Ustedes están locos, unirse a una pandilla liderada por el demonio en persona solo porque les aceptaron el capricho de tener uniformes diferentes-

La Kanto Manji estaba reunida en aquella casa que consiguió Hajime Kokonoi como guarida para los miembros más importantes, mientras Mikey no daba orden de moverse u operar en la ciudad, se quedaban hablando de cosas triviales para pasar el rato.

¿Por qué te sorprendes, Koko?- tenía una de sus trenzas entre sus dedos-hicimos lo mismo en Tenjiku.

Lo recuerdo, no entiendo como Izana permitió tal acto con lo mucho que le gustaba resaltar-

Es que no fue Izana- el menor soltó una risa al percatarse de la presencia de alguien más.

Yo acepte-La voz de Kakucho se hizo presente en la sala mirando con desinterés a los hermanos Haitani, tenía malos recuerdos de la trágica decisión que tomó aquel día.

Entiende Kaku-chan, no íbamos a usar un uniforme tan corriente como el de los demás, es nuestro deber resaltar para subir la categoría de la pandilla- tiró atrás su trenzas y le dio una mirada altanera.

Ran tiene razón-

No Rin, para ti nuestro uniforme es negro porque tienes mala vista y debes distinguir a tu hermano mayor rapido-

Hajime soltó una risa provocando que las mejillas del mencionado se tornaran rojas, su hermano podía ser un poco jodido al momento de exhibir sus problemas de vista con los demás.

No te rías Kokonoi que no es secreto que tú también necesitas lentes pero te niegas a usarlos-

Vale, no me vuelvo a reir de tu borroso problema-

Estoy rodeado de ciegos-

Koko, Rindou y Kakucho miraron al de trenzas molestos por el comentario pero Ran no le dio importancia y se siguió burlando.

Como sea, Mikey dijo que no hagan ruido porque quiere descansar- aviso y se fue a su habitación a seguir entrenando.

Ya es hora de dormir- Ran bostezo estirando sus brazos haciendo que los huesos de sus brazos sonarán, la acción no pasó desapercibida por su pequeño hermano.

Joder Ran, acabas de almorzar se supone que has recuperado energia- se quejo el pelinegro.

Tengo energía para dormir Koko-

Hermano es mejor que vayas a descansar-

solo porque me lo pides-acarició la cabeza de Rindou y se fue en dirección a su santuario/cama dejando solos en aquella sala.

¿Enserio lo mandaste a dormir? debe entrenar o caminar un poco-

Creeme Koko, es mejor que duerma o estará de mal humor y da mucho miedo en ese estado-

Gracias por el dato, tengo cosas que hacer- camino en dirección a su habitación- nos vemos luego, lindo.

Otra vez sus mejillas se volvieron rojas como un tomate maduro, no era la primera vez que Hajime le hacía ese tipo de cumplidos pero inevitablemente le hizo tener un deja vu del día que se conocieron.

Así que eres tú el que desea trabajar con los hermanos Haitani-

Rindou en ese entonces rubio con mechas negras calificaba visualmente al chico delante suyo, uno de sus subordinados les comento que había alguien que quería contactarlos y volverse su socio, como Ran estaba durmiendo tuvo que ir él personalmente a conocer al interesado, realmente era por formalidad porque ya sabia lo necesario de él, mandó a investigar antes.

Si, por una cantidad de dinero considerable haré cualquier trabajo que ustedes necesiten- su mirada mostraba desesperación que era ocultada por una expresión determinada y segura.

Lo que verdaderamente sorprendió a Rindou fue que el chico era un mocoso apenas, la diferencia de edad no era mucha pero igual le daba cierta lastima ver a alguien joder su camino desde tan joven y no evito preguntarse el motivo por el cuál podría el tal Kokonoi aliarse con ellos.

mmm- fingió pensarlo para asustar al chico pero no vio ni una pizca de temor.

Cuando necesitemos uno de tus servicios te avisamos, mocoso- paso por su lado chocando ambas manos para cerrar el trato formalmente.

Desde ese día Hajime Kokonoi había entregado su vida al mundo de la delincuencia y se convirtió en uno de los subordinados de los poderosos hermanos Haitani.

Cuando quieras, lindo- saco su lengua en un gesto travieso avergonzando al de mechas.

Rindou apresuro su paso doblando en la esquina, llevó su mano a su rostro acomodando sus lentes aunque realmente intentaba ocultar su sonrojo.

¿Qué le pasa a este tipo?-

Ese fue el primer cumplido que recibió de su parte pero no el último.

A pesar de lo raro que pueda ser esto, Rindou Haitani no había recibido cumplido alguno por su apariencia en toda su vida, tal vez por el miedo que sentían al verlo, no es como si tuvieras el suficiente valor para dirigirle la mirada a uno de los chicos más peligrosos de Tokyo que mató a dos chicos junto a su hermano cuando era un niño.

Eso fue lo que le gusto de Kokonoi, a pesar de la posición de "subordinado" que tenía fue capaz de hablarle sin miedo a que le rompa los huesos, aunque algo dentro de él le decía que Hajime actuaba así para ganarse el favor de los reyes de Roppongi.

"no debes hacerte ilusiones"

"está fuera de tu alcance"

Pero en el corazón no se manda y Rindou decidió hacerle caso a su terco corazón sin importar las tonterías que este le mande.

Ese fue su mayor error.

.

.

.

.

Los días en la casa de la Kanto Manji eran conflictivos pero al menos no se aburrían, siempre había algo nuevo para reírse o molestarse. Aunque tener a varias personas con diferentes personalidades viviendo bajo el mismo techo era una verdadera bomba de tiempo, en cualquier momento explotaría por tantos enojos.

¡QUÍTATE ANCIANO!-

me caías mejor cuando eras un niño pelón Haruchiyo- el comentario de Benkei provocó las risas del resto de miembros.

¿En serio era pelón?- Shion reía sin poder imaginar a Sanzu con el cabello corto.

Confirmo- Wakasa agarró un pan y se lo llevó a la boca disfrutando el espectáculo del día.

La confirmación por parte del adulto fue suficiente para que a Ran se le quitará el sueño y vaya corriendo a la cocina quitando el huevo que tenía Kakucho en la mano para irse a su habitación. Todos los miraban sorprendidos por el ataque de energía que tuvo el Haitani que hace pocos segundos estaba cabeceando de sueño.

Regreso con las manos levantadas, el huevo entre sus manos y con cuidado lo dejo en la mesa- ATENCIÓN SERES INFERIORES, LES PRESENTO AL NUEVO INTEGRANTE DE LA PANDILLA, MINI HARU- el huevo tenía un dibujo mal hecho del rostro de Sanzu, incluso tenía unos pequeños rombos a lado de su boca simulando las cicatrices.

Harichiyo furioso por la "broma" y las carcajadas de los demás aplasto el huevo con su puño.

TARADO LO MATASTE!- Rindou miraba con lástima la única prueba de que su hermano fue productivo una vez en su vida.

Ya basta todos, dejen a Sanzu en paz o no se quedan sin comer, permiso Rin- Koko limpio los resto del huevo y los dejó en la basura.

Koko tiene razón- Haruchiyo sonrió al ver como su "rey" mostraba preocupación por él- coman en silencio.

El resto del desayuno fue silencioso hasta que Manjiro se retiró a su habitación, cuando entraba no salía durante un periodo largo de tiempo pero se escuchaban golpes, no le gustaba ser interrumpido y nadie era capaz de hacerlo.

Excepto Sanzu.

Hajime sintió su celular vibrando en su bolsillo, era un mensaje de texto, al ver el remitente soltó un jadeo y su rostro se deformó en un gesto de sorpresa.

Corrió a la habitación de Haruchiyo, él era el único demente que era capaz de ir a la habitación de Mikey e interrumpirlo.

¿Qué necesitas Kokonoi?-En otra situación se hubiera reído al ver al pelirosa con una mascarilla en su cara y una diadema en su cabello pero era un momento serio.

Tenemos problemas-

(...)

Una reunión de emergencia se convocó, todos los altos mandos estaban sentados en la gran sala de reuniones esperando el mensaje que Kokonoi tenía que darles.

Jefe, la segunda generación de la Tokyo Manji nos envió una declaración de guerra-

Así que la Tokyo Manji- exclamó Mikey con una voz grave totalmente furiosa, levantó la mirada haciendo que más de uno la esquive.

Su presidente es Takemichi Hanagaki- Kokonoi hacia su mejor esfuerzo por no parecer nervioso pero estaba jodidamente preocupado, no era una declaración de guerra, ellos estaba declarando su propia muerte.

"¿cómo pueden ser tan imbéciles y buscar pelea con Manjiro Sano?"

"no tendrá piedad ni por más amigos que hayan sido"

después de todo...lo hizo-

Haruchiyo estaba enojado y feliz al mismo tiempo, era el momento perfecto para deshacerse de todos sus problemas, no tenía intención de dejar vivo a ninguna de esas basuras.

...-

ESCUCHEN TODOS, LA BATALLA DECISIVA SERÁ EL 9 DE SEPTIEMBRE EN LA VIEJA ESTACIÓN DE TREN-

Hajime Kokonoi estaba muy nervioso, el hecho que su antiguo compañero le haya mandado el mensaje solo significaba una cosa.

"Inupi está en la segunda generación de la Tokyo Manji"

Como asesor de la pandilla era de suma importancia su presencia en la pandilla y no podia faltar, intento hacer cambiar de opinión a Inupi pero este solo le respondio:

No pienso abandonar a Hanagaki.

Suspiro desesperado, no sabia como hacer para que Inupi entrara en razón y se alejara del peligro, conocía perfectamente lo terco que llegaba a ser el rubio.

Cuando la reunión acabó él se quedó sentado mirando el techo, intentando reflexionar sobre las decisiones que tomó a lo largo de su corta vida. Unos pasos le hicieron reaccionar, era Rindou.

sigues aqui-

necesitaba pensar-

Ran se quedó dormido y no tengo ganas de escucharlo roncar- se sentó a su lado.

una risa brotó de los labios del pelinegro- tampoco lo exhibas así-

él hace lo mismo, es mi venganza pero no le digas-

será nuestro secreto entonces-

La batalla de mañana será importante, esos tipos son unos idiotas por querer pelear contra nosotros tienen una clara desventaja-

Si...son unos tontos-

...-

El silencio reinó el momento, ninguno sabía cómo crear algún tipo de conversación que sea interesante. Era el momento donde uno de los dos introvertidos tenía que transformarse en un extrovertido para salvar la charla.

¿Quieres beber conmigo Rindou?-

Recien cumples los 18 y ya quieres tomar-

ja! para eso estás tú, debes cuidar a tu menor- le dio un codazo guiñandole, agarro su mano para llevarlo a su habitación junto a unas botellas.

Empezaron a beber contando experiencias graciosas que tuvieron hasta que el efecto del alcohol se hizo presente en el cuerpo del pelinegro y terminó contándole su trágica vida al de mechas azules.

¿Por eso decidiste trabajar con nosotros?-tomó un sorbo de su vaso escuchando atentamente todo lo que le iba a decir.

si, tanto esfuerzo y no logré salvarla Rindou, soy un desastre-

no...-

le arruine la vida a Seishu, ahora él está en peligro y no puedo hacer nada para evitar que se exponga a Mikey-

Hiciste tu mejor esfuerzo Koko, eras un niño que decidió asumir una responsabilidad que no le correspondía-

Rindou miraba los ojos llorosos de Kokonoi preocupado, fue mala idea dejar que tomara mucho era la primera vez que veía a una persona llorando y no sabia como actuar, claro, una persona que le importara. Atino a rodearlo con sus brazos acariciando su espalda.

Hajime se aferró a la ancha espalda del rubio ocultando su rostro en el hueco de su cuello- perdón

Rindou no pensaba con claridad, el alcohol estaba haciendo efecto en su organismo, no estaba consciente de lo que iba a hacer y no lo pensó mucho cuando agarró el rostro de Hajime y lo besó.

Koko abrió los ojos sorprendido por la acción del contrario, no se esperaba ese beso pero se dejó llevar correspondiendo aquel tímido beso dándole seguridad a Rindou para continuar.

Por su parte Rindou estaba emocionado, el pelinegro de alguna forma le había dado esperanzas.

"Me acepta"

El beso siguió subiendo de intensidad mientras pasaba el tiempo, sus lenguas jugaban entre sí haciendo que un rastro de saliva cayera de sus labios, Koko se separó buscando aire reflexionando en lo que acababa de hacer, besarse con unos de sus compañeros, eso estaba mal...pero lo disfruto.

Rindou estaba avergonzado por su acción pero no se arrepentía, quería volver a hacerlo, lo necesitaba.

Cuando Koko logró conseguir aire miró atento al de orbes morados esperando su próximo movimiento, al ver que no se movía se dio apoyo mental para hacerlo por su cuenta.

"Es algo de una vez"

Empezó otro beso aún más intenso que el primero, el asesor de la Kanto Manji se alejó para quitar los anteojos al rubio y siguió con el beso.

Estaban tan concentrados en sentirse mutuamente que no escucharon a Sanzu avisar que saldría con Mikey y que la cena no sería en grupo.

De todas formas comerían, puede que comida no pero comerían.

Hajime se subió a horcajadas y el rubio puso sus manos en los muslos contrarios apretandolos, estaba disfrutando el momento deseando que no fuera el último, estaba dispuesto a llegar hasta el final.

Cuando la ropa se volvió un estorbo empezaron a quitarla de sus cuerpos hasta quedar en ropa interior, Rindou acariciaba el voluminoso trasero de Koko, metió sus manos dentro del boxer haciéndolo jadear. Una vez terminó de desnudar al chico lo dejó debajo suyo contra su cama y empezó a dejar un camino de besos desde su cuello hasta su abdomen, sopló un poco cuando llegó a su vientre, el aire le provocó más placer haciendo que su erección despertara más.

Rindou por favor- su voz temblorosa y sus ojos brillosos hicieron que el Haitani decida darle un oral al menor, empezó dando lamidas laterales en toda su extensión cubriéndolo con saliva para que la felación sea más fácil y no dañar a su querido Koko.

ohh...Rin...eres tan bueno-soltaba jadeos fuertes sin intención de disimular lo bien que lo estaba pasando, Rindou metió el glande a su boca tanteando el terreno, los gemidos de Kokonoi eran incontrolables y solo aumentaron cuando el contrario decidió meter todo el miembro en su cavidad bucal.

ahh- Hajime sintió un nudo en el abdomen y tiró su cabeza atrás.

Aquella acción hizo que aumentara la velocidad con la que succionaba su pene, Rindou recibió el liquido espeso y lo paso con cierta dificultad, el sabor no era lo más delicioso del mundo pero el momento fue tan excitante que ignoro eso y se centró en recoger los restos de semen que había quedado.

Koko sentía que se ahogaba, sintió mucho cansancio y ganas de dormir después de acabar, sin embargo, los dedos del Haitani acariciando su entrada lo hicieron suspirar.

"¿acaso piensa meterlo?"

Soltó un chillido al sentir la invasión de uno de sus dedos, no estaba seguro de seguir con esto, era la primera vez que lo haría, no es como si fuera normal que te metan un pedazo de carne entre las nalgas, estaba seguro que le dolería y él odiaba el dolor.

¿Te molesta?- besar y mordisquear los pezones de Koko era lo único que podía hacer para intentar calmar el obvio dolor que podía generar la intromisión.

Si- ante la respuesta intentó sacar su dedo pero fue detenido- no lo quites, así no podré acostumbrarme-

"Mamá no parió a un perdedor"

¿tenía miedo?

SI

¿tenía ganas?

TAMBIÉN

Las ganas eran más grandes que su miedo pero estaba seguro que más grande era lo que tenía el rubio escondido y no se iba a quedar con la duda.

Pero Koko-

Al ver como movía sus caderas en busca de más contacto un poco dudoso empezó a mover sus dedos prestando atención al rostro de Hajime por si detecta algún disgusto o dolor en su expresión.

Otro más Rin- pidió entre sollozos, ya había llegado el punto donde comenzaba a disfrutar tener sus dedos dentro- no soy de papel- la saliva escurría de su boca, su cabellos esparcido en la cama y esa voz tan erótica no hacía más que calentar al mayor.

Koko te la quiero meter- besaba sus mejillas para escuchar de cerca los gemidos que soltaba, el grabarlo en estos momentos no parecía una idea tan descabellada pero si muy estupida.

"no puedo hacer eso sin su consentimiento".

Ot-otro dedo Rin- se asustó al no obtener respuesta y sentir como el rubio se alejaba de él.

"¿Se arrepintió?"

"¿no le gusto?"

Se iba a quejar por la falta de atención hasta que vio el cuerpo de Rindou delante suyo, estaba bajando sus boxers dejando a la vista su prominente erección, este empezó a masturbarse mirando fijamente al pelinegro- no aguanto Koko, dejame entrar en ti- inclinó su cabeza atrás mostrando como pequeñas gotas de sudor recorrían su manzana de Adán a la par que soltaba quejidos.

Una imagen muy ardiente.

Guardaría esa imagen en su mente por el resto de vida.

Estaba seguro que Rindou sería el principal actor de sus sueños no sanos.

Haitani Rindou era muy caliente...

Su ancha espalda...

Una musculatura no tan exagerada, simplemente perfecta.

Su pecho subía y bajaba por la respiración agitada digna del momento tan sexual que estaba viviendo.

Ese tatuaje...

Sus ojos tan intimidantes y seductores...

Los mechones de cabellos pegados a su frente por el sudor.

Y ni hablar de lo bien dotado que estaba.

Rindou era la definición perfecta del erotismo y la lujuria.

Hazlo ya Rin- tener su permiso era lo único que le faltaba para desatar las escenas más obscenas que pasaron en la mente del contrario durante tanto tiempo, escenas que creo en sus sesiones de autoplacer cuando pensaba en su amor no correspondido y hacerle todo lo que llevaba tiempo haciendo en sus sueños húmedos era su mayor prioridad ahora.

Agarró su pantalón buscando los condones que Wakasa tan amablemente había regalado a toda la Kanto Manji por la mañana.

Usen protección niños, o pasaran de comprar repuestos para sus motos a biberones para sus engendros-

Eran hombres, el riesgo de embarazo no deseado era nulo pero las enfermedades de transmisión sexual no eran un juego y no quería exponerse él ni a la persona con la que compartiría cama. Deslizó el preservativo por todo el largo de su polla y sonrió al ver como Hajime miraba atento la escena, toda la vergüenza y timidez que había sentido se esfumó dispuesto a disfrutar la ocasión.

Ahh- jadeo al sentir el miembro del rubio cubierto por el frío látex en su ano pero se enojó al solo sentir eso, Rindou solo estaba rozando su pene alrededor y hacía ningún intento por meterlo- ¿esperas una invitación?-

Una risa salió de sus labios al verlo tan desesperado- ¿me necesitas tanto como yo a ti?-

"Dilo"

"Di que me necesitas"

"Di que me deseas como yo te deseo"

Rindou follame de una maldita vez-

Maldita sea Kokonoi- sin darle más vueltas al asunto presiono con fuerza su polla adentrándose en su interior arrebató un grito de dolor combinado con placer al de abajo, esperar a que se acostumbre no estaba en sus planes, empezó con las embestidas gozando lo caliente que era Koko, el condon no le privaba sentir el calor rodeando su pene otra vez dejando en claro que el mito de "con condon no se siente placer" era una total mentira.

Embestía sin control el abusado ano del pelinegro sosteniendo con fuerza su estrecha cintura, sus dedos quedarían marcados, sonrió al imaginar eso, gruño cuando su pene fue apretado por Koko, si así de bien se sentía tener sexo, se volvería un adicto.

Hajime era un completo desastre de saliva, sudor y lágrimas, apretaba la sábana con una mano y la otra se encontraba en su boca cumpliendo la misión de callar sus gemidos. Pasó sus manos por la espalda de Rindou uniendo el calor de sus cuerpos cuando el Haitani encontró un lugar que ni él mismo sabía que podía darle tanto placer.

Ahí Rin, hazlo otra vez- lo beso con rudeza para motivar a que siga golpeando en ese punto.

Dejaba mordidas en su pálido cuello prueba del arrebato de pasión que tuvieron Hajime Kokonoi y Rindou Haitani un día antes de la pelea final en la misma casa donde toda la Kanto Manji se hospedaba.

Abrió más sus piernas cuando sintió su clímax cerca, Rindou se dio cuenta y agarró el pene del pelinegro usando su pulgar para tapar la única vía que permitía que este se libere.

¡JODER RIN!-

No tengo suficiente de ti- le dio una sonrisa cínica cuando empezó a acariciar su polla sin dejar de obstruir la abertura de su uretra.

ahh por favor...Rin por favor- se estaba volviendo loco, quería terminar pero no podía y el contrario no hacía más que aumentar sus ganas.

Rindou aumentó el ritmo de sus penetraciones cuando fue víctima de los espasmos que le indicaban que también se correría, un par de empujones y soltó el miembro de su pareja dejando que este disfrute su clímax.

Se besaron y soltaron un fuerte gemido que apenas fue silenciado por el beso que se daban, Rindou llenó el condón y se desplomó encima de Koko que había manchado su abdomen con su semen.

Después de pasar unos segundos controlando su respiración, Rindou se levantó saliendo del interior de Hajime soltó un jadeo, retiro el preservativo lo anudo y fue al baño a tirarlo, regreso con una toalla húmeda para limpiar los restos de semen que tenía Koko en su cuerpo.

Cuando terminó le puso su ropa interior al otro y también se colocó la suya, quería hablar con Koko pero este se había quedado dormido después de que el rubio desapareciera en el baño, suspiro al verlo durmiendo plácidamente y se acostó detrás suyo pasando sus manos por la cintura del menor.

Te amo- susurro besando la parte posterior del cuello del pelinegro.

Se sentia patetico, confesarse despues tener sexo con él y cuando estaba dormido era muy idiota de su parte, él gran Rindou Haitani que estuvo en la carcel dos veces no podia decir unas simples palabras cuando su compañero estaba despierto pero si era muy capaz de romper huesos.

"que cobarde de mi parte"

(...)

La Kanto Manji se encontraba preparándose antes de partir a la vieja estación de tren, no estaban preocupados pues había una diferencia abismal de fuerza entre pandillas, la tokyo manji era un grupo de kinder a comparación suya.

Duele, no seas tan brusco Ran- el de trenzas estaba concentrado peinando los cortos cabellos de su pequeño hermano, la última vez que pelearon en Tenjiku terminó enredado y lleno de tierra cosa que molestó al mayor.

Pues no te muevas tanto- hablaba con dificultad debido a que tenía la liga que usaría para amarrar el cabello de Rindou en la boca.

Shion que miraba la escena junto a Sanzu tiro de una de sus trenzas y desapareció dejando al pelirosa solo con el Haitani molesto, amaba crear conflicto y lo usaba para calmar su ansiedad

Vuelve a hacerlo y te meto mi bastón en el culo. pedazo de mierda-

Te aguanto porque le eres útil a Mikey pero no dudare en matarte si vuelves a amenazarme-

Basta mocosos- Benkei palmeo sus piernas llamando la atención de todos.

Anciano entrometido-

Ran siguió con su trabajo, agarro la liga y amarró el pequeño moño que había logrado formar, dejando un par de mechones sueltos porque "siempre diva nunca indiva".

Todos se levantaron cuando vieron entrar a Manjiro junto con Kokonoi, habían estado en una reunión privada cosa que perturbó a Haruchiyo.

Rindou miró al pelinegro pero este esquivo su mirada sonrojado, agarró el cuello de su chaqueta como reflejo para evitar que se vean las marcas que ocultaba.

Se hicieron a un lado cuando Mikey pasó entre todos con las manos en sus bolsillos y una seria- ¡VAMONOS!- dio una mirada a todos y le siguieron detrás.

En medio de la multitud de personas, Rindou se alejó de su hermano buscando a Hajime, no habían hablado mucho desde que despertaron pues fueron interrumpidos.

Koko yo...-

Nos pasamos de copas y follamos, no es como si hubiéramos matado a personas-río por el sarcasmo en su frase.

Yo si he matado-

turbio-

Koko tengo que decirte que no me arrepiento de lo que pasó- bajo la cabeza y apretó sus manos arrepentido de sus palabras, no quería verse como un aprovechado.

Hajime puso sus manos encima de las contrarias y sonrió cuando el de mechas lo miro- yo tampoco, lo disfrute mucho y tu también por lo visto- acarició su cuello justo en las marcas que había dejado.

Perdón por eso- su rostro se volvió rojo al ver las marcas, agradecia que el uniforme tenga cuello largo y logre tapar eso o moriría de la vergüenza.

Haitani ya es hora de irnos ¿has visto a Kokonoi? Mikey lo está buscando- la voz de Mochi detrás de la puerta salvo a Rindou de seguir escuchando a Hajime burlándose de las marcas.

no lo he visto, ya voy- una mirada fue suficiente para saber que Koko se iría a buscar a Mikey y la conversación quedaria pendiente.

Agarró el brazo de Koko cuando lo encontró y lo arrastró lejos de la multitud ignorando las quejas de este.

Rindou, tenemos que ir con Mikey-

solo un rato-

esta bien ¿Que paso?-

mmmm bueno-

"maldición"

"dilo"

¿Rin estas bien? si quieres voy a la farmacia por algo-

no, es solo que...-

¿?-

quería pedirte perdón, me siento mal de haberme aprovechado de ti estando ebrio-

"soy un cobarde"

Rindou, no te aprovechaste de mi, ambos estábamos borrachos pero yo accedi y ya te dije que no me arrepiento-

igual-

deja de pensar en eso y vámonos- agarro su mano que estaba cubierta por un guante blanco- pero antes- Kokonoi quitó los lentes que llevaba Rindou y los guardó en los bolsillos de su chaqueta.

Te los devuelvo cuando acabe todo esto o si no se te romperán- saco su lengua con una sonrisa.

¿Te puedo pedir algo?-

si-

Bésame una última vez - lo acorralo en una pared con sus brazos en los costados.

"bésame una última vez antes de la pelea"

Hajime soltó una risa, rodeo su cuello acariciando los pequeños cabellos que tenía en su nuca y acercó sus labios para besarlo.

(...)

Hajime Kokonoi estaba agitado por correr tanto, intentaba escapar de Inui que lo estaba siguiendo desde que lo vio en medio de la pelea.

Eres muy molesto, Inupi- quería alejarlo o tendría problemas- no voy a pelear contigo.

No te dejaré escapar, Koko-

Quédate atrás Kokonoi Hajime- la voz cansada de Wakasa alertó al pelinegro, estaba arriba de uno de los contenedores.

Waka-kun-

pelearas conmigo, Seishu-

(...)

Rindou era cargado por Hakkai alejándose de su hermano como parte de su plan para derrotarlos más rápido y vengarse por lo de Tenjiku.

Si juntos son demasiados fuertes, solo tenemos que separarlos-

Cuando se alejaron, Hakkai soltó a Rindou- Este es el fin ¡cabrón!-sin dejarle tiempo a pararse correctamente le dio un golpe directo en el rostro haciendo que este cayera inmediatamente.

(...)

Kokonoi apretaba sus puños sin saber que hacer, Inupi estaba siendo golpeado por ambas leyendas, cuando eran niños estaba seguro que iría a defenderlo pero ahora eran de pandillas enemigas.

Un puñete.

Una patada.

¡Inupi!-

¡¿QUE ESTAS HACIENDO, KOKO?!-agarraba su rodilla intentando levantarse sentía su rostro palpitar donde fue golpeado- ¡AYÚDAME DE UNA VEZ!

¿?-

¡TU ERES MI ÚNICO Y VERDADERO AMIGO! ¡¿CIERTO?!-

Koko miraba confundido al rubio, estaba demente al pedirle ayuda pero lo hizo dudar, no sabia que hacer.

"ahora mismo estamos en lados opuestos"

"entonces ¿por qué dice cosas como esas?"

Un veloz recuerdo del rostro de Akane pasó por su mente, sintió como se liberaba de un peso que cargo desde que era solo un niño, de una vida atada al sucio pero necesario dinero.

"ya veo"

"he sido tan terco"

¡ESTE ES EL FIN SEISHU!- Benkei levantó su puño corriendo para dar el golpe final.

¡MALDICIÓN!- Inupi grito, no podía esquivar tal golpe, solo quedaba esperar el impacto pero nunca llegó.

Hajime Kokonoi se había metido entre los dos y le dio un golpe al adulto haciendo que este cayera al suelo.

¡KOKO!-

El moreno se levantó rápidamente y contraataco golpeando de la misma forma al pelinegro.

¿acaso no eres un oficial de la Kanto Manji?-Arashi estaba enojado por la actitud de Hajime- se supone que estas de nuestro lado, ¿que estas haciendo? ¡maldita sea!-

Kokonoi Hajime acaba de renunciar oficialmente a la Kanto Manji- tenía un rastro de sangre en su labio por el puñete que recibió

(...)

Así que me olvidare de Akane-san y de ahora en adelante, me entregare a ti-

(...)

¡CAIGAMOS JUNTOS HASTA EL INFIERNO!-

¡MUY BIEN!-

.

.

.

El desenlace de la pelea fue trágico, muchos muertos, varios heridos, el lugar fue cubierto por la policía y las ambulancias.

Ahora Kokonoi se encontraba caminando con Seishu de regreso a la "casa" que llegó a compartir con Inupi en algún momento de su vida. Escaparon del lugar cuando la sirena de los policías se escuchó en toda la estación de tren, no querían terminar en la cárcel.

Me duelen los pies, Koko-

Siéntate- señaló al banco de madera que había en aquel parque donde decidieron esconderse.

Se arrodilló delante de Seishu, quitando las botas y medias de los pies mirando las heridas que tenía, estaban rojas y unas tenían sangre.

Se que te gustan usar los tacones pero te hacen daño-

Igual los seguiré usando- río

Koko soltó un suspiró y metió su mano a sus bolsillos, siempre llevaba unas curitas de emergencia, no harían la gran cosa pero al menos evitarían que se infectaran las heridas que tenía.

Se sorprendió al sentir un objeto extraño en su bolsillo que debería tener solo curitas, confundido decidió sacar lo encontrado.

oh- agarró los lentes y recordó al dueño.

¿usas lentes?-

no, son los lentes de Rindou- sonrió nostálgicamente al recordar que tal vez no lo volvería a ver.

¿el Haitani?-

si, me olvide de devolverlos-

Ese tipo y su hermano son peligrosos, será mejor que no vuelvas a ver Koko- Inupi no entendía porque Koko miraba de forma tan tierna la pertenencia de un criminal, ese idiota peleaba sucio y seguro iria a la carcel de nuevo.

Entonces supongo que los guardare- sonrió guardando de nuevo en su bolsillo.

"por suerte no se rompieron"

.

.

.

.

Los hermanos Haitani lograron escapar con dificultad, cuando las cosas se descontrolaron y Ran fue capaz de levantarse busco a su hermano para sacarlo del lugar encontrándose con el cadáver de Kakucho Hitto, intento revisarlo pero la policía había llegado y solo quedaba escapar.

Ese maldito- Ran tiraba las cosas que había en la mesa desquitandose con todo lo que encontraba, se le pasó por la mente ir por Haruchiyo y vengarse pero no podía cometer un crimen, era mayor de edad y la condena no sería flexible con él con sus antecedentes.

"No puedo dejar solo a Rindou"

El menor había estado en silencio durante todo el camino a su casa, el de trenzas dedujo que también le afectó la muerte de Hitto, no podía quedarse mucho tiempo con Rindou, no cuando sentía ganas de llorar, no podía verse débil delante suyo.

Voy a dormir- miro una última vez a su hermano para luego ir a encerrarse a su habitación, lloraría hasta cansarse y regresar a cuidarlo.

Rindou se levantó a buscar una bolsa de hielo y regresó al sillón colocándola en su mejilla para calmar la inflamación, estaba absorto en sus pensamientos rogando a su mente olvidar lo que vio, no quería que aquella imagen lo perturbara el resto de su vida.

Estuvo viendo en primera fila como Kokonoi Hajime elegía a Inui Seishu.

Cuando los traiciono por el rubio de cicatriz.

Cuando decidió entregarse a él.

Cuando escapó con Seishu agarrados de la mano dejando todo atrás.

Dejándolo a él.

El vio como la persona que fue capaz de penetrar lo profundo de su corazón se alejaba junto a alguien que no era él.

No podía ser egoísta y reclamar algo que no le pertenecía, el hecho de acostarse con Koko no significaba que tenían una relación pero él guardó la esperanza que después de la pelea ellos tendrían su momento, pero no sería así.

Era su culpa.

No tuvo el valor suficiente para decirle sobre sus sentimientos y los guardó hasta el final.

Solo le quedaba aceptar su derrota.

El golpe duele- intentó convencerse que las lágrimas que recorrían sus mejillas eran producto del dolor que sentía en el cuerpo y no en el corazón.

Conservaré el recuerdo de ese día porque fue la última vez que pude tenerte- susurro cerrando los ojos recordando su último beso.

Lloraba en silencio desconsoladamente, le dolía tanto que le gustaba porque sería su castigo personal por ser un cobarde.

Pasó el resto del día con la misma pregunta rondando en su cabeza, no podía ni descansar preguntando lo mismo.

¿Qué hubiera pasado si le decía la verdad?