CAPITULO 2

SOSPECHAS

Época Actual

Esa mañana la casa de los Shields tenía un dulce olor a Hot cakes. Había pasado un mes desde la última prueba fallida de embarazo de Rei y muy lejos habían quedado también su miedo a que su sueño jamás se cumpliera. No porque no lo deseara sino porque había descubierto que con o sin otro integrante más viviendo en esa casa, ella ya tenía una familia.

Salió de la cama buscando algo para cubrir su desnudez, sacó un camisón del armario. La noche anterior habían ido a una gala a beneficio de la lucha contra el cáncer y bebió un poco más de champagne de la cuenta, fue al baño y lavó su cara y sus dientes. Una sonrisa maliciosa se dibujó en su rostro al percatarse de unas marcas obscuras en su cuello consecuencia de la noche anterior.

Salió de la habitación y se dirigió a la cocina. Encontró a su pareja inspirado ante la estufa, Darien vestía solo.sus calzoncillos Calvin klein y un mandil, ella disfrutó la vista trasera antes de hacerse presente; Al observarla llegar él sonrió, sirvió una taza de café y la extendió a la pelinegra que la tomó y se sentó a observarlo cocinar.

- Despertaste temprano.

-Quería sorprenderte con el desayuno en la cama- Explicó el chef

- Me despertó el dolor de cabeza. Creo que bebimos de más anoche- Comenta ella.

- Si. Un poco, pero le agradezco al champagne. Creo que te pone "un poco salvaje"- Se alegra Darien.

- ¿Solo yo?- Arquea la ceja la chica de ojos amatista mostrando las marcas en su cuello.

- Con ese vestido que llevaste a la gala…Creo que solo hay una culpable, di que pudimos salir del departamento para ir a nuestro compromiso, encantado me quedaba contigo anoche a desterrar ese vestido.- Se ríe Darien y ella niega con la cabeza- Te preparé Hot cakes.

- Huele delicioso, tus hotcakes son los mejores - alaga la pelinegra.

El hombre de ojos azules extendió un plato con algunos hot cakes a su pareja Que les colocó encima un poco de miel y frutas rojas. Ella Cortó un pequeño trozo y lo introdujo a su boca, Su rostro se descompuso a la primer mordida y corrió al baño más cercano regresando lo poco que había en su estomago.

Instantes después él apareció en el baño con un vaso de agua que entregó a la modelo. Luego de enjuagarse ella recargó su cabeza en el torso del hombre sentado a sus espaldas.

- Deberías quedarte en casa hoy. Luces pálida- Sugiere él.

- Estás loco. Tengo mucho trabajo- Explica la de ojos amatista.

- Hobijin, te caería mejor descansar. Has estado trabajando mucho y me preocupa que te pongas mal en la agencia- Confiesa el de ojos Azules.

- Darien. Esto se llama resaca y es consecuencia de esas botellas de champagne que nos bebimos anoche- Sonríe la modelo.-Con una ducha estaré como nueva.

- Está bien. ¿quieres que te lleve a la agencia de paso a la disquera?- Ofrece el pelinegro.

- Si. Hoy sí te tomo la palabra. Todo me da vueltas- Confiesa la chica pelinegra.- no vuelvo a beber así.

- Entonces me apresuraré a arreglarme.

La chica de los ojos amatista se metió a la ducha para recuperarse. Tuvo un par más de arcadas antes de terminar de arreglarse, jamás había tenido una resaca tan catastrófica.

De camino a la agencia pararon en una farmacia para comprarse un par de sueros, aun así su estómago era una verdadera revolución.

Nunca como ese día había amado tanto el ferrari convertible de Darien. En el camino, mientras disfrutaba del aire no pudo evitar trasladarse al pasado.

Nueva York 6 años atrás

Era sábado por la noche. Ese día Makoto se había arreglado para matar. Rei supuso que saldría con aquel "hombre misterioso" que ya no lo era tanto.

Ella por su parte estaba ataviada en sus pantalones cortos negros y blusa de resaque roja. Se había armado con un bowl enorme de palomitas de maíz y había dispuesto algo de soda y helado en la sala para hacer un maratón de películas de horror.

Cuando Makoto salió de su habitación con su vestido rosa y aquellas zapatillas que la hacían lucir aun más alta de lo que era arqueó la ceja.

- ¿qué?- Interrogó la pelinegra muy a la defensiva.

- ¿no ibas a salir hoy?- Interroga la castaña.

- No. Hoy estoy en huelga para el mundo- Responde con cinismo la pelinegra- Celular apagado. Teléfono desconectado y le dije al portero que le diga a quien sea que no estoy.

-Juraría que me dijiste hace días que tenías un compromiso el día de hoy- Recuerda la ojiverde.

- Debiste escuchar mal. Hoy solo tengo un compromiso con mi bote de helado y mis palomitas- Asegura Rei- Además, tengo un cólico.

- Oh, claro- Se voltea la alta actriz tomando su bolso para salir

- ¿Y tú?- Pregunta Rei con malicia.

- Yo no.

- Mako-chan -Se acerca la chica Japonesa observando a su amiga como quien analiza a un bicho- Tú siempre tienes tu periodo para los mismos días que yo…

- ¿y?- Pregunta nerviosa la castaña.

- ¿y hace cuanto que tu no….?

- No empieces con tus complejos de persecución- Refunfuña Makoto- mejor me voy o llegaré tarde.

- Espero que el departamento de Andrew sea grande, sospecho que necesitarán mucho espacio- Se burla Rei.

- Muy simpática, Hino.

Makoto frunció el ceño y salió del departamento lanzando maldiciones. Solía llevarse pesado con su compañera de departamento pero a últimas fechas esas bromas no le agradaban mucho, tampoco el portero, ni la señora de la tienda de conveniencia ni nadie...

Rei observó a su amiga salir del departamento bufando un par de maldiciones en francés y japonés. Ambas las entendió perfectamente la muchacha de ojos violeta pero no hicieron más que causarle gracia, sabía que su amiga tenía posiblemente las mismas sospechas que ella había notado desde hacía unas semanas y temía confirmarlas.

Había escuchado que "The Grudge" era una película terrorífica. Pero luego de los primeros veinte minutos se dio cuenta que no fue tan buena idea verla a solas y en un día lluvioso. Envuelta en su manta sus uñas eran víctimas de su nerviosismo, un rayo dejó sin luz el edificio y la hizo quedar en penumbras. Brincó de terror cuándo escuchó un fuerte golpe en la puerta. Tomó el bate de base ball caminó hacia la entrada.

- ¿quién es?- Preguntó con voz asustada la muchacha de ojos amatista- ¿quién es?

Nadie respondió y siguieron tocando insistentemente.

Rei Abrió la puerta poniéndose en guardia. Pegó un grito despavorido al encontrarse con una alta figura pálida de negra cabellera empapada de pies a cabeza y con los ojos inyectados de sangre, respiraba con dificultad y un "ahhhh" similar al del demonio en la película se emitía de su boca. La chica por inercia tomó su bat y golpeó la cabeza de la figura derribandolo de un solo golpe.

- ¡ahhhh!- Gritó Rei. Acercándose a la figura y siendo consciente de lo que había hecho, reconoció el rostro en seguida.

- ¡Tú!- Consiguió hablar la figura luego de recuperar la respiración y llevándose la mano a la cabeza

- ¿Darien?- Se extraño Rei al identificar al hombre en el suelo.

- Ah, Veo que estas viva- Bufa él poniéndose se pie y sobándose la cabeza.

- Claro que lo estoy. ¿por qué no habría de estarlo? gozo de perfecta salud

- ¡por qué te estuve esperando más de hora y media en "Masa Tacayama" Y jamás apareciste!- Se quejó Darien.

- Ahh. Eso ¿era hoy?-Finge inocencia la chica.

- ¡claro que era hoy! ¿recuerdas? "sábado a las 8 en Masa Tacayama" ¿Tienes idea de lo que me costó conseguir reservaciones en el privado? ¡Cerré el Restaurante solo para nosotros!

- No debiste molestarte- Responde con cinismo intentando cerrar la puerta en la cara de él que impidió que la chica lo dejara afuera, entrando al departamento.

- No tan rápido- Se mete él al departamento dejando escurrir toda el agua que traia encima.

- ¡estás mojando mi piso!- Reclama la muchacha.- ¡Es ébano!

- Lo lamento- Responde él quitándose la camisa, los pantalones y los zapatos.

- ¿Qué crees que estás haciendo?- Reclama la muchacha.

- No pensarás que regrese a mi casa empapado. Es tu culpa que me mojara así por lo que creo que lo menos que puedes hacer es secar mi ropa- Responde el muchacho quitándose también los calzoncillos.

- ¡oye, Sal de aquí!-Exige la chica intentando empujar fuera del departamento al hombre desnudo ante ella.

- No intentes sacarme desnudo de tu edificio, Rei Hino- Amenaza él- Hay paparazis afuera y les diré que fue porque tuvimos una noche salvaje y te negaste a darme mi ropa. Todos sabrán de nuestro tórrido romance.

- No te atreverías- Arquea una ceja la pelinegra.

- Pruébame- mira a los ojos fijamente el alto a la modelo.- Ésta es la ventana que da a la calle ¿no? ¿les regalamos una foto?

- Bestia…Al menos cúbrete- Gruñó Rei arrojándole la manta con la que ella había estado cubriéndose durante la noche.- Demente.

Rei tomó la ropa mojada del pelinegro y se fue retando hacia el cuarto de lavado. Él sonrió triunfal y se dejó caer sobre el sofá donde había una enorme dotación de comida chatarra. Tomó el frasco de helado y le causó gracia ver que tenía un litro de helado preparado con chocolate líquido y crema batida, ¡esa chica sí que era un caso!

Minutos después de que la muchacha en pijama saliera de la sala con su ropa mojada, regresó con una camisa rosa de botones y una toalla arrojándolas sobre el incómodo invitado.

- Ten

- Que amable- Agradece el cantante secándose el cabello con la toalla y colocándose la camisa encima- Oye…ésta camisa me es familiar. ¡es mía!

- ¿tuya?- Se sorprende la muchacha.

- Si. Mía. Estaba en mi departamento hasta que…Andrew- Deduce Darien- Maldito bribón.

- ¿Andrew?- Repite extrañada Rei tirándose en el sofá de las provisiones y arrancando el bote de helado al músico.- No sabía que Andrew fuera bisexual.

- ¿Bisexual?- Arquea la ceja el músico y luego se empieza a reír a carcajadas- ¿tú crees que él y yo? Jajajaja. Muy simpática, Hino.

- ¿por qué más tendría él tu camisa?, que romántico que quiera tener algo tuyo ¿tú haces lo mismo? Interroga la muchacha tomando una cucharada de helado- Vamos, acéptalo. Los tiempos han cambiado, Darien.

- Que graciosa, Hino. Pero no. Andrew es mi vecino y tiene la mala costumbre de colarse a mi departamento a servirse de mi closet cuando toda su ropa está sucia y a mi refrigerador cuándo no ha hecho las compras y…-él se detuvo en seco para analizar a Rei- Y la pregunta es qué hace aquí la camisa de Andrew.

La joven de ojos amatista guardó silencio y desvió la mirada. Su cerebro trabajaba a cien kilómetros por hora buscando la mentira adecuada para cubrir a su amiga.

- No te importa- Bufó Rei.

Darien frunció el ceño y luego observó una fotografía sobre la mesa de centro donde aparecía la chica pelinegra con Makoto. Él rió por lo bajo.

- Así que Makoto vive contigo- Dedujo él- Creo que eso lo explica todo.

- ¿tú lo sabías?-Se sorprende Rei.

- ¿No escuchaste la parte donde dije que Andrew es mi vecino?-enfatiza él- No son muy discretos…

- Si. Lo sé…-apoya ella- ¿pero se puede saber qué haces aquí? ¿quién te dijo donde vivo?

- Puse a mi representante a investigarlo. No fue nada fácil.- Asegura el pelinegro.

- Eso es porque no me gusta tener gente extraña en mi casa- Insinúa la muchacha.

- Debe ser molesto- Apoya Darien tomando el bowl de palomitas y metiendo un puño a su boca.

- ¿lo crees?- Ironiza la modelo.

- ¿y a dónde vas a querer ir a cenar? Masa Tacayama está cerrado al público por el resto de la noche. Aun podemos aprovecharlo.

- No. Hoy no saldré a ninguna parte- Asegura Rei.

- ¿Entonces veremos películas?- Indaga Darien acomodándose en el cómodo sofá de Rei apersonándose del control- Ah, ¡The Grudge" Dicen que es terrorífica. No te preocupes. Si te da miedo puedes abrazarte a mí.

Los ojos amatista de Rei se encendieron con el solo comentario de que ELLA pudiera tener miedo a cualquier cosa.

- No. Claro que no. Tú te vas ahora mismo de aquí.- Intentó levantarlo fallidamente.

- No lo creo. No puedo salir semidesnudo de aquí. Al menos debes dejarme quedar hasta que mi ropa esté seca- Explica con cinismo el pelinegro.

- Solo hasta que tu ropa se seque- Se rinde ella- y Dame mis palomitas.

- Pero si tienes suficiente para un equipo de futbol americano.

- Pero no para ti.

Rei se acomodó en el sillón y puso "play" a su película. La muchacha ignoró totalmente al hombre sentado a su lado que estaba ajeno a la película y totalmente al pendiente de la muchacha de ojos amatista que prácticamente se metía al televisor mientras devoraba sus palomitas.

Le gustaba ver esa faceta en ella que pocos conocían. Según había investigado, Rei era una chica enigmática. No solía socializar mucho en el medio artístico y era reconocida por sus buenos modales y elegante porte en todo momento. Verla sentada a su lado con pijama y devorando un bowl tamaño industrial de palomitas le hacía que valiera la pena haber perdido sus reservaciones en el Masa Tacayama.

La película siguió avanzando y luego de media hora y tal como lo había presentido Darien, la joven estaba abrazada al músico mordiéndose las uñas de nerviosismo. Su corazón y el de la chica estaban latiendo a mil por hora, el miedo se respiraba en el aire ayudado por la tormenta que se desataba afuera.

Cuándo el gato negro saltó lo mismo hizo la modelo aferrándose al torso del hombre a su lado. Sus respiraciones eran aceleradas, sus pupilas dilatadas pero ambas reacciones eran por motivos diferentes ¿o no?

- Cre…creo que ya está tu ropa- Se sonrojó la pelinegra soltándose de aquellos brazos que la sujetaban con fuerzas.

- ¿cuál ropa?- Pregunta extrañado el pelinegro

Rei se soltó de aquellos brazos y caminó hacia el cuarto de lavado. Él no sabía si era su imaginación o no pero notó que los pasos de ella tambaleaban. ¿Estaría nerviosa?

- Tu ropa- Le entregó minutos después las prendas perfectamente dobladas.

- Gracias- Respondió el pelinegro poniéndose de pie y dejando caer la manta que había enredado su cintura.

- ¿qué crees que haces?

- Vestirme ¿quieres ver?- guiña un ojo el ojiazul a la muchacha

- No puede ser…- Bufa la muchacha saliendo de la sala.

Darien no pudo evitar reír con la reacción de la chica que salió soltando maldiciones en japonés. Se puso los calzoncillos y los pantalones. Le llamó la atención la suave fragancia que desprendía su ropa, un olor a incienso y fresas.

- Huele mucho mejor de cómo me la entregaste- Asegura la chica que salió con sus reservas de la habitación.- ¿qué fragancia usas? ¿"drenaje veraniego"?

- Eso también es tu culpa. Tu portero no me dejó entrar y tuve que brincarme por la escalera de servicios hasta el pasillo, pero antes tropecé con los contenedores de basura de tu edificio- Explicó él.

Rei al escucharlo no pudo evitar reír a carcajadas. Ahora entendía el porqué de ese olor y el cómo se las había ingeniado para llegar hasta su departamento.

- No es gracioso- Se queja Darien.

- Tal vez para ti no. A mí me parece muy divertido- Asegura la chica.

- No importa. Valió la pena. ¿seguimos viendo la película?- Invita Darien.

- ¿seguimos? No, señor. Yo veré mi película y tú te vas- Responde la muchacha empujando hacia la puerta al pelinegro.

- Pero aun no se termina- se queja él- íbamos a ver el final.

- Yo veré el final. Tú te vas a tu casa- Empuja fuera del departamento a Darien.

- ¡Espera!- Grita ya fuera del departamento él- ¿y cuándo iremos a cenar? ¡Rei! ¿Rei? Si no me contestas seguiré insistiendo. ¡volveré!

La modelo se alejó de la puerta satisfecha con su maldad tumbándose en el sofá. No sabía si Darien cumpliría su palabra, pero en definitiva había pasado una noche mucho más divertida de lo imaginado.

Departamento de Andrew Hansford:

El rubio ojiverde encendió las velas de su elegante comedor. Una cena romántica estaba dispuesta cuándo escuchó un par de golpes en la puerta. Sonrió y caminó a abrir.

- Hola- Saludó Andrew a la alta silueta ante él que estaba ataviada con una gabardina y que cubría su rostro con unos lentes obscuros y una pañoleta- ¿de verdad es necesario tantas precauciones?

La figura entró al departamento cerrando la puerta tras de sí. Una vez solos ella se aferró al cuello del rubio besándolo apasionadamente. Cuándo el aire les faltó, él quitó los lentes y la pañoleta de la chica, descubriendo sus ojos verdes y su largo cabello castaño.

- Mucho mejor- Aseguró él.

- Hay que tomar precauciones- Responde ella quitándose el impermeable y mostrando su seductor vestido verde bajo aquél traje.

- waw. Valió la pena la espera- Se emociona él abrazándose a la chica.

- Ey. Ey. Me invitaste a cenar ¿lo olvidaste?- Se separa ella.

- Es verdad. Bienvenida- Dice ceremonial el rubio inclinándose y conduciendo a la chica a la mesa- El menú de ésta noche… "Le hamburguesé a la quesé"

- Andrew. Eso no es francés- Lo regaña la castaña mientras acomoda su servilleta.

- Lo sé. Pero me gusta cómo suena- Responde Andrew mientras se sienta a devorar su hamburguesa- ¿te quedarás ésta noche?

- Si. Creo que sí. Luego de anoche, Rei dice que hacemos demasiado ruido- Explica la chica.

- Mhmm. Darien dice lo mismo- Apoya el rubio.

- ¿Darien Shields?

- Sí. Mi vecino. El que me regaló los boletos del concierto al que no quisiste ir conmigo ¿recuerdas?- Cuenta el rubio casi a modo de reclamo.

- Ah, sí. Eso- Se ríe ella- Casi lo olvidaba.

- A veces creo que abusas con tus disimulos, Makoto- Reprocha el joven.

- No me digas que hiere tu orgullo- Reta la castaña mirándolo con ojos coquetos.

- Solo un poco, lo bueno es que fuiste al concierto con Rei, que si vas con alguien más…

- Que si voy con alguien más ¿qué?- Arquea la ceja la de ojos color jade.

- Me muero de celos, lo mato- Dice con seriedad amenazadora el rubio.

- ¿de verdad harías algo así, Andrew?- Se interesa la chica.

- Pruébame- Amenaza él- Quiero que nos escapemos el fin de semana.

- ¿en serio?-Se ríe nerviosa la actriz.

- Sí. Tengo una casa de verano en los Hamtons. ¿qué te parece si nos tomamos el fin de semana? No tenemos grabaciones, podríamos…

- Acepto con una condición

- ¿cuál?

- Rei va conmigo.- Explicó la castaña ganándose una mirada de extrañeza de su amante- Tenemos que despistar.

- Está bien. Llevaré a alguien más. Pero creo que tu obsesión por ser discreta raya en los extremos, Makoto- Recrimina el rubio.

- Te recuerdo que el casado eres tú.

- No me importa, hablaré con Reika en cuánto regrese de Australia.- Promete Andrew.

- Yo no te estoy pidiendo eso- Aclara Makoto- Pero aunque hablaras con ella tendríamos que dejar pasar algún tiempo. Sabes que odio los escándalos.

- Será como tú quieras, Milady- Acepta el rubio besando la mano de la joven.

Nueva York Época Actual:

Los ensayos de la casa de modas tuvieron que suspenderse debido a que la estrella principal se sintió indispuesta, Al parecer las copas del día anterior seguían haciendo estragos en su estómago.

Minako le había llevado una botella de agua y un par de antiácidos pero parecía no ofrecer mejoría alguna en la modelo.

La pelinegra estaba tumbada en el sofá de su camerino con una almohada sobre su rostro cuándo sintió que una mano se posó sobre su hombro, ella levantó la almohada para encontrarse con unos ojos color jade observándola.

- Mako- chan, ¿qué haces aquí?- Se sorprende la pálida chica.

- Mina me llamó. ¿estás bien?- Interroga preocupada la castaña.

- Le dije que no…

- Que no llamara a Darien, por eso me marcó a mí.- Interrumpe la alta mujer sentándose con algo de dificultad en la silla más cercana.

- Debo ser más específica en mis órdenes- Bufa Rei.

- No vayas a regañarla, la chica solo está preocupada por ti.

- Es solo una resaca- Asegura la mujer de ojos amatista.- una muy grande

- ¿por una resaca casi te desmayas en la pasarela?

- No es nada serio, Makoto. Despreocúpate- Pide Rei.

- Eso lo decidirá el doctor.

- ¿Doctor? ¿por una resaca? Estás loca- Refunfuña la de cabello negro- No. Yo iré a casa, dormiré un rato y por la tarde estaré bien.

- Bien. Te llevaré a tu casa- Ofrece su mano la visitante- Aunque no aseguro que Darien se quede tan conforme.

- No pensarás contarle.

- Tal vez no. ¿qué estás dispuesta a pagar?- chantajea la castaña.

- Tengo helado en la nevera- Responde la modelo.

- ¿con chocolate líquido?

- Creo que Darien debe tener en el refrigerador- Supone la pelinegra.

- Anda, vámonos. Luces más pálida que el fantasma de Canterville- Se burla Makoto.

- Cállate- Se ríe Rei.

Las dos jóvenes salieron de la casa de modas, durante el trayecto al carro charlaban sobre trivialidades.

La castaña mujer encinta tal como lo amenazó tomó como cuota la cubeta de helado de menta con chocolate y el frasco de chocolate líquido que Darien guardaba tan celosamente en la nevera. Luego de ver una película la invitada se fue de casa de su amiga con el resto del helado del cantante.

Rei se quedó en cama durmiendo un poco. Al parecer no era una resaca lo que le acometía por que visitó el baño un par de veces más devolviendo el vacío. Al parecer los canapés no eran de tan buena calidad o tal vez algún camarón estaba en mal estado.

Luego de varias horas de arcadas el cansancio la venció y no supo a qué horas se quedó dormida. Solo fue consciente de sí cuando una mano cariñosa se posó sobre su mejilla.

Abrió los ojos con delicadeza y se encontró con una mirada zafiro observándola con preocupación.

- Darien…-Murmuró ella- ¿qué hora es? ¿ya anocheció?

- Te marqué al celular para preguntarte si querías que pasara por ti a la agencia. No contestaste y marqué a la agencia, me dijeron que te sentiste mal- Cuenta él- ¿qué te pasa?

- Creo que no es la resaca. Tal vez alguno de los canapés que comí ayer- Explica Rei.

- ¿Makoto estuvo aquí?- Cambia el tema el músico.

- Si ¿por?

- Mi cubeta de helado de menta con chocolate no está y tampoco mi chocolate líquido. Mako siempre me hace eso- Chilla él.

Rei rió de buena gana y se incorporó un poco en la cama moviendo un mechón de cabellos azabache de la frente de su pareja.

- No puedes enojarte con una mujer embarazada- Recuerda la pelinegra.

- Eso no es justo, ella está embarazada el 75% del año- Hace un puchero el pelinegro.

- Mañana compraremos más helado- Se ríe ella.

- Bien…-Acepta de mala gana el pelinegro- ¿No crees que sería buena idea ir al médico?

- No. No lo creo. Solo me cayó mal la cena de anoche y no es la primera vez- Recuerda la chica volviendo a tirarse en la cama.

Él la miró negando con la cabeza y se recostó a su lado. Sabía que era terca y le sería difícil convencerla de lo contrario.

- Está bien. Pero si mañana sigues igual iremos al doctor-Amenaza Darien.

- Pero…

- Sin peros. Eres lo más importante en mi vida y si te llega a pasar algo…-Se preocupa el de ojos de zafiro.

- No sea dramático, Señor Shields Se abraza ella al pecho de él mientras él pasa su brazo por su cintura, apretándola más contra sí- Nada me pasará…

- Y yo me aseguraré de ello- Promete el músico clavando sus orbes zafiro en las pupilas amatista de ella.

- Yo sé que si…

Una extraña sensación de paz era lo que le producía a la joven estar entre aquellos brazos fuertes. Siempre había sido autosuficiente, siempre se había "rascado con sus propias uñas" Pero fue hasta que lo conoció que se sintió segura de que todo saldría bien. Aunque no siempre fue así.

Nueva York 6 años atrás:

En un elegante departamento frente a central Park se encontraba retando una joven de negra cabellera mientras su compañera de cuarto arrastraba una maleta color rosa pastel.

- ¡No entiendo porqué tengo que acompañarte!-Bufó la pelinegra.

- Porque eres mi coartada-Respondió de mala gana la castaña.

- A últimas fechas andas de un humor de los mil demonios- Reclama Rei.

- Y tú de un berrinchudo que no puedes con él- Regresa Makoto- Además, no sé qué es lo que no te parece. Llevas semanas diciendo que necesitas tomar un descanso, que tienes mucho trabajo, que mueres por ir a la playa.

- El problema es, Makoto- Toma aire la pelinegra- Que voy de mal tercio. ¡eso no es divertido!

- Andrew dijo que llevaría a alguien- Tranquiliza la castaña.

- ¿y a quién llevará? Estoy harta de que pretendas empatarme con cuanta persona puedes-Se queja Rei.

- No pretendo empatarte con cuanta persona puedo- Se defiende entre risas la ojiverde.

- ¿ahh no?- Arquea la ceja la modelo.

- Solo con los que considero que son adecuados para ti.

- Al menos debiste dejarme invitar a Mina.

- Mina es una boquifloja y seguro al día siguiente todos sabrían de lo de Andrew y lo mío- Explica Makoto.

- Mmhhmm.- Sigue sin agradarme la idea.- Se inconforma Rei.

Makoto estaba dispuesta a continuar la discusión cuando la puerta del timbre sonó, así que se dirigió a ella para abrir y encontrarse con aquel rubio actor que tanto le gustaba.

- Bonjour, Señoritas- Saludó el actor.

- Bonjour- Regresó la castaña saltando a los brazos del recién llegado para besarlo apasionadamente, las manos del rubio descendieron por las caderas la actriz hasta que carraspeo de incomodidad los sorprendió.

- Este…Hola, Rei- Saluda apenado el joven Hansford.

- Hola, Andrew- Saluda la pelinegra nada animada- ¿podemos irnos ya?

- Claro, yo llevo sus maletas- Ofrece el rubio mientras Rei asiente y sale del departamento dejando intrigado al rubio- ¿qué le pasa?

- No le hagas caso. Sólo está molesta porque la obligué a venir conmigo.-Explica la castaña- ¿nos vamos?

- Claro…

Rei observaba recriminante a la alta actriz durante el trayecto del elevador al estacionamiento. A Makoto no parecía molestarle en absoluto y por el contrario le causaba gracia.

Al bajar del ascensor Rei observó el conocido auto del rubio actor. Se apresuró a caminar a él y abrir su puerta, frunció el ceño al darse cuenta que alguien estaba en el interior del carro.

- ¡Tú!- Bufó la muchacha de mirada amatista.

- ¡Hola! Qué maravillosa sorpresa- Saluda el pasajero.

- ¿cómo? ¿se conocen?- Se extraña el rubio

- No- Responde Rei arrugando el ceño

- Si- Corrigió Darien.

- Yo no iré!-Patalea la pelinegra.

- Si irás- Amenaza la castaña empujando a su amiga dentro del auto de Andrew- Y date prisa o nos verá alguien.

Durante el camino podía sentirse la tensión en el auto, sobre todo en la parte trasera del carro donde Rei se encontraba cruzada de brazos haciendo una cara de pocos amigos, luego de veinte minutos de camino, Andrew decidió romper el hielo.

- Así que… ¿ustedes de dónde se conocen?

- Nos conocimos en una gala a beneficio de la lucha contra el cáncer- Explicó Darien.

- Ahh, entonces Rei era esa chica maravillosa y hermosa con la que ibas a tener aquella cita en Masa Tacayama- Deduce Andrew.

- ¿Darien era el sujeto misterioso por el que estabas muy emocionada y con el que ibas a tener aquella cita?- Completa Makoto.

- ¡Claro que no!- Responden al unísono los dos pasajeros de la parte trasera del auto.

- Ahh. Ahora entiendo- Les guiña un ojo el rubio- así es como recuperaste mi camisa rosa

- Es MI camisa rosa- Lo corrige el pelinegro- Y no es lo que tú piensas.

- ¿fue la noche que te quedaste viendo películas en casa?- Pregunta Mako- Yo sabía que no puedes estar tan feliz luego de un maratón de películas de horror.

-Cállate, Makoto- Regaña Rei.

- Cierra la boca, Hansford- Bufó el músico.

Los dos pasajeros de adelante soltaron una carcajada al mismo tiempo. No así los dos pasajeros de la parte trasera que solo optaron por cruzarse de brazos e ignorarse el resto del camino.

Cuando llegaron a la propiedad del actor empezaron a bajar maletas, Rei caminó a la cajuela del auto e intentó bajar la suya que era bastante pesada.

- Yo te ayudo- Se ofreció el pelinegro.

- Yo puedo sola- Respondió cortante la muchacha de pupilas amatista.

- Que no seas terca, yo la cargo- Insiste el pelinegro arrebatándole la pesada maleta a la muchacha.

- Bueno…-Acepta con una mirada maliciosa la joven soltando todo el peso de su "pequeña" maleta al músico y haciendo que la maleta le caiga en el pie al pelinegro.

- ¿qué diablos traes en la maleta?- Bufa Darien- Sabes que solo es un fin de semana ¿verdad?

- No querrías cargar mis maletas cuando salgo por varias semanas de vacaciones- Se burla la chica de ojos amatista mirándolo retadoramente.

- Linda…-La llama con voz ronca acercándose a su oído- créeme, si fueras de vacaciones conmigo…no necesitarías tanta ropa.

- Animal- Bufa la pelinegra entrando a la casa.

El pelinegro rió de buena gana. Le parecía bastante simpático ver las pataletas de la modelo. Estaba descubriendo que no era tan fría como aparentaba en pasarelas y eso le encantaba.

Toda esa tarde estuvo desaparecido el anfitrión junto con su coestelar. Rei se encerró en la habitación que le asignaron y no hubo poder humano que la sacara de allí.

La mañana había llegado a aquel lugar de descanso, la casa estaba en completo silencio, cosa que no sorprendió al muchacho de pelo negro ya que su amigo y su acompañante habían estado haciendo ruidos hasta el amanecer, era lógico que ahora estuvieran completamente agotados.

Él tomó su vieja guitarra y salió de la casa rumbo al mar, no dejaba de preguntarse si la muchacha japonesa aun estaría dormida, pensó en visitarla, pero no quería hacerla enfurecer más, así que enfundado en su bermuda beige y su camisa de lino blanca tomo camino a la playa para tener un rato de soledad.

Se alejó lo más que pudo a la zona más desértica que encontró para sentarse a las orillas del mar con su inseparable compañera: la guitarra.

Tras tocar un par de acordes, su concentración fue interrumpida por algo aun más atractivo, una bella silueta que nadaba en el mar. Terminó por dejar de lado la guitarra para hipnotizarse por aquella sirena que nadaba ¿desnuda?

Se percató que unas ropas estaban a escasos metros de él. Se acercó intrigado, si…era ese mismo olor a incienso y fresas del que se había embriagado algunos días atrás. Debía ser ella.

Quince minutos después de ver a aquella figura perderse entre las olas la vio salir del mar recogiéndose el cabello que era lo único que la vestía. La muchacha iba perdida en sus pensamientos, cuando se percató que alguien la observaba corrió a esconderse a la piedra más cercana.

- ¿qué haces tú aquí?- Reclama Rei- ¡pervertido!

- ¿ Pervertido yo?- Se burla Darien tomando la toalla de la chica de pelo negro y caminando hacia la piedra donde estaba escondida ella- Pervertida tu que te metes a nadar sin ropa.

- No deberías estar aquí- Bufa ella.

- La playa es libre. Además, deberías ampliar tu vocabulario. En las últimas veinticuatro horas al menos una vez me has preguntado que hago aquí. Sé amable, si sigues siendo tan hostil tal vez el día de mañana nadie te ayude- Aconseja el pelinegro alejando la toalla de las manos de Rei que intenta fallidamente arrebatársela.

- ¡Dame mi toalla!- Exige la muchacha.

- Ah, ah… ¿cómo se dice?- pregunta con voz burlona el pelinegro

- Dame…mi…toalla- Dice intentando contener su molestia la chica.

- No…Debes ser más gentil

- ¡Soy gentil!- Se enoja ella- ¡Dame mi toalla!

- No. Di "por favor"- Se burla el pelinegro alejándose un paso de la piedra.

- Dame mi toalla… "Por favor"- Repite conteniendo su coraje la muchacha de ojos amatista.

- Dame mi toalla, por favor. Guapo y sexy Darien- Completa burlesco el músico.

- No abuses- gruñe la muchacha frunciendo el ceño.

- Tal vez con el tiempo- se ríe Darien extendiendo la toalla a la muchacha que se la arrebata de las manos.

- Ni lo sueñes, Idiota- Bufa Rei mientras se enreda en la toalla.

- Creí que en la playa tendrías mejor humor- continúa riendo el muchacho.

- Contigo es imposible tener buen humor –Reclama la muchacha mientras tomaba sus cosas- Imbécil.

- Gruñona

La joven regresó a la casa murmurando maldiciones en inglés y japonés, fuera de molestarle, lo hacía reír. La siguió de regreso a la casa, escuchando reclamos por ello, aunque ni loco la dejaría regresar sola con tan solo una toalla cubriéndola.

La noche había sido larga para Andrew y Makoto. Habían visto el amanecer desde su habitación y ahora dormían plácidamente. Fueron los besos de Andrew en las mejillas de la castaña los que la hicieron despertar de su profundo sueño.

- Mmhhmm- Murmura aun algo adormilada la muchacha.

- Buenos días- Susurra el rubio en su oído mientras la abraza posesivo.

- Buenos días...¿qué hora es?- Pregunta entreabriendo los ojos la bella actriz.

- Deben ser las diez, querida. Dormimos hasta muy tarde- Cuenta él.

- Es que contigo el tiempo se va volando- Acepta la chica de ojos de jade acomodando la cabellera de su amante.

- Entonces se irá volando el resto de tu vida-Afirma él- En unos días Reika volverá de Australia y yo finalmente le pediré el divorcio.

- Andrew, no prometas lo que no vas a cumplir- Pide ella.

- Hablo en serio, Mako. Quiero estar contigo- Afirma ella.

- ¿de verdad?- Se acurruca ella en el pecho del rubio- ¿me estás hablando en serio?

- Claro que si, Mako. Te lo he dicho tantas veces- Recuerda él.

- Es que me da miedo, Andrew. Tengo miedo que todo esto sea un sueño…-Confiesa la muchacha.

- No lo es, es de verdad-Asegura Andrew- Te amo…

Ella sonrió y se abrazó al rubio besando fugazmente sus labios.

- Yo también te amo, Andrew- Dice ella colocándose sobre él- Pero muero de hambre ¿vamos a desayunar?

Andrew sonrió de lado resignado.

- Claro…Vamos- Apoya él

En la cocina de la casa de la playa de Andrew, un muchacho pelinegro preparaba un omelet con queso crema y jamón cuando su inoportuno vecino aparecía por las escaleras de servicio.

- ¡Shields !-llama el rubio-¿cómo supiste? ¡moría de ganas por comer uno de tus famosos omelets

Andrew prácticamente sacó del sartén el desayuno de su amigo y empezó a devorarlo sin consideración.

-Sírvete-Bufa el pelinegro mientras busca en el refrigerador un vaso de jugo de naranja.

- Gracias, Darien. Yo moría de sed- Agradece Makoto quitándole su vaso de jugo- ¿has visto a Rei?

- ¡qué si la he visto!- Suspira con agrado el músico.

- ¿cómo?-Interroga la actriz.

- Que salió a nadar, pero ya regresó. Debe estar en su habitación- Explica el pelinegro.

- Iré a ver si quiere desayunar algo. ¿sabes? Los omelets con champiñones y queso crema son sus favoritos- Confiesa Makoto en señal de confidencia.

El pelinegro sonrió y sacó una caja de champiñones del refrigerador empezando a cortar. Makoto sonrió malévolamente al ver el interés del muchacho, se dispuso a subir pero se encontró con Rei que bajaba ataviada en sus jeans y una playera ajustada. Muy diferente a como lucía cada que subía a una pasarela.

- Rei, iba a ir por ti- Saluda la de ojos color esmeralda.

- Mi amigo Darien preparará Omelets con champiñones y queso crema- Explica Andrew guiñándole un ojo a la muchacha.

- Suena bien, pero no me quedaré. Debo regresar a Manhattan- Rechaza la muchacha.

- Pero apenas llegamos ayer-Reclama la alta.

- Ustedes quédense. Yo puedo regresar sola- Asegura Rei.

La pelinegra salió de la cocina subiendo a su habitación. Detrás de ella Makoto corría desesperada para alcanzarla, hasta llegar al pasillo.

-Pero, Rei. Íbamos a pasarla de maravilla, además ¿a qué tienes que regresar a casa?- Insiste la actriz.

- Tengo…ensayo- Miente la pelinegra.

- Falso-Evidencia Makoto haciendo que su amiga se encoja de hombros- No tienes llamado y nadie te llamaría en sábado ¿qué pretendes, Rei Hino?

- Bien, bien…me quedaré, pero solo por hoy, mañana tengo que ir a la lavandería. No me harás quedarme más ¿de acuerdo?- Gruñe Rei.

- Me parece justo.- Apoya la castaña- Anda, baja a desayunar, Darien cocina delicioso.

-No tengo ganas de ver a nadie, me duele la cabeza-miente la pelinegra desviando la mirada.

- ¿no será que Darien y tu…?

- ¡No! No te inventes cosas en la cabeza, Makoto. Nada pasa entre Darien y yo. Y mejor dime, ¿ya le hablaste a Andrew de tus sospechas?

- No hablaré de eso ahora. Anda, vamos a desayunar. No creo que los omelets de Darien sean mejor que los míos, pero creo que huelen bastante bien.

- Si, vamos. Nadar me despertó el apetito.

Las dos muchachas bajaron a desayunar. Andrew no mentía cuando alabó la cocina de su vecino ya que había quedado bastante bien, aunque claro. Rei a pesar de comer todo lo que estaba sobre su plato no aceptó que eran los mejores omeletts que había probado en su vida.

Durante todo el día jugaron en la alberca, Andrew a pesar de no ser tan bueno en vóley ball esa mañana fue "pésimo" al prestar toda su atención al bikini de la bella actriz.

Rei por su parte aunque en un principio se negó a jugar terminó cediendo y claro. Aprovechando cada oportunidad de tener el balón para "accidentalmente" golpear a Darien en la cabeza; claro, nadie pudo comprobarle nada.

Por la noche, Makoto sugirió abusar de tener a un cantante bajo el mismo techo y sugirió hacer una fogata en la playa. Andrew junto con su vecino tardaron más de una hora en poder encender la fogata y luego. Cuando Rei estaba harta de verlos hacerlo todo mal, se puso de pie y la encendió ella misma.

Los dos especímenes masculinos se quedaron anonadados. No contaban con que Rei pasó los primeros años de su infancia formando parte de las chicas exploradoras y prender fogatas era una de las muchas cosas que la modelo sabía hacer muy bien.

Luego de que Andrew devorara la bolsa de bombones tamaño Jumbo, el cuarteto de chicos se quedó sin mucho que hacer. El mismo rubio viendo como todo mundo lo observaba con mirada inquisitiva optó por sugerir que contaran historias de terror. Luego de que todos soltaran maldiciones negándose a ello, se ofreció a ser el primero:

-"Dicen que en éstas mismas playas, hace muchos, muchos años…cuatro jóvenes fueron asesinados brutalmente por una mujer rubia: el ánima maldita. Ninguno de ellos tuvo tiempo para correr y a ninguno lo escucharon gritar y…."

- ¡Andrew!-Lo regaña Makoto- No seas ridículo. Esa historia te la sacaste de la manga.

-¡Claro que no!

- ¡claro que si!- Tira la alta de la oreja de Andrew- Además. Eso ni siquiera es una historia.

- ¡claro que si!-Insiste Andrew intentando liberar su oreja- Lo que pasa es que no me dejas contar las cosas como son:

- "los cuatro muchachos comían bombones junto a una fogata en una fría tarde de otoño"

- Bueno, ese no será el caso. Por que "alguien" se comió todos los bombones.

- Bueno… ¿piensan dejarme contar la historia?- Se indigna Andrew.

- Ya que.

- Como decía:

- "Los cuatro muchachos comían bombones junto a una fogata en una fría tarde de Invierno"

- ¿no era de otoño?- Interroga Rei

- ¡es mi historia! ¿quieren dejarme contarla?

Los tres oyentes se encogieron de hombros en señal de aprobación.

- "Los cuatro muchachos comían bombones junto a una fogata en una fría tarde de Invierno. El aire se escuchaba bufar por entre las piedras…si esas piedras" -Señala Andrew un montón de piedras a la orilla del mar- "Como ahora…Era la noche idónea para ello. No había estrellas ni luna en el cielo. Todo era obscuridad"

- ¿no dijiste que había una fogata?-Interroga Makoto ganándose la mirada fúrica del rubio.

- su historia de terror, como la nuestra fue interrumpida por el crujir de unas plantas…ellos no prestaron atención. Pensaban que era algún animal salvaje, nada de qué preocuparse, pero…se equivocaron…"

Rei instintivamente se fue aferrando al brazo del pelinegro a su lado. Darien bendijo para sus adentros a su desfachatado vecino que había hecho la primera cosa buena en el mundo desde que lo conocía.

-"Escucharon el aullar de los lobos, debieron prestar atención a sus instintos"

- Rubio, por favor ¿lobos en los Hamptons? Estás loco- Ríe Darien a carcajadas mientras su casi siempre bonachón amigo frunce el ceño y su ojo derecho empieza a brincar- Bueno, bueno. Sigue con tu historia.

- "Escuchaban cada vez más cercano el aullido de los lobos-Explicaba el rubio mientras comenzó a escucharse un aullido de lobos, Rei se aferró con más fuerzas al brazo de Darien mientras él levantaba su brazo para proteger a la muchacha. Debió estar muy asustada ya que no opuso resistencia- "luego de entre los arbustos apareció una terrible mujer rubia haciendo un ruido peculiar auuuu"

En ese momento apareció de entre los arbustos una figura rubia diciendo "auuuuuu", los cuatro jovenes gritaron aterrados, Rei se abrazó al pecho de Darien mientras Andrew hizo lo mismo escondiéndose detrás de Makoto.

- Auuuuuu- murmuraba la figura rubia que salió de los arbustos.

- ¡ahhh!- Gritaban al unísono.

-¿Mina?- Preguntó Rei sorprendida.

- Hola- Saluda tranquila la rubia mientras todos la observan amenazantes.

- ¿qué haces aquí?-Interroga Rei a su asistente.

- Te extrañé, jefecita. Te desapareces- Explica Mina sentándose cerca de la fogata y quitándole su cerveza a Rei.

- Espera. Yo no te dije a dónde venía ¿cómo supiste dónde estaba?- Interroga Rei extrañada.

- Ah, por tu GPS- Dice tranquila la rubia ojiazul- Hablé a la compañía y dije que eras mi hija y te habías fugado con tus amigos a un concierto ¡es tan fácil hacerlo!

- No lo puedo creer- negaba incrédula la pelinegra.

- ¿y los bombones?- Cuestiona Mina buscando por doquier.

- Andrew se los terminó- Le responde Makoto.

- Ahh. Tenía que ser-Bufó la rubia- ¿y qué haremos? ¿contar historias de terror?

- No, historias de terror ya no- Bufa la pelinegra.

- Bueno, ¿y por qué no mejor Darien canta? Digo, hay que sacar ventaja de tener aquí a un cantante reconocido ¿no?- Murmura divertida la rubia.

- A mi amigo no le gusta cantar fuera del escenario "se cohíbe"-Se burla Andrew.

- Es una lástima- Comenta Rei- hubiera estado genial escucharte cantar en vivo.

- Bueno…siempre puedo hacer una excepción- Acepta el pelinegro- Iré a la casa por mi guitarra.

Minutos después el pelinegro apareció con su guitarra en mano. No lo aceptaría oficialmente, pero si Rei le hubiera dicho que quería que se parase de manos, lo hubiera hecho.

Luego de afinar su guitarra comenzó a cantar con voz suavecita:

Ella no estaba lista para el amor hay cosas mucho más urgentes pensó justo estaba por cambiar de dirección cuando a lo lejos escuchaba su voz.

Y así se decidió buscarlo y por instinto lo encontró cuando lo vio bajo la guardia y se debilitó. La puerta se le abrió, se le paró el reloj se le apagó la luz y entró como un ladrón, la cama revolvió, buscando un corazón y lo encontró mientras le hurgaba el pantalón.

El no esperaba a nadie aquella ocasión no hay nada urgente este día se terminó justo iba a casa después de la función pero alguien dijo que no se fuera no.

Así que decidió sentarse y por instinto la esperó cuando la vio subió la guardia pero no aguantó.

La puerta se le abrió se le paró el reloj se le apagó la luz y entró como un ladrón, la cama revolvió, buscando un corazón y lo encontró mientras le hurgaba el pantalón.

Ella se enamoró y el tiempo se apagó desde ese día no piensa en otra cosa no, la cara le cambió, bandido se volvió no duerme y come poco a lado de su amor...

Durante toda la canción él no quitó su mirada zafiro de Rei, la observaba de tal forma que ella por primera vez y luego de pasar años enteros sobre las pasarelas con cientos de ojos sobre ella,se sintió vulnerable.

La velada transcurrió entre canciones, entre risas, entre miradas, pero aun así y ya entrada la madrugada luego de ir todos a dormir ni el interprete ni la modelo pudieron pegar el ojo durante toda la noche, aunque claro…jamás lo aceptarían.

hola:

yo aquí dando lata con mi historia de relax. advierto que será una historia corta aunque no tendrá los 9 capítulos que pensé en un inicio o tal vez si. cuenten con 8 capítulos escritos hasta el momento.

gracias totales a Iraís y a Matona por motivarme a terminar y publicar esta historia que estuvo enterrada una década. si hay alguien más leyendo en silencio haga feliz a una escritora y cuéntenos cómo la está pasando.

abrazos a todos

la maga