Hola a todos, se que debía subir el capítulo el lunes, pero el tiempo no fue mi acompañante. Este capítulo es bastante incomodo, al menos para mi de escribir y espero que no les guste realmente. Solo he querido plasmar lo mas grotesco que puede llegara a ser el humano.
Nos vemos la próxima semana.
...
Phil parecía caminar con mucho sigilo, mirando en todas direcciones para que no lo encontraran. Por alguna razón, no quería que lo encontrarán. Cuando llegó hasta una puerta, volvió a mirar a todas direcciones, y cuando se sintió seguro de su alrededor, decidió abrir con sigilo aquella particular puerta.
—¡¿En verdad creían que se iban a salir con la suya, ingenuos?! —celebró con entusiasmo mientras abría la puerta.
Tras abrirla, su asombro fue enorme. Misty parecía haber salido de la ducha, ya que aún se estaba secando el cuerpo, mientras su ropa yacía a un costado de ella. Verla totalmente desnuda, pese a los años que llevaban como marido y mujer, aún le provocaba.
—Todavía no puedo creer que una chica tan hermosa como Misty se haya fijado en mí —balbuceó totalmente hipnotizado Phil.
—¿Cierto que mi mamá es muy bonita, papá? —le preguntó Kasumi con felicidad.
—¡¿Kasumi?! —totalmente asustado, el joven cerró la puerta de golpe— ¡¿Qué estás haciendo aquí?!
—Eso venía a preguntarte —le respondió la joven con mucha curiosidad—. Mi mamá se va a enojar si se entera que la espiabas.
—Me voy a enojar con los dos por fisgones —se escuchó de fondo, al tiempo que Misty abría la puerta para asomar solo su cabeza con cierta molestia—. ¿Qué creen que hacen los dos?
—¡Auxilio, mi mamá me quiere colgar! —y huyendo muy asustada, Kasumi se fue llorando.
—Y creo que yo también me voy… —con el mismo miedo, Phil quiso salir de ese lugar, pero Misty lo agarró de la ropa, entrándolo al cambiador a la fuerza—. ¡Fue sin querer, me equivoqué de puerta!
—¿En verdad aún te parezco tan atractiva? —le preguntó Misty muy avergonzada, haciendo que Phil mirara lo que ella consideraba un cuerpo sin belleza—. Estoy llena de cicatrices, gorda y mis pechos están caídos.
—¿De qué estás hablando? —le preguntó muy extrañado, mientras se fijaba en qué tal vez si tenía razón—. Has peleado más que todos nosotros, desde mucho antes, por eso tus cicatrices y tu musculatura. Además, eres madre, es natural el estado de tus pechos. ¡Yo te encuentro más que hermosa! —terminó con mucho orgullo.
—¡Ay, por eso te amo tanto! ¡Eres demasiado lindo conmigo! —gritó la peli naranja totalmente enamorada.
Mientras, del otro lado de la puerta, Kasumi ahora en compañía de sus amigas, espiaban con el oído pegado en la puerta para escuchar que sucedía.
—No deberíamos estar haciendo esto —comentó muy apenada Hikari.
—¡A mí me trajeron a la fuerza! —alegó muy enojada Taiyou.
—Seguramente no es correcto, pero me da cierta curiosidad —aquel comentario de Mariah llamó mucho la atención de sus amigas, avergonzándola muchísimo—. ¡Me refería a la situación!
—Ahora recuerdo que te pusiste a escribir historias —comentó muy extrañada Chloe—. ¿Qué estás usando de inspiración? ¿O acaso son fanfic?
—¡Yo quiero una historia de aventuras! —le alentó con entusiasmo Haruka, quien parecía enfocar a Mariah con sus dedos— ¡¿Y si hacemos un cortometraje?!
—¡Shhh! ¡Nos van a escuchar! —se molestó Kasumi muy nerviosa.
Pero de pronto, se empezaron a escuchar ruidos muy extraños.
—¿Qué estarán haciendo? —comenzó a preguntarse muy extrañada Kasumi.
—¡Espera, por ahí no! —se escuchó gritar del padre de Kasumi.
—¡Eso, quéjate! —dijo de forma lasciva la madre de Kasumi—. Ten cuidado, porque voy a abrir.
—¡Les dije que nos iban a descubrir! —advirtió Taiyou espantada, al tiempo que las seis arrancaron del lugar como alma que persigue el diablo.
Muy extrañados, los dos adultos abrieron la puerta sin encontrar a nadie.
—¿Esas niñas nos estaban espiando? —preguntó muy sorprendida Misty.
—Que maña tan irrespetuosa —se quejó el joven, agarrando por la retaguardia y desprevenida a su esposa, mirándola de forma pervertida—. ¡Lo bueno fue que te distrajeron! ¡Ahora vas a sentir que es abrir algo!
—¡No es justo, siempre me agarras con la guardia baja! —se quejó la joven muy excitada— ¡Ojalá no sólo sea palabrería!
Volvieron a entrar y cerraron con llave
Capítulo 128: "Un rayo de luz en la desesperanza".
Desde aquel segundo, May ya no pudo ver a la cara a Tomoyo. La historia estaba tomando tintes demasiado escabrosos, donde cada situación era más aberrante que la anterior.
—Así que Mariah en realidad se llama Pan, y Chloe se llama Chibiusa —comentó muy sorprendido Gary.
—Nunca logré perdonarme a mí misma por lo que hice, por culpa de mi propio descontrol, casi destruyo al equipo —confesó muy asustada May.
—Puedo ver que tú eres la querida tía de Mariah y Chloe. Disfrútalas sin vergüenza, ellas te quieren mucho —dijo de la forma más conciliadora posible Tomoyo.
—Lo hago todos los días; disfrutar de mis sobrinas y mi hija es lo que me mantiene de pie —le confesó—. ¿Tú no estás enojada conmigo por cómo te traté en el futuro?
—Yo no he pasado por ninguna de esas situaciones todavía, así que no puedo perdonarte por nada, pero si puedo decirte que no importa cómo me vea o que tiempo sea, siempre estaré para lo que necesites, incluso soltar toda tu rabia —le respondió Tomoyo, mostrando una radiante sonrisa.
—Me dijiste exactamente lo mismo después de lo que sucedió —rio de forma irónica—. Prometí comportarme como una mujer adulta a partir de ese día, no podía seguir comportándome de forma infantil de por vida.
—Es una suerte que tengan a Tomoyo de apoyo —negó resignada Asherah, para luego mostrar una gran sonrisa—. ¡En verdad tengo una amiga muy valiosa!
—Muchas gracias, amiga Asherah —le agradeció Tomoyo.
—Después de tanto tiempo, es una alegría que hayan sido ustedes dos los primeros en recibirnos y ayudarnos —les agradeció May con tristeza—. Ya no podíamos soportar más…
…
Después de tan gran alboroto producido por la accidentada reunión, Phil y Tomoyo decidieron volver al trabajo. Encontrar, aunque sea una posibilidad casi imposible de ganar, los llenó de fuerzas para continuar con los proyectos que tenían en torno al proyecto Axis. Mientras tanto, May miraba con mucha atención cada acción que hacían los jóvenes, quieta dentro del laboratorio en un rincón, como castigo autoimpuesto por lo sucedido anteriormente.
—Agujeros negros, roturas dimensionales, alteración del transcurso del tiempo… física y matemática cuántica… ¿Acaso todo esto es solo una burda forma de calcular lo que estamos buscando?
—Hiper gravedad, concavidad espacial, flujo de materia negra… ni la teoría de flujo de energía, hasta la teoría de cuerdas son intentables —añadió Tomoyo muy ofuscada.
—¿Puedo ayudarles en algo? —les preguntó May muy asustada.
—Podrías abandonar ese autocastigo —le respondió Phil muy despreocupado.
—Llevas cuatro días en ese lugar, no has comido ni dormido bien, y ya se siente que no te has bañado —agregó Tomoyo algo incómoda.
—¿Siguen molestos conmigo?
—¿Por qué lo estaríamos? —le preguntó muy extrañado Phil.
—Te dijimos que estábamos preparados para cualquier clase de reacción que tuvieras. Sabíamos que reaccionarias de esa forma —dijo muy tranquila Tomoyo.
—¡Pero amiga, te dije cosas horribles! —le gritó May desesperada.
—Y prefiero hacer como que nunca las dijiste, considerando que fueron ustedes seis las que estuvieron de acuerdo y yo en contra —comentó medio en broma Tomoyo.
—Iré a comer algo y bañarme, pero luego volveré aquí —May les dio una reverencia y salió del laboratorio.
—Creo que también iré por algo de comer —comentó Phil muy fastidiado.
—Te acompaño.
Después de unos momentos que May salió del laboratorio, Phil y Tomoyo la siguieron.
Mientras tanto, Usagi se encontraba con las seis pequeñas en el campo de entrenamiento.
—La canalización de energía es muy importante si no pueden usar su cuerpo para pelear. La fuerza física no lo es todo, mis niñas.
—¿Es verdad que para pelear no usas la fuerza física? —le preguntó Kasumi muy sorprendida.
—Antes de que ustedes nacieran, era la guerrera de la luna. Mi otra identidad era Sailor Moon, y tenía a mis fieles amigas a mi lado para enfrentar a cualquier enemigo —comenzó a decir con orgullo Usagi.
—¡¿Y todavía puede usar esa otra identidad?! —gritó con emoción Taiyou.
—¡¿Y qué pasó con tus amigas, mamá?! —le preguntó Chloe con el mismo entusiasmo.
—¡Niñas, suficiente entrenamiento por hoy! —se escuchó gritar de fondo.
—¿Tomoyo? —Usagi volteó su mirada y vio a la joven en compañía de Phil— ¿Por fin decidieron salir de ese lugar?
—Nos dio hambre, así que decidimos ir por algo de comer —dijo de forma descarada Phil.
—¿Sabían que yo también tenía una amiga que usaba otra identidad para pelear contra el mal? —les comentó Tomoyo con entusiasmo—. Yo fui quién le enseñó todo para que supiera ocultarse, hasta le diseñaba la ropa que usaba.
—¡¿También?! —claramente Taiyou era la más emocionada con el tema de las identidades ocultas y los trajes, algo que Tomoyo quiso aprovechar.
—¿Y qué sucedió con esas amigas? —insistió con la pregunta Mariah.
—Solo digamos que mi amiga está con las amigas de Usagi y el papá de Taiyou, en un hermoso lugar, muy lejos de aquí —les respondió con mucha nostalgia—. Usagi, ve con Phil. Es mi turno de mis clases con mis sobrinas. ¿Y podrían traerme algo de comer, por favor?
—Muchas gracias —le agradeció Usagi con mucho alivio y se retiró con Phil.
Ya viendo desde lejos como Tomoyo había logrado que las niñas le prestarán atención rápidamente, Phil vio como Usagi estaba a punto de llorar.
—No te voy a pedir que seas fuerte, sería de un cinismo enorme —le dijo Phil a Usagi con mucha rabia—. Nuestras pequeñas son lo único que nos mantiene de pie.
—Si no fuese por ellas, hace mucho hubiésemos caído rendidos —comentó Usagi con la mirada baja—. En un inicio pensé que, sin las chicas, totalmente sola en este mundo, no lograría sobrevivir. El cristal de plata se transformó en una piedra sin valor ni utilidad, era una mortal común y corriente, igual de indefensa que cualquier otro.
—¿Y que Mamoru está pintado o algo así? —le preguntó algo molesto Phil.
—Con él me reencontré después de cuatro años de aquel fatídico día.
—La gran redención.
—Ese tal Aioros apareció con un ejército de gran magnitud, y no solo eso, también alió a personas para ir en mi contra. Eran demasiados, y además entre ellos había amigos. Fue imposible enfrentarlos —continuó Usagi mientras abría la puerta de la cocina—. Las chicas no eran más que señuelos para que yo escapara.
—Hasta que lograste desaparecer, y te diste cuenta que el cristal de plata no era más que un lindo adorno. Yo perdí a Sakura y a Ash. A mi novia y a mi mejor amigo. A mis Pokémon no los he podido ver desde hace diecisiete años por miedo a la abducción de ellos. Desde ese tiempo llevan encerrados en sus pokébolas —ambos abrieron el enorme refrigerador y comenzaron a sacar varios alimentos—. Y el bebestible.
—Y lo peor de todo es que debemos saber racionar los alimentos —negó de forma irónica Usagi.
—Misty sabe que no debería arriesgarse en traer cerveza, que ese espacio debe usarlo para agua potable o alimentos —se quejó muy avergonzado Phil.
—Sabe que es lo único que te relaja —comentó con mucha alegría Usagi—. Unos sándwiches y cerveza. ¿Qué mejor para relajarnos los tres?
—Yo prepararé todo, mientras ve a buscar a Tomoyo.
—¡A tus órdenes!
Y después de preparar los sándwiches, y con Tomoyo con los dos, partieron a la sala principal a descansar unos minutos.
Al poco tiempo, Misty llegó en compañía de May por el alboroto provocado por los tres.
—¿Hicieron una fiesta y no nos invitaron? —le regaño Misty muy molesta.
—¡Perdón, fue espontáneo! —se disculpó muy asustado el joven.
—¡Jajajaja! Tranquilo, es broma —comenzó a reír la peli naranja de forma traviesa.
—¿Te despejó el baño? —le preguntó Tomoyo a May con mucho entusiasmo.
—En gran parte, pero la culpa siempre seguirá —les respondió muy triste, con un plato de comida y un vaso de jugo—. ¿Podría acompañarlos?
—¿Qué clase de pregunta es esa, amiga mía? —le preguntó muy extrañada Usagi, golpeando el cojín del sillón invitándole a sentarse.
—No puedo creer que me sigas tratando con cariño después de lo que le hice a Chibiusa y Pan… —comenzó a negar May con mucha tristeza.
—¿De qué hablas? Tú amas a nuestras pequeñas más que cualquiera de nosotros —comentó Usagi muy contrariada—. Puedo entender tu desesperación al saber que las posibilidades de ganar son inexistentes en estos momentos y que quieres lo mejor para todos, yo también me siento igual, pero no te sientas mal por una desgracia venida de la casualidad y la mala suerte. Dawn las volvió con nosotros y nada más importa, Chloe sigue siendo mi hija y la seguiré protegiendo. Seguramente te dirá lo mismo Videl, y más Gohan.
—No te pedimos que olvides lo que pasó, solo que no te mortifiques por algo que ya sucedió —le pidió Tomoyo—. Extrañamos a la chica que hacía jugarretas, nos hablaba de forma burlesca y se quería lanzar a todo con todo.
—Esa May fue la que lastimó a Gohan, a Mariah y a Chloe —les negó—. Seré una persona más responsable y centrada, ya no quiero volver a ver sufrir a los demás por mi culpa.
—¡Entonces que la nueva May venga a descansar con nosotros! —le alentó Phil con mucha energía.
—¿Cuántas latas ha bebido? —les preguntó Misty muy preocupada.
—¡Ni siquiera ha tocado la primera, solo se ha dedicado a comer y abrazarnos con demasiada confianza! —le respondió Usagi con muchos nervios.
—No tienes remedio —negó rendida.
Por unos momentos, el grupo parecía perdido por el relajante y distendido momento. Realmente pareciera que lo necesitaran, más después de lo sucedido.
—¿Niñas? —de pronto, Dawn abrió la puerta de la sala principal y vio cómo las jóvenes habían comenzado a abrazar al joven con mucha odiosidad— ¿Que están haciendo?
—¿Dawn? —las jóvenes miraron con desconcierto el rostro de incredulidad de Dawn, deteniéndose las cuatro al acto.
—No preguntaré, ni comentaré —negó resignada—. ¿Han visto a las niñas? Llevo bastante buscándolas y no las encuentro.
—Les dije que descansaran hasta la tarde —le respondió Tomoyo.
—He recorrido todo el gimnasio y no las encuentro.
—¿Fuiste a ver al cuarto secreto de Kasumi?
—¿Te refieres a ese intrincado cuarto que armó tu hija, Phil? Fue el primer lugar al que fui.
—Eso sí que es extraño —pensó Phil, sintiendo preocupación por la situación—. Dejemos el descanso para otro momento.
—Seguramente deben estar jugando a las escondidas —intentó decir más relajada Misty.
—¿Y si les pasó algo malo? —dijo muy preocupada May.
—No seamos catastróficos sin antes saber qué está pasando — le pidió con temple Usagi, tomando las manos de May—. Si buscamos entre los seis, las encontraremos en su juego.
—Si —asintió muy insegura May.
Pero después de haber recorrido absolutamente todo el edificio por un poco más de una hora, las jóvenes no aparecían. Ya había dejado de ser un juego la situación, la preocupación de los padres por sus hijas por fin los invadía, por lo que se encontraron en el exterior del edificio.
—¿Alguna noticia?
—Nada Phil, ni rastros de las pequeñas —negó Misty muy asustada.
—¿Y si salieron del domo? —preguntó aterrada May.
—¡Imposible, saben que tienen prohibido salir del domo! —le respondió muy angustiada Tomoyo—. Maldición, no debí descuidarlas.
—No están en el edificio —parafraseó Phil mirando el edificio y después hacia el exterior—. Mientras más nos prohíben hacer cosas, más nos alientan a hacerlas. La curiosidad y la desobediencia son características naturales de todos los seres vivos.
—Era inevitable que esto sucedería en algún momento —finalizó Usagi con rabia—. ¡Reunamos a todos para ir a buscarlas!
—Tienes razón. Mientras más rápido actuemos, más rápido las encontraremos a salvo.
En menos tiempo de lo que pudieron imaginar, las niñas habían desaparecido completamente. Era lo peor que les había sucedido, sus pequeñas habían salido de aquel refugio. Absolutamente todos quiénes vivían en el antiguo gimnasio salieron en búsqueda de aquellas niñas, encontrarlas era la prioridad máxima.
Aquel lugar era muy extenso, lo que daba con que podían estar en cualquier lugar, eso hacía que las horas que llevaban sin encontrarlas desesperara a todo el grupo.
—¡Kasumi, respóndeme! —gritaba ya muy cansada y angustiada Misty.
—¡Taiyou, por favor dime dónde estás! —gritaba casi llorando Marina.
—Si tan solo pudiésemos usar a nuestros Pokémon —rezongaba desesperada Misty, intentando buscar consuelo.
—Si tan solo Ash estuviese con nosotros, las niñas no se hubiesen perdido —comenzó a negar Marina entre lágrimas.
—Marina… —Misty negó con la cabeza y le dijo con entusiasmo—. ¡Ash no se hubiese rendido y continuaría buscándolas hasta encontrarlas!
—Tienes razón, él no se hubiese rendido —Marina limpió sus lágrimas, y miró a Misty con decisión—. ¿En cuánto tiempo crees que habría perdido de vista a las niñas?
—Con lo despistado que era, seguro que mucho menos que nosotros y bajo su propia nariz —ante tal comentario, ambas rieron—. Que pésimo momento para hacer bromas.
—¿No hacía esas cosas Ash? —aquella pregunta desconcertó a Misty, haciéndola analizar la situación.
—Amaba como hacía las cosas, sin importar la situación. No perdía las esperanzas —le asintió Misty.
—Entonces somos dos —ambas se miraron muy sorprendidas, así que se sonrieron y chocaron sus puños—. Separémonos. Si en una hora no encontramos a las niñas, nos encontramos en este punto.
—Suerte, Marina.
—Para ti también, Misty.
Ambas corrieron en distintas direcciones para continuar la búsqueda de forma solitaria, con la esperanza de encontrarlas rápidamente.
—Seguir hablando de él me sigue doliendo mucho el corazón… No debería —Misty simplemente llevó sus manos a su pecho, intentando de una vez por todas deshacerse de aquellos pensamientos—. Marina es muy buena conmigo al dejar que le exprese mis verdaderos sentimientos hacía Ash… Pero él ya no está con nosotros —volvió a negar desesperada con la cabeza y a concentrarse en su misión—. ¡Idiota, tu esposo es Phil! ¡Estúpida, tienes que encontrar a la hija de Marina y Ash! ¡Maldita sea, las seis tienen el mismo valor para mí! Por favor, que estén sanas y salvas.
Después de caminar por media hora, Misty escuchó a lo lejos a unos sujetos hablar de una forma muy vulgar.
—Adeptos de Arades —rápidamente, Misty buscó un escondite y comenzó a avanzar de forma sigilosa hacia donde venían las voces—. ¿Qué harán en un lugar así?
—¡Vamos preciosas, tenemos que seguir expandiendo el ejército de nuestro amo! —le pidió de forma muy vulgar a una de las seis jóvenes que estaban paradas a un lado de ellas.
—¡Te dije que no me tocaras, idiota! —le gruñó furiosa la joven peli celeste, propinándole un fuerte puñetazo en la cara.
—¡Maldita sea, las niñas! —gritó para sí Misty totalmente aterrada.
Mientras Taiyou, Haruka y Mariah se mostraban desafiantes, Hikari, Chloe y muy en especial Kasumi estaban muy asustadas y cohibidas.
—¡No voy a permitir que les toquen un solo pelo a mis niñas! —totalmente furiosa, Misty apareció tras aquellos escombros transformada en guerrera elemental—. ¡Te sugiero que te alejes de a poco, o te mataré sin piedad!
—Veo que tenía razón, estas niñas no estaban solas —de pronto, otros cinco sujetos aparecieron tras Misty, atrapándola de brazos, pies y cintura—. Es increíble que hayas caído en una trampa tan predecible —pero al poco de mirarla, aquel sujeto se percató de quién se trataba—. ¿Tú no eres Misty, la antigua líder de gimnasio y ahora líder de la resistencia?
—¡Veo que me conoces muy bien y de lo que soy capaz! —le respondió con seguridad Misty—. ¡Ahora deja a las niñas y váyanse de aquí!
—¡¿Y dejar ir el premio mayor?! —aquel comentario puso a Misty con la piel de gallina, muy en especial con el tono desquiciado con el que lo dijo—. Te lo resumiré, en una palabra. No.
Aquel sujeto empujó hacia un lado a las niñas, tomó del cabello a Kasumi y la amenazó con enterrar un cuchillo en su cuello. Tal acción paralizó a Misty, tenían a su hija amenazada de muerte.
—Seré directo contigo, estas niñas están listas para engendrar nuevos soldados para nuestro amo y es el deber de ellas cumplir con su misión —comenzó a decir con mucha malicia, mientras comenzaba a tocar los pechos de Kasumi.
—¡Detente! —le gritó desesperada Misty, haciendo que aquel sujeto se detuviera—. Así que los rumores de que secuestraban mujeres para usarlas de envases de nuevos soldados, era cierto —se miró en el estado que estaba, y después a las niñas—. Te entregaré mi cuerpo, puedes hacer lo que quieras con él, pero te suplico que dejes en paz a mis hijas.
—¿Cambiar a seis mocosas por la líder de la resistencia? —aquel sujeto miró a las niñas, para lanzar a un lado a Kasumi—. Está clase de ofertas no se repiten dos veces en la vida. ¿Estás segura de lo que quieres?
—Yo cumpliré con mi palabra si ustedes también lo hacen —asintió con mucha rabia Misty, resignada a lo que vendría.
—De todos modos, tomaré mi seguro —con un chasquido de sus dedos, hizo que dos de los que tenían atrapada a Misty fueran con las niñas para amenazarlas con armas de fuego—. Si cumples, ten por seguro que no les pasará nada.
—Solo termina rápido —le asintió.
Al tiempo que tres de los adeptos soltaron a Misty, el líder se acercó a acariciar de forma muy desagradable a la joven madre.
—Cuando era más joven, siempre imaginé tenerte como mi esposa y hacerte feliz, pero siempre nos viste como simples entrenadores que íbamos a retarte —comenzó a decir al tiempo que la iba desnudando—. Eras y aún eres hermosa a tu estilo, es por eso que tenías más admiradores que cualquier otro líder de gimnasio. ¿Tú sabes cómo nos sentimos cuando nos enteramos que te casaste y después serías madre?
—No eres más que un miserable que no es capaz de conquistar a una chica como se debe —le respondió llena de asco Misty.
—¿Y para qué quiero hacerlo si ahora te tengo a ti como mi esclava personal? —agarró a la fuerza a Misty para que se arrodillara y apoyará con sus manos en el suelo—. ¡Mocosas, vean el esplendoroso futuro que les espera!
—¡No me miren, se los suplico! —rogó muy ansiosa Misty llena de vergüenza.
Ante el miedo, las niñas cerraron sus ojos y taparon sus oídos por el miedo a lo que sucedería.
—Tienes tres para saborear. Elige rápido —comenzó a hostigar a Misty.
—Ya pueden ver, niñas —les dijo uno de los sujetos que las amenazaba.
Las chicas abrieron sus ojos, y solo pudieron ver como su madre y tía tenía a tres de aquellos sujetos frente a ella.
—Su madre es una puta de categoría. ¿Cómo aprendió a comer tres vergas a la vez? —comentó uno de los sujetos, quien se veía más enajenado que antes.
—¡Mamá! —gritó desesperada Kasumi, sin saber qué hacer.
—¿Qué estás haciendo, tía? —preguntó muy extrañada Taiyou.
—Algo para lo que fueron hechas las mujeres, servir a los hombres en lo que queramos —dijo triunfante quien dirigía a aquellos sujetos, al tiempo que comenzaba a acostarse bajo Misty—. Ahora siéntate con confianza, mi amor.
—¡Me dan asco! —fue todo lo que dijo Misty, resignada a sentarse en la entrepierna de aquel sujeto, sintiendo como invadía dentro suyo— ¡Van a pagar lo que están haciendo!
—¡Ten cuidado con tus amenazas, muñeca! —le advirtió otro de los sujetos, al tiempo que Misty veía como quienes amenazaban a las niñas, preparaban sus armas—. A partir de ahora, solo abre esa hermosa boquita para comerte nuestras vergas, mira que usaremos todos tus agujeros hasta rellenarte.
—¡¿Quieres dejar de hablar así?! ¡Es repugnante! —le suplicó Misty, intentando contener sus lágrimas.
—Es verdad, estamos perdiendo el tiempo.
Las niñas obligadas a ver cómo su querida madre y tía era violada entres los siete sujetos presentes, no sabían qué hacer; tal vez ni siquiera sabían que sucedía con exactitud, salvo que sufría por lo que le hacían.
Era una tortura incansable para Misty, llevaban más de treinta minutos usándola para desahogar sus asquerosos instintos animales bajo la excusa de agrandar el ejército de Arades, resignada a ser tratada y sentirse un juguete, sintiendo su cuerpo un estropajo.
—¡Esta es la segunda descarga que te hago, cariño! —aquel sujeto miró a sus compañeros, viéndolos listos para continuar—. ¡Ahora viene la tercera ronda!
—¡Otra vez me toca que te rellene, hermosa! —pero cuando estuvo a punto de tocar a Misty, aquel sujeto terminó con su cabeza totalmente reventada en el suelo.
Aquel sujeto parecía haber muerto al instante.
—¿Qué demonios? —el líder de aquellos sujetos miró a su compañero, y cuando se dio cuenta, otro cayó degollado.
—¡Malnacidos, los mataré!
—Esa voz… —Misty se levantó y vio a su esposo en un estado de ira incontenible, con sus manos llenas de sangre y un aura descontrolada— ¡Mi amor!
—¡Los haré sufrir mientras mueren y los despedazaré hasta ver sus vísceras en mis manos! —pero Phil no parecía responder a ningún estímulo, la ira tenía control total de su cuerpo.
—¡Mis niñas! —desesperada, Misty corrió a abrazarlas a su cuerpo para que no vieran tan macabro momento— ¡No quiero que vean esto!
—¡Te dijimos que no te movieras! —pero sólo se escuchó caer dos cuerpos al suelo después de aquellas palabras.
Misty hacía lo posible para que las niñas no vieran la masacre que estaba provocando su esposo, mientras descubría una faceta desconocida para ella.
Fue cuestión de tiempo para que todos cayeran muertos y totalmente desmembrados. Misty no podía creer lo que veía, ni aquel otro yo ni el poder que realmente tenía, y mucho menos el que la viera a los ojos con aquella misma ira.
—¡Phil, es suficiente! —de pronto, con mucha desesperación, Marina apareció interponiéndose entre Phil y Misty, con mucho miedo a lo que fuese a suceder— ¡Ya acabaste con todos, terminaste con tu venganza! ¡No cometas un error, porque yo tampoco quiero hacerlo!
Por suerte, aún en un estado de ira incontenible, el joven permaneció inmóvil.
—No sé cómo sellaré aquella energía maligna de tu cuerpo, pero no puede salir nuevamente ese lado tuyo —Marina juntó sus manos y comenzó a orar—. Sea quien sea que me esté escuchando, ayúdenme a eliminar aquel lado oscuro de Phil.
…
Phil se había detenido, recostó la cabeza de Misty sobre la almohada, se levantó y comenzó a romper todo lo que encontraba, lleno de ira y rabia. Tanto Misty como Sakura miraban al joven sin decir nada, los nervios las llenó de miedo.
—¡Soy un maldito que no es capaz de proteger a quienes más ama! —seguía gritando fuera de sí—. ¡Y lo peor es que…!
—¡No digas eso por favor, nos hace sentir muy tristes! —le pidió Sakura, abrazando al joven sabiendo el riesgo de recibir algún golpe.
—¡Jamás te pediré más, sería egoísta de mi parte! —también le dijo Misty, yendo a abrazarlo con el mismo miedo.
—En un inicio esto me pareció divertido, incluso travieso, pero ahora me siento un desgraciado que no merece nada —pero antes de actuar como un estúpido, lanzando golpes a tontas y locas, el joven comenzó a llorar desconsoladamente— ¡No me dejen solo, por favor!
—Jamás lo haremos, eso tenlo por seguro —le respondió de la forma más tierna y amorosa Sakura, para dejarlo inconsciente de un golpe en la nuca—. Y parte de protegerte, es no lastimándote más.
—Muchas veces tuvimos que hacer lo mismo para calmarlo, pero lo que sucedió en ese entonces fue terrible —comenzó a decir con mucha pena Misty, tomando en brazos al joven para recostarlo y taparlo en la cama, mientras acariciaba su rostro—. Tras aquella oración, Marina se transformó en la guerrera del fuego y pudimos averiguar qué un ser lleno de rencor y vengativo yacía en el interior de él. Gracias al poder de la guerrera del fuego pudimos extraerlo y purgarlo.
—¡¿Acaso lo exterminaron?! —preguntó muy abrumada Sakura, más sabiendo que era esa energía.
—¡Por supuesto! —le asintió con seguridad Misty—. Desde ese día, Phil comenzó a dormir más tranquilo, ya no tenía esas pesadillas, no volvió a tener más episodios violentos y se volvió alguien muy tranquilo.
—Aquella energía oscura era el alma corrupta y llena de odio de Henry, el padre de Ash —aquella noticia sorprendió mucho a Misty, quien miró incrédula a Sakura—. Estoy segura que lo entenderá, ustedes no tenían por qué saberlo, pero Phil está empeñado en reunirlo con sus hijos y la madre de ellos.
—Ya veo —Misty había quedado absorta mirando a Phil, pensando en la carga que estaba llevando a cuestas, y como su esposo hacía lo mismo—. A final de cuentas, pese al odio a los humanos, nunca cambiaste y luchaste por la felicidad de todos. Creo que cada día me enamoro más de ti, esposo mío.
—¿Cómo superaron tan asqueroso episodio? —le preguntó muy seria Sakura mientras comenzaba a vestirse—. Tengo el presentimiento que está historia se acerca a su fin.
—La recuperación fue muy difícil y dura, sentía asco de mi propio cuerpo, sentía que Phil no debía ni acercarse a tan asqueroso cuerpo, ni siquiera a abrazarme. Claramente sabía que, por cómo es mi esposo, no aguantaría mucho, así que le pedí ayuda a Tomoyo, pero leí mal todos los mensajes. Él tampoco quería nada, ni siquiera compañía en su laboratorio. Se aisló por dos semanas.
—Y no es para menos, creo que tampoco podría superar algo así —le apoyó Sakura, también bajando a acariciar el rostro de su "novio"—. ¿Y qué hicieron al final?
—Tomamos la decisión más difícil para los dos.
—¿Los dos?
…
—¡No me interesa lo que me vayas a decir, así que entraré en contra de tu voluntad! —se escuchó gritar desde afuera a Marina, quien entró a la fuerza al lugar.
—¿Qué? —y sin que se diera cuenta, Misty, Marina, Tomoyo y Gohan estaban en el interior del laboratorio—. ¿Sucede algo?
—Ni siquiera yo lo sé, simplemente me arrastraron —le respondió Tomoyo.
—¡May, Dawn, estamos listos! —les dijo Gohan por un comunicador.
—Atenta Misty —le pidió muy seria Marina, a lo que asintió con seguridad—. Lo siento mucho, pero esto llegó hasta aquí para ustedes.
De pronto, un estado sepia se apoderó del ambiente, donde todo había quedado detenido, como si el tiempo se hubiese paralizado, menos para Marina, Phil y Tomoyo.
—Si no era inteligente, nos encontraría. Paralicé el tiempo dentro del campo de energía que creamos, así no nos encontraría Arades.
—¿De qué rayos estás hablando? —le preguntó Phil muy dudoso de la situación.
—Le pedí a las chicas que formaran un campo de energía dentro del campo que creó Arades. No saben por qué se los pedí, no saben que su tiempo está paralizado, pero hace diez años, cuando salimos del mundo distorsión, Dialga, Palkia y Giratina me entregaron un testamento del cual desconozco su contenido; incluso Ash desconocía, y fue implantado en mi cuerpo en forma de aura. Solo me dijeron que esperara aquel momento, que sólo yo sabría cuándo sería.
—¿Y por qué sólo nosotros dos no estamos paralizados? —le preguntó Tomoyo muy extrañada, mientras indicaba a Phil.
—Porque solo ustedes dos estaban en aquel contrato —le respondió—. No sé qué será y me da mucha curiosidad —Marina levantó su mano derecha y miró a ambos jóvenes—. Solo pongan su mano derecha sobre la mía. Primero Phil y después Tomoyo.
—Esto me está poniendo nervioso —comentó muy ansioso Phil, haciéndole caso.
—¿Por qué tanto misterio? — se preguntaba Tomoyo con la misma inquietud, obedeciendo a la peli celeste.
—Lugia, Ho-oh, por favor.
De pronto, otro campo de energía se generó alrededor de los tres. Este parecía azulado y cálido, dando una sensación de paz. Pero lo que parecía una pantalla que apareció de la nada, mostrando a alguien en particular, los congeló completamente.
—Hola muchachos. Si me ven, quiere decir que hice andar la cámara sin ayuda de nadie.
—¡A quién le dices nadie, Ash! —se escuchó gritar a alguien más, completamente furioso.
—Perdóname Rotom, no me refería a ti —se disculpó muy nervioso.
—¡¿Ash?!
Los tres no podían creer lo que veían, era el mismo Ash que conocían, un poco más crecido que la última vez que lo vieron, vistiendo una chaqueta y jeans azules, junto a su tradicional gorra.
—Mi amor… —fue todo lo que pudo susurrar Marina, con sus ojos rojos y llorosos.
—Amigo… —el sentimiento de Phil no era distinto, verlo nuevamente era con un golpe de energía en su cuerpo.
—Sé a la perfección que no la están pasando bien y lamento no poder ir a ayudarles, pero todos prometimos que no haríamos más viajes en el tiempo. Con suerte solo mi hermanita puede viajar y dar autorización para visitar otras dimensiones gracias a su posición de reina del todo.
—¿Reina del todo? —se preguntaban muy extrañados.
—Phil, Tomoyo y Clemont, dirigidos por la señora Bulma y un gran equipo, tienen planos e información importante para crear una máquina del tiempo. Lamento no poder darles más detalles, pero solo les puedo decir que Arades ya es historia en nuestra época. Fue exterminado.
—¿Exterminaron a Arades? —los tres no podían creer lo que oían, era como un sueño loco.
—A su tiempo comprenderán todo lo que les digo, solo les pido que no se rindan y crean en sus presentimientos. Y si todo sale bien, iremos a ayudarles en cuanto podamos. Sakura y Shaoran quieren que Tomoyo conozca a Sasha, así que quiero que sobrevivan.
—¡¿Sakura y Shaoran formaron familia?! —dijo muy impresionada Tomoyo.
—Ahora estoy con Serena en Kalos, y la pequeña Lisa es una pequeña gran compañía. Me alegra mucho que tanto esfuerzo haya valido la pena y sean felices en este lugar. También quiero la misma felicidad para ustedes. Pronto nos veremos, eso se los aseguro.
De pronto, el video terminó y toda aquella energía se transformó en una pequeña unidad flash.
—Así que la historia donde todo termina bien, es muy distinta —comentó con muchos nervios Phil—. Ash se casó con Serena y tienen una pequeña.
—¿Estás bien, Marina? —le preguntó con mucho miedo Tomoyo.
—¿Y qué importa? Él está vivo y feliz —respondió muy afectada—. Él fue una víctima de la gran redención al igual que tú, Tomoyo, y aunque nuestras niñas no existan en aquella época, no importa. Este es nuestro futuro y tenemos que defenderlo.
—Te lo tomaste mucho mejor de lo que imaginaba —comentó perplejo Phil, mirando a Marina con sorpresa.
—Si Misty me dio su bendición, ¿por qué no haría lo mismo con Serena? Él es libre de decidir lo mejor para su vida.
—Entonces haremos lo que nos pidió —asintió con seguridad y entusiasmo Tomoyo—. Construiremos esa máquina del tiempo, los recibiremos con los brazos abiertos, y conoceremos a Sasha y Lisa.
—¡Tienes razón! —gritó con alegría y seguridad Phil—. ¡Hace mucho que no sentía la seguridad de ganar una batalla!
—¡Es verdad, mi querido Ash jamás nos dejaría a nuestra suerte! —también gritó con entusiasmo Marina.
…
No solamente Gary, Tomoyo, Dende y Asherah escuchaban totalmente asombrados a Marina, también May, Dawn, Usagi y Videl.
—¡¿Para eso nos hiciste crear ese campo de energía?! —le gritó de sopetón May, lanzándose encima de la peli celeste.
—¡¿Por qué nunca nos contaste?! —le recriminó Dawn muy molesta.
—¿En verdad creían que arruinaría la única posibilidad que teníamos de ganar? ¿En verdad creían que no aguantaba las ganas de decirles que esa nula posibilidad de ganar era posible? —les respondió en pregunta Marina, muy sentida de sus amigas.
—¡Al menos debiste habernos dado una pista o algo! —también le recriminó Usagi, quien solo quería matarla.
—¡Muchas vidas se perdieron por tu secreto! —le encaró Videl, quien sí estaba lista para darle un puñetazo a Marina, pero Gary se lo impidió.
—¡Les recuerdo que cinco niñitas malcriadas vinieron con intenciones de matarnos, nuestro amigo se sacrificó para que sigamos resistiendo y mi amiga perdió la posibilidad de tener hijos para siempre! —ahora les recriminó Gary, furioso de la actitud de las mujeres— ¡¿De quién fue la grandiosa idea de engañarlas, diciéndoles que estaban a cincuenta mil años en el pasado, cuando mis amigos eran realmente sus padres?!
—Fue tu idea —le respondió May de forma descarada, dejando descolocado al joven en cuestión.
—Bueno… ¡Da lo mismo! —intentó zafar de forma olímpica—. ¡Sabemos perfectamente lo que es que nuestros propios amigos nos engañen, incluso haciéndonos creer que trabajaban para el enemigo! ¡¿En verdad creen que es fácil, mientras quieren gritarles que estamos peleando una batalla que sabíamos no íbamos a ganar?!
Aquellas palabras no tuvieron más respuesta que el silencio de todos. Básicamente, Gary resumió las experiencias que habían tenido y lo duro que ha sido todo.
—Desconozco si seguirán teniendo el concepto de confianza, después de todo, se han acribillado entre ustedes —pero la molestia de Gary pasó a una gran y orgullosa sonrisa—. Así que ese idiota de Ash sigue ayudándonos. ¡Creo que ser parte del trío de Pallet Town en verdad deja muy buenos dividendos!
—Gracias por comprender mi situación, joven Gary, pero sé a la perfección a que se refieren mis amigas.
…
—¡Con esta información, tendremos el proyecto terminado en menos de lo esperado! —gritó con entusiasmo Phil.
—Seguramente sí, pero sé que me odiarán por lo que sucederá ahora. En verdad lo lamento —se disculpó Marina muy apenada y con rabia.
—¿Por qué nos disculparíamos contigo? —le preguntó muy extrañada Tomoyo.
De pronto, el color sepia desapareció y el campo de energía se disipó.
—¡Los dos, quedan expulsados del proyecto Axis de forma indefinida! —casi les gritó con mucha seguridad Marina, indicándolos.
…
—¡¿Expulsaste a Phil y Tomoyo del proyecto que ellos solos comenzaron, y aun sabiendo que tenían toda la información para la máquina del tiempo?! —furioso, ahora era Gary quien quería matar a Marina, siendo detenido entre Tomoyo y Dende.
—¡De haber sabido que eso pasaría, no lo hubiese hecho! —intentó disculparse muy asustada Marina, quien se escondía tras Asherah.
—Eres muy valiente al querer usarme cómo escudo, humana —le dijo la diosa con mucha frialdad—. Yo debería castigarte por entregarles aquella información.
—¡En verdad lo siento, maestra Asherah!
…
En un inicio, ni Phil ni Tomoyo entendieron que sucedía. ¿Expulsados de un proyecto que ellos mismos empezaron?
—A ver si escuché bien —comenzó a decir muy confundido Phil, limpiándose los oídos con sus dedos—. ¿Nos están sacando de nuestro propio proyecto?
—Llevan diez años en aquel proyecto, no han descansado, y tu principalmente Phil, Kasumi apenas conoce a su padre —le enrostró firme Gohan—. Gracias a que muchas personas de otras dimensiones se han unido a la resistencia, mucho más inteligentes que los dos juntos, y conmigo como jefe del proyecto, continuaremos.
—Phil, Tomoyo, sé muy bien que quieren a Axis como si fuese su hijo, pero se están enfermando mentalmente —les rogó Misty muy acongojada—. No quiero que las niñas pasen por lo mismo de nuevo, quiero que tengan una imagen positiva de nosotros.
—Misty… cariño… —Phil miró a Tomoyo y vieron sus acongojados rostros—. Si se trata de tu integridad, la de Kasumi y las niñas, entonces aceptaremos la expulsión sin ninguna clase de apelación.
—Perdónennos, pero es lo mejor para los dos —les pidió Marina muy arrepentida.
…
—¿Y en verdad se quedaron quietos? —le preguntó muy extrañada Sakura a Misty, quien la veía muy poco convencida.
—¿Tú qué crees? —le respondió con felicidad.
—¿Cuántas veces los agarraron trabajando a escondidas? —le preguntó muy nerviosa.
—La primera semana fue miel sobre hojuelas. Tomoyo había vuelto al diseño de trajes y Phil comenzó a pasar más tiempo con Kasumi. Mientras yo…
…
Habían pasado tres semanas desde tan escabroso, esperanzador y rematador episodio, y en esos instantes, Phil se encontraba cocinando.
—No recuerdo cuándo fue la última vez que cociné para tantos —comentó con entusiasmo Phil, mientras salteaba unas verduras.
—¡Solo nos cocinaste a May, a Drew y a mí, cuando comenzamos la resistencia, cuando teníamos 17 años! —le reprochó muy molesta.
—¡Jejejeje! Lo lamento mucho, cariño —intentó disculparse—. ¿Puedes ver si hay salsa de soya?
—Ayer fueron a abastecer las bodegas, así que debería estar en la alacena —comentó Misty yendo a esta, tomando el condimento en cuestión y un paquete de galletas de chocolate.
—Últimamente te he visto muy pegada a las bolsas de galletas. Si sigues así, tendré que llevarte rodando en vez de caminando —le comentó Phil bastante complicado.
—Y yo me casé con un nerd y no me ves aquí quejándome —le recriminó muy molesta.
—¡Ya! ¡Entendí el mensaje! —terminó el joven totalmente derrotado— Fuera de bromas, tu olfato está más sensible y has dormido más de la cuenta. ¿Por qué no vas con Mamoru para que te examine?
—¡Tranquilo, me encuentro bien! —le respondió con muchas energías, para ser arrastrada a la fuerza por su esposo— ¿Eh?
—¿Cuántos años llevamos casados, mi amor? —le preguntó de reojo Phil.
—¿Diez años? —le respondió en pregunta Misty.
—Eso quería escuchar.
Comprendiendo rápidamente a qué se debía tan extraña pregunta, Misty se rindió y se dejó llevar por su esposo.
Cuando llegaron a la enfermería, se encontraron con Mamoru y Usagi ordenando el lugar.
—¿Sucede algo, chicos? —les preguntó Usagi muy extrañada de la visita de los dos.
—Disculpen si los molestamos, pero Misty no se ha sentido muy bien últimamente —le respondió algo nervioso Phil.
—¿Qué síntomas presentas, Misty? —le preguntó Mamoru muy concentrado.
—Olfato sensible, ansiedad por las galletas de chocolate, mareos y siento que las bromas de Phil son más antipáticas de lo normal —le respondió muy preocupada.
—¡Hasta que te diste cuenta! ¡Bienvenida a lo que pasamos todos los días! —le gruñó Usagi de forma infantil.
—Mira quién habla, a la que hay que explicarle que es más pesado, un kilo de plomo o un kilo de plumas —le contestó en burla el joven.
—¡Misty, déjame pegarle! —le pidió casi llorando.
Ante la situación, Mamoru y Misty miraban nerviosos la situación.
—Te haré unos exámenes para verificar que todo esté bien. Acompáñame, por favor.
—¡Ustedes dos, quédense afuera! —les gritó furiosa Misty, al ver que los dos estaban de las mechas.
—¡Si, mamá! —gruñeron Phil y Usagi, mirándose de forma desafiante.
Y como si los hubieran regañado, ambos salieron de la sala.
—Ya han pasado tres semanas —comentó muy asustada Usagi—. Creo que no es necesario decirte nada.
—Si —respondió el joven con mucho terror.
—Sé que Misty no quiso tratarse porque sentía asco de sí misma —ante aquellas palabras, Usagi soltó un suspiro muy pesado—. ¿Prefieres esperar a lo que te diga Mamoru?
—Yo no voy a decidir por el cuerpo de Misty. Soy su marido, no su dueño —ambos hicieron silencio por unos segundos, hasta que el joven tomó de las manos a la rubia—. Muchas gracias, Usagi. Me ayudaste a distraerla.
—Lamento no poder hacer más —le agradeció muy avergonzada.
Y después de unos minutos, Mamoru se asomó a ver a los dos muy serio, como si les avisara con sus ojos que podían entrar. Pero al entrar a la sala, Misty estaba mirando al suelo, cubriendo su mirada con su cabello.
—Phil…
—Ya lo sé, Mamoru —le respondió de forma cortante—. ¿Misty?
—Si —le asintió con rabia.
—Aún no cumple el primer mes, así que podemos realizar el aborto —les recomendó el joven.
—Misty, eres la única que puede decidir por ti. Yo te apoyaré en la decisión que tomes —le respondió el joven, arrodillándose frente a su esposa.
—¿No te molesta… la situación? —le preguntó muy impresionada la peli naranja.
—Mi abuelo me crio sin ser mi sangre, ni tener ningún lazo. ¿Por qué no debería copiar tal acto?
—Phil…
—¿Tú quieres tener a ese niño? —le preguntó muy serio el joven—. Esa respuesta tú la debes decidir.
—Creo que después de todo, no tiene la culpa de lo que sucedió —le respondió con rabia—. Casi no quedan personas que les enseñen a otros que pueden pensar y actuar con libertad, que todas las vidas tienen la misma importancia. ¿Cómo podríamos seguir peleando si decido exterminar una vida?
—Son muy nobles los dos —les dijo Usagi con orgullo, pero sintiendo mucha lástima y rabia por los dos—. Los ayudaremos en lo que podamos. Cuenten con todos nosotros.
—Ahora solo queda corregir todos los errores que hemos cometido —terminó de decir Mamoru—. Nuestras pequeñas se están transformando en mujercitas, no podemos seguir protegiéndolas por siempre.
—La verdad por, sobre todo —resolvió Misty totalmente segura.
