Capítulo 8

En Tokio una mujer salía del baño en playera secando su cabello, tomaba algo de agua, brillaba su celular y comenzaba a sonar un número desconocido aparecía lo tomaba y contestaba.

–Hola, Mariela.

–Haruka, pensé que no me llamarías, más por lo que está pasando. Se sentaba en el sofá.

–bueno si hay muchos reporteros, que quieren la exclusiva sobre mi. Sonreía ¿Pero dime esta vez que te trajo a Japón?

–bueno escuché del accidente, y lo de tu matrimonio, por eso estoy aquí.

–ya veo hasta Inglaterra llegó la noticia. Se escuchaba triste.

Se escuchaba una voz femenina que decía. –es acaso alguna mala noticia.

–no, solo hablo con una amiga.

El sonido del beso se escuchaba. Mariela se sentía rara y quería romper el momento.

–que bien ya veo que tienes otra nueva conquista.

–¿Qué? No, ella es mi novia. Decía Haruka rápidamente.

–Que bien ya sentaste cabeza. Ahora entiendo porque los medios están locos. Se reía Mariela.

–Si, quieren saber quién es.

–bueno Haruka que te parece si nos vemos para tomar algo o ahora ya no te dejan.

–te veo en la noche el fin de semana, paso por ti.

–si nos vemos. Colgaba.

Mariela veía el lugar su mente divagaba al recordar la voz, el día que contestó el teléfono de Haruka, aunque la voz no era igual a la de la joven que acababa de escuchar, pero aún así tenía dudas más porque ya la había visto en una fiesta.

–bueno aún no estoy segura de que sea ella. Decía mientras veía su vaso. –lo mejor es que me calme antes de verla.

En el colegio se encontraban con la seguridad del campus tratando de alejar a los reporteros pero algunos se colaron al estacionamiento y le tomaban fotos a la joven que bajaba del auto.

–si está será la exclusiva de mañana. Salía del lugar.

–buenos días chicas. Se acercaba Nephrite.

–Hola, buenos días. Decía.

–Hola, ya vieron que unos fotógrafos les tomaron unas fotos. Jadeite las miraba.

–si, desde ayer pero solo es a distancia. Decía Michiru mientras sostenía su maletín.

–creo que por el momento está bien. Haruka la miraba.

Al llegar al aula las clases pasaban en un abrir y cerrar de ojos, por la tarde Michiru entraba al club de música practicando por el festival que había de fin de curso Haruka acudía a las prácticas de judo. Así llegaba el fin de semana Mariela se arreglaba con una falda corta, una blusa gris, y suéter negro se encontraba ansiosa ya que tenía tiempo que no veía a Haruka, dio un pequeño salto al escuchar el timbre de la puerta se miró en el espejo, al abrir se encontraba con ella de jeans negros, chamarra color arena y esa sonrisa que le gustaba.

–Ya estás lista. La miraba.

–si, tomaba sus llaves y cerraba.

Bajaban las escaleras al estacionamiento, al llegar al auto Mariela espero que abriera la puerta, Haruka al percatarse que esperaba que abriera se regresó y le ayudó a subir. Mariela no pudo evitar sonrojarse se veía mejor de lo que esperaba.

La imagen de ella y como se veía sin toda esa ropa, resaltando cada línea de sus músculos, pensaba –debe de estar haciendo ejercicio de nuevo. En que estoy pensando. Miraba por la ventana tratando de distraerse.

Al llegar al bar Yoshida, se estacionaba bajaba y le ayudaba a Mariela, entraban un lugar rústico con unas mesas, barra y sillas de madera color Vino una iluminación tenue. Tomaron asiento en una de las mesas libres, pidieron unas cervezas y camarones tempura para empezar.

–Haruka yo sé que ha sido difícil este tiempo. Mi más sentido pésame por lo de tus padres. La miraba.

–gracias Mariela. Le sonreía.

–aquí tiene su cerveza y los camarones. Los colocaba en la mesa. –si necesitan algo no duden en decirlo.

–si Gracias. Decía Haruka.

–pero cuéntame qué pasó con eso de tu boda. Mariela se llevaba un camarón a la boca.

–nada ya sabes solo es mi hermano queriendo cambiar las cosas a su forma de ver el mundo. Le daba un trago a la cerveza.

–mmm… eso es raro y que enserio te casarás con el chico. Lo tomaba.

–no, yo ya tengo novia. Untaba de aderezo un camarón antes de comerlo.

–y ella piensa lo mismo que tú. La miraba Mariela

–si, Michiru es alguien que me enseñó a ver la vida de diferente manera...

Mariela abría sus ojos al escucharla, era esa mujer que solo sabía herir a Haruka y ahora regresaba de nuevo a lastimarla, pero cómo haría para que la dejara. –recuerdo que ella es muy celosa si la ve con otras chicas de seguro terminarán, y sino la enfrentaré. Pensaba.

–Mariela si quieres otra. La miraba Haruka.

–¿Qué? A si. Salía de sus pensamientos.

–Bien enseguida les traigo otra. Se retiraba la mesera.

–Bueno como te decía entré a clases de judo.

Haruka le contó a qué club se inscribió y como era el colegio, después del quinto tarro de cerveza que tomó Mariela se encontraba mareada al retirarse, un fotógrafo que pasaba tomó una foto de ellas dos abrazadas, ya qué Mariela no podía estar de pie sola. Entraba al auto conducía de regreso al departamento de Mariela la dejaba en el sofá antes de irse a su departamento.

Los rayos del sol la despertaban se vestía con un pantalón y playera sin mangas caminaba a la sala donde veía la televisión encendida y a Michiru viendo por la ventana el blusón de tirantes blanco le acentuaba su figura.

–¿Qué pasa? Caminaba a dónde estaba ella.

–nada solo veía la ciudad y las nuevas noticias.

–¡vaya! ¿y ahora que dicen?. La abrazaba.

–lo de siempre que a lo mejor salimos, y que tienes nueva chica. Sonreía al decirlo.

–supongo que fue cuando salía con alguna de mis amigas. Le daba un beso.

–si, podría ser. Bien, debes desayunar. Se volteaba y le daba un beso.

–como usted diga. Sonreía.

Caminaba a la cocina se preparaba un omurice y ensalada sencilla, al sentarse le robaron un poco de su platillo una sonrisa se dibujaba. Salían rumbo a la plaza chiba al salir del auto caminaba juntas, Michiru le tomaba del brazo, una chica las miraba mientras subían por la escalera eléctrica, al llegar a una tienda de vestidos de novia Usagi y Minako se encontraban esperándolas en la entrada.

–Hola chicas que bueno que ya están aquí. Minako les sonreía.

–si, vamos. Usagi jalaba a Haruka.

–Si. Caminaba Haruka.

Michiru la seguía adentro, mientras veían a sus amigas cómo elegían entre varios vestidos, al tener veinte diferentes comenzaron a probar celos sonreían al realizar su pasarela en frente de Haruka y Michiru.

–ven Michiru. Usagi la jalaba al vestidor.

–está bien. Sonreía Michiru.

–ahora ¿qué crees que se le ocurra a Usagi? Haruka veía a Minako.

–no sé, pero no será tan malo. Sonreía Minako.

En el vestidor le ayudaba a probarse un vestido blanco escotado, caminaban fuera solo miraba como no le quitaban la mirada de encima llegaba al frente de Haruka quien solo se levantó, la veía de manera cálida y con una sonrisa.

–eres la estrella más hermosa que bajo del cielo.

Michiru se sonrojaba al igual que algunas vendedoras, sus amigas que traían vestidos blancos escotados uno de tirante y el otro de media manga sonreían al verlas la siguiente en probarse un vestido fue Haruka quien no le gustó mucho la idea de vestidos ampones se probó uno sencillo de tirantes de forma de pétalo. Después de varios vestidos al final escogieron su vestido de novia Usagi escogió uno de escote redondo y cola larga y Minako uno de escote de corazón, ambos blancos así se terminaba el día.

–ya muy pronto será la boda de nuestras amigas. Michiru veía la carretera.

–si, solo unos meses para la boda. La miraba por un instante.

–dice Usagi que pedirá una fuente de chocolate. Sonreía al decirlo.

–vaya, así que si cumplirá su deseo. Sonreía Haruka.

Llegaban al estacionamiento Michiru bajaba primero, detrás de ella se encontraba Haruka con unas bolsas de la tienda de ropa. No sé percataron que alguien las observaba alejado de la vista de las cámaras

Por la mañana en el colegio, los reporteros ya habían disminuido, el día transcurría normal. Unas horas más tarde en la empresa Zoisite se encontraba estresado al ver inconsistencias en los gastos, de bimestres anteriores, siendo que la manufactura de piezas para auto era la misma, miraba el techo de su oficina, el sonido del teléfono lo sacaba de sus pensamientos.

–Hola, buenas tardes.

–Sr. Tenoh su auto le espera. La voz de una mujer decía.

–srta. Shibada, en un momento bajo, Gracias. Giraba su silla.

–si señor.

–que habrá estado haciendo Tatsuo, como es que no se percató de esto mientras estaba a cargo de está parte de la empresa, tendré que investigar estos gastos. Guardaba los papeles en su portafolio.

Realizaba una llamada y la voz de un hombre se escuchaba del otro lado.

–hola, Zoisite que milagro que te acuerdas. su voz era sarcástica.

–vamos no es para tanto, necesitó un favor. Se recargaba en el escritorio.

–vaya, sabes que te costará el favor, esta vez que necesitas. Se escuchaba como suspiraba.

–que investigues unos gastos de la empresa y quiero saber en qué se gastó el dinero.

–vamos, si son gastos no me necesitas para eso, solo checa bien el informe. Lo decía un poco molesto.

–solo quiero ratificar esos gastos y es algo urgente por eso llamé al mejor. Sonreía al decirlo.

–vaya si, tienes razón quién mejor que yo. Se escuchaba más contento al decirlo.

–bueno pero si no quieres le pediré a Jack que realice el trabajo si a ti se te complica hacerlo. Miraba el portafolio.

–¿Qué? A mí no se me complica, solo necesito los archivos y en dos semanas tendrás toda la información.

–bien te enviaré los archivos hoy.

–los estaré esperando. Colgaba.

Caminaba al ascensor que lo llevaría al sótano, una mujer de traje negro se encontraba a su espalda le daba el portafolio.

–Encárgate de entregar este portafolio en Saitama a mi amigo.

–si señor.

El elevador se detenía y salía la mujer subiendo a otro auto, Zoisite subía tranquila mente sin gran problema llegaban a una avenida aceleraban el auto se escuchaba como tronaba a cada cambio de velocidad otro auto se les acercaba, al intentar esquivarlo.

–frena que vamos a… Pisaba el freno sin resultado solo adquirió más velocidad, se escuchaba un golpe contra un auto y como el grito del conductor era apagado por la bolsa de aire. Unas horas más tarde Ami quien se encontraba en casa veía a una sirvienta alterada al contestar la llamada.

–¿qué sucede?

–Señora Tenoh el señor Tenoh está en el hospital.

–¿Qué? No puede ser. Que preparen el auto.

–Sí señora.

Ami veía el piso, apretando sus manos contra el pecho, algo le dolía al escuchar lo sucedido, sus manos temblaban subía al auto esperando lo peor. En el auto llamó a Tatsuo y Haruka informándoles lo sucedido, al llegar al Hospital trató de tranquilizarse. Veía a una doctora que se acercaba.

–Srta. Tenoh. La miraba.

–si, doctora me podría decir cómo está mi esposo. Trataba de no perder la calma.

–Sra. Su esposo se encuentra consciente como tenía el cinturón de seguridad no le pasó más que unos golpes y laceraciones pequeñas.

Un suspiro salía, se sentía más tranquila. –podría pasar a verlo.

–en cuanto terminen de revisarlo podrá pasar.

–si gracias doctora. Se sentaba en la silla

Haruka llegaba agitada al ver a Ami respiraba profundo, y caminaba con calma se sentaba a un lado de ella.

–Ami ya te dijeron cómo está Zoisite.

–si está bien, solo tiene algunos golpes pero que está fuera de peligro.

–eso es bueno, eso dice que saldrá pronto. La miraba.

La doctora salió de nuevo. –ya puede pasar a verlo. Caminaba al segundo piso en la habitación 2011. –aquí está.

Al entrar Zoisite se encontraba con banditas que cubrían tres heridas de su brazo izquierdo, en mejilla, frente y su brazo derecho estaba vendado a la mitad. Se terminaba de colocar la camisa.

–doctora puedo irme ya. Se volteaba a verla.

Ami corría y lo abrazaba, unas lágrimas salían. Haruka veía a la doctora. –Dra. Misumi dígame si estará bien o existe alguna complicación en mi hermano.

–esta bien, aunque tiene que venir a chequeo de su pierna derecha sufrió un golpe fuerte.

–esta bien estaremos al pendiente de el. Miraba como se abrazaban.

–solo se tiene que quedarse dos días aquí para asegurarse que está bien. Cruzaba sus brazos.

–Si me disculpa, aún tengo pacientes que atender.

–si y gracias Doctora.

La doctora desaparecía en el pasillo, Haruka veía como ambos estaban sentados sobre la cama, no quería interrumpirlos pero su hermano quería regresar ya a su casa, pero le bloqueó el paso.

–Lo siento hermano tendrás que quedarte por hoy.

–pero me siento bien. Trataba de salir.

Se acercaba a su oído y susurraba. –acaso quieres preocuparla más.

Zoisite volteaba a ver a Ami unas lágrimas salían de sus ojos azules, caminaba de regreso a la cama y se recostaba en ella. –esta bien me quedare.

–bien los dejo aún debo avisarle a nuestros amigos. Haruka salía de la habitación.

Les avisaba a kunzite y Mamoru cómo se encontraba su hermano. Regresaba a su departamento con las luces apagadas, se cambiaba antes de acostarse. Por la mañana acudía al colegio como siempre y por la tarde acudía al hospital saludando y tratando de calmarlo para que esperara su alta así fue hasta que pudo regresar Zoisite a su casa.

La mañana siguiente después del alta, Haruka compraba algo de comida al llegar cerca de la cajera, el periódico mostraba en primera plana el accidente de su hermano, al lado unas revistas no pudo evitar el ver la donde se mostraba la ruptura de una pareja antes del día de la boda miraba la fecha que aparecía era de hace 6 meses que había pasado y aún hablaban de ellos.

–disculpe llevará también la revista. Le sonreía la cajera.

–no, disculpe. Colocaba sus compras.

Se encontraba distraída, pagaba y salía del mini súper caminando a su auto, dejaba las bolsas en la cajuela antes de subir, al encender el auto una sensación extraña llegaba a ella miraba por el retrovisor, al no ver a nadie se alejo del lugar.

Ese día Mariela llegaba al departamento de Haruka pero una mujer de cabello aguamarina salía con un hombre pelinegro, su reacción fue voltear se a una de las puertas de un apartamento, buscaba una llave en su bolso café, solo los miraba de reojo y escucho cuando estuvieron cerca de ella.

–será mejor que salgamos antes de que llegué. Acomodaba su chamarra.

–Si, Señorita Kaioh.

Antes de llegar al ascensor se sujetaba del brazo del joven, se podía ver cómo sonreían antes que se cerrarán las puertas. Esa escena se quedó grabada en ella y si Haruka no sabía que era engañada de nuevo por esa mujer, ya era suficiente que la lastimaron. Sacaba su celular y marcaba unos cuantos números de algunas chicas.

Haruka llegaba después de un rato veía a Mariela con su chamarra en sus brazos, jeans ajustados y su blusa con un escote que no dejaba nada a la imaginación abría la puerta y la dejaba pasar quien se puso cómoda en el sofá Le llevaba una taza de café.

–¿Qué pasó? sucedió algo. Tomaba un poco de té.

–Nada solo quería verte. Se recargaba.

–deberías de haberme avisado, así habría pasado por ti. Se recargaba en el sillón.

–mmm.. oye Haruka y tu novia dónde está.

–no lo sé dijo que saldría y regresaría tardé.

–que mal quería conocerla, bueno vamos a pasar el rato viendo películas. Veía su cara de cansancio.

–esta bien. A pesar que se sentía cansada se levantó, preparó unas palomitas en el horno y unos sandwiches

–veamos una de terror. Sonreía.

Haruka se quedaba en el sofá trataba de no cerrar sus ojos pero no pudo, mantenerse despierta cuando escuchó. –… ¡Haruka! una voz familiar abría sus ojos veía a Mariela sin su ropa y a Michiru molesta y como unas lágrimas rodaban por su mejilla, se miraba y tenía su pijama entre puesto y su cinturón en el respaldo y su pantalón a la mitad se levantó.

–Haruka será mejor que me vaya. Mariela se vestía y salía.

–Michiru déja... era interrumpida.

–Haruka, no quiero hablar contigo en este momento. Entraba a la habitación.

Se sentaba veía su pijama en la mesa y otra del otro lado del sofá, tomó la pijama se terminaba de vestir y se recostaba. En la mansión de Tatsuo en su oficina privada sonaba un teléfono un hombre que se encontraba leyendo la noticia del momento bajaba el periódico para contestar.

–espero te haya llegado mi mensaje. Una voz áspera se escuchaba del otro lado.

–no entiendo de qué estás hablando. Miraba la noticia sobre el alta de su hermano.

–Vamos Tatsuo no te hagas si en todos los periódicos sale en primera plana, si no me pagas continuarán los accidentes. Colgaba.

–cómo se atreve a colgarme. Veía el periódico una leve sonrisa se dibujaba.

En la mañana un celular sonaba despertando la, veía quien le llamaba era de la empresa, se cortaba la llamada pero no tardó en volver a sonar, se alejaba de la cama para no despertarla, mientras caminaba a la cocina contestaba.

–Hola, buenos días.

–Hola Srta. Tenoh sus hermanos quieren una reunión con usted el día de hoy.

–si, en dos horas estaré ahí. Servía una taza de café.

–esta bien Srta. Tenoh. Colgaba.

Se daba una ducha, elegía algo casual, preparaba el desayuno solo veía como Michiru apenas se levantaba y entraba a bañarse, terminaba tomaba las llaves saliendo del departamento conducía a las oficinas dejaba su auto y subía por el elevador al entrar a la oficina veía a Tatsuo, Ami y Zoisite tomaba asiento en el sillón.

–Haruka cómo sabes, yo no puedo participar en carreras importantes para la empresa. Zoisite la miraba.

Haruka los miraba mientras pensaba. –será que quieren que busque a alguien o entrene a alguien.

–serás el reemplazo de Zoisite. Tatsuo la miraba molestó.

–pero yo no corro autos. Haruka lo miraba molesta.

–Vez, ya buscaremos a otra persona. Tatsuo fruncía el ceño.

–Haruka, yo convencí a Tatsuo para que tú corrieras por mi. Zoisite miraba a su hermana.

–porque no le dices a Darien. Fruncía el ceño.

–vamos Haruka no será para siempre. Ami la miraba

La miraba se recargaba en el respaldo y guardaba silencio por un momento antes de decir. –está bien.

–ves Tatsuo ya está solucionado. Zoisite miraba a su hermano.

–está bien, así que firma el nuevo contrato. Se levantó Tatsuo y salió del lugar.

–bien hermanita aquí está tu contrato. Le daba un bolígrafo.

–en qué líos me estás metiendo. Tomaba el bolígrafo.

–No es nada de eso, solo quiero que estés tranquila. Sonreía al decirlo.

Lo miraba solo podía notar que estaba tranquilo a pesar de no poder competir tomaba las hojas y comenzaba a leer, tenía más libertades que el anterior contrato comenzó a firmar, dejaba los papeles y el bolígrafo sobre la mesa.

–bien hermano y Ami me retiró. Veía como tenía un bastón de madera.

–está bien Haruka pero recuerda que desde mañana tienes práctica en el autódromo.

–hasta pronto. Ami le sonreía.

Zoisite y Ami veían como salía de la oficina guardaban en su portafolio el contrato, se miraba caminaba al ascensor al llegar al auto dos personas los esperaban, abrían el maletín sacando el contrato.

–crees que en verdad ayude este contrato. Miraba a la mujer.

–te dije que encontraría una forma. Tomaba el contrato.

–pero el anterior no se puede anular. Ami la miraba.

–eso ya lo sé, pero el contrato no se opone a que firme otro y este le dará la oportunidad de salir, sin que se oponga. Sonreía la mujer.

–vaya no pensé en eso. Zoisite los miraba.

–tendremos que dejar una copia en la empresa y guardaremos el original por seguridad. Guardaba en su maletín el contrato.

Haruka conducía de regreso a su apartamento veía como Michiru se encontraba practicando con su violín, tomaba una botella de vino y se servía mientras observaba el movimiento de sus dedos al pisar las cuerdas la música llenaba el lugar, al detenerse guardaba su violín.

–La sonata #3 de Bach. Haruka sonreía al decirlo.

–si, estaré en un concierto. Se acomodaba su cabello.

Solo caminaba al sillón que se encontraba a un lado donde estaba Haruka, tomaba su copa de vino, la miraba cómo le sonreía.

–quería decirte que estaré en el autódromo, por petición de la empresa. Miraba su copa.

–no te preocupes, yo tendré que estar en el conservatorio. Dejaba la copa sobre la mesita.

Michiru sabía que guardaba algo más en la forma como observaba el vino, tenía ganas de preguntarle, pero a lo mejor no era el momento para cuestionarla, se levantó, ya estaba en la habitación. Haruka al ver que se retiraba se levantó alcanzándola, a mitad del camino a la cama, la abrazaba cuando sus miradas se encontraron no pudieron evitar el besarse, las prendas caían en la oscuridad del lugar.

Haruka llegaba por helicóptero a la pista internacional Fuji, ya la esperaban un hombre castaño traje azul con blanco y gorra se acercaba. –srta. Tenoh, buenos días, por aquí. Caminaba dentro del edificio a los vestidores le indicaba su casillero y traje de seguridad. –cuando esté lista acuda a la pista. Salía del lugar.

Haruka se cambiaba acomodaba todo en el casillero, tomando el casco salía del vestidor. –será mejor que me apresure. Al llegar a la pista veía el auto el auto V5 de la empresa pintado de blanco y líneas azules a los costados se colocaba el casco.

–podría dar unas vueltas a la pista. El jefe técnico decía.

Haruka asentía y subía al auto conducía por la pista tratando de tomar cada curva lo mejor que podía, a la tercera vuelta que daba comenzó a acelerar cada vez más escuchaba como le avisaban.

–regresa.

–si. Daba la última vuelta.

–muy bien, solo mejora al tomar las curvas. Le indicaba en el monitor como se pegaba a la valla.

–está bien. Haruka sostenía su casco en la mano.

–bien, vamos de nuevo.

Haruka subía al auto manejaba de acuerdo a cada indicación de su jefe, trataba de cometer menos errores, pero solo escuchaba como se molestaba por no seguir bien sus instrucciones. Los días seguían pasando Michiru acudía al conservatorio y Haruka a las prácticas en el autódromo, aunque le comenzaba a resultar molesto cada vez que la regañaban por cómo conducía solo sonreía, haciendo todo como le decían.

Mariela comenzó a acudir a sus prácticas de Haruka al igual que algunos fans y fotógrafos quienes comenzaron a tomar fotos, dónde salían tomada de las manos o muy cerca, esto provocaba nuevos rumores de la novia de Haruka, algunos de sus amigos de Haruka y Michiru comenzaban a creer en los rumores más porque ya no se veía juntas.

–¿Señorita como se llama? El primer reportero llegaba.

–Mariela Ushita. Sonreía la joven castaña.

–¿nos podrías decir qué relación tiene con Haruka Tenoh?

–mmm… se ponía a pensar.

Haruka le tocaba la espalda haciendo que volteara. –Buenas noches. Sonreía a los medios.

–señorita Tenoh ¿La mujer con la que está es su pareja? Segundo reportero.

–lo siento pero no daré entrevistas el día de hoy. Haruka se llevaba a Mariela.

–justo cuando la chica iba a contestar. Se molestaba el segundo reportero.

–vamos, aún así tenemos su nombre. Un joven reportero de lentes decía.

–pero no podemos decirlo ya que si no es su pareja, dañaríamos la imagen de la empresa y nuestro trabajo. Miraba la libreta con el nombre el primer reportero.

En el helicóptero Haruka veía como se alejaban y llegaban a Tokio al salir se sentía el golpe de aire. En el estacionamiento dos autos las esperaban los que la llevaban a casa, al estar en el auto miraba por los vidrios polarizados, al llegar se quitaba la ropa y se metía a bañar antes de recostarse. El tiempo seguía pasando llegando el día que Michiru aceptaba continuar con el concierto en Europa y Haruka solo un tiempo después alistaba su maleta para el viaje a Italia, miraba su cama vacía ya eran tres semanas que dormía sola.

–Señorita ya es tarde. Una mujeres de traje negro le decía.

–lo siento. Caminaba afuera.

Llegaban al aeropuerto, veía a todo el equipo quienes se veían feliz rodeando a quien sería el primer piloto. Al escuchar la salida del vuelo 236 a Emilia romagna subían al avión, Haruka veía como la mujer se sentaba aun lado de ella y comenzaba a decir.

–En cuanto lleguemos tendrá que ir a la conferencia, acudir a la pist…