No era desconocido para nadie que lo conociera mínimamente que su paciencia tiene un límite.

Era cierto que había llegado algo tarde, pero eso nunca fue problema ya que a ella parecía no importarle mientras llegaba, y por su parte nunca tuvo que esperarla, sin embargo, al no encontrarla en donde habían dejado hacía que se alterara un poco, pero intentaba ser racional y creer que había una primera vez para todo y que solo se retrasaría unos segundos, segundos que se convertiría en minutos que acabaron en una media hora cuando su paciencia llegó a su fin.

No creía que tendría que llegar a esto, pero tendría que ir a buscarla, quizás para otra persona sería difícil saber dónde estaría, pero él, como el buen novio que suponía que era, sabía todo de ella incluido sus horarios en la universidad.

Según tenía entendido la clase que tenía ahora se utilizó de una a la que no asistía, pero como hoy era el día de las sorpresas no perdía nada por ir.

No fue mayor su asombro al encontrarla allí entreteniéndose, a sus ojos, con aquel profesor que sin conocerlo ya le irritaba por ser seguramente el que retenía allí a su Rin, aunque a esta no la vio muy alterada por esto.

Cuando al fin la tuvo de nuevo cerca, no espero mucho y tan solo cerrar la puerta de aquella aula el agarro de la muñeca empujándola a la pared de aquel solitario pasillo quedando él frente a ella sin posibilidad d librarse de Koga.

—¿Dime te lo ha pasado bien? —

Gruñía sin aguantar más el moreno de ojos azules buscando una explicación en la mirada ahora temblorosa de su novia.

—Ko...koga intente irme, pero...no me dejó...nunca te dejaría plantado—

Sus temores eran confirmados sabía que esa "tranquilidad" de hace unos minutos era todo fingido y que estaba muy enfadado con ella por no aparecer.

—Pues a mí me ha dicho que no había ningún problema—

Comentaba siendo cada vez más evidente su disgusto y apretando cada vez más la muñeca de su pareja inconscientemente cegada por aquel enfado que solo aumentaba.

—Claro... A ti nadie te niega nada...por favor cálmame haces daño—

El miedo cada vez era más evidente en sus temblorosos ojos al borde del llanto y su entrecortada voz, ni siquiera intentaba forcejear con èl ya que así solo empeoraría la situación.

—Oh venga no te pongas así ¿Acaso me tienes miedo? Ya te dije que fue sin querer, sabes que no te volvería a hacer daño, ninguno de los dos quiere eso ¿A qué no? —

Intentaba parecer dulce con aquel suave tono de voz que usaba ahora, mientras acariciaba su mejilla derecha suavemente con su mano libre.

—No... No quiero, prometo compensarte, pero por favor suéltame y vámonos de aquí—

Pedía con casi un hilo de voz cada vez más desesperada ya que en sus palabras vio más una amenaza que un intento de sutileza por su parte, era cierto que le quería como a nadie, pero en momentos como ese seguramente le aterraba.

Por parte del moreno, una sonrisa maliciosa apareció en sus labios dejando atrás aquel "pequeño" enfado, su respuesta fue algo que tomaría en cuenta en los próximos días, por el momento cumplió su petición y se fueron de allí de una vez, a pocos minutos de que terminara el descanso y los pudiesen ver marchar.

Por otro lado, un albino había escuchado toda aquella conversación con bastante preocupación al ver en que estaba metida una de sus alumnas, sabía que no debería meterse más de lo necesario, aunque aquello era más fácil decirlo que hacerlo.

XXX

Había pasado un par de días desde lo ocurrido entre Rin y Koga ya pesar de que aún tenía mucho papeleo de por medio, para nuestro nuevo profesor le era difícil quitarse todo aquello de la cabeza, sabía que la gente como Koga no tenía limitaciones y harían cualquier cosa por conseguir lo que quieren.

Era obvio que le preocupaba, pero no era todo malo, tras aquella charla durante el descanso había conseguido que asistiera a sus clases, aunque seguía sin hacer las tareas que mandaba.

Por otro lado, aquel albino había recibido algo más aparte de papeleo, había recibido su primera queja por parte de los familiares de uno de sus alumnos, lo que hizo que tuviera que llamar a Rin una vez más a la hora del descanso debido a que estaba involucrada.

—¿Acaso ahora me vas a preguntar por qué no hago tus deberes? —

Preguntaba con una evidente ironía en su voz, al igual que molestaba, aunque al estar sentada de brazos cruzados y hacer aquel berrinche, llegaba a parecer una niña pequeña.

—No, no es por eso, aunque creía que te gustaría quedarte durante los descansos—

Respondía con tranquilidad sin poder evitar hacer aquella pequeña broma mirándola atentamente.

—¡Eh! ¿Cómo puedes pensar eso? —

Aquello le hizo alterarse y ponerse algo nervioso de solo pensar en ello.

—Antes de que preguntes, me llegó una queja por parte de un familiar de que agrediste a un compañero—

Volvía con la seriedad habitual, ignorando aquella pregunta mientras esperaba una respuesta o reacción por su parte a lo que le acababa de contar.

Ciertamente le costó un poco reaccionar y saber de qué le estaba hablando hasta que recordó el encontronazo con Sota hace unos días atrás, en un principio pensó en que aquello no había sido para tanto hasta que grabó como era la hermana de Sota y comenzó a entender que hubiera ocurrido, lo que le molestó aún más que tener que estar allí.

—Ha sido la hermana de Sota ¿A que sí? Esa Kagome es una dramática chillona que monta escándalo por todo apenas le toque—

—Eso no te lo puedo decir, pero lo que sí, es que los problemas no se solucionaran con violencia y menos dentro del centro—

Mantenía la compostura en contraste con lo alterada que se había puesto, una vez más.

—No fue ningún problema solo me defendía a mí ya Koga, cualquiera que hubiera escuchado todo lo que me hubiera dicho hubiera reaccionado igual o peor...sobre todo si lo hubiera escuchado Koga...—

Aquella última frase fue un leve susurro, pero fue suficiente para que Seshomaru le escuchara y quebrantara su tranquilidad natural.

- ¿Ah sí? Dime ¿Qué hubiera hecho Koga?—

Preguntaba algo acelerado, saber que sus acciones habían sido por defenderlo a ese tipo le hacía arder la sangre.

—Solo es algo impulsivo...pero eso es porque me quiere demasiado y por eso no toleraría que digieran cosas así—

No estaba seguro de que decir exactamente sin que pareciera mala persona su novio, ya tenía experiencia en que nadie le apoyaría en su relación.

—¿Acaso cree que eso es amor de verdad? Si te ve como algo de su posesión no te quiere de verdad...—

Decía intentar tranquilizarse y hacerla entrar en razón a ella, sin entender como terminaron hablando de esto.

— ¿Y tú qué sabes sobre lo que él siente por mí?! No tienes ni idea así que no puedes opinar—

Ya sabía que no tenía ningún apoyo y no esperaba que con él fuera diferente, pero eso no quitaba que le molestara escuchar otra vez cosas como aquellas.

Era bien sabido que Sesshomaru tenía un temple y paciencia casi infinita, pero al ver como defendía a aquel sujeto algo dentro de él estalló y, con un rápido y delicado movimiento agarro uno de las muñecas de Rin, y la levantó haciendo que la manga que tapaba su fina y pálida piel, se deslizara hacia atrás dejando ver las marcas que le había hecho Koga aquel día, por lo fuerte que le agarro, a la vez que se levantaba de su silla para mantener su brazo alzado y sabiendo que estarían ahí esas marcas.

—¿Esto para ti es amor? ... No tienes ni idea de lo que es el amor—