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Disclaimer: Naruto no me pertenece, de lo contrario el NejiTen sería oficial

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Disfruten la lectura.


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Capítulo 16.

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En su no amar ni odiar el invierno había algo que sí odiaba, la lluvia. No tenía nada en contra de la nieve y no tenía nada en contra de la lluvia en otras estaciones, pero la lluvia en invierno sí le parecía algo horrible. Al menos la nieve eran solo copos que podían ser limpiados antes que se derritieran y mojaran la ropa, la lluvia no, y era igual de helada. Por eso esa lluvia de mediados de febrero lo tenía algo fastidiado, además que podía escucharla incluso por encima de sus audífonos. Afortunadamente esa mañana había tenido el suficiente sentido común de estacionar cerca al ver la nube gris que se acercaba en el horizonte y en la oficina tenía un paraguas para esas ocasiones, pero igual no le gustaba.

- ¿Hola? la voz lo sacó de su despotricar contra el clima, viendo los orbes chocolate disculpa, es...

- Sigue contestó de una vez y Tenten lo obedeció, quedándose de pie junto a la puerta

- Lo siento, mi jefe estuvo llamando y...

- ¿El programa volvió a fallar? preguntó sorprendido, a lo que la castaña asintió hablé con tu jefe la semana pasada, hice varias correcciones y ella misma verificó que todo funcionara

- Se lo diré... podía verla incómoda, lo que no le sorprendía

- Tenten la interrumpió somos adultos, no pasa nada ella abrió la boca pero no habló sigue, siéntate y me dices cuál es el error para corregirlo

- Es un libro que no aparece la castaña avanzó hacia la silla, sentándose y entonces notó que tenía las mangas del abrigo ligeramente mojadas

- ¿Quieres un café? ella asintió, tomando la taza entre sus manos para calentarse tan pronto se la entregó debiste decirle a tu jefe que no vendrías por la lluvia, estarás congelada hasta que llegues a tu casa

- Estaré bien le restó importancia y él optó por concentrarse en su trabajo.

Su ceño se frunció en cuanto abrió el software de la biblioteca, sin duda iba a poner una queja contra el estudiante de programación que se estaba pasando de listo. Por lo que lo que creía iban a ser un par de minutos cargando la información se convirtieron en casi 2 horas de él revisando y corrigiendo el código que había sido alterado, buscando de paso los rastros que el descuidado alumno había dejado.

- Siento la tardanza se excusó cuando por fin pudo dejar todo como estaba ¿tu jefe ha dicho algo?

- No, ya le dije que no morí ahogada y que estabas solucionando el problema... le avisaré que ya está

- Perfecto, ¿necesitas algo más? estuvo a punto de preguntarle por Yumiko, pero desistió

- No, gracias... se reprochó a sí mismo su torpeza de semanas atrás en cuanto la vio salir de la oficina, el haber arruinado la amistad que tenían y que ya no hablaran.

Anotó en su listado de pendientes el revisar el lunes de nuevo todos los sistemas del College para asegurarse que todo estaba en orden. La semana de receso empezaba esa tarde por lo que la siguiente semana podría dedicarla de lleno a esto sin que algún otro departamento se quejara por la falta de servicio. Cuando vio que su horario terminaba se alistó para irse, buscando el paraguas que tenía allí guardado porque la lluvia no se había detenido.

- ¿Estás aquí desde que te despediste? no pudo ocultar su sorpresa por ver a Tenten de pie junto a la puerta del edificio, afuera ya estaba completamente oscuro

- Mi jefe me dijo que me puedo ir desde que salí de tu oficina, había dejado mi paraguas afuera pero al salir ya no estaba y tengo que ir a recoger a Yumiko al jardín, pero... era entendible, era cuanto mínimo suicida salir a ese clima sin un paraguas o alguna protección contra el agua

- Puedo llevarte se ofreció

- No, no hace falta...

- Tenten, no sabes cuando dejará de llover sin contar la hora que ya llevaba ahí parada y no es sensato salir a esperar el autobús así ella de nuevo abrió la boca y la cerró, asintiendo mi auto está cerca

La castaña se pegó a su brazo en cuanto abrió el paraguas y salieron a la lluvia, cuidando cada paso para no caerse por el suelo resbaloso. Se acercó primero al lado del copiloto para que ella pudiera subirse y luego rodeó el vehículo para poder sentarse en su lugar, dejando el paraguas en el suelo de la parte trasera.

- ¿Dónde queda el jardín?

- Es a unas cuadras de mi departamento eso no le decía mucho, por lo que buscó su teléfono para abrir el GPS y que ella pudiera allí señalar el lugar gracias

- No hay de qué contestó mientras encendía el auto y empezaba a seguir las instrucciones ¿has pensado en comprar un auto?

- Sí, pero estoy esperando a mudarme y luego sí veré lo de la licencia...

- ¿No sabes conducir?

- Aprendí en mi penúltimo año de instituto, pero nunca he tenido licencia una licencia completa, de momento tengo la básica solamente porque sirve de identificación recordaba esa, para obtenerla solamente era necesario aprobar el examen escrito y no el de conducir en sí nunca he intentado el práctico porque... bueno, no tengo un auto para intentarlo y está el tema que aquí conducen por la derecha, pero lo resolveré pronto — hubo silencio después de esa frase

- ¿Cómo va tu búsqueda de departamento?

- Detenida, mi casera me dijo que los inquilinos del tercer piso se irán finalizando el cuatrimestre, por lo que podría pasarme a ese departamento y el precio no aumentaría tanto, me dijo que incluso podré pintar la habitación de Yumiko como quiera... además ya conozco el sector y la mudanza no sería tan complicada... así que esperaré, si para mayo no se han ido volveré a buscar

- Estoy seguro que será un lindo lugar lo que consigas, que le gustará a Yumiko Tenten sonrió en respuesta, quedándose ambos en silencio el resto del camino

- Gracias dijo ella a modo de despedida en cuanto él se detuvo frente a la dirección señalada

- ¿Qué crees que vas a hacer? Te esperaré y las llevaré hasta tu departamento, sería irresponsable de mi parte dejarte a tu suerte en este momento

- Puedo pedir un taxi

- ¿A esta hora y con este clima? Tenten se mordió el labio dijiste que solo son un par de cuadras, ¿no?

- No tardaré fue la respuesta con resignación

- Espera, ten estiró la mano para tomar el paraguas y pasárselo. Fueron apenas un par de minutos cuando pudo ver a la castaña de nuevo, ahora con un bulto muy envuelto en ropa en sus brazos, abriendo la puerta trasera para sentarse allí

- El agua está helada la escuchó quejarse mientras revisaba que Yumiko siguiera seca gracias por esto

- No hay de qué volvió a tenderle el teléfono ¿en dónde vives? era verdad que apenas si eran un par de cuadras, la diferencia es que al detenerse tomó el paraguas y se bajó, dando la vuelta para que tanto Tenten como Yumiko estuvieran guarecidas de la lluvia al bajarse

- ¿Quieres pasar? le preguntó la castaña cuando estuvieron junto a la puerta, podía sentir su abrigo húmedo y debía quitárselo pronto o se congelaría al menos mientras el clima mejora un poco la lluvia no daba indicios de detenerse

Él asintió con la cabeza, siguiendo a Tenten cuando abrió, la mujer no mentía cuando decía que era un lugar pequeño y que era apenas para 1 sola persona. Dejó su abrigo y sus zapatos en la zona destinada para eso, afortunadamente la temperatura dentro del lugar era agradable. La castaña por su parte le quitó todas las capas de abrigo que tenía la niña antes de dejarla en el suelo para que caminara por su cuenta.

- Por favor siéntate comentó ella y él se dirigió al sofá, en la mesa de centro había un par de libros de su carrera ¿quieres té o café con galletas?

- Té estaría bien aceptó porque la bebida caliente sonaba bien, la castaña sonrió asintiendo con la cabeza y caminando hacia la cocina

– Cariño escuchó ahora en una voz cantarina es hora de comer la pequeña pasó corriendo hacia donde estaba su madre, Tenten la atrapó, besando su mejilla a la vez que esta balbuceaba algo y luego la dejó en el suelo de nuevo

Dejó de prestar atención a lo que pasaba con la castaña y su hija, dedicándose mientras esperaba a revisar su teléfono, notando que era mucho más tarde de lo que creía. Entre sus mensajes leyó que Kankuro se quejaba de haberse mojado y que por eso había tenido que irse primero a la casa para cambiarse de ropa, y el problema era que su padre ahora no lo quería dejar salir. Temari solo preguntaba si llegaría a tiempo para la cena a lo que él negó, no eran más las conversaciones que tenía por revisar. Hizo el aparato a un lado cuando Tenten dejó en la mesa de centro las tazas de té para ambos, junto a un par de platos con las galletas.

- Lo siento, Yumiko solo come galletas con formas de animales y no he ido a comprar normales se disculpó ella al ver que él veía con una ceja enarcada lo que parecía ser una jirafa

- Creo que han pasado por lo menos 20 años desde la última vez que comí una galleta de estas confesó antes de llevársela a la boca, sonriendo porque sabía tal y como recordaba ¿tú pintaste ese cuadro? señaló un paisaje en una de las paredes, alcanzaba a ver las 3 aves volando

- Sí, lo hice para mis padres hace mucho... era imposible para mí dejarlo cuando viajé, es... era la representación de mi hogar

- Es lindo, es bueno que siguieras trabajando en tu lado artístico

- Gracias Tenten sonrió con algo de melancolía mis padres siempre me apoyaron en eso

- Es importante, todavía recuerdo a papá y Kankuro discutir porque a mi padre no le gustaba la idea de su hijo siendo un artista

- Tu hermano es muy bueno en su trabajo

- Y eso que no lo has visto pintar, aunque dice que no le gusta y cada tanto refunfuña por la casa porque tenemos varios de sus cuadros colgados

- Una diseñadora, un escritor... y un ingeniero, creo que no seguiste el camino de tus hermanos

- No cuentes a Temari en el área creativa, es diseñadora industrial y difícilmente puedes describirla como una persona artística

- Oh, creo que solo me quedé con la palabra diseñadora... ¿qué pasa, cariño? Yumiko había llegado junto al sofá sosteniendo un biberón en las manos, por lo que Tenten la alzó ¿quieres ver tu programa? la castaña le señaló el control remoto ¿te importa?

- Para nada le entregó el control y el televisor fue encendido, siendo cambiado rápidamente al canal infantil en donde unos muñecos en forma de números estaban cantando y bailando

- Odio el maldito programa, pero es educativo y la entretiene no pudo evitar reírse, en especial porque la pequeña tarareaba en las piernas de su madre no tardará en querer irse a dormir, juro que un día buscaré la productora y los voy a incendiar... eso o resultaré también cantando

- No creo que Yumiko quiera que su madre esté en la cárcel

- ¿Por cantar? Tenten había empezado a reírse por supuesto

Era curioso que él había resultado entretenido con el programa que Tenten decía odiar, perdiendo la noción del tiempo hasta que escuchó que la castaña susurraba que no tardaría en regresar, dejando el biberón casi vacío sobre la mesa de centro antes de llevarse a una muy dormida Yumiko en brazos.

- Ahora sí el canal fue cambiado me espera un fin de semana de ese programa, necesito algo de paz mental mientras tanto

- Creo que debería irme

- ¿En serio? por un momento le pareció verla decepcionada no, tienes razón, es tarde...

- ¿Te dejaron muchos trabajos para tu semana de lectura? decidió que podía quedarse al menos un rato más

- Como siempre, al menos estaré en casa

- Escuchando de fondo el programa dijo a modo de burla y la vio rodar los ojos pero sí, es bueno estar en casa

- ¿Qué hay de ti?

- Mi horario sigue como siempre, si todo va bien la próxima semana arreglaré del todo el software de la biblioteca, tu jefe será feliz y no te enviará de nuevo al area de sistemas

- Eso... ambos se quedaron en un silencio incómodo, él tan solo quería aclararle que ella siempre sería bienvenida en su oficina Gaara, yo...

Tenten no dijo nada más, tampoco esperó que él contestara o algo parecido. O sí esperó una respuesta, pero unja muy diferente, porque lo siguiente que había hecho fue acortar la distancia entre ellos y ser ella quien lo besaba. Su reacción fue instantánea, respondiendo al contacto, sus labios eran incluso más suaves de lo que había llegado a imaginar.

- Pensé... pronunció en cuanto se separaron pensé que no estabas interesada en mí

- Sí, sí lo estoy la castaña volvió a besarlo, pero ahora de una forma más demandante me gustas hace mucho no lo dejó hablar, siendo ahora la lengua de ella la que buscaba que él correspondiera de la misma forma. Casi podía jurar que la había escuchado suspirar cuando él se acopló al beso.

Una de sus manos fue al rostro de ella, acariciando ligeramente su mejilla a lo que Tenten ladeó la cabeza, haciendo de paso que el beso fuera mucho mejor. Solo por una vez iba a decir que no odiaba la lluvia, de no ser por esta no estaría en ese momento en esa situación. Todos sus sentidos estaban enfocados en la castaña, quien sin romper el contacto se incorporó más para poder sentarse a horcajadas sobre él, posando las manos en su pecho.

Al principio se había sentido algo cohibido, pero entre más tiempo pasaba con ella en su regazo más luchaban sus manos por querer moverse y acariciarla. Con timidez levantó una de sus manos para posarla en la cintura de la castaña, a lo que ella se arqueó y eso aumentó la presión en cierta parte de su anatomía. De forma automática su otra mano también fue a la cintura, deslizándola hacia la espalda de Tenten. En ese momento tuvo que romper el beso porque le era imposible respirar, viéndola sonriente y sonrojada, siendo lo siguiente que ella empezaba a besar su cuello. No quería escuchar a su sentido común, mucho menos recordar las palabras de su hermano que tantas veces le había dicho que se alejara.

Exhaló pesadamente cuando la sintió deslizar las manos por su pecho, desapuntando los botones de su camisa para hacerla a un lado, él solo estaba disfrutando de lo que pasaba, disfrutando los suaves mordiscos que recibía en su hombro ahora descubierto y por todo el largo de su cuello. Por su parte sus manos habían buscado el inicio de la blusa de Tenten, metiéndose bajo esta para poder tocar sus senos sin encontrar la mínima señal de desagrado. Pero cuando quitó la blusa la castaña detuvo lo que hacía, viéndolo fijamente.

- ¿Demasiado rápido? estaba tratando de recuperar su cabeza fría, luchando para que la sangre dejara de circular a la parte baja de su cuerpo. Apenas si habían compartido un beso y ya se estaban desvistiendo uno al otro

- No, es solo que... Tenten pareció pensar, no se estaba cubriendo ni parecía avergonzada por la posición en la que estaban a veces duermo en la sala, cuando tengo que quedarme estudiando o quiero ver alguna película hasta tarde y no quiero despertar a Yumiko al entrar a la habitación me quedo a dormir aquí...

- No lo entiendo admitió, porque le resultaba extraño pensar en irse a la cama mientras la hija de Tenten estuviera ahí

- Lo que quiero decir es que este es un sofá cama él enarcó una ceja podríamos estar más cómodos ante la falta de respuesta de su parte, Tenten lo atrajo hacia ella a la vez que movía el espaldar del mueble, él tan solo la sostuvo por la cintura porque por un momento temió que se cayera. Un clic se escuchó y ambos se enderezaron mientras que el espaldar cayó por completo mejor ¿no crees?

Fue una pregunta retórica, porque ella volvió a besarlo a la vez que le indicaba que se acostara. Eso le permitía dejar que sus manos se movieran con mayor libertad por el cuerpo de la castaña, con una estaba acariciando sus senos y con la otra su trasero, acariciándola por encima del pantalón. Hasta que decidió llevarlas ambas a tratar de abrir dicha prenda, logrando así inmiscuir una de sus manos entre este y bajo el panty, escuchándola gemir audiblemente en cuando tocó esa zona que estaba húmeda.

Tenten no se había quedado atrás, mientras alternaba entre besarlo o lamer su cuello y pecho, había abierto su pantalón y había pasado la mano justo por encima de su erección, repitiendo el movimiento un par de veces antes de bajarse del sofá. Esta vez no creyó que iban demasiado rápido o que ella quisiera que se detuvieran, lo cual no tendría problema en aceptar, y no creyó nada de eso porque antes de pensar nada Tenten había tomado el borde de su pantalón y de su bóxer, siendo su objetivo quitarlos del camino. También se había terminado de desvestir ella, aunque no la dejó verla mucho porque se había vuelto a subir a su regazo.

- Gaara... la escuchó susurrar justo en su oído a medida que él aumentaba la caricia que estaba dando en su intimidad, aprovechando la ausencia de ropa en su camino Gaara, por favor... fue una súplica seguida de un nuevo gemido, a lo que él tuvo que usar toda su fuerza de voluntad para no ceder de inmediato, en especial porque ella seguía encima suyo y sería muy fácil penetrarla Gaa...

- Solo un poco más... Tenten escondió la cara en su cuello, gimiendo nuevamente y moviendo ligeramente la cadera para ajustarse al compás que sus dedos marcaban. El sonido que ella trató de ahogar al llegar al orgasmo había sido simplemente exquisito, sintiendo como la castaña tiritaba ligeramente necesito...

- ¿Qué pasa? la castaña estaba se había recuperado parcialmente y estaba acariciando su miembro

- Mi billetera alcanzó a pronunciar con el poco sentido común que le quedaba, no sería difícil para él dejarse llevar por la forma en que ella lo estaba tocando en mi billetera hay...

Había perdido la cuenta de las veces que le había dicho a Kankuro que dejara de meter condones en su billetera, si bien era un hombre y tenía necesidades, nunca le había gustado del todo el sexo casual, así que estos eran innecesarios. Los sacaba y unos días después cuando iba a pagar su café en la mañana descubría que nuevamente estaban allí, a veces incluso podía jurar que su hermano encontraba divertido ir alternando las opciones. La última vez había sacado unos de sabor a sandía, también había habido de colores y hasta de los que alumbraban en la oscuridad.

Pero esa había sido la razón por la que había pedido su billetera, su primera opción era confiar que como siempre su hermano los hubiera reemplazado, ojalá por unos normales. Su segunda opción en caso que por una vez en la vida Kankuro hubiera decidido obedecerlo en dejar de meter condones en su billetera era seguir su noche de otra forma, incluso sin penetración podían disfrutar. Porque no consideraba una opción no usar nada, la "marcha atrás" no era confiable y él tampoco tenía la suficiente cordura en ese momento para tratar de recurrir a esta.

- Chocolate una maldición resonó en su mente ante la implicación de esa palabra me encanta el chocolate Tenten volvió a subirse sobre él pero... con habilidad el látex fue deslizado sobre su miembro ¿te molesta si esa parte la dejamos para más tarde?

El asentimiento fue solo con su cabeza, besando a la castaña que ya se había acomodado de modo que tan solo tuvo que levantar un poco su cadera, deslizándose suavemente en su interior mientras los dos ahogaban su gemido mutuo en el beso.

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Se despertó cuando escuchó que la puerta de su departamento era cerrada, estaba recordando de a pocos lo que había pasado la noche anterior cuando escuchó un auto ser encendido y que luego se alejaba. Por lo que se sentó en el sofá cama para comprobar que estaba sola y que la ropa de Gaara ya no estaba en ninguna parte.

Podría excusarse en que se desconocía a sí misma por lo que había hecho, que no sabía lo que estaba pensando cuando había decidido acostarse con él, pero la verdad es que mentiría por completo. Por más que se había repetido a sí misma que su prioridad era su hija y que había hecho lo correcto al rechazar el beso antes, se arrepentía de su elección esa tarde y de su actitud posterior. Sí, su hija era su prioridad y ella había estado la mayor parte de su embarazo y la edad actual de Yumiko solamente siendo una madre, enfocándose por completo en eso, pero era joven y no había dejado de ser una mujer.

Era una mujer y era en parte normal el desear, el querer estar con alguien. Nunca en su vida había tenido sexo casual ni se creía capaz de tal cosa, de hecho Gaara era el segundo hombre con el que se acostaba a su corta edad. Tampoco estaba segura de si lo que habían hecho se clasificaba como sexo casual o no, es decir, ellos no tenían ninguna relación oficialmente, pero él no era un completo desconocido. El pelirrojo era alguien en quien ella confiaba, aunque ahora se sintiera contrariada por despertar sola y que se hubiera ido del departamento sin despedirse.

No quería pensar en que debió preguntarle qué significaba lo que habían hecho, tal vez para él sí era usual ese tipo de encuentros y estaba siendo ingenua por no aceptarlo desde el principio. Además que su contrariedad se alimentaba también por la forma en que él la había abrazado cuando terminaron su encuentro, por ese beso dulce antes de dormir. Maldijo para sí misma a la vez que se levantaba, sin importar el significado de su noche era hora de levantarse y dedicarse a su hija.

Yumiko apenas se estaba despertando, viendo en su dirección cuando abrió la puerta por lo que extendió los brazos para que la sacara de la cuna. Se puso rápidamente un vestido de pijama y luego sí la alzó y besó de una vez su frente, era sábado y pasarían todo el día juntas. Mientras la bañera se llenaba ella organizó la sala, regresando el sofá cama a su posición normal y doblando la manta que solía mantener allí, recogiendo de paso su ropa que estaba por todo el suelo.

Había sido un baño rápido el que le había dado a su hija, duchándose ella también a prisa antes de irse juntas a la habitación. El pronóstico del clima decía que ese día no iba a nevar, pero sí habría bastante viento, por lo que buscó ropa abrigada, en la tarde tendrían que salir al supermercado por varios faltantes, entre esos galletas normales. Suspiró mientras caminaba a la cocina, no se iba a desgastar pensando en Gaara, tampoco en el hecho que a pesar de todo el tiempo que llevaban hablando nunca habían intercambiado números telefónicos, por lo que ni siquiera podría esperar que él la llamara.

Era frustrante, pero a la vez se decía a sí misma que antes del día anterior habían estado un par de semanas sin hablar, por lo que probablemente si se había tratado de algo casual y nada más seguirían alejados. Respiró profundo, definitivamente no quería pensar al respecto, ya lo haría cuando el College volviera a empezar y pudiera descubrir cuál iba a ser la actitud de él. Con esa convicción sacó la bolsa de leche de la nevera para poder entibiarla un poco y ya luego la mezclaría con avena para el desayuno de Yumiko, iba a picar también una pera cuando escuchó que la puerta del departamento se abría.

- Pensé que seguirías durmiendo Gaara había regresado, tenía en una mano un soporte de cartón con 2 vasos y en la otra una enorme bolsa con varios contenedores de comida traje chocolate caliente y... bueno, algo para desayunar ella se había quedado muda al verlo de regreso ¿pasa algo? negó con la cabeza ¿segura?

- Sí, es solo... no estaba segura de cómo sentirse buscaré la otra silla

Por lo general comía en la sala, aunque se sentaba en el comedor para cucharearle a Yumiko en su silla especial cuando era necesario. Por eso mismo la otra silla con la que había comprado el comedor estaba en su habitación cubierta de ropa limpia que no había doblado.

- Te traje panqueques con huevos revueltos y tocino, también un muffin de arándano ella sonrió porque él había recordado que a ella le gustaba ese sabor también hay unos mini panqueques de animales para Yumiko y... bueno, no supe qué más come una niña de su edad

- Se los serviré con algo de fruta y un vaso de leche puso la silla en su lugar ponte cómodo regresó a la cocina para apagarle a la leche y poder trocear la pera de antes de ponerla en un plato. Gaara había sacado la comida de la bolsa y ella no pudo evitar sonreír al ver que efectivamente los panqueques para su hija tenían forma de diferentes animales, no sabía que estuviera esa opción en los lugares de desayuno oye susurró junto a él antes de sentarse gracias

- No tienes que agradecerlo le contestó Gaara, acortando la distancia entre ellos para darle un beso dulce, muy muy dulce.

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¡Hola!

Si de casualidad se lo están preguntando: el flashback termina a mitad del capítulo 18 (es decir, nos falta capítulo y medio).

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Recuerden que sus comentarios, sugerencias y demás son bien recibidos en un review. Como siempre les recuerdo que tengo twitter (idamariakusajis) e instagram (idamariakusajishi) por si les interesa darse una pasada.

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Att: Sally K