Fanfic de Naruto/Boruto (next generations).

Título: De vez en cuando.

Era otro día tranquilo y normal en la aldea de la hoja; el Séptimo Hokage, Naruto Uzumaki se encontraba en su oficina muy ocupado como siempre buscando, revisando, leyendoy firmando documentos sin parar. Su consejero, Shikamaru, estaba con él ayudándolo, pero con un claro rostro de hastío y aburrimiento, cuando vio la hora se sorprendió que ya pasaba del medio día y ellos no habían comido nada hasta entonces.

-¡Qué fastidio! Ya llevamos casi 5 horas haciendo esto y parece que no terminará nunca; ¿no cree que debemos parar un momento para comer algo?

Naruto despejó la vista de los documentos y se frotó los ojos por la vista cansada.

-Ahora que lo dices, tienes razón, de veras.

-Entonces tomaremos la siguiente hora para descansar, ¿quieres que traiga algo de comer para ti?

-Una orden grande de ramen de Ichiraku no estaría mal, por favor.

-Tú siempre con tu ramen, ¿no comes algo más aparte de eso? Bueno, vendré lo más pronto posible.

-Por favor, no tardes tanto, ya empiezo a sentir mucha hambre.

-Sí, sí, está bien, no tardaré. ¡Qué fastidio!

Naruto entonces se quedó a solas en el lugar mientras se reclinaba en su asiento y suspiraba para descansar; el silencio y la soledad en el ambiente comenzó a hacerlo reflexionar sobre su estilo de vida como el líder de Konoha. Bien sabía que el estar ahí era el fruto de todos sus años de esfuerzos y luchas constantes y de que ahora era el hombre más admirado y respetado en el mundo ninja; pero algo en su interior le hizo pensar algo distinto, ¿Cuándo era niño y nadie tenía fe en él ni en sus sueños, se imaginaba que así sería su vida como el Hokage? ¿Estar casi prácticamente todos los días desde el alba hasta el anochecer encerrado en su oficina atareado entre tantas hojas de papel? ¿Visitas de otros mandatarios, entrevistas en televisión, inauguración de edificios?

De pronto no supo cómo expresarlo, pero su vida de Hokage comenzaba a parecerle muy… ¿tediosa, aburrida, simple, monótona?

-No, no, no; no debo pensar así, no después de todo lo que me costó llegar aquí, de veras

Pero en el fondo quizá Naruto deseaba que algo sucediera para que su vida comenzara a tener algo más de sentido, algo emocionante, tal vez algo ¿atrevido?

Entonces escuchó que tocaban a la puerta; Naruto se preguntó quién podría ser ya que no habían pasado ni 3 minutos de que Shikamaru se fuera; aun así, sin abrir los ojos y siguiendo reclinado dijo:

-Pasen

Naruto escuchó que entraban y que cerraban la puerta de nuevo, seguí con los ojos cerrados.

-¿Acaso olvidaste algo, Shikamaru?

Pero no obtuvo respuesta alguna, Naruto entreabrió los ojos.

¿Shikamaru…

Se dio cuenta entonces que no era su amigo quien estaba con él, era Sarada; al verla, Naruto se reincorporó.

-Oh lo siento, Sarada; estaba tomando un pequeño descanso

-Perdone Séptimo, no quería interrumpir su descanso, si quiere puedo volver en otra ocasión

-No, no, adelante; dime, ¿en qué te puedo ayudar?

Sarada se veía algo nerviosa, veía constantemente al suelo y se le notaba un rubor en el rostro.

-Bueno, verá Hokage-sama; yo… quería venir aquí para pedirle algo… pero primero quería preguntarle…

Naruto alentó a la chica a continuar a pesar de su notable nerviosismo

-Te escucho Sarada, ¿qué quieres decirme? Además, ya te he dicho que puedes decirme Tío Naruto, con confianza.

-Está bien, Ti… Tío Naruto ¿crees que soy bonita?

A Naruto le sorprendió mucho escuchar esa pregunta, pero le respondió con sinceridad.

-Pero por supuesto que lo eres, Sarada; eres una niña muy bonita y hermosa; y estoy seguro de que no soy el único que piensa lo mismo.

-Ya… ya no soy una niña, tío Naruto, recién hace poco cumplí la mayoría de edad.

-Bueno, lo siento, tienes razón, era sólo un decir; pero sí, sí creo que seas bonita y además muy inteligente; tienes cualidades para ser una excelente guerrera ninja y quizá un día ¿por qué no? Serías mi sucesora como Hokage, todavía deseas serlo ¿verdad?

-Sí, claro; mi sueño de algún día ser Hokage es mi camino ninja.

-Pues si sigues como hasta ahora y te sigues superando, entonces muy pronto lo lograrás, de veras.

-Gracias tío Naruto

-Por nada, ¿eso era lo que querías decirme?

-Sí, bueno, en parte, es que… he venido a pedirle algo, pero me da cierto miedo decírselo.

-¿Qué sucede Sarada? ¿Tienes algún problema?

-Algo así, verá, es que… bueno, desde hace ya mucho tiempo que descubrí que estoy enamorada de alguien y…

-Oh rayos; pensó Naruto, debí suponer que este momento pasaría tarde o temprano

Naruto suponía que tanto ella como Boruto terminarían saliendo en algún momento, sabía que su hijo estaba interesado en ella porque a veces lo escuchaba susurrar su nombre mientras dormía; y bueno, no lo culpaba, seguramente otros chicos más estarían igualmente atraídos por la chica Uchiha y es que cuando le dijo que era bonita no lo dijo nomás porque sí, Sarada era una mujercita muy atractiva, cabello negro largo casi hasta la cintura, una figura esbelta que le recordaba mucho a su madre cuando tenía su edad, sólo esperaba que Sasuke aún no estuviera enterado de esto porque si no muy pronto Boruto conocería una no muy linda faceta de su mejor amigo.

…y entonces vine para poder confesarme a esa persona y por eso estoy aquí

-Bueno, espero que Boruto y tú sean muy discretos cuando empiecen a salir, Sarada; no queremos que tu padre mate a mi hijo ¿verdad?

-¿Perdón, tío?

-Sí, es que, tu padre cuando se enoja en verdad puede ser muy temible, de veras

-Es que… verás tío, esa persona que me gusta no es Boruto

-Oh, vaya; perdón, creí que… bueno, entonces ¿quién es si se puede saber? ¡Espera, no me digas! ¿Es Inojin? ¿O tal vez Mitsuki? Oh, espera ya sé, ¿es Shikadai, verdad? Si te esperas un momento más puedes hablar con su padre y…

-Es usted, tío Naruto

Naruto dejó de hablar al oír eso, tal vez había oído o entendido mal

-¿perdón? ¿Qué dijiste?

Sarada al fin alzó la vista y miró a Naruto de frente diciendo casi gritando

-Yo estoy enamorada de usted, tío Naruto

-Pero… ¿acaso te das cuenta de lo que estás diciendo?

-Lo sé, y entiendo que crea que esto es una locura, pero he estado enamorada de usted durante años, pero ya no puedo seguir ocultando este sentimiento, me estoy armando de valor para decírselo de frente, y quería decirle que, si usted querría corresponder a mis sentimientos.

-Pero ¿de qué hablas Sarada? Recuerda que soy un hombre casado y con hijos, ¿cómo me pides tal cosa?

-La razón por la que hago esto es porque lo amo tío Naruto, y no pienso irme de aquí hasta que me escuche y me dé una respuesta, por favor, sólo eso le pido.

-Sabes, disculpa el atrevimiento

Pero es que me gustas mucho desde hace tiempo

Sí, ya sé que no eres libre

Pero podemos ser discretos

Vernos de vez en cuando, de contrabando

Naruto intentaba mantener la calma, pero cada minuto se le hacía más difícil comprender lo que pasaba.

-Por favor Sarada, si esto es una broma, no es nada graciosa; no bromees así conmigo.

Pero Sarada siguió con sus palabras

-Te prometo discreción ante la gente

Soy capaz hasta de actuar indiferente

Si me hablan de ti, ¡oh sí!

Te prometo no mancharte la camisa

No pedirte más amor si estás de prisa

Te comprenderé, pero ámame

Aunque sea de vez en cuando

Aunque sea de contrabando, pero ámame

Aunque sea de contrabando

Aunque sea de vez en cuando, pero ámame

Naruto se llevaba una mano a la frente como si le doliera la cabeza y cerraba los ojos, incapaz aún de aceptar la realidad del momento.

-¿Qué rayos está pasando? Esto debe ser una pesadilla seguramente… aunque…

Naruto miró de reojo a Sarada y poco a poco comenzó a verla de una forma diferente; una forma que quizá hasta ahora por alguna razón no había podido ver en ella, de pronto para él Sarada dejó de ser por un momento la hija de sus mejores amigos y la vio como lo que era realmente ahora, una bella mujer que estaba declarándosele.

-Debo admitir que su cuerpo se ve algo tentador… ¿QUÉ RAYOS ESTÁS DICIENDO? ¡Ya empiezas a parecerte al Sabio Pervertido!

Naruto también recordó que, debido a su ajetreado trabajo, los momentos de intimidación con Hinata eran casi nulas, de hecho, habían pasado más de 3 meses desde la última vez que lo habían hecho, sabía que su esposa era muy comprensiva y entendía que su trabajo lo exigía 24/7, pero, ver ahora aquella joven mujer frente a él ofreciéndole la oportunidad de vivir un amorío, por una extraña razón le hizo sentir curiosidad.

-Te prometo no dejar ninguna huella

Ninguna evidencia de que yo estuve ahí

Te prometo no ser exigente

Te prometo ser paciente

Y esperar a que tú regreses a mí

-Demonios, yo sé que esto no está nada bien, pero también por alguna extraña razón me siento muy excitado al ver a Sarada; y lo malo es que tiene razón al decir que ya no es menor de edad, un momento… ya sé qué más puedo decirle

-Con paciencia esperaré hasta tu regreso

Solo dime que tendré de premio un beso

Y que me amarás, sí que me amarás

Aunque sea de vez en cuando

Aunque sea de contrabando, pero ámame

Aunque sea de contrabando

Aunque sea de vez en cuando, pero ámame

-Pero Sarada, por favor recapacita; tengo edad como para ser tu padre, soy mayor, muy viejo para ti.

Pero ella no estaba dispuesta a ceder por nada.

-No me importa, tío Naruto, usted es el hombre ideal para mí; es fuerte, alto, valiente, muy guapo y siempre da lo mejor de sí para proteger a sus seres queridos; no hay hombre más perfecto para mí que usted, diga lo que diga, no dejaré de amarlo, estoy dispuesta a asumir los riesgos si acepta mi propuesta.

Y así, Sarada siguió con su propuesta

-Sé que soy muy atrevida

Al ofrecerte una relación de contrabando

Pero me gustas tanto

Que me conformo con verte de vez en cuando

Aunque sea de contrabando,

Aunque sea de vez en cuando, pero ámame

Aunque sea de contrabando,

Aunque sea de vez en cuando, pero ámame

Tan sólo unos minutos atrás Naruto deseaba salir de su monótono ritmo de vida, pero nunca creyó que se le presentaría una solución de esta manera, y lo peor es que en el fondo se sentía emocionado por aceptar las palabras de Sarada, pero ¿estaría en verdad dispuesto a arriesgarse a echar todo por la borda con tal de ponerle "más sabor" a su vida?

Sarada entonces se le acercó lo suficiente para que él pudiera percibir su aroma y una sonrisa algo pícara y nerviosa en su rostro.

-¿Y? ¿Qué dices?

El silencio que siguió fue tan fuerte que hasta se pudo escuchar cómo Naruto tragaba saliva de los nervios.

Y… como dijo una vez un expresidente mexicano; "Aquí les pregunto, ¿qué hubieran hecho ustedes?"

Disculpen si el final les resulta corto, inconcluso o muy abierto, pero prefiero que ustedes decidan su mejor final para la historia, sólo espero que les haya gustado, una historia más como otras tantas que se me ocurrió de improviso.

Esta ya es la tercera historia que escribo sobre Naruto y Sarada, por alguna razón se me ha hecho más sencillo escribir historias sobre ellos que con otros personajes, disculpen a quienes no les guste la idea de ellos como pareja.

Gracias y hasta la próxima, dejen sus comentarios y opiniones si gustan.