Así que esto es ser padres

Un mes aproximadamente había pasado desde que Ruu había llegado a la Tierra junto con Wannya y muchas cosas habían pasado desde entonces, como la llegada de otros extraterrestres a sus vidas o los innumerables enredos que tuvieron que pasar para que no se descubra el secreto de los dos adolescentes.

En algún punto la relación de Miyu y Kanata tenía sus día, por momentos se llevaban de maravilla y por otros tenían ganas de matarse, pero en sí la postura responsable que tomaron con su ahora "hijo" los hacían calmar tanta tensión y dedicarse a él lo mejor posible.

Con respecto a los cuidados para con Ruu, iba todo lo mejor posible, considerando que ambos jóvenes eran ayudados por la macota niñera, no había tenido problemas graves hasta ese día.

- "¿Ruu-kun aún no se levanta de la cama?" –pregunta la rubia mientras terminaba de comer el desayuno.

- "No Miyu-san, Ruu-chama ha estado con un poco de tos anoche y por ende debe seguir con sueño" –respondió con tranquilidad la mascota-

- "Pobrecito ¿y no podemos hacer nada? Si quieres puedo faltar al colegio"

- "De eso nada Miyu-san, recuerda que soy una mascota muy operante, lo vigilaré bien, ustedes vayan tranquilos"

Ambos chicos asintieron poco convencidos y al instante salieron para su colegio.

Wannya no quería decir mucho pero era la primera vez que veía tan congestionado a Ruu, pero no quiso preocupar a los dos jóvenes puesto que ya muchos problemas les estaban causando como para que tengan una más, aparte si mal no había entendido tenían un importante examen y no iba a permitir que se los pierdan.

Miyu estaba pensativa en la ventana de su aula, su mirada era de preocupación y eso alarmó a Kanata que fue a ver qué sucedía.

- "Kanata ¿tú crees que Ruu-kun estará mejor?"

- "La verdad es que estoy bastante preocupado Miyu no lo voy a negar. Que Wannya diga que es una mascota niñera competente me da cada vez más mala espina" dijo con preocupación y algo de gracia-

- "Es cierto" –Miyu bajó la mirada preocupada-

- "¿Miyu?"

- "Es solo que…. No debimos haber venido o eso creo" –dijo por último-

- "Odio admitirlo, pero pienso igual que tu" –y se fue a sentar-

- "IDIOTA ¿QUE QUISITE DECIR CON ESO?" –y al ver que todos la miraba y el aura malvada de Cris se sentó nuevamente mientras veía como Sayonshi le sacaba la lengua en gesto de burla-

Las clases siguieron y la rubia no podía ocultar su preocupación por el pequeño, y sin darse cuenta una pequeña nota llegó a sus manos por una de sus compañeras. "solo estate tranquila ya verás que Ruu estará bien. Kanata". Miyu sonrió ante esto y siguió con su clase, aunque su mal presentimiento perdure.

En el templo las cosas estaban en una cuerda floja puesto que Ruu iba mejorando pero la pequeña línea de fiebre que tenía junto con la tos estaba preocupando a su niñera. Y aun así Ruu quería seguir jugando y explorando su actual casa desobedeciendo todo lo que Wannya decía.

El toque de la campana anunciaba que debían irse los alumnos y Miyu rápidamente se fue a su casillero para volver a casa.

- "¡Ey Miyu! Vamos a esa tienda de dulces que te comenté ayer ¿quieres acompañarnos?"

- "Lo siento chicas pero hoy estoy bastante ocupada con mi hermanito"

- "Que pena, ojalá puedas otro…." –en ese instante la nota de Kanata apareció en su cabeza-

- "S-saben, tal vez si es un ratito pueda"

Las tres chicas saltaron de alegría y se fueron rápidamente a ese lugar. Kanata con una sonrisa había divisado el momento y siguió su camino con Santa hacia una tienda de discos.

La noche tomó su lugar en el cielo y los jóvenes llegaban felizmente al templo

- "Llegamos Wannya" –dijeron al unísono- "¿Ruu-kun, Wannya?" –repitieron al no recibir respuesta de ninguno-

Al ver que no había respuesta fueron a la habitación de ellos y se toparon con la escena que les partió el corazón: Ruu completamente colorado por la fiebre tratando de respirar y con un paño en la cabeza, y la mascota a su lado con lágrimas en los ojos tratando de calmar la fiebre del niño.

- "Mamá, papá" –fue lo único que dijo en su delirio el pequeño rubio-

- "Ya vendrán Miyu-san y Kanata-san"

- "QUIERO MAMÁ Y PAPÁ" –lloraba Ruu-

- "Ruu-chama"

- "RUU-KUN" "RUU" –gritaron al unísono mientras ambos entraban rápidamente y Miyu tomó al niño en sus brazos apoyando dulcemente su mano en su frente- "Estás volando en fiebre cariño y está temblando también Kanata" –mirando al chico-

- "Voy a buscar más agua para ponerle" –tomando la compotera que estaba en el piso-

- "Emm,, ¿chicos…..?"

- "¿COMO NO NOS LLAMSTE WANNYA? HUBIESEMOS VENIDO ENSEGUIDA" –gritó el chico con enojo-

- "Emm.. yo" –no sabía qué decir-

- "¿Y ASÍ TE HACES LLAMAR UNA MASCOTA COMPETENTE?" –siguió el chico fuera de sus cabales-

- "BASTA KANATA" –tomó al chico y le mostró que Ruu estaba por empezar a llorar por la fiebre- "hay que hacer algo urgentemente"

- "No podemos llevarlo a un hospital, sospecharían, no sabemos si su cuerpo es igual al nuestro" –pensó Kanata con más calma-

- "Es cierto, ¿y entonces?" –lo último lo dijo con lágrimas en sus ojos-

- "Miyu, Miyu-san" –dijeron ambos al unísono-

Ruu se aferraba al pecho de Miyu buscando protección lo cual hizo a ambos adolescentes desesperarse más de lo que ya estaban.

- "Mi querido Ruu-kun estarás bien te lo prometo" –la rubia lo aferraba más a ella mientras volvía a ponerle el paño-

- "¿Le diste algo mientras no estábamos Wannya?" –se lo notaba molesto aún, pero era cierto que con peleas esto no iba a solucionarse así que intentó estar más sereno, ya iba a hablar con él luego-

- "Si, estas hiervas del planeta Otto que me traje conmigo, le toca ahora de nuevo, pero si se las doy volverá a levantarse de la cama y desobedecerme como en toda la tarde"

- "No importa si eso le hace bien hay que darle, y ya veremos qué hacer con él cuando comience a sentirse mejor por ellas"

Wannya y Kanata se fueron a preparar el remedio y Miyu quedó con el pequeño mientras lo arropaba, el paño de su cabecita fue cambiado por lo menos unas dos veces más hasta que la mascota y el chico volvieran a ese lugar con la medicina. En ese ínterin Miyu no pudo evitar llorar por el miedo y la culpa de haberlo dejado egoístamente solo toda la tarde.

Kanata se sentía igual que la rubia, hasta el punto de soltar una que otra lágrima mientras estaba con Wannya.

- "Kanata-san" – Wannya estaba tan preocupado y mal como ellos-

Volvieron lo más rápido posible y se encontraron con Miyu cantándole una hermosa canción de cuna a Ruu, el cual recibía con una pequeña sonrisa a pesar de la fiebre y de que estaba dormido aun. La escena fue sumamente hermosa para ambos, especialmente para Kanata, puesto que esa canción le recordó que siendo un bebé e incluso un niño, su madre se la cantaba antes de dormir o cuando estaba mal, por lo tanto en ese momento vio a Miyu como una verdadera y hermosa madre.

Si, hermosa… fue la primera vez que vio a la rubia tan hermosa… y su corazón se aceleró repentinamente.

Al ver que Ruu volvía a quejarse por la tos entró rápidamente.

- "Aquí está Miyu" –dándole el remedio y recibiendo un gesto de gratitud de la rubia-

- "Toma Ruu-kun, así estarás mejor" –llenando la boquita de Ruu con ese amargo remedio, el cual él aceptó a regañadientes-

La fiebre bajó casi instantáneamente y Ruu abrió los ojos viendo primeramente a sus dos "padres". Sonrió con ahínco y quiso comenzar a flotar, siendo detenido por ambos adolescentes.

- "No Ruu, sigues muy enfermo así que tienes prohibido volar" –el pequeño rubio vio a sus "papás" serios ante el comentario del castaño y empezó a llorisquear, siendo frenado por su propia tos- "Llora lo que quieras Ruu, pero te quedas en cama para reposar"

Al ver que sus "padres" no iban a aflojar simplemente se aferró al pecho de Miyu enojado y soltó una frase que impactó a ambos terrestres.

- "Mamá y papá costarse Ruu" –su petición fue muy clara, tanto que ambos se sonrojaron luego de mirarse e interpretar esa petición- "Costarse Ruu" –repitió nuevamente al ver a los dos chicos poco convencidos con "obedecerlo" -

Se escuchó un suspiro por parte del castaño

- "Está bien Ruu dormiremos ambos contigo" –esto último alteró aún más a la rubia-

- "Pe-pero Kanata, no-nosotros…"

- "Somos los padres de Ruu" –dijo sin más- "Y tenemos que ayudarlo, y si esta es la ayuda que quiere habrá que hacerlo ¿o quieres que junte nuestras mejillas como esa vez?" –la rubia no pudo ocultar su sonrojo y Kanata tampoco aunque no permitió que Miyu lo vea así-

Dejaron a Ruu acostado y al cuidado de Wannya con la promesa que se cambiaban y volvían.

Ambos estaban nerviosos, pero si esta era la única forma para que Ruu haga cama iban a tener que hacerlo.

Volvieron ya preparados para acostarse y vieron al bebé como obedientemente los esperaba mientras tomaba una sopa que le había preparado Wannya.

- "Kanata-san, Miyu-san ¿están seguro de esto? Yo puedo quedarme con él" –estaba preocupado por esta repentina situación-

- "Si Wannya" –respondió el castaño- "eso es lo que Ruu quiere, ¿o no Miyu?"

La rubia seguía atónita y nerviosa, sin mencionar que bastante preocupada, pero ambos sabían perfectamente que si a Ruu se le metía algo no paraba hasta conseguirlo, y era el momento menos indicado para hacerlo enojar. Así que sonrojado como estaba miró a Kanata y Wannya y asintió confiada.

- "Si Wannya nosotros nos encargamos, tu ve a dormir tranquilo que lo cuidaste toda la tarde ahora nosotros nos ocupamos" – Wannya miró con asombro a la chica-

- "Si Wannya ve a descansar y discúlpame por haberte gritado, estaba enojado conmigo e injustamente me descargué contigo"

- "Miyu-san, Kanata-san" –se sentía complacido y emocionado, pero accedió a dejar que ellos actúen como los padres que Ruu aseguraban que eran-

Se acostaron ambos al lado de un somnoliento Ruu que sonrió al verlos y Miyu volvió a controlar su fiebre la cual estaba mucho más baja. Arropó al rubito y se durmió nuevamente con la canción que Miyu cantaba. Kanata solamente observó la escena anonadado, como unos momentos atrás.

- "¿Qué sucede?" –preguntó al descubrir como la miraba, aún estaba nerviosa como para que el castaño actúe de una forma rara-

- "Na-nada, es solo que…." –y miró su expresión curiosa y se sonrojó- "… recordé que esa canción me cantaba mi madre antes de morir... y simplemente me sorprendió que la sepas"

Miyu quedó en shock, esa canción la aprendió de su madre también.

- "A mí también me la cantaba mi mamá, cuando estaba enferma y sin poder dormir… como Ruu-kun" –Kanata la vio sorprendido y se dio media vuelta para dormir un poco-

- "Vamos a dormir porque intuyo que será una noche larga controlando a Ruu…" –Miyu lo imitó acomodándose mirando para el lado del bebé y la espalda de Kanata, la cual vio más grade que lo normal, provocando que su sonrojo creciera- "Me alegro que cantes esa canción… parecías toda un madre Miyu" –terminó para dormir-

- "Kana…." –quiso responderle pero Ruu empezó con la tos nuevamente-

La noche pasó precisamente como dijo Kanata, larga y con poco sueño al notar como Ruu empeoraba y mejoraba en un abrir y cerrar de ojos. Hasta que finalmente se durmió sin fiebre ni dolor y fue así cuando ambos chicos descansaron un poco, pero para esto ya eran las cinco de la mañana.

A la mañana siguiente Wannya se fue a ver cómo pasó la noche Ruu y se encontró con un bebé prácticamente curado (aunque lo siguieron controlando) que volaba sobre el futón el cual ahora era ocupado por los dos jóvenes en donde Kanata apoyaba suavemente su mano en la cintura de Miyu la cual hacía lo propio con el pecho del castaño (claramente esto fue obra de Ruu que los vio muy separado durmiendo).

Wannya los dejó solos para que sigan descansando luego de tan larga noche, aparte, aunque lo vayan a negar al despertar y vayan a pelearse, se los veía muy cómodos y felices en esa posición.

Habían experimentado que era ser padres reales al menos por una noche.

Fin