Al llegar Darcy y Richard a Rosings se encontraron con que la situación era muy crítica, la Sra. Jenkinson por miedo a contagiarse de la enfermedad de Anne, había renunciado hacía varios días, al igual que otras de las criadas y algunos lacayos.

Anne desde hacía dos días estaba con mucha fiebre, había adelgazado aún más y pasaba la mayoría del día durmiendo. El mismo día que Richard y Darcy llegaron a Rosings, el Sr. Collins fue llamado para que se efectuara la boda. Lamentablemente, no pudieron despertar a Anne, pero Lady Catherine para el asombro de sus sobrinos procedió a pedirle al Sr. Collins que igual se debía efectuar la boda.

El Sr. Collins que, a pesar de ser un devoto sirviente de su patrona, al principio se negó a cometer semejante delito. Pero después de que Lady Catherine le aseguró que efectivamente Anne estaba de acuerdo con la boda, y que además era su más ferviente deseo antes de morirse poder casarse con su primo Richard, el Sr. Collins a regañadientes procedió a sancionar el matrimonio y Lady Catherine se encargó de falsificar la firma de su hija.

Nunca en su vida Darcy pensó que iba a cometer un acto tan deshonesto, sabía que había cometido un delito, que, aunque solo su familia directa y el Sr. Collins lo supiera, iba siempre a pesar en su consciencia.

El contrato matrimonial, así como también la modificación del testamento de Anne, que había elaborado el abogado de Lady Catherine días atrás, establecía que Rosings, en el caso en que Anne muriera sin hijos, pasaba a ser propiedad de su esposo Richard Fitzwilliam. Afortunadamente, dos días antes de la boda, estos importantes documentos si los logró firmar la propia Anne.

Tres días después del polémico matrimonio, Anne murió mientras dormía.

Pocos días más tarde, Lord Matlock viajó a Rosings Park junto con su hijo mayor, y se efectuó el funeral y entierro en la cripta familiar de Rosings. Por el contrato matrimonial, Rosings y £45.000 pertenecía ahora a Richard. Lo que a Darcy y Richard les sorprendió fue que Anne había pedido explícitamente incluir en su testamento una cláusula donde le legaba £3.000 a su muy buena amiga la Sra. Mary Collins y otras pequeñas sumas para su dama de compañía y algunas criadas que habían sido amables con ella.

La noticia de la muerte de Anne, afectó profundamente a Mary, ya que en los pocos meses que hacía que se conocían se habían hecho muy amigas. Además, cuando la propia Lady Catherine fue a la casa parroquial para avisarle que Anne en su testamento le había legado £3.000, Mary lloró aún más…

"Sra. Collins, como beneficiaria directa del testamento de mi hija, tenía que haberla llamado ayer mientras se leía el testamento. Pero como quería terminar con todos estos tristes aspectos legales lo antes posible, omití hacerlo."

Mary miró a Lady Catherine muy sorprendida, "Perdóneme Lady Catherine, pero no entiendo a qué se refiere."

"Mi hija en su testamento le ha legado 3.000 libras como agradecimiento por todo lo que usted hizo por ella desde que la conoció."

Mary miro fijamente a Lady Catherine y empezó a llorar, "Lady Catherine, agradezco que Anne haya pensado en mí. Pero no puedo aceptar ese dinero como agradecimiento por ser su amiga. Genuinamente quería a Anne y la voy a extrañar muchísimo."

"¿Va a contradecir de esa forma la última voluntad de mi hija? Era su deseo, y así está escrito en el testamento, que usted fuera beneficiaria de ese dinero. Sé que es muy probable que en unos meses sea madre, y si este hijo es una hija, en honor a mi hija, la puede llamar Anne, y este dinero podría ser su dote."

Con lágrimas en los ojos, Mary asintió.

PPP

Durante la primera semana después de la muerte de Anne, Darcy se encargó de reunirse varias veces con Richard, Lady Catherine y el administrador de Rosings. Richard, que no había sido educado para ser dueño de una hacienda, se sentía muy abrumado por todos los cambios que estaba teniendo su vida. Mientras que Lady Catherine se sentía profundamente deprimida y con pocas ganas de seguir viviendo.

La única persona que lograba mitigar el sufrimiento de Lady Catherine, era Mary Collins, que con el permiso de su marido y del doctor, iba siempre que podía a visitarla a Rosings. Mary genuinamente apreciaba a Lady Catherine por todo lo que había hecho por ella y el Sr. Collins, y el sentimiento era reciproco. La Gran Dama había notado que las pocas veces que vio feliz y sonreír a su hija fue gracias a Mary Collins y a la Srta. Bennet. Además, Mary era una de las pocas personas integras que había conocido en su vida, era incapaz de mentir, y tenía un sentido del deber y de lo que era correcto muy fuerte.

Después de que todos los aspectos legales quedaron solucionados, a pedido de Richard, Lady Catherine se quedó a cargo de las principales decisiones de la administración de Rosings mientras el seguía aprendiendo.

Si bien todos los que conocían a Lady Catherine decían que era una mujer de muy fuerte temperamento, también coincidían en que genuinamente había querido y protegido a su hija, y su muerte había sido un duro golpe para ella. Por eso, tanto los sirvientes como los inquilinos se sorprendieron al verla unos días más tarde retomar parte de sus actividades como patrona de Rosings. Nadie fuera del círculo familiar tenía modo de saber que todo era una fachada que mostraba al exterior, y por dentro Lady Catherine estaba totalmente destrozada.

Dos días antes de volver a Londres, Darcy le escribió una carta a su hermana para contarle la muy triste noticia de la muerte de Anne y pedirle que viajara a Londres ya que deseaba que conociera a Elizabeth.

6 de mayo 1812

Londres

Querida Georgiana,

Me alegro mucho que te estés sintiendo mejor y que hayas decidido retomar las lecciones de arpa. La Sra. Annesley me ha dicho que está muy satisfecha con el progreso que has tenido en tus estudios.

Perdóname que no te he escrito tan seguido como quería en las últimas semanas, pero han pasado muchas cosas y los días en Rosings fueron muy tristes y difíciles.

Lamentablemente, soy portador de malas noticias ya que hace unos días Anne falleció. Dos días antes de su muerte, Richard se casó con ella. Ahora es el nuevo dueño de Rosings y está viviendo con nuestra tía Lady Catherine en la mansión principal. Lo único bueno de esta horrible situación es que ahora Richard tiene los medios económicos para no tener que volver al frente de batalla. Estoy segura que pese a la tristeza por la muerte de Anne, esta noticia te va a alegrar.

Quería contarte que desde hace varios días estoy cortejando a la Srta. Elizabeth Bennet. Se que te he hablado de ella en varias ocasiones. Me gustaría que pudieras viajar a Londres con la Sra. Annesley para que la conozcas, ya que estoy seguro que van a ser muy buenas amigas y en futuro hermanas. La Srta. Elizabeth también me ha dicho que está deseosa de conocerte.

Te extraño mucho mi querida Georgiana.

Fitzwilliam Darcy

PD: Voy a enviar esta carta con Peter con la esperanza de que el las escolte a ti y a la Sra. Annesley a Londres.