Ilegitima

-tranquila no llores, estoy aquí-

Esas palabra resonaron en mi cabeza teniendo recuerdos de todas esas personas amables que habían estado conmigo desde hace mucho y que tenía miedo y curiosidad por saber que les habrá pasado con toda esta conmoción, pero lo olvidaba también con algo cálido y ligeramente pesado.

-por qué no puedo moverme-

Dije mientras abría pesadamente mis ojos notando que la calidez y lo ligeramente pesado era ella, mi esposa, la cual era extraña, si lo pienso de cierta manera lo más seguro es que la habrían mandado a vigilarme, pero eso era tal vez imposible ya que no se cuantos días he estado aquí y ella sabía quién era yo, entonces no estaría aquí sino estando en la horca sin ninguna posibilidad de limpiar mi nombre.

Pero no me encontraba ahí, me encontraba en una de las habitaciones, que podría decir que era en la que ella dormía, en que momento me traslado aquí no lo sabía, trate de acomodarme pero aún me dolía el costado pero ya no sentía esa incomodidad de quitarme la piel.

-ara, ya despertaste, tienes hambre?-

Me decía mi esposa sacándome de mis pensamientos mientras se levantaba y me tocaba la cara lo cual me hacía sentir nerviosa y un poco acalorada, no era normal.

-iré a prepararte algo para la fiebre, el herbolario me dio una hojas, entonces iré a preparártelo, ya que es necesario tomarlo al momento-

Así como terminó de decirlo se fue de la habitación no entendiendo muy bien que pasaba, no era normal que alguien de la nobleza se encuentre sola sin ningún sirviente, todo era extraño, cuando recupere mi posición hablare muy seriamente con el Conde sobre esta situación como mandaba a su hija sin nadie que le dé un soporte a su vida diaria.

-ara Natsuki no deberías de fruncir el ceño de esa manera te saldrán arrugas-me decía, mientras que yo dejaba de hacer la cara que tenía-si puedes levántate o te ayudo? -

-lo hago yo-dije

-bueno, el te lo hice con algo de leche, no puede ir solo entonces espero que te ayude un poco de acuerdo - entregándome la taza, poniéndome a pensar que estando aquí en invierno el conseguir leche era muy difícil como lo habra echo.

-ahí vas de nuevo-me llamaba la atención-no pensé que fueras enojona-

-que?-

-digo que, en que piensas -

Tomé un poco el té con leche que sabía raro pero era inevitable la medicina debería de saber mal, y sólo lo hacía porque tenía sed.

-lo has pasado mal por mi culpa no es cierto? - pregunté mirándola de reojo-digo no eres la única, todos con los que estaban en el ducado, no sé si aún estén con vida o donde estarán a decir verdad al llegar aquí no pensaba que fuera un lugar seguro, pero viendo todo el lugar, en cierta parte me hace sentir aliviada porque me recuerda a como lo dejó mi madre en su momento-tomando lo que quedaba en la taza

-hasta donde yo sé, los guardias imperiales se llevaron todo lo de valor dejando solo los muebles, no los veían con gran valor, pero me alegro ya que con eso he podido sobrevivir, y espero no te enojes por que los he convertido en material para leña-

-que!, hasta esos malditos vinieron aquí -

-Natsuki cálmate, supongo que era inevitable, no entiendo muy bien por qué lo hicieron pero al final la propiedad está intacta, y fue mejor que solo se llevarán las cosas de valor que no tener un lugar al cual llegar para recuperarte no es cierto? - me decía retirándome la taza de las manos y ayudándome a recostarme

No lo podía creer la verdad, tenía que hacer algo pero tampoco podía decirle cual era el plan a mi esposa porque aún no hemos hablado lo suficiente.

-tienes razón, solo que esto me es difícil-

-lo sé, pero ahora solo tienes que preocuparte por sanarte vuelve a descansar, aquí estaré-

-gracias-solo atiné a decir mientras me ponía una toalla húmeda algo fría en la frente para después sentir su mano con la mía.

-aún no me lo agradezcas-

Había notado que su respiración se volvió tranquila indicándome que se había dormido de nuevo.

-creo que pronto ya no podré evitar que hagas preguntas-

Dije antes de soltar su mano e ir a la cocina a preparar la cena.

Habían pasado dos semanas desde que la Duquesa había llegado a la mansión, a su vez de que he estado evitándola para tener una conversación incomoda, cada vez sentía que el fin de mi vida pacífica se terminaría de la noche a la mañana.

-Sakura? -

-ah! -

Pero no creí que fuera tan rápido, voltee a verla con podría decir miedo y ella lo noto.

-estas bien, Sakura?, te veo asustada-

-qu-que?, no, sólo, me sorprendiste-tratando de evitar el tema-ya puedes levantarte eso es bueno, tienes hambre? -

-si, pensé por un momento que no podría dejar de sentirme mal, la espada que utilizaron no era normal pero gracias a que me ayudaste, esto mejoró, gracias Sakura-

-para! -

Fue inevitable gritarle fue instinto la verdad el solo escuchar decir el nombre de Sakura me enfermaba me ponía de malas, por que había pasado mucho tiempo con ella y ninguno era agradable, pero reaccionaba y la miraba preocupada y confundida.

-Sakura?, que pasa?-

-no te acerques por favor-

-pero dime que eh hecho Sakura? -

-detente te he dicho, yo, no puedo, lo siento es que.. -

-es que?-

Mire su rostro herido y me hizo sentir culpable ella no tenía la culpa si se entera de todas maneras quien perdería la cabeza seria yo y no podía dejar que eso sucediera, no la conocía lo suficiente pero tal vez me haya estado tratando así por el hecho de que le ayude y estuve al pendiente.

-es que no me gusta mi nombre, es eso nunca me ha gustado, siempre se burlaban de mi o decían cosas que no me agradaba-una verdad a medias

-ah yo, lo siento no lo sabía, discúlpame quieres? -

-no!, digo si, la verdad no es tu culpa, más bien discúlpame a mí por actuar de esa manera, solo que me sorprendí-estaba preocupada y su rostro me lo mostraba, la había herido

-no te culpes de hecho fue mi culpa, debí preguntar antes de llamarte por tu nombre de pila pero se me hizo algo confuso ya no eres Fujino eres mi esposa y ha pasado tiempo, creí que… -

Me acerque a ella antes de que pudiera terminar y le tome la mano.

-Natsuki tiene razón deberíamos de empezar a llamarnos por nuestros nombres-la mire fijamente para que no pensara mal

-pero a ti te molesta-

-si, pero puedes darme un apodo!, que tal sería más lindo no? -

-un apodo?-

-si!, no se Saku-chan o más fácil puedes decirme querida?, estamos casadas no?-

-ah!, s-si, pero suena digo!, yo-

-vamos, que-ri-da o prefieres mi Nat-su-ki-

-...!-

De la nada dejo de mirarme y notaba que su rostro cambiaba ligeramente de un color rojo, y fue preocupación el poner mi mano sobre su rostro

-ara, te subió la fiebre? -

-que!?... , no!-

-entonces por que estas roja?, será mejor que subas aun necesitas descansar-

-n-no!, solo qu-que es vergonzoso! -

-ara no pensé que mi Natsuki era tímida, aun así vamos has estado aquí parada necesitas descansar-

-p-pero estoy bien, de hecho vine a ayudarte -

-si?, ya estás bien? -

Nos detuvimos y la mire no creyendo en lo que me decía.

-si, tu esposa es fuerte muy fuerte sabes?-

-ara al parecer lo avergonzada se pasó muy rápido-

-...!-

-pero aunque digas que estas bien tu cuerpo dice lo contrario-

Toque con la punta de mi dedo donde sabía que tenía la herida y ella se quejó del dolor.

-ves no estas bien!, anda vamos-

-pero! -

-yo puedo hacerlo sola, no te preocupes-

-eso es lo que me preocupa-

Natsuki se volteo a verme con una cara un poco seria y preocupada.

-y yo te he dicho que no te preocupes-

-cómo no hacerlo, has hecho mucho por mí y no he podido devolverte nada-

Sentí como me tomaba de las manos y se acerca a más a mi

-bueno en ese caso, apúrate a mejorarte y a que te regresen tu posición porque quiero que me atienda tu personal amable, quiero comer una buena comida, tener vestidos bonitos que ninguna otra pudiera tener, así como joyas impresionantes-

Lo que le había dicho era una mentira no me importa nada de eso, solo me basta con poder tener un lugar donde dormir y con eso era más que suficiente, pero se supone que tenia que actuar como un noble y hasta ahora no lo hemos hecho, se que tiene muchas preguntas y dudas y tal vez no me crea pero tengo que jugármela, además de que siento que en realidad ella es inocente sino no se hubiera esforzado tanto.

-lo-lo haré!, te daré todo aquello que solo mi esposa pueda tener, tendrás lo mejor de lo mejor y si no es así seguiré buscando hasta satisfacerte te lo prometo-

Miraba sus maravillosos ojos que eran un espectáculo para la vista, con toques de decisión y no sabría decir que más, porque no creo que sea amor, tal vez sea compresión, aunque sentía que estaba cavando mi propia tumba, si ella tenía un plan se enterara de que yo no soy Sakura y quien quiere casarse con una hija ilegítima, de seguro se enojara y lo primero que hará será quitarme la cabeza y solo los dioses sabrán qué hacer con quien le mintió.

No pude pensar más porque había sonado la puerta junto con alguien del gobierno.

-escondete-

-si-

-hola! Hay alguien en casa?, vengo por parte del gobierno, estoy haciendo una encuesta de senso-

Pensé en lo que había dicho y eso no tenía ninguna congruencia ya que como esta casa está apartada del pueblo yo no tengo que pagar impuestos.

-voy! -

Abrí la puerta y me sonreía de manera que no me gustaba.

-hola buenos días señorita, estoy aquí pare realizar una encuesta de senso, usted vive sola? -

-mentiroso-pensé antes de contestarle-si, si es todo, que tenga un excelente día, tengo cosas que hacer-

-en serio? - deteniendo la puerta

-oiga no puede simplemente entrar así a la propiedad de alguien-

-no tiene nada de malo, solo estoy rectificando lo que dice, el herbolario me dijo que usted vivía en la montaña.. -

-yo no tengo por qué pagar impuestos así que salga de aqui-

-tiene razón solo me dio curiosidad-

-curiosidad?-

-si, una chica tan linda viviendo sola en una casa tan grande-

-y eso que tiene de curioso -

Tenía que deshacerme de él, pero él solamente no se notaba que lo quisiese hacer por voluntad propia.

.. Crack..

-que fue eso-

Algo se había caído y rápidamente fui la pequeña bodega que estaba cerca de la cocina, no sin antes tomar uno de mis cuchillos, dándome cuenta que ahí estaba Natsuki escondida y que no podía dejar que ese tipo del gobierno la viera.

-malditos animales!, agh!-

-qué demonios!? -

-ah!?, tiene algo que decir?, todo por su culpa vinieron los animales cuando estaba por poner una trampa-me voltee a verlo apuntando lo con el cuchillo

-que?, porque me echas la culpa-

-y todavía preguntas por qué?, no me vas a pagar por lo que los animales se llevaron o si? -

-estás loca, pensé en jugar contigo pero el herbolario al parecer no ve bien qué clase de gente atiende, me voy -

-pues ya era hora!, no tienes por qué estar aqui-

-si, si deja de gritar -

Lo seguí hasta la puerta y cerré con seguro mientras me apoyaba en la puerta para después sentarme en el suelo.

-estas bien?, lo siento fue mi culpa-

-no, esta bien de echo fue una buena oportunidad para sacarlo de aquí, solo quería algo con que entretenerse, pero me dijo loca entonces no creo que vuelva-

-ellos no deberían de venir aquí, más bien quien fue el que lo contrato? -

-no importa Natsuki déjalo, lo bueno es que se fue-

-... Entonces no te gustan los animales? -

-eh?, de echo me gustan mucho pero tenía que deshacerme de él no es cierto-

-si-

Me levante de ahí para dejar el cuchillo en su lugar y recoger lo que se había roto.

-querida?-

De la nada escuché que me llamaba, pensé que no lo haría así que voltee a verla.

-si?-

-ah, yo, quisiera hablar contigo -

Y al parecer había llegado la hora de poner las cosas sobre la mesa.