
—¡Ayuda por favor a nuestro profesor le está dando un infarto!
…..
…
—James ¿Qué es lo que pasa realmente? ¿Por qué me levantas dos horas antes para llevarme a ese lugar tan siniestro? ¿Sabes las historias que cuentan?— dijo una pelirroja de ojos verdes.
—Sí, las inventamos nosotros, no hay nada que temer, no te preocupes. —dijo James sacudiéndose el barro tras pasar bajo el sauce boxeador.
—James en serio, sé que te dije que en Gryffindor no era privado para estar juntos, pero lo retiro, prefiero la sala común que la casa de los gritos. —dijo la chica con molestia.
—Lily mi amor, no te he traido aquí para enrollarnos, ni se me ocurriría. Te lo he dicho, los chicos y yo necesitamos ayuda con una cosa y solo confío en ti para eso.
—¿Qué habéis hecho ahora? Gryffindor no puede permitirse bajar más puntos y van a pensar que te permito todo como prefecta porque soy tu novia. —Llegaron a la puerta de entrada de la sala donde la chica estaba escondida. James respiró, iba a contar su mayor secreto.
—Lilly, los chicos y yo….somos animagos—Lilly le mantuvo la mirada y empezó a reírse.
—Sí claro, y yo soy la reina de Inglaterra. Déjate de bromas James, en serio, cuéntame lo que pasa.
—Es cierto, lo somos…yo soy un ciervo, Canuto es un perro y Colagusano una rata…Remus…es….
—Para para para…a ver…no te ofendas y que conste que lo quiero mucho y es una persona maravillosa, pero dudo que Peter tenga el talento mágico suficiente como para iniciar un proceso de animagia y dudo que Remus os permitiera hacer algo de eso siendo que es prefecto también, porque siendo animagos no solo es que rompierais las reglas es que romperíais la ley porque nadie puede serlo sin informar al ministerio por los peligros que implica y…os enviarían a Azkaban.
—Remus es un licántropo Lily—ella se quedó estupefacta—los chicos y yo, no queríamos que se quedara solo, o que pensara que lo apartaríamos por ser como es….y sí…nos arriesgamos a Azkaban porque es nuestro amigo y para que las noches de luna llena no fueran horribles para él.
—Oh Merlín, estás hablando en serio…—se cercioró Lily— estáis locos, es conmovedor, pero…decididamente estáis locos. —se quedaron en silencio— Bueno ¿y qué ha ocurrido?
—Anoche, a Sirius se le ocurrió la "genial idea" de emborracharse siendo animales y esta mañana…había una chica aquí llena de mordeduras y sangre.
—¡Oh dios mio!—Lily se tapó la boca.
—Estamos intentando curarla, saber qué ha pasado pero…nada funciona, y tú eres la mejor en pociones y encantamientos curativos.
—¿Está detrás de esa puerta? —James asintió—Vale, vamos dentro. —James abrió la puerta Remus y Peter (quien ya había vuelto de dejar a Sirius en la enfermería) la miraron entre avergonzados y agradecidos.
—Lily, entiendo que tengas miedo y te prometo que no volveré a dejar que James se acerque a mí, a nadie le volverá a pasar nada por mi culpa.
—No tengo miedo de ti Remus, me da igual que seas un hombre lobo, eso no cambia quién eres —dijo Lily con firmeza—Y si de verdad crees que le puedes impedir a James ser un amigo leal es que has bebido demasiado. —Lily se inclinó sobre Lilly y observó sus heridas, vio que el vestido que llevaba antes de destrozarse debía ser caro y muy hermoso, por lo que quizá debía ser alguien importante o era una invitada a un evento; quizá se perdió en Hogsmade y se cruzó con los chicos. Escuchó su corazón, latía a buen ritmo, pero su respiración era demasiado lenta, pidió ayuda para darle la vuelta y comprobaron que tenía una herida sangrante en el omoplato; se estaba desangrando por ahí.
—¿Crees que se morirá? —preguntó Peter
—Si no la curamos sí—Lily se levantó e hizo cinco encantamientos, pero todos se vieron frustrados por corrientes negras que no dejaban sanar. —Oh no…
—Eso es lo que me ha pasado a mi cuando le he intentado curar las mordeduras, no se puede. —explicó Remus.
—Pero si la herida más grande no se cura…—empezó Colagusano.
—Sí Peter, hemos llegado a esa conclusión, no lo digas en alto. —respondió James.
—Habrá que llevarla a San Mungo. —dijo Remus.
—No podéis— dijo Lily—yo vi esto en unos libros… son artes oscuras….muy oscuras, si un sanador ve esto alertará al ministerio inmediatamente y os detendrán. Vendrán aquí, os harán preguntas.
—Diré que he sido yo, soy un hombre lobo y en estado de lobo no puedo distinguir.
—Te encarcelarían igual, eso no les importa—dijo Peter negándose en rotundo.
—Esto no lo habéis hecho vosotros, bueno las mordeduras no lo sé, pero…lo de la espalda…es un hechizo oscuro quizá quisieron matarla, pero algo la protege. —Mientras los chicos elucubraban sus posibilidades un pergamino enrollado apareció en la mano de la misteriosa chica, no llevaba remite ni destinatario por lo que debía ser un encantamiento automático, algo que de por sí llegaría a sus manos estuviera donde estuviera. Lily lo abrió "Horario de la Casa Slytherin, 7º curso"; maldijo sus adentros, estaban muertos si pertenecía a Slytherin, pero no le sonaba de nada su cara, y por las clases que Gryffindor compartía con las serpientes no le encajaba ese horario. Guardó ese pergamino dentro de la camisa, no quería preocupar más a los chicos, ya pensaría que hacer.
—Mortífagos, seguro. —dijo James. — igual es alguien del ministerio y lleva los típicos objetos de protección.
—Quizá…—Lilly observó a la chica más detenidamente y algo le llamó la atención, una cosa que conocía muy bien, creó un hechizo lupa para observar mejor y estar 100% segura de lo que creía.—Esto….esto es muy raro….
—¿El qué?
—Su pulsera…amm, la conozco y no es suya….
—Quizá es un objeto maldito, al haberlo robado de su propietario le hace daño al ladrón, puede que si se la quitamos…— dijo Peter tocando la pulsera y saliendo despedido hacia el otro lado de la habitación.
—Es una pulsera de protección, creo que es lo que le está evitando la muerte, pero repele toda la magia por si acaso es dañina—dijo Lily—Vale, tengo una idea, James acompáñame, vosotros dos ponedle…—sacó de su mochila un frasco— esto, es agua oxigenada, se utiliza también en la medicina muggle y…romped tela, vendad las heridas muy muy fuerte, eso contendrá la sangre de sus heridas.— Los chicos asintieron y James y Lily salieron en silencio del pasadizo.
—¿Hay algo más verdad?—preguntó James manteniendo la mirada.
—Sí, no he querido decirlo por no asustarlos aún más pero…se lo vamos a tener que decir a alguien y no te va a gustar a quien.
—No te sigo.
—Esa pulsera que lleva esa chica….es de la madre de Severus.
—Bueno, con lo pobres que son, igual ella va vendiendo sus joyas — supuso James algo despectivo.
—No te burles de eso—reprendió Lily.
—No lo hago, es una suposición real.
—Esa pulsera la creó ella, para protegerse de su marido…dudo que la vendiera, yo no sé de joyas y hasta yo sé que no tiene ningún valor económico.
—Quizá su valor resida en las capacidades que tenga la pulsera. Quizá fuera un préstamo a algún familiar.
—Los Snape no tienen familia—James se desesperó un poco y se revolvió el pelo—James sé que la idea no te gusta, pero esas heridas son de artes oscuras, yo no sé curarlas y de forma muggle no aguantará mucho tiempo. La segunda opción es llevarla a San Mungo pero ya sabes cómo actúa el ministerio últimamente, todo el mundo es un potencial mortífago ¿qué vas a decir? ¿Qué ibas caminando y la encontraste de casualidad? Quien sabe que os harían, o qué le harían a Remus.
—Sé que sigues teniendo fé en que cambie porque fue tu amigo mucho tiempo, pero si de Snivellus dependiera, nos ahorcaría él mismo, será el primero en delatarnos.
—No, yo no tengo fé en nada que le concierna James, —dijo con firmeza—Severus es mayorcito para saber qué hacer ¿me da pena que esté tomando el camino equivocado? Sí, y si sigue esa senda y lo encarcelan se lo habrá buscado, y si se da cuenta a tiempo de que hace el imbécil, pues me alegraré de que le haya entrado el conocimiento en el cerebro. Pero no espero nada de él, si toma decisiones, que lo haga por él mismo.
—Tomará la decisión de vendernos.
—No lo hará.
—¿Y cómo lo sabes? Llevas dos años sin hablar con él, se ha radicalizado.
—Porque debajo de toda esa fachada de mago malvado y perrito faldero de Malfoy, sé que me aprecia lo suficiente como para no perjudicaros.
—Lamento ser yo quien te lo diga Lily, pero creo que le puede más el odio por nosotros que el aprecio por ti.
—Entonces contaré con que la esperanza de que el hecho de que lo perdone sea más que suficiente.
—Pero tú no quieres perdonarle… ¿o sí?— preguntó preocupado.
—No—hizo una pausa— puedo perdonar sus palabras, pero no puedo perdonar que comparta esas ideas o que las pregone cuando ha sido tan amigo de una "sangre sucia" pero…eso no me hace olvidar los momentos buenos…ni…me quita la nostalgia, me sigo preocupando por él, no soy de piedra James…
—Comprendo… ¿y qué propones? —preguntó James con resignación.
—En una hora nos toca pociones con Slytherin, ocúpate de provocarlo y mandarlo a la enfermería. Yo como prefecta tendré que acompañarlo, hablaré con él.
—Esa idea me gusta, dalo por hecho, pero Sirius está en la enfermería, cerciórate de que está dormido, no quiero que sepa nada, ya tiene suficientes problemas. —Lily asintió.
—Pero no te pases James, es mandarlo a que le curen algo que no se pueda aliviar en clase de pociones, pero no hay que dejarlo inconsciente ni pelear a muerte.
—Entendido, confía en mí— James le dio un beso en el pelo a Lily y volvieron al colegio como si nada pasara, mientras Peter y Remus cuidaban de la desconocida.
En clase de pociones, a James no le costó a penas esfuerzo provocar a Severus, un par de insultos, un par de insinuaciones sobre su poca hombría y una burla a su pelo y a su nariz en público bastaron para que Snape se hartara y empezara a pelear con él, a lo que James respondió vertiendo "por accidente" bastante sangre de escarabajos de Tasmania sobre la manga derecha de Snape, así de paso, si era mortífago, todo el mundo lo sabría.
—¡Potter, Snape, deténganse ya! —ordenó Slughorn—Señor Snape, vaya a la enfermería rápido o tendrá quemaduras de tercer grado y le crecerán setas en los dedos, incluso se puede desmayar, señorita Evans, ya que es usted la única prefecta presente acompañe al señor Snape para asegurarse que no le pasa nada.
—Sí, profesor. — Severus y Lily salieron del aula rápidamente, entre ellos había un silencio muy incómodo, Severus sentía unas ganas inmensas de comunicarse con Lily, pero no sabía cómo hablarle sin insultar al que ahora era su novio, y menos después de haberle herido. Él intentó disculparse hace dos años pero ella no aceptó su perdón, tenía la esperanza de que el tiempo calmara su enfado pero no fue así, todo se fue a la mierda en unos segundos, por culpa de James, él jamás le hubiera llamado así, solo lo dijo porque estaba muy enfadado y humillado y no pensó, pero había sido un imbécil no había más excusa. Se sentía muy culpable por haber alejado a la única persona en su vida que le hacía bien, pero ya la daba por perdida.
Entraron en la enfermería y Madame Pompfrey estaba atendiendo a unos jugadores de quidditch de segundo curso que habían sido golpeados por una bludger en la cabeza. Lily le dijo lo que había pasado en clase y la enfermera, les dio un liquido que debían aplicar sobre la quemadura e hizo un hechizo que mantuviera el brazo no afectado de Snape en la espalda.
—Señorita Evans, mientras atiendo las heridas de esos muchachos aplíquelo usted, este liquido pica demasiado cuando entra en contacto con una quemadura y si él se rasca lo tendré ingresado dos semanas, todos se rascan así que es mejor prevenir que curar, debe untarlo poco a poco y esperar que se seque para aplicar la siguiente capa, son nueve. —Lily asintió, la enfermera corrió la cortina del biombo.
—Quítame el hechizo y vete, me lo pondré yo solo, no me rascaré, no tiene más complicación. —dijo Severus sentándose en la camilla, sabiendo que le iba a ser demasiado complicado no intentar hablar con ella otra vez si le estaba curando, cada vez que pensaba en ella se le inundaban los ojos y no quería que ella le viera tan débil.
—Si fuera tan fácil no rascarse, no te hubiera inmovilizado el brazo, no creo que Madame Pompfrey me haya dado a mí este placer, porque piense que no sabes ponerte una poción curativa de simples instrucciones. —esas eran las primeras palabras que ella le decía en dos años, Severus le apartó la mirada.
—Es igual, me aguantaré, he soportado cosas peores, tu querido novio me ha entrenado bien—ahí estaba su lengua venenosa otra vez, sabía que lo de ellos no tenía arreglo, pero no quería fastidiarlo aún más. — en serio, vete por favor. — Lily, hizo de tripas corazón, se estaba imaginando que él no quería que ella le curase porque bajo la camisa estaba la marca tenebrosa.
—Siempre has sido un terco. —dijo Lily acercando un taburete y sentándose frente a Severus.
—¿Y tú no?
—Sí, y ya deberías saber que soy más terca que tú y que, por tanto, no me voy a ir.
—Era por ahorrarte mi compañía, es obvio que estás incómoda, nunca he necesitado a nadie por lo que, mejor ahorrarte el mal trago que te toca por ser prefecta.
—¿Olvidas quien ha estado contigo en la enfermería casi cada dos semanas cada año? —preguntó ofendida, cada vez que él se peleaba con James o Sirius ella se quedaba con él en la enfermería hasta que la echaban por el toque de queda.
—Por supuesto que no, pero eso se acabó en quinto, lo que tú pareces olvidar es quien me dejaba y me deja en la enfermería. —apretó los dientes del dolor—desinmovilizame para que me pueda poner eso ya, me duele mucho.
—Ah, por favor…—Lily decidió que si veía la marca no debía reaccionar ni mirarle, recordaba que si le había vuelto a dirigir la palabra era porque había una chica moribunda que seguramente fuera familia o quizá novia de Severus a cargo de la mitad de los merodeadores, y que tenía unas heridas y hechizos oscuros que no sabían remediar y que podría valerles una condena en Azkaban. Remangó la camisa de Severus y no había absolutamente nada: sin darse cuenta, dio un respingo de alivio muy sincero.
—¿Qué esperabas ver? —Por primera vez en dos años sus ojos se encontraron, Lily no sabía muy bien qué decir, se sentía contenta, pero a la vez dudaba de si le había ofendido.
—Hay muchos rumores. —Lilly ungió sus dedos en el tarro de color amarillo y empezó a aplicarlo sobre el brazo de su ex amigo.
—Rumores empezados por Potter y Black…—dijo con amargura, mordiendo su labio para aguantar la picazón.
—Y reforzados por tu conducta, las palabras que empleas y los amiguitos con los que te juntas.
—Si tu enemigo no te tiene algo de miedo, no te respeta.
—Qué encantadora frase motivacional, ¿te la ha enseñado Lucius Malfoy? ¿El hombre que encarga el trabajo sucio a los demás porque es incapaz de despeinarse por nada?
—Por lo menos si pelea lo hace solo, no con 3 secuaces.
—No es necesario ir en grupo, ni tener la misma edad, para ser el secuaz de Lucius, Severus. —se quedaron en silencio, él la miró con una mezcla de dolor y nostalgia. —¿qué pasa?
—Nada…que hace tiempo que no decías mi nombre.
—¿Es tu nombre no? —dijo restando fingidamente importancia a ese hecho. Volvieron a quedarse en silencio, Severus luchaba por aguantar la comezón pero se revolvía para intentar rascarse mientras Lily le sujetaba. El silencio le hacía centrarse más en ello y a ella perder tiempo. —¿Cómo está tu madre? —A Severus le cambió la cara y ella no supo interpretar el significado.
—Casada con un maltratador imbécil, como siempre.
—Me refería a…cómo está de salud. —el chico encogió los hombros. —¿No sabes cómo está tu madre?
—No he sabido nada últimamente, supongo que no tiene ganas de hablar.
—Pero…la habrás visto…la última vez que supe de ella tenía viruela de dragón.
—Ah, sí, la superó. —dijo sin más.
—Mi madre dice que ya nunca se la ve en el mercado.
—¿Por qué ese repentino interés en mi madre? Si te importaba tanto podías haberte pasado a saludarla alguna vez, dudo que hubiera abierto la puerta porque por esa puerta solo entro yo o mi padre, y ninguno le gusta así que…
—Eso es mentira, Eileen te adora. —Severus rio irónicamente. —y claro que me importa, pero daba por hecho que le habrías contado que no nos hablábamos y lo normal sería que no hubiera querido verme. Ya tiene suficiente con tu padre, no quería hacerla sentir peor.
—Es igual…de todas formas ya no….me manda cartas y en casa es como…si no estuviera—Severus no iba a contar que se había marchado y le habían abandonado, no quería resultar más patético, siendo que ni siquiera su madre le quería.
—Lo siento por eso…
—¿Tu hermana ya te habla? Hasta donde supe te había retirado la palabra por regalarle algo de Hogsmade.
—Oh, no, para nada y menos desde que salgo con James, lo odia.
—¿Quién iba a pensar que tu hermana y yo estaríamos de acuerdo en algo?
—A ti también te odia.
—¿A quién odia más? —Lily lo pensó en serio, Petunia le había llegado a decir que "prefería al otro monstruito" refiriéndose a Snape porque "ya se había acostumbrado a su fea cara y al menos no era un imbécil que se creía guapísimo y maravilloso."
—A James, tú solo le das miedo y todo lo que le da miedo lo odia. —Lily untó la segunda capa de medicación. —Lily pensó en como reconducir la conversación a lo que quería. — He pensado que su cumpleaños está cerca, ¿sabes donde compró tu madre la pulsera que siempre lleva? Creo que a Petunia le gustaría.
—Es una pulsera de protección, la fabricó ella, te lo dijo en mi casa, no es la primera vez que preguntas eso.
—¿Y no es posible que la vendiera?
—¿Para que nunca proteja a nadie que no sea de su sangre? Lo dudo. — Severus se había empezado a enfadar, tantas preguntas de su madre no le hacían ni pizca de gracia ¿acaso se había enterado de algo y quería decirle que lo sentía o quería darle el pésame porque había salido su esquela en el periódico?
—¿Y tú podrías quitársela y hechizarla para que protegiera a alguien que aprecias, aunque no sea de tu sangre? —Severus frunció el ceño, Lily bajó la mirada y sumergió los dedos de nuevo en el tarro.
—Con el hechizo adecuado, supongo que sí.
—¿Y hay alguien…especial a quien se la darías? ¿Alguien…que quisieras proteger….como….una buena amiga o….una novia?
—¿Te estás riendo de mi? —preguntó enfadado.
—No, la pregunta es de verdad.
—¿Qué si tengo novia? ¿eso preguntas?
—No he preguntado exactamente eso….
—Mi única buena amiga actualmente es Narcissa Black y ella no necesita que la protejan de nada y si tuviera novia no te incumbe y no entiendo la razón de que quieras saber eso.
—Maldita sea—bufó Lily—solo quiero saber si habría alguien a quien aprecias lo suficiente para dársela. —Se quedaron en silencio, la cara de Snape cambió a preocupación.
—A ti— Lily se detuvo en la aplicación del ungüento y miró a Severus anonadada.
—¿De verdad a pesar de todo…me la darías a mi?
—¿Potter te está maltratando? ¿Te está haciendo daño? Si ha osado tocarte un pelo te juro que lo mato y hablo muy en serio, me da igual acabar en Azkaban.
—No…no…nada de eso….
—Lily mírame— Lily lo miró conmovida, apretó la mano de su antiguo amigo en señal de tranquilidad.
—Te juro por lo que quieras que James nunca me ha hecho ningún daño, de ningún tipo. —se quedaron de nuevo en silencio, Severus no entendía nada y Lily no sabía cómo decir lo que le preocupaba sin decir la verdad— aunque….
—¿Aunque qué? —dijo preocupado, Lily se levantó y tal como le había prometido a James, comprobó que Sirius estaba inconsciente y que nadie les escuchaba.
—Aunque…me ha metido en un lio muy grande—Severus levantó una ceja ¿todas esas preguntas e interés eran para pedirle algo? Su actitud cambió, por una parte sentía que había habido una conexión con Lily y no quería perder eso, pero por otra, le resultaba hipócrita como despreciaba sus prácticas y a la hora de tener un problema acudía a él. Estaba contrariado.
—Imagino que tiene que ser muy grande para que, con lo que me odias, te plantees recurrir a mí. —Las facciones de Lily se endurecieron, por un rato se olvidó de su objetivo, eso le había dolido.
—Yo no te odio, nunca te he odiado, parece mentira que digas eso con lo que hemos pasado.
—Y con lo que hemos pasado, dejaste de hablarme dos años, me disculpé contigo de todas las maneras posibles, no quisiste ni verme cuando en verano fui a tu casa a tratar de arreglar las cosas en privado, no abriste la puerta ninguna de las veces que intenté verte, no abriste ninguna de mis cartas y lo sé porque si las hubieras leído, no hubieras preguntado por mi madre porque ya lo sabrías todo, y para colmo, después de todo eso, te prometes a Potter, quien me ha hecho la vida imposible desde antes de empezar el colegio.
—Salir con James no fue porque yo te odiara a ti, salí con él porque ha cambiado y lo del compromiso se ha sacado de contexto, pero ese es otro tema, no abrí tus cartas ni te contesté porque no puedo ser amiga de alguien que desprecia u odia mi origen y comparte las ideas de que habría que eliminar a la gente como yo…lo siento pero eso es insano.
—Yo jamás te haría daño ni permitiría que te lo hicieran.
—¡No se trata de mi Severus!—Lily se contuvo y bajó la voz—Se trata de esas ideas, si tuviera un hijo tus amiguitos querrían matarlo, mis padres son muggles ¿recuerdas? Esos que te han acogido en su casa tantas veces, que han intercedido con tu padre, que han permitido que pasaras veranos enteros en mi casa con tal de no ir al infierno que es la tuya. A ellos los matarías…los muggles no son todos tu padre, igual que los hijos de muggles no son todos yo, de nada me sirve que me protegieras a mi mientras te enorgulleces de que irías a matar a los demás que son como yo. Si te doy asco por mi origen, entonces no me discrimines para salvarme del resto, porque si un día nos capturaran no querría que intercedieras por mí, sería la primera en ir a morir con los demás.
—No….no es eso…no me das asco y tus padres tampoco….maldita sea, no lo entiendes, no todo se trata de eso, puedo…no estar de acuerdo con todo.
—Dudo que quien tú sabes te permitiera discrepar si estuvieras en sus filas.
—¿Y tú?
—¿Yo, qué?
—¿Tú estando en las filas de la Orden del pájaro no me perseguirías a mi o intercederías? ¿Se te permitiría discrepar sobre entregarme al ministerio y a Azkaban?—Lily calló y por primera vez pensó en que esa posibilidad podía ser muy real y no sabía que sentir.
—Intercedería por ti Severus, claro que sí, pero…si has cometido un crimen dudo que mis peticiones sirvieran de nada. La diferencia con aquellos con los que te juntas, es que irían tras de mí solo por existir, no por matar, torturar o perseguir gente.
—Solo por existir, ¿de qué me suena eso? Ah sí, es el motivo que tu novio y su novio respectivo dijeron que tenían para torturarme durante todos los cursos, mi existencia.
—Nunca los he justificado.
—Pero sí los has perdonado, les has permitido madurar mientras que unas palabras mías dichas en un momento humillante bastaron para acabar con todo lo que teníamos—se quedaron en silencio— Bueno, qué más da, de todas formas no tiene arreglo. — Lily reflexionó ¿tenía razón? ¿les había permitido madurara los demás, pero no a él? Pero él era su amigo y dijo eso, pero también se sentía humillado porque le expusieron ante todo el colegio, pero ya hacía tiempo que estaba cruzando líneas rojas y esa fue la señal. Sin preverlo, ella soltó unas lágrimas —Eh eh…no llores…no llores por favor, lo siento no te quería hacer llorar—dijo agobiado.
—No fue fácil para mí tampoco Severus— dijo en voz baja pero aun entre lágrimas— tenía la esperanza de que lo de las artes oscuras y los lemas racistas solo fueran una fase, creía que te juntabas con esa gente para tener un grupo, y porque te encanta que te adulen; eres un gran mago y eso te lo hacen saber constantemente pero…cuando dijiste eso, me di cuenta de que…yo no quería ver en lo que te estabas convirtiendo y lo siento pero muchas veces me dijiste que fuera egoísta…y tuve que serlo para protegerme.
—¿Protegerte de mí? Antes que herirte me suicidaría, te lo juro—dijo dolido.
—Protegerme de tu futuro….no quiero ver cómo te conviertes en un mortífago, no quiero ver cómo te detienen y te meten en azkaban, no quiero ver como el ministerio ordena que te maten y si para eso no he de sentir más que rencor y enfado por ti….pues….lo prefiero, es egoísta, pero es mucho más fácil que estar a tu lado y ver cómo te malogras. —Severus no respondió a eso, le conmovía saber que no le odiaba, que sufría por él y que no quería que le hicieran daño, pero sus motivos no eran correctos. Él no se iba a malograr, iba a ser grande, pero ella no podía verlo, estaba cegada por el miedo y el desconocimiento, Voldemort ya les había dicho, según Lucius, que no habría ninguna guerra, ni matanzas, que todo esto era similar a un partido político, pero el Ministerio estaba muy podrido y había que restaurarlo, se trataba a los magos como ratas, tenían que estar escondidos porque si no los muggles los cazaban como cazaron brujas en otros lugares. No era justo someterse a personas inferiores y no se iba a matar gente inocente, solo a aquella que pretendiera perseguirlos y echarles de merienda a las fauces de Barty Crouch.
—Eso no pasará, tranquila.
—Eso dices tú, o eso te quieren hacer pensar—Lily siguió curando a Severus calmándose para no seguir con ese tema, le dolía demasiado. Severus decidió dejar el tema y preguntar por algo que había llamado su atención antes de esa confesión.
—¿Cuál era el lío ese en el que Potter te ha metido? —Lily entonces recordó el por qué de todo eso, la chica, James, la pulsera de Eileen…
—Ah, eso…sí…—Lily volvió a comprobar que Sirius no estuviera despierto todavía— James y los chicos han…han encontrado a una chica está…está muy herida y…seguramente muera si no…logro curarla.
—¿Están idiotas? ¿Saben lo que es la enfermería? ¿San Mungo les suena de algo?
—No…no es tan simple…—las lagrimas le vinieron de nuevo, sentía mucha presión por el destino de esa chica, su novio, sus amigos y ella misma—la han encontrado en la casa de los gritos y ellos suelen ir allí….yo no sé curarla…sus heridas son….enormes y….nada funciona, Peter y Remus se han quedado con ella curándola de forma muggle pero….no va a funcionar.
—¿Has dicho la casa de los gritos? —preguntó Severus, Lily asintió. —¿Sabes lo que hay en esa casa?
—Sí, lo he sabido hace unas horas y también sé que tú lo sabes y por qué nunca me dijiste nada y por qué James fue diciendo que te salvó la vida.
—Al fin alguien lo sabe, el maldito Dumbledore me prohibió decir nada, pero si ahora se ha cargado a una chica, hay que entregarlo, es un peligro para la sociedad.
—Es mi amigo….y eso que le pasa no es culpa suya…y además hay heridas que…no sabemos si las hizo él o…los demás…
—¿Los demás? ¿Cómo que los demás?—Lily se levantó de nuevo y se acercó al oído de Severus, desvelándole lo que le había prometido a James que él no diría.
—No es posible… ¡no! ¡sobre todo el zopenco de Petigrew! ¿Cómo se emborracharon en ese estado? ¿qué no saben el peligro que es para todo el mundo? ¿Cómo van a ser ani…
—Chsss—lo silenció Lily.
—Un momento…—sonrió maliciosamente—¿ser eso…no registrado no es un delito que se castiga con azkaban?
—Sí…y aunque sé que te encantaría verlos pudrirse allí, te pido que no los delates.
—¿Porque encarcelarían a tu novio? —preguntó irónico.
—Porque te lo pido yo—la sonrisa de Severus se borró de inmediato—Y si eso no es suficiente motivo…piensa que saberlo y no denunciarlo se castiga con la misma pena, y si los delatas…yo confesaría, así que yo, iría a Azkaban con ellos.
—Que tú me lo pidieras era suficiente, parece mentira que con todo lo que hemos pasado aún no lo sepas. — Lily sonrió ligeramente, agradeciendo en sus adentros que James estuviera equivocado con Severus y ella no.
—Gracias—Severus asintió sin mirarla.
—¿Y por qué no puedes curarla? Las mordeduras de ya sabes qué se curan con díctamo e infusión de ajenjo o con un encantamiento de desinfección y costura, a menos que haya sido el lobito en cuyo caso será una herida normal y podrá echarse novia. —Lily decidió ignorar eso último y prosiguió.
—Es lo que he intentado…pero hay algo más…y es por lo que… te había preguntado lo de la pulsera…
—Me he perdido Lily
—Esa chica….tiene heridas de magia oscura…al intentar curarla han surgido unas corrientes negras, y al revisarlas he encontrado….la pulsera de tu madre en su muñeca….y no lo entiendo.
—Eso….eso es imposible…—dijo Severus asustado.
—Lo mismo pensaba yo…hasta donde recuerdo no tenéis más familia…Peter intentó quitársela pensando que eso le estaba haciendo daño, ya sabes, por las maldiciones que tienen algunos objetos si son robados, pero lo repelió, por lo que la pulsera la protege, pero…no permite que la curemos y te prometo que esas heridas no son…de animales, no todas al menos. —Severus intentó pensar en algo pero nada le sonaba lógico.
—Bueno ya estoy de vuelta, menos mal que hemos intervenido antes de llevarlos a San Mungo—interrumpió Madame Pompfrey, haciendo que los chicos quedaran en silencio—Oh vaya, ya ha terminado señorita Evans, vuelvo a decir que es una gran ayudante, la aplicación es perfecta. En el futuro, el profesor Slughorn se plantea instalar un grifo de ungüento en la sala de pociones, estos accidentes ocurren mucho, pero tenemos que encontrar la forma de que no pique, aún lo estamos desarrollando.
—¿Ya podemos irnos? —preguntó Severus, la enfermera secó el ungüento con la varita y lo vendó con una tela azul.
—Ahora sí, vuelvan a clase—Severus tomó a Lily de la mano y se marcharon de la sala.
—Llévame a verla, todo esto…es muy extraño ¿estás segura de que era la pulsera de mi madre?
—Al cien por cien—Severus y Lily fueron hasta la casa de los gritos. Cuando aparecieron, Remus y Peter se quedaron descolocados al ver a Snape.
—Lily, Snape te ha seguido—advirtió Peter encontrando la única explicación lógica.
—Me ha traído ella pedazo de imbécil. —respondió con desprecio Snape, no dando crédito al hecho de que ese inútil fuera animago.
—¿Te contamos algo tan fuerte y lo primero qué haces es contárselo a tu ex? James se pondrá furioso, ese nos va a vender al Ministerio—dijo Peter con indignación.
—¡No es mi ex! Y si a James no le gusta cómo arreglo vuestro maldito desastre tendrá que aguantarse, hasta donde yo sé, nuestras únicas opciones hasta ahora, son dejarla morir o llevarla a San Mungo para que nos encarcelen a todos ¿Cuál os gusta más Peter?—se enfrentó Lily
—¿De verdad no vas a decir nada? — le preguntó Remus a Severus mientras Lily discutía con Peter.
—Por ella, no por vosotros, aunque si no dije lo tuyo cuando Black me trajo aquí, es porque Dumbledore me lo prohibió, eres un peligro para todos los alumnos.
—No es que piense diferente, ciertamente. —admitió Remus—sino ella seguramente no estaría aquí. — dijo señalando a la chica herida. Severus no contestó, que Lupin era el más "bueno" de los 4 cafres lo sabía, pero no era un santo, él se quedaba mirando mientras los otros le humillaban, era tan culpable como ellos. Snape se arrodilló y miró a la chica herida. Le resultaba familiar pero no sabía por qué, era una chica demasiado guapa como para que le hubiera dirigido la palabra alguna vez, pero parecía demasiado frágil para haber formado parte de sus círculos conocidos. La pulsera la examinó de todas las formas posibles, Lily tenía razón, era la de su madre pero mucho más vieja y sucia, ni siquiera había reparado si su madre se dejó la pulsera en casa cuando lo abandonaron o se la llevó, desde el día en el que volvió a casa y todo estaba vacío salvo su armario no volvió a entrar en la habitación de su madre.
—Lily, tenías razón, es la pulsera que decías — dijo en clave, si los otros hubieran sabido que era la pulsera de su madre no se habrían sorprendido de verle.— y las heridas…son de artes oscuras.
—¿Entonces no las hemos hecho nosotros? —preguntó Remus.
—No…a menos que sepáis más que yo sobre artes oscuras. — dijo Snape con superioridad.
—¿Puedes curarlas? —preguntó Lily con miedo.
—Puedo, pero antes hay que comprobar una cosa…y eso tendrás que hacerlo tú.
—¿De qué se trata?
—Hay… algunas…sectas o subespecies de cultos oscuros en el mundo mágico que hacen…rituales…y lo que esto me sugiere es algo parecido a los vampiros de Siberia ¿recuerdas ese libro verdad?
—Oh dios mío no…—dijo Lily conteniendo las náuseas
—¿Qué es eso? ¿De qué habláis? —preguntó Peter
—En tercero Severus y yo hicimos un trabajo para runas antiguas, solo había que traducir el texto que nos dio la profesora pero Severus encontró el libro del que provenía y lo tradujimos todo, resulta que hay unos vampiros en Siberia que…secuestran a las mujeres embarazadas y, le succionan casi toda la sangre, después desgarran el vientre, se comen al bebé y rellenan el vientre con los huesos del niño y piedras " sagradas", todo mientras está viva, después las dejan morir desangradas y esa sangre se las dan a los niños de sus clanes "para fortalecerlos".
—Qué asco—dijo Remus.
—Bueno, tendrás que subirle el vestido para comprobarlo, no tenemos tiempo para lecciones de historia—dijo Severus atajando la conversación. Lily respiró y mientras los tres chicos apartaban la mirada, se dispuso a ver las heridas que tenia la chica en el cuerpo.
—Nada…—dijo Lily vistiendo a la chica de nuevo.
—¿No? —preguntó extrañado Snape
—No, solo…algunos signos de pelea y moretones pero…dudo que esta chica haya estado embarazada o que le hayan desgarrado el vientre, no tiene nada parecido. ¿Se te ocurre otra cosa?
—Que sea una bruja que ha jugado con magia oscura y le haya rebotado, pero las mordeduras…no cuadran o quizá estaba secuestrada, la atacaron con magia oscura y consiguió salir, pero la pulsera…
—Repele la magia…—dijo Remus— es imposible curarla así, de la forma muggle hemos contenido la hemorragia pero…poco durará
—No toques la pulsera si no quieres que te duela la espalda—advirtió Peter.
—Tengo que quitársela, pero es muy posible que la esté manteniendo con vida y si se la quitamos colapse. —Lily asintió, Severus tuvo una idea— cuando lo haga, petrifícala y que estos dos contengan las heridas más grandes presionándolas como muggles. A la cuenta de tres...
—¿Y después?
—Después la curaré como sé hacerlo, pero esos segundos son cruciales—Peter y Remus miraron a Lily desubicados, no se fiaban de Severus, para él que saliera mal sería lo ideal.
—Haced lo que dice chicos, no tenemos otra opción—todos se posicionaron donde Severus indicó.
—Uno, dos, y tres—Severus retiró la pulsera, la chica empezó a convulsionar
—¡Petrificus totalus!— el movimiento paró, Peter y Remus no se movieron del sitio.
—Vulnera sanentum— la sangre volvió a sus heridas, Severus repitió el hechizo seis veces más hasta que el cuerpo de la chica se curó.
—Menos mal…—respiró Lily aliviada.
—Despetrifícala —ordenó Severus, Lily lo hizo, la extraña dio un respingo profundo y abrió los ojos, tenía unos pocos espasmos aún. Snape la incorporó un poco haciendo que la nuca de la chica se apoyara en su brazo—Eh, eh… mírame ¿estás bien? ¿quién eres? —la chica empezó a cerrar los ojos.
—No te duermas, despierta por favor, queremos ayudarte ¿necesitas que avisemos a alguien?— Dijo Lily arrodillándose para hablarle.
—Papá…—pronunció la chica en voz muy baja, desmayándose a continuación.
—Oh, maldición. — se quejó Lily —¿Cómo vamos a saber quién es su padre si no sabemos quién es ella?
—Igual creía que Snape era su padre, solo hay que encontrar un señor que se le parezca—Concluyó Peter.
—Por supuesto Petigrew, esa será tu misión, hazle una foto, ve por el mundo a encontrar un señor que se me parezca y le preguntas si tiene una hija perdida—dijo Severus con sarcasmo.
—Lo ha dicho con buena intención Sev—se traicionó Lily, no había dicho su nombre abreviado hacía mucho tiempo.
—Si Snape fuera su padre ella sería mucho más horrible o su madre tendría que ser una Veela ciega—dijo una voz desde el umbral de la puerta, James había regresado. — Lily amor ¿podemos hablar? —preguntó James queriendo privacidad. Lily miró a Severus de vuelta
—No le hagas caso, intenta que se despierte otra vez, en seguida vuelvo. — Lily salió de la estancia y cerró la puerta que los separaba. —¿Qué pasa?
—¿Qué hace él aquí? Habíamos acordado que hablarías con él, no que lo traerías aquí—reclamó nervioso.
—¿Y cómo querías que la curara?
—Bajo sus indicaciones, pensaba que le ibas a preguntar sobre artes oscuras y curar sus efectos y que él te diría como.
—¿Y pretendías que curase artes oscuras con unas directrices en un pergamino sin haberlo hecho nunca? Para eso era mejor que os entregase al ministerio, nos habríamos ahorrado tiempo.
—¿Sabe lo que somos?
—Sí, ya te dije que se lo iba a decir.
—Mierda Lily, nos va a delatar.
—No lo hará, se lo he pedido yo.
—"Se lo has pedido tú" ¿Y eso qué importa? En cuanto te des la vuelta correrá a delatarnos.
—No es cierto
—¿Cómo lo sabes?
—Porque confío en él.
—No hablarás en serio, ¿te ha hecho una imperius?
—Sí James, me ha hecho una imperius y nos ha salvado el culo a todos para guardar las formas ¿te estás oyendo?
—¿Y tú? Es un mortífago por el amor de Merín.
—No lo es, lo he visto, y dicho sea de paso ¿Cómo querías que hablase con él si resultaba tener la marca y lo exponías? Me parece que a quien le puede el odio por el otro sobre mí, es a ti, no a Snape.
—¿Y eso de llamarle "Sev"?¿Acaso volvéis a ser amigos?
—No Potter quédate tranquilo—contestó Snape abriendo la puerta—y muchísimo menos después de saber que teníais planeado enviarme a la enfermería y engañarme ¿Eh Lily?
—No…Severus no es lo que piensas. — dijo Lily sintiéndose fatal.
—Olvídalo—Severus bajó las escaleras rápidamente y se desapareció al principio del pasadizo.
—¡¿Ves lo que has hecho?! ¿Cómo no has insonorizado la conversación?, ah…—Lilly bajó las escaleras y James la detuvo.
—Déjalo irse, ya tenemos lo que queríamos de él, la chica está a salvo y es cuestión de esperar a que se despierte para preguntarle. — Lily se soltó.
—No puedo creer lo que dices, espero que sean tus celos hablando por ti.
—¿Celos? ¿De ESO?—Lily negó con la cabeza, conocía a su novio y todo eso eran celos; al igual que Severus, se desapareció al final del pasadizo, salió de él y vislumbró a Severus un poco más adelante.
—¡Severus espera!—este se giró pero siguió andando—¡Por favor, deja que te lo explique!—Él no quería saber nada, pero ella no se rindió. Lily corrió y se puso delante de él.
—Lo he oído todo.
—Lo sé….lo siento…tiene una explicación…
—Ahórratela, ya he visto hasta donde llegas por Potter.
—No sabía cómo hablar contigo.
—¿Ser amigos desde los 9 años no te daban una pista de lo que odio las mentiras?
—Sí, mira…si te hubiera abordado en un pasillo para decirte que quería hablar contigo hubieras esperado otra cosa y…ni yo misma se explicar cómo ha pasado todo esto…pero todo lo que te he dicho en la enfermería ha sido verdad. No te he llevado bajo un pretexto falso. Sí, quería que me ayudaras porque tú eres el único con conocimientos de artes oscuras que sería capaz de ayudarme en algo así sin…poner en peligro a quien me importa porque a pesar de todo, sé que te importo. Sé que puedes pensar que me he aprovechado de eso, pero…
—¿Pero….?
—No lo sé, al llevar la pulsera de tu madre me…me preocupé y..
—Voy a preguntarte algo ¿de no llevar esa chica la pulsera de mi madre hubieras intentado lo mismo? Porque tendrías que salvar a Potter y curar a esa chica igualmente y seguirías sin saber curar ese tipo de heridas—Lily reflexionó
—Es verdad….—Lily se avergonzó— Severus, le amo y cuando tú ames a alguien sabrás que harías lo que fuera por esa persona, incluso traicionarte a ti misma…sé que no es justo para ti porque llevamos dos años sin hablar y…lo primero que hago es acudir a ti al necesitar tus conocimientos pero…de alguna forma…sabía que podía contar contigo.—A Severus le destrozó oir eso, "LE AMO" "Cuando ames a alguien…." Ni siquiera se daba cuenta o no quería verlo; él la amaba y como un idiota, aunque directamente se lo hubiera pedido, la hubiera ayudado, aunque eso significara ayudar también al imbécil que tenia por novio.
—Yo no dejé de ser tu amigo ni de hablarte a ti, solo he respetado lo que tú querías para ambos, quizá por eso sabías que contabas conmigo.
—Quizá…—respondió dolida, ella no lo hizo por gusto.
—¿De verdad confías en mi Lily? ¿O lo has dicho para que Potter se tranquilice?
—De verdad confío en ti Sev…te confiaría mi vida, sé que por mi…eres más leal que cualquier Hufflepuff y más valiente que cualquier Gryffndor, supongo que es lo bueno de que seas Slytherin…con los vuestros…sois así.
—No soy con nadie como soy contigo, ya deberías saberlo.
—Lo sé…—se quedaron en silencio—Por favor…quédate conmigo, no te vayas, descubramos quien es esa chica, y qué relación tiene contigo o con tu madre.
—Mi madre me importa un knut Lily.—dijo sentándose en una roca, apesadumbrado.
—Eso no es cierto, ¿por qué dices eso?
—¡Porque me abandonó el año pasado!¡Llegué un dÍa a casa y ya no estaban, fui a tu casa porque estaba desesperado porque no la encontraba, te necesitaba, te mandé cartas y nunca respondiste! —Lily se cubrió la boca y empezó a llorar, a continuación, se arrodilló y abrazó a Severus. —No sé qué ha sido de ella ni por qué hizo eso…
—Lo siento… lo siento, no lo sabía, perdóname, jamás me hubiera negado a ayudarte a buscarla—Severus la abrazó de vuelta y también lloró. —La encontraremos, te lo prometo… ¿vale?
—No quiero saber nada de ella, se fue con él, y me dejó a mí, la protegí siempre y se marchó, nunca fui suficiente, nunca lo he sido para nadie.
—Eso no es verdad…—dijo entre lágrimas mirándolo, deshaciendo un poco el abrazo. —Para mí, eras un amigo genial…
—No lo suficiente para seguir en tu vida, ni lo suficiente para…que…me…quisieras...
—¿Para qué te …qué? —Severus la miró unos segundos, sus ojos lo decían todo, pero su boca no fue capaz.
—Para que me quisieras…perdonar— se corrigió—…porque me arrepiento todos los días de lo que te dije, porque sin ti mi vida terminó de irse a la mierda. — Lily mordió su labio y la emoción pudo a su razón.
—Te perdono…—tomó las manos de él y las llevó a su cara—¿Me oyes? Te perdono…todo…
—Lo haces por pena…no porque lo sientas…—dijo retirándole la mirada, avergonzado.
—Esto también me dolió a mi, tú te quedaste solo pero yo también…y hoy he comprobado que incluso a pesar de saber lo que has sabido estás ahí… y eso es lo que hacen los amigos.
—Te echo de menos Lily…—dijo Severus con la voz compungida.
—Y yo a ti Severus—Él la volvió a abrazar como hacía tiempo que no podía, la amaba, la amaba tantísimo que dolía, ella, su bondad, su sinceridad, sus ojos, su pelo, su perfume, todo en ella era maravilloso pero su corazón no le pertenecía a él, si no a James Potter y eso era demasiado duro de aceptar, por lo que, debería mantener las distancias por el bien de ambos, no quería recibir una paliza de ese anormal y no quería que sus nuevos amigos hicieran demasiadas preguntas y vieran que ella le importaba tanto que la consideraran una distracción.
…..
…
Volvieron a la casa de los gritos, ambos querían estar cuando despertara la chica y preguntar por la pulsera, pero allí solo esperaba James, mirando a la ventana.
—¿Y la chica? —preguntó Lily al no ver a nadie —¿se ha despertado? ¿Se ha ido?
—No, la he trasladado a un hostal de Hogsmade, he supuesto que necesitará una cama y una ducha para cuando despierte, además no lleva varita, si fuera muggle estar aquí le asustaría y creo que es mejor que de su existencia solo sepamos nosotros.
—Estoy delante Potter, por si no te has dado cuenta—dijo Snape.
—Lo sé Snape, te incluía en el "nosotros"
—¿En serio? —preguntaron a la vez.
—Sí, Remus se sentirá culpable de no saber qué pasó para que llegara aquí y creo que no se cree que no le llegara a hacer nada, no quiero que haga ninguna heroicidad y Peter es muy torpe guardando secretos y me preocupa que lo pueda contar si está nervioso o tiene miedo.
—¿Los has desmemorizado?—Preguntó Lily.
—Sí, por su bien, uno tiene que ser el que se sacrifique por el grupo, y no va a ser Remus porque lo encerrarían por ser quien es, Peter no aguantaría un interrogatorio y Sirius está en la enfermería, si algo pasa, yo seré el responsable, mi padre tiene dinero y buenos abogados, ellos no. Tú Lily, si despierta seguramente seas en quien confíe primero, ya te ha visto, y quizá solo sienta confianza de contar lo que le ha pasado a otra mujer y Snape la ha curado y la pulsera que le quitó era de su madre, es justo que descubra por qué.
—James no deberías haber hecho eso…desmemorizar tiene riesgos y tú anoche estabas castigado…no hiciste nada.
—A mi me parece bien—dijo Severus.
—¿En serio? ¿Ahora os ponéis de acuerdo?—ante su silencio Lily puso los ojos en blanco— de acuerdo, vamos al hostal—James tomó de la mano a Lily y Lily de la otra mano a Severus. Los tres se desplazaron a una pequeña pensión al final del pueblo, austera pero encantadora. La chica se encontraba arropada en la cama de una habitación.
—Hay algo que no entiendo de todo esto…—dijo James, sacando un pergamino— Esto se te cayó cuando te fuiste Lily, es un horario de Slytherin de séptimo curso pero hubiera sido imposible coincidir en pociones si fuera ese el horario. Pertenece entonces al colegio, pero está relacionada con Snape…porque si no él no le habría quitado la pulsera, y no tiene varita. Algo se escapa.— Snape cogió el horario y confirmó lo que James decía.
—No, de hecho es un horario un poco extraño, no es la letra de Dumbledore y los horarios suelen aparecer al principio de curso en la sala común, no con los alumnos. Además Slytherin comparte la mayoría de clases con Gryffindor, no con Ravenclaw.
—A mi se me ha ocurrido una posibilidad, es un poco extraña pero…puede ser la más "lógica"—ambos chicos se quedaron expectantes—¿Y si tu madre tenía otra hija con algún mago y no hubiera dicho nada por protegerla? Quizá…supo que ocurría algo malo, le dio la pulsera para protegerla, le escribió tu horario como se acordaba para que te buscara pero algo salió mal, hubo una pelea…y ella se transportó al lugar más cercano que pudo, o la transportaron…
—¿Dices que esta chica podría ser mi hermana? — preguntó Severus extrañado.
—Son demasiadas cosas…voy a hacer un té, igual con el olor se despierta y nos lo cuenta—dijo Lily hechizando la tetera de la habitación.
—Bueno…solo así tendría sentido que tú pudieras quitarle la pulsera y ella llevarla puesta…o quizá sea una prima porque no te dijeron la verdad de tu familia, eso a veces pasa, hay hermanos que dejan de hablarse, luego pasa algo y sorpresa tienes más familia.—teorizó James. Tras un rato de teorías y conversación infructuosa empezaron a hablar de como despertarla, de hechizos y pociones que podían hacer efecto pero nada de lo que podían hacer o tenían a mano funcionaba.
—¿Y la legeremancia?—propuso Lily.—eres bueno en esa disciplina, quizá averigüemos algo…y sepamos quien es su padre o quien puede despertarla.
—¿Sin que esté despierta? No sé hacer eso— dijo Snape— hay pociones para eso, pero ni siquiera sé cómo se hacen.
—Lo peor que puede pasar es que no ocurra nada—acotó James encogiéndose de hombros. Severus sopesó que eso era cierto, sacó la varita y apuntó a la chica.
—Legiemerens— Se concentró muchísimo, atravesó una niebla gris hasta que finalmente pudo ver algo, su mente se inmiscuyó en ese pequeño círculo y de pronto todo pasó muy rápido. Un hombre de pelo largo y túnica negra diciéndole que la iba a proteger y una mujer rubia de ojos azules eran aventados a un circulo de protección "eres mi padre y no voy a permitir que mueras", un chico que parecía James Potter abrazándola, una pelirroja que le pedía que volviera con ellos, una mujer guapísima de pelo morado que peleaba con ella suplicándole que recapacitara, un hombre rubio parecido a Lucius Malfoy sentado con ella en un circulo de sal, haciendo un hechizo, un chico que también parecía Lucius pidiéndole que le dijera la verdad, un pelirrojo besándola, una mujer de pelo rizado y negro que parecía desquiciada le hacia un cruccio, y un hombre de cara derretida le hacía daño, después de eso, una luz azul muy intensa y de repente, una corriente recorrió el cuerpo de Severus y fue aventado al otro extremo de la habitación.
—¡Severus!—Lily fue a auxiliarle—¿estás bien?
—Auch…mi espalda—dijo levantándose con dificultad.
—¿Qué has visto? ¿qué ha pasado? —preguntó Lily.
—He visto cosas muy extrañas, que está metida en algo turbio es lo único que he podido sacar en claro, pero no entiendo nada de todo lo que hay en su mente, pero sí es bruja, la he visto hacer hechizos.
—Hey…se ha despertado—dijo James. La chica se incorporó en la cama desubicada y confundida, Lily se acercó con precaución con una taza de té.
—Hola…¿Cómo te encuentras?—se sentó en la cama—¿Té?—La chica asintió y bebió un poco.
—¿Dónde estoy? —preguntó cansada.
—En un hostal de Hogsmade—respondió la pelirroja. —¿sabes dónde es?—la chica negó.—Un pueblo al lado del colegio de Hogwarts …—La desconocida se pasó una mano por la cabeza con molestia.— Yo soy Lily , él es James y él es Severus, él te ha curado.
—Encantada…y gracias—dijo con voz débil.
—¿Cómo te llamas? —preguntó Severus, la chica lo miró confundida y parpadeó un par de veces sorprendida.
—No…no lo sé, no me acuerdo…
