Aclaración: Los personajes no me pertenecen, son de la genialidad y creatividad de Rumiko Takahashi. La historia es mía y uso los personajes para saciar mi mente de escritora frustrada.
"¿Posibilidad de vivir? Sí, hay una"
El secreto de la isla
Capítulo 13: Proteger
-Gracias por volver-Le dijo el anciano mientras le servía comida a InuYasha-Creí que te perderías en ese bosque.
InuYasha observó el plato humeante sobre la mesa eligiendo las palabras que quería decir para no sonar tan cruel.
-No te equivoques, no puedo evitar verte y recordar todo lo horrible que he vivido, pero no vine aquí para quedarme clavado en eso, quería respuestas y las obtuve, sabía que no serían buenas noticias de todos modos-Él se encogió de hombros fingiendo que le estaba restando importancia, luego engulló su primer bocado intentando dejar zanjado el tema, no quería continuar hurgando el pasado, era doloroso, ya había tenido demasiada información abrumadora que enfrentar para seguir con más.
Kagome se mantuvo en silencio apreciando la escena, estaba deseando volver a la cabaña, se sentía cansada por todas las emociones experimentadas durante el día. InuYasha le dio una rápida mirada advirtiendo esto.
-Volveremos a la cabaña después de comer-Le dijo como si adivinara lo que estaba pensando, le acercó un vaso con jugo, ella asintió tomándolo dándole un suave gracias.
-Sé que no quieren más malas noticias pero hay algo que debo decirles-El hombre se acomodó en su asiento apoyando sus manos en la mesa como si buscara estabilidad allí.
InuYasha frunció las cejas nervioso, ya no sabía que más esperar, Kagome también lo observó preocupada.
-Hace un tiempo vinieron unos soldados de Naraku…
-¿Estaban vestido de ropa deportiva negra?-Interrumpió Kagome recordando a los sujetos que estuvieron persiguiendo a InuYasha.
-¿Los vieron?-Preguntó con asombró.
-Sí, me estuvieron buscando pero se fueron dándome por muerto.
-Eso es un alivio-Exclamó con tono alegre-Cuando vinieron me sorprendí, se supone que la isla de atrás había explotado…no me dieron más información, no sabía que creer, si solo era una prueba… pero era raro después de tantos años. Ellos supusieron que llegarías aquí por ayuda, no imaginaron que habías olvidado tu casa. Ese día me amenazaron que si te veía debía inmediatamente contactarlos…-Guardó silencio un instante para tomar un sorbo de agua- Ayer… cuando la mesera me dijo que unas personas querían hablar conmigo, me asomé levemente por la puerta y los vi, no podía creerlo… -Sacó de su bolsillo de pantalón un papel con un número de teléfono.
-Supongo que no les dirás…
-¡No!-Se apresuró a decir-Por supuesto que no los contactaré, hice las cosas mal en el pasado pero esta nueva oportunidad contigo no la dejaría jamás-Su mirada determinada y su boca firme le confirmaron a InuYasha que no mentía, aun así no podía evitar sentir desconfianza, decidió que estaría alerta pero intentaría aceptar que le estaba diciendo la verdad.
-Bien-InuYasha volvió a comer tratando de disfrutar de los sabores del alimento en vez de las preocupaciones de su vida.
-Me gustaría que me diera el papel, por favor-Dijo tímidamente Kagome ofreciendo su mano para recibirlo, Takashi se lo entregó inmediatamente estirando su brazo-Gracias.
-¿Para qué?-Alzó una ceja InuYasha con expresión interrogante.
-Porque esto podría servirnos para interceptar su señal e información-Ella vio cómo su cara de no comprender seguí ahí-Mi profesión es ingeniera informática, te comenté que trabajaba en una empresa a la que me llevó el Primer Ministro, allí aprendí muchas cosas, lamentablemente aquí no tengo como hacerlo… pero cuando otra vez tengamos conexión… puedo buscar una forma junto a Miroku de poder rastrear la señal y averiguar más de Naraku.
-¿Eso se puede hacer?-El anciano abrió los ojos grandes enfatizando las expresiones de su arrugado rostro, ella asintió con una sonrisa-Creo que puedo darles una buena noticia, porque me contaron que el avión llega mañana, generalmente se demoran un día en reparar la central de conexión, eso suele ocurrir regularmente acá, tardan mucho en encontrar los repuestos, pero una vez están el resto se hace rápido.
-¿Seguro? Porque nos habían dicho que demoraría más-El hombre asintió-¡Eso es fantástico!-Gritó Kagome levantándose de su asiento, aplaudiendo-Entonces, si todo sale bien, mañana estaré hablando con Miroku, no lo puedo creer, InuYasha, esto es una excelente noticia-Le dijo con una amplia sonrisa.
Él tenía un huracán de emociones en su interior, la esperanza estaba floreciendo y sus pensamientos negativos lo arruinaban por temor a la desilusión de que no ocurriera nada bueno. Sin embargo, ver el ilusionado rostro de Kagome le hacía mantener esa luz encendida bajo las capas de su corazón.
Agradecía conocer a Kagome, sin ella dudaba que hubiese llegado hasta el punto de estar en ese momento frente a su abuelo y saber la verdad de lo ocurrido en la isla. También sin ella, dudaba haber podido tolerar todo lo abrumador que estaba siendo encarar la verdad. Persistía la pesadumbre, pero era soportable por Kagome. Eso le recordó sus sentimientos, tan pronto como pensó en ello lo apartó.
Retomaron la cena manteniendo la joven una charla relajada con el lugareño respecto a las tradiciones de la isla, le explicó que el origen de la celebración de la deidad del bosque venía de la leyenda del primer originario. Él se encontró con la deidad cuando había ocurrido una gran tormenta que duró semanas, angustiado le pidió ayuda, la deidad al comprender su desesperación despejó el cielo y regaló árboles con frutos, favoreciendo la abundancia en la tierra, a cambio la recuerdan cada año como agradecimiento. Kagome escuchó atenta cada historia que le contaba admirando la cultura que le transmitía el anciano.
Cuando se iban, Takashi los acompañó hasta la puerta con ojos tristes pero también una sensación de alivio de haber podido reencontrarse con su nieto.
-InuYasha, estoy feliz de a esta anciana edad poder verte otra vez-Él descansó sus manos en cada hombro del joven que se tensó ante su contacto, sin saber cómo corresponder a ese gesto de cercanía-Cuando todo salga a la luz y la situación se calme, por favor, vuelve a visitarme-Le pidió con calidez, apretando los dedos en los hombros.
-Si vuelves a tener esa comida deliciosa, seguro vengo-Dijo intentando disipar el ambiente de nostalgia que los rodeo, el lugareño le sonrió afectuosamente.
-Por supuesto…
-Gracias Señor Takashi-Dijo Kagome con ojos dulces, nuevamente tenía su pecho oprimido y deseos de llorar, le parecía demasiado conmovedora la escena. A pesar de todo lo malo se habían podido reunir nuevamente InuYasha con su abuelo, para ella ambos eran víctimas de Naraku, el único culpable y que debía pagar era ese sujeto.
-Gracias a ti por apoyar a mi nieto, sin prejuicios ni condiciones, eres un alma muy buena, Kagome, sin duda, mi nieto tuvo una gran suerte de encontrarte-Ella tuvo la sensación de que había una doble intención en sus palabras pero no pudo leer a qué iba, así que solo asintió manteniendo su sonrisa con las mejillas sonrojadas, cohibiéndole su amable cumplido.
-No es nada, solo intento hacer lo que puedo.
InuYasha fue consciente de que su corazón otra vez bombeaba fuerte, él si había comprendido las palabras del anciano y a qué se refería, al parecer el hombre había podido ver más allá en él, lo advertía en la mirada que le estaba dirigiendo en ese momento, como si pudiera leer sus sentimientos hacia Kagome, decidió darse la vuelta para comenzar a caminar.
Era suficiente, no tenía energías para lidiar con más emociones.
Kagome hizo una última seña de despedida con la mano a Takashi para luego seguir a InuYasha, quien se agachó para que ella se subiera en su espalda, en menos de un pestañeo habían desaparecido de la visión del lugareño.
Él se quedó un instante más en el marco de la puerta asimilando que al fin había podido reunirse con su nieto, se dirigió en la oscuridad al campo de lavandas, conocía el camino de memoria, se detuvo al llegar frente a la tumba de su hija.
-Estoy seguro que estarías muy contenta de que a pesar de todo lo malo… él ha crecido tanto convirtiéndose en un buen hombre, siempre fue un buen niño…-Takashi acarició la tumba sintiendo la humedad en sus ojos.
A su edad era dichoso de haber podido compartir con su nieto, la culpa permanecía clavada en su corazón, pero también la alegría de que estuviera vivo, eso era todo lo que necesitaba, que su nieto estuviera vivo.
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InuYasha se despertó abruptamente en la noche al escuchar los sonoros quejidos de Kagome, se apresuró a entrar en su habitación para despertarla como tantas veces ella había hecho con él. La vio con los ojos apretados, las cejas y la boca tensa, su mano presionaba la sabana, su cabeza hacía leves movimientos mientras de su boca salían sonidos inentendibles. Él se hincó al costado de la cama para tocar delicadamente su brazo.
-Kagome…-Dijo bajito para no sobresaltarla, ella abrió los ojos adormilada, lentamente fue consciente de su alrededor.
-Estaba teniendo un horrible sueño…-Murmuró frotándose los ojos con la angustia aún en su estómago.
-Eso noté…
-Tuve mucha dificultad para dormir…-Kagome lo miró dubitativa de si pedirle lo que quería, ella realmente no se sentía en ese momento con deseos de estar sola en la habitación, había estado soñando con escenas del accidente familiar mezcladas con el relato de Takashi-¿Podrías…permanecer conmigo esta noche?-Logró decir tímidamente viéndolo a los ojos y luego desviando la mirada a un costado de él, creyó que se le saldría el corazón del pecho-Creo que todo lo de hoy no me dejó bien… no quiero dormir sola-Terminó susurrando atreviéndose otra vez a verlo.
Él estaba sorprendido de su petición, le parecía algo íntimo, pero también lograba entender que si para él todo había sido un remolino de emociones y pensamientos, para ella también, además él también había sostenido dificultad para poder conciliar el sueño.
-Bien-Dijo sentándose en el suelo y apoyando la espalda en la pared cerrando los ojos, la escuchó moverse.
-Está bien… si duermes aquí, InuYasha-Kagome se había deslizando en la amplia cama dejándole espacio suficiente a su lado, su corazón otra vez le dio un tirón recordándole que ella le gustaba.
-¿Estas…segura?-Consultó, intentando dominar el agitado palpitar al tener esa proximidad con ella.
-Sí, confío en ti-Susurró, sentía vergüenza de su petición, estaba alerta de que InuYasha le parecía atractivo y le gustaba, pero quería sentirse acompañada esa noche, tenía miedo de nuevamente cerrar los ojos y volver a las pesadillas.
Él cautelosamente se levantó, ella le abrió las frazadas para que se acomodara abajo advirtiendo que se iba a recostar sobre ellas, se miraron un instante, InuYasha se introdujo dentro, percibiendo el calor que Kagome había dejado en la zona y su aroma dulce envolviéndolo, empezó a sentir calor por su cuerpo, un leve cosquilleo en su vientre, él clavó los ojos en el techo intentando controlar sus sensaciones.
-Gracias-Murmuró ella, acomodándose en posición fetal hacia él y cerrando los parpados, al comienzo percibía su palpitar fuerte en sus oídos, lentamente se relajó sintiéndose segura y protegida a su lado, hasta que se durmió.
Él cuando escuchó su respirar pausado se atrevió a mirarla, sabía que estaba descansando por el modo lento en que su pecho subía y bajaba.
Una apacible calma se extendió por su ser al contemplarla, se volteó levemente para recargarse sobre su hombro y quedar de lado para admirarla mejor.
Sus labios entre abierto dejaban escapar sutilmente el aire, su cabello negro se deslizaba por su mejilla y cuello, la frazada tapaba hasta su hombro, su rostro relajado le entregaba la señal que las pesadillas se habían esfumado.
Quería protegerla, que ella jamás tuviera que experimentar otra vez dolor.
InuYasha se dio cuenta de lo peligroso que podía ser para Kagome continuar a su lado, se juró que si todo tomaba un camino turbio en el que su vida corriera riesgo, se apartaría. La sola idea de pensar en no ver más a Kagome le afligió.
No quería perderla.
No quería exponerla.
Solo quería protegerla.
Si llegaba el momento en que tuviese que tomar esa decisión que sabría que le dolería el alma, estaba dispuesto a hacerlo si era necesario, porque ahora lo comprendía, para él en esta nueva oportunidad, no había nada más preciado que Kagome.
Continuará…
Hola, ya hemos llegado al capítulo 13, el tiempo pasa rápido.
Muchas gracias por tus comentarios, me encanta mucho leerte, así que espero tu reviews para saber tu opinión del capítulo.
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Un abrazo, que tengas una maravillosa semana.
Fecha en la que terminé de escribir el capítulo: 24-04-2022.
Pd: Un breve recordatorio, yo solo escribo en fanfiction, si llegas a ver alguna de mis historias en otras plataformas te agradecería me avisara para tomar las medidas correspondientes.
