Bueno, es la hora de dar el resultado necesario para determinar cómo va este capítulo y el resto de la historia. El veredicto que doy es… (redoble de tambores)… La respuesta que recibí por PM es correcta. Aquí muestro el mensaje:
Poco antes del final del capítulo dice:
"donde antes estaba la rosa de los vientos, ahora había un rastro de adhesivo arrancado, y a la derecha de dicho adhesivo había una "N" marcada"
O sea, el norte está a la derecha, el sur a la izquierda, el este abajo y el oeste arriba. Teniendo en cuenta esto y que los números están puestos de esta forma:
1 2 3
4 5 6
7 8 9
el norte apunta al 6, el sur al 4, el este al 8, y el oeste al 2 (por eso era importante saber el orden de los números).
Teniendo en cuenta esto, he hecho una cuadrícula y la he girado para adaptarla a los puntos cardinales, quedando así:
3 6 9
2 5 8
1 4 7
Ya con esto hecho, ya podemos empezar a deducir. De la primera orden (o sea, el número) dice:
"Es necesario ponerla en su lugar, que está dirigida en dirección norte, donde el maestre espera pacientemente. No hay pérdida alguna. Una dirección sencilla para que tu primer paso sea seguro y puedas enfrentar los demás tranquilamente."
Por lo que dice, el primer número tiene que ser el 6.
De la segunda orden dice:
"requiere de tu máxima disposición para que cumplas con lo exigido. El bufón no está muy lejos de aquí, estando de hecho justo donde está a salvo de las flechas, las cuales no pueden apuntar hacia él. Ni siquiera tienes que salir de la zona central del reino, lo cual viene bien para cumplir rápidamente nuestro cometido."
Ya que las flechas apuntan todas hacia afuera (incluso las de NE, SE, NO y SO, la única opción posible es el 5. Además de que dice que "ni siquiera tienes que salir de la zona central del reino" y el 5 está en el centro, lo cual ayuda bastante.
De la tercera orden dice:
"Debes avanzar todo al sur que puedas"
Todo lo al sur que puedas es el 4.
"y después de eso desplazarte a la siguiente posición que se encuentra al este."
Eso es el 7.
"Pero recuerda no quedarte quieto, y avanza acto seguido dos colinas al norte"
Dos colinas significan dos teclas, así que es el 9.
"y sigue hasta la zona limítrofe en dirección oeste. Allí debe encontrarse el consejero, pero ten cuidado siempre con tu avance."
Esta ha sido la parte más difícil para mí y la que hace que dude más. Porque en dirección oeste hay el 6 y el 3. Y la "zona limítrofe" podría ser limítrofe al reino (el 3) o limítrofe a la zona actual (el 6). Y además dice "ten cuidado siempre con tu avance" como diciendo que tengas cuidado al avanzar demasiado, que no te pases, por lo que sería el 6... Pero en el 6 ya estaba el maestre, y esta orden es para el consejero... Cierto, no dice nada de que no puedan estar en el mismo sitio, por lo que podrían repetirse los números, pero no estoy seguro. Después de dudar mucho he decidido poner el 3, pero no lo tengo claro del todo.
Finalmente, de la última orden dice:
"Debes ir al sudoeste del reino a la brevedad posible."
El sudoeste es el 1.
"Es seguro que allí no se encuentre [...] Siendo así las cosas, guíate en dirección poniente, sin desviar tu dirección en todo momento."
... Pero ya estamos lo más a poniente posible XD
"Habiendo ido en esa dirección hasta el extremo del reino, pregunta por la dirección del panadero de la comarca, que allí es posible que te envíen a medio camino en dirección al noroeste."
No podemos ir más al noroeste, ya que ya estamos lo más al oeste posible, solo podemos ir al norte, y a medio camino desde el 1, es el 2.
"Detente allí, y luego desvía tu paso hasta donde está el que se asemeja al infinito en sus propias palabras, justo al borde del reino donde el conflicto empezó, que seguro lo puedes encontrar."
Esa indicación es la más fácil de todas. Es el 8.
"Te enviará dirección norte, sin lugar a dudas. Avanza hasta el lugar indicado"
En dirección norte desde allí es el 9.
"al llegar allí ve una milla al oeste"
Una milla es una tecla, así que es el 6.
"y estando allí corre al otro extremo del reino."
El otro extremo es el 4.
Así que, con esta solución, la combinación sería 6534. Y luego marcar 0 cinco veces, claro.
Aunque no estoy muy seguro del tercer número. Sigo pensando que podría ser un 6...
Oye, ¿y no se puede hacer que Harry marque una combinación, y si falla pruebe la otra? XD
O que Harry falle y Mami diga: "Espera, creo que sé dónde has fallado" y marque la correcta XD
Estaría bien, y que si no es 6534 prueben con 6564, jaja.
En fin, si no puede ser, mi respuesta sigue siendo 6534. Pero si no es esa y tienen oportunidad de marcar otra vez que prueben 6564 XD.
Por "zona limítrofe" sí que puede llegar a ser confuso a causa del tema de la interpretación. Originalmente quería retratar esa zona como límite del reino, lo que implicaba moverse todo lo posible al oeste, pero nuevamente, la interpretación. Puesto así, la respuesta que buscaba era 6534, pero igual 6564 es igualmente válido a causa de la ambigüedad del final de la tercera orden.
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I want a river full of love
I need an ocean full of love
I wanna cup that overflows, with love, although...
It's not enough to fill my heart
I want a barrel full of love, although, I know...
It's not enough to fill my heart
I want a river full of love, but then, I know...
The holes will still remain
I need an ocean full of love, although, I know...
The holes will still remain
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El hotel (II)
─ A ver, creo que sería algo así...
Harry empieza a presionar los botones según lo que le parecía que podría ser la clave indicada, según lo que había interpretado en el acertijo, aparte de incluir los ceros de rigor. Iba con algo de duda sobre si era realmente la clave que necesitaba, pero resulta ser la correcta, y un sonido sale de la caja registradora, aunque Harry y Mami no ven nada.
─ ¿Qué pasó? ¿Acaso la caja se ha atascado? ─ Mami mira los costados del aparato, no pudiendo ver nada fuera de lo normal.
─ No creo que sea eso. Debe ser otra cosa...
Harry empieza a retirar el cajón que estaba debajo de la caja registradora, y justo en eso ve una llave. La caja registradora había dejado caer esa llave en el cajón al momento de introducir la clave, y ahora Harry y Mami contaban con el acceso que necesitaban a la habitación del doctor Kaufmann.
─ Una persona lo suficientemente despistada y poco intuitiva no hubiera conseguido la llave ni aunque hubiese atinado a todos los números de la caja registradora ─ es la opinión de Mami mientras guarda la llave.
─ Ya lo creo. Estaba muy bien escondida.
Ya lo que tenían que hacer estaba resuelto, así que ellos dos no tenían razón para seguir allí. Ambos se van de ese lugar para ir en la búsqueda de la habitación 302, aunque iban siempre con la guardia alta. Daba igual dónde estuvieran, pues siempre había que estar atentos.
El camino que van haciendo por los pasillos del hotel es pacífico, hasta que tienen que salir de nuevo al estacionamiento del mismo. Tanto el ascensor como las escaleras estaban completamente bloqueados y sin posibilidad de desbloquearlos por cuenta propia, lo que obligaba a Harry y Mami a buscar una nueva alternativa justamente en el estacionamiento, donde vuelven a encontrarse con las bestias simiescas que los habían llevado hasta ese lugar al principio. Eran apenas dos, pero igual su presencia era una inequívoca señal de que Harry tendría que enfrentarlos con inteligencia y reflejos si quería salir de ahí junto con Mami. Los monstruos empiezan a avanzar hacia ellos, y Harry no pierde el tiempo para vaciar el cargador sobre ellos.
─ ¡Regresa, Mami, y sal cuando te lo diga!
Mami no quería separarse, pues se temía la posibilidad de que hacerlo implicara que acaben en planos completamente diferentes que los obliguen a enfrentar a los monstruos por su cuenta cada uno, pero también tenía en cuenta que Harry necesitaba hacerle frente a las criaturas sin tener que preocuparse por ella, por lo que al final no se lo piensa mucho y se devuelve, quedándose tras la puerta mientras oye atentamente los disparos. También miraba detrás de ella, en caso de que por un descuido fuera a ser sorprendida por algún monstruo.
Las balas cesaron, pero Mami no escucha nada más. Rápidamente le preocupa que aquello ocurriera porque a Harry le pasó algo malo, o porque de pronto cayera en el otro mundo de aquella ciudad. Pero a pesar de eso se ve obligada a confiar que Harry empezara a llamarla.
Un golpecito a la puerta, y Mami pega un grito mientras salta hacia atrás. La puerta se abre, y Harry se notaba algo pálido. Realmente tuvo sus dificultades para lidiar con los monstruos.
─ ¿Qué fue lo que pasó, Harry-san?
─ Que tuve algo de suerte. Eso fue lo que pasó ─ Harry invita a Mami con un gesto para que saliese de nuevo ─. Se mueven realmente rápido. Casi no logro detenerlos.
─ Y eso que hice lo que me dijiste y me mantuve apartada ─ Mami mira atentamente a las bestias que yacían tiradas en el suelo, con las extremidades tendidas y dando la impresión de que se podrían levantar en cualquier momento ─. Estas cosas realmente me aterran.
─ Lo mismo puedo decir. Enfrentarlos es un verdadero infierno.
Ambos siguen avanzando por el estacionamiento del hotel hasta que consiguen unas escaleras que no estaban bloqueadas. Era bastante oportuno conseguirlas, y tanto Harry como Mami se precipitan a subir. Siendo que la habitación a la que debían ir era la 302, suponían que debían buscar en el tercer piso. No había ningún problema con eso.
A mitad del ascenso se puede escuchar una respiración profunda y dolorosa que hace que Harry y Mami se detengan y traten de determinar de dónde salía ese sonido. Nada, así que tienen que seguir. El sonido de la respiración continúa, y encima da la impresión de que el ambiente estaba más denso. Parecía como si pronto fuera a haber un nuevo cambio de plano. Había que apresurarse.
El camino al tercer piso afortunadamente no contempla mayores obstáculos, pero no era excusa para relajar el paso. Tan pronto como llegan al tercer piso se apresuran a buscar la habitación 302. El doctor Kaufmann no daba señales de estar cerca de allí, lo cual suponía un alivio bastante leve.
Van revisando las habitaciones de una en una, apuntando lo mejor que podían con las linternas para estar seguros de encontrar la habitación que necesitaban. Llegan a la habitación 302, y Mami abre la puerta. Dentro de dicha habitación no se encontraba la gran cosa. Era como si el propio Kaufmann hubiese vaciado buena parte del lugar.
─ No cabe duda de que ese sujeto se quiere ir lo antes posible ─ Harry se adentra en la habitación y mira a su alrededor ─. No me puedo creer que simplemente estuviéramos aquí para perder el tiempo.
─ Tal vez no sea así ─ Mami señala una alacena, específicamente sus patas ─. Esta alacena fue movida. Nota los rastros que deja su movimiento en el suelo.
─ Ya veo... En ese caso debería empujar la alacena ─ Harry pone manos a la obra y mueve la alacena hasta abrir un paso que justo estaba escondido ─. Esto es...
La habitación secreta contaba con la iluminación necesaria como para prescindir de las linternas, lo cual era de agradecer para Harry y Mami. El centro de la habitación contaba con una mesa de madera en la que habían algunas botellas, todas llenas de un líquido rojo bastante peculiar, especialmente porque Harry lo había visto antes, y entonces saca la botella que Homura le había dejado antes de desaparecer.
─ Parece que hemos dado con un importante hallazgo, Mami. Hemos encontrado una importante cantidad de Aglaophotis.
─ ¿Y para qué querría el doctor Kaufmann algo así, Harry-san? No le veo demasiado sentido, incluso en el caso de que no tenga nada que ver con el culto de esta ciudad.
─ No puedo estar seguro de qué podría estar pasando, Mami. Lo único que tengo claro es que ese hombre...
─ ¿Qué están haciendo en mi habitación?
Harry y Mami se llevan un tremendo susto, viendo que Kaufmann estaba justo en la puerta, y se notaba bastante disgustado. En condiciones normales no generaba la más mínima confianza, y estando tan enfadado sólo daba mala vibra verlo. Harry retrocede un poco, no queriendo dar lugar a un conflicto innecesario.
─ Creí haberles dicho que se fueran de aquí. Parece que los adefesios que están allá afuera no les parece suficiente aliciente para que se vayan ─ Kaufmann se acerca a la mesa y agarra de forma brusca las botellas con Aglaophotis ─. No diré nada porque lograron correr aquella alacena, pues yo solo no podía hacerlo, pero igual no me parece sensato que hayan llegado hasta mi habitación sin mi consentimiento.
─ Sólo estaba buscando alguna pista para poder seguir adelante. Nuestra intención no es hacerle daño a nadie ─ intenta excusarse Harry.
─ ¡Mi habitación no es lugar para ponerse a husmear, y de cualquier modo no hay nada que te pueda ser de utilidad! ─ Kaufmann guarda las pequeñas botellas en su portafolios y empieza a irse de allí ─ Se los diré una última vez, váyanse de este lugar lo más pronto que puedan. Si aprecian sus vidas, lo más sensato que pueden hacer es hacerme caso.
Harry y Mami ven al hombre irse de allí dando fuertes zancadas hasta cerrar con fuerza la puerta. Mami mira con preocupación a Harry.
─ ¿Qué se supone que haremos ahora, Harry-san? Tal vez esa cosa nos podría salvar de los monstruos...
─ El problema es que todavía no estoy seguro de cómo usar realmente el Aglaophotis. Por más botellas que lograra tener en mis manos, no me serviría de nada de no tener noción sobre cómo y bajo qué circunstancias usarlo.
Mami no deseaba darle la razón a Harry, pero para su propio pesar no tenía alternativa. Igual pensaba que era algo terrible el no poder disponer de una mayor cantidad de Aglaophotis, que con algo de suerte lograrían darle el uso correcto para salir bien parados ante los monstruos más fuertes que les faltaba por sortear, que lo más probable es que todavía les quedase enfrentar a muchos monstruos más.
─ De todos modos todavía tenemos lo que Homura nos dio. Con esto al menos seremos capaces de avanzar un poco más por este camino ─ Harry pone una mano sobre el hombro de Mami para animarla un poco ─. Este camino todavía no se ha acabado, y no tenemos tiempo para estar lamentando los contratiempos.
─ Lo entiendo, aunque me siga generando dudas todo esto ─ responde Mami sin demasiados ánimos.
Era el momento de salir del apartamento, y efectivamente eso hacen. No había rastro alguno del doctor Kaufmann en las inmediaciones, por lo que, sea lo que sea que tuviera pensado hacer, el sujeto llevaba prisa. Mejor así, pues ese hombre no era demasiado confiable para el gusto de Harry y Mami.
─ Muy bien, vamos al parque de diversiones, Harry-san.
Salir del hotel no fue complicado, y el primer par de minutos en la calle resultaba calmado, si bien algo inquietante. La niebla no paraba de envolverlo todo, pero Mami sabía bien cuál era el camino a seguir gracias a su mapa. A mitad de camino aparecen finalmente los primeros monstruos, que eran las muñecas rotas que rápidamente ponen muy nerviosa a Mami.
─ Esas cosas... Vámonos, Harry...
─ No te preocupes, Mami. No van a detenernos.
Unos cuantos disparos, y las muñecas se deshacen mientras quedan envueltas en sangre, asqueando enormemente a Harry. Nuevamente se siente un ambiente tenso, mucho. Era una nueva señal de la pronta llegada del otro mundo.
Y esta vez no era un simple aviso. Empiezan a sonar unas alarmas de bomberos a lo lejos, y tanto Harry como Mami sienten que el suelo estaba temblando, para luego ver que ese mismo suelo empieza a transformarse, cambiando el pavimento por un enrejado infinito envuelto en sangre y óxido, y debajo de aquel nuevo suelo no se veía nada, dando la impresión de que ambos pendían sobre un precipicio sin fondo. Era un escenario infernal, donde la niebla cambia por la oscuridad que todo lo envolvía, y en ese momento suenan los parásitos con más fuerza que nunca.
─ ¿Qué significa esto, Harry-san?
─ Debemos estar cerca. Realmente nos estamos guiando por el camino correcto para llegar a Cheryl.
Empiezan a aparecer perros y criaturas aladas. Los parásitos sugerían que venían en importantes cantidades, y todas esas cosas van rumbo a ambos humanos. Era evidente que Harry no conseguiría vencerlos a todos aunque no se preocupara por Mami, por lo que la única alternativa que les podía quedar era irse de ahí lo antes posible. Pero incluso eso era harto difícil. Tanto los perros como las criaturas voladoras eran incansables en su empeño de darles caza. Por más que Harry y Mami corriesen con desesperación, era inevitable estar escuchando constantemente el aleteo de los monstruos voladores y las pisadas ligeras de los perros, que encima parecían ser más rápidos y feroces que antes. Harry llevaba a Mami de la mano todo el camino, sabiendo que podría dejarla atrás muy fácilmente si no tenía cuidado. De vez en cuando se ve en la necesidad de darle un disparo a alguna de las criaturas cuando se acercan demasiado y no había la oportunidad de esquivarles.
Las calles de enrejado no parecían tener fin, por más que ambos corriesen, y la oscuridad no amainaba en lo más mínimo, y la carrera se iba tornando más pesada con una rapidez desesperante. Como no llegasen al parque de diversiones podían darse por muertos, era lo que Mami pensaba al momento en que sentía que le estaba faltando el aire.
El camino adquiere entonces un nuevo obstáculo que a Harry y Mami no les hace ninguna gracia: Secciones vacías del camino se van asomando a los lados. Un paso en falso que los inclinase allí implicaba una caída libre al vacío oscuro que se encontraba justo debajo de ellos. Afortunadamente todavía el área transitable de la calle era lo bastante amplia para no tener que ir con mucha angustia, pero igual no era algo como para confiarse demasiado. Los perros iban justo detrás de ellos, por lo que no caían al abismo, mientras que las criaturas voladoras obviamente no se iban a desplomar si no eran heridas. Harry por lo menos hace el esfuerzo de herir con sus disparos a las alas de las criaturas que los perseguían por aire, pero incluso así no parecía ser suficiente. Necesitaban quedar bastante dañados para que cayesen, como se podía notar.
Afortunadamente ven que llegan al parque de diversiones, la cual contaba con una enorme verja que separaba su interior de la calle. Al menos sería de utilidad para mantener a los perros a raya mientras lidiaban contra los monstruos voladores.
─ ¡Ya estamos, Mami! Resiste, por favor.
Al llegar a la verja Harry la empuja con todo su cuerpo para así entrar, y aprovechó el momento en que entra junto a Mami para empujar de vuelta la verja para así cerrarla. Los perros empujan también, haciendo que Harry tuviera problemas para cerrar, y casi no lo logra, por lo que Mami se ofrece para empujar también, y juntos logran el objetivo. Los perros se habían quedado por fuera, y ahora faltaban las criaturas voladoras.
─ Esto no parece que vaya a acabar ─ Harry recarga rápidamente su pistola y se dispone a apuntar a las criaturas más cercanas ─.Mami, tú encárgate de mirar los alrededores. Con algo de suerte obtendremos una pista sobre dónde deberíamos buscar.
─ Entendido... Harry-san...
Mami se lleva una mano al pecho, teniendo problemas para respirar luego de haber corrido de aquella manera por las calles. Parecía que iba a desmayarse en cualquier momento, pero no deseaba ser peso muerto en un momento tan peligroso como ese. Ya varias veces había sido una carga para Homura mientras recorrían la ciudad, y hacer exactamente lo mismo con Harry no tenía gracia alguna. Tenía que confiar en que Harry conseguiría herir a todos los monstruos voladores mientras ella iba lentamente comprobando los alrededores, comprobando si los caminos llevaban a algún lado, aunque la oscuridad no se lo ponía nada fácil.
Por su parte Harry va acabando poco a poco con los monstruos voladores. Le seguía costando lo suyo lidiar con ellos, pero los iba superando, y finalmente se deshace de todos. Llegó a pasar un par de sustos cuando parecía que iban a alcanzar a él o a Mami, pero las balas dirigidas a sus cuerpos corruptos estaban haciendo su trabajo en el momento correcto.
Una vez que está todo despejado para ambos y tenían la oportunidad para relajarse un poco, Harry también sentía que el cuerpo le estaba recriminando el esfuerzo realizado hasta ese momento. Sí que habían pasado un rato los dos, pero como pudieron se sobrepusieron, todo sea por salir de aquel infierno.
─ Todos los caminos parecen estar vacíos, Harry-san. Sólo veo algunos puestos de souvenirs y ya está.
─ Pero Cybill debería estar por aquí cerca...
Una música de feria empieza a sonar, aunque no empiezan a titilar ninguna de las luces típicas de semejantes eventos. Harry y Mami veían aquello como un llamado deliberado. Esperaban que acudiesen a ese sonido para ver qué estaba pasando.
El camino trazado por el sonido era uno de los más largos que se veían desde donde estaban Harry y Mami. Era un sendero recto con algunos afiches que hacían alusión a atracciones de la feria, como por ejemplo el carrusel o la montaña rusa. En cualquier caso la opción era más que obvia, y ambos deciden hacer caso al sonido y van avanzando con paso cauteloso para prevenir alguna sorpresa desagradable. Un minuto de recorrido por ese sendero los lleva hasta un carrusel lleno de óxido y con todos sus focos rotos, haciendo imposible cualquier iluminación generada por la propia atracción. El sonido venía justo de ahí. Los estaban esperando en ese lugar.
─ Mami, necesito que te quedes aquí y esperes. Ya me encargo yo de averiguar qué es lo que quieren.
─ No estoy de acuerdo contigo, Harry-san ─ Mami mira al hombre con seriedad, mucha seriedad ─. No tenemos idea de qué es exactamente lo que nos esté esperando ahí, pero sí estoy segura de que quien sea que nos trajo aquí nos quiere muertos. Este carrusel no es más que una arena conveniente para que nos asesinen. No tengo la menor duda, y por eso no puedo quedarme. Aunque permanezca aquí, igual intentarían matarme, por lo que no haría mucha diferencia.
─ Bueno, que sea entonces de esa manera. Vamos.
Se suben al carrusel, y una vez allí la puerta se cierra. Aquello por sí solo no debería ser ningún inconveniente, por lo que no alarmaba tanto a Harry. Lo que sí empieza a generar preocupación es que el carrusel empieza a moverse, como dando a entender de que la función macabra estaba dando comienzo.
Entre los corceles de plástico del carrusel es entonces posible ver una silla de ruedas, y tendida ahí se encontraba Cybill. Su estado inerte por un momento aterra a Harry y Mami, pero ella no se queda así mucho tiempo. Cybill se levanta de la silla de ruedas, mostrando de pronto una mirada inusualmente brillante y que daba la impresión de no ser ella misma, además que empieza a caminar hacia Harry y Mami como si se tratara de un zombi. Una vez que acorta la mitad de la distancia que había entre ellos, Cybill saca su pistola, apuntando a Harry y Mami.
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Hey there to my future self
If you forget how to smile
I have this to tell you
Remember it once in a while
Ten years ago your past self
Prayed for your happiness
Please don't lose hope
Oh, oh
Wath a pair me and you
Put here to feel to joy, not be blue
Sad times and bad times see them through
Soon we will know
If it's for real wath we both feel
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CONTINUARÁ...
Puede que no lo parezca, pero aquel pequeño detalle en el capítulo sí va a ser determinante. Ya lo van a ver. Ahora toca ver otro detalle sumamente importante para el desenlace de la historia, pero claro, me refiero a verlo en el próximo capítulo. También volverá a aparecer Homura, o al menos eso tengo previsto. En fin, sólo hay que esperar.
Hasta otra
