Esta historia participa en la #dinamica_del_mes_de_agosto del #sensual_verano_MFFIYR patrocinada por Mundo Fanfics Inuyasha y Ranma.

Gracias infinitas por la invitación.

Advertencia:

Usted puede encontrar fallas orográficas, de cohesión, coherencia trama y desarrollo en este texto. Además de cambio de personalidad del personaje de forma drástica y universo alterno.

Se incluye lenguaje soez, puntos de controversia, así como temas maduros que incluyen sexo y sus referentes.

La historia no se apega a ningún estilo dogmático o ético, por lo que se recomienda discreción, recomendada para mayores de quince años preferentemente.

SI ALGO ES DE SU DESAGRADO, POR FAVOR SUSPENDA LA LECTURA.

Disclaimer: Los personajes de esta historia pertenecen a la obra original: Ranma . Escrita e ilustrada por Rumiko Takahashi. Todos los derechos reservados a sus autores e intérpretes.

Prohibida la copia, adaptación, traducción y manipulación de este escrito de manera parcial o total.

Jiyuu Akabane


Beso pendiente.


Episodio 1: ¿Ya viste a Akane?

Ranma miró el mensaje en su chat con bastante escepticismo. No le apetecía salir de su casa después de estar en una sesión fotográfica de un día completo. Se masajeó el entrecejo con cansancio al ver que no paraba de recibir stickers de un gato suplicante en su bandeja; obligándolo a tomar una decisión rápida.

Bien, iré, pero lo haré por mi cuenta. Nos vemos allá.

¡Excelente! Compré un boleto de avión para esta tarde. Nos vemos Ranma. :3

Seguidamente, un billete de avión electrónico llegó a su correo. No tuvo más remedio que decirle: Gracias.

Tecleó de vuelta arrojando el aparato en la esquina del sofá. No podía ser mal agradecido con Shampoo, le había salvado el trasero en varias ocasiones por lo que si la rechazaba esta vez, realmente provocaría su ira y eso era lo último que quisiera.

Miró el reloj en su muñeca encontrándose con un diez para las siete; era jueves por la mañana, ayer estuvo en un rodaje de fotografía extenuante para una marca de motocicletas naciente en Japón y los patrocinadores no lograban ponerse de acuerdo haciendo su trabajo casi el cuádruple de difícil. Si a uno no le parecía la luz, era otro inconforme con la postura o el ángulo, el color de la chaqueta, con o sin casco, etcétera.

Un calvario.

Pero el patrocinio le estaba dejando buenas ganancias por lo que se concentró en esos jugosos ceros que aparecían en su cuenta bancaria para no protestar.

Se giró en el sillón acolchado intentando encontrar una postura mediamente cómoda y pescar su siesta antes de prepararse para ir a donde Shampoo. Le quedaban al menos tres horas para ello y lo quería aprovechar lo más posible.

Ranma Saotome. Era un modelo reconocido en todo Japón, que trabajaba para la agencia Wonderful donde cientos de marcas hacían fila para obtener su rostro en sus spots. Con un cuerpo bien trabajado y un perfil exquisito adornado por dos ojos color océano bajo su flequillo negro lustroso, se posicionaba como el top de todas las encuestas de apariencia. Su metro ochenta y cinco era un ensueño casi místico.

Se giró sobre si mismo hasta quedar boca abajo mientras un rastro de saliva amenazaba con escapar de su boca.

Aunque era toda una celebridad en su campo, no era diferente a otras personas; en realidad tenía una personalidad bastante tranquila -ahora- con gustos más inclinados a los deportes. Razón por la cual no le fascinaba exactamente el plan de Shampoo, su compañera de trabajo.

La mujer en cuestión también era una modelo de Wonderful, destacada por su exuberante cabellera púrpura, ojos felinos hechizantes y estampa de Lolita traviesa atrapada en un cuerpo de infarto. Quien figuraba como encargada para la fiesta anual de la empresa a la cual prometió ir hace unos momentos.

La dichosa celebración se llevaba a cabo en Mibaru, una de las playas más bonitas de Okinawa; la agencia rentaba el lugar por todo un fin de semana para que sus modelos pudieran disfrutar un relajado descanso en verano. Por supuesto, ese era el propósito a grandes rasgos, sin embargo, era bien sabido por todos que esa fiesta era más bien un Tinder sacado de lo virtual a la realidad.

Él mismo lo descubrió de una forma bastante inocente cuando apenas tenía veintidós por lo que, a pesar de no quejarse de aquella ocasión, nunca volvió a asistir a esas reuniones en los años posteriores. Debía agradecerle a Shampoo por dejarlo faltar siempre sin tener problemas con los cargos más altos.

Debido a eso, no pudo decirle «No» ante su ferviente petición de asistir esta vez.

Una alarma resonó desde su móvil enviando las vibraciones a través de todo el vinil del sofá, trayendolo nuevamente a la vigilia. Removió sus músculos sin ganas de levantarse intentando alargar su brazo al tamaño del mueble para apagar la bendita música repetitiva. Pero él no era Luffy haciéndole imposible lograr tal hazaña.

Sin otra opción se arrastró hasta sentarse en el borde del asiento tomando el titilante aparato mientras deslizaba el dedo en la pantalla. La hora lo recibió acompañado por una leyenda de auto motivación por debajo del reloj digital rezando " Vamos guerrero, tú puedes"

Aquella frase lo hizo sonreír involuntariamente surtiendo efecto de inmediato. Claro, él podía lidiar con cualquier cosa, incluso el viaje de la empresa.

Se levantó destensando sus extremidades con un estiramiento reconfortante antes de dirigirse al dormitorio y tomar una ducha. A donde iba no necesitaba mucho más de algunos cambios de ropa y trajes de baño; evitándose toda la preocupación del equipaje se dedicó a lavarse con calma. Una vez hecho, arrojó prendas al azar en la valija negra, bronceador, bloqueador, una batería de mano por si acaso, gafas oscuras, sandalias y un par extra de zapatos.

Se encaminó a la salida enviándole un mensaje rápido al joven de la limpieza anunciando su ausencia durante el fin de semana. De esa manera se dirigió hasta el aeropuerto de Haneda abordando su vuelo.

Para cuando llegó a Naha eran las tres de la tarde. Debido a los constantes viajes había conocido diversas empresas donde alquilaban vehículos decidiendo utilizar uno para llegar hasta la costa. Montado en un BMW Cabrio descapotable siguió su camino sintiendo las frescas ráfagas de viento contra su rostro, tal vez no era una mala idea después de todo.

El trayecto no le tomó más de cuarenta minutos, viendo en la lejanía el complejo de cabañas que fungían como hotel desaceleró un poco; esta playa siempre era tranquila, más la presencia de sus compañeros la convirtió en la sede de un mini carnaval.

El ronronear de su motor llamó la atención de algunos transeúntes quienes voltearon a verlo. Los hombres por la belleza de carrocería y las mujeres por el conductor. Su mano derecha descansaba sobre el volante negro con acabado similar a la piel de algún reptil dejando ver un Rolex de cuero café capuchino alrededor de su muñeca mientras su izquierda colgaba de la puerta portando un par de anillos anchos de platino totalmente lisos.

El tórrido sol destelló sobre la superficie pulida del vehículo al tiempo que acariciaba su tupida melena azabache, las gafas de sol ensombrecieron la mitad de su rostro pero todos los presentes conocían el par de topacios ocultos detrás, al menos a través de los mil anuncios en las calles del país portando su rostro. Nadie en el perímetro pudo pasar por alto la presencia de Ranma Saotome.

Se adentró hasta el estacionamiento donde aparcó en el sitio más alejado extrayendo su valija de la cajuela. Le cerró el capote y aseguró las puertas arrastrando el equipaje hasta la recepción del hotel saludando a varios conocidos durante su andanza. Ahí dio su nombre para obtener la llave se su habitación donde la recepcionista no se perdió de enfatizar varias veces "Si necesita ayuda, no dude en llamarme"

Ranma únicamente pudo reír, hace seis años las recepcionistas ni siquiera lo habían volteado a ver, obviamente no tenía este aspecto ni fama entonces, apenas estaba empezando por aquellos años su carrera de modelaje teniendo un largo camino a recorrer.

Se cambió por una bermuda de bolsillos laterales dejando su mitad superior expuesta quitándose también el Rolex, ya estando aquí lo de menos era disfrutar. Se armó con celular y gafas yendo directo al bar del lugar donde se sentó al aire libre ordenando una cerveza.

La playa era una hermosa vista de arena suave, blanquecina. Con agua esmerada y ráfagas de viento marinas que llenaban los pulmones de vitalidad. Dispuesto a relajarse tras obtener su ampolleta se retrancó en la madera de la barra con los codos dándole un generoso trago a su fría bebida.

—¿Saotome?— de pronto, una voz femenina lo hizo girar a la derecha —Así que los rumores eran ciertos. Venías— sonrió la recién llegada tomando asiento a su lado pidiéndole al camarero una soda de lima —Pensé que jamás nos volveríamos a ver por aquí— bromeó ella.

Ranma sacudió la cabeza con diversión. Kodachi Kuno era particular sin duda.

Cuando recién había entrado a la empresa, ella le enseño a su inocente mentecita el propósito real de estas reuniones con ejemplos físicos y todo. Era dos años mayor que él, no era extraña toda su sabiduría —Me ha tomado todo este tiempo recuperar mi colágeno— bromeó de vuelta tomando otro sorbo de su cerveza.

—Oh, vamos, tampoco eras tan puro Saotome— se quejó ella dándole un golpe en el hombro obteniendo una risa reprimida de vuelta. Aunque habían dormido juntos hace años, mantuvieron un extraño vínculo permitiéndoles charlar amenamente —Por cierto ¿Ya viste a Akane?

Ante la mención de ese nombre, Ranma casi perdía su capacidad para tragar. Si no fuera por todos los años de frío autocontrol, pudo empezar a ahogarse de inmediato.

Kodachi no lo veía, perdiéndose su reacción, dio un gran trago al refresco frunciendo la cara debido al gas, una vez pasó el efecto prosiguió —Llegó esta mañana junto a su hermana Nabiki. Debiste ver las expresiones de todos ¿Te acuerdas de ella? ¿Hace cuanto que no la veíamos en carne y hueso? ¿Seis, cinco años?

Siete, para ser más exactos. Dijo él internamente.

—Incluso yo me sorprendí, sigue viéndose exactamente igual.

El azabache evitó la mirada de Kodachi observando el oleaje del mar, sintiendo como la marea del recuerdo comenzaba hacer mella en su cerebro amenazando con ahogarlo en su memoria. Apretó los labios utilizando toda su fuerza de voluntad para mantener el cofre de esos tiempo cerrado.

No.

Él no se acordaba de Akane Tendo.

Continuará…


¡Hola a todos!

Sean bienvenidos a este nuevo fic.

Será mi pequeña aportación a la #dinamica_del_mes_de_agosto del #sensual_verano_MFFIYR

Patrocinada por la página de Facebook Mundo Fanfics Inuyasha y Ranma.

Gracias a Benani0125 por la atenta invitación. Espero que esta historia pueda estar a la altura de tan lindos lectores. Muchísimas gracias por tenerme en cuenta.

Sin más que decir por el momento, espero que disfruten la lectura gente preciosa.

Por favor, no se olviden leer la descripción de la historia para evitar malentendidos.

¡Se les quiere!