A la mañana siguiente, aparte del examen de historia, Rin y sus amigas no tuvieron muchas más clases aquel día.
Ciertamente para Rin aquel examen no había tenido mucha dificultad, y en parte tenía que agradecer al propio profesor por sus ayudas en los recreos.
A pesar de los buenos resultados que esperaba, a la morena se la podía notar bastante inquieta y pensativa de lo normal.
Las chicas creían que a lo mejor el examen no le había salido tan bien como les hacía creer o tal vez había algo más.
Por lo general era Ayame la que se encargaba de dar rienda suelta a s imaginación y especular entre Rin y Sesshomaru, pero ahora eran Sango y Kanna las que tenían sospechas ya que habían estado viendo el comportamiento de su amiga durante el examen, en vez de actuar con normalidad y su positividad habitual antes de comenzar, notaban que se avergonzaba cada vez que Sesshomaru pasaba cerca ¿Qué había pasado ahora?
Las chicas también habían intentado quedar con ella al terminar las clases aprovechando que habían salido pronto y era viernes al fin después de unas duras semanas de estudio culpa de aquel examen, pero antes de que la morena pudiera responder de la nada le llegó un mensaje que solo intensificó aquel comportamiento extraño mientras se marchaba prometiendo que se lo explicaría todo el próximo día.
Rin había casi volado a su casa, desde ayer andaba con los nervios a flor de piel ya que apenas había asimilado lo que había escuchado el día anterior.
El mensaje que había recibido era el de Sesshomaru indicándole la hora y el lugar donde la iría a buscar.
Casi no se lo creía aún, iban a salir juntos, aunque no se considerara aquello como una cita como tal, la idea de verse a solas con él fuera de la universidad parecía casi surrealista debido a la posición que ocupaba cada uno.
Esto le generaba muchas dudas, pero la que más le preocupaba era la de ¿Qué se iba a poner?
Se encontraban a principios de junio, hacía calor, pero aun así hacía el suficiente fresco como para tener que abrigarte mínimamente, aunque esto también dependía del tiempo que estuviese fuera y en donde, ¿Acaso irían a algún sitio después de ver a aquel médico?
Todas estas dudas la estaban volviendo loca de forma que cuando llegó a su casa ni siquiera se dio cuenta de que su padre le había saludado, llegando a preocupar al señor Naruku que siguió a su hija hasta su cuarto encontrándola parada delante del ropero abierto de par en par.
—¿Ha habido algún problema con el examen de hoy? Ni siquiera me has saludado—
Preguntaba aquel hombre apoyado en el marco de la puerta viendo la actitud extraña de su hija.
—¿Eh? No no ninguno, me ha salido estupendamente y perdón papá estaba pensando en mis cosas—
Se disculpaba la menor algo apenada por ignorar antes a su padre, para así volver a centrarse en lo que se iba a poner.
—¿Vas a salir con las chicas? —
Preguntaba nuevamente el señor Naraku llegando a sentarse en la cama de su hija.
—No hoy no, he quedado con un ... Conocido nada más—
Intentaba ocultar su nerviosismo ante el tema para al final sentarse al lado de su padre para mirar el ropero desde la lejanía, al no encontrar nada que le convenciera para ponerse.
—Ya veo solo un conocido ¿No?, en ese caso tengo un par de consejos y una petición, lo primero es que tienes que estar y sentirte cómoda no hace falta que, vistas de una manera especial o diferente, solo se tu misma y esto tiene que ver con el segundo consejo, relájate, si solo es un conocido al que ya has visto antes no hay motivo por el que estar tan nerviosa ahora y bueno la petición es que, si ese chico deja de ser solo un conocido me gustaría conocerlo, y seguro que a tu madre también—
El señor Naraku no había tenido muchas oportunidades para actuar como padre estos últimos años, pero eso no quita que no se preocupara por su única hija la cual estaba creciendo y ya era una mujercita a la que le empezaba a importar su apariencia cara a los demás.
Por parte de Rin, había escuchado detenidamente a su padre y solo bastó una de sus amplias sonrisas para hacerle saber al mayor que estaba de acuerdo con la petición, y que agradecía sus consejos dándole un fuerte abrazo que llenó a la morena de confianza y tranquilidad, aunque en el fondo también le hacía sentir una profunda tristeza por todo lo que había ocultado y ocultaba a sus padres, tanto el tema de sus estudios y Koga sin embargo aún no estaba preparada pero tarde o temprano quería sincerarse con ellos.
Cuando al fin decidió que ponerse ya casi era la hora acordada haciendo que su corazón diera un brinco, y que no pudiera estar quieta en su cuarto llegando a irse un poco antes a donde la iría a buscar Sesshomaru esperando poder calmarse un poco por el camino.
Sin embargo, la pequeña Rin no era la única que estaba nerviosa, un albino ojimiel también se había adelantado y llegó un poco antes de lo previsto, aunque por su parte sus preocupaciones eran otras.
No podía negar que le preocupaba que los vieran juntos y alguien los reconociera, por otro lado, no sabía lo que podría pensar Rin acerca de todo aquello después de comentarle como tendría que actuar delante de aquel conocido suyo.
. -Flashback.
—¿Qué les digo a mis padres? Qué voy a salir con mi ...—
—A tus padres diles que soy un conocido o como quieras llamarlo, pero una vez que lleguemos a la consulta tendrás que hacerte pasar por mi pareja—
Respondió finalmente tras meditarlo un momento considerando aquello la mejor opción.
Rin se quedó sin palabras y bastante sonrojada sin saber que pensar, si aquello era bueno o malo, aunque después de todo lo que habían pasado ¿Cómo podría definirse exactamente la relación entre ellos?
-si no estas desacuerdo siempre podemos buscar otra forma-
Comentaba Sesshomaru que había tomado su silencio como algo negativo, llegando a replantearse todo aquel plan.
-¡No! No no ... Me parece bien, es normal bueno quiero decir, sería raro que no llevaras a una chica que no fuese tu pareja, se podría mal interpretar y difícil de explicar-
Respondía rápidamente aceptando así sus condiciones.
Sin embargo, Sesshomaru no sabía que pensar, era cierto que al presentarla como su pareja no se levantaría sospechas y que todo se iba a quedar en una simple actuación de unos minutos, aunque ni él mismo supiera definir lo que sentía por ella más allá de una debilidad y que no significaba algo mucho más intenso como el amor ¿o sí?
. -Fin Flashback.
Este último pensamiento pasaba por la mente del albino desde ayer, todo este tiempo que había pasado con ella durante los recreos en vez de resolverle dudas solo le había generado más de las que ya tenía, y a veces ya ni siquiera sabía que pensar.
Estaba tan centrado en estos pensamientos que solo volvió a la realidad cuando una joven lo saludó desde la lejanía mientras lo llamaba, al principio no la reconoció hasta que miró mejor a aquella joven que cada vez se encontraba más cerca.
Efectivamente se trataba de Rin, iba vestida con un conjunto negro compuesto por una falda lisa y un jersey corto no muy grueso.
A ojos del albino nunca había visto a la morena más bella y radiante a pesar de que la veía casi todos los días, siendo ahora él el que se quedó sin palabras.
X X X
El trayecto en coche hasta la clínica no fue muy largo, cuando Rin se encontró con Sesshomaru este la estaba esperando apoyado fuera de su vehículo y tras un breve saludo le abrió la puerta del copiloto para así invitarla a entrar, como todo un caballero, antes de dirigirse a su puesto como conductor para iniciar aquel pequeño viaje.
Durante este, apenas cruzaron algunas palabras, pero si varias miradas el uno al otro queriendo creer lo que estaba pasando y lo que iba a pasar a continuación.
Cuando llegaron a su destino y Sesshomaru aparcó, con la suerte de hacerlo en frente de la clínica de aquel "conocido" suyo, se vio en la necesidad de hablar con Rin antes de llevarla hacia aquel sitio.
—¿Aún estas segura de que te parece bien esto? —
—Sí lo estoy, intentaré actuar lo más natural posible lo prometo—
Respondía autoconvenciéndose a sí misma también de que no tenía que ponerse muy nerviosa, recordando en el último momento que tenía algo que decirle a Sesshomaru.
—Por cierto, quería agradecerte por traerme aquí y preocuparte tanto por mí, últimamente es como si necesitara tu ayuda para todo ya que solo me meto en problemas—
El tono de Rin era uno de los más dulces que había escuchado de ella el albino, acompañado esto de su mirada apenada que ahora dirigía a sus manos, las cuales mantenía unidas.
Estas palabras y acciones causaron que la parte racional de Sesshomaru quedara una vez más cegada, y con un leve y suave gesto, tomó el mentón de Rin entre sus dedos para que esta le mirara mientras él se acercaba a ella hasta quedar a unos escasos milímetros uno del otro, y cuando solo estaba a un movimiento de juntar sus labios con los de la morena, una llamada al teléfono del mayor lo devolvió a la realidad.
