Volutas de humo
Fanfic para el Fujofiction de BL Day Latam 2022
Advertencia: escenas +18
Tal vez soy yo el que te está subestimando.
Como un juguete roto, quiero hacerte desaparecer.
El humo rebota contra mi cara, se esparce, siento mi olor y luego se desvanece. Aspiro el cigarrillo de nuevo, entra en mi sistema, lo siento en mi pecho, en mis brazos y en mis piernas. Lo retengo pocos segundos antes de dejarlo ir.
Veo las volutas de humo alejarse, para luego volver y envolverme. Finalmente me acaricia las mejillas y deja de existir.
No podía bajar la ventanilla del auto, afuera llovía. Sentía el ruido de las gotas, los autos en la noche y la mirada de Doumeki por el retrovisor.
- Si sigues mirándome así, vamos a tener un accidente -
- Lo siento Kashira -
Eché el cuello hacia atrás, apoyé mi cabeza en el respaldo y exhalé el humo lentamente. Cerré los ojos y pensé que Doumeki estaba mirándome. Dejé salir un quejido.
- Kashira ¿está bien? -
- ¿Por qué no lo estaría, tonto? -
- Perdone Kashira -
- Preocúpate por conducir o tomaré un taxi -
- Sí, Kashira, lo siento -
Observé el cuello de Doumeki de reojo, el nacimiento de su pelo, el cuello de su camisa y su espalda. Tenía los puños arremangados y se veían los músculos de sus brazos, su mano en la palanca de cambio vibraba mientras esperábamos el cambio de luz en el semáforo. Dejé el cigarrillo terminado en el cenicero.
Me saqué la chaqueta rozándome lo más posible sobre la ropa, tomé mi corbata y le di un tirón que sentí en la nuca antes de soltarla y pasarla sobre mi cabeza mientras pasaba la tela por mis labios, desabotoné mi camisa, pero cuando iba por el segundo botón sentí que se apagaba el motor.
- Kashira, hemos llegado -
- Tan pronto -
- ¿Necesita que pase a comprar algo? -
- No. Subamos. -
Tomó su chaqueta, ya había parado de llover, me abrió la puerta del auto y caminamos al edificio. El corazón me latía con fuerza, me palpitaba la entrepierna y quise encender otro cigarrillo, pero ya estábamos cerca del ascensor.
Se abrieron las puertas y subimos, estábamos rodeados de espejos y podía ver a Doumeki desde todos los ángulos, me quedé en sus muslos, sus manos colgaban a los costados y veía como una de ellas apretaba con fuerza su chaqueta.
Recordé esa película que habíamos visto en el cine, esa chica saltando sobre el tipo, sus pechos meciéndose, sus gemidos y el movimiento de su pelo. Sus caderas atrapadas por unas manos fuertes y el arqueo de su espalda.
Me deshago en el viento
Sin la tormenta no soy nada
Las puertas se abrieron y recorrí a Doumeki con la mirada antes de salir al pasillo.
Pasamos, prendí un cigarrillo y salí al balcón. El humo volvía a estar dentro de mí.
Doumeki preparó el baño y me avisó que estaba listo.
- Quiero chupártela -
Fue todo lo que dije al entrar al baño, era una palabra mágica que raspaba al salir de mi boca, pero que me encendía al ver cómo Doumeki me miraba y partía a su lugar en el borde de la tina.
Me saqué la ropa y me puse frente a él, no me miraba. Me arrodillé y solté su cinturón, desabroché el botón y bajé su cierre mientras lo miraba. Tomé su pene y empecé a succionar mientras me masturbaba.
Recordé a la chica, al movimiento de su trasero, sus gemidos, mis gemidos. Sentía a Doumeki mirándome, pero no quise levantar la cabeza. Abrí un poco mis piernas, sentí las baldosas heladas en mis testículos y se me escapó un suspiro.
- Kashira…-
- Cuéntame de nuevo cómo fue tu primera vez con la sensei -
- ¿Por qué quiere escucharlo de nuevo? -
- Me emociona escucharlo -
Comenzó su relato y yo seguía chupándosela, cuando llegó a la parte en que su sensei cruzaba sus piernas lo miré fijamente mientras pasaba la lengua desde la base de su pene a su glande. Posó su mano en mi pelo y lo tiró hacia atrás justo cuando sentí que su miembro había palpitado.
- Kashira… -
Estaba agitado y tenía una mirada de preocupación. Soltó mi pelo y comenzó a subir sus calzoncillos. Agarré una de sus manos.
- Perdone, no quise hacer eso -
- No he terminado -
- Perdone Kashira, pero no puedo seguir -
- Doumeki, ¿recuerdas nuestra ida al cine? -
- Sí -
- Me debes una -
Quité su mano de mi camino y volví a bajarle la ropa. Ahí fue cuando lo vi, estaba teniendo una erección.
Antes de que pudiera tomar su pene de nuevo, sentí que tiró de mi pelo y me hizo echar el cuello hacia atrás.
Ahora que vuelves a estar roto
¿Seguirás diciendo que soy precioso?
Lo sentí chocar contra mí, no era como el humo, no se desvanecía y no tenía mi olor. Me llenaba, era caliente y desenfrenado. Sus labios se movían fuertemente contra los míos, su lengua comenzó a entrar en mi boca y a enlazarse con la mía. Me tiraba el pelo con fuerza y sentía como su pene chocaba con mi pecho. Me senté en su regazo con las piernas abiertas como su sensei, tomé su mano libre y la puse en mi cadera, moví mi trasero como si lo estuviera montando y sentí como cada vez se ponía más duro contra mi pene.
Besó mi cuello, mordió sobre mi clavícula, acarició mis piernas, apretó mis muslos, volvió a mi boca y mientras me miraba, acabamos.
Su jadeo contra mis labios, la saliva uniéndonos, el vapor de su boca entrando y saliendo de mí, pero no abandonándome. Su sabor en mi lengua y su semen en mi abdomen.
- Kashira…lo siento -
- Así que ya no eras impotente -
- Yo…simplemente, no tengo una explicación…no estaba mintiéndole Kashira, se lo prometo -
Tenía miedo en sus ojos, me miraba, esperaba y sentía como sus manos se apretaban contra mí.
¿Quién es el que decide cuándo se termina de ser un juguete?
¿Quién morderá mis labios y los hará sangrar?
- Doumeki -
- Sí, Kashira -
- Tírame el pelo más fuerte -
Me acomodé, me acerqué y metí mi lengua en su boca. Mi sabor estaba ahí.
