Nueve
Capítulo 1
Ilusiones Rotas
Puse la mitad dentro de su piel,
Y la otra mitad amenazaba con llegar,
Solo jugaba,
Como juega un ciego a nunca tropezar,
Cuando siempre hay una probabilidad.
Cuando me entere que venias ya,
Dentro de mis ojos se hizo la felicidad,
Y tu llegada era como un elefante en la garganta,
La semilla que sin suelo se levanta,
Y el noveno mes decide germinar,
Para darme el sobrenombre de papá.
Me preste valor, para la verdad,
Me arranque las ansias,
Y el cordón del antifaz,
Y di la cara,
Pretextando una cigüeña despistada,
Que sin carta en el buzón abrió las alas,
Agregándole una silla al comedor,
Y a este barco una bandera en el timón.
Con el corazón seco de cantar,
Me invente deprisa una sonaja de jugar,
Y tu llegada resulto ser simplemente,
Falsa alarma...
El alba comenzaba a asomarse por la mañana. Sus ojos violetas habían estado abiertos desde muchas horas antes. Respiró profundamente e hizo por levantarse, pero unos fuertes brazos masculinos sujetaban su cintura con fuerza, respiró profundamente y con maestría singular se liberó de esas cadenas masculinas que la sujetaban aun inconscientemente como deseando no dejarla ir jamás.
Caminó de puntillas hacia el baño y se lavó la cara. Había sido una larga noche para ella, hacía días que el insomnio era su compañero permanente. Abrió el botiquín buscando una pequeña caja que había escondido entre el medicamento, lo sacó cuidadosamente para no despertar al hombre que se encontraba sobre su cama. Sacó el contenido de la caja, en el último año había usado más de una decena de ellas "prueba de embarazo" decía la caja, respiró profundo tras sentarse en el inodoro y realizar el procedimiento de costumbre. Se puso de pie colocando su prueba sobre el lavabo. Caminó en círculos esperando que transcurrieran los minutos necesarios para ver el resultado. Tomó su prueba y la levantó para contar las barras en ésta.
Un par de lágrimas corrieron por sus ojos. Elevó la cabeza para evitar que estas siguieran brotando pero fue imposible, el dolor que embriagaba su alma era mucho mayor. Una voz la sacó de sus pensamientos.
· ¿otra vez con problemas de insomnio, Hobijin?
· ¡Darien! Me asustaste -Dijo la pequeña mujer escondiendo aquel objeto entre sus manos- ¿qué haces despierto tan temprano?
· Me hiciste falta…-comentó él acercándose a ella y abrazándola, al estar más cerca se detuvo en sus ojos violeta cristalizados-¿estuviste llorando?
· No…es tu imaginación – respondió ella sonriéndole melancólicamente- Estoy bien.
· ¿y qué escondes?
· ¿cómo? ¿yo?
· Si. tu Rei Hino. Eres la peor de las mentirosas. ¿qué ocurre?- Interrogó el pelinegro mirándola a los ojos.
· En verdad. No ocurre nada…
· Rei…- La llamó el hombre mirándola con sus profundos ojos azules.
· Ten…-Respondió ella extendió a Darien su prueba de embarazo- Negativo otra vez…
· Hobijin …-Nombró el alto hombre abrazando con fuerzas a la mujer ante el - No me gusta que te pongas así. Me duele verte llorar… además… Si tenías sospechas de estar embarazada, ¿por qué no me habías dicho?
· Es que no quería que sintieras lo que yo. Cada mes pasamos por ésta desilusión y…
· Ey –Dijo Darien levantando el rostro decaído de su mujer- Somos una pareja. Estamos juntos en esto y en todo.
· Darien… Ha pasado mucho tiempo y nada. ¿y si jamás pasa?- Comentó Rei mientras un par de lágrimas corrían por sus ojos- ¿y si Jamás vuelve a ocurrir?
· No digas eso, Hobijin-Dice Darien abrazando a Rei y sentándola sobre la barra del lavabo- Muchas parejas pasan por lo mismo que nosotros. Toma tiempo quedar embarazados.
· Es que ha pasado ya bastante tiempo. ¿no lo crees? Tres años es mucho tiempo. Si bien es verdad que muchas parejas tardan tiempo en volver a embarazarse también sabes que hay muchas parejas que jamás vuelven a…
· Linda, Tranquila…Llegará, nuestro bebé llegará. –Asegura él.
· ¿y si no? He visto como te emocionas jugando con Motoki y con Andy. Como te enterneces tomando té con Sayuri. ¿Y si jamás logro quedar embarazada?- Se preocupa la joven.
· Si eso llega a ocurrir, que no creo. No me importa. Tu solo por ti misma eres mi vida. Solo por ser tú me complementas.
· Pero siempre faltará algo. Algo que tal vez jamás podré darte…- Se apena la joven.
· Tú me das todo lo que necesito para ser feliz.- Explicó Darien sonriéndole a la pequeña mujer.
· Pero…
· Sin peros no quiero que te preocupes más. ¿de acuerdo?- Pide Darien acariciando enternecido la mejilla de Rei- Ahora, volvamos a la cama ¿quieres?
· Ya no tengo sueño…-Explica la de pupilas amatista.
· Hay muchas cosas que podemos hacer en la cama aparte de dormir mi vida.
· Suena interesante.
Rei enredó sus brazos al cuello de su pareja mientras éste la sujetaba por la cintura para llevarla de regreso a la cama.
El olor a café en la cocina la hizo despertarse. No recordaba a qué hora se había quedado dormida de nuevo. Miró al otro extremo de su cama. Darien ya no estaba allí, el sonido de algo friéndose sobre la cacerola contestó su duda de dónde podría estar su pareja, se puso sus pantuflas y caminó rumbo a la cocina. Como lo imaginó su guapo esposo se encontraba preparando unos huevos estrellados con tocino, ella sonrió tras sentarse en la silla periquera del desayunador
· Hola, preciosa. Buenos días. ¿descansaste?
· Si…bastante. Debiste despertarme.
· No me atreví, lucías tan tranquila que preferí mejor levantarme a hacerte el desayuno.- Le explica el pelinegro.
· Sabes que no como cosas fritas.- Recuerda la joven.
· Claro que lo sé, Señora Shields. Pero éste es el mío- Explicó Darien sirviendo sus huevos fritos con tocino en un plato- Para usted he preparado jugo de naranja y Yogurt Natural con fruta picada y dos cucharadas de granola, ¿es esto de su agrado?
· Mmhhmm. Mi héroe- Dijo Rei extendiéndose para besar fugazmente los labios de Darien- tu si que me conoces.
· Claro. Tener a una Súper modelo y diseñadora como esposa tiene su precio.
· ¿lo crees?
· Claro. Tengo que consentirla con un desayuno sano
· Deberías seguir mi ejemplo. No creo que a tus fans les guste ver sobre el escenario a un cantante regordete.-Se burló la pelinegra.
· Eso no me preocupa mucho. Me interesa seguir pareciéndole atractivo a la mujer frente a mí. – Respondió con voz aterciopelada el músico.
· Y vaya que le pareces atractivo- comento la chica con voz seductora acariciando con su dedo índice el brazo de su pareja- B a s t a n t e atractivo.
· Querida, no me veas así por favor. Harás que llegue tarde a mi cita en la disquera- Pide él.
· ¿solo por mirarte así?- Ríe la de ojos amatista.
· Si, sabes que me enciende que lo hagas y luego no puedo detenerme.
· ¿de verdad?, No tenía idea- mintió.
· No sabes mentir…-Delata él.
· iré a darme un baño, Tengo que ir a la agencia de Modelos para montar una pasarela y hacerme unas pruebas de vestuario.
· Bien. Te espero. Date prisa.
Darien miró a su guapa esposa alejarse de nueva cuenta a la habitación. Muchas personas podrían decir que era un romántico de primera, tenía cinco años de matrimonio y aun así cada que veía a esa pequeña mujer deslizarse por la alfombra sentía que la piel se le erizaba.
Muchos dijeron que su relación no duraría. Y claro, era de esperarse, un cantante descubierto en un bar que de la noche a la mañana se convirtió en un ícono de la música ¿casado con la modelo más cotizada del momento? ¡Claro que nadie le apostó a lo suyo! "Un capricho de supermodelo" dijeron algunos "la nueva conquista del seductor numero uno" dijeron otros.
La verdad era que el sintió que las rodillas le temblaron desde la primera vez que la vio pisar una pasarela, ese día no sabía si era su corazón el que lo dejaba sin aliento al querer salirse de su pecho, o era la atracción de ver a una mujer tan hermosa y segura atravesar una pasarela usando solo un fino conjunto de lencería y unas altas zapatillas negras en un desfile de Victorias Secret en los Ángeles.
Lo que si supo fue que lo de él había sido amor a primera vista. Ese día le fue imposible acercarse a la ella. Siendo la invitada especial del desfile y claro está la mujer más hermosa esa noche. Tuvo que conformarse con observarla desde lejos.
Flashback
No fue tan mala su suerte un par de días después cuando lo invitaron a una cena de gala en Nueva York a Beneficio de una asociación que luchaba contra el cáncer; Black White Decía la invitación. No tenía mucha opción, un Smoking negro con una rosa en la solapa había sido su atuendo de ese día.
Los invitados a esa fiesta no eran exactamente personas divertidas. Esa noche se estaba aburriendo de lo lindo al escuchar hablar a todo tipo de personas "importantes" de sus maravillosas vidas. Y fue entonces cuando la observó bajar las escaleras, un entallado vestido color negro con corte sirena era su atuendo esa noche, su larga cabellera del color de la noche recogido a un lado permitía que sus ojos azules pudieran concentrarse en aquel perfecto rostro. Caminó para acercarse a ella, pero una decena de hombres "caballerosos" se ofrecieron a charlar con ella, ofrecerle una copa, invitarle un baile. Solo pudo limitarse a observarla celosamente desde el otro lado del salón. En un momento de buena suerte, esa bella chica se había alejado de la multitud hacia el balcón. ¡Ésa era su oportunidad! "Ahora o nunca" pensó. Escondió el miedo bajo llave y se lanzó al vacío.
La hermosa mujer se encontraba sentada en una banca de piedra mirando la luna llena mientras disfrutaba su copa de champagne.
· Buenas noches, Señorita.-Saludó él con voz galante.
· ¡Por dios! Usted me ha asustado. ¿no le han dicho que es de pésima educación sorprender de esa manera a las personas?- Lo regañó la chica.
· Lamento si la asusté. No fue mi intensión. – Se disculpó el joven arrodillándose ante la bella chica- Le ruego me disculpe por provocarle un mal momento-Dijo Darien extendiendo la rosa que tenía en su solapa- por favor. Acepte ésta rosa como sincera muestra de mi arrepentimiento.
· Entonces se arrepientes de haberme saludado.- Reclama la chica.
· No. no. claro que no… ¡eso jamás!- Respondió el muchacho poniéndose de pie- Jamás me arrepentiría de arriesgarme a saludarla. Señorita.
· Ahora soy algo peligroso. ¡vaya que sabe alagar a una dama!
· No. no. es que yo…
· Descuide. Déjelo así. – Pidió ella poniéndose de pie- De igual manera debo volver adentro.
· ¡No!.- comentó el tomando su mano para impedirle salir de la terraza- No te vayas.
· ¿No le parece que nos conocemos demasiado poco para hablarnos de Tu?- Reprochó la chica.
· Es que de alguna manera debo romper el hielo. Eres una mujer atemorizante. Rei Hino.
· Ah. Así que sabe mi nombre- fingió molestia la joven.
· Por supuesto. ¿quién no lo sabría?
· Bien. Joven desconocido. Debo volver adentro o tendré problemas. Fue interesante ésta charla.
· Por favor. No te vayas- Pide el chico casi suplicando.
· No te preocupes, galán. Trabaja en tu técnica, seguro alguna incauta caerá.- Ánima la chica guiñándole un ojo al pelinegro.
· No me interesa que "caiga" una incauta.
· ¿entonces?- Pregunta ella.
· Me interesas tú…- Confiesa directo y sin miedos el de ojos azules.
· ¿qué? – Se sorprende la chica.
· ¿aceptarías salir conmigo alguna vez?- Cuestiona el muchacho mirándola a los ojos, sintiendo la electricidad fluir por sus poros.
· Bueno…yo…-Duda ella.
· Por favor. Te juro que no te arrepentirás.- promete el chico.
Rei analizó al hombre frente a ella de pies a cabeza La bella mujer de ojos violeta lo observó sorprendida. En los años que había pasado como modelo jamás había conocido a un hombre que le hablara con tal decisión y tan directamente.
· Bien. Restaurant Masa Tacayamael sábado a las ocho. Se puntual. Odio la impuntualidad.-Responde con frialdad la chica de mirada amatista.
· Claro, ahí estaré.- Asegura el cantante.
· Tengo que irme. Tengo una pasarela mañana y debo volver a dormir.
Fueron las últimas palabras que pronunció ella antes de Retirarse, esa noche sintió que los dioses habían conspirado a su favor.
Fin del Flashback
· ¡Darien!- Lo llamó ella.
· ¿ehh?
· ¿en dónde estás? Llevo diez minutos hablándote.
· Lo lamento, cariño. Estaba recodando viejos tiempos…- Respondió el pelinegro.
· ¿muy buenos?
· Los mejores, preciosa ¿estas lista?
· Si.– Dijo Rei parándose de puntillas y besando los labios de Darien- Te veré mas tarde.
· Ey. ¿a dónde vas?- la sujetó él de la cintura abrazándola contra su pecho- Yo te llevaré a la agencia.
· Es que…No voy a la agencia. Pasaré primero a casa de Makoto.- Explica la chica.
· De igual manera, Hobijin.Yo te llevo.-Insiste él.
· Darien. No es necesario. Solo me di cuenta que éste mes tampoco seré madre. No sufriré una crisis nerviosa.- Minimiza la pelinegra.
· Rei. Déjame consentirte un poco ¿quieres? –Pide Darien.
· Darien. Puedo manejar al trabajo.
· Linda, sé que puedes. Quiero pasar tiempo contigo ¿es eso un pecado?
· No…creo que no.
· Además. Así tendré un pretexto para pasar por ti, como cuando éramos novios. ¿lo recuerdas?- guiña un ojo el músico a su pareja.
· Bueno. Me has convencido. Apresúrate.
En la casa Hansford una bella mujer de cabello castaño sujeto en una alta coleta arreglaba tres pequeñas loncheras mientras un rubio ojiverde corría desesperado detrás de dos pequeños rubios.
- ¡Chicos! ¡No corran, por favor, tengo que ponerles la corbata del colegio!-Les gritaba el padre.
- ¡no. Alcánzanos!- lo retó uno de los rubios niños
- Que lento eres, papá – Se burló el otro sacando su lengua.
- Andrew. Dejen de estar jugando que llegarán tarde.- Lo regaña la alta castaña
- ¡pero ellos comenzaron!- Se queja Andrew.
- Ay papá- Intervino una pequeña nena de rubia cabellera ondulada sujeta en una coleta igual que su madre- que inmaduro eres.
- ¡Sayuri!- La riñe la madre.
- ¿qué? Es verdad.- Responde con cinismo la chica.
- Pero ellos comenzaron. ¡En serio!- Llora el rubio.
- Tu hija tiene razón, Andrew. Además, deben apresurarse o los chicos llegaran tarde al colegio- En ese instante el timbre de la puerta sonó- Anda, ve a abrir.
- Bien.- Andrew camina de mala gana a la puerta encontrándose con sus amigos favoritos por excelencia- Rei. Darien, Bienvenidos, pasen. Yo tengo que irme a llevar a los chicos al colegio, pero pasen. ¡Motoki, Andy, Sayuri! ¡Dense Prisa!- Dijo Andrew tras correr a la cocina para dar un beso fugaz en los labios a Makoto- Nos vemos pronto, guapa.
- No olvides tu almuerzo.- Dijo Makoto tras dar una pequeña nalgada en el trasero a Andrew- ¡y mucho cuidado con coquetear con otras!
- claro que no. Eres la única. Lo sabes. ¡Chicos! ¡Apresúrense! Dijo Andrew tras salir corriendo con sus tres pequeños rubios
- Bien, chicas. Yo también las dejo. Imagino que Estoy de más en este momento- Supuso Darien atrayendo hacia sí a Rei- Paso por ti a la agencia para ir a comer y cancela tus citas vespertinas… Pienso secuestrarte
- ¿y quién pagará mi rescate entonces, señor Shields? Mi esposo es un hombre muy ocupado.-bromea la muchacha.
- No te preocupes por él. Podemos fugarnos tú y yo. Él jamás lo sabrá.-Susurra él al oído de Rei.
- ¿puedo pensarlo?
- Solo de aquí a la hora de la comida- Dijo Darien besando apasionadamente a Rei- Te amo.
- Y yo a ti…
Fue lo que dijo la pelinegra antes de ver salir al alto hombre por la puerta del departamento, ella aprovecho para caminar hasta la cocina y sentarse en la barra desayunadora de su amiga y servirse una taza de café.
- ¿Tienes Splenda?-Le preguntó.
- ¿qué ocurre?- Dijo Makoto intrigada.
- Que tu café no tiene azúcar. – Respondió Rei clavando la mirada en su taza de café-¿Me das Splenda?
- claro- Accedió Makoto extendiendo el recipiente con los sobrecitos- mentirosa.
- ¿por qué?
- porque algo te pasa. –Insistió la castaña.
- ¿a mí? Claro que no.-Negó rotundamente la modelo.
- ¿intentas mentirme a MI? Tú mejor amiga, casi hermana y confidente. ¡Qué cinismo!-Se quejó la señora Hansford.
- Es que no pasa nada. Todo está bien.- Mintió Rei intentando sonreír.
- Claro que no. Primera: tu no sueles pararte por mi casa en las mañanas, siempre lo haces por las tardes. Segunda: Cuando lo haces vienes en tu auto y no en el de Darien y mucho menos cuando llega a traerte te escolta hasta la sala. Además, Darien se delató solito, trae una mirada de preocupación que no puede con ella. ¿Qué ocurre?-Insistió en saber la castaña.
- Otra vez salió Negativo- Confesó Rei agachando la mirada mientras las lágrimas comenzaban a escurrir por sus ojos- ¡una vez más!
- Ay amiga- Se apenó la señora Hansford abrazando a su amiga- No te preocupes, Tranquila. Toma su tiempo.
- ¿me lo dices tú?-Arquea una ceja la joven de larga cabellera negra mientras señala el abultado abdomen donde se resguardaba el cuarto heredero de la dinastía Hansford.
- Bueno. Es que no es lo mismo y lo sabes. Si tu no hubieras- Makoto dudó en continuar con su comentario y desvió la mirada- Bueno. No es lo mismo.
- Si. No es lo mismo. ¡Pero es desesperante!- Cuenta Rei.
- necesitas relajarte- aconseja Makoto- cuando te relajes, cuando menos lo esperes…pasará.
La joven pelinegra regaló una sonrisa muy a su pesar a la anfitriona. Sabía que tenía razón, pero le era muy difícil seguir aquel consejo.
· Creo que es mejor que me vaya- Dice Rei.- Tengo pruebas de vestuario para el desfile de ésta semana, ¿irás?
· ¿Y perderme ver a Serena rabiar porque eres la modelo principal? ¡No podría perdérmelo!-Se burla la castaña.
· Te veré allá. Te traeré los boletos de primera fila- Promete Rei.
· Gracias.
La mujer de cabello castaño observó a su amiga desvanecerse fuera de su casa. Era cierto que las cosas habían cambiado desde hace algunos años, cuando Makoto era una consumada actriz y modelo, cuándo compartían departamento en Tokio y Nueva York y cuando se hacían confidencias sobre sus múltiples aventuras…
Nueva York, seis años atrás.
En un cómodo departamento frente a Central Park, se arrastraba con dificultad por los pasillos una alta mujer de cabello castaño, mientras su compañera de cuarto y confidente la observaba desde la cocina con su inseparable taza de café.
· Buenos días- Saluda Rei extendiendo una taza de café al ente que había aparecido en la cocina.
· ¿Qué crees que tengan de buenos?- Gruñe la castaña tomando la taza que le ofrecía su amiga.
· Vaya. Sí que amaneciste de mal humor. Por lo que veo esa cita con tu galán misterioso terminó bastante tarde, no te escuché llegar anoche.- Evidencia la pelinegra.
· Seguro la cena me cayó mal. No he parado de vomitar desde que amaneció- murmura la castaña.
· ¿La cena o las copas con las que acompañaron la cena?-Se burla Rei mientras saca del refrigerador un bote de yogurt y le pone algo de miel encima.- ¿quieres?
La castaña observó el "desayuno" de su amiga y no pudo evitar salir corriendo hacia el baño más cercano para volver de nueva cuenta el estomago, era la tercera vez desde que había despertado que tenía que hacer eso. Cuándo pudo detener sus arcadas regresó a la cocina donde la recibió su burlesca amiga con un vaso de agua, claro, sin dejar de mirarla con malicia.
· Mako… ¿Segura que fueron las copas?- Interroga con malicia la pelinegra.
· Claro que sí. Las copas o la cena ¿qué más?- Gruñe la de ojos verdes.
· ¿No será que…?-Los ojos amatista de Rei la analizaban.
· No pienses cosas que no son- Regaña Makoto-Soy muy cuidadosa con el control natal.
· ¿Segura?- Insiste Rei tomando el estuche de anticonceptivos de su amiga y abriéndolo ante ella, mostrando el orden intermitente de pastillas, por cada pastilla faltante había tres que "olvidó tomar".
· Bueno…es que…a veces olvido tomarla- Se apena la castaña- Pero no metas ideas en tu cabeza, seguro las ostras me cayeron de peso.
· Claro…-Dice con incredulidad la pelinegra- ¿y me presentarás a tu galán misterioso?
· Tal vez después. Mejor cuéntame cómo te fue anoche. ¿qué tal esa cena a la que te invitaron? ¿cuántos viejos coquetos te topaste anoche?
· Con ninguno- Responde sin poder evitar que una sonrisa se dibuje en su rostro.
· Por lo que veo la pasaste demasiado bien… ¿verdad?-Interroga con malicia la joven de ojos verdes.
· No me aburrí. Pero en venganza por tus secretos te dejaré con la duda. Tengo que ir a la lavandería antes de pasarme a la agencia. ¿irás a los estudios?
· Sí. Tengo que grabar escenas con ese pedante- Bufa la castaña.
· Te deseo suerte…la vas a necesitar.
Rei caminó a su habitación entre risas burlescas, dejando a su compañera de cuarto musitando algunas maldiciones por lo bajo.
Era cierto, necesitaba más que suerte para sobrevivir a esas grabaciones.
La castaña se arrastró hacia la ducha y se arregló para ir al estudio de grabaciones. Desde hacía un tiempo grababa una película de romance con el cotizado actor Andrew Hansford.
Llegó a los estudios y se encerró en su camerino donde le pidió a su asistente, Amy que le trajera un vaso de agua y dos aspirinas. Sentía que la cabeza le daba vueltas.
Tan pronto como la seria asistente le entregó el vaso con las pastillas, la castaña lo tomó y bebió. De verdad sentía que el mundo le daba vueltas y para su mala suerte, el director tocó a la puerta para indicarle que debía salir a grabar su escena.
La película se grababa en la época victoriana, por lo cual vestía un vaporoso vestido rosa con el que le costaba demasiado trabajo moverse, por no hablar del calor que hacía en esas épocas del año y lo mal que se sentía.
El estudio estaba acondicionado acorde a la época, la escena del día era una donde Makoto sufría enormemente por que la obligarían a desposarse un hombre al que no amaba y suplicaba a su amado de la llevase con él, que escapasen juntos.
· Mi lady- La llamaba el rubio- creí que jamás llegarías.
· Oh, Arthur- Lloraba la chica- Es terrible, mi padre ha arreglado un compromiso con el Duque, lo escuché, lo escuché.
· No te preocupes, mi amada Esmeralda. Eso no pasará, no lo permitiré, nos fugaremos- Promete el caballero.
· ¿De verdad?-Interroga la castaña.
· De verdad…Ésta misma noche si es preciso.
· No. Mejor durante el carnaval- Propone la chica de ojos verdes- Ellos estarán distraídos. Cuando se den cuenta estaremos lejos, muy lelos.
· Mi lady. Eres la mujer más inteligente que he conocido- Alaga el joven mientras besa los labios rosas de la muchacha.
· ¡Mi doncella!- Se asusta la chica castaña al escuchar pasos- ¡escóndete!
El rubio se tiró al suelo metiéndose bajo el vaporoso vestido de la chica de cabello castaño. La flaca doncella apareció por la puerta del set.
· Lady Esmeralda- La llamó la muchacha- La he estado buscando.
· Es que yo….-Murmuró la castaña- Es que yo… ¡Maldito pervertido! ¿qué crees que estás haciendo?
La castaña se enfureció empujando al rubio mientras lo golpeaba con sus puños.
· Lo lamento, Es que me estaba aburriendo mucho- Se burló el rubio- Por cierto, lindas piernas.
· ¡yo no puedo seguir trabajando así!- Explotó la castaña.
· Makoto, por favor- Pidió el director- Tranquilízate.
· ¡No! No voy a tranquilizarme. Éste idiota no es un profesional y si él no va a trabajar con seriedad, ¡Renuncio!
· Mako. No puedes hablar así. Ustedes dos son las figuras del momento- Intenta conciliar el hombre.
· Figuras del momento o no…o hablas con este idiota o me voy- Gruñó la joven de ojos verdes dando media vuelta y encerrándose en su camerino.
· Andrew….-Lo llamó el hombre mayor- Tenemos que hablar.
En el camerino decorado con cientos de rosas rosas en su interior se encontraba rumiando su coraje la dueña del camerino, segundos después entró su asistente, la seria Amy Mizuno.
· Mako, ¿estás bien?- Preguntó la chica de cabello azul a sabiendas de la respuesta.
· ¿qué se cree ese patán?-Bufó la alta actriz.
· Sabías que Andrew era de "ese tipo" de chicos. Calma…-Intenta animar la asistente- ¿quieres que te traiga algo?
· Sí. Un frapé.- Pide Makoto.
· Iré a la cafetería de la esquina y…
· No. Quiero uno de la quinta y Brooklyn- Pide la castaña.
· Pero…eso….
· Ten- Extiende un billete de cien dólares a la muchacha- no importa, tárdate lo que quieras, pero tráeme mi café.
· Está bien, Makoto…-Se resigna la chica de cabello corto.
La castaña vio salir a su asistente por la puerta. Al saberse sola una sonrisa malévola se dibujó en su rostro, caminó a la puerta y quitó el seguro para ir al vestidor.
Escuchó abrirse la puerta del camerino y un brillo apareció en sus ojos pero ella siguió en lo suyo.
· Permítame ayudarla con su vestido- ronroneó a su oído una voz ronca y varonil mientras la sujetaba por la espalda.
· Andrew...-Nombra la joven de ojos verdes mientras escucha resbalar el cierre de su vestido- ¿Hablaste con el director?
· Si. Y me ha puesto la regañada de mi vida- Cuenta el rubio al tiempo que baja el vestido de Makoto dejándola solo con unas pantaletas de encaje.- Pero valió la pena.
· ¿Nadie sospechó?- Interroga la joven dándose vuelta y enredando sus brazos en el cuello del rubio.
· No...Nadie. Fuiste muy convincente en tu pataleta, Mi Lady- dice el chico tumbando sobre el sofá a la aclamada actriz y deslizando sus besos por su cuello, por sus senos.
· Me...me alegro. Fuiste muy osado con lo que hiciste bajo mi vestido- Regaña la actriz.
· ¿vas a decirme que no te gustó?- Interroga con lujuria el rubio mientras desliza la ropa interior de la muchacha por sus largas piernas, perdiendo su boca en el sexo húmedo de ella- ¿vas a negar que te excitaste igual que anoche?
· A...Andrew...-Articuló la chica mientras tiraba de los rubios cabellos del chico, hundiéndolo aun más en su interior.
· Quiero que nos veamos hoy en la noche, de nuevo- le dice él casi como una orden a la ojiverde.
· N...No- Niega la chica- Hoy no podrá ser.
· ¿Por qué no?- Se levanta él enfrentando su mirada con la de la chica.
· Rei pregunta mucho, quiere conocer a ese "hombre misterioso" con el que he estado saliendo todas las noches- Le explica ella colocándose ahora sobre el rubio, desabotonando su camisa.
· Anda...No dirás que no quieres que repitamos lo de anoche- Enfrenta el muchacho de ojos verdes pellizcando con sus dedos los pezones rosados de la chica.
· No...No...No es prudente, Andrew- Insiste la chica- Quedamos que seríamos discretos. Las noticias vuelan, tu esposa puede enterarse, aun cuando está grabando en Australia.
· Me encantas, Makoto-Le dice él- En cuanto Reika vuelva terminaré con ella, le pediré el divorcio. Quiero que todos sepan que estás conmigo.
· No tan rápido, galán- corta ella la idea del chico mientras empieza a abrir su cremallera- Mientras estemos grabando no quiero que nadie se entere. No me gustan los escándalos, lo sabes. Además, he escuchado de sobra esa historia y nunca termina así.
· Te propongo algo- Se sienta Andrew, aun con la chica sobre su regazo. Empieza a buscar en su saco y extendiendo unos boletos a la muchacha desnuda- Tengo boletos de primera fila para el concierto de "Darien Shields"...Vamos tú y yo. Somos amigos, No hay nada de malo en eso ¿o sí?
La chica sonrió y arqueó la ceja mientras tomaba los boletos para ponerse de pie y guardarlos en su bolso.
-Te agradezco los boletos. Pero yo no iré contigo, tengo a alguien mucho mejor para acompañarme...-Cuenta la chica colocándose ante el gran espejo de su tocador.
Andrew la observaba sentado desde el sofá. Ella lo sabía, y recorría sensualmente su cuerpo con sus manos, mirando con lujuria a su espectador a través de la gran luna.
Él se puso de pie, colocándose detrás de ella, acariciándola con sus grandes manos y mirándola con deseo a través del reflejo, besó su cuello robándole un gemido que no pudo detener. Luego succionó con fuerza el fino cuello de Makoto para aumentar su excitación.
Makoto se dio media vuelta besando los labios del rubio, pero a mitad de su beso un gesto de repulsión la hizo desprenderse de él.
- ¿qué es ese olor?- Se molesta la muchacha.
-¿mi loción? Es de maderas ¿no te gusta?-Se sorprende el chico.
La chica frunció el ceño y corrió al baño del camerino. Sí, era la cuarta vez ese día que volvía el estómago sin nada en él. Seguramente si estaba intoxicada con la cena.
El rubio se acercó a la chica, recogiendo su cabello para evitar que se ensucie. Cuando la chica consigue detener las arcadas, se enjuaga los labios y bebe el vaso de agua que le ofrece Andrew.
-¿estás bien?- Se preocupa el rubio.
-Si. Estoy bien. Creo que las ostras de la cena me hicieron daño. Debiste llevarme a un lugar mejor- Bromea ella.
-Si no insistieras en escondernos te hubiera llevado a un restaurante famoso en lugar de ir a comprar ostras a queens.
-¿Me vas a reclamar por que quería cenas ostras?- Se indigna la chica.
-Mako...Llevamos varios meses teniendo sexo, ¿no será qué...?
-Ni siquiera lo menciones. Estoy harta de que supongan cosas. Cuando dejes de ponerte esa loción barata me buscas- Amenazó la chica empujando fuera de su camerino al rubio.
La castaña cerró la puerta con seguro para impedir que el rubio volviera a entrar. Se enredó en la bata de seda que estaba en el perchero y se miró al espejo. No...No quería pensar mal, prefería pensar en cosas positivas. Como los boletos que tenía en sus manos, Sabía de alguien que se volvería loca por tener esos boletos y sobre todo, el acceso VIP...
Época Actual:
El día había sido pesado. Luego de ir a casa de Makoto se fue a la agencia de modelos. Ensayos con la nueva colección de primavera fue parte de la agenda. No era que le desagradara su trabajo, pero justo ese día se sentía bastante indispuesta para todo. Solía sentirse así cada que el resultado de sus pruebas era negativo.
· Rei, te estoy hablando- La regañó una chica rubia.
· Lo siento, Mina. ¿qué me decías?- Se disculpa la modelo
· Te decía que hoy estuviste muy distraída ¿qué te ocurre?- Cuestiona su asistente.
· Nada, nada. Es solo que hoy no me siento muy bien…
· Ánimo. Todo saldrá bien, ya verás- Intenta animar la rubia.
· Gracias, Mina- Se enternece la modelo.
· ¿qué te parece si te traigo algo de comer? Una pizza tal vez- Ofrece la rubia.
· No tengo mucha hambre, pero gracias- Deniega la de ojos amatista.
· Mina, ¡cómo se te ocurre ofrecerle algo de comer a Rei!- Las interrumpe una rubia de largas coletas- Ser la modelo estrella requiere sus sacrificios, ¿verdad, Rei?
· No sé de qué hablas, Serena. Tal vez lo digas por experiencia- Responde la chica de ojos amatista mirándola a través del espejo- Deberías ser más discreta, todos te escuchamos vomitar la hamburguesa de ésta mañana…
· ¡cómo te atreves!- Se enfureció la chica de coletas- Mi belleza es natural.
· ¿Natural?- Se burla Mina- Serena, las operaciones no son "Naturales" y la bulimia tampoco.
· ¡Eres una estúpida!- Chilla la rubia intentando abofetear a la bromista chica.
· Cuidado, Serena. –La detiene Rei- Mina depende de mí. Si tu estas acostumbrada a maltratar a tu gente, yo no. No te atrevas a tocarle un cabello a Mina o tendrás problema.
· Rei- Entró al camerino un joven de cabello castaño y ondulado- Darien está aquí.
· Gracias, Joseph. Voy enseguida.-Respondió la modelo de ojos amatista.
· Mina, me voy. Estaré fuera el fin de semana. Te marco el lunes ¿de acuerdo?-Explica Rei- Tómate el fin de semana.
· Gracias, jefa- Se emociona la rubia- Entonces creo que le marcaré a Diamante tendremos un fin de semana que…
· Mina, sin detalles- Pide la de ojos amatista.
· Jejeje. Ok, ok…- Se rinde la rubia- Pero no creo que sea muy distinto de lo que harán Darien y tú el fin de semana…
· Eso, mí estimada amiga. No lo sabrás- bromea la de cabello negro- Nos vemos el lunes.
· No sé cómo alguien como Darien puede estar con una tipa como ella…-Bufa Serena cruzándose de brazos.
· No seas envidiosa- Se burla la asistente.
Serena se quedó rumiando su coraje mientras la pelinegra se alejaba ajena a los comentarios que se escuchaban a sus espaldas. Se apresuró a la entrada de la agencia donde la esperaba aquel hombre de cabellera color azabache, le sonreía de esa forma que solía arrancarle suspiros desde aquel lejano día en que lo conoció.
· Te extrañé- Confesó el pelinegro abrazando con efusividad a su ninfa tras besarla.
· ¿en verdad?- Preguntó ella.
· Como un loco…-Explica él mientras ofrece su brazo a la chica y la lleva hasta el auto. La ayuda a subir al asiento del copiloto y luego él hace lo propio para arrancar el auto.
· ¿a dónde iremos?- pregunta la de ojos amatista mientras él arranca el auto.
· Es una sorpresa…
El auto deportivo se alejó de aquella agencia. El destino era desconocido para la guapa modelo pero era lo que menos le preocupaba, con solo estar con él sentía que nada más importaba, que le mismo mundo podía caerse en pedazos, aunque no siempre fue así….
Flash back:
El departamento de solteras de la conocida actriz Makoto Kino y la modelo Rei Hino era esa noche el lugar más intranquilo de Nueva York.
La pelinegra daba de vueltas por todo el departamento con evidente desesperación. Unos tacones negros altos a juego con un corto vestido de encaje era su atuendo para aquella ocasión. Makoto por su parte la observaba bastante divertida sentada en el sofá del departamento ataviada con un vestido color crema con un estampado de rosas a juego con las zapatillas.
· ¿qué es lo que buscas, Rei?- Pregunta divertida la castaña.
· Mis aretes. ¡No están en su lugar, ¿segura que no los tomaste? –Interroga la de ojos amatista- la última vez que tomaste mi brazalete de diamantes lo dejaste olvidado en el sillón.
· ¿Hablas de los aretes de rubí con forma de estrella?- Interroga la castaña.
· Si. Esos- Confirma la pelinegra mientras pone de cabeza el sofá.
La chica de ojos verdes se puso de pie tomando un espejo de su bolso y colocándolo ante el rostro de Rei.
· ¿serán esos que traes puestos?- Pregunta entre carcajadas la actriz.
· ¡Makoto! ¿por qué no me lo dijiste antes?- Regaña Rei.
· Porque es divertido cuando te pones así de nerviosa. Por favor, Rei. Solo vamos a un concierto, no entiendo por qué tu nerviosismo.
· No es cualquier concierto, amiga- Se defiende la pelinegra revisando su perfecto rostro ante el espejo.
· Sabía que te alegraría recibir boletos VIP para el concierto de Darien Shields guiña un ojo la actriz.
· La pregunta es… ¿dónde los conseguiste? Es un evento exclusivo y los boletos están agotados desde hace semanas- Comenta inquisitiva la modelo.
· Bueno, bueno… De haber sabido que me preguntarías tantas cosas me hubiera pensado dos veces antes de invitarte- Bufa la de ojos verdes.
· Anda, no seas dramática. Vámonos o llegaremos tarde.
· ¿de cuándo a acá llegamos temprano a algún sitio?-Se burla Makoto.
· ¡Apresúrate!- Exige Rei tirando de la muñeca de su amiga.
Durante el trayecto la castaña se mofó del nerviosismo de su amiga. Rei lucía extrañamente tensa, sus manos sudaban y golpeaba una y otra vez la puerta de la limosina con sus dedos, para su mala suerte. En cualquier otra circunstancia la modelo hubiera reclamado a su amiga por la mofa, pero su mente estaba en otro lugar.
En el interior del Metropolitan Opera House un joven de cabello negro se encontraba terminando de arreglar su camisa ante el espejo de su camerino. Alguien golpeó la puerta y él aceptó que entraran. Un joven rubio de ojos verdes se asomó por la puerta con familiaridad y entró para dejarse caer pesadamente sobre el sofá del camerino.
-Hola, Andrew- Saludó el pelinegro.
- Hola, amigo- Regresó el rubio mientras tomaba una manzana de la mesa de al lado y comenzaba a devorarla- Vine a desearte suerte.
- ¿en serio?- Preguntó con incredulidad el cantante.
- ¡Claro! ¿qué más vendría a hacer sino?- Cuestiona Andrew.
Darien volteó su silla y lo observó con incredulidad. El rubio comenzó a reír escandalosamente y se rindió.
-Bueno, bueno…Para eso y para pedirte un boleto más para tu concierto.
- ¿qué hiciste con los pases VIP que te mandé?- Regaña Darien.
- se los regalé a una chica linda- Confiesa el rubio.
- ¿y funcionó?-Interroga el cantante.
- Claro que no. Me los quitó e invitará a alguien más…-Suspiró el rubio- entonces…
- dile a John que te haga un espacio, debo irme. El concierto está por iniciar.
- ¡Gracias, amigo!- Se emociona el rubio.
- Algo me dice que tu felicidad es más por ver a esa chica que vendrá que por ver cantar a tu amigo…
- Para nada- Miente Andrew- ¿crees que John me pueda abrir un espacio especifico en…
- No abuses…
- bien, bien…
El cantante de ojos azules tomó su guitarra y salió del camerino. Andrew se acercó a la mesa de golosinas y tomó un par de barras de chocolate amargo para salir después, John tendría que hacer milagros para poder conseguirle un espacio a Andrew en aquél lugar, cuando dijeron "cupo lleno" hablaban en serio…
Las luces del escenario se apagaron por completo. Un silencio sepulcral seguido de un murmullo abarrotó el lugar, luego se encendió un reflector al centro iluminando una alta figura melancólica de cabello negro ataviado con una camisa negra y unos jeans deslavados.
Él miró afinó la guitarra y miró hacia al frente, inspeccionando el lleno total del lugar y luego hacia las primeras filas, escaneó rápidamente percatándose que algunos amigos del medio estaban allí, entre ellos su amigo Andrew Hansford, continuó analizando hasta toparse con una mirada amatista que lo observaba con las pupilas dilatadas. Los ojos de él se iluminaron y una sonrisa se dibujó en su rostro, la respuesta de ella un ligero sonrojo en sus mejillas, luego él tomó aire y empezó a cantar, ella sentía que flotaba entre nubes al escuchar aquella voz y solo fue consciente de dónde estaba al escuchar el coro de aquella canción que el cantaba sin dejar de mirarla a los ojos...
Contigo quiero gastarme todo el tiempo que me falte Contigo quiero llegar a donde nunca fui con nadie Contigo quiero sentirme cuando vengan a buscarme Contigo quiero quedarme hasta ver mi última parte.
La bella modelo miraba con agrado a aquel hombre de ojos azules. Canción tras canción el músico se perdía más en aquella mirada amatista que lo observaba de una forma…única.
· Hola, Mako.- Saludó Andrew que estaba en cuclillas al lado de los asientos de la castaña y la pelinegra.
· ¡tú qué haces aquí!- Bufa la castaña.
· Vine al concierto. ¿qué más iba a hacer aquí?- Responde con cinismo el rubio de oojos verdes.
· No deberías estar aquí- Refunfuña la actriz.
· Deja de gruñir y hazme un espacio- Pide Andrew empujando a la alta chica para sentarse en la mitad de su asiento- Gracias…Hola…Rei Hino, ¿verdad?
· Si, Y tú eres Andrew Hansford- Deduce la pelinegra- El coestelar de Mi amiga.
· El mismo…-Responde con galantería el rubio- Así que ella es la persona importante con la que vendrías al concierto…
· Si. Exacto- Responde Makoto.
· Debiste decírmelo- Reclama el rubio.
· No tengo por qué- Bufa la chica castaña.
· ¿podrían dejar sus discusiones de novios celosos para después del concierto?- Pide la chica de ojos amatista.
· ¡No es mi novio!-Escupe Makoto.
Rei los observó con ojos sulfurantes y los dos chicos a su izquierda agacharon la cabeza.
El concierto terminó más pronto de lo que la pelinegra hubiera querido. La verdad era que desde que alguna vez escuchó cantar a Darien Shields en la radio quedó prendada de su voz, de sus letras. Poco a poco se fue haciendo fanática del chico y alguna que otra vez antes de ser una famosa modelo había conseguido boletos en gayola para al menos ver de lejos a aquel hombre, había algo en su voz, en su mirada que la hacían temblar.
De pronto, poco antes de que el chico diera por terminado el concierto detuvo la música llamando la atención de todos.
· Si me permiten…me gustaría agradecer personalmente a alguien muy especial que hoy nos ha honrado con su presencia- Comenta el muchacho observando insistentemente a Rei de una forma que la hacía sentir nerviosa- debo decir que su belleza ha iluminado ésta noche el Metropolitan Opera House y me gustaría me acompañara al escenario y que todos la recibieran con un fuerte aplauso, Se de buena fuente que también canta un poco.
La gente especulaba sobre la persona a la cual se refería el chico pelinegro. Los murmullos se hicieron presentes. El alto chico extendió su mano hacia el lugar donde estaba Rei Pero una chica de largas coletas rubias se puso de pie caminando hacia el escenario.
Un sorprendido Darien la observó acercarse sin saber qué hacer, ella subió y se plantó ante él besándolo emocionada.
· Gracias, querido. Tu siempre tan considerado- Comentó la muchacha acercándosele insinuantemente al cantante- Tienes toda la razón. De hecho pretendo sacar un disco en otoño, y me encantaría cantar una canción contigo.
· Cla…claro- Responde extrañado el pelinegro.
Las luces se apagaron para proporcionar el ambiente en el escenario. Por dos segundos no se vio nada en el lugar. Instantes después la chica rubia estaba plantada en el escenario con la pista lista para hacer el playback. Tiempo después Darien se enteraría que John y el representante de Serena habían hecho los arreglos para que la Rubia cantara una canción en su concierto.
Cuándo las luces se encendieron él se dio cuenta que la chica de ojos amatista ya no estaba en su lugar.
En los pasillos del Metropolitan Opera House una joven pelinegra había salido de prisa seguida por su compañera de cuarto y por el rubio actor.
· Rei, espera- Pidió Makoto- ¿qué te pasa?
· No voy a quedarme a ver a Serena Smith. La he escuchado cantar en la agencia y lo hace terriblemente- bufa la chica orienta.
· ¿de verdad es eso?- Interroga la alta.
· Claro ¿qué más habría de ser? Vámonos ¿quieres?
· Pero aun no es hora. La limosina pasará en una hora. Nos quedaríamos a la fiesta de back stage ¿lo olvidaste?
· Me duele la cabeza y prefiero irme- Se queja Rei.
· Si es lo que quieres, puedo llamar para que manden a alguien por nosotros.
· No. Tomaremos un taxi- Gruñe desesperada la pelinegra.
· ¿Un taxi? ¿estás loca? ¡es muy peligroso!
· Si me permiten…Yo puedo llevarlas a su casa- Se ofrece el rubio que había escuchado la conversación.
· No. Tomaremos un taxi- Se apresura a contestar la ojiverde.
· Gracias, Andrew. Aceptamos tu oferta- Interviene Rei.
· ¡Pero yo no quiero ir con él!-Chilla la alta.
· Creo que tendrás que soportarme, querida- Se burla el rubio.
· No iré contigo- Se cruza de brazos Makoto.
· Dejen de fingir- Pide Rei- Pude oler a dos kilómetros que Andrew es tu "hombre misterioso".
· ¿qué?- Se sorprende la castaña- ¡Claro que no!
· No eres tan buena mentirosa, querida- Se burla el rubio.
· ¡No es cierto!
· ¿Podrían continuar con su discusión de camino a casa? Me duele la cabeza- Pidió Rei.
· Claro…
Durante el camino de Regreso Andrew y Makoto discutieron sobre las indiscreciones del actor mientras Rei permanecía absorta en el firmamento estrellado. Cuando llegaron al edificio donde vivían ella y su amiga, Rei bajó de prisa agradeciendo a Andrew el favor. Makoto intentó hacer lo mismo, pero su mano fue detenida por el rubio.
· Espera- Pidió Andrew.
· No me tienes muy contenta, Andrew- Gruñó Makoto- No quiero hablar contigo.
· Si lo deseas podemos no hablar- Ofrece Andrew con Lujuria.
· Hoy no, Andrew. Me molesta tu actitud. ¿qué demonios te pasa?- Regaña la castaña- ¿qué parte de romance clandestino no entendiste?
· No creí que te molestara tanto verme en el concierto- Se queja el rubio.
Mako respiró profundamente y volvió a acomodarse en el asiento del copiloto, luego miró al rubio con ternura y relajando su tono habló.
· Andrew. Este fue el acuerdo cuando todo empezó. Tú eres una figura pública, yo también. A ninguno nos conviene un escándalo ¿olvidaste a Reika, Tu mujer?
· Ya te dije antes que hablaré con ella cuando regrese- Recuerda el rubio.- Mientras tanto…
· Mientras tanto tú te vas a tu casa y yo me quedo en la mía. No me he sentido nada bien.
· Quédate conmigo ésta noche- Le pide Andrew con sinceridad- Anda…Rei ya sabe la verdad. Supondrá dónde estás.
· Otra noche, hoy no.- Responde sincera la castaña.
· Bien. Tú sabrás….-Se molesta el rubio.
· Pero tal vez mañana me pueda reportar enferma a las grabaciones- Ofrece Makoto con Malicia.
· Como tenemos grabación juntos yo podré desaparecerme pronto…-Agrega Andrew.
· Buenas noches, Andrew- Besa fugazmente la castaña los labios del actor y subió corriendo las escaleras.
En el phenthouse de ese edificio una pelinegra ya se había ataviado en sus ropas de dormir. Un short y una playera negra de resaque para soportar la calurosa noche que como hacía años no pasaba en Nueva York.
Se encontraba recargada en el borde de la ventana de su habitación. Estaba absorta en sus pensamientos hasta que escuchó abrirse la puerta de la recamara por la que entró su compañera de casa.
· ¿Puedo pasar?- Preguntó trémula la castaña.
· Pasa…
· Rei, quería hablarte de Andrew…yo…-La chica de ojos verdes dudaba en sus palabras.
· No te preocupes. Entiendo por qué no me contaste, llevaba tiempo sospechando que se trataba de él- Cuenta la castaña.
· ¿có…cómo lo supiste?
· Te conozco. Solo me hubiera gustado que me lo dijeras tú, Nos tenemos confianza, somos amigas ¿no?
· Si. Pero…No es fácil. Tú sabes la situación de Andrew.- Explica la castaña.
· Si. Lo sé. Pero soy tu amiga, no voy a juzgarte- Responde la pelinegra- Y no te preocupes, seré discreta.
· Gracias, aunque no sé si deba seguir con esto. – Confiesa Makoto – Las cosas se están complicando.
· Se ve que Andrew es un buen chico, si no fuera por "ese pequeño detalle"…-Remarca la pelinegra.
· Todo empezó como un juego, Rei- Asegura la actriz- Pero Andrew parece querer algo más.
· ¿Algo más?- Se interesa Rei- Por la hora y el estado en el que has estado llegando las últimas semanas creí que ya lo había conseguido.
· ¡No hablo de eso!- Corrige la castaña- Me refiero a que quedamos que sería solo un juego, "un romance de grabación" nada más.
· ¿Y ahora?-Interroga Rei esperando la respuesta bien sabida de labios de su amiga
· Ya duérmete, Hino. Es muy tarde- Se cruza de brazos la castaña.
· Está bien. Como quieras.
Rei rió a carcajadas. Conocía perfectamente a Makoto y sabía que esa era su forma de eludir sus sentimientos, escapando…
Y se derrumbo el castillo que formaba,
Sobre un sueño que se decidió a esperar,
Y llegar con la corriente del azar,
Y tu llegada era como un elefante en la garganta,
Luego me quedo tan sólo una tonada,
Que regresa con las ganas de llorar,
Y se ha vuelto cada vez más familiar.
¡hola!
yo aquí de nuevo desempolvando una obra que tiene más de una década parada. quizás se me fue uno que otro detalle de edición a pesar de haberlo releído diez veces siempre se nos va un error de dedo.
Nueve es una obra que quiero mucho y espero ustedes la quieran igual, es un universo alterno y está hecha con el fin de ser algo ligero aunque no es tan sencillo de escribir. Espero les guste y me den su opinión.
Matona:
Gracias por animarme a publicar esta historia aunque aún no esté terminada.
Irais:
gracias por tus ánimos con esta historia también cuando te mostraré las pruebas espero te guste
lector silencio:
es tu oportunidad de salir de las tinieblas
con cariño La maga
