Fic
Historias de Albert y Candy
Presenta
El Mejor Papá del mundo
Por Mayra Exitosa
Inspirada en la imagen de Loren Mont
Había estado trabajando por horas, más me sentía muy feliz, Albert estaba con el bebe y aunque ya esperábamos al segundo de nuestros hijos, él continuaba sin recuperar la memoria, más eso no importaba, porque ahora habíamos formado una familia y no teníamos nada que temer, nuestro hijo era muy tranquilo, el trabajaba de noche en un bar, el mismo en el que había sido antes lava platos, ahora le había incrementado el trabajo y ganaba mejor sueldo, se habían casado en la capilla de un sacerdote jesuita que sabía sobre la situación en la que Albert había perdido todo su pasado mentalmente y que no tenía recuerdos, él iba de paso y aseguró que el destino era así, nos ponía a personas a nuestro lado para vivir unos y otros, si el deseo de ambos era ser una familia, el avalaba eso, nos había casado ante Dios como una familia y desde que nació el pequeño Anthony, Albert estaba muy inquieto por no ser un buen padre para él, le había dicho que Anthony era un amigo y que el pequeño se parecía mucho a él, que ahora estaba en el cielo.
Cuando menos lo esperábamos Dios nos bendijo con otro bebe y ahora, aunque trabajaba medio turno en le hospital local, y otro rato con el doctor Martin, vivíamos bien y estábamos muy tranquilos, nos teníamos el uno al otro y formar una familia era algo que siempre había deseado. Los legan se habían molestado porque nos escondimos y nos cambiamos de departamento para que no me casaran con Niel, y así no me habían repudiado aun, pero eso o importaba, algo sucedía en la familia Andrew que tenía a todos en un hermetismo muy especial, pues me buscaban más continuamente, pero Albert y yo ya no queríamos separarnos y por fin nos dimos tiempo para vivir como deseábamos, como una pareja, colmados de amor, atenciones y aunque seguía sin ser buena en la cocina, Albert adoraba lo poco que iba aprendiendo.
Para Albert cuidar de su pequeño era algo extraño, sentía que había imágenes en su mente de otro niño, temía que fuera suyo, pero el jugaba y era como si tuviera un hermano, el cual no terminaba de conocer, solo reía frente a él y vestía bien. Candy se había empeñado en comprar ropa similar de Anthony a la de los tonos que él usaba incluso si esta era de los mercados de segunda mano, buscaba siempre que nuestro pequeño se sintiera feliz al ver en Albert un ejemplo de cómo sería cuando fuera mayor. Esperar otro hijo fue una dicha, descubrirlo todo un problema, pues Candy no lo había notado hasta ya muy avanzado el embarazo. Por serte ella estaba bien y trabajaba más tranquila, dormían pocas horas juntos y Anthony no era necio, era un niño tranquilo, Candy lo cuidaba en la noche y el turno de cambio era para él, por lo que el pequeño siempre estaba relajado, mientras dormitaba, agotado por las horas que no coincidían en los turnos rotativos de su madre.
- Hola Albert, el medico dice que en cualquier momento nacerá nuestro bebe. - Si, te ves enorme y preciosa. - ¡Oh Albert! ¿el doctor dice que si deseo tomar algo para ya no tener familia. - ¿no deseas más hijos? - No he dicho eso, es solo una sugerencia del doctor. - Creo que Dios quiere que tengamos hijos, pero en vez de que tomes medicamentos, lo mejor será que yo cuide de ti y no quedes embarazada. - No planeamos encargar un bebe tan rápido, pero buscaré también métodos naturales para no tener hijos tan seguidos y poderlos cuidar, por ahora ya no iré a trabajar, esperaré el nacimiento de nuestro pequeño y cuidare más de Anthony y de ti. - Me alegro, con lo que gano estoy seguro de que podemos solventar los gastos.
La noche ya se enfriaba y lo que mas me daba tranquilidad era saber que ella ya no estaría yendo y viniendo al trabajo, estaría de reposo, pero si temía que no podía continuar haciendo demasiadas horas, por lo que hablaría con su jefe para salir temprano hasta que diera a luz mi esposa. Esa noche, la dilatación comenzaba y Albert no estaba en casa, por lo que ir al hospital era un riesgo al llevar a Anthony, así que le hablaba a la vecina y esta enviaba a uno de sus hijos hasta el bar de dos cuadras para llamar a Albert, para cuando llegaba, las vecinas se habían llamado unas a otras y estaba dando a luz en casa, Albert traía al Doctor Martin con él, ya que iba a beber en el bar y no lo dejó cuando el chico de la vecina había llegado. - Es una niña, ¡una niña!
Albert vio a su hijo dormido en un tendido en su habitación, ni se había percatado de que su madre estaba dando a luz, el estaba dormido en un rincón, de pronto el rubio sintió pena de ver a su hijo ahí en el suelo, por no tener una camita para él y seguir durmiendo con sus padres. Ahora tenían una pequeña bebe y sería mejor comprar una cuna o hacerla de las maderas que había ido separando. Candy estaba siendo atendida por las vecinas y una de ella la comadrona, le daba los datos al doctor quien la felicitaba por el buen trabajo realizado, para él solo revisar que todo estuviera en orden, y asegurar que era amigo de la familia. Así no incomodar a la comadrona.
- Vamos Albert, ya tienes una hija, tenemos que ir a celebrarlo. - Ni de loco, cuidare de mi esposa y mis hijos, no iré a trabajar en unos días, prefiero asegurar que Candy coma bien y se recupere. De pronto se mareaba y el doctor Martin desquitaba su visita, atendiendo a Albert en el sillón de la entrada, mientras Candy no era informada del cansancio de su marido.
- Debe haberse asustado por su esposa. - Si los hombres son muy débiles, por eso no los dejamos ingresar a ver un parto, les da náuseas y salen corriendo. Las mujeres reían y Candy solo cuidaba a su hija sin saber de que hablaban, estaba muy cansada y al final vio a la ventana que ya estaba por salir el sol.
Continuará…
De nuevo con una historia más para la dinámica de los enlaces diseño con historia, con la idea de completarlas y de no dejar escapar la inventiva
Muchas gracias por darle una oportunidad a esta historia basada en una de las imágenes de Loren Mont que nos hace el favor de prestar esta imagen
Agradeciendo también la amabilidad al respetar los escritos de mi autoría por no copiarlos ni adaptarlos en otras plataformas, tampoco utilizarlos en videos.
Un abrazo a la Distancia
Mayra Exitosa
