Notas: Este capítulo es el mismo que el capítulo 15 de la versión 2.
Cuando Anne De Bourgh tenía solo cuatro años, por un descuido de su niñera un día de invierno se escapó de su casa para jugar con un gatito que días antes había visto cerca de la casa. Ese día en particular hubo una fuerte nevada, y la niñera se percató de la ausencia de Anne varias horas más tarde. En forma frenética Lady Catherine y su esposo, así como también todos los sirvientes buscaron a la niña por todos lados. Primero en la casa, y después en los alrededores, hasta que finalmente la propia Lady Catherine la encontró cubierta de nieve y con un pulso muy débil.
Enseguida mandaron llamar los mejores doctores de Londres, y por varios días la niña estuvo entre la vida y la muerte. En las ocasiones en que la fiebre subía a niveles muy altos, Lady Catherine se ocupaba ella misma de cuidar de su hija. No iba a permitir que la muerte se la llevara, ella iba a impedirlo. Luego de varios días, al fin el principal de los médicos dio la buena noticia de que Anne iba a vivir, pero que a causa de la muy fuerte neumonía iba a tener que cuidarse de por vida del frío. La niñera, como era de esperar, fue despedida sin referencia, y nunca más se supo de ella.
Los años fueron pasando, y después de que el padre de Anne murió, Lady Catherine se volvió aún más obsesiva con la salud de su única hija. Controlaba todo lo que hacía Anne, no la dejaba jugar afuera, ni ejercitarse, ni aprender piano, ya que podía agitarse. Además, la niña estaba sometida a una estricta dieta, y su madre había contratado a una niñera y posteriormente institutriz muy meticulosa que le hacía caso a Lady Catherine al pie de la letra.
Dado que había muy pocas familias ricas en los alrededores de Rosings y Lady Catherine no quería llevar a Anne a Londres por la mala calidad del aire, la vida de Anne era muy solitaria y aburrida. Nunca tuvo una amiga, y los únicos que una vez al año la visitaban eran sus primos.
Pese a los cuidados de su madre - o quizás a causa de ellos - la salud de Anne nunca mejoró, al contrario, en los últimos años iba lentamente deteriorándose y cada vez le costaba más incluso caminar sin agitarse.
Por eso, cuando meses atrás, conoció a Mary Collins y ella demostró genuino interés en ser su amiga, la vida de Anne cambió radicalmente. Con Mary podía hablar de sus sueños - que eran muy pocos - de sus temores y de cualquier otra cosa.
La misma tarde en que tuvieron la visita de Darcy y el coronel Fitzwilliam, Mary y Elizabeth, fueron a Rosings Park a tomar el té con Anne. Anne estaba muy feliz de tener oportunidad de conocer mejor a Elizabeth sin la interferencia de su madre. Mary le había contado historias de cada una de sus hermanas, y sin duda para Anne, la más interesante de todas las hermanas parecía ser Elizabeth.
Contrario a lo que Elizabeth se imaginaba se divirtió mucho en la reunión. Si bien no tenía mucho en común con Anne, le pareció que era una muchacha muy tímida, ingenua y dulce, y en varios aspectos muy parecida a Jane. Como siempre había estado enferma, no había tenido oportunidad de participar en bailes, ni de conocer mucha gente de su misma edad. Antes de irse, a pedido de Anne - que era amante de la música, aunque por su frágil salud no pudo aprender - tocó una pieza de Mozart. Lo que no sabía es que una habitación cercana Darcy la escuchaba encantado tocar.
Dos días más tarde, Elizabeth estaba recorriendo uno de los senderos de Rosings cuando tuvo la mala suerte de encontrarse con el Sr. Darcy. Por cortesía lo saludó y pretendía seguir de largo, pero para su desgracia el caballero decidió acompañarla en su paseo.
A los pocos minutos, Darcy decidió que era una buena ocasión para preguntarle sobre su hermana mayor, "Hace unos meses mi tía Lady Catherine me comentó que el Sr. Collins se había casado con una Srta. Bennet, pero creía que era con tu hermana mayor."
Elizabeth lo miró por unos instantes, y con indiferencia le contestó, "El aviso fue publicado en el diario hace unos meses y decía claramente que se trataba de la Srta. Mary Bennet de Longbourn. Pero entiendo que los caballeros no se fijan en las páginas sociales."
Darcy asintió, "Es cierto, en mi caso, no suelo leerlas. ¿El resto de tus hermanas están en Longbourn?"
"No, Jane desde hace unos meses está en casa de mis tíos en Londres. Incluso, fue hace más de un mes a visitar a Caroline Bingley y ella también la visitó."
Después de hacerle un par de preguntas más, Darcy llegó a la conclusión de que Caroline sabía muy bien que Jane Bennet no se había casado con el Sr. Collins, y que Bingley ni siquiera se había tomado el trabajo de averiguar si los rumores de dicho matrimonio eran ciertos…
