Nota: No sé qué carajos quise hacer, se me salió de las manos. Y antes que nada, yo no sé si esto es romántico o da miedito. Sólo extrañaba escribir de ellos, porque son mi OTP. Antes de que digan que Douma secuestró a Kotoha y su hijo, voy a decir No. Ella está ahí porque quiere, nadie la obligó. Ellos se tratan bien, gente, así que no se alarmen.
El sonido de la gotas de lluvia chocar contra el asfalto y la enorme ventana del lujo apartamento, además del sonido que hace la ropa al ser doblada y puesta en el cesto para ser guardada y su respiración tranquila, son las únicas cosas que llegan a sus oídos.
Todo está en calma mientras afuera llueve y hace frío, hay silencio agradable que la adormece de a poco y que no quiere perturbar por lo que no hay tarareos o canciones de promesas. Su hijo duerme cómodamente en su propia habitación luego de ser alimentado y arrullado.
Hay mucha paz en su nueva vida, contraria a la que antes tenía.
No sólo apareció un nuevo hombre en ella, que de alguna manera la rescató de los abusos de su ex marido y ex suegra, también le proveyó de un hogar y de pequeñas cosas que creía no merecer. Le dio un buen trato, le hizo volver a sonreír y reír, le dio un poco de felicidad entre tanta miseria corrosiva.
Su familia creció también, teniéndolo ahora a él y a dos hijos más para cuidar y querer.
Kotoha finalmente puede estar en calma, puede ser feliz junto con su hijo Inosuke y puede sonreír un poco más.
Kotoha puede sentirse mejor.
(Aunque sea un pajarillo confinado en un enorme y hermoso invernadero).
Al terminar de doblar la ropa, siente la presencia tan familiar de este hombre que es su salvador y, a quien también atesora en su corazón. Al que ama.
Voltea a verlo y le dedica una sonrisa suave, cerrando los ojos cuando siente su mano acunar su mejilla y acariciarla con ternura.
(Kotoha será un pajarillo confinado en un hermoso y enorme invernadero, pero ahí está Douma para visitarla, escucharla y contemplarla).
