Un miembro del Dragón Negro, nacido en Australia. Jarek se ha ganado un buen puesto en la organización, así como el apoyo de varios compañeros que puede considerar amigos cercanos, gracias a su dedicación y lealtad. En su tiempo, el antiguo líder del clan, Bannak, consideraba a Jarek uno de sus mejores hombres, uno de los pocos en los que podía depositar su confianza.
Durante una misión, Jarek y su equipo formado por otros miembros de alta estima en el Dragón Negro —Tasia, Tremor y No Face— fueron atrapados por las Fuerzas Especiales de Estados Unidos y llevados a su prisión de máxima seguridad. El clan fue incapaz de liberarlos hasta un año después, cuando Bannak sintió que los necesitaba más que nunca, porque estaba a punto de llevar a cabo una operación importante.
Después de que un equipo del Dragón Negro lograra liberar a Jarek y los demás de prisión, se les explicó el plan que tenía Bannak para conseguir más recursos para el Dragón Negro y, con suerte, obtener la ventaja en su rivalidad con el Dragón Rojo. El plan consistía en obtener un artefacto conocido como el Ojo de Chitian, capaz de abrir portales a otros mundos, y usar sus capacidades para robar recursos de dichos mundos. Jarek se comprometió en cuerpo y alma a que este plan fuera un éxito, pero las Fuerzas Especiales intervinieron y, tras varios enfrentamientos, consiguieron arrebatarles el Ojo de Chitian. Bannak murió durante estos eventos. Kano, un miembro infame entre los altos mandos del Dragón Negro por su oportunismo pero ampliamente aceptado entre otros miembros del clan por dejarles acumular el dinero que obtenían en las misiones que lideraba —a pesar de que Bannak había puesto como regla que ese dinero debía dedicarse a obtener más recursos—, se convirtió en el nuevo líder del clan.
Con el nuevo líder y sus operaciones dirigidas a la obtención de riqueza para beneficio personal, la desventaja del Dragón Negro frente al Dragón Rojo se ha vuelto mayor que nunca, a pesar de los esfuerzos de los miembros dedicados como Jarek. Él hubiera matado a Kano hace tiempo si no supiera que esto solo traería conflictos internos al clan. Harto de ver como sus compañeros son masacrados por el Dragón Rojo en toda operación en la que tienen la mala suerte de toparse con su clan rival, Jarek ha convencido a los altos mandos para dar un ultimátum a Kano. Si él quiere continuar teniendo su apoyo, tendrá que encontrar pronto una manera de dar la vuelta a la situación.
El futuro del Dragón Negro es incierto, y Jarek no puede hacer más que seguir esforzándose para que el clan prolifere, sin saber que la iniciativa que Kano ha ideado para cumplir su ultimátum podría hacer que su vida dé un giro de ciento ochenta grados.
