Buenas tardes, queridos, queridas, y querides lectores, les doy la bienvenida a este fanfic actualizado y resubido, ya que está historia la había escrito con anterioridad, peeero, debido a que quería hacer unos cambios en el Lore de este AU, decidí eliminarla y modificarla para volver a subirla.
Para las personas que ya lo hayan leído, notarán dichos cambios, principalmente en diálogos, acciones, además de arreglo de errores gramaticales y de ortografía, pero claramente hice un gran cambio que no diré por ahora hasta que lo publique en un próximo capítulo, por ahora, solo espero disfruten esta primer parte de la historia, si quieren volverlo a leer, claro xD.
y pues, para la gente que no lo haya leído antes, solo espero con todo mi corazón que les guste, que enserio me gustaría expandir este AU y compartir la historia a más personas.
Ya terminado con la explicación, es hora de empezar... Así que, Señores, Señoras, y Personas No Binarias, espero disfruten su lectura.~
Sweet Summer
Matando el aburrimiento. Parte I
Rio de Janeiro, Brasil, aquel país lleno de fiesta, música y diversión, un lugar perfecto para pasar un verano mágico para disfrutar, y pues, justo fue en estas fechas, donde una familia bastante peculiar empezaría a experimentar más sobre... otro tipo de diversión.
Ustedes seguro han de saber de quienes estamos hablando, pero mejor vamos a ver nosotros mismos donde inicio todo esto.
La historia que hoy nos concierne toma lugar en uno de los muchos barrios del país, donde mayormente se ubican casas y hogares donde la gente vivía tranquila, desde Felinos, Caninos, Reptiles, Roedores, pero lo que más predominaba en este lugar eran las aves, de todas especies y colores, pero había un pequeño grupo que resaltaba del resto, y estos eran nada más y nada menos que los Guacamayos Spix, aves de plumaje en su totalidad azul oscuro o celeste, y digo que este es un grupo pequeño por el hecho de que es una especie en peligro de extinción, quedando pocos ejemplares al rededor del mundo, y siendo Brasil donde hay mayor número de estos habitando.
y es una de esas escasas familias Spix la que nos trae a este lugar, pues en una de las calles de la ciudad, se podía ver una casa pintada con colores azulados y uno que otro detalle en gris, con un patio lleno de césped, y una barda que dividía el terreno de la casa con la calle, siendo un gran portón color gris claro su única entrada. En resumen, el típico hogar de familia promedio tercermundista, no era una maravilla, pero mínimo no tenía los clásicos techos de lámina.
En fin, el chiste es que en esta casa habitaba una familia Spix de 5 integrantes: 2 adultos, Padre y Madre; y sus 3 hijos adolescentes de unos 16 años cada uno, 2 Hembras y un Barón. Esta familia podría decirse que era una muy... promedio, dentro de lo que cabe, pues los adultos trabajaban todos los días para mantener una economía estable, poder pagar las necesidades del hogar, mientras los chicos se dedicaban a sus estudios, pero como dije al inicio de esta historia, era Verano, por lo que por ahora ninguno de los 3 tenía que preocuparse por asuntos escolares por 3 meses enteros.
Aún era temprano por la mañana, las 7:30 AM aproximadamente, y Como todos los días, la madre del hogar se preparaba para salir a trabajar, ella era Perla, una Spix de plumaje celeste y ojos color turquesa, está portaba consigo unos pantalones de vestir, camisa blanca, chaleco y una corbata de lazo, conjunto que usaba como uniforme para su ofició: Ser una camarera en un Bar y Club Nocturno de la ciudad, perteneciente a Un par de músicos muy populares del País que la conocían, y como era buena amiga, accedieron a darle empleo a ella y a su marido, Blu, un Spix de plumaje Oscuro.
En este caso, Perla tenía el turno de 8 AM a 4 PM, mientras que su esposo tenía el de 4:30 PM a 12:30 AM, de está forma ambos podían dividir el trabajo entre los dos y así mantener sus ingresos estables. Lo malo es que este método les restaba tiempo entre ellos, pues a las 8 AM mientras Perla preparaba todo, Blu seguiría dormido luego de acostarse hasta tarde, y Viceversa, cuando Blu llegaba a casa luego del trabajo, su esposa ya se encontraba dormida.
En Fin, Perla termino de preparar todo, teniendo lo que solía usar a menudo en una mochila, por lo que se la colgó en el hombro ya dispuesta a salir, no sin antes acercarse a su esposo aún dormido para besarle la mejilla, y decirle tiernamente un: —Te Amo, Mi Azulito Hermoso~—
La guacamaya salió de su cuarto y bajo por las escaleras a la parte inferior de su hogar, donde estaba la cocina, comedor y sala, en última se encontraba su hijo menor, Tiago, un Spix adolescente similar a su padre en patrones de plumaje, jugando un poco en la Consola de Videojuegos que la familia tenía.
—¿Tan temprano en ese aparato?— pregunto Perla, tomando de su refrigerador una manzana.
—Estamos de Vacaciones, Má, no tiene nada de malo— el pequeño pone pausa a su juego para voltear a verla. -Si, se que son como las 7, pero mínimo me desperté temprano, ¿No?—
—Bueno, como sea, yo ya me voy, ya sabes, ahí tienes en el refrigerador huevos y leche para hacerte de desayunar si tú padre no despierta— Decía Perla acercándose a la puerta. —¡Nos vemos al rato!—
—Adiós Má, ¡cuídate!— Tiago se despide moviendo su mano, ya cuando su madre salió por completo, prosiguió con su juego todo tranquilo.
Pasó un buen rato, ya habían dado las 8:30, por lo que Tiago decidió hacerle caso a su madre, hacerse su propio desayuno. Mientras el hacía eso, una bocina de auto sonó desde afuera de la casa, lo que claramente alertó al guacamayo, pero justo ahí, su Hermana Mayor, Carla, bajo también por las escaleras, pero ella solo corrió hacia la salida, parecía que la estaban esperando. Ya cuando Carla subió, simplemente se fueron, no dijo adiós ni nada.
Cómo dije anteriormente, los Trillizos tenían 16 años en ese entonces, jóvenes adultos prácticamente, por lo que Perla y Blu de cierta forma tenían confianza hacia los 3, por lo que si, Carla tenía permiso de salir de casa así como así, siempre y cuando le avisará a cualquiera de sus padres.
Tiago solo rodó los ojos por eso y siguió con lo suyo, en un ratito ya se había preparado un par de huevos revueltos, acompañado de pan y un vaso de leche, ya por último fue a la sala para comer mientras continuaba jugando, como buen chico de su edad, todo despreocupado de la vida.
Pasaron unos minutos y su otra hermana bajo las escaleras, Bia, la cuál ya estaba algo arreglada, llevando un pequeño bolso cargando de su hombro, y a diferencia de Carla, ella fue más educada con su hermano.
—Hola, ¿que haces?— pregunto mientras se acercaba detrás de él, colocando sus garras sobre sus hombros, debido a que el seguía sentado en el sofá.
—Acá, viendo como escapar de la señora está— respondió Tiago, poniéndole pausa al juego, mirando hacia arriba para ver a Bia.
—Bueno, pues está bien, yo tendré que salir con Paula y con Gerardo hoy, le avisas a Papá cuando despierte, ¿Si?— ella le da una pequeña cachetada a Tiago, algo muy leve, para después apartarse e ir a la puerta. —Regreso hasta Mas tarde, Nos vemos— abrió y salió tranquilamente, dejando a Tiago solo una vez más.
—¡Adiós!— el solo le saca la lengua con cariño, para después ponerle play a su juego y seguir.
Y así estuvo todo el rato, paso el tiempo y el reloj termino dando las 10 en punto de la mañana, Tiago había terminado de jugar, encontrándose ahora viendo la televisión, el único problema es que ya se estaba aburriendo, quizá despertarse temprano fue una mala idea, más cuando el no tenía la compañía de nadie, tenía amigos, claro, pero estos habían tenido que dejar el país o ocuparse en otros asuntos por las vacaciones, por lo que Tiago estaba solo, no como sus hermanas que prácticamente salían todo el día con amigos y sus parejas.
Entre ese momento de aburrimiento, empezó a haber actividad en el piso de arriba, en el cuarto de su padre, el cual se estaba despertando tranquilamente, levantándose de cama con la ropa que uso anoche, saliendo directo a su baño que tenía justo a lado del cuarto, haciendo sus necesidades diarias y a lavarse el pico con un cepillo de dientes común. Luego de eso regreso a su cuarto para cambiarse, ponerse algo más cómodo para pasar el día, ya cuando lo hizo, enseguida bajo a su cocina, viendo desde ahí a Tiago acostado en la sala.
—¡Buenos días, Hijo!— se acercó directamente. —¿Porque tan temprano?—
—Hola Pa, digamos que, como estoy en vacaciones, iba a aprovechar mi día... ¡pero ya me aburrí!— respondió el, dejándose caer al suelo desde el sofá, quedando ahora sentado ahí abajo.
—Ya veo, cuando yo era joven siempre me ponía a jugar con mis amigos para pasar el rato, mis días se iban bastante rápido cuando eso ocurría— respondió su padre, tomando asiento en el sofá.
—Ahi está mi problema, todos mis amigos no están disponibles. Yessica se tuvo que ir a Argentina con sus tías, y pues David quiere pasar más tiempo con sus hermanos y el tío Rafael— respondió Tiago mirando a su padre.
—¿De verdad solo tienes 2 amigos? ¿No has tratado de estar con alguien más?— pregunto Blu tomando a Tiago de los hombros para ayudarlo a regresar al sofá.
—Si, a veces, el equipo de fútbol de la escuela por ejemplo, pero pues, solo estamos ahí como equipo, no es como si de verdad me relacione con ellos. Lo mismo con la Escuela, y los vecinos, son unos... conocidos más que amigos, por eso me gusta tener la compañía de Yessica y David, son los únicos con quién me siento a gusto— respondió Tiago, dando un suspiro al aire, mirando directo al techo.
—Entiendo, no te preocupes, me pasaba lo mismo cuando era joven, solo dejaba que pocas personas entrarán en mi círculo social, pero mírame ahora, conozco a todo el mundo y todos ya saben quién soy— respondió Blu colocando una mano en la cabeza de su hijo, revolviendo las plumas de su cabeza.
—Bueno, a ver si algún día llegó a eso— El pequeño le sonríe. —Por ahora... tengo que ver en que aprovechar este tiempo libre, tengo 3 meses para mí solo y no tengo ni idea de que hacer con ellos—
—Mmmh— Blu piensa un poco, colocando una mano en su mentón, tratando de pensar una solución. —Mmmh... Oye, ¿ya desayunaste?—
—Mas o menos, algo de huevo y pan, nada del otro mundo— respondió mostrando su plato con las sobras de lo que comió.
—Ok, Entonces, ¿y si mejor vamos a comprar algo?— pregunto el guacamayo mayor apuntando con su pulgar hacia la puerta. —¿Que tal unas Empanadas de Camarão?—
—Hey si, ¡Eso sería genial!— a Tiago se le iluminaron los ojos al escuchar eso, enseguida se paro del sofá y fue a la salida, mientras su padre solo río por su reacción y fue con el tranquilamente, no sin antes tomar sus llaves y su cartera para poder salir.
—Lo siento, señor, pero no vendemos bebidas Alcohólicas hasta la 1 PM, si quiere le puedo ofrecer una gaseosa o una malteada por ahora— decía la guacamaya Spix, Perla, atendiendo la barra de un Bar, atendiendo con amabilidad y tranquilidad a los clientes.
—No, así está bien, creo que puedo esperar— Respondió el dándole las gracias, retirándose sin ningún problema.
—Vaya, ¿no saben leer o que?— pregunto alguien detrás de Perla, acercándose para terminar parándose a su lado, lugar donde había un pequeño letrero indicando a qué hora se permitía vender alcohol. Este personaje era un Perro Mestizo color gris oscuro, portando el mismo uniforme que Perla, y finalmente, el gafete que esté tenía puesto decía "Manuel".
—Quien Sabe, igual no me molesta tener que explicarlo y ofrecer algo más— respondió la guacamaya con una sonrisa, pero ya después suspiro y se recargo en la barra. —¿No sabes a qué hora vendrán Nico o Pedro? Me urge hablar con ellos—
—No, dijeron que vendrían hasta la noche— Respondió aquel canino, notando que su compañera estaba algo preocupada.
—Bueno, ni modo, tendré que esperar otro día— Respondió ella, solo cerrando sus ojos.
Manuel, ya sabiendo realmente que le pasaba, decidió bromear con ella. —¿Que? ¿Necesitas que alguien te meta los dedos en el ano?— eso último lo dijo susurrando por si acaso.
—Ay no empieces, solo estoy algo necesitada— respondió ella, fastidiada por aquella pregunta.
—¿Pues cuando fue la última vez que tu Marido y Tú hicieron el Amor? Debieron ser varios días si estás así— dijo el perro arqueando una ceja.
—Si, casi un mes, o dos, Ni siquiera en nuestro día de descanso nos tomamos el tiempo a solas— respondió Perla, solo mirándolo.
—¿y por eso quieres que los jefes te den Pene? ¿En serio a Blu no le molesta?— pregunto nuevamente.
—Nah, ya sabes que el está bien con eso, incluso van varias veces que entra al vestuario y encuentra a Pedro chupándome el coño— Respondió la guacamaya con una sonrisa, imaginando la situación.
—Bueno, está bien, a fin de cuentas es su relación— El perro solo le sonríe, aún sin poder creer como era la vida sexual de Ella con Blu.
—Si, de hecho el también se mete con la esposa de su amigo, o con el amigo, o con los dos, por mi está bien igual— Perla solo suspira. —Ay como quisiera tener algo pronto...— Enseguida se le ocurrió una idea, por lo que volteo poco a poco para ver a su compañero. —Oye...—
—No me mires, ya sabes que estoy en una relación formal, y no pienso hacerlo con alguien que no sea mi pareja— respondió Manuel firmemente, ya sabiendo que pensaba ella.
—Bueno, está bien...— ella voltea a otro lado, avergonzada.
Pasó un buen rato, dio la 1 PM y Perla junto a su compañero de trabajo empezaron por fin pudieron servir bebidas con alcohol a los clientes, y aunque esto ayudo a qué Perla se distrajera un poco, realmente aún estaba pensando mucho en el sexo, realmente se veía necesitada. Podría intentarlo con Rafael, pensó ella, pero no, el estaría ocupado con su familia. Quizá Luiz, pero tampoco, por lo general el se ocupa de más en su taller durante el fin de turno de Perla. Podría ser Roberto, pero como eran vacaciones, probablemente estaría con Felipe estos días. Su última opción fue hacerle una visita a su padre, tal vez el Abu Eduardo estaría dispuesto a complacer a su hijita, pero ya habían pasado varios meses desde la última vez con el, sería descortés solo ir de visita para coger.
Perla no sabía que hacer, ella solo seguía su trabajo en modo automático mientras en su cabeza seguía pensando en las posibilidades.
Al final pasaron las horas, antes de que se diera cuenta, habían dado las 4 PM, su turno por fin finalizaba, por lo que era hora de retirarse.
—Bien, ya tengo que irme... Te dejo— ella Solo le da un ligero golpe en su hombro para después caminar a la parte de atrás donde estaba la sala de empleados, ya ahí solo procedió a quitarse la parte superior de su uniforme, quedando solo con un sujetador Negro cubriendo sus senos. Ya después se colocó encima una blusa normal y una sudadera ligera.
Metió todas sus cosas a la mochila y se la colgó en el hombro, procediendo a salir del lugar por fin, con ganas de llegar a casa y recostarse, probablemente jugaría con sus dildos, eso calmaría sus nervios, pero ella necesitaba un hombre con quién compartir fluidos.~
Mientras tanto en la casa de los Gunderson, Blu se encontraba ya listo para partir, su turno empezaba en unos cuantos minutos por lo que tenía que darse prisa para salir.
—Muy bien Tiago, te dejo solo, Tu madre regresa en unos minutos y tus hermanas probablemente no regresen hasta la noche, así que procura no hacer travesuras, ¿ok?— pregunta a Blu, cargando en su hombro una mochila, el llevaba puesta una sudadera gris, pero debajo de esta se podía ver el uniforme que Perla tenía igual.
—Si, Papá, no te preocupes, no me alcanza el tiempo para hacer algo— Respondió Tiago, sentado tranquilo en el posa brazos del sofá, moviendo un poco las piernas.
—Mas te vale, yo regreso en la madrugada, así que probablemente me veas hasta mañana— decía ya preparándose para salir.
—Si si, tu tranquilo, la casa estará bien— el solo le sonríe, mostrando algo de confianza.
—Muy bien... entonces nos vemos, ¡Te quiero!— enseguida sale, ya apurado por lo tarde que se le había hecho.
—Adiós— Tiago movía su mano para despedirse, para después cerrar la puerta. —Ok, ¿que puedo hacer ahora?— pregunto el mirando a todas partes, sin saber que hacer, seguía aburrido por lo que aún pensaba en muchas cosas por hacer, pero entonces noto algo.
Justo en la mesa frente al sofá, se encontraba su teléfono celular, quizá podría jugar, ver videos en internet, o quizá... aprovechar que estaba solo. Se acercó y tomo el aparato, puso el buscador y escribió el nombre de una página para adultos, al entrar en ella, está le pidió que verificará su edad con un "¿Tienes más de 18 años?" pero solo le basto presionar el botón "Si" para poder acceder al contenido Porno ilimitado que tenía a la mano.
—Jaja, ok, solo 5 Minutos y ya— corrió hacia las escaleras con el celular en mano y subió al segundo piso, entrando directo a la habitación que el compartía con sus hermanas, sin embargo, se había confiado, dejando la puerta entre abierta.
En el cuarto tenían una litera pegada a la pared, donde Tiaguito dormía abajo y Carla arriba, y aparte tenían una cama individual Enmedio de la habitación, donde dormía Bia. Tiago, aún en su calentura, solo tomo los auriculares de diadema de Carla y luego se dejó caer en la cama que era de Bia, aún estando cegado por satisfacer esto. Ya estando listo, indagó un poco en la página, al cabo de unos segundos, logro encontrar el vídeo porno mas llamativo que pudo, siendo este el de un par de Milfs, donde dos actrices ya mayores se encargaban de tocarse enfrente de la cámara, dando la ilusión de que el espectador estaba presente justo ahí.
Tiago solo veía eso con lujuria, ya bajando sus pantalones junto con sus bóxers, dejando a su pequeño amigo a la vista, un Pene de unos 12 centímetros aproximadamente, ya erecto y con las bolas flácidas por el calor. Decidió no perder más tiempo, procediendo a agarrarlo entre sus garras para empezar a moverlo de arriba abajo, masturbándose mientras veía aquel video, completamente apartado del mundo con los audífonos, que más encima eran algo grandes y el sonido envolvente lo ayudaban.
Pasaron un par de minutos que el aprovecho, realmente estaba disfrutando de la situación, viendo aquel video con mucho gusto, sin notar que había estado ahí más de 5 minutos, no estando ni cerca a correrse, tomándose su tiempo en disfrutar del momento... Lástima que esto tendría sus consecuencias.
Pues justo en ese momento, su madre había llegado a la casa, se encontraba afuera de está misma, colocando las llaves en la cerradura para poder acceder a su recinto, y ya adentro, solo se recargo en una pared, tirando sus cosas al suelo bastante agotada.
—Un Día más Perlita... Un día más...— se dijo a si misma mientras se estiraba y se quitaba la sudadera que llevaba. Ya ahí, y antes de que hiciera algo más, decidió inspeccionar la casa, viendo si había alguien más o estaba sola. —Hola, ya vine, ¿Hay alguien?—
Mientras tanto arriba, el menor de la familia seguía en lo suyo, aún jugando con su polla, agarrándolo con una mano mientras miraba el celular con la otra, gimiendo de a poquito a la vez que el sonido pegajoso de sus genitales se hacía más presente.
—¿Mmh? ¿Hola?— Perla se iba acercando poco a poco a las escaleras, empezando a subir a los cuartos de arriba, donde aquel sonido le llamaba más la atención. Ella se acercó, notando que la habitación de sus crías se encontraba abierta, y al echar un vistazo, sus ojos se abrieron como platos mientras sus pupilas se dilataron, viendo como su propio hijo se encontraba sacudiendo su miembro con rapidez.
El por su parte seguía en la luna, aún atento a su teléfono, ignorando por completo que había alguien más ahí, pero no fue hasta que vio por el rabillo del ojo cuando por fin se dio cuenta, y al mover el celular un poco al lado, fue cuando su corazón se detuvo, observando como su madre se encontraba en la puerta con una mano en el pico y la cara toda roja.
—¡Mamá!— El macho enseguida se cubrió, obstruyendo la visibilidad de su miembro con las piernas y las manos. —Mamá... ¿Porque no tocaste la puerta?— pregunto este mientras se quita a los audífonos, demasiado avergonzado, esperando un regañó por haber sido pillado.
—Este... Pero, la puerta estaba abierta, ¡¿Tu porque no la cerraste?!— se defendió Perla, tratando de disimular, ocultando su rostro ruborizado aún con su garra.
—No, no pensé que fueras a llegar ya...— El tomo una almohada y se la coloco sobre el rostro y así ocultar su cara, más que nada por la vergüenza.
—Oww... Ya veo... Bueno, te dejo para que sigas, no te preocupes— Ella cierra la puerta de golpe, dejando a su pequeño solo con sus intimidades. —!L-lo siento mucho!— Fue lo último que dijo, para después alejarse y bajar nuevamente a la sala.
—...— Tiago se retiró la almohada, viendo que en efecto la puerta ya estaba cerrada, sin embargo, ya se le habían quitado las ganas de Continuar, había perdido tanto la inspiración como a erección, sin contar que el momento era demasiado incómodo. —No puede ser...— Solo cerró sus ojos, volviendo a subirse los pantalones, dando por inconclusa su seción de auto estimulación.
Perla ahora se encontraba en la sala, sentada en el sofá, reflexionando lo ocurrido, con las manos juntas y la cabeza mirando al suelo, aunque esto era más que nada por más ideas que empezaron a invadir su mente.
—No... ¿Debería?... Por supuesto que No, ¡El es mi Hijo!... Pero si ya tuve sexo con mi padre... ¿Porque no con Tiago?... No lo se... Podría meterme en problemas... Pero si nadie se entera, no tendría porqué ser así... ¡Dios! ¡Tremenda poronga que se carga ese mocoso!...— Su mente estaba nublada, no podía pensar en otra cosa que no fuera eso, estaba muy indecisa.
¿Debería cogerse a su propio hijo... o no?, la respuesta rápida sería que no, pero para Perla, era muy tentadora la idea, más porque, bueno, el sexo entre familiares era completamente Legal para especies en peligro de Extinción, y pues, los Gunderson pertenecen a esta categoría al ser Guacamayos Spix, no habría ningún problema en intentar. El único inconveniente sería que este tipo de prácticas no eran muy bien vistas por el resto de ciudadanos, por lo que si alguien se entera de esto, la Familia Gunderson posiblemente deje de ser un hogar respetable de la región, no eran famosos ni mucho menos, pero si que eran muy conocidos en la ciudad al ser de las pocas familias pertenecientes a la especie Spix.
Al final, Perla solo se recargo en el sofá, suspirando mientras trataba de olvidarse del tema, definitivamente quería intentarlo, pero a la vez, quería evitarse los problemas que esto podría generar, aunque fuera completamente legal, era obvio que esto ocasionaría algún conflicto hacia ellos.
Pasaron unos minutos, ahora la hembra estaba en la cocina, esto podría ayudar a distraerla, viendo que podría hacer de cenar, estaba conciderando varias opciones, Quizá una sopa, ensalada, no sabía que podría preparar, como no era muy buena cocinando, le era difícil pensar, pero justo ahí, empezó a escuchar algo del piso de arriba, unos pasos, para después ver a su hijo bajando por las escaleras, ya ahí, ambos se miraron, mostrando su incomodidad, pero para que eso no los dominará, Tiago decidió afrontar esto de una vez.
—Mamá... Siento mucho, haber hecho esto en la casa... Bueno, siento haberlo hecho en primer lugar...— dijo el bajando la mirada, aún sin saber si su madre estaba molesta o no.
—¿Cómo...?— Perla se extraño por aquella reacción, sin embargo, era entendible, ella y Blu nunca habían tendido la "Plática" sobre estos temas con sus hijos, por lo que, claro, es normal que Tiago se esté disculpando al no saber que opinaba. —Oh hijo, No tienes porqué disculparte— se acercó y tomo su mano.
—¿N-no estás molesta...?— pregunto levantando la mirada hacia ella.
—No, para nada, es normal que un chico de tu edad este explorando, cuando yo era joven... Pues también tenía mis momentos de intimidad— Perla solo le sonríe, transmitiendo confianza en su mirada.
—Entonces... ¿No tiene nada de malo en qué yo lo haga?— pregunto tímidamente, sin estar seguro si de verdad lo decía enserio.
—Tu tranquilo, no te preocupes... Esta bien, Lo único que hiciste mal, fue no tener cierta privacidad, no tenías la puerta cerrada, o pudiste hacerlo en el baño... Y más importante, no tener puestos los audífonos, para así estar alerta— ella acerca la garra hacia su mejilla, acariciándola con cariño.
—Si, creí que no habría problema si lo intentaba, ya sabes, para tener una mejor experiencia con el vídeo y... Bueno eso— sonríe avergonzado. —Esta bien, Mamá, tendré más cuidado a la próxima, no me gustaría que...— su cara se pone muy roja al recordar algo. —Ay Dios... ¿Me viste el...?—
—¿El Pene?— ella se ríe un poco, su hijo solo encogió de hombros con un sonrojo por eso. —No te preocupes, Ya te lo e visto muchas veces cuando eras niño. (Aunque vaya que creció bastante~)— pensó ella sin querer queriendo, algo involuntario de su parte.
—Mamá, eso suena raro...— el se puso muy incómodo con esa respuesta, ya soltando su mano de su agarre. —Solo espero no lo veas otra vez.— Finalizó por fin.
—Ay perdón, suena raro pero es verdad, al menos agradece que fui la única— ella suspira, ya apartándose. —Bueno, eso sería todo: Está bien la auto exploración, querer tener un momento para ti solo, tener privacidad... ¡oh! La higiene también es importante, eh... Te lavaste las manos, ¿No?— pregunto mirándolo con intriga.
—Ehhhh... No... Ya vengo— El sonríe apenado y enseguida subió las escaleras, corriendo al baño.
—Jaja, ay hijo— Ella se ríe en por esa reacción, pero, fue entonces que miro su propia mano, aquella con la que tomo la de su hijo, y sabiendo que no se las había lavado... Bueno, acercó está misma a su pico, oliendo el aroma que había quedado impregnado después de ese contacto, cerrando los ojos con gusto, hasta que enseguida pego la mano más en sus fosas nasales, restregando bien la esencia que reside en ella.
Al final, se terminó retirando la mano, hipnotizada por ese aroma embriagador, el dulce y amargo olor que emanaba de las pollas, lástima que fuera muy poco... Pero esto último la dejo decidida, estaba dispuesta a obtener más de eso.
—Ok, ya lo hice— El guacamayo baja por las escaleras nuevamente, sacudiendo sus manos del agua que quedaba en ellas. —Bien... ¿Ahora, quieres que te ayude en algo?— pregunto ya tranquilo, dejando el tema por completo de lado.
—¿Mhh?— Perla abre los ojos al escucharlo. —Oh, de hecho... No, creo que puedo preparar la cena sola... Si quieres puedes ir a jugar un rato en lo que terminó—
—Oh estaría bien, me ayudaría a relajarme— el no duda ni un segundo y corre a la sala, encendiendo la consola a una velocidad récord.
Perla rodó los ojos por ello, dándose la vuelta para estar frente a la estufa, pero enseguida saco su celular de su bolsillo, abriendo los chats para mandarle un mensaje a sus dos hijas, dándole uno a Bia diciendo que podría quedarse está noche a dormir con su novio, y uno a Carla diciéndole que podía quedarse un rato más con su pandilla, todo esto para asegurarse de que estaría un buen rato a solas con Tiago. Ya cuando ambas hermanas respondieron los mensajes positivamente, supo que podía actuar.
Pasó un buen rato donde la guacamaya empezó a preparar la cena, pero no cualquiera, pues estaba preparando algo muy especial, Espaguettis De Calabacín, sabiendo perfectamente que era un platillo para momentos especiales, en este caso y para su plan malvado, románticos, todo esto mientras Tiago estaba atento a su videojuego, sin sospechar ni un poco en lo que su madre estaría tramando.
—Bien, ya casi está, por ahora, necesito arreglarme un poco— decía ella en voz baja, dejando en una cacerola lo que había preparado, y ya ahí, subió enseguida a su cuarto.
Un par de minutos más tarde, Tiago seguía en su juego, hasta que decidió ponerle pausa, levantándose del sofá para ir a la cocina y ver qué había hecho su madre, pero si entrar, vio en el comedor como su madre estaba sirviendo la cena en unos platos especiales, con velas encendidas, y con su madre usando unos mallones negros y blusa morada que le dejaba un escote algo pronunciado a la vista, y un poco de maquillaje resaltando sus ojos.
—¿Mamá? Cómo que estás muy arreglada, ¿no?— pregunto el chico, acercándose algo extrañado.
—¿Que? ¿Una dama no puede estar presentable para una cena con su hijos?— pregunto algo coqueta, terminando de servirle. —Anda, ven y come algo, seguro tu padre solo te llevo a comer cosas en la calle— se mueve sonriendo, dejando el plato listo para Tiago.
—Eso es verdad, no estaría mal— el se acerca, sentándose en el lugar que le correspondía, pero entonces noto algo extraño, las cortinas de las ventanas estaban cerradas, ventanas que dejaban ver desde el exterior al comedor, pero al estar cerradas, claramente nadie podría ver qué estaba pasando adentro. —¿Quieres ocultar algo o que?—
—Como que hoy andas muy preguntón, ¿no crees?— Perla solo se sirve de lo que preparo, sentándose justo enfrente de su hijo, quedando cara a cara, solo separados por la mesa.
—Bueno, solo se que estoy hambriento— el toma un tenedor y empieza a comer de su cena, enseguida se pudo ver cómo su mirada cambio a una de gusto, realmente le había encantado. —Wow, esto está genial... ¿Cómo es que no lo habías hecho antes?—
—¿Quién dice que no? Lo suelo preparar para tu padre para nuestro aniversario, realmente lo adora, y se ve que contigo es igual~— ella le sonríe, también empezando a comer.
—Entiendo...— El guacamayo se quedó pensando un poco por esa respuesta, hoy no era el aniversario de sus padres, eso era en un par de meses, ¿Como porque Perla haría esto para un día cualquiera como hoy?.
Pasaron minutos, ambos disfrutaban del Espaguetti, aunque habían momentos donde la cosa se ponía algo extraña, con comentarios y miradas algo fuera de lugar de parte de la hembra, y como Tiago está medio pendejo para estás situaciones, se le hacía super raro ver eso... Hasta que... Perla no pudo mas.
—Hijo... ¿Te cuento algo?— Ella acercó su mano a la de Tiago, colocándola sobre está misma, lo que definitivamente extraño aún más al macho, mirando a su madre. —Quizá, una buena forma de ayudarte a explorar tu cuerpo, es que yo misma pueda guiarte en eso...— se le acerca cada vez más, manteniendo una sonrisa y una mirada lujuriosa en sus ojos.
—No lo estarás diciendo enserio... ¿O si?— pregunto el guacamayo, ya poniendo una expresión de incomodidad en su rostro.
—Dime, ¿crees que yo haría una broma como está?— pregunto ella, acercándose todavía más, pegando el pico al de su hijo, justo en la parte de enfrente, dispuesto a besarlo. —Vamos... Se que tú quieres~—
—Ahhh...— El corazón de Tiago se estaba acelerando, con la cara completamente ruborizada, algo tentado a aceptar, en cambio, no fue así. —¡No!— Se levantó de la mesa, colocandose detrás de una silla.
—¿Ehhhh?— Perla se quedó quieta ahí, solo mirando para arriba con dirección a su hijo, definitivamente no se esperaba esa reacción.
—Mamá, no se que te ocurra, que estés pensando, si las cosas con Papá no estaban bien, pero esto empieza a sacarme de honda— decía algo exaltado, sin saber que hacer o decir, para después ir retrocediendo hacía las escaleras. —Provecho... Creo— llegó hasta ellas y subió Hacia su cuarto, donde posteriormente se escuchó un portazo.
—...— Perla se quedó en silencio, aún mirando hacia las escaleras que daban arriba, y fue entonces cuando, se dio cuenta de lo que estaba intentando. —¿De verdad... Estuve tratando de...?— sus ojos se abrían todo lo que podían, mientras ponía las garras en su cabeza, lamentándose lo que había hecho, sin poder creer que prácticamente intento seducir a su propio hijo para forzarlo a hacer esto... —Dios, que asco... Perla... Eres una Pervertida...—
Y aquí finaliza este primer capítulo, ¿se esperaban aquella respuesta de parte de Tiaguito? porque la verdad, se me hace un poco cliché eso de que una persona encuentra a otra masturbándose y de ahí directamente cogen, se me hacen historias algo simples, así que decidí extenderlo un poco más, darle más desarrollo y contexto y no hacerlo todo de una, cosa que no muchas personas que escriben Lemon hacen, por lo que, supuse que sería buena idea.
Además, dividí el capítulo en dos partes, para que no se haga tan pesado de leer para la gente nueva, ya que anteriormente duraba más de 13.000 palabras, así que decidí partirlo en dos, claramente no será el único, haré lo mismo con los otros 2 capitulos que había publicado con anterioridad y los que tenía planeando escribir a futuro.
Por último, me gustaría aclarar algo, y es que este fanfic cuenta con ciertos elementos que solo funcionan en el contexto de la historia, así que no, el incesto no es legal en la vida real, solo es algo que añadí específicamente para especies en peligro de extinción y darle cierto sentido a la trama, aclaro también para que no tengan dudas.
Eso sería todo por ahora, las otras partes las estaré subiendo en los siguientes días, como ya las tengo escritas, no habrá mucha diferencia de tiempo entre capítulos, al menos no por ahora.
Ahora sí que si, nos vemos después, les quiero mucho.
¡¡Adiós!!
