Un día lluvioso se había cernido sobre el país del fuego, la nubes eran oscuras y el ambiente en si parecía deprimente.

El mundo estaba en alerta, La Tercera Guerra Mundial Shinobi había explotado, todas las fuerzas de las naciones colisionaron entre si.

Jóvenes y adultos yacian luchando por la victoria representando sus respectivas naciones y aldeas.

En un campo que delimitaba Konoha e Iwagakure, un combate acaba de finalizar.

Dos rubios se encontraban prevaleciendo de pies, un adulto y un pequeño niño de tan solo 4 años de edad.

El adulto veía con pena todos los cuerpos derramados en el campo, y más al ver a su pequeño hijo con sangre callendo lentamente por sus manos.

Con tan solo 4 años su hijo ya sentía lo que era matar, arrebatarle la vida, sueños y esperanzas a una persona que solo seguía órdenes.

El niño solo ladeó su cabeza al observar el cuerpo que tenía ante sus pies, la lluvia caía en el y resbalaba por su cuerpo.

Se había preguntado el por qué de todo esto. Por qué había dolor y sufrimiento, por qué las personas salían y arriesgaban sus vidas y dejaban a sus familias atrás con la simple razón de ir asesinarse.

Había asesinado aún hombre, un hijo, un hermano, un esposo, un padre...

¿Acaso esto que sentía en su pecho era dolor o remordimiento? Su corazón talabraba por escapar, pero su mente se mantenía fría y compacta. Dos polos opuestos totalmente.

Una tan joven pero lista para adaptarse a cualquier situación con la intención de sobrevivir y el otro con lo que todo humano prevalece...

"¿Esto es la guerra, padre?"- El niño dirigió la pregunta al hombre mayor quien suspiro de forma triste.

"Lamentablemente"-

El niño apartó su vista del cuerpo al escuchar un quejido.

"Agua.. por favor..."-

El padre observó cómo su hijo se acercaba a un soldado rendido en el suelo, aclamando por uno de los líquidos de la vida.

"Agua, ten aquí."- Con suavidad el niño destapó una botella que tenía en sus bolsas y la puso en la boca del Iwa-Nin quien agradecido comenzó a beber cada gota de agua de la botella.

Tan solo segundos y el hombre se acabó el agua y su vista se aclaró logrando ver a quien le había otorgado el agua.

"¡Un Shinobi!"-

Plac

Antes de siquiera hacer un movimiento, su cuello ya estaba rajado.

Una pequeña mano sostenía un kunai ensangrentado que chorreaba lentamente.

Una mirada perdida hacia delante sin ver el acto que cometió, una vida más arrebatada por él... Pero de esto se trataba el arte de la guerra... Asesina para no ser asesinado.

Minato Namikaze le coloco una mano en el hombre de su hijo.

"Venga ven... Volvamos a casa.."-

Lentamente el niño se puso de pie, y tomo la mano de su padre y en un abrir y cerrar de ojos un destello amarillo apareció y desapareció.

--

La lluvia continuaba callendo sobre la nación del fuego, quizá algún dios esté sufriendo por las perdida de vida.

¿Acaso abría algún dios? ¿Por qué no ha detenido esto? ¿No le importamos a nadie? ¿O no existen los dioses?, Quizá los humanos sean los mismos dioses, hacen lo que quieren cuando quieren, destruyen y construyen, crean vida y matan vida...

Pero no todos tienen ese poder, algunos se tienen que ver amarrados por humanos superiores, enviados a cometer acciones como corderos, siempre a su disposición.

Alzó su rostro hacia el cielo, por la venta de su cuarto. Un leve rayo de sol golpeó su rostro, seguido por una separación de nubes.

El sol se adentro más y aunque sonora como una locura, logró ver un rostro reflejado allí...

"Madre..."- Logró apreciar el hermoso y cálido rostro de su amada madre sonreír con amor puro..

"Hola mi pequeño bebé"-

Su garganta se secó, sus ojos se llenaron de lágrimas y sus labios temblaron levemente.

"Madre... ¿Dónde estás? Padre y yo te extrañamos..."- Una lágrima sé deslizó por su mejilla derecha.

"Estoy en un lugar mejor bebé. Uno en dónde el sufrimiento y dolor no existen. ¿Acaso eso no es hermoso?"-

Un leve asentimiento fue la respuesta del niño.

"¿Quieres venir conmigo y disfrutar de este paraíso? Aquí nadie sufre, todos reímos y disfrutamos nuestros días sin ningún dolor."-

"Si... Quiero ir contigo madre"- El niño respondió como en un trance.

"Eso es cariño, ve a la parte más alta de la aldea y alza tú brasito, yo te tomaré y con gusto te traeré conmigo"-

Sin esperar más, el niño comenzó a caminar hacia su puerta, bajó las escaleras y llegó a la puerta principal saliendo de su casa.

La lluvia lo golpeó directamente pero no se vio afectado, sin perder más tiempo y querer irse con su madre comenzó a dirigirse hacia el punto más alto que conocía en la aldea.

--

Su llegada fue pronta, aún observaba el rostro sonriente de su madre en el cielo.

Sentía como los rayos del solo lo calentaban de una forma tan reconfortante cómo lo hacia su madre cuando lo abrazaba.

Parecía hipnotizado por ella, sin notar que estaba al borde del monte Hokage.

"Bien bebé, para venir conmigo simplemente debes saltar"-

El bajo lentamente su mirada hacía el vacío terminable que había desde su posición al suelo.

No lo pensó y salto:

El viento golpeó su rostro y lo llevo a cerrar sus ojos. No sentía nada aparte del viento.

Sentía que se acunaba en los brazos de su madre, sintiendo cada vez más cerca estar con ella, volver a disfrutar un día con ella y con su padre.

.

.

.

¿Padre? ¿Papá?

Sus ojos se abrieron de inmediato cuando la imagen de su padre golpeó su mente... En ningún momento su madre menciono que su padre vendría con ellos. ¿Eso quiere decir que lo dejarán solo?

¿Cómo ella lo hizo con ellos dos?, Había sentido el sufrimiento de su padre cuando su madre los dejo, lo había visto llorar y sonreír haciéndole creer que nada sucedía, todo por su bien.

Su padre había Sido el mejor hombre, lo había cuidado, cocinado alimentado y en algunas ocasiones entrenado.

Había cubierto el roll que su madre dejo hace 4 meses. ¿Es justo dejarlo atrás solo? Ya sin su esposa e hijo.

No querría imaginarse lo que sufriría su padre. Aún recuerda el amor desbordante en el cuano dijo que él era su todo, el amor de su vida.

Su padre lo amaba sin duda... ¿Sufriría con su ausencia...? Esa pregunta hizo que su estómago doliera... No quería dejar a su padre solo sufriendo, no quería que pasara lo mismo que pasó con su madre...

Él tenía que ser quien devolvíera el amor que su padre le enviaba... No podía dejarlo solo... No quería...

En un rápido movimiento saco dos Kunai de madera que tenía en sus bolsillos y los incrusto a la pared de roca que había en su espalda.

No creía que los Kunai soportarán tanto pero aún así debía intentarlo.

El viento aún golpeaba en su rostro y su pulso comenzó aumentar cuando observó quel suelo se acercaba rápidamente y de forma peligrosa.

Crack

El Kunai en su mano izquierda comenzó a resquebrajarse cosa que aumentó más su presión sanguínea..

"Por favor... Solo un poco más."-

Ya estaba a menos de 20 metros del sueño y sentía que en cualquier momento sus ojos se cerrarían ya sea por el sueño o por las ganas de desmayarse.

Crack

Crack

Bueno, parecía que al final de todo terminaría con su madre... Sus dos Kunai reventaron, generando una brusca sacudida y que golpeara a la pared.

Sus azules ojos se cerraron por fin..

"Lo siento papá... Continúa por mi"-

--

Minato llegó a su casa con un gran cansancio sobre sus hombros, había eliminado aún grupo de rebeldes a no muchos kilómetros de su casa.

Había venido con la intensión de ver a su querido hijo y descansar y cenar... Pero parecía que eso no podría suceder.

Llamó a su hijo pero no hubo respuesta, lo volvió a ser pero nada.. eso lo preocupo y subío lo más rápido que podía las escaleras hasta el cuarto de su hijo.

Irrumpió allí y su sangre se enfrió cuando no había nadie en la habitación.

"Naruto, ¡Naruto!, ¡NARUTO"-

La desesperación lo golpeó cuando no hubo respuesta alguna por parte de su hijo y en su mente pensó en lo peor.

De inmediato salió de su casa con la idea de comenzar a parpadear por toda la aldea en busca de su hijo, borrando la idea de algún secuestro.

Volteo hacia todos lados mientras la velocidad con la que respiraba aumentaba, estaba de pie en medio de la calle mientras el agua golpeaba con fuerza.

Los aldeanos caminaban con sombrillas y capas, pero él ignoró eso y continúo volteando en busca de su hijo, no había logrado nada hasta que por obra del destino enfoco su vista en el monte Hokage y su sangre se volvió a enfriar.

Sus ojos se llenaron de lágrimas cuando vio un pequeño cuerpo caer por el acantilado, lo reconoció de inmediato... Era él.

Destello*

Sus ojos se abrieron levemente cuando sintió gotas de agua calientes caer en su rostro, ante el cambio de temperatura abrió sus ojos con molestia. Al principio le costó pero logró enfocar si vista, y sus ojos de inmediato se llenaron de lágrimas.

Con fuerzas se tiró encima de su padre y lo abrazo con fuerza, soltando un grito.

Minato sollozo cuando abrazó con fuerza a su hijo, las lágrimas se camuflaban con el agua pero sabía que estaba ahí..

No tuvo que preguntar para saber que ocurría... Y eso lo destrozaba... Que debía sentir su hijo para intentar algo como eso... No sé lo quería imaginar..

"Pa-pa"- Naruto intento formular palabras pero Minato lo abrazo con fuerza y lo calmó...

"No pasa nada... Calma y duérmete... Iremos a casa."- El Joven Jounin despareció en un destello amarillo en dirección a su casa.

Todo había Sido visto por una persona que había suspirado aliviado.

El Sandaime estaba encima de la Torre Hokage calmando sus nervios.

Un Anbu le había avisado quel hijo de su más letal ninja estaba de pie al borde de la montaña. Eso lo alarmó y subió a la azotea y observó al chico.

Su sangre palideció cuando lo vio saltar, y más cuando vio que los Kunai sé rompían. Estaba listo para salvarlo pero en ese momento un destello amarillo hizo acto de presencia calmándolo.

"Oh dios... Que familia..."- Sarutobi volvió adentro de su torre a lidiar con la guerra.

--

"Esta será quien te cuide"- Minato le sonrió a Naruto mientras le presentaba una hermosa mujer de cabello largo y rojo.

Ella vestía el tipo uniforme Jounin solo que sin la bandana De Konoha.

"No necesito una niñera"- Naruto se cruzó de brazos claramente molesto.

Indirectamente su padre lo había llamado un bebé.

"Oh claro que la necesitas"- El propio Minato se cruzó de brazos y le lanzó una mirada sería a Naruto quien solo le quedó suspirar abatido.

"Bien..."-

Minato sonrió más tranquilo:

"Ella es Kushina Uzumaki, fue una gran amiga de tu madre y lo es conmigo"- Minato señaló a Kushina quien se hincó y le tendió una mano a Naruto.

"Un gusto conocerte pequeño, espero y llevarnos bien"- La hermosa mujer sonrió con cariño ante el pequeño hijo de su fallecida amiga.

Naruto quedó un leve momento embellezado por ella pero muy rápido salió de ese trance y sacudió su mano en un agarre con la de la mujer.

"Es placer, Uzumaki Kushina"- Lentamente separó su mano de la mano de la mujer y desvío levemente su mirada.

Minato sonrió al ver que los dos podía llevarse bien.

"Bueno, espero que logren llevarse genial. Tengo que descansar ya que mañana tengo que partir a una misión tempranera."-

Naruto abajo levemente su mirada ante esto y fue obvio que los dos jóvenes adultos lo notaron.

"¿Pasa algo?"- Kushina le cedió espacio a Minato para que se hincara al lado de Naruto.

"¿Volverás?"- A Minato se le aturugo la garganta al escucharlo.

"Claro que sí pequeño, es más. Intentaré llegar lo más antes posible e iremos a entrenar. ¿Que dices?"-

Naruto sonrió abrazó a su padre:

"Estaré esperando por ti papá"- Minato le devolvió el abrazo con fuerza y cariño.

Kushina solo sonrió al ver la escena de padre e hijo.

--

Sentada sobre una rama de un árbol, Kushina observaba cómo el chico del que estaba a cargo clava uno y otro y otro Kunai de forma perfecta en una diana.

Todas al rojo enmedio con una precisión envidiable.

"Es bueno"- La pelirroja continúo observando la destreza de la quel niño era capaz.

El tiempo continúo pasando y Naruto continuaba lanzando Kunais mientras Kushina de tal aburrimiento se durmió encima de la rama.

Naruto inhaló aire con fuerza mientras tomaba otros dos Kunais en sus manos y optó una posición Calmada, con su pie izquierdo adelantado y con la punta de sus dedos siendo el soporte.

Su pie derecho estaba casi en un ángulo de 90.

Tomó fuerza y se preparó para saltar, pero de pronto escuchó un ruido proveniente de la maleza.

En un rápido movimiento desvío un Kunai que era dirigido a su cabeza, cuando alejo el peligro observó cómo el atacante aparecía lentamente.

Era una niña de su edad, cabello negro y una piel pálida junto a unos ojos negros color carbón.

"¿Por qué no fuiste a la academia hoy?"- La niña pregunto, su voz era suave y tranquila.

Naruto sonrió levemente al verla.

"Hola si como estás"- La niña rodó sus ojos ante eso, lo chistes del niño eran malos.

"En lugar de aspirar a Shinobi deberías ser comediante. ¿No crees?"-

Naruto rió levemente..

"Si si..."- La niña igual sonrió suavemente" Tuve algunos problemas en casa y papá creyó qué era mejor no ir... Aparte que me asignó un guardaespaldas.

"Una niñera, lo tengo"- Una ceja de Naruto tembló levemente al ver la burla en los ojos de la niña, ella sabía cómo tocar ciertos puntos para terminar su paciencia muy rápido.

"Si... Eso"- Naruto se cruzó de brazos" ¿Y bien?"- El esperó pacientemente a que la niña le dijera por qué estaba ahí.

Ella lo observó por unos segundos con una mirada tranquila.

"Estaba aburrida y quería un compañero para entrenar, así que te vine a buscar"- Ella dijo tranquilamente.

"Ya veo... Pues entrenemos, estoy cansado de tan solo lanzar Kunais a esa diana"-

La niña giro levemente su rostro a la diana atada a un tronco y sonrió sutilmente al ver lo agujereado que se encontraba el epicentro de la diana.

"Tienes buena puntería... Pero si, entrenemos."-

Los dos asintieron y de inmediato el uno se lanzo contra el otro, Kunai en mano listos para chocar.

Obviamente no con intenciones de hacer daño.

Una somnolienta Kushina abrió sus ojos al escuchar metal cochando, la preocupación la golpeó al pensar en Naruto así que se lanzo de la rama del árbol y busco con su mirada al niño.

Suspiro tranquila cuando lo vio recibiendo y devolviendo golpes con la heredera de Uchiha.

Era conocida la amistad quel Namikaze y la Uchiha compartían, los dos se conocían desde que eran bebés así que no era extraño verlos juntos.

Lentamente se acercó al par de niños los cuales detuvieron su práctica al ver a la mujer.

"Uzumaki-San"- Itami Reconoció a la mujer quien le sonrió.

"Naruto, Itami"- Kushina saludo a la pequeña Uchiha quien hizo una reverencia ante la mujer pelirroja. Su madre le había dicho la figura tan importante que era esa mujer de cabello ardiente.

Legítima dueña de una legendaria aldea escondida en el mar, y sin duda, alguien poderosa.

"¿Pasa algo?"- Naruto preguntó.

"No, solo quería asegurarme de que no se dañaran."- Ella dijo y Naruto parpadeo levemente.

"Uh... No nos haremos daño, solo estamos practicando.."-

"Lo sé, entonces me iré... ¿No se les ofrece algo?"-

"Hum..."- Naruto pensó por un momento.." ¿Podías ir por algo de comida si no es mucho pedir?"-

Kushina igualmente parpadeó pero luego asintió.

"Vale, iré rápido, no sé muevan de este lugar"- Ella dijo y desapareció un shunshin.

"¿Ella te está cuidando?"- Itami pregunto ya cuando la mujer se había ido.

Naruto suspiro levemente y asintió.

"Así es, pero olvidemos eso y continuemos"- Él dijo y ella asintió

Ellos volvieron a la práctica sin notar como a unos 100 metros el césped parecía comenzar a levantarse lentamente.

Continúo levantándose hasta que se vio unas manos seguido de unos brazos, el trozo de césped fue colocado lentamente a un costado y se observó cómo un Ninja con uniforme rojo energía lentamente del agujero seguido por otros dos.

Los tres hombre ya cuando estuvieron fuera del agujero observaron toda la zona en busca de alguna amenaza, cuando se dieron cuenta quel campo estaba libre de Shinobis enfocaron su vista en los dos niños.

"Está allí"- El hombre que se encontraba en el Medio enfoco su vista en el único niño varón del campo." Él hijo de ese bastardo"-

Los otros dos Shinobis observaron a los dos niños practicar.

"Bien.. hay que deshacernos de la mocosa para que no queden testigos, intenten no matar al mocoso"-

"Hai"- Los otros dos aceptaron eso y comenzaron a movilizarse en dirección a los niños.

Dichos niños continuaban luchando entre si, el sudor caía por su rostro pero una leve sonrisa se reflejaba en los dos.

"Eres fuerte y veloz, pero te falta colocación"- Itami evaluó a Naruto quien solo alzó una ceja.

"¿Oh? Me toca, eres veloz pero te hace falta fuerza. Tus estocadas van peligrosamente cerca de puntos vitales..."- Naruto tuvo que dejar de hablar para esquivar un golpe de Kunai que iba en dirección a sus ojos.

Itami rió suavemente al igual que Naruto, cosa que no los hizo notar como dos sombras se cernian sobre ellos.

"Mierda"- Itami jadeo cuando un puño sé incrusto en su estómago y la mando rodando metros atrás.

"Que demonios.."- Naruto abrió sus ojos cuando vio a los dos Iwa-Nin parados de pie frente a él.

Lentamente giro su vista hacia su amiga y observó cómo luchaba por respirar de forma normal.

"¿Que demonios hacen dos Shinobis de Iwa aquí?"- Naruto demandó la respuesta mientras Lentamente tomaba dos Kunai y se preparaba para cualquier lucha.

"Ven con nosotros renacuajo, y no te lastimaremos"- El ninja de la derecha dijo y Naruto frunció el ceño.

"Están locos, yo no iré con ustedes... En cualquier momento Shinobis vendrán y los apalearan."- Naruto inhaló aire y tensó sus músculos.

"Te lo hemos ofrecido por las buenas niño... No quiero que luego llores"-

Sin decir más el mismo ninja se lanzó contra Naruto quien abrió sus ojos sorprendido ante la velocidad del Shinobi.

No le dió tiempo a reaccionar cuando el puño del hombre se clavó en su estómago, haciéndole escupir saliva.

El aire escapó de sus pulmones y cayó de rodillas, buscaba aire por todos lados pero no entraba.

"Que fácil, déjalo inconsciente y vámonos."-

El que quedó atrás le dijo.

Asintiendo el hombre se preparó para noquear a Naruto pero se vio obligado a colocar un Kunai a su costado para evitar la estocada de la niña pelinegra.

La niña jadeaba con fuerza mientras se paraba frente a Naruto al lograr alejar al hombre de su amigo.

Los dos Shinobis se vieron entre si y asintieron.

Itami solo observó de reojo a Naruto.

"¿Estás bien?"-

Naruto quien ya había logrado respirar bien asintió.

El chico se puso lentamente de pie mientras tomaba el último Kunai que le quedaba en su bolsillo.

"Nos van a matar... "- Naruto se coloco al lado de Itami quien asintió.

"Así es... Hay que hacer tiempo mientras Uzumaki-San vuelve"- Itami dijo y Naruto asintió.

Los dos se prepararon para luchar, las nubes comenzaron a oscurecer y amenazaban con llover.

Flush

Los Iwa-Nin cargaron contra los niños y chocaron Kunais, la fuerza tras el golpe fue superior a la de los niños quienes no lograron soportar los golpes y sus Kunais fueron desalojados de sus manos.

Ante eso, Naruto se e abalanzó contra el tipo que tenía enfrente, intentando acertar algún golpe.

Lanzó una ráfaga de golpes que para el ninja experimentado no era más que piedras lanzadas por bebés

Algo similar ocurría con Itami, quien se veía superada en toda regla por su rival.

"Acaba con la mocosa, hay que largarnos"- El que luchaba contra Naruto le dijo a su compañero quien asintió y en un rápido movimiento golpeó con el mango de su Kunai en la frente de Itami.

Seguido de un golpe en su rostro y estómago, la niña fue mandada hacia atrás y no tuvo tiempo de reacción cuando el ninja ya estaba frente a ella.

Estiró su mano con el Kunai peligrosamente cerca de su estómago.

Corte*

Sonido de carne siendo cortada atravesó todo el campo, el Shinobi que luchaba contra Naruto suspiro levemente al saber que habían asesinado a la niña.

El propio Naruto sintió que su sangre se helaba cuando ese ruido atravesó sus oídos.

Naruto se apartó unos metros de su rival y lentamente giró su rostro en dirección a Itami... Y quién estaba Tirada en el suelo, desangrándose con sus ojos cerrados.

Una herida de Kunai en su estómago.

Sus ojos se abrieron lentamente, no creía en la imágen que estaba viendo. Su amiga ahí tirada.

Lentamente dió un paso hacia ella, seguido por otro y otro y otro.. al fin llegó y con un nudo en la garganta se hincó junto a ella.

Sintió sus ojos picar con lágrimas, las cuales pronto rodaban por sus mejillas.

Él llevo sus manos a su rostro, suavemente la tomó y la acaricio.

"Itami... Itami... ¿Me escuchas? Se que me escuchas, venga va, ponte de pie... Hay que seguir entrenado... Hay que ser fuertes, ¿No?. Enorgullecer a nuestros padres... ¿Verdad? Eso dijimos hace tiempo. ¿Lo recuerdas? ¿Lo recuerdas verdad? Itami, Itami... ITAMI, ITAMI... ITAMI... Itami..."-

Los dos Shinobis veían eso y el tipo que acabo con Itami observó a su compañero quien le dió un asentimiento, dejarían quel niño se despidiera de la niña ante de dejarlo inconsciente... Eran Asesinos, pero aún había una pizca de humanidad en ellos.

"Tenemos mucho tiempo sin ir a comer ramen... ¿Por qué no abres los ojos y vamos a comer? El viejo dijo que la próxima vez nos daría gratis... ¿Recuerdas?"-

El silencio reino después de eso, las lágrimas resbalaban por el rostro de Naruto y caían en el frío rostro de Itami...

Sollozos se hicieron presentes, lágrimas, muchas lágrimas cayeron de él, su cuerpo comenzó a temblar.

Lentamente la lluvia de cernió sobre ellos, fría y dolorosa lluvia.

Alrededor de ellos, césped comenzó a salir junto a flores, hermosas flores rojas y blancas. Lentamente la niña fue alzada por madera que emergió del suelo, una plancha de su tamaño que luego fue creciendo hacia arriba y cubrió a la niña... Cómo un ataúd pero más lindo.

Las lágrimas aún caían por el rostro del niño, quien se llevó las manos a la cabeza, todo ante la vista incrédula de los ninjas.

"Ahg... AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHAAAAAHHH"- El grito de total dolor resonó por todo el lugar, seguido por una poderosa explosión de chakra que generó un viento sumamente poderoso que hizo a los hombre colocar chakra en sus pies para no salir volando.

Ante la explosión de chakra, toda los ninjas que se encontraban en la aldea fuero alertados, incluso el Sandaime.

"¡LOS MATARÉ, LOS MATARÉ, LOS VOY A DESTRUIR!"- El desgarrador grito Provino del niño quien con otra explosión de chakra Miles y Miles de raíces emergieron del suelo y se abalanzaron en contra de los ninjas enemigos.

Seguido de las ramas, Naruto se lanzó en una ira enseguedora contra los Shinobis, era más rápido, más fuerte y más furioso.

"¡LOS VOY A MATAR!"-

El grito se escuchó por todos lados cuando Naruto y las raíces impactaron contra los inmoviles.

PAAAAAMMM

Los escombros volaron y el humo de levantó cuando las gigantes raíces chocaron su objetivo.

Esa fue la escena que múltiples ninjas junto al Hokage y Kushina sé encontraron.

Hiruzen sentía que su corazón iba a romper su pecho cuando vio las ramas moverse de una forma que solo una persona había logrado.

Cuando el humo se asentó, todos se congelaron cuando vieron el causante de ello, el pequeño hijo de Minato estaba allí parado, con sangre bajando por su cabeza y con su mano alzada sosteniendo del cuello a un Iwa-Nin.

"Tú... Maldito bastardo,..."- Las lágrimas continuaban cayendo por sus mejillas mientras veía a los ojos al aterrorizado hombre, quien no podía creer que un niño lo tenía en esta situación.

Ningún Shinobis de Konoha tenía la fuerza de moverse, siquiera Hiruzen y Kushina.

"Tú la mataste... Me la has quitado... ¡LA HAS APARTADO DE MÍ!"- El grito de puro dolor y odio fue seguido por estacas emergiendo del suelo, con una puntas filosas." ¡TE VOY A MATAR!"-

Naruto impacto contra el suelo al tipo y de inmediato estacas salieron de nuevo y atravesaron al bastardo.

"¡AAAAAHN"- Del mismo cuerpo de Naruto estacas llenas de sangre emergieron y fueron lanzadas contra el Shinobis empalandolo y asesinandolo al instante.

Todos estaban congelados ante lo que veían... La gore escena de un niño de tan solo 4 años asesinando de una forma tan brutal aún Shinobi adulto hizo que a todos se les pusiera la piel fría.

Naruto se alejo del cuerpo y lentamente se giro y comenzó a caminar hacia donde había escondido a Itami, atravesó las muchas ramas que habían en el suelo y llegó hasta ella.

Por fin, alguien salió del shock y está fue Kushina.

"Naruto..."- Ella se acercó rápidamente hacía él y le tocó el hombro para llamar su atención pero fue totalmente ignorada.

El siguiente fue Hiruzen que de igual forma se acercó, pero también fue ignorado.

Naruto se hincó al lado de la Itami protegida por la madera.

Más Shinobis se acercaron y se les hizo un nudo en la garganta cuando vieron quel niño comenzó a llorar de forma fuerte y adolorida.

El líder del clan Uchiha y su esposa tenían miradas tristes y confundidas al ver al hijo de su amigo en ese estado, y más llorando ante esa caja de madera.

"Lo... Siento... No fui fuerte."- Sollozo con fuerza mientras abrazaba la caja..." No te pude proteger... Itami"-

Todos se congelaron ante eso y más los Uchihas mientras veían como la madera iba retrocediendo hacia el suelo, dejando ver el cuerpo moribundo de la pequeña heredera del clan.

Un grito horrorizado escapó de Mikoto Uchiha quien corrió hasta el cuerpo de su hija.

Fugaku parecía congelado, mientras una leve lágrima se deslizaba por su mejilla.

"¡Itami"- Mikoto gritó con dolor mientras tomaba en brazos a su hija.

Todos estaban shockeados al ver a la heredera de Uchihas allí muerta.

El Sandaime obtuvo una triste mirada al igual que Kushina quien se acercó a Mikoto y la abrazo con fuerza.

Naruto bajo su vista mientras sus lágrimas caían a la tierra... Otro Sollozo escapó de su boca mientras en un arranque de dolor e ira estampó sus puños contra el suelo, inconscientemente creando un terremoto al hacer emerger pequeñas ramas, que lentamente fueron creciendo y se acercaron al cuerpo de la niña.

Lentamente fue arremolinándose en la niña, y fueron más directas a la herida que tenía en su estómago

Todos veían eso con tristeza y otras llorando de dolor.

Pero el Sandaime comenzó a sonreír mientras una solitaria lágrima caía de su ojo.

Las ramitas cubrieron la herida de Itami y comenzaron a soltar una luz de color verde que se intensificó y devolvió el color a la piel de Itami junto a su temperatura.

Mikoto Jadeó ante eso cuando su hija tuvo un brusco movimiento.

Ya con su trabajo hecho, las ramas comenzaron a volver a enterrarse en el suelo.

Mikoto abrazo con más fuerza a su hija cuando está abrió sus ojos.

Ella lloro con fuerza y Fugaku no tardó en acercarse a su familia.

Itami veía todo confundida como estaba rodeada por personas y sus padres la tenían en brazos.

Pero observó cómo su amigo se encontraba con la cabeza gacha sollozando y podía notar como lágrimas caían al suelo.

Eso no le gusto para nada y volteo levemente a ver a su madre, quien aún llorosa sabía por el dolor quel niño estaba pasando y aflojó el agarre en su hija y la dejo acercarse a Naruto quien continuaba sollozando.

El pobre niño tenía sus ojos cerrados pero sintió como una pequeña mano se posaba en su cabeza... Ese tacto lo conocía.

De inmediato alzó su cabeza y jadeo y lloro más al verla ahí, sana y salva y sonriéndole.

"Hola tonto"-

"¡ITAMI!"- Naruto grito mientras lloraba y se lanzaba sobre la niña.

Ya con el susto fuera de sus cuerpos, todos sonrieron ante eso, y olvidaron levemente que acaban de presenciar un milagro.. a excepción de una persona.

El cielo se aclaró y el sol salió y Hiruzen alzó su rostro.

"Espero que estés orgulloso de tú tataranieto... Hashirama sensei"-

El rostro sonriente de Hashirama se reflejo en el cielo e hizo a Hiruzen sonreír aún más.

~Fin~