Sinopsis: Muchos prefieren dejar su pasado atrás para tener un mejor futuro, Yor hizo exactamente eso cuando comenzó a criar a su hermano y ahora más con su nueva familia falsa, hasta el día que volvió esa persona. "Esta vez, serás tú quien morirá"

Vieja herida

Era un fin de semana que se esperaba que fuera tranquila, eran sus días libres del trabajo en el ayuntamiento y como sicaria, quería poder pasar este tiempo con su querida familia, aunque falsa, pero su familia al fin al cabo, una familia que no la juzgaba y que ya le había agarrado cariño. Yor se acomodo perezosamente sobre su cama, mirando el techo en un intento de despegar sus ojos, la noche anterior había masacrado a una organización terrorista y estaba cansada, pero estaba tan acostumbrada de despertar temprano que no podía seguir durmiendo aun si lo deseara con toda su alma, una parte de ella le decía que se quedara en cama y que por ningún motivo se levantara de ahí, sin embargo ella es demasiado inquieta como para simplemente quedarse a mirar el techo de la habitación, así que simplemente se levanto y se fue hasta el baño para lavar su rostro. En todo momento de esa mañana algo en ella le estaba advirtiendo de algo malo ¿sexto sentido? Había escuchado de sus compañeras de trabajo que ellas solían tener un sexto sentido para las cosas o para descubrir las mentiras de sus novios ¿Sería acaso eso? ¿Ella estaba sintiendo que Loid la dejaría por otra mujer que sepa cocinar? Descarto la idea solo porque confiaba en Loid desde que dijo que no podría encontrar a nadie más perfecta para el papel de madre de Anya que ella, entonces ¿Qué era esa sensación tan desagradable? Se sentía como un sentimiento que había sentido hace mucho tiempo, pero no lograba recordar, igualmente ella prefería no hacerlo, había dejado el pasado enterrado y así debía de ser.

Una vez salió del baño se dirigió a la cocina a tomar un vaso de agua, allí ya se encontraba Loid completamente vestido con una polera blanca, unos pantalones oscuros y unas zapatillas de suela suave, algo bastante simple para estar cómodamente en casa, que al verla le sonrió dulcemente como suele hacerlo cada mañana, desde hace ya un tiempo diciéndole un "buenos días", pero esa mañana al espía le pareció que su "esposa" estaba un poco extraña, se veía exactamente igual al día anterior, pero algo le parecía que no andaba bien.

- Buenos días Yor ¿Estas bien? – Dijo mientras le seguía con la mirada – No te ves como siempre –

- Buenos días Loid, la verdad… - Yor no sabia si decirle, pero ya estaba acostumbrada a hablar de temas diversos, así que supongo que podría confiarle esto también – He tenido un mal presentimiento desde que desperté, como si algo malo fuera a pasar… pero quizás solo son cosas mías – Le dedico una sonrisa tratando de que él no lo tomara tan enserio.

- Ya veo… - Como Twilight podía entender ese sentimiento, ya que siempre estaba alerta en caso de que algo saliera mal en sus operaciones, así que como un buen "esposo" decidió que le daría las palabras de confianza y aliento – Si sientes eso lo mejor seria quedarse en casa y descansar, quizás es como tú dices que podría ser solo cosas tuyas, pero no está demás ser precavidos y quedarse tranquilos el día de hoy y mirar la TV – inclino un poco su cabeza mientras le sonreía y endulzaba su voz – Después de todo es tu día libre, relajémonos y veamos una película ¿Te parece? –

- Eso suena maravilloso – le sonrió de vuelta, quizás solo sea porque todavía esta alterada por su trabajo de sicaria del día anterior, pensó, quizás solo es cosa de relajarse en casa con su familia.

Prepararon el desayuno juntos y estaban acomodando todo en la mesa cuando Anya despertó, le saludaron amablemente e intercambiaron unas cuantas palabras, se dispusieron a comer con suma calma, después de todo era un fin de semana que intentaban que fuera tranquilo y relajante, hasta estaban poniéndose de acuerdo mirando la libreta de programación de que película ver y en que canal debían de colocar, hasta que una llamada impertinente les saco de la conversación, Loid fue a contestar mientras Yor y Anya despejaban la mesa para así lavar los trastes.

- Familia Forger, el señor Forger al habla – Dijo mientras se ponía el auricular en la oreja.

- Buenos días o más bien, buenas noches – Loid pudo reconocer la señal de WISE, le era raro que le llamaran directamente a su casa por los inconvenientes y el fácil rastreo, por lo que rápidamente se puso a la defensiva ¿Será acaso algo urgente? – Tenemos un paquete para usted en el centro de correos, al parecer lo dejo alguien que estuvo esperando desde hace mucho tiempo para ser atendido, pero no ha dejado toda la información necesaria para su entrega ¿Podría acercarse a correos para terminar con el procedimiento, por favor? – Twilight leyó entre líneas, al parecer un tipo altamente buscado a aparecido aquí en Ostania y debe ser capturado o asesinado, debo ir a WISE para que me entregue más información.

- Si, claro. Iré inmediatamente, gracias por avisar – Loid colgó el teléfono y se dirigió a su "familia" – Lo siento, al parecer hay un paquete en correos a mi nombre, pero parece que no pueden hacer la entrega a menos que vaya personalmente –

- No te preocupes, nosotras veremos qué haremos para pasar el rato, mientras tu te haces cargo de eso – Dijo Yor mientras le dedicaba una sonrisa.

- De verdad lo siento – El hombre se rasco atrás de la cabeza, culpable de ser llamado tan abruptamente – Por no poder pasar el tiempo con ustedes a pesar de que fui yo el de la idea – Pero la agencia me necesita, si no voy podría ser un peligro para miles de personas.

- No te preocupes por eso – Tratando que subirle el ánimo – Ninguno sabía que esto pasaría, así que no te culpes, además aún es temprano, quizás podemos seguir con nuestros planes a la noche –

- ¡Mami tiene razón! – Anya estaba al tanto del trabajo que su padre tendría el día de hoy, pudo escucharlo claramente a medida que el intentaba decodificar el mensaje y aunque le ponía triste no tenerlo el día de hoy prefirió animarlo para que terminara luego su trabajo – ¡Así que ve rápido para que podamos ver la película! -

- Esta bien, volveré lo más pronto que pueda – Les dedico una sonrisa y se dirigió a su habitación.

No perdió el tiempo, se cambió de ropa tan rápido como pudo y tomo todo lo necesario para la misión; dio un pequeño aviso por el intercomunicador para avisar a la agencia WISE que estaba en camino, salió de allí sin antes despedirse correctamente con ellas y partió tan rápido como podía. Mientras tanto Yor y Anya se quedaron allí hasta el almuerzo, pidieron algo para comer ya que todavía no había podido hacer platillo lo suficientemente decente y Anya no estaba de ganas de comer el guiso que aprendió hacer al recordar a su madre, al terminar estaban algo aburridas y no se les ocurría que más hacer; habían dibujado, vieron la televisión e incluso habían bañado a Bond, se les estaba acabando que cosas divertidas hacer para pasar el tiempo mientras esperaban a Loid.

- Mami… estoy aburrida… - Decía Anya mientras abrazaba a Bond en el suelo, como si estuviera derritiéndose.

- Si, yo también – Miro hacia afuera, ¿Debería sacarla a pasear? Pero… todavía tengo ese mal presentimiento.

- ¿Y si salimos solo un ratito? – Propuso Anya, que a pesar de leer su pensamiento no creía que nada malo pasaría, ya que Bond no había tenido ninguna premonición fatídica – Una vuelta por el parque y nada más, quizás en el camino se nos pueda ocurrir otra forma de pasar tiempo en casa –

- Bueno… - La mujer lo pensó un momento – Supongo que tienes razón – Desperdiciar el día por una tonta corazonada que podría no significar nada, pensó, mejor seria pasarlo afuera disfrutando el día con mi hija – Esta bien, cambiémonos y vallamos a divertirnos –

- ¡Genial! – Tanto Anya como Bond se alegraron y salieron disparados a la habitación.

Yor también se fue a su habitación para cambiarse, sin dejar de sentir un extraño peso en su pecho, Está haciendo lo correcto, ¿no?


Twilight había llegado a la agencia, se encontró con su supervisora Sylvia junto a dos espías más, se veían completamente alterados, la misión debe ser demasiado importante como para que muestren abiertamente sus preocupaciones, así que simplemente llego hasta ellos y sin perder más el tiempo preguntó.

- ¿En que consiste la misión? – Se mostraba determinado y un tanto preocupado, esperaba que realmente no fuera algo que le tomara más de unas cuentas horas en realizar.

- Tu misión solo tiene un objetivo – Dijo Sylvia muy seriamente, ella tampoco quería que perdieran más el tiempo allí – Tienes que capturar al hombre más peligroso en la tierra, lo necesitamos vivo –

- ¿Y esa persona es? – Arqueando un poco las cejas, ¿Quién podría ser tan peligroso que Desmond, su misión actual? Si existe, debía de ser alguien excepcionalmente cuidadoso.

- Travis Mc'bee – Dijo y para Twilight todo le hizo sentido.

Travis Mc'bee es la persona más nefasta de la tierra, ex militar de Westalis, le dieron de baja a los pocos meses de ingresar al ejercito por insubordinación, desacato a la autoridad, conducta indecente y robos, había matado a diestra y siniestra a todo aquel que se le cruzaba por el camino, traiciono a su país al mejor postor entregando información que le costo la vida de muchos civiles tanto de Westalis como de Ostania, no tenia reparos en matar a niños inocentes incluso si rogaban por su vida, de puro milagro logro escapar y desaparecer del país, ya que también había vendido información de Ostania y matado a oficiales militares, pero ahora estaba de vuelta y debía obtenerlo con vida.

- ¿Por qué con vida? – Preguntó, completamente asqueado por tener que lidiar con el peor adefesio que pudo parir el infierno.

- Porque ese imbécil robo y escondió uno de los armamentos más peligrosos de Ostania, si logramos sacarle esa información antes que le de esta arma a alguien más, podremos evitar una futura guerra y mantener la paz mundial – Dijo su manejadora mordiéndose los dedos con clara ansiedad.

Y dicho eso ultimo supo porque todos estaban completamente preocupados, sin dudas no era nada que pudiera tomar a la ligera, si ellos no frenaban a este caos con patas no habría nada que hacer para frenar la guerra y mucha gente inocente se vería envuelta nuevamente por la desesperación y su familia… oh su pobre familia, tendrían que lidiar con algo que esperaba no tuvieran que enfrentarse jamás; lleno de determinación, tomo la información que faltaba sobre los último paradero de Travis y se fue allí sin perder ni un segundo más. Twilight se dirigió a diferentes lugares de la ciudad, utilizando un sinfín de disfraces para no llamar la atención y pasar desapercibido, evitando de hacer acciones imprudentes, ya que la captura de ese imbécil era completamente prioritario, debía tener mucho cuidado de que tanto Travis como la SSS lo interceptara o peor, que fuera la SSS quienes encontraran a Travis primero, poniendo en riesgo de que usaran esa arma para aventajarse en una guerra sin cuartel, peligrando así la paz del mundo.

Siguió en su búsqueda hasta que al fin obtuvo sus frutos, pudo divisarlo a lo lejos en una tienda conversando con algunas personas que levantaban demasiadas sospechas, no podía acercarse a ellos todavía hasta que estuvieran alejados del ojo público, de preferencia dejos de los ojos de los SSS, así que fue paciente y espero, por el bien de todos lo atraparía en el momento perfecto, por ahora se conformo con advertir a su agencia de su hallazgo.


Por su parte, La policía secreta SSS estaba completamente al tanto de la aparición de Travis Mc'bee, era el hombre más buscado desde el termino de la guerra y ahora no dejarían que se escapara nuevamente, menos cuando se enteraron que ese maldito que había robado un armamento militar ilegal en los tiempos de guerra lo vendería a saber quién sabe quién, creando el caos y hasta una guerra, se les informo a cada oficial que querían a este parasito vivo para sacar información sobre esa arma y desaparecerla, no querían que se descubriera la investigación ilegal del arma y mucho menos desestabilizar la frágil paz que se había creado gracias a los esfuerzos continuos de la organización, ningún partido político debía de saber de este hecho y nadie más que la SSS debía poner las manos en esa arma o la vida que conocemos se perderá para siempre.

Yuri Briar estaba encargado de monitorear y escuchar cualquier conversación que pudiera darle indicios del infame, lo cual había sido una tarea demasiado difícil ya que no tenían muchas señales de su paradero y aunque eran notificados de posibles lugares habían sido solo falsas alarmas que solo hacían que aumentara su frustración, una persona así de peligrosa era sin duda algo que no se podía permitir, no si esta poniendo en riesgo la tranquila vida de su hermana, estaban realmente a contra reloj con este tipo y debía ser capturado sea como sea.

Fue en su concentración que escucho una conversación en particular, donde se podía escuchar con claridad de la voz del malnacido ese, con eso avisó a sus superiores y fue el directamente a terminar con toda esta persecución.


El paseo se estaba desarrollando con tranquilidad, el cielo estaba completamente despejado y soleado, que daba una sensación de calma y eso mejoraba su humor, Anya estaba tan feliz que le daba más ánimo de estar allí afuera a estar encerrada en casa, caminaban hasta un parque que se encontraba un tanto alejado de su casa lo que hacía preocuparse un poco, preguntándose si Loid había llegado ya a casa o todavía estaría solucionando el problema con correos, no quería ser ella quien lo dejara esperando después de que él hiciera todo ese esfuerzo por llegar temprano, pero recordaba que él no solía resolver estos inconvenientes tan rápido, por lo que siguió con la caminata, mirando disimulada algunas direcciones por si hubiese por ahí alguien queriendo lastimar o raptar a su hija, que en este último tiempo se había visto en esa situación con bastante regularidad, más de lo que le gustaría, no quería perderla así que mantuvo su vigilancia constante. Fue en esa vigilancia que noto algo extraño en algunas personas si se pudiera decir, las acciones y movimientos de estas personas eran normales, pero podía sentir de ellas poco natural como si estuvieran preocupadas por algo, incluso podía ver en ellas el miedo, algo que estaba familiarizada en sus asesinatos, eran la misma mirada que le dedicaban sus víctimas antes de morir.

Siguieron caminando por unas calles más y Bond comenzó a temblar, Anya estaba familiarizada con este comportamiento en su perro, supo que estaba a punto de mostrar una visión, ¿Qué estas viendo perrito? Le pregunto la niña y fue cuando vio algo que no entendía del todo, vio a su papá y al tío Yuri a lo lejos, muy lejos observando desde diferentes lugares y a un hombre que no conocía que se encontraba frente a ellas, pero lo que más le pareció raro era el comportamiento de su madre, estaba en una posición muy tensa, pero no podía ver su rostro; y apenas ver esa escena escucho los pensamientos de ambos hombres que habían visto en la visión se encontraban más lejos de lo que se veía en la visión, ¿Acaso eso va a ocurrir ahora? Debía detener a mamá, sea lo que sea que va a ocurrir no parecía nada bueno.

- ¡Mami! – Eso llamo la atención a Yor - ¡Tengo hambre! Pasemos a comprar unos cacahuates – Pidió.

- ¿Eh? ¿Ahora? – Dio un pequeño vistazo a los alrededores – No veo ninguna tienda cerca –

- Había algunas más atrás – Decía apuntado – Devolvámonos y compremos algo, por favor –

- Mmm… - Le dio un poco de lastima ver a su hija pidiéndole algo para comer, por lo que no lo pensó mucho – Esta bien, vamos entonces –

Anya sonrió ¿Sera que pudo evitar ese futuro? Miro a Bond, pero este ni se inmuto, no volvió a temblar y eso hizo que a la niña se fuera su sonrisa ¿No lo logre? ¿Entonces dónde? Intento escuchar nuevamente los pensamientos de su padre y tío para saber dónde estaban, lo que fue muy tarde, cuando Yor dio unos cuantos pasos, devuelta a la dirección que inicialmente habían pasado, llego hasta un callejón y al observar que no hubiera ningún perro callejero que pudiera lastimar a Anya lo vio, esa cara, no importa cuánto tiempo pasara podía reconocer en cualquier parte esa cara, esa maldita cara. Se quedo quieta en ese lugar observándolo detenidamente y sus manos temblaron, su corazón se acelero y por un momento le dificulto el aire.

- – Su voz sonó amenazante y sus ojos mostro lo que por años ha desarrollado gracias a su trabajo, una mirada asesina y escalofriante.

- Parece que de entre todos lo que me han estado siguiendo, eres la única a la que puedo reconocer – Su voz se escuchaba asquerosas en sus oídos, casi al punto de darle arcadas – La pequeña gatita asustada ¿Qué ha sido de tu vida desde esa noche? – Se burlo – Me da curiosidad el como sobreviviste, he recordado tantas veces ese momento ¿Tú no? – En su rostro se formó, más que una sonrisa, una mueca – No sabes cuanto he fantaseado por encontrarte y terminar con el trabajo, devolverte el favor de tu "recuerdito" – Mostrando una cicatriz en su ceja, un poco mas cerca de su ojo, si hubiera tenido mejor puntería en ese tiempo, ella le abría quitado el ojo sin dudas.

El hilo de la cordura de Yor se estaba cortando poco a poco, de la misma manera en la que ella quería cortarle el cuello a ese maldito. Anya se encontraba detrás de ella, un poco más alejada y siendo agarrada por Bond con su hocico en su ropa, él sabía que no podían involucrarse más, se sentía el ambiente pesado, ambos despedían un aura de muerte y estaban seguros de que a la mínima harían que ese lugar fuera una batalla en el que solo encontrarían la muerte. Por su parte ambos hombres se encontraban tal y como la visión del perro había mostrado y estaban observando la situación, pero no entendían lo que pasaba ¿Por qué Yor estaba tan alterada? ¿De que estaban hablando? ¿A qué se referían con esa noche? No podían acercarse porque podrían enterarse de sus identidades secretas y al mismo tiempo deseaban acercarse para poder detenerla, ya que sin saberlo ambos pensaron exactamente lo mismo "Yor lo va a matar".

- Yo no recuerdo a la basura – Escupió esas palabras con todo el asco – Pero de algo estoy segura – Dijo mientras preparaba sus manos – Esta vez, serás quien morirá –

A Travis se esperaba que la mujer que se encontraba frente a él comenzara a llorar o ha temblar al verlo, es lo que hacían por lo general los supervivientes a sus ataques, pero ciertamente se equivoco con ella, porque ahora el que temblaba era él, ella ya no era la gatita asustada de esa noche, claro que no, se sentía como una verdadera amenaza, saco un arma esperando ver algo de desesperación en su mirada, sin embargo esa arma duro tan poco en su mano, ya que ella pateó rápida y certeramente una piedra que le dio de lleno en la muñeca, quebrándosela en el proceso. Los que miraban la escena no podían estar más asustados, ¿Qué hacían? Cada plan que pensaban era rápidamente descartado con solo pensar que Yor estaba ahí, debían pensar algo rápido o pronto el mundo peligraría. Anya pudo escuchar los pensamientos fatídicos de sus parientes que no le quedo de otra más que intervenir, a costa de su propia vida, se deshizo del agarre de Bond y corrió directamente hasta su mamá.

- ¡Mamá no lo mates! – Grito aferrándose a ella con todas sus fuerzas mientras su madre se congelaba en el lugar.

Se sentía pesada, agotada y completamente destruida, escuchar los sollozos de su hija en su pierna no hacía más que sentir que había fracasado, una vez más, al ver como él se alejaba corriendo y ella ahí, habiendo asustado a su propia hija y al mismo tiempo no poder vengarse, pero ¿Por qué debía de vengarse? Si ella había dejado ese pasado atrás, en el momento que decidió criar ella sola a su hermano y luego estando con su familia falsa, para que los recuerdos no nublaran su juicio y su deber, sin embargo, ahí estaba, sintiendo un nudo en su garganta y apretando los puños al punto de hacer que sangraran.


Ese bastardo estaba escapando, pero gracias a Yor el estaba desarmado y herido por lo que la captura de este sería más fácil que en un principio, Twilight supuso que se iría directamente a su escondite así que lo estuvo persiguiendo de cerca sin perder en ningún momento de vista, aunque su mente por otra parte se estaba alejando un tanto de la realidad ¿Qué fue todo eso? ¿Estaba bien dejar a su familia en ese momento? Por supuesto que sí, pensó, si él no lo conseguía seria peor para la paz del mundo y para ellos mismos también eventualmente, pero una parte de él quería respuestas, necesitaba saberlo, por el bien de la operación Strix era completamente necesario que esta falsa familia siguiera unida y feliz. Lo mismo pasaba con Yuri, estaba siguiendo de cerca desde un auto de la SSS pero su mente estaba en otra parte, jamás había visto a su hermana de esa manera, es decir, siempre supo de su aterradora fuerza y sus buenos sentidos, pero jamás le había visto así de enojada, nunca, ni cuando se portaba mal o cuando ocurría algún inconveniente, siempre mostraba una sonrisa refrescante en su rostro y sin embargo, le vio tan aterradora y amenazante ¿Qué fue lo que paso como para que mi hermana reaccionara de esa manera? Quería averiguado, pero primero era el deber.


Yor no se había movido del lugar en el que tuvo el encuentro esa persona, estaba tan ausente que Anya y Bond estaban preocupados, no estaban seguros de que hacer y antes de que pudieran ocurrírseles algo la mujer les hablo con suma dulzura.

- Anya… Hija – Le llamo – Necesito hacer una llamada urgente ¿Podríamos dejar el comprar comida para después? Te prometo que te comprare los dulces que quieras – Le sonrió, fue una sonrisa culpable y Anya no quería verla tan triste.

- Esta bien mami, no te preocupes por los dulces, podemos ir a casa directamente si quieres – Le dijo mientras sostenía suavemente su mano, el cual pudo apreciar lo ensangrentaba que estaba al estarlas apretando con tanta fuerza, pero a ella no le importaba y Yor tampoco la aparto, necesitaba sentirla, quería este tipo de cariño y consuelo.

- Gracias – Fue lo único que salió de sus labios y era lo único que Anya necesitaba oír.

Caminaron hasta la casilla telefónica más cercana, presionó unos números que no se asemejaban a ningún número que hubiera visto que usara con regularidad, ni siquiera se escucho a alguien al otro lado de la línea, pero aun así su madre hablo.

- Necesito una atención rápida para un cliente VIP, código 05689 de alto valor, me gustaría que lo mantuvieran entretenido para mí, a nombre de Thorn Princess - La niña no entendía el código en la que estaba hablando su madre, ni siquiera estaba pensando cuando hablo de la decodificación, a diferencia de su padre que sobre pensaba las cosas, los pensamientos de su madre estaban silenciosos, pero entendía perfectamente que estaba estrechamente relacionado a su trabajo como sicaria.

- El cliente será atendido tal y como desea – y colgó sin más.

Ambas caminaron tranquilamente a su casa, en silencio, en la mente de su madre no había nada, ni una pizca de deseo de matanza ni sentimientos de furia, no había nada, pero no pudo evitar preguntarle.

- No volverás a verlo… ¿Verdad? – Le miro rogándole que dijera que no, esperaba realmente que no fuera.

- No hija, no lo volveré a ver – Realmente espero no verlo otra vez, pensó, Anya se quedó tranquila con eso.


Twilight había llegado a la guarida en la Travis se ocultaba, oculto su presencia tanto como pudo y se concentró la importante tarea que tenia entre manos, ya que en su persecución pudo notar a su cuñado pisándole los talones a su presa, así que estaba a contra reloj ¿Quién lograría hacerse con el imbécil primero? Claramente debía ser él si realmente quería asegurarse la paz mundial. Esta vez no estaba para disfraces elaborados, una máscara negra que cubría completamente su rostro, una peluca oscura y un sombrero negro fue lo único que uso para cubrir su identidad, estaba en su búsqueda cuando logro escuchar algo que cambiaria toda esta locura de misión.

- Esa maldita gatita se ha vuelto toda una ramera – Maldijo Travis mientras movía unas cosas, tenía vendada la muñeca que Yor le había fracturado, pronto esbozo una sonrisa perversa – Me pregunto qué cara pondrá si presencia esta belleza – Saco de un polvoriento cajón que se encontraba en una pequeña bodega bajo el suelo, una que solían usar en la guerra, una compuerta negra pero robusta que eran difíciles de rastrear, al sacar el objeto del cajón que había retirado de la bodega sus ojos se iluminaron con malicia y se deleito con lo que veía – Mira esta preciosidad – rio, un arma extraña sin dudas, que uso en una de las puertas metálicas lejos de él, un solo disparo y deformo parte de ella además de dejar una mancha negra por la quemadura, un rayo laser letal e ilegal, el arma que tanto WISE como la SSS estaban buscando – Con esta belleza por fin podre matar a esa gatita que se me escapo y con suerte hacerle sufrir por esta humillación – Observo su muñeca con furia, recordando como salió corriendo como una rata ¿Él? ¿Teniendo miedo? ¡Esto no se quedaría así! - ¡Al diablo con los compradores! Voy a destruir todo a mi paso y cuando la encuentre la hare sufrir, quizás incluso comience con la pequeña, quizás le haga volver a tener esos hermosos recuerdos de sus padres –

No hay palabras que describan los pensamientos de Twilight en ese momento, si ese imbécil creía que tenía una mínima posibilidad de tocar uno solo de los cabellos de su esposa o de su hija y que saldría vivo, no solo estaba equivocado si no que ni le dejaría siquiera soñar de que va a salir de este lugar vivo. En su mente había formulado 800 variables para hacerle sufrir los dolores inimaginables y todavía tenia creatividad suficiente para crear más, estaba a punto de efectuar alguna cuando observo como su cuñado se le adelantaba.

- ¿A que te refieres con eso? ¡¿Qué tienes que ver con nuestros padres?! – Yuri estaba apuntándole con la pistola, se veía exaltado, iracundo y completamente segado por la ira. Twilight pudo comprender unas cuantas cosas de su cuñado en ese momento, entre ellas el porqué se unió al SSS, si el quería podría ser bastante intimidante y por otro, lo que sentía, si no fuera porque el espía estaba bastante entrenado en el auto control se hubiera lanzado a la acción hace varios minutos antes, entendía completamente que estuviera así de su enfado e incluso se estaba planteando entregarle a ese bastardo en bandeja de plata, el problema era el arma.

- ¿Vaya? Tú cara se parece mucho a la de la gatita ¿Quizás si empiezo contigo ella sufrirá aún más? – Le apunto con la dichosa arma – Le llevare tú cabeza como regalo –

Travis proyectó sin piedad y Yuri apenas pudo esquivar los rayos, si no fuera porque Twilight disparó desde su posición quizás habría muerto, las ráfagas no llegaron a Travis, pero fue lo suficiente llamativo como para ponerlo a la defensiva, cambiando su posición y dejando en paz al más joven. Yuri tuvo que ocultarse por un momento y determinar si el que había distraído al cruel asesino era un aliado o solo un oportunista, aunque ya a estas alturas no importaba, el arma que tanto buscaba era sin dudas peligrosa y si no ponía atención lo mas probable es que moriría, debía llamar refuerzos o todo acabaría para él. Lamentablemente Travis no le estaba dando tregua a ninguno, disparaba sin descanso y se esteba creando un caos, todo se reducía a cenizas o se molía al recibir el rayo, no podían acercarse y no podían retroceder, estaban atrapados.

En una situación tan peligrosa Twilight no pudo mas que pensar en una idea arriesgada, si el arma desaparece, si tanto Westalis como Ostania no pudieran acceder a ella, evitarían que la delgada línea entre la paz y la guerra se rompa y podrían considerar esta una victoria, su manejadora le entendería si le explicara el difícil escenario en el que se encuentran, no estaba seguro si podría hacer que Yuri le ayudara, pero debía intentarlo si al menos quisiera salir vivo de allí.

Se acerco lo que más pudo y cambio su voz para que no le reconociera – ¡Muchacho! No hay forma de que salgamos vivos de aquí a menos que destruyamos esa cosa ¡Necesito que me ayudes a destruirla! – rogaba en sus adentros que Yuri le escuchara.

Yuri le miro, volvió a ver a Travis y luego volvió hacia a él – Seria una buena idea si no fuera porque esa arma es muy peligrosa ¡No hay nada que no destruya! – El espía agradeció que su cuñado era más sensato cuando las cosas no se trataban de su hermana o de él mismo, como Loid, al estar presentes. Lo cierto es que Yuri tenía razón, pero a él ya se le había ocurrido un plan.

- El metal resiste mucho mejor ese rayo que todo lo demás, si logro asestarle un trozo de metal en el cañón del rayo mientras este distraído ¡seguro que lo obstaculizará! – razonó.

- Y en el mejor de los casos explote – concluyo Yuri, quien sin saberlo había estado pensando igual que el espía – Lamentablemente no soy tan veloz, yo le lanzaré el trozo de metal – Sugirió.

- ¿Crees tener la puntería, muchacho? – Pregunto Twilight, dudando de las capacidades del más joven ¿Será acaso tan bueno como Yor con su puntería?, pensó, si puede igualar al menos una fracción de lo que hace Yor ya sería bastante útil.

- Tengo confianza en mi tiro – No soy tan bueno como mi hermana, pensó, pero difícilmente he fallado.

- Esta bien, yo lo distraeré – le entrega un buen trozo de metal que se encontraba cerca – asegúrate de darle – Se preparo para correr y ser la carnada.

Twilight corrió tan veloz como pudo y Travis le siguió con el rayo, el espía dio unos cuantos movimientos tanto en el aire como en el suelo para darle el tiempo y la dirección a Yuri para que lanzara el pedazo de metal, realmente esperaba que lo hiciera. Por su parte el policía secreto se concentro lo que mas pudo en encontrar el momento perfecto para lanzar el metal y cuando por fin encontró el patrón perfecto lo lanzo con todas sus fuerzas, el metal quedo atrapado en el cañón del rayo que poco a poco comenzó a hincharse mientras se iluminaba peligrosamente, iba a explotar. El espía y el policía se hicieron a un lado mientras sintieron la explosión que se dio en el aire, al parecer ese bastardo había lanzado el arma en el aire, cuando se recompusieron y buscaron con la mirada, Travis ya se había ido, no pudieron capturarle.

Yuri no quiso pensar en que se le había escapado por lo que decidió buscarlo, mientras Twilight decidió que era mejor huir de allí antes de que la SSS le interrogara, se sintió bastante impotente por no poder atraparlo, o matarlo por sus palabras dichas hacia su esposa y su hija, pero debía reducir los riesgos de ser descubierto, se fue directo a WISE para notificar todo lo ocurrido. Por su parte Yuri se sintió vacío, no pudo sonsacarle más información y no podía ir directamente con su hermana a preguntarle lo ocurrido, ni siquiera pensó en la persona que le había ayudado a destruir el arma, al final solo pudo notificar a través del walkie talkie todo lo acontecido a sus superiores.


Travis corría lejos del lugar dejando a tras a esos dos, se encontraba enojado y al mismo tiempo aliviado por salir ileso una vez más, nadie ha sido capaz de capturarle y en unos cuantos minutos podría volver a esconderse en las montañas donde estos tontos jamás lo podrían encontrar, estaba recordando donde había dejado sus suministros cuando de la nada se encontraba rodeado, estas personas vestían completamente de negro, todos tenían un aura amenazante, similar a la gatita asustada, por primera vez en su vida sintió el terror.

- ¿Quiénes son ustedes? – Se tambaleo un poco al tratar de observar a todos los presentes - ¿Qué quieren de mí? –

- Señor Travis Mc'bee, sus crímenes lo han traído hasta este jardín – Comenzó a decir un hombre, era viejo y no se mostraba realmente una amenaza, pero su aura decía todo lo contrario – Una de nuestras flores más hermosas, una rosa, a pedido que le tratemos con sumo cuidado – Dijo mientras se ponía unos guantes – Y nosotros estamos complacidos de llevarlo a cabo –

- ¿De que hablan? ¡¿DE QUE MIERDA ESTAN HABLANDO?! – Fue lo último que dijo.

Se tomo su tiempo para matarlo mientras los demás solo se aseguraban de limpiar y evitar que el cliente escapara, cada golpe, cada corte y cada parte de su cuerpo desmembrado fueron realizados y removidos muy lentamente, no le dieron chances para escapar, Matthew McMahon se aseguro de terminar el trabajo que el Tendedero no pudo terminar en su tiempo, lo que la Thorn Princess no pudo realizar el día de hoy y que la llevo a pedir este favor, ellos con gusto se lo cumplieron, él se aseguraría de que este imbécil jamás perturbara su paz.

- Entreguemos algunas de sus partes a unas cuantas personas en el bajo mundo para que esparzan la noticia, con suerte llegara a los oídos de la policía secreta o de otras organizaciones – Dijo el director, limpiando la sangre que se encontraba en su rostro con un pañuelo.

- ¿No seria muy peligroso, Señor? Estaríamos dando una información vital, quizás hasta se enteren que lo hicimos nosotros – Pregunto uno a sus espaldas.

- Fueron ordenes del Tendedero, al parecer tanto Ostania como Westalis querían matar a este bastardo, si dejamos que esta información pase por el bajo mundo en vez de entregarle nosotros mismo directamente, será mucho más difícil para ellos localizarnos – Dijo tomando algunos pedazos que alguna vez pertenecieron a un humano – Nadie lo extrañara, nadie le importara y por sobre todo, todos descansaran al saber que este pedazo de mierda jamás volverá a causar el caos… también hay que decirle las buenas noticias a Thorn Princess – Le entrego el pedazo de carne a uno de los presentes, que suavemente lo dejo dentro de una bolsa de plástico, muy probablemente como prueba fehaciente de que el infame Travis había muerto al fin.


En la casa de los Forger, la mujer se encontraba sentada en el sillón mientras la pequeña niña reposaba su cabeza en su regazo, Anya miraba la TV sin verla realmente, estaba preocupada por su mamá que todavía tenia la mente en blanco, ya se había tratado las heridas de sus palmas y estaba mirando un punto fijo, no se veía bien y eso le ponía ansiosa, Bond también estaba ansioso, no estaba dando vueltas como siempre y solo estaba gimoteando cerca de las piernas de la mujer. Fue en eso que sonó el teléfono de la casa, suavemente Yor se dirige hasta el, poniendo el auricular en el oído, Anaya solo pudo escuchar un "Cliente atendido" para luego su madre solo corta la llamada.

- Hija, estaré en mi habitación, deje unos sándwiches en la cocina en caso de que Loid no llegue para hacer la cena – No le miro, su cabello cubría gran parte de la cara.

- Oui – Anya se quedó mirando como su madre caminaba pesadamente hasta su habitación, cerrando lentamente la puerta tras de si – Espero que papá llegue pronto – Dijo mirando hacia la ventana – Seguro él sabrá que hacer –


Twilight se estaba dirigiendo a su apartamento, tenía un paquete en sus manos para su coartada, además de otra caja con algunos dulces y pasteles como modo de disculpa por llegar tarde, nuevamente para justificar a su coartada, intentaba caminar lo más pausado que pudiera, pero la verdad es que estaba muy ansioso, quería llegar lo más rápido posible a su hogar, quería estar con Yor y poder hablar con ella, aunque el mismo no sabia como abordar el tema ¿Por donde empezaba? ¿Cómo podría preguntarle sobre lo sucedido ese día? ¿Cómo podría preguntarle lo que le ocurrió en el pasado? Su cabeza se estaba sobresaturando de preguntas que no tendrían respuesta hasta llegar a su apartamento, siguió la caminata hasta que una figura familiar se encontraba en el camino.

- ¿Yuri? – El espía tomo la personalidad de Loid y se acerco a su cuñado - ¿Qué haces aquí? ¿Vas a ver a Yor? Si quieres puedes acompa…- Fue interrumpido por éste.

- No la verdad – Dijo rápidamente - Quiero pedirte un favor – Se veía abatido, el espía supuso que no había podido encontrar a Travis, él mismo también se sentía de esa manera en parte, pero no quería pensar en eso en este momento.

- ¿Un favor? Claro, dime – Dijo sin más.

- No te puedo decir los detalles, pero algo le ocurrió a mi hermana el día de hoy – Loid se sorprendió un poco, pero pronto volvió a su seriedad, no se esperaba que Yuri le hablara del tema, pensó que no le diría nada a él por ser el hombre que se robo a su hermana después de todo – Yo todavía tengo trabajo que terminar, así que quiero tomarte las palabras de aquella noche y pedirte que hagas feliz a mi hermana por mi – Con esa noche se refería a la que le obligo a besarse con Yor, supuso el espía.

- Yuri – Dijo seriamente Loid – Aún sin tu pedido, haría feliz a mi esposa cueste lo que me cueste – En su voz no había mentira, todo lo que Yuri podía escuchar era solo verdad y eso lo calmo.

- Cuento con ello Loid Forger – Se disponía a irse, pero luego se detuvo un momento – También, me gustaría que la convencieras para decirme lo que ocurrió… aunque eso quizás sea imposible – Sonrió amargamente.

- No te prometo nada – Le miro desde el hombro hacia donde estaba y siguió la marcha.

Ambos hombres se fueron con el camino contrario, Twilight tenía una misión ahora e iba a cumplirla sea como sea.


Loid llego a su hogar, solo para encontrarse todo terriblemente silencioso y eso le puso nervioso, se adentro en el lugar buscando a su familia cuando pudo ver que su hija se encontraba abrazando a Bond, estaba dormida en el suelo usando al perro como si fuera una almohada, no parecía descansar tranquila, quizás por lo sucedido esa tarde, se sintió culpable, por no estar con ellas en ese momento, pero no podía dejar la misión. Dejo entonces los dulces en la cocina y el paquete falso de correos en su habitación, noto que Yor no se encontraba en ninguna de las habitaciones mencionadas así que el único lugar que le quedaba era la propia habitación de la mujer. Toco suavemente, le llamo unas tantas, apoyo suavemente su cabeza en la puerta esperando una respuesta, su corazón estaba acelerado, ansioso, quería que ella le respondiera, que le diera el permiso de entrar y al mismo tiempo tenia miedo que ese silencio perdurara como una clara señal de que ella no quería de su compañía, estaba tratando de calmar su corazón cuando escucha un sutil sonido.

- Puedes pasar – Su voz sonaba tan bajo que, si no fuera por lo agudos sentidos entrenados en el espionaje, jamás la habría escuchado. Abrió lentamente la puerta y cerro con la misma lentitud.

- ¿Yor? – La vio acostada en su cama, mirando al lado contrario de donde se encontraba él, abrazándose a si misma, se sentó con sumo cuidado a su lado - ¿Estas bien? ¿Quieres hablar de ello? – Se le rompía el corazón verle de esa manera, realmente quería verle con la sonrisa ligera que siempre les dedicaba, pero sabia que era un tema delicado, ahora su único deber en ese momento era consolarla y comprenderla.

- ¿Puedes abrazarme? – Loid no se esperaba esa pregunta, estaba dudando si era apropiado - ¿Por favor? – Pero si su esposa se lo pedía ¿Quién era el para decirle que no?

- Por supuesto – Se acerco lentamente, no quería agobiarla y al mismo tiempo tenia miedo de que ella lo golpeara.

Ella no se movió ni un poco cuando Loid se acostó detrás de ella y paso un brazo alrededor de su cintura, el calor de su cuerpo le hacía sentir protegida.

- ¿Así está bien? – Susurro el hombre.

- Más cerca – Él la estrecho un poco más, ahora sin casi espacio entre su pecho y la espalda de ella - ¿Puedo tomarte la mano? – Preguntó Yor, aunque más parecía un ruego.

- Adelante, lo que quieras hacer puedes hacerlo, tienes mi total permiso – Dijo Loid cerca de su oreja, lo más suave posible, quería ser gentil, que entendiera que él solo quiere que ella se sienta bien.

Yor tomo la mano opuesta a la que estaba usando Loid para abrazarla y poco a poco hizo que el hombre pasara su brazo por debajo de su cabeza, usándolo de apoyo, como una almohada, así pudo sentirse aun mas cerca de Loid, entrelazo los dedos con los de él, el espía pudo notar que sus manos estaban vendadas, pero no le cuestionaría nada todavía, quería que ella por si sola le contara las cosas, así que simplemente espero. La mujer cerro sus ojos y de ellos comenzaron a salir lágrimas, no había podido llorar, deseaba llorar durante todo el día, sin embargo, algo en ella no podía hacer que llorara, quería expresarse de alguna manera, pese a todo el dolor que sentía no lograba hacerlo, hasta ahora. Las lagrimas se derramaban una tras otras sin descanso y Loid solo pudo cerrar sus ojos para apaciguar su propia ansiedad e impotencia, se apretó más a ella, en un intento de consolarla, que ella sintiera que no estaba sola.

- Hoy – Comenzó a decir Yor, con un poco de dificultad – Apareció un hombre que no había visto desde varios años, uno que realmente no quería volver a ver – Loid acaricio con su pulgar los dedos de ella, en una forma de decirle que la estaba escuchando – Cuando era pequeña, en la guerra, nosotros nos encontrábamos en el campo; estábamos Yuri, mi padre, mi madre y yo, queríamos estar lejos de los bombardeos, pero… - Exhalo bruscamente, más lágrimas caían por sus mejillas, Loid acerco su rostro en su cabello, tratando de protegerla de esos recuerdos dolorosos – Ese hombre llego hasta donde estábamos, él estaba escapando, me quede con Yuri en los brazos mientras se encontraba durmiendo, él era muy pequeño en ese momento, mis padres trataron de convencerlo de que se fuera, que podía tomar lo que quisiera mientras nos dejaran en paz – Yor apretó un poco los labios, tratando de calmar el temblor que se estaba formando en ellos – Ese hombre, por supuesto, no le importo… Él los mato y yo vi claramente como termino con sus vidas – Loid puso su cabeza junto a la de ella, le abrazo un poco más fuerte para acercarla a él, aun si ya no quedara espacio entre los dos, mientras que su corazón, ahora acelerado por la ira, retumbaba duramente en su pecho, se arrepentía de haberlo perdido, apretó otro poco – Ahora, sin mis padres, ese hombre intento matarnos a ambos, no recuerdo como lo hice, pero pude lanzarle un objeto cerca de su ojo, me dio tiempo suficiente para tomar a mi hermano y salir corriendo de allí – Ahora entiendo, pensó Loid, recordó el intercambio de palabras entre Yor y ese bastardo – No sé cuánto corrí, él me siguió de cerca, si no fuera por… – Yor dudo, no podía hablarle del Tendedero, la persona que le salvo la vida y que la entrenó en el arte del asesinato – Un soldado, ese hombre nos habría matado también – Loid agradeció internamente a esa persona por haberle salvado, si no fuera por él, el espía jamás hubiera tenido a alguien tan capaz para la operación Strix, jamás hubiera tenido a esta hermosa mujer en sus brazos.

Yor comenzó a sollozar, sus lágrimas caían efusivamente, estrecho sus dedos con los de Loid, acercando sus manos en un abrazo más pronunciado, él no se opuso en ningún momento, hablaba en serio cuando dijo que le permitiría hacer lo que quisiera y no se iba a retractar.

- No lo entiendo – Volvió a hablar Yor, entre sollozos y suspiros – Se supone que deje esa parte de mi vida atrás, se supone que esto ya no me iba a afectar, que estaba enterrado para que no se entorpeciera en la crianza de Yuri, que no seria algo que pudiera afectarme en el futuro – La mujer cerro fuertemente sus ojos – Y sin embargo… Hoy casi cometo una locura, dejé que mi hija viera lo peor de mi y no pude hacer absolutamente nada – Gimoteo un momento, tratando de tener algo de aire – Realmente no pude controlarme… Realmente… Soy un fracaso de madre –

- No lo eres – Dijo, moviéndola hacia a él, para que pudieran verse frente a frente – Tú no tienes la culpa, el fue el causante de la muerte de vuestros padres, era tu miedo personalizado en frente de ti, nadie te prepara para enfrentar tus miedos, nadie te dice como debes reaccionar al peligro… y, a pesar de todo eso – Loid acerco las manos de Yor, toco suavemente la tela de sus vendas – Aún tuviste la fuerza para contenerte… ¿verdad? – La mujer solo pudo asentir lentamente – He incluso, trajiste sana y salva a nuestra hija, no eres un fracaso, Yor – Poso su mano sobre la mejilla de ella, retirando algunas lágrimas que aún se encontraban allí – Eres una mujer extraordinaria, estoy orgulloso de ti- Le dedicó una sonrisa sincera, acaricio sus mejillas a pesar de que ya no había lágrimas depositadas en ellas.

- ¿De verdad? – Tembló un poco, todas esas emociones que salían de ella le habían dejado algo agotada y sentía que su cuerpo perdía calor.

- De verdad – Loid la acerco, ahora se encontraban frente a frente, el rostro de ella en su cuello, él entrelazo sus piernas con las de ella, dándole el calor que a ella se le estaba escapando – Todo está bien, el no volverá a lastimarte, me aseguraré de ello – Y cuando lo encuentre, le haré pagar por cada lágrima que derramaste, pensó.

- Lo sé – Ella ya sabia que ese hombre no volvería, pero solo en los labios de Loid y su promesa de protegerla hizo que se sintiera tranquila – Gracias, Loid – Paso sus brazos por su cintura y dejo descansar sus manos en su espalda, completando aquel abrazo que le devolvía la felicidad.

- Duerme, Yor – Susurro en su oído – Me quedaré un momento más antes de llevar a Anya a la cama –

Yor cerro sus ojos y se relajo al percibir el aroma del perfume de Loid, fue un descanso a su corazón.


A la mañana siguiente la familia Forger se había levantado como de costumbre, con sonrisas y charlas divertidas, con sus típicos secretos y con un desayuno que les devolvía la energía, Loid pudo convencer a Yor de que le contara a su hermano lo sucedido, alegando su experiencia como "psiquiatra" que sería terapéutico liberar un poco de ese dolor que había estado guardando por tanto tiempo, y quien mejor que su hermano que le daría todo su apoyo, ella no le cuestiono y se dejo llevar por sus recomendaciones, después de todo él era el experto. Por su parte, el espía menciono que iría a comprar algunas cosas que se le olvidaron el día de ayer y que volvería pronto, siendo una mentira, ya que realmente se dirigió hasta la oficina de WISE para averiguar si habían dado con Travis, si tenía suerte, podría cumplirle la promesa a Yor, pero al llegar se encontró con una inesperada noticia.

- ¿Asesinado? – Alguien más se le había adelantado - ¿Quién? –

- No se sabe – Dijo Sylvia de manera despreocupada mientras revisaba unos papeles – Pero se dieron el tiempo de esparcir cada parte de su cuerpo en el bajo mundo, suponemos que fue para llamar la atención de la SSS, según los informes forenses le dieron una muerte lenta y dolorosa – Lejos de preocuparse, se alegró, quizás no fue hecho por su mano, pero al menos Yor jamás volverá a sufrir.

- Bueno, el arma y el bastardo han sido eliminados – Mencionó Twilight – Supongo que la misión esta completa, volveré con mi familia –

- ¿Desde cuando tan dedicado a tu "familia", Twilight? – Bromeo Sylvia.

- Es por la misión, por supuesto – No quiso voltear a verla, estaba consciente que se había sonrojado.

- Mmm… ¿es así? – Le miro con una sonrisa burlona.

Twilight solo siguió su camino rápidamente, despidiéndose con su mano, Sylvia no pudo evitar reír al ver una extraña faceta del espía. Desde ese día, Yor sentía que había perdido un peso de encima, su familia se sentía mas unida y las sombras de su pasado quedaron sepultadas una vez más.

FIN.


Hola, francamente es la primera vez que escribo un capitulo tan largo, pero no quería que esto fuera una historia de varios capítulos, que posiblemente deje de continuar por no tener el tiempo suficiente o por ya no tener inspiración, al menos ahora me siento cómoda por escribir capítulos únicos largos a escribir una historia que no tendrá final.

Como sea, espero que les haya gustado, yo me retiro.

adiós.