Capitulo 18.

Esa noche, la cena en la Mansión Oroku fue muy incomoda para los tres. Durante todo ese tiempo, Saki y Rapha comían con el ceño fruncido y si llegaban a cruzar miradas, estos apartaban la vista molestos.

Midori, trató de animar el momento comentando acerca de su día, pero ni siquiera la publicación de su nuevo articulo en una prestigiosa revista médica hizo que los dos hombres dejarán a un lado su rencor. De hecho, se cuestionó seriamente si parte del orgullo de Saki se le había transferido a Rapha a través de su ADN, ya que los dos se estaban comportando como unos verdaderos necios.

Y ya cansada de su comportamiento, la doctora habló:

-¿Pueden dejar de actuar de esa forma? Parecen unos niños.

-No entiendo a qué te refieres, yo no he actuado como un niño. - dijo Saki – De hecho el único niño está a pocos metros de mi.

-¡Yo no soy un niño! - exclamó Rapha ofendido. -Tengo veinte años para tú información.

-Pues no lo parece, alguien de veinte años no hubiera quemado una cocina.

-¡Ya te dije que solo fue una licuadora!

Ambos hombres gruñeron y sacaron llamas por los ojos, parecía que en cualquier momento se lanzarían a los golpes, pero Midori no lo permitiría.

-¡Suficiente! - dijo ella en voz alta para llamar la atención. -Los dos solo me comprueban cada vez más que solo se están comportando como niños. Sino se disculpan de una vez, verán de lo que soy capaz.

-¿Disculparme? Ni loco – dijo Rapha .-Yo no soy él que debe disculparse, él anciano a mi derecha es quién debe disculparse por exagerar las cosas.

-¿Exagerar las cosas? - exclamó Saki ofendido. - Tú fuiste el irresponsable, eres quién debe disculparse.

-¡Dejen de pelear! - ordenó Midori. -Sino van a disculparse, entonces váyanse de aquí y piensen en lo que han hecho.

Tanto Rapha como Saki, dejaron sus platos de comida, salieron del comedor a paso rápido y yendo a distintas áreas de la Mansión, lo más lejos posible del uno del otro. La ex-tortuga optó por ir a la biblioteca, mientras que el ex-villano optó por ir al dojo.

-Pero si serán – juró Midori al mismo tiempo que salía del comedor a paso decidido.

La doctora fue a la biblioteca, donde halló a Rapha leyendo un libro y haciendo anotaciones en un cuaderno.

-¿Vas a estar así toda la noche? - le cuestionó cruzando los brazos.

-Tengo deberes que terminar – le contestó Rapha sin apartar la vista del libro, que si era sincero, no estaba prestando del todo atención.

-Tienes que disculparte con Saki.

-No, él tiene que disculparse. - Rapha ahora fijo la vista a la doctora.

-Si lo sé, pero tú debes dar el primer paso.

-¿Y por qué yo?

-Porque Saki es muy imbécil para hacerlo él solo. Además si tú te disculpas primero, él se sentirá mal por no hacerlo en primer lugar.

-Eso no tiene lógica.

-Créeme, de alguna forma lo tiene.

-Ya te dije que no me voy a disculpar primero. Fin de la conversación.

-No, esta conversación no ha acabado.


Saki se encontraba en su dojo realizando practicas con el Dummy cuando escuchó a Rapha quejarse del dolor, y a los pocos segundos lo vio entrar al espacio del entrenamiento con Midori sujetándolo fuertemente de la oreja. El ex-villano, no tuvo problemas para intuir el motivo de su visita, por lo que se cruzó de brazos y espero pacientemente a que dijeran algo.

-Ya sabes que hacer – dijo Midori soltando a Rapha una vez estado frente a Saki.

Rapha apenas miró a Saki, se cruzó de brazos y apartó la mirada con molestia, pero una mirada seria de Midori lo hizo dejar escapar un gruñido y decir:

-Losiento.

-Perdona no escuché – dijo Saki en un tono que solo molestó a Rapha más.

-¡DIJE QUE LO SIENTO! ¡¿YA ESTÁS SATISFECHO?!

-No – fue la respuesta simple de Saki – Quiero que lo digas sinceramente.

-¡¿Sinceramente?! ¡Bien! ¡Admito que fui un idiota al permitir que la licuadora se incendiara, admito que en un principio no debí apoyar a Kameko en su idea de preparar takoyakis y admito que la situación se me salió de las manos!

"No era mi intensión meterte en problemas, y sé que tú nombre y tú clan son algo muy importante para ti, pero he de confesar que no sé porqué me dejo influir por la princesa, en sus ideas, en sus aventuras, una parte de mi me dice que esta mal, que es una locura, pero la otra parte me dice que será divertido y….¡Aaargh!"

Saki vio como Rapha se llevaba una mano a la cara con frustración. No estaba muy seguro de que hacer, miró de reojo a Midori y está le hizo una seña discreta de que era su momento de hablar y de terminar con este problema.

-Yo también lo siento – dijo al fin Saki, lo cual hizo que Rapha le prestara atención. -Yo exageré las cosas, no debí ser muy rudo contigo, pero fue porque te metiste en un enorme lío del que me fue difícil sacarte. La verdad, es que si, la emperatriz esta furiosa por el asunto, pero me confesó, que desde que tomaste el puesto de guardaespaldas de su nieta, la princesa ha estado de un mejor humor. Me dijo que de alguna forma le alegras el día a la chica.

-¿En serio? - dijo Rapha sorprendido. -¿Eso dijo?

-Si.

-¡Wow! – la ex-tortuga esbozó una sonrisa que no pasó por alto por ambos adultos, en especial Saki, quien la conversación que tuvo con Midori horas atrás lo hizo cuestionarse si tenía razón la mujer acerca de como Rapha veía a la princesa de Japón.

-¡Ejem! - carraspeó el ex-villano para llamar la atención del joven. -Aun así quiero que me prometas que no volverá a ocurrir ese tipo de accidentes.

-Haré lo mejor que pueda.

-Espero que así sea.

Ambos hombres se miraron por unos segundos sin decir nada, hasta que Midori exclamó:

-¡Abrazo!

-Midori no creo que sea nece… - comentó Saki no muy seguro de aquella idea.

-¡DIJE ABRAZO!

Y sin tener otra opción, Rapha y Saki sellaron la disculpa con un abrazo que no duró más de 10 segundos, pues claramente era algo incomodo para ambos. Aún así, la doctora no perdió tiempo y aprovechó para sacarles una foto rápida, bajo la excusa de ponerla como portada de un álbum de recuerdos que estaba haciendo.

-Me alegra que los dos se hallan reconciliado – dijo Midori con alegría. - ¿Quién quiere jugar uno?


A pesar de que Saki y Rapha se hubieran reconciliado, el ex-villano no iba a dejar las cosas como si nada. Al contrario, para molestia de Rapha, Saki le había triplicado los deberes, bajo el pretexto de forjar su carácter. Por lo que durante esos tres días, Rapha tuvo que estar enfocado en realizar tareas de distintas materias, como matemáticas, historia, geografía, ciencias, en especial la de lectura y escritura del japones, aunque está última ya no se le hacía muy complicada gracias a la ayuda de la princesa.

-No te gustaría estudiar una carrera – le preguntó Midori mientras supervisaba que Rapha terminara sus deberes, ya que eran incontables las veces que Rapha había intentado escabullirse para no hacerlas.

-¿Una carrera? - dijo la ex-tortuga apartando la mirada de una hoja con planas de oraciones en japones. -Si apenas puedo con esto, dudo que una carrera sea para mi.

-No es tan difícil. Dime, ¿para que eres bueno?

-Eeeeeh, se me da bien patear calamardos espaciales de color rosa.

-Rapha, habló en serio -lo reprochó la doctora -¿A qué te dedicarás en un futuro?

-Dejaré que el tiempo lo resuelva.

Aunque Rapha parecía no importarle ese tipo de cosas, en el fondo, si era algo de lo cual se llegaba a cuestionar en repetidas ocasiones. Cuando era tortuga, Splinter les había hablado acerca de cómo los humanos se ganaban la vida, y les incitó a él y a sus hermanos a buscar una actividad a la cual pudieran dedicarse por el resto de sus vidas. Leo había optado por seguir el camino del ninja, Donnie programación y Mikey cocina, y él, si que era un dilema, pues no tenía la menor idea de que hacer, pero nunca le había tomado importancia, pues al ser una tortuga mutante que vivía en las alcantarillas, no veía la necesidad de estudiar algo, pero ahora que era un humano, las cosas eran diferentes.

Saki, no tenía la intensión de dejarlo sin una educación propia, y cada vez que podía le recordaba la importancia de ser una persona culta en el mundo. Si bien le había desmostrado no ser tan malo para las materias básicas de un estudiante de preparatoria, la misma pregunta se le formaba en su cabeza: ¿Qué es lo que podría hacer?

-Creo...que...podría enseñar ninjitsu – dijo Rapha después de pensarlo unos segundos.

-¿Enseñar? - repitió Midori enarcando una ceja.

-Eeeeh, ¿por qué no? Soy bueno en el ninjitsu y creo que sería un buen maestro.

-Quizá – dijo Saki entrando a la biblioteca y tomando asiento en la mesa junto a los demás -Pero para ser maestro debes tener paciencia y sobretodo debes aprender a controlar tú ira.

-Gracias, me das esperanza.

-Rapha, hablo en serio, es por eso que me tomé la libertad de crear una nueva rutina que te ayudará a controlar tú ira.

De un bolsillo interior de la chaqueta que traía puesta, Saki sacó un pequeño papel doblado y se lo entregó a la ex-tortuga, quién apenas lo leyó frunció el ceño no muy contento.

-¿Dos horas de meditación antes de cada entrenamiento y antes de dormir? -dijo Rapha .-¿Tomar té de jazmín todas las mañanas? ¿Esto es enserio?

-Me temo que si -contestó Saki cruzándose de brazos. -Es la rutina que yo seguí y mirame.

Rapha miró a Saki en silencio por escasos segundos, y se cuestionó seriamente si su método funcionaba.

-Pero Rapha – dijo Saki en tono serio. -Esto solo funcionará si estas dispuesto y crees que puedes hacerlo. De otro modo, tendré que llevarte a un loquero y darte drogas.

-¿Y no puedo optar por eso? - dijo Rapha en tono de broma, pero la mirada seria de Saki y Midori lo hicieron retractarse de su comentario.

No había otra cosa en el mundo que la ex-tortuga deseara más que por fin deshacerse de su ira. Siempre le había causado problemas las sobre reacciones que tenía con cada cosa que le molestara, y los sucesos de meses atrás eran el motivo perfecto para por fin hacer algo al respecto con su problema, porque si, era un problema, y ahora si tenía el valor para admitirlo. Solo que le hubiera gustado que el motivo por el cual emprendería el camino para bien, no fuera la muerte de Splinter.

-"Nunca valoré los intentos de Splinter para que dejara ir mi enojo" – pensó Rapha. - "Ahora he de pagar las consecuencias, pero no echaré a la borda todo lo que hizo él por mi." - y en voz alta dijo - ¡Lo haré!