¡Hola a todos! Bueno, hoy comparto la versión en Español de esta grandiosa historia escrita por mi amiga Afa Ray. Sobra decir que ni ella ni yo poseemos los derechos de la obra original de Akira Toriyama. Dicho esto, empecemos.
Capítulo I
Era una noche fresca y ventosa en el Monte Paoz. A pesar de la oscuridad, aún había animales salvajes moviéndose por todas partes y los pájaros dormían en sus nidos. El sonido de un río que fluye también podía escucharse, rompiendo el silencio que aún había en el aire. Dado lo tranquilo que estaba el ambiente en el Monte Paoz, uno fácilmente podría decir que todo está bien.
Pero la triste y desgarradora verdad es que todo estaba en ruinas, cuando una familia que alguna vez fue feliz, estaba a punto de romperse.
Milk le dio una cachetada a Gokú. Ella tenía lágrimas corriendo por su rostro y uno podía darse cuenta al verla de que sus ojos estaban rojos e hinchados. Ella miró a su esposo Saiyajin, quien se agarraba su mejilla ahora roja con ira y tristeza en toda su cara.
Gokú miró a su esposa con una absoluta conmoción en su rostro. El Saiyajin de pura sangre abrió su boca para hablar pero su enfadada esposa se le adelantó.
-"¡Ya no aguanto más esto, Gokú! Siempre estás escapándote para entrenar y me dejas aquí sola, preocupada, enferma por mis bebés…siempre poniéndolos en peligro. ¡Siempre estoy preocupada de que no vayas a volver con vida!", le gritó Milk a su esposo, con sus fosas nasales dilatadas.
"Pero Milk-", intentó explicar Gokú pero la enojada hija de Ox Satán lo cortó.
-"Mis hijos deberían estar recibiendo una educación, no peleando contra ALIENÍGENAS! ¡Todo lo que quiero para nosotros es tener una vida normal! ¡¿Es demasiado pedir?!", reclamó Milk entre lágrimas.
Gohan y Goten se sentaron en las escaleras para ver con sus propios ojos la confrontación que sus padres iniciaron. Gohan tenía deseos de levantarse e intervenir, pero algo aparentemente le estaba diciendo que se quedara en donde estaba.
-"¿Gohan? Mamá y Papá están peleando otra vez. No parece ser normal", murmuró el pequeño Goten.
-"…Sí Goten. Lo sé. Estoy seguro de que todo estará bien. Ya sabes cómo mamá quiere que los dos estudiemos y no entrenemos.", dijo Gohan en un intento de animar a su hermano menor. El Saiyajin mestizo lo miró a su pequeño hermano con una expresión de tristeza y le dijo: "Desearía que las cosas no fueran así…Desearía que mamá pudiese entender que la lucha está en nuestra sangre. Tenemos que entrenar para proteger a la Tierra de la próxima gran amenaza y eso es algo que ella no parece entender".
Goten simplemente asintió con la cabeza, sin saber realmente qué decir en ese momento para aliviar sus propias preocupaciones acerca de la situación actual. "Yo también lo sé, Gohan. Yo también quiero pasar tiempo con papá, pero mamá no me deja", le dijo el pequeño Saiyajin.
Gohan pudo sentir que su hermano estaba asustado mientras colocaba su brazo alrededor de Goten para consolarlo. Goten estaba molesto por las discusiones de sus padres y Gohan no podía culpar a su hermano. Goten quería mucho a sus padres.
"Todo va a estar bien, Goten", dijo Gohan en un nuevo intento para consolar a su hermano menor.
"Eso espero", le respondió Goten.
En el fondo, Gohan no estaba seguro de que las cosas iban a estar bien. Gokú y Milk estaban discutiendo…pero ésta no parecía ser una de sus discusiones habituales. Si él fuera honesto consigo mismo, Gohan tenía un muy mal presentimiento sobre esto en la boca del estómago. El Saiyajin mestizo estaba preocupado por sus padres, especialmente por su padre.
"¡Estudiar es más importante que SALVAR A LA TIERRA! Me importa un comino que la Tierra esté en peligro mientras que Gohan y Goten se queden en ésta casa estudiando! ¡¿Cuándo te vas a dar cuenta de eso?!", le gritó Milk a Gokú muy enojada mientras lo miraba a los ojos. "¡El destino de la Tierra no es importante EN LO ABSOLUTO! ¡¿ME ENTENDISTE?!".
Ese comentario lo golpeó fuerte a Gokú. Recordó que Milk le había dicho algo similar hace tiempo, cuando intentó convencerla de dejar que Gohan entrenase con él y Piccoro para cuando llegaran los Androides. El Saiyajin de pura sangre se quedó congelado en su lugar. Y de repente sintió cómo una oleada de ira fluía a través de él rápidamente. Milk nunca pareció darse cuenta de lo que estaba pasando y siguió recriminándolo a más no poder. ¿Qué clase de persona podría decir que estudiar era más importante que el destino de la Tierra? ¿Ella nunca se dio cuenta de lo que podría pasar si la Tierra era destruida y cada ser vivo era borrado de la existencia? Evidentemente no. Milk solamente pensó en sus propios deseos egoístas.
La cara de Gokú se contrajo en un ceño fruncido y luego se convirtió en un rostro absolutamente rabioso. Pero independientemente de lo enojado que estaba, tuvo que mantener la calma ya que no quería hacer algo que podría terminar lamentando después. No quería hacer algo que pudiera lastimarlo a él mismo o a sus hijos.
Milk estaba por hablar otra vez cuando se dio cuenta del cambio en el comportamiento de su esposo. Lentamente dio un paso atrás luego de ver la cara del Saiyajin, quien parecía realmente enfadado. Estaba absolutamente furioso. Y ésta fue la primera vez que realmente estaba enojado con su esposa.
"¿Así que eso es lo que piensas, no? ¿Que estudiar es más importante que el destino de la Tierra? Creo que no te das cuenta del hecho de que si la Tierra es destruida entonces ni Gohan ni Goten podrían tener educación alguna. Quiero que tengamos una vida normal, pero si hay una amenaza contra la Tierra entonces TENEMOS que estar preparados. ¡Si no fuera por todo el entrenamiento que hicimos, quién sabe lo que pudo haber pasado con la Tierra. Lo que pudo haber pasado contra Cell, Majin Bu, los Androides, Freezer o cualquier otro villano al que nos enfrentamos!", gritó Gokú. El padre Saiyajin estaba luchando por mantener sus emociones bajo control y lentamente comenzaba a sentir que la ira lo estaba consumiendo mientras escuchaba los insultos de su esposa.
Milk estaba shockeada por el arrebato de ira de su esposo. Pero no obstante no le iba a permitir que ganase ésta discusión. Después de todo, ella siempre fue la dominante en la casa e iba a asegurarse de que las cosas siguieran así.
"No te hagas el inocente. Todo lo que sabes hacer es pelear. Eres una terrible influencia en nuestros hijos y ni siquiera me apoyas en que ellos puedan estudiar. Ni siquiera estuviste presente en los primeros 7 años de vida de Goten porque ELEGISTE quedarte en el Más Allá. Bueno, ¿sabes algo, Gokú? NO voy a permitir que mis hijos crezcan para convertirse en unos estúpidos, idiotas, inútiles y buenos para nada vagos karatecas como su PADRE!, dijo Milk casi burlándose. "¡Eso es lo que eres en realidad! No eres nada más que un bueno para nada karate-".
"¡CÁLLATE LA BOCA!", gritó Gokú con una cara totalmente enrojecida de la furia. La ira dentro de él comenzaba a salir por cómo interrumpió a su esposa en medio de sus blasfemias. ¡¿Cómo se atreve?! Después de todo lo que había hecho para proteger al planeta, los ciudadanos y finalmente a ella, Gohan y Goten, ¿así era como se lo recompensaba? ¿Con acusaciones e insultos? Gokú podía tolerar esa clase de insultos por parte de Vegeta, Bulma y probablemente cualquier otro. ¿Pero escuchar a su propia esposa decir eso en su cara? Ahora ESA sí que era una cachetada.
Milk estaba shockeada por la explosión de su marido. Así como también Gohan y Goten. Los dos Saiyajin mestizos jamás fueron testigos de tal exhibición de frustración en la usualmente relajada cara de su padre. Sin embargo, Gohan estaba herido por el hecho de que su madre tuviera la osadía de decirle eso a su padre después de todo lo que él había hecho. En ese momento, Gohan realmente quiso intervenir para defender a su padre, pero al mismo tiempo algo lo estaba deteniendo de hacerlo. Era algo que él no podía explicar con palabras. Goten no dijo nada sino que eligió sentarse y ver cómo se intensificaba toda esta situación.
La mirada en la cara de Gokú era una que reflejaba enojo, dolor y lo peor de todo: traición. ¿Cómo podía Milk tener el atrevimiento de decir tales cosas a su esposo?
Gokú estaba mirando de manera punzante a su esposa. Él nunca creyó que tendría que llegar a hacerlo pero ya era tiempo. Era tiempo de dejar salir todas esas emociones que estaban ocultas. Era tiempo de decirle a Milk, "su esposa", cómo se ha sentido REALMENTE durante su matrimonio.
Iba a dejar salir todo.
Las manos de Gokú se convirtieron en puños mientras miraba a su esposa con una rabia intensificada. Las palabras de Milk realmente lo habían hecho enojar y fue una verdadera falta de respeto escuchar a su esposa decir todo lo que le dijo. En el pasado, Gokú era el que sentía miedo por la ira de su esposa. Pero hoy no era una de esas veces. Hoy era él quien tenía el control.
"Durante casi todo nuestro matrimonio, todo lo que realmente hiciste fue gritarme o mantener a Gohan en su habitación estudiando. Casi nunca lo dejaste salir afuera para que pudiera divertirse. Sin mencionar el hecho de que lo hiciste estudiar cosas de preparatoria cuando él solo tenía 4 años, mal-". Gokú estaba por decir una mala palabra con "M" pero luego recordó que su hijo Goten estaba ahí. Estaba seguro que Gohan probablemente sabía de esa palabra pero no quería usarla mientras Goten estuviera ahí. Era muy pequeño para aprender esas palabras. Gokú recuperó la compostura y dijo "Él sólo tenía 4 años, Milk. Y lo hiciste aprender cosas que un estudiante de preparatoria debería aprender. Tal vez quisiste que Gohan tuviera una educación, pero lo quisiste tanto que no lo dejaste ser un niño ni siquiera una vez. ¡No lo dejaste tener niñez!".
Milk abrió la boca para contraatacar pero Gokú no estaba de humor para seguir escuchando todas sus blasfemias. Su propia esposa le estaba faltando el respeto y no estaba dispuesto a soportarlo por mucho más tiempo. Ella iba a escuchar exactamente cómo se sintió él todo éste tiempo.
"Cada vez que Gohan quería ir afuera y jugar con otros niños de su edad, tenía que escabullirse. Cada vez que Bulma organizaba una fiesta y Gohan quería ir, también tenía que escabullirse. Siempre que quisimos hacer algo de entrenamiento, nuevamente tenía que escabullirse. ¿Y por qué? Porque TÚ fuiste demasiado exigente, siempre buscando que Gohan estudie todo el tiempo. Apenas sí le dabas algún descanso. Puede que me haya perdido los primeros 7 años de vida de Goten. ¡Pero todos los enemigos que hemos enfrentado hasta ahora fueron todos derrotados! Yo tenía miedo de convertirme en un objetivo, es por eso que me quedé 7 años en el Más Allá. Siempre intenté compensar a Goten llevándolo a pescar o de campamento. ¡Los amo a Gohan y a Goten por igual! ¿Y tienes el descaro de decirme que soy un bueno para nada, un vago karateca? Dime algo, Milk. Si soy un bueno para nada, un vago karateca, ¿en qué te convierte eso a TÍ? Oh espera. Yo contestaré. ¡Te convierte en una regañona, buena para nada ama de casa que solamente grita todo el día y destruye nuestros tímpanos con su lógica sin sentido!", le gritó Gokú a su esposa con una mirada que solamente lanzaría a sus enemigos.
Milk tenía una mano en su boca. Pero rápidamente recuperó el terreno. Ella nunca creyó que él la enfrentaría, ya que siempre pensó que su marido la obedecería sin cuestionar sus decisiones. No era propio de Gokú que le grite de esa manera. Él nunca le había dicho esas palabras tan hirientes.
"¡Eso me convierte en una madre amorosa y responsable que solamente quiso lo mejor para nuestros hijos, Gokú! ¡¿Quién fue la que estuvo cocinando para ti?! ¡¿Quién fue la que lavó tu ropa sucia?! ¡¿Quién fue la que ha estado limpiando?! Todo lo que haces es irte a entrenar con Kami-Sama por quien sabe cuánto tiempo. Abre los ojos, Gokú. Te has estado engañando a ti mismo creyendo que tienes las mejores intenciones para nuestros hijos cuando en realidad, ¡Nunca las has tenido!", le gritó Milk enfurecida a su marido, mientras ignoraba el comentario de "Regañona, buena para nada ama de casa".
"Admito que no soy perfecto. He cometido muchos errores. Más de los que puedo recordar. Pero siempre intento hacer lo que pienso que es mejor, no importa lo que vos creas. Puede ser que hayas cocinado y lavado mi ropa, ¿pero qué más hiciste además de eso? Parece que nunca apreciaste el hecho de que yo peleo para salvar al planeta Tierra. Cada vez que vuelvo a casa, ¿qué recibo a cambio? ¡Que me quieras golpear con la sartén o que me eches de la casa y tengo que encontrar alguna cueva para dormir o quedarme a pasar la noche en la Corporación Cápsula!". Gokú estaba empezando a perder la calma, realmente. "Siempre tuve la impresión de que nunca te importó. Reprimí mis verdaderos sentimientos hacia vos por el bien de Gohan y Goten. Quería que creyeran que las cosas iban a estar bien entre nosotros. Pero creo que ya no tiene sentido seguir ocultándolo". En ese punto, Gokú sintió que iba a quebrarse. Pero tenía que ser fuerte sin importar el resultado final.
Las manos de Gohan empezaban a temblar y los ojos de Goten comenzaban a llenarse de lágrimas ya que los dos Saiyajin mestizos apenas sí podían darse una idea de lo que iba a pasar en ese punto.
"Vaya Gokú. Jamás creí que me hablarías de una manera tan irrespetuosa. Pero ya que llegamos a esto, creo que ya no deberíamos estar casados. ¡¿Por qué debería seguir casada con un vago que ni siquiera se molesta en apoyarme cuando intento que nuestros hijos ESTUDIEN?! ¿Por qué debería seguir casada con alguien tan patético que ni siquiera le importa mis puntos de vista y opiniones? ¡¿Por qué debería seguir casada con alguien que ni siquiera puede TRABAJAR, GANAR DINERO y SOSTENER A LA FAMILIA?!", gritó Milk hacia su esposo. Su voz ya empezaba a sentirse ronca después de tantos gritos pero no le importaba siempre y cuando le hiciera saber su punto de vista al Saiyajin.
Gokú fue rápido en notar la manera en la que Milk hizo hincapié en esas tres cosas. Diciéndoles a sus hijos que estudien, consigan un trabajo y ganen dinero. Esas eran las tres cosas por las que ella se preocupaba. Ella ni siquiera se molestó en preguntarle a Gohan y a Goten qué era lo que querían ser cuando crecieran. Solamente quería que estudien, consigan un trabajo y ganen dinero.
Gokú CASI quiso contraatacar. CASI quiso decirle a Milk que estaba tomando la peor decisión de su vida y que las cosas cambiarían. CASI. Pero para ser sinceros, él sintió lo mismo también. Él también quería esto. Con la forma en la que se estaban dando las cosas, ya no tenía caso el intentar mantener éste matrimonio. El padre Saiyajin sabía que esto iba a lastimar a Gohan y a Goten muchísimo y que él odiaba verlos pasar por tal dolor emocional. Pero ya no podía aguantar esto.
"Estoy harto de intentar pretender que las cosas iban a estar bien entre nosotros. Ya puedo ver que yo no te importo, pero que sólo lo haces para que consiga un trabajo y gane dinero. ¿Y qué hay de nuestros hijos? También los lastimaste con tus propios deseos egoístas. Dices que no me importan mis hijos, pero estás equivocada. Lo que realmente quiero es que Gohan y Goten persigan sus propios sueños, aún si sus sueños no tienen que ver con volverse guerreros. No debiste forzar a nuestros hijos a convertirse en eruditos si no querían seguir ese camino. Y sé a ciencia cierta que ser eruditos no es lo quieren ser Gohan ni Goten. ¡Pero los forzaste a estudiar sin parar! Estuviste equivocada acerca de tantas cosas, pero por una vez parece que ambos estamos de acuerdo EN ALGO", le dijo Gokú con una amargura tremenda mientras la veía a Milk. "Ya no deberíamos seguir casados. Creo que un divorcio sería la mejor opción. Es una lástima haber llegado a esto, pero creo que Gohan y Goten se merecen lo mejor. Ellos me importan mucho aunque pienses lo contrario. A diferencia tuya, a mí me importa lo que ellos REALMENTE quieren". Gokú podía sentir cómo su corazón se estaba despedazando en un millón de partes mientras veía a sus hijos sentados en las escaleras, viendo todo lo que pasaba.
Su padre les dio una sonrisa triste y les preguntó "Gohan, Goten, ¿pueden venir aquí, por favor?".
Los dos Saiyajin mestizos caminaron lentamente a la cocina donde estaban sus padres. Goten estaba llorando mientras Gohan intentaba consolarlo.
"Mamá, Papá, por favor no hagan esto", les suplicó Gohan. Él también hacía el intento de no quebrarse tal y como le pasó a Goten. Sus padres se estaban separando y éste se estaba volviendo el momento más difícil de sus vidas.
"M-Mamá, Papá, por favor sigan juntos", alcanzó a decir Goten entre lágrimas.
"Lo siento Gohan y Goten. Pero ya no podemos seguir con esto", les dijo Milk mientras lágrimas llenas de furia caían por su cara. "Ya no quiero vivir así".
"Yo también lo siento. Especialmente por vos, Goten. Me perdí los primeros 7 años de tu vida. Siempre pensé que estaba haciendo lo correcto por el bien de la Tierra y de nuestra familia, pero según ella, yo no soy nada más que un…vago karateca", dijo Gokú con una gran dificultad para dejar salir las palabras. Su garganta se sentía pesada. Casi que no quería volver a hablar por miedo a quebrar en llanto.
"Ustedes dos deberían ir a dormir. Nos iremos mañana temprano", dijo Milk en una voz firme y clara a pesar de las lágrimas.
"¡P-pero no quiero ir!", gimió Goten muy fuerte. El Monte Paoz era su hogar y su padre significaba todo para él. Desde que lo conoció por primera vez, Gokú ha sido el único que podía dibujar una sonrisa en su cara cada vez que se sintiera triste y abatido. Irse de ahí significaría algo extremadamente doloroso para él. "¡Me quiero quedar con Papá!".
Gokú no sabía qué hacer en ese momento. Caminó hacía su hijo menor y lo agarró para fundirlo en un abrazo, mientras escuchaba su llanto. Al Saiyajin no le importó en lo más mínimo que su playera se estuviera mojando por las lágrimas de Goten. Quería saborear cada momento que le quedase con sus hijos antes de que Milk se los llevara. Éste era el momento más doloroso en su vida e iba a tener que aprender a vivir con ello. Gokú intentó lo más que pudo para contener sus lágrimas.
Goten levantó la cabeza para mirar a su padre. "Papá, ¿qué es lo que va a pasar contigo?", le preguntó.
Gokú usó su pulgar en un intento para secar las lágrimas de la cara de su hijo menor. Intentó darle una sonrisa a pesar del gran predicamento en el que estaban todos.
Gokú tomó un respiro profundo y se dirigió a su hijo: "No te preocupes por mí, Goten. Voy a estar bien. Sólo ve con tu madre. Te prometo que todo estará bien. Ésta no será la última vez que nos veamos. Prométeme que te mantendrás fuerte".
Goten asintió lentamente con la cabeza, miró a su padre y le dijo "Lo-Lo haré".
Gokú le sonrió a su hijo menor antes de colocarlo lentamente en el suelo antes de volverse para mirar a su hijo mayor. Esto iba a ser difícil considerando que Gohan era el centro de la discusión.
Los dos se miraron durante unos minutos. Finalmente, Gokú le habló lentamente. "Gohan, sé que no estabas esperando escuchar todo eso. Sabía que tu madre te estaba obligando a todo ese estudio. Sólo lo hiciste para complacerla, pero muy en el fondo, sabías que convertirte en un erudito no era lo que realmente querías. Deberías haber sido capaz de tomar sus propias decisiones a tu edad. Pero no podías porque tu madre era la que estaba tomando las decisiones por vos".
Gohan miró a su padre con tristeza mientras contemplaba sus próximas palabras. "Sí...Eso tiene algo de cierto. Lo hice para complacerla porque no quería ponerla de mal humor. Ambos sabemos cómo es mamá cuando no hacemos lo que ella quiere. Entiendo por qué tenemos que hacerlo. Entrenar. Para proteger la Tierra. Ahora mismo la Tierra está en paz. Ni siquiera sabemos cuándo vendrá otro villano a atacarla. Ni siquiera tenemos opción cuando se trata de mamá. Ella hará todo lo posible para que hagamos lo que ella quiere. Al igual que tú, estaba demasiado asustado para responderle. Papá, desearía tener el valor de decirle lo que realmente pienso respecto a ella. Pero...supongo que no soy más que un cobarde".
Gokú quedó shockeado al escuchar a su propio hijo decir eso. Nunca en su vida escuchó a Gohan llamarse así mismo un cobarde. El Saiyajin agarró el hombro de su hijo suavemente y lo miró para decirle "Gohan, ¡NO eres ningún cobarde! Eres una persona increíble. Es lamentable que las cosas estén terminando de esta manera entre tu madre y yo, pero nunca vuelvas a decir eso acerca de ti".
"Tienes razón, papá. No sé lo que estaba pensando", le respondió Gohan mirando al suelo con culpa.
"Oye", le dijo Gokú a Gohan en voz baja. "A pesar de las circunstancias, estoy orgulloso de lo que tú, Goten y yo hemos logrado hasta ahora. Los amo a ambos con todo mi corazón", le dijo Gokú mientras le daba a Gohan una suave sonrisa.
Gohan corrió a los brazos de su padre y Gokú abrazó a su hijo con fuerza. "Gracias papá. Nosotros también te amamos". Había lágrimas en los ojos de Gokú, pero se negaba a llorar. No delante de sus hijos.
Padre e hijo soltaron su abrazo y se sonrieron.
Milk escuchó lo que Gohan había dicho y, como era de esperarse, su rostro estaba casi burbujeando de la rabia.
"¡SON GOHAN YO SOY TU MADRE! ¡YO SÉ LO QUE ES MEJOR PARA TI! ¿POR QUÉ PIENSAS QUE TE HICE ESTUDIAR TANTO? ¡PARA QUE PUEDAS CONVERTIRTE EN UN ERUDITO Y NO TERMINAR COMO UN..." Goten y Gohan tuvieron que taparse los oídos debido a lo fuerte que eran los gritos de su madre, lo suficiente como para hacer que los tímpanos se rompieran. Milk fue interrumpida una vez más por Gokú.
"Cierra la boca, Milk", le dijo Gokú en un tono frío y autoritario. "Ya escuchamos lo suficiente. Obligaste a nuestros hijos a hacer cosas que nunca habían querido hacer en toda su vida. ¿Alguna vez te detuviste a preguntarle a Gohan y Goten qué querían ser en el futuro? Por supuesto que no...La idea de que Gohan sea un erudito ha estado en tu cabeza desde que él era un niño. Desde que tenía cuatro años. Lo sobrecargaste hasta el punto en que podría colapsar. Y ahora le estás haciendo lo mismo a Goten. Algunas personas nunca aprenden nada. Y por lo visto, da la casualidad de que tú eres una de esas personas".
Una vena roja apareció en la frente de Milk. "¡¿CÓMO TE ATREVES A DECIRME ESO?!".
La mano de Milk se convirtió en un puño y corrió hacia Gokú para golpearlo, pero él simplemente bloqueó el golpe y dobló el puño hacia atrás para mirarla. Luego, comenzó a agarrar los utensilios de cocina del interior de los cajones y comenzó a arrojárselos a su esposo enfurecida.
Gohan y Goten comenzaron a retroceder para evitar ser golpeados.
"Te odio Gokú. ¿Me escuchaste? ¡TE ODIO!", le gritó Milk a quien pronto sería su ex esposo, mientras que Gokú simplemente bloqueaba los golpes, sabiendo que no lo lastimarían en lo más mínimo. Mientras la enojada Milk se preparaba para arrojar otro objeto a su esposo, Gokú la agarró de la muñeca bruscamente, haciéndola gritar de dolor.
No quería lastimar a Milk, a pesar de cómo estaban resultando las cosas. El Saiyajin de pura sangre soltó la muñeca de Milk mientras miraba a su esposa con nada más que ira y decepción en su rostro.
"¿Fue este realmente tu último recurso? ¿Arrojarme cosas? Esta vez has sobrepasado tus límites, Milk", le dijo Gokú con una mirada de enojo en su rostro. "Mira a nuestros hijos. Solo míralos. ¿Tienes una idea de cómo se sienten ahora? Siempre me has dicho que yo daba un mal ejemplo a nuestros hijos, pero lo que hiciste ahora es exactamente eso. Dar un mal ejemplo a tus hijos".
Milk se volvió para mirar a sus dos hijos que tenían miradas lastimosas en sus rostros y dijo "Gohan. Goten. Vayan a dormir ahora. Nos iremos mañana a primera hora".
Antes de irse, Gohan abrazó a Gokú. "Gracias papá. Hablaste por mí cuando tenía miedo de hacerlo. Dijiste exactamente lo que he estado sintiendo todo este tiempo". Gokú le sonrió a su hijo mientras soltaba el abrazo. "No tienes que agradecerme nada, Gohan".
Gokú vio como Gohan y Goten subían las escaleras a su habitación, dejándolo solo con su futura ex esposa.
Ella le lanzó una mirada llena de odio.
"ODIO lo que nos has hecho Gokú. ¡Lo que le has hecho a nuestra familia!", le gritó Milk. "La única razón por la que fui duro contigo fue porque quería que nos apoyes".
"Nunca apreciaste el hecho de que yo estaba luchando para proteger la maldita Tierra", le dijo Gokú a Milk, provocando que ella lanzara un grito ahogado, ya que nunca lo había escuchado usar ese lenguaje antes.
"En un momento querías que dejara de pelear por completo para que pudiera conseguir un trabajo y mantener a nuestra familia. No es que no quisiera apoyarlos. Pero soy un Saiyajin, Milk. Y la lucha está en nuestra sangre. Eso es algo que nunca parecías entender, incluso después de todas las batallas en las que estuve. Vos misma supiste ser una luchadora y eso te motivó a perseguirme hasta que nos volvimos a ver en el 23º Torneo de Artes Marciales. Pero claro ahora, ya ni siquiera sé quién eres. Después del nacimiento de Gohan, tu personalidad decayó y te convertiste en nada más que un ama de casa regañona. Durante todo el tiempo que estuve fuera, estoy dispuesto a apostar que nunca te preocupaste por mí, sino que estuviste insultándome a mis espaldas".
"Yo era una luchadora, pero lo dejé para mantenerte a ti y a nuestros hijos. Pero tú, por otro lado, eres un mono de batalla loco sin educación. Ni siquiera entenderías la basura a menos que Bulma te la explique", le dijo Milk en voz baja.
Gokú nuevamente pudo captar fácilmente el odio en su voz.
Pero el Saiyajin ya no iba a intentar convencerla más, así que con una mirada fría le dijo: "Tú puedes creer lo que quieras. Ya no voy a tratar de convencerte. Estoy disgustado de ver que la mujer quien se supone que es mi propia esposa tenga este tipo de mentalidad. No importa cuántas veces intentes convencerme. Nunca voy a dejar de pelear, ya que ha sido parte de mí desde que era un niño. Parece que nunca respetaste eso en lo absoluto".
El enojado Saiyajin puso énfasis en 'Mi Propia Esposa' ya que ahora incluso odiaba decirle así.
Milk ni siquiera miró hacia atrás para ver a quien pronto sería su ex marido cuando pasó a su lado y se fue a la habitación...su habitación.
Gokú se quedó solo en la cocina, preguntándose cómo habían llegado las cosas a éste punto. Después de la derrota de Kid Bu, Gokú pensó que las cosas volverían a la normalidad. Que él, Milk y sus hijos volverían a ser una familia feliz. Pero aparentemente no, ya que ella comenzó a quejarse de él esta noche cuando mencionó que quería entrenar a Goten. Había hablado de ello con su hijo y Goten estaba entusiasmado ante la idea de entrenar con él. Goten quería pasar tiempo con él.
Pero, por supuesto, Milk no lo permitió. Porque ella solo pensaba en sus propios deseos egoístas. No pensaba en nadie más que en ella misma.
Gokú esperó unos minutos y decidió subir las escaleras. Antes de hacerlo, el Saiyajin se volvió para mirar los utensilios de cocina que Milk le había arrojado. No estaba de humor para volver a ponerlos en su lugar y simplemente optó por subir las escaleras.
No sabía exactamente para qué, pero decidió hacerlo. Pronto se encontró explorando cada área. La casa en la que vivía con su familia...ahora iba a vivir solo en ella, ya que él y Milk se iban a divorciar.
Gokú luego se detuvo en la habitación de su hijo mayor. Después de presionar la oreja contra la puerta, pudo escuchar los ronquidos y supo que su hijo estaba profundamente dormido.
El Saiyajin de pura sangre pronto se encontró en la puerta del dormitorio de Goten. Notó que la puerta estaba entreabierta y decidió entrar. Abrió la puerta sin hacer ruido y entró silenciosamente.
Gokú tomó asiento en la cama de Goten. Tomó nota del rostro manchado de lágrimas de su hijo menor y se sintió mal. Sabía que se había perdido los primeros siete años de la vida de su hijo menor y trató de compensarlo. Aunque Goten nunca mostró signos de resentimiento hacia él, debería haber estado ahí para él. No tuvo padre durante los primeros siete años.
"Lo siento mucho hijo. Espero que puedas perdonarme", susurró Gokú en voz baja. "Debería haber estado ahí para ti".
Gokú se levantó y salió lentamente de la habitación, ignorando el hecho de que Goten había escuchado sus palabras de arrepentimiento. Tan pronto como su padre salió de la habitación, Goten abrió un ojo y dijo... "Te amo papá. No estoy enojado contigo".
Gokú pronto estuvo en la sala de estar, sentado en el sofá donde decidió dormir por la noche. De ninguna manera iba a dormir en la misma habitación con Milk, su futura ex esposa.
El Saiyajin se colocó en una posición cómoda y se dispuso a dormir silenciosamente, a pesar de que pensó que no sería capaz de dormir bien con los eventos que acababan de ocurrir.
A la mañana siguiente...
Se estaban sacando cajas y maletas de varias habitaciones mientras Milk y sus hijos salían de la casa.
Gokú evitó el contacto visual con Milk todo el tiempo que ella, Gohan y Goten estaban sacando sus cosas de la casa. Él estaba actualmente en la sala de estar sentado en el sofá y su cabello puntiagudo cubría su rostro.
"Eso es lo último de nuestras cosas", dijo Milk con voz firme. Parecía haberse recuperado en su mayor parte, pero una parte de ella todavía estaba sufriendo.
"Vamos, ustedes dos". Ella ni siquiera se molestó en mirar a su futuro ex marido todo el tiempo que ella estaba empacando sus cosas. "No puedo esperar para dejar a este loco mono de batalla. Es una mala influencia para ustedes".
Gokú escuchó eso y le hizo apretar los puños. Finalmente se volvió para mirar a su futura ex esposa con ira en sus ojos y le dijo: "No importa lo que digas Milk. Yo no creo que sea una mala influencia para nuestros hijos. Hice lo mejor que pude. No importa lo que pienses de mí ahora mismo".
Milk simplemente se burló cuando dijo: "Gohan y Goten. ¡Apúrense! ¡Tenemos que irnos!".
"Gohan, digamos adiós a papá primero", le dijo Goten a su hermano mayor.
"Por supuesto. No me iría sin hacer eso", respondió Gohan.
Los dos Saiyajin mestizos se acercaron a su padre, que estaba sentado en la sala de estar mirando al techo. Gokú desvió su atención cuando notó que sus hijos se le acercaban.
Gohan fue el primero en hablar. "Hola papá".
Gokú miró a su hijo, aunque Gohan se dio cuenta de que su padre estaba sufriendo.
Goten corrió a los brazos de su padre y Gokú lo abrazó de buena gana. Casi de inmediato, Goten comenzó a sollozar. Eso lastimó a Gokú al ver a su hijo menor en este tipo de dolor. Odiaba el hecho de que él y sus hijos iban a vivir separados unos de otros.
"Así que se van, ¿eh?", preguntó Gokú mientras sostenía a un Goten desecho en llanto en sus brazos.
Gohan miró al suelo. "Sí...pero intentaremos visitarte siempre que podamos".
"Siento mucho que las cosas se pusieran tan mal entre tu madre y yo. He estado casado con tu madre durante tanto tiempo, pero al final, supongo que las cosas simplemente no estaban funcionando", les dijo Gokú a sus hijos mientras les daba una sonrisa triste. "Ustedes dos fueron la razón por la que traté de mantener nuestro matrimonio unido".
Gohan se acercó a su padre para abrazarlo. Su padre había sacrificado mucho tanto por él como por Goten. Ellos realmente se iban a echar de menos.
"Oye papá, ¿Estabas...estabas en mi habitación anoche?", preguntó Goten de repente mientras las lágrimas aún resbalaban por su rostro sin dar señales de detenerse.
Gokú se puso rígido. Goten lo había oído entrar. Pensó que estaba dormido. Pero estaba equivocado.
"S-Sí lo estaba", respondió Gokú a su hijo con una sonrisa triste mientras las lágrimas en sus ojos amenazaban con derramarse. Él no quería llorar delante de sus hijos. Quería ser fuerte por ellos.
"No estoy enojado contigo, papá. Gohan solía contarme bonitas historias sobre ti. Eres bastante genial. No sos la persona que mamá dice que sos", le dijo Goten para alegrar el ánimo, a pesar de que estaba devastado justo ahora. Todos lo estaban.
Gokú despeinó el cabello de su hijo. "Gracias hijo. Significa mucho para mí escucharte decir eso".
Gokú se dirigió a sus dos hijos de manera seria. Quería hacerlo rápido antes de que Milk comenzara a gritar, ya que ni siquiera quería escucharla hablar de nuevo. No podría soportar escuchar su voz.
"No importa lo que suceda a partir de este momento, siempre los amaré a los dos. Nunca lo olviden. Los recibiré aquí de nuevo con los brazos abiertos cuando ambos decidan regresar", dijo Gokú tratando de sonreír a sus hijos pero estaba fallando miserablemente.
"No lo haremos papá. Eres una persona importante en nuestras vidas", le dijo Gohan mientras abrazaba a su padre. "Vamos Goten".
Después de despedirse de su padre, los dos Saiyajin mestizos pronto salieron por la puerta. Antes de cerrar la puerta detrás de ellos, Gohan se giró para mirar a su padre con una sonrisa triste y esperaba que estuviera bien.
Después de eso, Gokú pudo escuchar el sonido de un auto saliendo. Pensó que debía haber sido Ox Satán o alguna otra persona que llegó a recogerlos. Y ahora el Saiyajin estaba solo. "¿Se suponía que así es como iba a pasar? Traté de hacer lo que pensé que era mejor. Pero supongo que no lo hice. ¿Por qué tuvo que pasar esto?".
El Saiyajin de pura sangre miró alrededor de la casa en la que una vez vivió con su familia. Ahora estaba completamente solo.
Estaba empezando a extrañar los momentos que tuvo con Gohan y Goten. Toda la pesca que hicieron, todos los viajes de campamento en los que habían estado...Incluso entonces no habían pasado tanto tiempo juntos porque Milk había estado tan empeñada en que Gohan y Goten estudiaran.
Y luego, por primera vez en su vida, Gokú rompió en llanto. ¿Se suponía que esto iba a pasar? ¿Se suponía que iba a perder a su familia así? Por el amor de Dios, era un Saiyajin. Se suponía que los Saiyajin no muestran tales debilidades como Vegeta le dijo una vez. Y ahí estaba él, solo. Llorando.
Gokú siempre tuvo una forma de arreglar las cosas. Pero por una vez, no sabía cómo iba a superar este predicamento.
No sabía cómo iba a hacer esto solo.
