Capítulo 2
Quería tocar la puerta del baño, pero al ver la hora ya no tenía tiempo, salía del departamento al suyo donde se baño, tomó su ropa que tenía lista para ese día y tomaba algo para desayunar.
Mientras Michiru se encontraba en la tina de su baño salía, tomaba algo de cereal y caminaba a su habitación, comía mientras se secaba su cabello, miraba su cama algo llamaba su atención se acercó, era un pañuelo blanco, lo tomó y vio en una de las esquina el bordado de unas letras en color dorado "H. T." Lo comenzó a oler aún podía percibir su fragancia.
–en qué estaba pensando anoche, aunque me guste, no sé si en verdad quería eso ella. Miraba el pañuelo. –Bueno ya está hecho, no puedo hacer nada más.
Haruka llegaba a una de las pistas de un helipuerto, autos y camerinos rodantes se encontraban veía a Zoisite, Ami, Makoto y Nephrite mirando como despegaron unos aviones. Un pelinegro con canas se acercaba a Haruka con una sonrisa.
–que bien que llegaste espero que esté retraso te ayudará a desayunar bien.
–no se preocupe, ¿qué haremos el día de hoy?
–Bueno tendrás que conducir el auto y la Srta Emma estará como tú copiloto sonriendo, solo que terminen de ocupar la pista comenzamos. Veía a Haruka.
–esta bien sr, shibata. Veía como se alejaba. –será mejor que me vaya al camerino a prepararme.
Se alejaba caminaba aún camerino que tenía su nombre, entraba un traje café claro con una camisa negra, una maquillista y su peinadora se encontraban sentadas platicando, suspiro y comenzó a cambiarse, tomaba asiento en la silla frente al espejo. Las chicas comenzaron a maquillarla y peinarla, veían como el maquillaje era discreto al ver que todo estaba bien se alejaba.
–srta. Tenoh ya está lista solo falta que avisen para que salga. Decía una peli castaña.
–gracias, a las dos, pueden descansar e ir a comer.
–si, gracias. Las dos chicas decían y salían del camerino.
Haruka desayunaba el sushi que pidió esperaba que le hablara, después de un rato un joven entraba.
–srta Tenoh ya es hora.
–si, gracias. Se levantó de la silla, siguiendo al joven al auto negro.
–Haruka y si saldremos el día de hoy después de grabar. La miraba.
–Emmsa lo siento tengo cosas que hacer. Se subía al auto.
–vamos solo quiero conocer japón antes de que se termine este contrato. Se acercaba y la tomaba de la mano.
–Bien, comencemos. La cámara iba delante del auto.
Haruka arrancaba y Miraba al frente de manera feliz mientras Emma miraba el paisaje y su cabello se movía con el viento, realizaban varias tomas en diferentes ángulos captando las, al terminar una toma del auto a la distancia. Dejaba el auto al bajar Makoto llegaba y la abrazaba acto que fue fotografiado por periodistas, caminaba al camerino veía a su hermano algo preocupado no se le hacía extraño por lo de su compromiso. Haruka se fue a su casa y los cuatro chicos se quedaron platicando en casa de Makoto.
–¿En qué piensas? Ami miraba a Zoisite.
–solo que es extraño que en la pista hubiera clavos. Los miraba.
–tienes razón más que la pista se revisa antes de cada grabación. Makoto decía.
–pero chicos es una salida de la pista por ahí pasan autos con carga. Los miraba Nephrite.
–pero aún así, aunque en esa zona pasarán los autos tenía que estar libre. Zoisite miraba a Ami.
–comprendo lo que dices, pero tendría que ser alguien que la odiara y aún no sabemos si es a Haruka o a Emma a quien querían lastimar. Ami los miraba.
–aun así lo mejor es no dejarla sola. Nephrite los miraba.
–estoy de acuerdo contigo. Zoisite lo miraba.
Las chicas movían su cabeza en afirmación. Haruka se encontraba en camino su mente se llenaba de pensamientos en qué pensaría Michiru de ella, y más que la tomó en un momento en que ambas no se encontraban en su juicio, tenía que resolverlos ya que tenía algo en claro la quería. Michiru se encontraba tomando un baño cuando escuchó que tocaban tomó una toalla a ver quién era pero encontró una nota en el piso.
"Te espero en mi departamento para hablar. Haruka Tenoh"
Haruka preparaba té y café se servía y dejaba sobre la mesita de centro su taza y unas galletas, se escuchaba como tocaban al abrir veía a Michiru, la dejaba pasar su corazón latía con fuerza al verla. Fue a la cocina por la taza de té verde y lo colocaba en la mesita de centro.
–gracias. Tomaba la taza y le ponía miel.
–Michiru, con respecto a lo que pasó anoche… yo no sé qué me pasó... La miraba como estaba calmada.
–no te preocupes Haruka es algo que ambas queríamos, y ya somos adultas. Le tomaba al té.
–bueno aún no se cómo sería todo. La miraba como bajaba su taza.
–entiendo… miraba su te.
–pero lo que si se, es que no quiero perderte ni que te alejes, ¿Sueno algo egoísta?
–esta bien, comprendo que estés confundida hasta yo lo estoy, que te parece si mejor nos tratamos como amigas por el momento. Miraba su reacción.
–esta bien si eso es lo que quieres seremos amigas mientras. Trataba de decirlo de manera tranquila.
–eso sí Haruka, pero tengo una condición, si en dado caso no funciona seguiremos siendo las mejores amigas sin importar que pase, ya que no se porque pero tampoco quiero perderte. Tocaba el pañuelo que llevaba.
–bueno estamos de acuerdo. Tomaba su café sentía que se atoraba.
–¡Haruka! hoy en mi departamento, dejaste tú pañuelo. se lo mostraba.
–¡ah! Gracias. Lo tomaba, se perdía en su pensamiento. –no puedo creer que se me olvidará.
–no tienes por qué. la miraba.
–bien, te gustaría ver una película en agradecimiento. La miraba.
–si, será como una pijamada, deja voy por una. Se levantó Michiru.
–puedes ir a mi habitación ahí tengo una, solo que es de pantalón y camisa. Le indicaba dónde estaba.
–si Gracias. Entraba para cambiarse, veía su clóset no tan solo tenía ropa de hombre sino también alguna ropa de mujer, la tomaba.
–que esperabas, que te saltará a los brazos diciendote te amo. Pensaba Haruka mientras preparaba las palomitas, escuchaba como alguien le hablaba.
–¡Haruka! ¿te parece una de terror? Mostraba una película.
–la que gustes está bien. vaciaba las palomitas en un recipiente, caminaba al sillón donde una cobija se encontraba.
–vamos a apresúrate, y cambiaste para que la veamos juntas. Se acomodaba en el sofá.
Haruka la miraba y suspiraba. –no me gusta como me lo dices.
–¡bien! se levantaba Michiru, la tomaba del brazo llevándola a la habitación, la cambiaba de ropa. – A mi no me gusta estar sola viendo una película de terror.
solo la miraba. –está bien.
Esa noche se la pasaron viendo películas Michiru se quedaba dormida en el sofá Haruka la tomó entre sus brazos, llevándola a la cama donde la tapo, recostandose a su lado. La semana se pasaba tranquila entre ir al festejo de compromiso las familias Tomoe y Nara unos días después fueron a la boda de Setsuna y Otohiko, se notaban más cercanas esto lo notaron sus amigos. Setsuna visitaba en su departamento a Michiru pero al llegar se percató que se encontraba con Haruka sonriendo fuera del departamento.
–¡Setsuna! Michiru la veía sorprendida.
–creo que llegué en mal momento. Sonreía Setsuna.
–no, solo que saldríamos a la plaza a comprar unas cosas para mañana. Michiru le sonreía.
Haruka veía a Setsuna. –Hola, es un gusto encontrarte de nuevo Srta. Meio.
–vaya joven Tenoh, podría decirte Haruka, y tú me puedes llamar setsuna. Le regalaba una calida sonrisa.
Haruka sonrió. – está bien Setsuna.
–Bien, yo venía a hablar contigo Michiru, pero veo que estás ocupada. Las miraba.
–si gustas puedes acompañarnos. Haruka le decía.
–si Setsuna vamos. Michiru la tomaba de la mano.
Setsuna aceptaba fueron a la plaza chiva donde entraban a comprar algunos regalos, Haruka entraba a una joyería. Mientras las dos chicas platicaban en una cafetería sobre Haruka. Michiru le contó lo sucedido a su amiga omitiendo que ya habían tenido intimidad, Setsuna solo la escuchaba algo intrigada.
–Michiru comprendo, sin importar su género ¿tu la quieres? Le tomaba a su café.
–si, pero comprendo que aquí la sociedad es diferente, no creo que lo acepte y no quiero arruinar su carrera. Miraba su té.
–¿se lo has dicho?, o ¿es porque aún no sabes cómo reaccionará tu familia? Sonreía Setsuna.
–aun no le he dicho. Suspiro Michiru.
–bueno solo piénsalo, puede que sea bueno que sepa que la quieres. La miraba y pensaba. – a lo mejor solo tarden en darse cuenta.
Haruka llegaba. – ya tengo el regalo chicas si gustan podemos regresar.
Se quedaban a terminar sus bebidas antes de ir y dar una vuelta por el lugar Setsuna se percató una revista de espectáculos la foto de Haruka con Makoto abrazándola, y otras en eventos. Seguían por el auto viendo los árboles que adornaban las calles, al llegar al piso 12 cada una entraba a su departamento. Setsuna se quedó solo un rato con Michiru antes de irse.
Haruka de regreso pasaba a la joyería de la plaza chiba, le daban un dije de oro blanco de dos cisnes que formaban un corazón, por su tamaño no se alcanzaba a ver a simple vista. lo colocaba en una cajita con su cadena tenía que ser la primera en darle su regalo y qué mejor que un día antes la metía al bolsillo, compraba una rosa, regresaba al departamento, se bañaba y cambiaba al estar preparada caminaba al departamento de Michiru tocaba y esperaba que abriera la veía con una falda blanca y blusa gris.
–¡Haruka!
–puedo pasar Michiru. Le entregaba la rosa blanca.
–si adelante. Caminaba a la cocina y buscaba un florero colocando la rosa.
–Michiru el día de hoy, yo quiero que… tocaba la cajita en su bolsillo.
–lo siento Haruka estoy ensayando me toca un recital mañana en Osaka. Servía té en dos tazas.
–entiendo, bueno será mejor que me retire. Caminaba a la puerta.
–Vamos Haruka por favor siéntate y ¿dime qué pasa? Llevaba unos postres y dos tazas.
–esta bien, venía a invitarte a cenar por tu cumpleaños. Caminaba al comedor.
–es una lastima no puedo salir el día de hoy, pero si quieres pedimos algo de comida. Sonreía Michiru.
–está bien. Haruka sacaba su mano del bolsillo.
Michiru tocaba el violín, mientras Haruka preparaba unos tallarines instantáneos, servía en dos copas un poco de vino blanco, le gustaba cada nota sabía que la había escuchado antes cuando comenzó a revisar su celular era la misma que escuchó ese día en Escocia cuando llegó por primera vez, seguía tocando las notas eran unas más tristes. Se quitó el delantal y se acercó a ella por la espalda abrazándola. Michiru al sentir como la abrazaban dejó de tocar.
–¿Michiru vamos a cenar? Le daba un beso en la mejilla.
–si, solo déjame guardarlo. Bajaba el violín.
Haruka la soltaba, caminaba a la cocina y Michiru se sentaba, guardaba su violín en el estuche que estaba en la mesa de centro, caminaba al comedor una cena sencilla brindaban esa noche Haruka se quedó escuchando como tocaba. La mañana siguiente se encontraban abordando un avión para llegar a tiempo, al bajar del avión en la terminal del aeropuerto varios fotógrafos y camarógrafos se encontraban, Michiru miraba de reojo a Haruka quien le ofrecía su brazo.
–vamos que aún quiero llevarte a un lugar. Le sonreía mientras caminaban.
–¿adonde me llevarás? La miraba de manera tierna.
–Luego te diré. Haruka miraba al frente y sonreía.
Los camarógrafos tomaban fotos de ellas. –srta kaioh, ¿Están saliendo? –¿tocará con el joven Tenoh? –¿Se volverán una pareja?
–joven Tenoh, –¿es verdad que volverá a tocar? –¿participará en el concierto? –¿Son pareja? –¿Que tipo de relación tienen?
Ellas solo caminaban y sonreían entre el mar de reporteros, abordaron un taxi al hotel cerca de la playa, subían a su habitación al entrar un lugar amplio con su sala, baño, dormitorio y un balcón. Colocaban las dos maletas sobre la cama. Michiru sacaba un vestido azul lo dejaba sobre la cama y entraba al baño. Haruka pedía algo de comida y un auto, recibió la comida, escuchaba como salía.
–pedí algo para comer. Entraba al baño.
–Gracias Haruka. Se secaba su cabello.
En el baño Haruka cerraba sus ojos bajo el agua tibia de la regadera, que recorría su cuerpo, escuchaba como le hablaban al ver a la entrada Michiru se encontraba observándola.
–Haruka sobre la cama ya está un pantalón, camisa y saco sonreía. De manera traviesa.
–gracias, podrías pasarme la toalla. Cerraba las llaves.
Le entregaba, viendo como se secaba y se colocaba la bata, con una sonrisa. Camino a la cama se vestía viendo que no le quitaba la mirada, se acercó a ella dándole un beso en los labios, Michiru le rodeaba el cuello con sus brazos para que no se alejara, se separó por la alarma de su celular qué sonaba.
–ya debemos irnos. Veía su celular.
–bueno vamos. Le daba un beso en la frente.
Tomaba su estuche caminaban fuera donde un auto negro las esperaba, conducía Haruka al teatro de Osaka de paredes grices de tres niveles al entrar unas escaleras que conducían al primer piso y al los palcos continuaban caminando, un hombre se acercaba.
–srta Kaioh la estábamos esperando, su camerino está listo. Realizaba una reverencia.
–gracias sr. Shino. Le sonreía. –le presento a mi acompañante Haruka Tenoh… era interrumpida.
–¡joven Tenoh! Tanto tiempo, aún sigo esperando escuchar como tocaba. Sonreía.
–lo siento Sr. Shino pero ya no toco. Sonreía.
–vaya, es una lástima. suspiraba. –Bien Srta Kaioh y joven Tenoh acompañenme. Caminaba por un pasillo a la parte trasera del escenario se detenían en el tercer camerino. –aqui es.
–gracias. Entraban las dos un espacio con un tocador, una silla, un pequeño sofá y una mampara para cambiarse.
–El vestido verde es hermoso. Tocaba el vestido Haruka.
–baya no te había escuchado hablar así de un vestido. Se sentaba en el sofá y sonreía.
–jajaja… bueno solo he utilizado faldas desde que cumplí los 14 años, cuando era pequeña mis padres me hacían utilizar vestidos. Aunque en segundo de preparatoria por complacer ocupe ropa de hombre… realizaba una pausa. –a veces la ropa que me hacía usar no me gustaba. Pensaba.
–bueno, creo que no te queda mal, ninguna de las dos. Se levantó, caminaba detrás de la mampara. –por favor, me pasas el vestido.
Regresaba en sí. –aquí tienes. Se lo dejaba en la mampara se sentaba.
Michiru la veía aún tenía algo que la lastimaba, se colocaba el vestido, caminaba a fuera para que le ayudará se levantaba el cabello. –podrías.
–si, por su puesto. Su dedo índice rozaba su espalda sentía una corriente eléctrica que pasaba. –ya está Michiru.
–gracias. Se sentaba en la silla y comenzaba a maquillarse.
Tocaban la puerta un joven peli-negro le indicaba que le tocaba salir, caminaban por el pasillo Michiru respiraba profundo se paraba en medio, el telón se levantava, su música llenaba la sala, Haruka la miraba y quedaba hipnotizada envolviendose por cada nota. Cuando dejaba de tocar se escuchaban los aplausos. Regresaban al camerino se cambiaba y salían reporteros le tomaron fotos. Se alejaba en el auto al hotel, bajaban a la playa, caminaban cerca de la costa mientras la luna brillaba se recostaron en la arena.
–Haruka, vamos a entrar al agua. Michiru se levantó y comenzó a caminar a la orilla de la playa.
–Lo siento, aparte que hace frío, no me gusta mucho la idea de estar dentro del mar. No escuchaba respuesta se incorporaba, veía cómo caminaba a dentro, se levantó sin pensarlo mucho entrando, le llegaba a las rodillas.
–¿qué pasa? Trataba de tranquilizarse.
–Solo quería mojarme un poco y tal vez nadar. Miraba como estaba preocupada.
–Mi hermosa princesa, te puedes enfermar. La levantaba llevándola a la playa. –vamos a dentro así podrás tomar un baño caliente y si quieres en primavera vamos a nadar. Le daba un beso en la frente.
–esta bien pero espero cumplas. Se aferraba a su cuello.
–si, aunque mi cena romántica ya no será en la playa ahora será en la habitación. susurraba.
Michiru la escuchaba ahora entendía porque estaba haciendo tiempo, sonrió mientras recargaba su cabeza en su pecho y podía escuchar su latido. Al llegar a la habitación entraban se desvestía se bañaban juntas salían en bata, Haruka salía al pasillo viendo que el carrito de servicio estaba afuera con lo que pidió, lo metía y colocaba sobre la mesa los dos platos de ensalada de fruta, una rebanada de pastel de chocolate y las dos copa le servía vino dejaba la botella aun lado. Michiru se sentaba enfrente de Haruka y el pastelito con una velita, escuchaba como le cantaba.
" Happy Birthday to You, Happy Birthday Dear Michiru, Happy Birthday to You.
From good friends and true, From old friends and new, May good luck go with you, And happiness too.
–pide un deseo. Les sonreía mientras sostenía el Platito con la rebanada de pastel.
–porque todos nuestros días sean mejores. Pensaba, le soplaba a la vela, tomaba un tenedor probando un trozo el sabor a leche, durazno y chocolate se mezclaba.
Haruka tomaba una copa. –feliz cumpleaños espero te la pasaras bien.
–Este es uno de mis mejores cumpleaños. Tomaba un poco de vino.
Haruka se acercaba al ver qué dejaba la copa, la beso, sus lengua se encontraban poco a poco los besos subían de intensidad, caminaron a la cama, donde comenzó a bajar por el cuello a sus pechos quitándole la bata bajaba su mano acariciando su parte baja. Michiru le quitaba la bata, al sentir como algo entraba se aferraba a ella, se sentía que flotaba, sensaciones entre bienestar y seguridad se agolpaban en su pecho. Haruka bajaba a su vagina, lamía desde sus labios al clítoris, Michiru se aferraba a las sábanas su mente ya no pudo y estalló dejándola cansada y tranquila.
–en verdad eres hermosa Michiru. Lo decía con la respiración agitada.
–aún falta Haruka.
Le daba un beso y se subía encima comenzaba con pequeños besos en el cuello, sus dedos recorrían sus piernas subiendo Haruka comenzaba a gemir, su mente se llenaba de su esencia ese aroma que en varias ocasiones le despertaba varias sensaciones, la seguridad. Sus cuerpo se estremecía al sentir la lengua de Michiru sus respiración era más entrecortada un gemido llenaba el silencioso lugar, apenas si podía respirar, Michiru subía y se recostaba aun lado de ella exhausta. Las dos caían en los brazos de Morfeo.
Así se terminaban las vacaciones y llegaba justo al inicio del nuevo ciclo escolar, Haruka veía que este último año le tocaría con Michiru y Jadeite. Al llegar al departamento veía a su hermano, Mamoru y Kunzite, Otohiko y Setsuna llegaban en su auto deportivo.
–Haruka, nos vemos en la boda. Le sonreía Otohiko.
–si, nos veremos. Sonreía.
–¡ah…! Tocarás el piano. Decía Zoisite al subirse al auto.
Haruka miraba como salían del lugar con una sonrisa su hermano y amigos. –me hará tocar el piano, como se le ocurre.
A lo lejos algunos estudiantes veían a Michiru bajar del auto, entre ellos una castaña, que fruncía el ceño al verlas juntas y escuchar los murmullos. –¿no sabía que salían? –¿Pero cómo es que Kaioh está con Tenoh? –¿serán pareja ya? –¿cómo Tenoh habrá hecho para salir con ella? –¿Cuánto tiempo llevan saliendo?
Los días transcurría entre exposiciones, realizar trabajos y algunas veces se toparon con Miki quien se molestaba al verlas, felices. Una de las tardes, Nephrite se encontraba en el club de Judo viendo a Jadeite y Haruka en su práctica, un grupo de chicas hablaban junto con Miki.
–Es mi pareja. Miki decía.
–no puede ser cierto Miki, cualquiera podría salir con Tenoh. Una peli-roja decía.
–si puedo hacer que se fije en mí. Una peli-negra decía.
–Vamos chicas ya tiene novia. Una peli Castaña decía.
–si eres su pareja entonces qué te de un beso. Una peli-roja decía.
–se los demostraré cuando se termine la práctica. Miki cruzaba sus brazos algo nerviosa.
Haruka caminaba a las duchas, Miki dudaba en entrar, al final decidió esperar en el pasillo de los vestidores pero no se percató que ya habían entrado una de sus amigas, quien se encontraba en el casillero al ver que se sentaba en la banca y comenzaba a vestirse se acercó susurrando le.
–Tenoh. La besó
Haruka se sorprendió a tal acto, al separarse vio el cabello aguamarina que salía de los vestidores. Unos minutos antes Michiru caminaba al gimnasio donde Haruka se encontraría practicando pero solo encontró a Nephrite, sentado esperando.
–la práctica terminó temprano. Miraba a los jugadores de voleibol.
–gracias iré a los vestidores. Caminaba por un pasillo donde unas chicas se encontraban.
Se topó con Miki quien solo desvió la mirada, entraba una joven peli-roja de coleta se encontraba cerca de Haruka, quien volteo y dándole un beso, no termino de entrar salió con calma del lugar algunas lágrimas recorrían sus mejillas.
Recuerdo.
Dos siluetas negras se entre mezclaban bajo la luz del atardecer que se colaba por las ventanas, una joven de cabello ondulado regresaba al salón topando con la joven pareja, camina sin vacilar a su pupitre, tomando la lapicera que olvidó ese día.
El joven al ver a la chica de un salto se separa, miraba a la joven castaña de coleta, quien volteo a ver a la chica como se alejaba a la puerta del salón.
–¡Michiru
–lamento haberlos interrumpido.
Seguía su camino sin ver al chico peli-rojo, sentí como le costaba dar cada paso, pero era Michiru Kaioh tenía que seguir y no mostrar lo que sentía en ese momento.
–vamos amor solo fue un pequeño error el que cometí.
Seguía caminando serás de ella tratando de razonar, pero solo veía como seguía tranquila.
–deja te llevo a casa y te explico lo que sucedió.
– Aki no te preocupes no debes explicarme nada.
–Deja que te lleve entonces.
–no te preocupes me está esperando mi chofer.
La veía tan calmada, y con su sonrisa que todo se veía bien si no estaba molesta eso quería decir que le creía. No tenía porque decir otra cosa.
–esta bien nos vemos mañana.
Al subir al auto y ver cómo se alejaba del colegio, las lágrimas rodaban por sus mejillas, se cubría su rostro tratando de ahogar los sollozos que salían.
Entraba a su habitación sus ojos se encontraban rojo e hinchados entraba al baño tomando una ducha, se colocaba algo frío para bajar la hinchazón de sus ojos, para el día siguiente no quería que la viera así. La mañana siguiente Aki trataba de hablar con ella pero solo recibía su indiferencia cada que hablaban en la salida la espero para hablar.
–amor, ¿porque te portas así?
Seguía caminando ignorándolo. Él la detenía sujetándola del brazo impidiendo que siguiera.
–Michiru, amor te dije que solo fue un error.
–joven Narita, le pediría que me soltará.
Se trataba de soltarse del agarré, pero no podía.
–ya te dije que solo fue un error.
La sujeto de ambos brazos haciendo que retrocediera. Michiru al ver qué no podría sujeto sus manos,con su mismo peso y el apoyo de su pie, soltandolo al sentir que el lo hacía, al ver cómo era impulsado arriba de ella se escuchó un sonido seco, se levantó.
–te pediría que me dejara joven Narita.
Cuando se agachó a tomar sus cosas, él se levantó tratando de sujetar. Pero ella lo sujetó del brazo y lo tumbó de nuevo al suelo.
–¡Ahí! Se tocaba la espalda.
–término todo entre nosotros, no quiero que me sigas molestando.
Se aleja a un grupo de chicas que observaban lo sucedido, alejándose de la entrada del colegio.
Fin del recuerdo.
El sonido de los estudiantes platicando y de los autos la regresaba en sí, viendo como ya estaba en la entrada del colegio, su corazón le dolía, no podía calmar las lágrimas que brotaban de sus ojos. Cuando sintió qué unas gotas caían en su blusa azul mojando la se giró viendo como escurría el agua del cabello rubio al abrazarla su camisa negra se encontraba mojada en la espalda y el pecho. Haruka la abrazó y le dio un beso en la frente.
–yo.. te.. le colocaba el dedo en sus labios evitando que hablara.
–Vamos a casa. La tomó de la mano.
Caminaron al auto Jadeite y Nephrite llegaba con su mochila y maleta, de Haruka.
–vaya pensé que no corrías. Sonreía Nephrite de manera sarcástica.
–aquí tienes. Nos vemos chicas. Jadeite les decía.
–si y gracias. Le sonreía Haruka al encender su auto.
Regresaban al departamento, Michiru veía la cajita azul, sentía un dolor en su pecho, se retiró a su departamento. El tiempo pasaba y el día de la boda de Rei con Jadeite llegaba, ese acudían al templo sintoísta Hikawa con algunos amigos entre los que fueron, Michiru, Setsuna, Usagi, Minako, Ami, kunzite, Mamoru, Zoisite, y sus dos hermanos. En la mansión Torumi todos corrían de un lado para otro arreglando el jardín para la ceremonia civil, Haruka se había quedado para supervisar junto con Minako quien aprovechó para hablar con ella antes que regresarán todos.
–el esmoquin blanco te queda bien, pero luce mejor el negro. Miraba por el balcón.
–¿Bien dime que es lo que pasa? Suspiraba volteando a verla.
–bueno, aún no sé que pasa con ella y contigo, regresaron felices y luego unos días no se hablaron ella ni quería que te mencionara. ¿Es que están saliendo o no? Cruzaba sus brazos frunciendo un poco el ceño.
–jajajaja… vaya pensé que no se habían dado cuenta, bueno Minako para empezar si salimos pero aún no somos novias, con respecto a lo otro deberías preguntarle a ella. Bajaba su mano al bolsillo, sentía una cajita.
–¿¡Haruka!? No estés con tus juegos infantiles como siempre. Se acercaba a ella.
–vamos Minako, me conoces. La miraba con una sonrisa.
–por eso mismo lo digo, no quiero recoger los pedazos rotos de mis amigas. La miraba.
–pensé que me entendías, bueno tendré que buscar con Usagi mi nueva mejor amiga. Una sonrisa traviesa salía.
–Usagi te dirá lo mismo si entendiera lo que haces. Se estiraba y sonreía.
–¿yo que le diría? Usagi los miraba.
–jajaja. Reía nerviosa Minako. –es sobre...
–si hablas sobre si, se gustan es obvio que si. Usagi se cruzaba de brazos.
–y yo pensando que no entenderías. Suspiraba.
–bueno me mandaron a decirles que ya es hora. Se daba la vuelta.
–¡Sí! Usagi. Decían las dos.
Se acercaba Usagi y le susurraba. –deberias de dárselo y decirle que la quieres antes que ella se aburra y se vaya.
Los novios se cambiaban de su quimono por una ropa occidental, Comenzaba la ceremonia Haruka tocaba la marcha nupcial, caminaban enfrente del juez quien daba lectura, se escuchaba como decían sus votos y un aceptó, todos comenzaron aplaudir. Los periodistas tomaron fotos de los novios, Haruka tocaba "claro de luna" varios quedaron cautivados entre ellos Michiru quien entró a la casa, caminando a la habitación lo más rápido que podía, soltaba su vestido celeste tomaba su violín, bajaba al jardín y comenzaba a tocar, las cámaras la enfocaron mientras llegaba al podio, cuando dejaban de tocar se escucharon los aplausos.
–puedo Srta. Haruka le ofrecía su mano.
Una leve sonrisa era cubierta con su mano. –será un placer Srta.
Bajaban del podio caminando a los novios.
–Felicidades. Decían las dos.
– gracias Michiru y Haruka. Rei decía.
–vaya sorpresa, ensayaron demasiado para tocar tan hermosa música. Les sonreía Jadeite.
–solo fue algo del momento. Michiru decía.
–bueno, me gustó su interpretación. Le tocaba el hombro a Haruka.
–gracias. Le sonreía.
–si nos permiten chicas. Veían a los invitados.
–si, adelante. Sonreían ambas chicas.
