La amistad entre Elizabeth y Anne seguía creciendo, y dos o tres veces a la semana, Anne la invitaba junto con Mary a tomar el té. Ese día en particular estaban conversando sobre la primera vez que vieron al Sr. Darcy

"Estas bromeando Lizzy, ¡Darcy jamás diría algo así! Mary, dime la verdad, ¿Lizzy está mintiendo?" Anne horrorizada exclamó

"Anne, lamento decirte que lo que dice Lizzy es la verdad. Varios de nuestros vecinos lo escucharon."

"Pero es imposible que haya dicho eso, si tú eres muy bonita, y además estoy segura de que mi primo te admira." Dijo Anne mirando a Lizzy y tratando de defender a Darcy.

Para tranquilizar a Anne, Lizzy le respondió, "No te preocupes Anne, eso paso hace mucho tiempo y la verdad no me importa si tu primo me considera solo 'tolerable'…"

Las tres amigas siguieron muy entretenidas conversando, sin saber que Darcy – que estaba pasando rumbo a su habitación para cambiarse - había escuchado la última parte de la conversación. Hasta ese momento, no sabía si ella realmente había escuchado su rudo comentario, esperaba fervientemente que no. Como caballero sabía que desde hacía tiempo tenía que haberse disculpado por haber sido tan grosero, además de que era una falsedad…

Al día siguiente, Darcy salió a buscar a Elizabeth por los diferentes senderos de Rosings. Después de dar varias vueltas, al fin la encontró sentada en un tronco, muy concentrada leyendo una carta. Para no asustarla, suavemente se acercó y la saludó,

"Buen día Srta. Bennet, veo que está aprovechando esta hermosa mañana. ¿Puedo disponer de unos minutos de su tiempo para hablar de algo importante, o estoy importunándola?"

Elizabeth guardó rápidamente la carta de Jane, y curiosa miró al Sr. Darcy, "Buen día Sr. Darcy, no, no me importuna, estaba simplemente releyendo una carta vieja de mi hermana Jane. ¿De qué desea hablar?"

"Espero que la Srta. Bennet este gozando de buena salud."

Elizabeth asintió, y después de unos segundos sin hablarse, Darcy al fin junto coraje para disculparse, "Srta. Bennet, ayer me enteré que escuchó el comentario que le hice a Bingley el día que nos conocimos…" Elizabeth trató de hablar, pero el Sr. Darcy le hizo un gesto para que lo dejara continuar, "La verdad que no tengo excusa por lo que dije, salvo que estaba de muy mal humor y quería que Bingley me dejara tranquilo. Tenía que haberme disculpado con usted mucho antes. Igual quiero que sepa que lo que dije es una total falsedad ya que en realidad, estoy convencido de que es una de las mujeres más bellas que he conocido."

Elizabeth se sonrojó ante semejante cumplido y luego de unos segundos con una leve sonrisa le contestó, "Sr. Darcy, aceptó sus sinceras disculpas, y propongo que olvidemos el pasado." Se estrecharon la mano para cerrar de esa forma el trato.

Después de pensarlo por unos segundos y para satisfacer su curiosidad Elizabeth le preguntó a Darcy, "Un par de días atrás, el coronel Fitzwilliam comentó que el Sr. Bingley creía que era mi hermana Jane la que se había casado con el Sr. Collins. ¿Fuiste tu quién le dijo eso al Sr. Bingley?"

Darcy suspiró, "No, fue a la inversa. Hace unos meses Bingley me dijo que se había enterado que tu hermana Jane se había casado con el Sr. Collins. Por eso me sorprendí tanto al ver que la Sra. Collins no era ella."

"Entonces, ¿por qué dijiste que fue Lady Catherine?"

"No mentí, mi tía efectivamente me dijo que el Sr. Collins, como ella había sugerido se casó con una de sus primas, y por lo que me dijo Bingley, estaba seguro que era la Srta. Jane Bennet."

"Todo esto es muy extraño… Caroline Bingley sabe muy bien que no es verdad…"

Darcy muy incomodo por la situación, y con miedo a hablar de más, solo le respondió, "Hace más de dos meses que no tengo noticias de Bingley, sé que está visitando familiares en el norte del país."

Lizzy asintió, y siguieron hablando de otros en mitad de una interesante conversación, cuando el Coronel Fitzwilliam vino a avisarle a Darcy que Lady Catherine lo estaba buscando.

La conclusión que sacó de esa extraña conversación, fue que aparentemente Darcy no era culpable de la deserción del Sr. Bingley y la tristeza de Jane… Lo que si tenía claro era que el Sr. Bingley no merecía a Jane y esperaba nunca tener que cruzarlo en su camino...