THE DARK DEMON HUNTER
Capítulo 18 "Rating Game Parte 3"
En la oficina del comisionado, Edificio remodelado.
Estando sentado en el sillón que se encontraba en la habitación, con sus pies sobre el escritorio mientras mostraba una clara relajación, Raiser se mostraba completamente despreocupado por lo que acababa de escuchar con respecto a sus piezas eliminadas. Dando un fuerte bostezo por el aburrimiento que sentía, se preguntaba cuando acabaría ese Rating Game, para así dar paso a la ceremonia de compromiso. Le molestaba de sobremanera tener que haber aceptado el reto de su prometida Rias, pero por órdenes del Maou Lucifer, no pudo negarse de ninguna forma y menos, cuando su esposa era la mediadora de esa pelea.
— Maldición esto es muy aburrido, ¿Qué ha pasado Ravel?
Decía Raiser hacia su hermana pequeña con un tono molesto, que demostraba lo estresado que se encontraba. Ravel quien se encontraba a un lado de su hermano, expresando a su vez inseguridad y preocupación por lo que acababa de escuchar con respecto a sus compañeras eliminadas recientemente, no prestó atención a las palabras de Raiser, quien nuevamente volvió a llamarla, aunque ahora con un tono más fuerte.
— ¿Acaso estas sorda? te acabo de hablar
Al escuchar el grito, la pequeña chica salto sobre su lugar y miró algo aterrada a su hermano con la clara preocupación reflejada en su rostro. Haciendo contacto visual por unos momentos, la vacilación de la pequeña Phoenix demostraba lo intimidada que se sentía por tener los ojos de su hermano que la observaban con una clara molestia en su rostro.
— Onii Sama por ahora hemos perdido a Shui, Mira, Kira y Meru pero es solo cuestión de tiempo para que mi plan salga a la perfección.
Decía Ravel quien hablaba con un tono más serio y cordial hacia su rey, quien al instante levantó una ceja en señal de total confusión, pero a la vez de molestia.
— Solo asegúrate de no arruinarlo como la última vez.
Nuevamente el tono de voz de Raiser hizo eco en los oídos de la pequeña chica, quien se sintió mal por un momento, gracias a que si el séquito de su hermano llegaba a perder este encuentro, toda la culpa recaería sobre ella, siendo que la mayor parte de la estrategia de su grupo, fue ideada por ella misma, y ahora que una torre y tres de sus peones perdieron en contra de los sirvientes de Rias, afectaba de sobremanera la pequeña reputación que trataba de construir. Teniendo ese claro pensamiento en su cabeza, en realidad si lo meditaba mejor, ella no se veía afectada por el hecho de que perdieran ese juego, aunque la probabilidad de que su hermano la culpara de eso, era alrededor de un 90%. Girando su cabeza en dirección del mapa de la academia, donde se mostraban todas las ubicaciones estratégicas que ella había trazado, se enfocó en una en particular, donde había un gran bosque rodeando todo el edificio del club de lo oculto.
— ¿Ya están cerca? Marion, Burent, Shuriya.
Hablaba Ravel por el micrófono que se encontraba en su oreja, donde no pasó mucho tiempo cuando Marion contestó rápidamente.
— Si Ravel Sama, estamos cerca.
Estando las tres chicas en un claro bosque que rodeaba todo el viejo edificio, se preguntaban si su enemigo era completamente estúpido, al no presagiar que tres peones de su rey, se dirigirían rápidamente hasta su base. Teniendo sonrisas de confianza en sus rostros, fueron sorprendidas cuando la chica conocida como Shuriya, se percató, que había pisado lo que parecía ser un pequeño circulo mágico de color rojo con el símbolo de la familia Gremory, que al instante parpadeó tres veces, logrando que quedara en pánico al saber que era una trampa.
— Cuidado.
Gritó la chica alertando a sus otras compañeras las cuales no perdieron el tiempo y se arrojaron al suelo, donde una fuerte explosión se hizo presente dejando gravemente herida a Shuriya que cayó al suelo completamente inconsciente, mientras desaparecía en partículas de luz.
— ¡Un peón de Raiser Phoenix ha sido eliminada del juego!
La voz de Sona se escuchó por toda la arena, haciendo entrar en cuenta a todos que la escucharon, que una de las trampas que habían puesto Kiba y Katsumi, resultó en un gran éxito. Tanto Marion como Burent se levantaron del suelo, con una clara molestia impresa en sus rostros, por la pérdida de una de sus compañeras.
— Esos malditos nos la van a pagar.
Habló Marion al mismo tiempo que invocaba inconscientemente sus llamas, que provenían de sus manos estando atenta ante cualquier otra trampa que estuviera por los alrededores. Burent hizo exactamente lo mismo que su compañera, donde ambas se colocaron espalda con espalda, vigilando cada una de sus retaguardias a la espera de cualquier otro ataque que surgiera. Poco a poco y mientras pasaba el tiempo en el que ambas chicas se mantenían expectantes de lo que sucedería a continuación, notaron como una espesa y clara neblina, se apoderaba de todo el lugar, haciendo que se les dificultara ver por dónde estaban, pero, aunque las dos sabían que se trataba de otra trampa puesta por sus rivales, eso no evitó que aumentaran sus sentidos de demonios a la espera de cualquier ataque, que surgiera en los siguientes segundos. Dicho y hecho, de un momento a otro, ambas chicas pudieron sentir como una presencia, se dirigía hacia ellas a una velocidad pasmosa digna de la pieza de caballero, lo cual provocó, que tanto Marion como Burent saltaran cada una a sus costados evitando lo que claramente era un ataque que por poco casi logra dañarlas. Ambas chicas al recomponerse, levantaron sus miradas para ver quién o que las había atacado, para después notar a un joven rubio portando lo que parecía ser una espada en su mano.
— Estoy impresionado. Lograron esquivar mi ataque.
Decía Kiba quien mantenía una mirada seria junto con una sonrisa en su rostro, observando de manera retadora a la chica conocida como Marion. La susodicha, solamente se puso en guardia preparándose para atacar a su contrincante, no obstante, decidió pronunciar unas palabras.
— Dejar trampas en el bosque es de mal gusto, creo que tendremos que enseñarte a respetarnos. ¿Lista Burent?
— ¡Si!
Decía Marion hablando en un tono alto a lo cual Burent respondió a su pregunta preparando sus llamas, donde ambas rodeaban a Kiba siendo que tenían confianza en derrotarlo, ya que era un combate dos contra uno.
— Aquí voy.
Dijo Burent, lanzándose en contra de Kiba, quien se quedó quieto en su sitio sin mirar en su dirección y también no prestándole la menor importancia a su ataque, logrando que la chica se confundiera bastante, pero manteniéndose firme en atacarlo. Estando tan cerca de golpearlo, no consiguió hacerlo cuando antes de que tan siquiera pudiera acercarse, notó como otra presencia se acercaba a ella a una gran velocidad, aunque no tanto como la del caballero Gremory. Lo siguiente que Burent supo, fue que una fuerte patada voladora iba a chocar contra su rostro, donde ella sin pensárselo dos veces, colocó sus brazos en X, bloqueando el golpe que de no haberlo hecho, le habría arrancado la cabeza por la fuerza del ataque. Siendo arrastrada, Burent no pudo soportar el tremendo choque en sus brazos y terminó por estrellarse en contra de un árbol cercano. Estando algo herida, solamente logró notar como la portadora de la magia Umbra, se encontraba en frente de ella, observándola de manera fría y sin sentimientos.
— Espero que no se hayan olvidado de mí. Sirvientas del clan Phoenix.
Hablando con un tono fuerte y una expresión de confianza, Katsumi hacía acto de presencia en frente de sus contrincantes, quienes veían con algo de preocupación a la portadora de una de las magias más poderosas que han existido en el mundo. Aunque si bien, se sabía que la antigua Bruja de Umbra Bayonetta, era tan poderosa como un demonio de clase suprema o hasta un Super demonio, lo cierto era que la falta de entrenamiento y experiencia de Katsumi era notable, logrando que Marion y Burent recordaran las palabras de su rey, quien les explicaba el hecho de que una mocosa de preparatoria tuviera dicho poder, no la hacía digna o merecedora de esa magia. Eso solo significaba que la chica conocida como Katsumi, tenía tanto magia como resistencia limitada, así que en ese caso, si pudieran hacer una comparación, podría decirse que esa chica tenía aproximadamente la fuerza de un demonio de clase baja a principio o a mitad de camino, aun así, eso no significaba que el hecho de tener de su lado dicha magia, era preocupante al punto de hacer, que ambas chicas sudaran una gota fría. Levantándose del suelo lentamente, mientras que sobaba su brazo donde había sido golpeada por la alfil Gremory, Burent comenzaba nuevamente a colocarse en posición de ataque y poniéndose seria al saber que su oponente no sería nada fácil de derrotar. Katsumi hizo exactamente lo mismo, arrojándose rápidamente en contra de Burent con una fuerte patada que la sorprendió bastante por la velocidad y fuerza que se imprimió la chica que poseía la pieza de alfil, pero eso no fue impedimento para que consiguiera esquivarlo intercambiando golpes a diestra y siniestra, donde poco a poco ambas en algunas ocasiones, conseguían conectar uno o dos golpes, pero manteniéndose firmes para evitar dar a entender el dolor que sentían.
Por otro lado, Kiba y Marion, quienes no prestaban atención a la pelea que se estaba desarrollando en el lugar, se miraron por unos segundos, donde ninguno vaciló en sus acciones y al segundo siguiente, Kiba levantó su espada arrojándose en contra de Marion, donde la susodicha hizo exactamente lo mismo intercambiando golpes una y otra vez.
En el viejo edificio, con Rias.
Rias después de haberle dado las siguientes órdenes a sus dos torres, no podía evitar disimular la clara alegría que sentía, gracias a que ahora poseían la ventaja con respecto a piezas se trataba. Si bien era cierto que ella tenía falta de siervos entre sus filas, al menos Raiser ya había perdido a una torre y tres de sus peones, entonces solo era cuestión de tiempo para que los demás cayeran a manos de sus esclavos. Relajándose un poco en su asiento, comenzaba a preguntarse si de verdad, ella que no tenía ningún tipo de experiencia en cuanto a juegos de clasificación se trataba, así que le hacía sentirse muy contenta por saber que tenía al menos una pequeña posibilidad de librarse de su compromiso. Teniendo ese pensamiento en su cabeza, hizo una seña hacia Katashi, quien se mantenía a un lado de la ventana observando el paisaje extraño que rodeaba toda la academia. El mayor de los Hyoudou al notar que su rey lo llamaba, no perdió el tiempo y se acercó lentamente, hasta estar frente a frente con su ama.
— Llegó la hora Katashi Kun, quiero que vaya a apoyar a Koneko y a tu hermana. Cuando hayan conseguido rodear la base de Raiser, estaremos un paso más cerca de la victoria.
Decía Rias, dando órdenes a su siervo, quien inmediatamente asintió en confirmación de sus palabras y comenzó a dirigirse en dirección de su compañera y hermana con la intención de ayudarlas. En ese momento y cuando Katashi había abandonado el club de lo oculto, inmediatamente la voz de Sona se escuchó en medio del campo de batalla.
— ¡Dos peones de Raiser Phoenix han sido eliminadas del juego!
Como si fueran las mejores noticias que Rias escuchó en ese preciso instante, la felicidad que sentía era tal, que estaban poco a poco más cerca, de conseguir la victoria en contra de un demonio de clase alta como lo era Raiser, también estaba el hecho de que el prometido de Rias, nunca antes fue derrotado en un juego de clasificación, aunque en realidad si lo pensaba bien, sus victorias lo más probable era que se debieran a la regeneración tan molesta que poseía su clan, al ser un fenix era claro que derrotarlo sería un enorme reto casi imposible de lograr. Sin disimular la gran felicidad que sentía, se comunicó por medio del micrófono que se encontraba en su oreja.
— Kiba, Katsumi es hora de pasar al último paso.
— ¡Si!
Ambos hablaron al mismo tiempo, teniendo en cuenta que Katsumi hablaba de manera cansada y jadeando por lo bajo, pero aun así no quería demostrar debilidad en frente de su compañero Kiba, así que prefirió mantenerse firme en sus palabras, por otro lado, Kiba se encontraba relajado, al saber que el combate en contra de su oponente fue relativamente sencillo. Cuando ambos terminaron de escuchar la voz de su rey, Kiba giró su cabeza en dirección de Katsumi, donde al instante notó lo cansada que se encontraba por la pelea que tuvo recientemente, pero no la pudo culpar por eso, ya que en sí, esa era su primera pelea y por consiguiente logró ganarla. Aunque fuera con algo de dificultad.
— Tenemos que reunirnos con Koneko y tu hermana, es hora de irnos.
— Si, Kiba Kun.
Ambos solo comenzaron a caminar en dirección de Koneko y Asami dejando atrás a dos heridas e inconscientes peones Phoenix que desaparecieron en un haz de luz dando a entender que fueron derrotadas. Caminando en dirección de sus compañeras, ambos miembros del séquito Gremory se encontraban bastante despreocupados mientras hablaban.
— Katsumi San ¿Te encuentras bien?
Katsumi al escuchar la pregunta de su compañero, solo respondió.
— Si, estoy bien ¿Por qué lo preguntas?
Dejando claro que se encontraba bien, Katsumi lanzó una pregunta por curiosidad.
— No es nada, solo que te veo algo cansada después de la pelea en contra de la peón Phoenix.
Sabiendo que fue descubierta, Katsumi solo hizo un puchero en señal de que le molestaba el hecho de sentirse fatigada.
— Da igual, lo que importa es ganar este juego por nuestra presidenta.
— Si, tienes razón, lo mejor es ga...
Kiba no pudo terminar, cuando de la nada y sin que se hubiera podido dar cuenta, un gigante círculo mágico de color morado que desprendía una densa neblina del mismo color, se dibujó debajo de los pies de Kiba, donde en milésimas de segundo una poderosa explosión parecidas a un C4, se hicieron presentes mandando a volar por los aires a una Katsumi, quien tuvo que cubrirse los ojos por la cortina de polvo que se generó por todo el lugar, haciendo que se estrellara en contra de un árbol cercano. Lo siguiente que la alfil Gremory supo, fue ver el cuerpo de su compañero Kiba, cayendo lentamente con muchas heridas por todo su cuerpo, donde su espada se clavó en el suelo, y antes de que tan siquiera tocara el asfalto, desapareció en un haz de luz.
— ¡Un caballero de Rias Gremory ha sido eliminado del juego!
Teniendo la imagen de su compañero desapareciendo en partículas de luz, a la par de que la voz de Sona se escuchó en la zona de combate pronunciando la derrota de su compañero Kiba, su ira y furia comenzaron a arremolinarse, sus sentimientos por saber quién se había atrevido a atacar de manera tan cobarde, la hacía sentirse desesperada y dejaba escapar su aura mágica tan desbordante, que cualquiera que estuviera en la zona, sentiría la profunda sed de sangre que sentía.
— Kiba ¿Qué sucedió? responde.
Las palabras de Rias eran completamente inútiles, ya que Sona ya había pronunciado la pérdida del caballero Gremory, y solo la desesperación de la peli carmesí, hizo que ignorara por completo ese hecho.
— Katsumi Chan dime ¿Qué está pasando?
— ¡Una torre de Rias Gremory ha sido eliminada del juego!
Nuevamente y sin terminárselo de creer, la voz de Sona volvió a escucharse por toda la zona, dejando a todos preocupados. Rias sin perder más su tiempo, quiso saber cuál de sus dos torres había sido lastimada.
— Koneko, Asami ¿Qué sucedió?
Asami quien no decía nada, se encontraba en el suelo nerviosa y asustada cuando de un momento a otro, fue pateada por Koneko sacándola del camino, de donde a los pies de Asami, se estaba formando lo que parecía ser, un gran circulo mágico de color amarillo con el emblema de la casa Phoenix, el cual brilló en un intenso amarillo y naranja, produciéndose al final una fuerte ráfaga de viento y fuego tan poderosa, que de no ser porque Koneko la había salvado, Asami hubiera recibido ese ataque. Escuchando los gritos de dolor de su compañera, que a su alrededor un pequeño tornado de fuego la engullía y al mismo tiempo la quemaba, la peli castaña se sentía impotente de no poder ayudarla y solo se culpaba a sí misma de haberse descuidado. De no haber sido así, el sufrimiento de su amiga nunca hubiera sucedido. Al ver como el tornado de fuego comenzaba a desaparecer, el pequeño cuerpo de la peli blanca caía al suelo, siendo que ahora tenía varias quemaduras de segundo y tercer grado, junto a su ropa que había sido destrozada casi por completo. Viendo que caía lentamente al suelo, Asami trató de sostenerla entre sus brazos, pero eso fue inútil, ya que vio como de un momento a otro, y antes de que tan si quiera pudiera tocarla, Koneko desapareció en un haz de luz, dejando solo partículas a su paso.
— Koneko Chan perdóname.
Diciendo entre sollozos teniendo el micrófono de su oreja activado, todos los miembros del séquito Gremory pudieron escuchar al instante que Koneko había sido derrotada. En ese preciso instante, el rostro de Rias cambió de uno de felicidad a uno completamente preocupado, teniendo en cuenta que dos de sus piezas más importantes habían sido eliminadas. Como un pensamiento fugaz, sus esperanzas se encontraban en los tres hermanos Hyoudou, los cuales aun se mantenían en pie, a parte que Akeno aún no se había dignado en combatir.
— Je, ella no era el objetivo principal de mi ataque, pero bueno, al menos pude derrotar a una de ustedes.
Levantando lentamente su cabeza aun con lágrimas que salían de sus ojos, Asami pudo ver a una chica rubia con un vestido de color rosa, ojos azul oscuros y dos grandes alas recubiertas en fuego la hacían levitar sobre la zona. Sonriendo en señal de estar satisfecha con lo que había hecho habló tratando de ganarse la atención de Asami, que aún se mantenía en el suelo.
— Hola mucho gusto, mi nombre es Ravel Phoenix es un gusto conocerte. Portadora de Rhaast.
Decía Ravel presentándose de manera cordial y educada hacia su rival, donde al mismo tiempo mencionó ser Asami la portadora de la guadaña de las sombras. Levantándose lentamente del suelo, con mucho enojo, la castaña comenzaba a enviar un fuerte instinto asesino hacia la chica rubia en frente de ella, donde antes de tan siquiera pensar en atacarla pudo sentir como un fuerte torrente de fuego se acercaba a ella por la espalda, dándole de lleno, cayendo al suelo algo adolorida con pequeñas quemaduras de primer grado. Recuperándose lentamente del ataque, Asami giró su cabeza en dirección del ataque que la había golpeado, percatándose que se trataba de otra chica, con cabello color castaño, ojos color ámbar y un Kimono morado con detalles rojos y amarillos.
— Mihae es hora de derrotar al clan Gremory.
Decía Ravel hacia la chica conocida ahora como Mihae, quien al segundo siguiente comenzó a crear varios círculos mágicos de sus manos, donde Ravel hizo exactamente lo mismo, generando una gran bola de fuego. Estando acorralado y sin un plan de respaldo, Asami trató de comunicarse por medio del micrófono en su oído, queriendo recibir algo de ayuda por parte de sus compañeros.
— Necesito algo de ayuda aquí.
Casi de inmediato, la voz de su hermano mayor se escuchó negando su petición.
— Lo siento hermanita, pero me encuentro algo ocupado.
Estando acorralado al igual que Asami, Katashi había sido atacado a mitad de camino, cuando se encontraba en dirección del lugar, donde se encontraba su hermana pequeña. Siendo rodeado por dos chicas pertenecientes al clan Phoenix, le hacía sentirse desesperado por ayudar a su pequeña hermana.
Si quieres ir con ella, primero tendrás que derrotarnos a nosotras dos.
Habló la primera chica la cual se trataba de una mujer con el pelo corto de color castaño claro, ojos grises, vestimentas de color negro y una máscara en su rostro que solo cubre uno de sus ojos. Se trataba de Izabella una de las torres de Raiser.
— Nuestro deber es eliminarte a petición de Raiser Sama.
Ahora habló la segunda chica mientras desenvainaba una enorme espada de color negro apuntándola en dirección de Katashi, quien al segundo siguiente se colocó en posición defensiva mientras alzaba al aire su brazo.
— ¡Boosted Gear!
En ese momento un guantelete de color rojo con una gema de color verde, apareció en todo el brazo de Katashi, denotando que estaba preparado para combatir.
Con Katsumi.
La castaña quien aún se encontraba furiosa por haber visto como su compañero Kiba era derrotado de un momento a otro, una pequeña risa que provenía arriba de ella se escuchó llamando al instante su atención, de donde pudo ver a una mujer con grandes y notables pechos, con el pelo largo púrpura, ondulado que cae todo el camino por la espalda y los ojos a juego con su vestimenta, portaba un gran bastón en sus manos de donde se desprendía una magia del mismo color, del que había generado la explosión que eliminó a Kiba hace tan solo uno segundos. No le tomó mucho tiempo a Katsumi para deducir que ella fue la responsable de aquel trágico desenlace que la enfurecía cada vez más por saber que la mujer en frente suyo, solo se burlaba lentamente de ella.
— Un estorbo menos, queda uno.
Las palabras de la mujer, hicieron que Katsumi se enfureciera aún más, haciendo crecer considerablemente su poder mágico, llegando al punto de ser desbordante, dejándose ver que la rodeaba una densa y poderosa aura mágica que era de un color morado y cambiaba a un color rosado por momentos pequeños. En ese preciso instante, la sonrisa que tenía la mujer cambió a una de desagrado, cuando supo que el poder que desprendía la castaña en frente suyo, era tan fuerte que podría rivalizar su propio poder, pero, aun así, sabía que solo sería cuestión de tiempo para que la acumulación de magia le pasara factura.
— Deberías calmarte un poco niña, después de todo, podrías hacerte daño si continúas así.
Diciendo en un tono de burla con un claro despreció en sus palabras, la mujer continuaba riéndose de lo desafortunada que era la alfil Gremory. Katsumi sin soportarlo más iba a atacarla no sin antes darse cuenta que dos figuras femeninas caían en frente suyo, donde dos chicas con vestimentas de marinera hacían acto de presencia colocándose al mismo tiempo en posición de ataque.
— Si quieres pelear contra ella, primero deberás pasar sobre nosotras.
Decía la primera chica la cual tenía cabello color azul turquesa con una coleta de caballo casi hasta las rodillas y dos orejas de gato sobre su cabeza, junto a guantes de color azul oscuro.
— Es hora de divertirnos.
Ahora hablaba la otra chica, teniendo rasgos similares a la anterior chica, pero a diferencia de su hermana, está tiene cabello color salmón con una cola de caballo que le llega casi hasta las rodillas, dos orejas de gato sobre su cabeza y un par de guantes color rojo.
— Bien, es hora de destruir al clan Gremory.
Haciendo crecer su aura que era de un color morado, la mujer que levitaba en el aire, se preparaba para atacar a Katsumi, quien no sabía si atacar a ambas chicas en frente suyo, pues si lo hacía, no sería respaldada por nadie y terminaría por ser golpeada por la otra chica. Con ese claro pensamiento en su cabeza, no sabía cómo salir de esa molesta situación, donde si atacaba a diestra y siniestra, podría terminar mal herida por la magia de la mujer, que no vacilaría en enviar una poderosa explosión como lo hizo con Kiba. Aún con su aura desbordante consumiendo lentamente la poca resistencia que todavía le quedaba, vio como las dos chicas con orejas de gato, se lanzaban en su contra moviéndose como felinos, golpeándola en cada rincón de su cuerpo, donde Katsumi al tratar de responder a los ataques, que eran dirigidos en su contra, era fácilmente detenida gracias a la buena sincronía que poseían ambas hermanas gatunas.
La mujer viendo este espectáculo con una sonrisa de confianza dibujándose en su rostro, supo que no debería perder el tiempo con su contrincante y creando un gran circulo mágico de color morado sobre la zona en la que se encontraba la peli castaña, iba a enseñarle el mismo destino que tuvo Kiba hace poco. Cuando el círculo mágico comenzó a desprender una luz más brillante, una fuerte luz de color amarillo chocó en contra de dicho circulo, destruyéndolo por completo generando un fuerte destelló que la cegó al instante. Abriendo sus ojos para saber la razón de que su ataque fuera bloqueado, pudo ver como un ataque con la apariencia de un relámpago se dirigía hacia ella, alcanzó a reaccionar a tiempo para esquivar el ataque, que desgarró su falda dejando a la vista sus sexys piernas. Estando algo enojada y preocupada porque ese ataque la hubiera alcanzado, giró su cabeza en dirección de donde provino el ataque, dándose con la grata sorpresa que en frente de ella, la sacerdotisa del relámpago hacía finalmente acto de presencia. Akeno quien descendía lentamente del cielo, creaba pequeños rayos en su mano junto a su expresión de felicidad, que denotaba la emoción que sentía, a parte que se podía percibir en el ambiente su lado más sádico, pero a la vez con una sonrisa que daba a entender el gozo que sentiría por hacer correr la sangre de sus oponentes. La reina Phoenix que se encontraba con una sonrisa de felicidad, veía la apariencia de su oponente, siendo que desde hacía mucho tiempo y desde que supo de la existencia de la reina Gremory, había deseado enfrentarla en batalla al menos una vez y ahora que ella se había dignado en atacarla tan deliberadamente, sabía de antemano que ese momento tan esperado llegó al fin. Akeno que vestía su tan conocido atuendo de batalla, siendo este un traje de Miko, el cual consiste en un Haori blanco con mangas sueltas, un Hakama rojo y un par de Zōri con un Tabi blanco, se postraba en frente de su oponente, mientras dirigía unas palabras hacia su compañera.
— Katsumi San. Yo me encargare de ella, así que concéntrate en tu pelea. Es mi deber vengar a Koneko Chan y Kiba San.
Incrementando enormemente su aura que desprendía una basta cantidad de poder mágico de color amarillo, demostraba que se ponía seria ante la reina Phoenix. Katsumi quien escucho las palabras de Akeno, esbozó una gran sonrisa de felicidad, por saber que ya no tendría que preocuparse por recibir un ataque de esa mujer y cambiando su posición defensiva por una de ataque llamó la atención de las peones del clan Phoenix.
— Ahora si pelearemos a gusto. Prepárense para ser derrotadas.
Lanzándose en contra de las dos chicas, Katsumi intercambiaba golpes una y otra vez, formándose una pelea continua que no se detendría hasta que una de las dos partes pereciera.
— Finalmente. Hace tiempo que quería pelear contra ti, Sacerdotisa del relámpago. Soy Yubelluna reina de Raiser Sama y será un honor destruirte.
Decía la mujer ahora conocida como Yubelluna, dándole a entender a Akeno que estaba ansiosa por tener un combate con el uso de la magia. La peli negra sintiéndose bastante honrada y feliz por el comentario de la reina Phoenix, no pudo evitar sentirse agradecida y contenta por saber que ella era alguien de mucha importancia para su enemigo.
— Vaya, me siento honrada, Bomb Queen San.
De un momento a otro y como si fuera premeditado, ambas comenzaron a enviarse poderosos ataques producidos con magia, de parte de Yubelluna generaba grandes explosiones con la clara intención de destruir a su oponente y por parte de Akeno está manipulaba las nubes a su alrededor para crear poderosas descargas de relámpago, en contra de la reina Phoenix. Por otro lado, mientras esto sucedía Katsumi ligeramente conseguía estar más pareja en contra de sus adversarias, que gracias a sus partes gatunas, le proporcionaban una agilidad que rivalizaba con la suya, teniendo en cuenta que por cada golpe que Katsumi lograba conectar, está recibía dos o tres por parte de las hermanas gatunas.
Por el lado de Katashi, este se encontraba combatiendo a la torre Phoenix, que constantemente le lanzaba una y otra vez ataques rápidos y pesados, con la fuerza suficiente para romper el cráneo de una persona, pero gracias al constante entrenamiento que tuvo con Kiba, conseguía responder de mejor manera, para que así los golpes de Izabella no le hicieran daño, aunque si bien, esto era lo más notorio durante la pelea, era bien cierto que su falta de experiencia en combate hizo que se le dificultara esquivar o contraatacar, siendo mandado a volar en repetidas ocasiones y en el momento de ser golpeado, otro ataque rápido por parte de la caballera Phoenix se dirigía hacia él, donde una y otra vez los bloqueaba con la ayuda de su guantelete, que le servía como un tipo de escudo.
Asami quien ya se encontraba muy lastimada y con varias heridas provocadas por el elemento fuego que poseían ambas alfiles Phoenix, al principió ella pensó que al ser una torre, podría de cierta forma tener algún tipo de ventaja en contra de dos chicas que utilizaban poderes mágicos, pero sus pensamientos fueron completamente rotos, cuando ni si quiera ella podía acercarse a ninguna de sus adversarias, si trataba de dar solo un paso, la chica con un Kimono, se encargaría de hacer que no pudiera moverse y si trataba de moverse por la zona, la rubia conocida como Ravel, le colocaría una trampa para tratar de dañarla lo más posible. Todo ese combate viéndolo detenidamente, era claro que la ventaja la tenían ambas alfiles Phoenix.
Rias que se encontraba preocupada por el giro de 360 grados tan abrupto que azotó a todo su séquito, apretó fuertemente sus puños, en señal de que se encontraba frustrada, al no aceptar que perdería si no hacía algo al respecto. Al principio se sintió molesta y exasperada, por encontrar alguna solución que le diera la ventaja en la pelea, pero por más que lo intentaba, no conseguía hacerlo, lo único que necesitaba, era que al menos una de sus piezas, consiguiera la victoria en este combate tan difícil, pero viéndolo de mejor manera, las piezas que le quedaban eran simples novatos para un juego de clasificación tan importante, aun así poco le importaba esto, porque confiaba plenamente en que sus siervos ganarían sus combates, no por nada, cada uno poseía un poder legendario, excepto por uno de ellos. Rias en ese momento dejó de pensar, cuando en su cabeza se plasmó la imagen de cierto peli castaño conocido como Issei, quien hasta el momento no había tenido ninguna relevancia en la pelea y lo único que según ella sabía, era que estaba vigilando los alrededores del viejo edificio a la espera de que alguna de las piezas de Raiser se acercaran a su base. Sabiendo lo que debería de hacer, comenzó a comunicarse con el caballero que le quedaba, con la esperanza de que estuviera cerca.
— Issei responde. Necesito que vayas a ayudar a Asami Chan antes de que sea eliminada.
Un pequeño zumbido se escuchaba por el micrófono en su oído, como si la señal estuviera perdiéndose.
— Issei maldición responde.
Otra vez el zumbido se escuchó por el micrófono, donde la frustración de Rias se hizo palpable, pensando en que el haber reencarnado a issei como uno de sus caballeros, siendo esta una pieza tan importante, fue el peor error que pudo haber cometido en su vida. Alguien que ni si quiera muestra algo de respeto o empatía hacia a ella, y lo más importante demuestra rebeldía en contra de la que se supone que es su rey, le hizo pensar que debía deshacerse del castaño lo antes posible.
— Si, si ya te oí.
Abriendo sus ojos en impresión, Rias pudo escuchar la voz de su caballero hablándole al mismo instante en el que lo estaba maldiciendo.
— Issei necesito que ayudes a tu hermana. ¿Dónde estás?
Lanzando una clara pregunta hacia el castaño, este solo sonrió con amargura al saber, que estaba no solo recibiendo órdenes de esa chica peli roja, sino que estaba haciendo lo que juró que no haría. Ayudarla.
— Digamos que me encuentro arriba de ellas.
— ¿Qué?
Sin entender lo que decía su caballero, Rias se quedó pensativa por un momento. Estando extrañada por el paradero del resto de sus piezas, quería saber lo que estaba sucediendo, siendo que ella al estar en el club de lo oculto, no podía ver nada de lo que pasaba y le exasperaba saber cómo ayudar a sus siervos. Issei por su parte, cuando respondió la pregunta de su rey, saltó desde lo alto del edificio de donde se encontraba, cayendo a gran velocidad, mientras desenvainaba su espada preparando un corte de forma vertical, que iba dirigido hacia la alfil conocida como Mihae. La Alfil Phoenix, quien se encontraba creando constantemente llamaradas, las cuales eran dirigidas en contra de Asami, no logró percatarse que arriba de ella, el caballero Gremory iba a cortarla.
Estando con una clara sonrisa en señal de confianza por hacer sufrir a la torre Gremory, le hacía pensar que no debería preocuparse por nada más, pero no fue así, cuando pudo sentir al instante un mal presentimiento que arremolinaba en su interior. No sabía a qué se debía, pero lo que si sabía era que algo andaba mal. Deteniéndose en sus ataques, a sus pies notó como una sombra, se formaba estando muy cerca de ella, la cual se hacía más grande a medida que los segundos pasaban. Con la curiosidad en alto, miró en dirección de lo que proyectaba la sombra, para que al segundo siguiente, fuera demasiado tarde. Teniendo su cabeza en alto, su expresión de incertidumbre pasó rápidamente a una de completo terror, cuando hizo contacto visual con el castaño. Ver esa espada en alto que iba en su dirección, su expresión casi muerta y una sombra que tapaba sus ojos, le hacía querer escapar del miedo. Tratando de crear un círculo mágico con el cual pudiera bloquear su ataque, no lo consiguió a tiempo, cuando sintió un corte limpio que se extendía en diagonal desde su hombro izquierdo hasta su muslo derecho, bañando el suelo con sangre al instante.
Dejando escapar una bocanada de sangre, Mihae supo que no podría recuperarse fácilmente del ataque que recibió, y solo pudo ver impotente los ojos del caballero Gremory, mientras su cuerpo caía en la inconsciencia.
— ¡Un alfil de Raiser Phoenix ha sido eliminada del juego!
La voz de Sona resonó dentro de la zona de combate, dejando a todos, con una expresión de no entender lo que estaba pasando. Incluso Rias que no sabía lo que sucedía, se preguntó si su caballero consiguió derrotar a una de las sirvientes de Raiser, de ser así, entonces el castaño le sería de más utilidad de lo que pensaba, pero ahora no era momento de adular a su sirviente, después podría hacerlo, ahora lo primero en su lista de prioridades, era salvar a Asami de una eliminación tortuosa.
— Issei pon a salvo a tu hermana en lo que Katashi y Katsumi acaban con las demás sirvientas Phoenix.
Dijo Rias por el micrófono en su oreja, dándole órdenes estrictas hacia su caballero. Issei escuchando la voz de la mujer que lo convirtió en demonio, le hizo dar una mueca de fastidió por tener que ayudar a uno de sus hermanos. Si bien el jamás se atrevería a ayudar a Katashi y a Katsumi prefiriendo verlos morir a manos de algún enemigo, lo cierto es que cuando escuchó que Asami se encontraba en problemas, la poca empatía que sentía por ella y que poco a poco se desvanecía, le hicieron querer ayudarla, pero si era honesto, estaba reacio a querer salvarla.
— Si, ya te escuché.
Respondiendo a las órdenes de su rey, Issei sabía de antemano que ahora que se había involucrado en esta pelea, no podría simplemente dar media vuelta y marcharse así como así, en vez de eso, giró su cuerpo mirando a su hermana y a Ravel, quienes lo observaban impactadas.
Por parte de Asami, esta lo veía con sorpresa de verlo aquí tratando de ayudarla, siendo que ella hace una semana, le había dicho que nunca más en su vida le volviera a hablar o acercársele, pero ahora él estaba ahí, ignorando sus palabras queriendo salvarla. No sabía la razón, pero lo que si sabía, era que estaba feliz de verlo, aunque algo que si le daba algo de terror de su hermano, era que no le importó mancharse las manos al cortar a esa chica, le daba miedo pero lo ignoraba en gran parte.
Por parte de Ravel, esta se encontraba completamente aterrada. Ver como su compañera Mihae había sido eliminada de esa manera, le hizo estar totalmente asustada del caballero Gremory. A parte que la sangre perteneciente a su compañera de clan, que se extendía por toda la Katana que Issei tenía en sus manos, le hacía temblar por cada rincón de su cuerpo, mientras hacía contacto visual con el que según ella, asesinó a Mihae. No queriendo dejarse intimidar, esculpió en su rostro una mirada decidida, tratando de fingir que la pérdida de su compañera no le afectaba, aunque era fácilmente perceptible para Issei, que la chica rubia estaba aterrada.
— Así que finalmente apareces caballero Gremory.
Diciendo con una sonrisa en su rostro, Ravel daba a entender que lo estaba esperando. Issei algo extrañado por eso se decidió por preguntar.
— ¿Acaso me estabas esperando?
— Ella no, pero yo sí.
Esa voz fue clara para los oídos de Issei y Asami quienes miraron en dirección del espeso bosque que se encontraba cerca de ellos, de donde una figura femenina perteneciente a la caballera fenix conocida como Caramine, hacía acto de presencia. Sus ojos color verde claro observaban con fiereza a Issei, quien también la miraba. El solo choque entre ambas partes, les daba a entender tanto a Ravel como Asami, que el combate entre ambos caballeros Gremory y Phoenix había llegado.
Desenvainando su espada, Caramine demostraba estar lista para el duelo que había esperado, ya que desde que comenzó el Rating Game, ella no quiso participar en la estrategia de Ravel, siendo que se encontraba a la expectativa de que apareciera Issei. Ahora que lo tenía de frente, lo desafiaría en un duelo para ver si lo que supo de su rey era cierto. Issei sabiendo que no podría retractarse, dirigió unas palabras hacia su hermana sin quitarle la mirada a su oponente.
— Oye se que no quieres que te vuelva a hablar nunca más, pero ahora te digo que te vayas a donde Asia para que cure tus heridas. Yo me ocupo de ellas.
Asami escuchando las palabras de su hermano, no sabía que hacer, pues en realidad no quería dejarlo peleando solo en contra de dos sirvientas del clan Phoenix, pero tampoco era como si estuviera en condiciones para poder ayudarlo. Dando media vuelta, comenzó correr en dirección del viejo edificio no sin antes decir unas palabras en un tono bajo.
— Suerte.
Cuando Asami abandonó el lugar de la pelea, Issei relajó su expresión y tomando el mango de su espada con ambas manos, la levantó estando a la altura de su rostro, mostrando su posición de combate heredada del clan Ozunu.
— Veamos quien de los dos es más fuerte. Sirvienta Phoenix.
Fin Capítulo 18
