THE DARK DEMON HUNTER

Capítulo 17 "Rating Game Parte 2"

Durante varios días estuve muy pensativa en lo que debería de suceder ahora mismo. A veces me quedaba largas horas trabajando en gestionar las actividades de los distintos clubes de la academia. Saber que mi arduo trabajo, provocó que fuera la encargada de vigilar la ciudad de Kuoh me daba una gran satisfacción por ver los avances que eso tendría en mi reputación como heredera del clan Sitri, a parte que aunque soy la presidenta del consejo estudiantil, Eso no me da las respuestas que necesito con respecto al caballero de mi amiga Rias. Lo sé, es extraño que me llame la atención un individuo que no tiene ningún tipo de Sacred Gear consigo, pero eso no significa que sea completamente un inútil. Desde que lo vi por primera vez en el club de lo oculto, luego de tener ese pequeño altercado con mi peón, supe en ese momento, que ese chico tenía algo oculto consigo, no por nada Rias lo habría reencarnado como su segundo caballero a su servicio. Honestamente, durante los días que pasaron y en varias ocasiones que pude ver a ese chico, me percaté que el séquito de mi amiga, parecía que no les importara su bienestar o al menos entablar una pequeña amistad con él. La verdad no lo entiendo muy bien, normalmente Rias es muy cariñosa con cada uno de los sirvientes a quienes reencarna en demonio, pero '¿Por qué con Issei Hyoudou es diferente? ¿Será por qué no posee nada que lo haga especial? ¿O tal vez es ignorado por lo especiales que se ven sus hermanos a comparación suya?' Bueno es mejor que no le de muchas vueltas a ese asunto, la verdad es que se reconocer el potencial cuando lo veo y Hyoudou Issei tiene algo que lo hace especial, pero eso no viene en forma de Sacred Gear sino que es otra cosa, puede ser que mi juicio este en lo correcto y Rias sea solamente una tonta al no notarlo. La verdad es que si él recibiera un entrenamiento adecuado, podría llegar a ser un excelente caballero y un buen guerrero. Es esa la razón que decidí comprar esa espada. Quiero saber si estoy en lo correcto con respecto a ese chico o si tanto solo me equivoque al respecto, bueno pronto voy a saberlo y esperaré a que demuestre su habilidad si es que la tiene.

— Disculpe Sona Kaichou ¿Se encuentra bien?

Decía Tsubaki un poco confusa, ya que su rey se encontraba algo pensativa durante algunos minutos y no había prestado atención a los últimos minutos del inicio del Rating Game desde que había hablado por el micrófono. Sona, quien había vuelto a la realidad cuando fue sacada de sus pensamientos, giro su mirada hacia su reina.

— No es nada Tsubaki, solo estaba pensando en si Rias tendría oportunidad de ganar, eso es todo.

Diciendo la primera excusa que se le vino a la cabeza, Sona decidió no prestarle más importancia al asunto que tenía que ver con el peli castaño conocido como Issei.

— Será mejor seguir observando el Rating Game.

Volviendo a mirar a los monitores que mostraban a las distintas piezas de ambos clanes, Sona se enfocó inicialmente en el monitor que mostraba al castaño conocido como Issei, patrullando los alrededores del viejo edificio, donde este parecía ser que se mantenía expectante de no recibir ningún tipo de emboscada por parte de alguna de la sirvientas de Riaser, pues, aunque él había hecho caso a las órdenes de Rias, eso no evitó que comenzara a caminar sin rumbo alrededor de toda la escuela denotando que le daba igual que sucediera con él o su rey. Dando un pequeño suspiro, Sona Sabía que por el momento el castaño no se enfrentaría en contra de ningún oponente y decidió observar las acciones de las demás piezas de su amiga, mirando el monitor donde se podían ver tanto al Yuuto como Katsumi, los cuales parecían estar cerca de un espeso bosque, cerca de los alrededores del viejo edificio, colocando trampas con la ayuda de su familiar en los árboles y arbustos procurando que fueran lo suficientemente visibles como para ser notado, pero no lo suficiente para que fuera obvio de que eran parte de una trampa mayor.

— Bien, creo que con eso será suficiente.

Decía Kiba Estando algo orgulloso por la sorpresa que le darían a las piezas de Raiser, ya que eso lo hicieron con la finalidad de evitar que los peones de su oponente, consiguieran llegar al viejo edificio.

— Ya que todo está listo, lo único que nos queda es esperar.

Nuevamente Kiba habló, pero está vez, sus palabras eran dirigidas hacia su compañera Kastumi, quien hasta ese momento se encontraba mirando su mano muy pensativa en si su poder sería suficiente para poder derrotar a Raiser y por ende, demostrar lo fuerte que era.

—Katsumi San ¿Estás bien?

Preguntaba Kiba un poco confundido por la actitud rara de su compañera, haciendo que Katsumi al mismo tiempo de escuchar esas palabras, giró en dirección de la voz que la llamaba, para después dar un suspiro en señal de aburrimiento.

— No es nada, solo estaba pensando si tendré la oportunidad de golpear a ese tal Raiser en la cara.

Decía la castaña de forma arrogante, mientras tenía una expresión de molestia por saber que tendría que esperar por su tan ansiado combate. Kiba que escucho esas palabras, tenía una pequeña gota de sudor cayendo por su cabeza, mientras se reía por la actitud imprudente de su compañera.

En otro lugar no muy lejos de donde se encontraban Kiba y Katsumi,

En el club de lo oculto.

Después de que la mayoría de los miembros del séquito Gremory se hayan marchado de la sala, Rias comenzó a caminar hacia uno de los asientos que se encontraban en el centro de la sala, para después tomar asiento, dejando algo confundidos a Asia y a Katashi, quienes la observaban de manera extraña, ya que su presidenta, parecía no tener ningún rastro de preocupación o sentimiento en sus acciones desde que todos habían abandonado el salón del club de lo oculto.

— Disculpa Katashi San, la presidenta no te dio órdenes a ti.

Dijo Asia en un susurro dirigido hacia su compañero de clan, quien, al percatarse de ese hecho, se dio cuenta que ella tenía razón. En ningún momento su rey le había ordenado nada y solo lo ignoró por un breve periodo de tiempo, como normalmente lo hacía con Issei. Pero esos pensamientos por parte del Hyoudou mayor no duraron mucho cuando Rias de un momento a otro giró su cabeza en su dirección haciéndole una ceña para que se acercara. Señalándose a si mismo haciendo una cara de no entender nada, Katashi se mantenía sereno al saber si su presidenta lo llamaba a él.

— Acércate un momento Katashi Kun.

Estando aún más sorprendido que antes, Katashi caminó en dirección de Rias sentándose a su lado, donde nuevamente le hizo otra ceña para que recostara su cabeza encima de sus esculturales muslos.

— Recuéstate aquí.

Con un sonrojo notable, esa simple acción por parte de su rey, le hicieron tragar saliva por lo nervioso que se encontraba al recordar la noche en que ambos tuvieron una ligera noche de intimidad, donde Rias lo sedujo hasta tal punto, que Katashi no pudo resistirlo más e iba a ceder ante las intensas provocaciones de su rey, no hasta la llegada de Grayfia, quien arruinó todo el momento intimo entre ambos. Sin perder más su tiempo, Katashi realizó lo pedido por su ama, recostando su cabeza entre los muslos de Rias, quien no perdió más el tiempo y canalizando toda su aura demoníaca, comenzó a recitar un hechizo en voz baja mientras cerraba sus ojos y acariciaba la frente de su peón. Lentamente y sin terminárselo de creer, una sensación reconfortante y extraña invadió todo el cuerpo de Katashi, logrando que una cálida fuente de magia recorriera cada centímetro de su cuerpo, formándose una extraña luz de color rojo carmesí alrededor de su cuerpo, al mismo tiempo que se sentía más fuerte.

— ¿Qué es esta sensación? es muy suave y relajante, pero siento que me estoy haciendo más fuerte.

Poco a poco y a medida que la luz iba desapareciendo, el rostro de Katashi se volvía a uno más pálido por sentir ese enorme incremento de energía que se hizo presente de un momento a otro, que si no estaba mal, parecía que estuviera teniendo una sobredosis en forma de poder mágico, lo cual hizo que cayera al suelo de nueva cuenta mientras jadeaba del cansancio casi al punto de vomitar su cena.

— Cof Cof ¿Qué rayos fue eso?

Lanzando una pregunta en voz alta, sin decírsela a nadie en específico, Rias prefirió explicarle a su peón lo que sucedía con su cuerpo lo antes posible.

— Es normal que te sientas de ese modo Katashi Kun.

Cruzando sus piernas con una clara sonrisa en su rostro, Rias continuaba.

— En este momento he removido la magia restrictiva que utilicé en ti, esa es la razón por la que te sientes algo enfermo, pero no te preocupes, ese efecto no dura mucho y en 5 minutos te sentirás mucho mejor.

Decía Rias demostrando el claro desinterés de la salud por la que pasaba su peón a estas alturas, mas cuando Katashi la escuchó, casi quería llorar por sentirse por un momento, como un pequeño conejillo de indias, pero decidió no protestar con respecto a ese tema, porque, aunque se sentía que podría caer enfermo, eso no significaba nada con respecto al incremento masivo en su fuerza, que si lo pensaba bien, no se hubiera imaginado que tenía tal fuerza contenida.

— Me siento devastado y no creo estar en condiciones de combatir, pero...

Haciendo una ligera pausa, se levantó del suelo con algo de dificultad para mirarse las manos mientras las abría y cerraba para comprobar algún tipo de cambio.

— No sabría como describirlo, pero es como si un gigante poder, hubiera despertado dentro de mí.

Regocijándose y estando algo recuperado del inesperado incremento de energía, Katashi comenzaba estar aún más contento por saber que era más fuerte de lo que en realidad era. Asia quien estuvo expectante de esa situación no dijo nada, hasta que se sentó a un lado de su rey para salir de una pequeña duda que tenía.

—Disculpe Rias Sama ¿Qué fue lo que hizo?

Rias escuchando a su pequeña alfil, se decidió por responder.

— Solo quité algunos sellos dentro de él, para que pueda maximizar su fuerza y poder mágico, de esa forma tendrá mayor oportunidad para enfrentarse a Raiser o a alguna de las piezas de su séquito.

Entendiendo bien a lo que refería, hacia se encontraba algo contenta por su compañero, pero todavía se sentía algo preocupada por Issei, preguntándose si de verdad estaría bien.

En otra parte, no muy lejos del viejo edificio, se encontraba Akeno sobre la rama de un árbol, donde entre sus manos, esta invocaba lo que parecía ser su familiar, donde la peli negra lo arrojó al aire explotando en una pequeña cortina de humo, que al dispersarse, se mostraba que ya no se trataba de solo un familiar, sino que se había convertido en 6 copias del mismo de distintos colores y al instante de aparecer se dispersaron rápidamente en todas direcciones. Poco a poco, alrededor de todo el edificio del club de lo oculto, un aura morada casi invisible se hizo presente recubriendo toda la zona, dando a entender que el familiar de Akeno había creado dicha barrera.

Cambio de escena, salón del consejo estudiantil

Tomando una taza de té junto a su reina Tsubaki, Sona se mantenía inexpresiva y expectante de cada uno de los movimientos que realizaban los dos diferentes clanes que se encontraban participando en el encuentro. Por el lado del séquito de Rias, lo que parecía hasta el momento, es que habían optado por una estrategia más defensiva que ofensiva, teniendo en cuenta que aunque ambos clanes ya poseían cada uno la totalidad de sus piezas de ajedrez, lo cierto es que Raiser tenía una mayor cantidad de esclavos consigo a diferencia de Rias, quien había utilizado los 8 peones de su juego, para reencarnar al portador del Dragón emperador rojo, lo cual desencadeno que si el mayor de los hermanos Hyoudou fuera derrotado, entonces eso significaría que Rias perdería literalmente la mitad de sus piezas, dejándola en una clara desventaja. Este hecho hizo que Sona, a pesar de ser la referí designada para transmitir el juego a las familias involucradas, eso no significaba que quisiera que su amiga ganara el juego, para si impedir que tuviera que casarme con ese sujeto Raiser. No lo demostraba, pero estaba algo preocupada por su amiga, ya que su prometido hasta ese momento, no había perdido ninguno de los juegos en los que participó, logrando que un pequeño dolor de cabeza se hiciera presente en ella. Mientras que Sona y Tsubaki terminaban sus tasas de té, su atención fue desviada al centro de la sala del club, donde un círculo mágico de color plateado se formaba lentamente y brillaba con un claro resplandor blanco, la sirvienta y esposa del Maou Lucifer hacía acto de presencia.

— Grayfia Sama ¿Qué la trae por aquí?

Sona habló hacia la Maid peli plateada, quien respondió ante su pregunta.

— Vine a petición del Maou Lucifer, para observar todo el desarrollo de la pelea, espero no le importe.

— No será mucha molestia, ahora mismo tanto el séquito de Rias como el de Raiser han empezado a movilizarse.

Acercándose poco a poco a las pantallas de donde se podían apreciar las acciones más relevantes por parte de ambos clanes, Grayfia se comenzaba a preguntar si este encuentro sería lo mejor, para que su cuñada lograra ganar en contra de un demonio que hasta el momento no había sido derrotado.

— Parece que la señorita Rias Sama ha optado por una estrategia defensiva alrededor del viejo edificio, mientras trata de tomar el control del gimnasio de la academia, pero me preocupa el hecho de que su reina al colocar una gran barrera al rededor del viejo edificio, debió de haber consumido gran parte de su poder mágico.

Grayfia habló, resumiendo perfectamente todos y cada uno de los movimientos que había realizado Rias con sus sirvientes, pero aparte de eso, mencionó un hecho que era muy importante durante el combate. Ese hecho, era que Akeno convocó una gran barrera al rededor del edificio del club, que a pesar de haber utilizado a su familiar para esa tarea, era bien conocido por parte de los demonios, que esos seres al realizar un contrato con un humano o cualquier ser sobrenatural, estos para convocar sus poderes, consumen a su vez la energía mágica de su contratista, generando que el aura de Akeno haya disminuido en gran media o al menos esos eran los pensamientos de Grayfia, los cuales no pasaron desapercibidos por Sona y Tsubaki, quienes dieron un fuerte suspiro.

— Es verdad que la magia de Akeno se redujera por invocar esa barrera, pero me preocupa más el hecho de que la falta de sirvientes de Rias le de una clara desventaja en el combate. Si analizamos bien, la falta de experiencia de los hermanos Hyoudou y de la monja puede causar su pronta derrota.

A continuación, Sona refutó las palabras de la Maid con un tono serio, agregando un hecho tan obvio como lo era la falta de experiencia de todo el séquito Gremory. Nadie Dijo nada, solo hasta que pudieron notar como las torres Gremory comenzaban a acercarse al gimnasio de la academia, estando muy cerca de la entrada.

— Parece que finalmente ambos clanes se enfrentaran.

Decía Tsubaki en voz alta, mientras señalaba dos monitores en el que estaban ambas torres Gremory y en otro, 4 chicas del séquito de Raiser, también parecían querer hacerse con el gimnasio.

Con Rias.

Sentada en el amplio sillón en el centro de la sala del club con las piernas cruzadas y una mirada seria y decidida, Rias hablaba a través del pequeño comunicador que se encontraba en su oreja, dando órdenes claras y concisas a sus dos siervas que cumplían la función de torres.

— Una vez que entren al gimnasio, existe la posibilidad de que las piezas de Raiser quieran apoderarse de ese terreno, así que estén listas para pelear en el peor de los casos.

— ¡Si!

Tanto Koneko como Asami respondieron al mismo tiempo, siendo que Koneko habló con una voz firme y decidida, pero por parte de la castaña pequeña, su voz se sentía nerviosa y con dudas ante lo que tenía que hacer. Estando algo indecisa de lo que debería de hacer, su expresión vaciló por unos momentos, hasta que Koneko la hizo sacar de sus pensamientos dándole una pequeña orden para que dejara los nervios.

— Vamos Asami Chan.

— ¡¿Eh?! ¿Qué? ah si, ya voy.

Caminando a un lado de su compañera peli blanca, ambas torres Gremory ya se encontraban al frente de la puerta de entrada al gimnasio, preparándose mentalmente para entrar.

— Yuuto, Katsumi ¿Están listos?

En ese momento Rias preguntó hacia su caballero y alfil si ya se encontraban listas las trampas alrededor del viejo edificio de la academia.

— Si, presidenta.

Ambos hablaron al unisonó, dejando en claro que ya todo estaba en orden, mientras que ambos comenzaban a esconderse entre los arbustos con la finalidad de no ser descubiertos antes de tiempo.

— Akeno se paciente y espera el momento indicado.

Akeno que estaba parada sobre el edificio del club actuando como vigía, esperaba a que el enemigo se comenzaba a mover.

— Si, presidenta.

Akeno habló con su tono de voz juguetón tan característico de ella. En ese momento, después de que Rias terminara de darle órdenes a sus sirvientes, se levantó de su asiento con las piernas separadas a la altura de sus hombros, con una mano en su cintura y la otra al frente, teniendo una sonrisa de confianza y mirada decidida habló inflando su pecho con orgullo.

— Llegó la hora. Comiencen las operaciones, mis queridos esclavos. Nuestro enemigo está liderado por el inmortal heredero del clan Phoenix, Raiser Phoenix. No muestren piedad.

Cuando Rias terminó de hablar, todos los miembros del séquito Gremory comenzaron a movilizarse rápidamente hacia sus posiciones, esperando que llegara el momento de actuar. Por otro lado, Issei quien se encontraba apartado y alejado tanto del gimnasio como del viejo edificio, se mantenía recargado encima de la rama de un árbol, donde trataba de permanecer quieto al no recibir ninguna orden por parte de su rey, aparte de servir como vigía a la espera de que se acercaran miembros del séquito Phoenix. Issei escuchando las palabras de Rias, no pudo evitar pensar que su tono de voz, junto a la arrogancia que se percibía de ella, era claro que su ego estaba por las nubes.

— Creo que es más tonta de lo que pensaba ¿Cómo pretende que derrotemos a alguien inmortal? incluso si vence a sus piezas, dudo que él pierda en un combate abierto.

Decía Issei en sus pensamientos, mientras reía por lo bajo, sabiendo que su ama era tan solo una testaruda sin remedio.

Con Koneko y Asami.

Ingresando en el interior del gimnasio, cerca de la tarima, ambas torres intentaban mantener el factor sorpresa, a la espera de que las sirvientas del clan Phoenix hicieran acto de presencia. Estando en la densa oscuridad del gimnasio, sus ojos cambiaron a una de impresión cuando al segundo siguiente, las luces de aquel lugar se encendieron, donde al mismo tiempo la voz de una de las sirvientas del clan Phoenix se hacía presente.

— Sabemos que están ahí, esclavos Gremory. Salgan de una buena vez.

Sin terminárselo de creer, Asami se encontraba algo sorprendida porque ambas fueron detectadas muy fácilmente, pero eso no preocupó a Koneko, quien se levantó del suelo y caminó hacia el frente, donde la castaña no perdió el tiempo y comenzó a seguir a su compañera.

— ¿Dos Torres? Su rey debe estar muy confiada al enviarlas a ambas.

Decía la chica que se encontraba en el centro, mostrando que se trataba de una joven bien dotada de origen china, con pelo de color negro hasta los hombros y ojos azules verdoso. Su pelo tiene dos bollos al estilo chino en ambos lados de la cabeza, mientras que en la frente cuenta con un flequillo en forman de V. Su traje consiste en una vestimenta de color azul marino con detalles de color oro, tiene una banda color blanco en el estómago y un par de zapatos negros de tacón bajo.

— Yo soy Shui la torre.

Ahora la chica era conocida como Shui miembro del clan Phoenix.

— Yo soy Mira, un peón.

Ahora se presentó, la otra chica conocida como Mira de cabello color azul y los ojos de color marrón claro, con un peinado de coletas. Su traje consiste en un Haori blanco con un Obi rojo, y lleva un happi como abrigo de color rojo. Lleva bandas en los antebrazos y en las canillas. En los pies lleva un par de zori.

— Y nosotras somos Kira y Meru las peones.

Por último, hablaron las dos chicas que parecían ser gemelas, ambas de cabello corto color turquesa, sus ojos azules como brillantes zafiros y de pieles pálidas. Vestimentas similares a las de los uniformes de educación física de la academia y a sus espaldas, portaban un morral, siendo de colores azul claro y rojo.

Estando los rivales frente a frente, el duelo de miradas entre ambas partes se hizo notar palpablemente, donde no paso mucho tiempo, hasta que Koneko acomodando sus guanteletes con huellas de gatito en ellos, dio un paso al frente de manera retadora.

— Asami Chan, ocúpate de los peones. Yo me encargo de ella.

La castaña que escuchó las palabras de Koneko, la miró algo extrañada por sus palabras, mientras que seguía con la mirada la delgada línea de visión que iba claramente hacia la chica que estaba en el centro de sus oponentes, siendo que Shui entendió al instante a que se refería la torre Gremory y se puso en posición de combate al tiempo que mencionaba unas palabras.

— Interesante, demuéstrame de lo que eres capaz de hacer, sirvienta del clan Gremory.

Cuando Shui terminó de hablar, se arrojó en contra de Koneko, quien al mismo tiempo realizó la misma acción donde ambas dieron un fuerte puño que hizo estremecer toda la habitación, denotando la increíble fuerza que tenían ambas piezas con rango de torre.

— Lo sabía, tu fuerza es comparable a la de una reina ¿Me equivoco?

Mientras que ambas chicas mantenían sus brazos extendidos chocando sus puños, donde la una y la otra peleaban por ver quien poseía más fuerza, Koneko decidió hablar tratando de salir de una duda bastante evidente dentro de ella.

— Veo que te diste cuenta, pero si quieres vencerme, necesitaras más que fuerza bruta para derrotarme.

En ese preciso instante Shui realizando un rápido movimiento hacia el frente dejando de aplicar fuerza en su brazo, permitió que Koneko ganara el choque entre ambas, para hacer que se descontara por unos momentos, para lograr tomarla del cuello de su camiseta y realizando una llave la azotó contra el suelo de nueva cuenta, pero esto no fue problema para Koneko, que utilizando sus piernas y brazo izquierdo, evitó ser golpeada, para después realizar un rápido giro mandando una fuerte patada al rostro de Shui, quien esquivó a duras penas el golpe que la rozo y cortándola en el acto, dejándole un pequeño hilo de sangre saliendo de su mejilla. Ambas chicas volvieron a recomponerse después de ese pequeño intercambio, siendo que Koneko había logrado lastimarla, aunque fuera un poco, lo cual hizo enojar a la torre Phoenix.

— Bien, que empiece el Round 2.

Nuevamente ambas se arrojaron la una contra la otra intercambiando golpes certeros, siendo que Shui constantemente por medio de su magia, enviaba fuertes y certeras patadas envueltas en fuego tratando de conectar una a Koneko, quien comenzó a esquivar y bloquear las contantes patadas de la torre Phoenix, teniendo en cuenta que no le resultaba difícil para ella combatir de esa manera, ya que en el pasado se había enfrentado a numerosos adversarios molestos y Shui no era la excepción. Golpe tras golpe y patada tras patada la desesperación por hacerle daño a su adversario, paso por la cabeza de Shui que por un momento y por descuido, cometió la tremenda equivocación por mandar un puño certero al rostro de Koneko, quien fácilmente lo esquivó, colocándose a un lado suyo y por ende dar un giro de 360 grados cargando un poderoso puñetazo en el abdomen de Shui, donde la peli negra lo recibió de lleno haciéndola caer al suelo sujetándose fuertemente.

— Cof Cof, rayos, eso sí me dolió.

Colocándose de pie con algo de dificultad, trataba de recuperar el aliento gracias a que el fuerte puñetazo le sacó casi todo el aire de sus pulmones, logrando que se quedara estupefacta por la fuerza que tenía la torre Gremory. Koneko sin importarle este hecho, volvió a arrojarse en contra de Shui con el objetivo de evitar que se recuperara. Por otro lado, Se encontraba Asami siendo fuertemente golpeada en todo el centro de su abdomen, resultado de vara de madera que tenía Mira entre sus manos. El fuerte choque provocó, que Asami fuera arrojada con fuerza en contra del muro del gimnasio, agrietándolo al instante de hacer contacto, pero, aunque el dolor en su estómago lo podía sentir completamente en cada rincón de su cuerpo, lo cierto es que su estado como demonio le proporcionaba una mayor resistencia al daño. Recuperándose con dificultad, levantaba sus manos a la altura de sus hombros tomando una posición de combate a la espera que la chica en frente suyo comenzara a atacarla de nueva cuenta. Mira que tenía una leve sonrisa en su rostro, observaba la tenacidad de su contrincante, notando al instante que esperaba un ataque por parte suya y como si fuera poco, se decidió en darle el gusto de atacarla nuevamente. Arrojándose en contra de la pequeña Asami, lanzaba su vara de madera rápidamente hacia el estómago, pecho y piernas de su adversario, donde la castaña esquivaba con algo de dificultad sus golpes esperando una apertura que le diera al menos ventaja en la pelea. Siendo golpeada repetidas veces a manos del arma de Mira, Asami comenzaba sentir como sus músculos y extremidades empezaban a doler por recibir todos esos golpes.

— Vamos vamos, lo estás haciendo demasiado fácil para mí.

De un último golpe en el estómago de Asami, una onda de choque se mostraba saliendo de ella, denotando la fuerza con la que Mira imprimió su ataque logrando que diera una sonrisa arrogante por creer que finalmente la había derrotado, pero la realidad era completamente distinta, ya que, al intentar apartar su vara de madera, está parecía no moverse de ninguna forma.

— ¿Ya terminaste? Bien, ahora es mi turno.

Levantando su mirada, Mira pudo ver que sus ojos estaban llenos de una gran determinación en ellos y antes de que pudiera reaccionar, Asami que había tomado la punta de la vara con su mano derecha, a unos centímetros de que está la lograra golpear, apartó su arma a un lado para después conectarle un poderoso golpe en todo el centro del estómago de la peón Phoenix sacándole casi todo el aire por la fuerza que le proveía la pieza de torre. Nuevamente otro golpe por parte de la castaña se hizo presente, pero esta vez, se dirigió hacia la barbilla de la chica levantándola en el aire para a continuación, dar un salto en el aire y golpear su mejilla con toda la fuerza que tenía, estrellándola contra el suelo, creando una telaraña de grietas por las baldosas del pavimento. Cayendo al suelo respirando de manera agitada, Asami no podía creerse lo que había hecho. A sus ojos había logrado derrotar a una de las sirvientas del equipo contrario haciendo que admirara y agradeciera el entrenamiento que recibió por parte de Koneko. Estando distraída por unos leves segundos, no se percató que detrás de ella, las figuras de dos chicas peli verdes se mostraban imponentes con unas ligeras sonrisas en sus rostros. Por raro que pareciera y por un momento, un leve escalofrío se apodero de Asami, quien sintió un mal presentimiento apoderándose de ella, haciendo que girara lentamente su cabeza notando a ambas chicas detrás suyo, donde la pesadilla se volvió real, cuando dos moto cierras cargadas y listas, empezaban a rugir gritando por tomar su cabeza. Toda esa escena parecía como la de una película de terror, cuando dos asesinas peli verdes perseguían a su víctima, siendo esta Asami.

— No te escapes de nosotras.

— Solo queremos despedazarte un poco, no huyas.

Decían Kira y Meru mientras perseguían a una inocente Asami, que comenzaba a recorrer todo el gimnasio dando vueltas una y otra vez tratando evitar, que aquellas moto cierras no la cortaran por ninguna parte de su cuerpo. Utilizando los movimientos en artes marciales que Koneko le había enseñado los días de entrenamiento, a duras penas conseguía evitar que aquellas chicas se le acercaran, quienes parecían tener un deseo por ver correr su sangre por el suelo. Solo ese hecho la hacía sudar una pequeña gota de sudor por los nervios que sería ser asesinada. Estando acorralada por las peli verdes contra el muro del gimnasio, parecía ser que las posibilidades de escapar, eran completamente nulas.

— Oigan no creen que deberíamos calmarnos un poco, no hay razón para pelear.

Estando con los nervios por los cielos, Asami habló, olvidándose por completo que se encontraba en un combate en el que debía ganar a toda costa. Tanto Kira como Meru que escucharon lo que había dicho, se miraron a ellas mismas por un momento algo confundidas, para después comenzar a reírse de manera juguetona en señal de burla hacia la castaña.

— No estarás hablando en serio.

— Lo único que queremos ahora es liquidarte, ¿No te parece eso grandioso?

Volviendo a reír de manera Juguetona, ambas chicas le demostraban nuevamente que sus intenciones son completamente hostiles, pero al mismo tiempo lo decían con un tono oscuro, como el de un asesino en serie. Cargando las moto cierras con más potencia que antes, tanto Kira como Meru atacaron a Asami para intentar cortarla por su abdomen, pero no contaron con que la castaña se agacharía rápidamente evitando el ataque, para después golpearlas en sus estómagos haciéndolas caer de nueva cuenta. Viéndolas en el suelo retorcerse del dolor, Asami sabía que no debería preocuparse mucho por ellas al menos hasta que se recuperaran del impacto de sus golpes, pero no fue así hasta que de un momento a otro y sin haberse percatado, un gran choque en todo el centro de su abdomen se hizo presente, arrojándola varios metros contra el suelo quedando boca arriba. Abriendo lentamente sus ojos sujetándose la zona del impacto, la mirada de la castaña estaba en el techo del gimnasio, de donde pudo notar lo que parecía ser una silueta con figura femenina que se acercaba rápidamente a ella. Su preocupación fue mayor cuando logró darse cuenta de que se trataba de un ataque. Antes del fuerte impacto que sacudió el suelo del gimnasio, Asami se hizo a un lado girando por el suelo que fue agrietado al instante. Colocándose de pie, vio con preocupación, como la chica conocida como Mira, ya se había recuperado de las heridas que ella le provocó.

— Tú, nuestra batalla aún no ha terminado.

Por otro lado, Koneko quien aún se encontraba en el intercambio de golpes con la torre Phoenix, empezaba a estar a la ofensiva en contra de Shui, quien trataba de resistir ante los constante golpes de enemigo, donde no le tomó mucho tiempo deducir que la torre Gremory, era en si una digna adversaria para ella. Constantemente Koneko que se jactaba de su buena defensa y resistencia sobrehumana, bloqueaba todos y cada uno de los ataques que recibía por parte de Shui, realizando diferentes contraataques que ibas desde fuertes puñetazos, pero no descuidaba en ningún momento las acciones de su adversaria, pues aunque sabía que tenía una mayor oportunidad de ganar esa contienda, lo cierto es que lentamente comenzaba a recibir daño principalmente en sus brazos, que comenzaba a tener unos ligeros tonos rozados. Aguantando poco a poco el dolor de las patadas de Shui, Koneko sabía que, si no hacía algo rápido, podría llegar a ser derrotada, pues esto ya se estaba volviendo en una pelea de desgaste.

— Toma esto.

Shui gritó, enviando una patada cargada con magia de fuego hacia el rostro de Koneko, que al intentar bloquearlo, no pudo resistir la fuerza que ella había impreso en su golpe provocando que Koneko fuera lanzada contra el suelo, donde Shui no perdió más su tiempo y enviando una patada en forma de martillo ascendente trataba de terminar con el combate de una vez por todas, pero no contaba con que Koneko lograría bloquear su ataque, utilizando sus últimas fuerzas, haciendo que ambas comenzaran a batallar por quien poseía más resistencia.

Con Asami.

Siendo golpeada constantemente por las peones Phoenix, Asami se encontraba contra las cuerdas estando muy adolorida por cada rincón de su cuerpo, la razón, la fuerza de la peón conocida como Mira era demasiada casi llegando al nivel de una torre, pero todo empeoró cuando las otras dos chicas con moto cierras se unieron a ella continuando con la arremetida.

— No pareces estar en condiciones de seguir peleando, será mejor que te saque del juego ya mismo.

Mira habló mientras le asentía con su cabeza en dirección de Kira y Meru quienes entendieron a que se refería y solo se hicieron a ambos lados de la castaña sujetándola de ambos brazos para que le fuera imposible moverse. Estando atrapada, Asami solo pudo sentir como varios y constantes ataques que iban desde su rostro, pecho y piernas le generaban un intenso dolor que tuvo que aguantar durante varios segundos.

Golpe tras golpe, una poderosa fuerza bruta era notable en cada uno de los ataques de Mira que hacían que sus otras dos compañeras comenzaran a reír por el lamentable espectáculo que daba la castaña. En ese momento y antes de que Mira diera el último golpe que acabaría con ella, las tres pudieron sentirlo por primera vez. Una fuerte sed de sangre y un aura de muerte que les generaba terror a cualquiera, lograba que las tres chicas se pusieran pálidas al estar tan cerca de Asami. Lentamente el sentimiento de estar en constante peligro, provocó que Kira y Meru dejaran de sujetar a la castaña y se hicieran al lado de su compañera, que tenía una mirada expectante por lo que sucedería a continuación. Poco a poco una gran masa de color negro y morado comenzaba a materializarse alrededor de todo el brazo izquierdo de Asami, llegando hasta la mayor parte de su rostro, recubriendo gran parte de su cara. Levantando su mirada, las peones Phoenix observaron con horror lo que parecía ser una fuerte aura nauseabunda y oscura, que lo único que transmitía eran deseos de muerte y destrucción haciendo que se preocuparan por ver ese intenso ojo color rojo carmesí que brillaba incesantemente mientras que lo que parecía ser una guadaña negra, se materializaba en la mano izquierda de la castaña. Lo siguiente que Mira, Kira y Meru supieron era que su oponente había desaparecido de su vista, donde no paso mucho tiempo cuando el gemido de dolor de las gemelas peli verdes se hizo presente, haciendo que Mira girara en su dirección observando cómo estas estaban en el suelo heridas de gravedad y semi inconscientes desapareciendo en un haz de luz.

¡Dos peones de Raiser Phoenix han sido eliminadas del juego!

La voz de Sona reverbero por toda la zona de combate haciendo que Mira se comenzara a preocupar por su bienestar, pero eso fue inútil, cuando nuevamente Asami desapareció y reapareciendo atrás de la chica, que sintió como una pequeña ráfaga de aire la sacudió, siendo que de un momento a otro ya tenía alrededor de 10 cortes en todas las partes de su cuerpo cayendo al suelo.

¡Un peón de Raiser Phoenix ha sido eliminada del juego!

Nuevamente la voz de Sona se escuchó por todo el gimnasio, llamando la atención de tanto Koneko como Shui, que se encontraban en un intercambio de ataques, no les fue muy difícil prestar atención a lo que había ocurrido, dejando sin palabras a una Koneko que al volver a sentir esa poderosa aura, la hacía sentirse en un peligro constante. Por otro lado, Shui, quien era la más sorprendida solo por debajo de Koneko, produjo un gemido mudo al sentir ese enorme poder, que si lo describía bien, se trataba más de un monstruo que de un demonio de clase baja. Sin ninguna opción más que pelear, se puso en posición defensiva teniendo como objetivo a ambas torres Gremory. Por un momento en el que se distrajo y miró en dirección de Koneko para después volver a Mirar a Asami, se percató que esta ya no se encontraba en su sitio original y solo sintió como su sangre comenzaba a reverberar por todo su cuerpo mientras caía al suelo lentamente, desapareciendo en un haz de luz.

¡Una Torre de Raiser Phoenix ha sido eliminada del juego!

Koneko que no logró ver el rápido movimiento de su compañera, comenzó a preocuparse cuando la vio tan cerca de ella y con ese ojo que se dirigía en su contra, comenzaba a preguntarse si debía escapar o pelear por su vida. Aunque fuera sí, lo cierto es que poco a poco el aura asesina que producía la castaña empezaba a desaparecer junto a la apariencia atemorizante que tenía y su guadaña. Cayendo al suelo jadeando por el cansancio, Asami se sujetaba la cabeza mientras escuchaba nuevamente los susurros de Rhaast. Siendo ayudada al instante por Koneko, el solo hecho de utilizar la forma oscura de su Sacred Gear, había provocado un buen aumento de velocidad y fuerza, pero todo gran poder tiene sus consecuencias.

— Asami Chan ¿Estás bien?

— Me duele mucho la cabeza, pero sí. Estoy bien.

Asami respondió, al mismo tiempo que se ponía de pie. Koneko al ver que ella se encontraba mejor, solo le hizo una ceña para que ambas abandonaran el gimnasio de la academia.

— Presidenta, el gimnasio está asegurado.

Koneko habló por el micrófono en su oreja, confirmando a Rias las buenas noticias.

— Bien hecho Koneko y Asami, ahora inicien con la siguiente operación. Ya saben que deben hacer.

—Si presidenta.

Ambas hablaron al mismo tiempo, donde no perdieron el tiempo y salieron del gimnasio de la academia.

Fin Capítulo 17