Cap5: Liebe de los Toros Negros

Fue un día incómodo y, por lo menos decirlo, curioso, para los miembros masculinos de los Toros Negros, ya que las mujeres del grupo se habían encerrado en la habitación de Vanessa, y la única que salía era Charmy. Pero solamente para servir los alimentos, y no decía una palabra, parecía que estaba muy concentrada pensando en algo.

Por lo que varios, para aprovechar y/o matar el tiempo, se dedicaron a organizar los muebles del base, y prestar ayuda a cualquier civil de la Pica que necesitase.

Mientras que los capitanes habían regresado al Trébol junto a sus acompañantes, a excepción de Yami. Que se había quedado jugando a las cartas con Magna y Zora, mientras que Gauche estaba haciendo una de sus figurillas, y Gordon sólo estaba sentado, ansioso de que las chicas terminaran para así empezar hacer su muñeco de Liebe.

-Oigan, ya está anocheciendo -comentó Zora a sus compañeros.

-¿Y? ¿Qué quieres que haga? -preguntó desinteresado su capitán, mientras jugaba su turno.

-Es sólo que, llevan mucho tiempo ahí… incluso no dejaron entrar a Asta.

-No me lo recuerdes, aniki -comentó Magna, molesto-, la princesa, prácticamente, expulsó con su dragón de agua a Asta y a Luck por andar fisgoneando.

-Sí, fue toda una molestia, sin mencionar que después tuvimos que hacerlos limpiar, y luego Asta tuvo que llevarse a Luck para "entrenar" a alguna parte -dijo Gauche, mientras seguía en su escultura, la que estaba tomando una forma muy peculiar y Gordon se dio cuenta de ese detalle.

-Por cierto, capitán, ¿Dónde está el vicecapitán? -preguntó Magna, un poco curioso.

-Seguramente fue a investigar lo sucedido con el loco de la balanza, supongo que, por su desaparición, el juicio de Asta se pospondrá un tiempo-Yami no mostraba interés, pero por dentro, una parte de él aún quería cortar en piezas a ese sujeto-, y para colmo, Finral aún no vuelve luego de trasladar a los capitanes, y Henry está descansando por las reparaciones de hoy.

-¡MPH! Pues por mí, que ese Damnatio se pudra en el infierno -declaró Gauche, terminando su figurilla-, él por poco asesina a Marie y a Asta, ya es hora que le toque un poco de Karma, pero supongo que haber visto al mocoso acabar con el Majin debió dejarle con la boca callada.

-Gauche-kun… -Gordón habló un poco más fuerte de lo normal, llamando la atención de su camarada.

-¿Qué?

-¿Esa no es Grey-san…? -preguntó confundido, y Gauche chasqueó los dientes.

-¿Eh? ¿De qué esta hablando? Obviamente es mi ángel Mari… -pero Gauche se quedó petrificado al ver que sostenía una figurilla de Gray.

-Oye, oye, me voy por unos días ¿Y ya están haciendo cochinadas? Creí haberlos criados mejor, mocosos -declaró el capitán, fingiendo estar ofendido, y Gauche quedó rojo de la vergüenza.

-¡N-NO! ¡ESTO NO PUEDE SER! -Gauche sostuvo la figura con escepticismo, pero entre más la observaba, más se dio cuenta para su horror, que había hecho una figura de su compañera.

-No pasa ni un día desde que por fin puedo descansar un poco, y ya están haciendo escándalos, me van a sacar canas verdes, pobre de mí – Yami se compadeció a sí mismo, y sus dos subordinados se rieron nerviosos.

-Buenas, Capitán -un portal espacial apareció en la base, de donde regresó Finral, pero a pesar de llegar muy jovial, quedó de piedra viendo a Gauche golpeándose la cabeza contra la mesa, mientras que Gordon trataba de calmarlo - ¿Qué le pasó ahora?

-Sólo dándose cuenta de lo obvio, aunque inconscientemente, je, je -respondió divertido Zora, y Luego Finral se dio cuenta de un detalle.

-Mm… ¿Dónde está el resto? -consultó el mago espacial, y Magna fue quién le respondió.

-Asta y Luck están entrenando en alguna parte, el vicecapitán está haciendo qué sabe qué, Henry esta durmiendo y… -el mago de fuego siguió enumerando, mientras que Finral parecía un poco cansado al escucharle-, las chicas siguen con Liebe con el asunto de su atuendo.

-¿Eh…? -Finral tardó unos segundos en procesar la información-, ¡¿QUÉ?!

-Y ahí va de nuevo…-comentó Yami, sin apartar la atención en su mano de cartas.

-¿C-cómo que aún no han terminado? -el pelicafé sujetó a Magna de su chaqueta y comenzó a zarandearlo-, ¿Me estás diciendo que Liebe-kun ha estado encerrado casi todo el día con todas esas bellezas?

-¡Suéltame loco mujeriego! -Magna se liberó del agarre al extender su bat de fuego.

-¡GAHHH! Es cierto, soy un mujeriego, no puedo evitar sentir celos de Liebe-kun, ¡No soy digno de usted, Finesse-san! -ahora era Finral que se daba de cabezos contra el suelo.

-Y luego me preguntan por qué en nuestra orden hay idiotas -comentó pensativo Zora, e ignorando a Magna que tuvo que hacerle una llave a su compañero para que dejase de lastimarse.

-Que el cielo me tenga compasión -declaró Yami, al ver que Gordon tuvo que darle un veneno paralizante a Gauche para que también dejase de lastimarse.

-¡HOLA A TODOS! -Asta llegó magullado, junto a un sonriente Luck - ¿Qué les pasó a Finral-senpai y a Gauche-senpai?

-¿Estaban peleando? ¡¿Yo también puedo unírmeles? -exclamó Luck, lanzando rayos de sus manos.

-¡¿Mi salud mental es un juego para ustedes, mocosos?! -el bramido de Yami los detuvo en seco, y todos quedaron de rodillas delante de él, luego de su sermón-, espero que con eso aprendan a comportarse -declaró el capitán, de pronto, una sombra apareció detrás de él, dando paso a Nacht.

-Es raro verte siendo responsable con ellos, supongo que, si has madurado un poco, Yami -dijo sarcástico el vicecapitán, y el su superior le sujetó fuerte de la cabeza -. Retiro lo dicho.

-Tú, en verdad te quieres morir, ¿cierto? -le amenazó Yami, pero para su sorpresa, los 4 demonios de Nacht salieron a defenderlo, mordiéndole la mano- ¡Quiétense enanos!

-Suficiente -Nacht llamó a sus demonios, pero Gimodero fue el más dramático, al lanzarse sobre su cara.

-¡Amo Nacht! ¿Está bien?

-Para ser un demonio, es bastante llorón -replicó Yami, sacudiéndose la mano-, ¿Tienen al día las vacunas, cierto? -a su pregunta, los cuatros demonios pequeños sisearon molestos.

-¿Y tú también? -contestó sarcástico el pelinegro, una vena de ira se presentó en su capitán.

-¡¿Tú de verdad quieres que te haga picadillos?! -Yami lo habría atacado, sino fueres que su escuadrón lo detuvo a tiempo, ignorando como Nacht consolaba a sus demonios.

-¡TODOS ATENCIÓN!-Charmy les llamó del segundo piso, y Noelle con Nero aparecieron poco después, mirando aquella escena.

-¿Otra vez haciendo escándalo? -dijo la Silva, un poco molesta.

-Ya terminamos-fue todo lo que dijo Nero, y el primero en reaccionar fue Asta.

-¡¿En serio?! ¿Qué tal quedó Liebe? -pero su pregunta fue contestada por los chillidos de su hermano-, ¿Eh?

-¡No quiero, me da vergüenza! -se escuchó al pequeño demonio, pero para sorpresa de los varones del grupo, Vanessa traía a Liebe atado con sus hilos.

-Ya es tarde para eso, anda, es hora que te luzcas delante de ellos~-la bruja carmesí, sobresaltando a Grey que no estaba lejos.

Y ante el resto de la orden, apareció Liebe vestido con un atuendo gótico de negro, la gabardina era de tela con cuello de collar, una camisa blanca, pantalones negros que tenía en sus laterales botones de metal, armaduras de pierna con zapatos negros de taco bajo.

-¿Y bien? -preguntó abochornado Liebe, pero lo primero que recibió fue una exclamación de los varones, a excepción de Nacha, que sólo abrió los ojos sorprendidos.

-¡Genial, te ves increíble, Liebe! -Asta fue con él, examinándolo por todas partes.

-¡No es justo! ¡Te ves increíblemente apuesto! -Finral hizo un berrinche.

-Muy bien, tiene estilo… -susurró Gordón.

-Luces todo un hombre -comentó Magna, y Zora sólo se limitó a rechistar un poco celoso.

-Más te vale alejarte de Marie -le amenazó Gauche.

-Se vee geeniaaal -dijo Henry, ya que el bullicio lo había despertado.

-¿Es que todos los que tienen que ver con la magia prohibida son fashionistas con el cuero negro o algo así? -preguntó Yami a Nacht, el que resopló molesto.

-¿A qué viene esa pregunta?

-¡Yo tengo otra pregunta! -habló Luck-, Oye, oye, ¿Cuándo te vuelves Chibi, qué pasa con la ropa?

-Esto -Liebe se transformó en su forma pequeña, y la ropa desapareció con él, luego volvió a su forma original, y seguía teniendo el atuendo puesto-, fue gracias a Grey.

-Y-yo use m-mi magia para que la ropa formase p-parte de Lieebe-kun -explicó nerviosa la chica.

-De hecho, fue por eso que nos demoramos tanto, teníamos ese pequeño problema, pero entonces Grey uso su magia, aunque tomó bastante tiempo hacer que la ropa se transforma en parte de Liebe, por así decirlo -explicó tranquilamente la bruja roja, pero un gruñido sobresaltó a todos, un gruñido que venía de Gauche.

-Le tomó un poco de tiempo, hasta encontrar el hechizo correcto para lograrlo -comentó Nero.

-Liebe, acaso tú… ¿TOCASTE A GREY? -el mago sacó sus espejos, dispuesto a atacar al demonio, pero fue detenido por un puñetazo de su capitán.

-No tengo tiempo para tus burradas, y tú, tengo algo que darte -Yami se dirigió a Liebe, que dio un respingo, aunque también estaba un poco confundido por lo sucedido, al igual que una sonroja Grey, pero la única que parecía entender eso era Vanessa, que sonrió maliciosa-, te falta esto… -el espadachín extendió a Grey una tela negra-, ¿Puede transformar esto para que él pueda usarlo?

-S-sí…

-Espera, Yami, ¿Eso no es? -comentó preocupado Nacht, pero era muy tarde, Grey había terminado el hechizo, y Yami le colocó un manto a Liebe.

-Listo, oficialmente eres parte de esta orden, mocoso -ante la mirada incrédulas de todos, vieron como Liebe tenía el manto de los Toros Negros.

-P-pero… -el pequeño demonio no sabía qué decir, y fue el vicecapitán quién tomó la palabra.

-Yami, esto traerá problemas más adelante…

-No exageres, además, no hay ninguna regla que lo prohíba -comentó sarcástico el hombre-, y si tanto te molesta, podemos hacerles un manto a tus cuatro diablillos también, así dejas de reclamar.

-No me refiero a eso…

-¡Bueno no importa! Charmy, es hora de cenar, un festín para el nuevo integrante del escuadrón -ordenó el capitán, y la pequeña hechicera asintió de inmediato.

-¿Liebe? -Asta llamó a sau hermano, que no dejaba de sostener el manto con su mano.

-¿En verdad soy parte de la orden? -preguntó Liebe, aún sin poder creerlo, y Asta, respaldado por todo el escuadrón, le contestó…

-Sí, bienvenido a casa, hermano.

-Gracias… -susurró el pequeño demonio, que recibió abrazos y aclamaciones de su nueva familia.

Así Liebe cerró una etapa de su vida, y ahora se dedicaría en cuerpo y alma en la orden que lo aceptó. Sin importar que tan dura podrían ser las cosas en el futuro, pero algo sí sabía.

Tenía un lugar al que pertenecer, porque él es Liebe, de los Toros Negros.

-¡ME SIGUEN MATANDO LOS SPOILERS!-caigo desmayada, mientras que Liebe está chequeando el twitter también.

-Esto es una mala broma… -dijo el demonio, con un tic en el ojo.

-Así que el villano final tiene la mala costumbre de ¿Comerse los corazones d ellos demonios? -preguntó asqueado Plagg, y Libe asiente en silencio.

-Eso parece…

-Pues, suerte para ti, la necesitarás -Chimuelo asiente a lo que dice el Kwami, y el pobre de Liebe cree que va a vomitar.

-¡SI LUCIUS LE HACE ALGO A MIS ANGELITOS, LO VOY A HACER PAPILLA!-exclamo furiosa, mientras saco mi katana.

PSD: para ver el atuendo de Liebe, pueden pasar por mi Wattpad de RilaZou XD