Los personajes de Ranma 1/2 no me pertenecen son obra de la gran Rumiko Takahashi. Escribo sin fines de lucro solamente con el fin de entretener.
* Rojo Pecado *
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El despertador marca las siete de la mañana dando aviso de un nuevo día, estiro mi mano hacia la mesita de luz para apagarlo y un fuerte dolor de cabeza me toma por sorpresa, no suelo ser muy descuidada con la juerga un martes por la noche, palpo por encima de la sábana en busca de mi bata y noto que el otro lado de mi cama está ocupada al rozar un pecho musculoso, giro mi vista hacia el hombre que me acompaña es castaño, cabello corto, pecho y abdomen muy bien trabajados, la sábana sólo cubre su bajo vientre dejando libertad a mi imaginación y a mi recuerdo del festín que tuve en la noche después de unas cuantas copas en el bar. ¿Cómo era su nombre? ¿Kano? ¿Kieno? Realmente no lo recuerdo pero es lo de menos, sólo quería una buena noche de sexo.
— Buenos días princesa del templo de Gion – anuncia el sin nombre despertando.
— Buenos días – respondo a regañadientes al oír como me ha llamado.
— Seguramente la experiencia ha sido magnífica por lo que me gustaría repetir pronto – dijo con un tono de seguridad y suficiencia.
Sonrío levemente recordando cuánto odio esta clase tipos creídos - No repito baby, debo prepararme e ir al trabajo, puedes servirte algo para desayunar si gustas y marcharte, chao – tomo algunas toallas y camino hacia al baño. Por el rabillo del ojo noto su cara de desconcierto pero no estoy interesada.
Luego de tomar un relajante baño regreso a mi dormitorio y me alivia notar que el tipo ya no está, camino hacia el clóset, me coloco las bragas, brassiere y un vestido blanco ajustado al cuerpo, el calor es notorio en esta época y debo asistir a una reunión importante.
En la barra encuentro café y jugo recién servidos junto con pan tostado y una tarjeta negra con letras doradas "Kuno Tatewaki, abogado 0303456…". Así que ese era su nombre, Kuno, debería agradecerle que al menos me dejó listo el café. Tomo algunos sorbos del mismo y mordisqueo una parte del pan caminando hacia la puerta de entrada y tomando mi bolso me marcho hacia el parking para iniciar mi día laboral.
Una vez que inicio camino telefoneo a mi asistente.
— Buenos días Azusa, ponme al día con mi agenda.
— Buenos días señorita Nabiki. A las nueve tiene un desayuno con una nueva marca de lencería y a las once una reunión con la agencia de publicidad del piso trece, el resto del día sin particularidades.
— No recordaba para nada el desayuno, haz una reserva en el restaurant del edificio, llegaré pronto.
— Descuide, la tendré lista cuando llegue.
Al llegar al edificio donde trabajo reviso la hora en mi reloj de pulsera, son las 8:35 aún tengo unos veinticinco minutos para pasar por mi oficina y luego al restaurant.
Un pitido me avisa que el elevador llegó a planta baja, las puertas se abren e ingreso al mismo junto con ejecutivos de los diferentes pisos.
Distraída con el celular no pude notar que terminé arrinconada en el fondo del elevador junto a un ejecutivo que huele bien, muy bien.
Tratando de ser discreta lo observo, es alto, de cabello castaño con unos rizos que cuelgan sobre su rostro, ojos de un bonito color grisáceo y la camisa blanca y pantalón azul que lleva combinan a la perfección con su aspecto serio.
Sin importar que me descubra continúo con la inspección hasta el momento que gira su rostro hacia mí y nuestras miradas se encuentran. Él me observa, me analiza de arriba abajo, deteniéndose en mi ligero escote y sonríe lascivamente.
Se agacha para tomar algo que dejó caer y cuando menos me lo espero siento las yemas de sus dedos deslizarse por mis piernas suavemente, ascender a través del muslo e introducirse bajo mi vestido levantándolo sólo un poco por encima.
Decir que estoy excitada es poco, sólo con esas sutiles caricias logra encenderme y que mi sangre se transforme en un río de lava, desvío mi vista al frente para disimular lo que sucede aquí, sonríe y acercando su boca a mi oído y tirando de la goma de mi braga dice — me encanta que sea de encaje pero preferiría que no llevases nada – y muerde suavemente mi lóbulo al mismo tiempo que suelta la goma dándome un ligero toque.
Un pitido me baja a tierra y la puerta se abre nuevamente, esta vez en el piso trece donde algunos ejecutivos descienden incluido el atrevido seductor que acaba de mojarme plenamente las bragas cuando todavía no son ni las nueve de la mañana. Al descender voltea y me guiña un ojo antes de dirigirse a través del pasillo. Las puertas vuelven a cerrarse y exhalo un fuerte suspiro para volver a centrarme, aunque no dejo de pensar en él, quién es y cómo es posible que haya logrado enloquecerme de esa manera.
Desciendo en el último piso donde se encuentra el restaurant previamente paso por el tocador para refrescarme y emparejar un poco mi maquillaje antes de iniciar a trabajar.
Al finalizar la reunión con la nueva marca tomo el elevador para dirigirme a mi piso y al descender paso por delante de mi secretaria que está ubicada en su escritorio y al notarme se levanta rápidamente.
— Su hermana Akane la está esperando en el estudio quiere hablar con usted sobre las fotografías que están tomándose en este momento – indica Azusa repasando algo más anotado en su agenda.
— En qué estudio se encuentra?
— En el número uno y también recibió una llamada de su cuñado Ranma Saotome, pidiendo hablar de manera urgente.
Me río internamente porque imagino qué es lo que está sucediendo.
— Buenos días hermanita, estás más que radiante el día de hoy – Akane está utilizando un short algo corto y un top deportivo camuflado al igual que el modelo que la acompaña que viste sólo un short y una bandolera a juego.
— Qué bueno que llegas Nabiki, creía que solamente sería una campaña de ropa deportiva para aumentar la popularidad del dojo, no entiendo por qué tengo que posar al lado de un modelo semidesnudo sabes que Ranma es algo celoso.
— Y lo es querida hermana, la heredera del dojo Tendo no sólo es buena en artes marciales sino también en el modelaje – noto su enfado pero ella es la culpable por no haber convencido a Ranma para modelar juntos – esto es por el dojo Akane, Ryu y tú hacen una buena pareja modelando recuérdalo y tengo otra propuesta para ti – le guiño un ojo y tiro un beso – debo marcharme a una reunión, almorzaremos juntas – y me apresuro hacia la salida antes que descargue la furia Saotome-Tendo sobre mí.
Llego a la sala de juntas donde encuentro a mi secretaria preparando todo para la reunión, varias tazas de té y unos panecillos esperan sobre la mesa, estoy distraída divirtiéndome con los mensajes amenazantes de Ranma cuando tocan a la puerta.
— Bienvenidos señores Mousse y Taro, pueden tomar asiento junto con sus asistentes – indica Azusa muy cordial.
Levanto la vista del celular y mis ojos chocan directo con unos grises que me resultan levemente conocidos, iba tan embobada que no había notado que él descendió en el treceavo piso.
— Buenos días señoritas, mi nombre es Taro Furumoto y soy el director de la agencia de publicidad y este es mi socio Mousse Seki – se presenta el atrevido seductor del elevador extendiendo su mano a modo de saludo.
— Buenos días para los dos, soy Nabiki Tendo la directora de esta agencia y ella es Azusa mi asistente – acepto la mano de Taro para estrecharla pero él rápidamente la gira y deposita un beso sobre mis nudillos clavando su penetrante mirada en mí.
— Es un placer conocerte Nabiki.
— El placer es mío – respondo coqueta.
Un leve carraspeo nos saca de nuestra ensoñación y caigo en cuenta que no estamos solos, sus asistentes ya han tomado asiento y Mousse con una leve sonrisa espera que nos despeguemos para iniciar.
Me separo de aquel hombre y tomo mi lugar en la mesa, Taro se ubica frente a mi, mientras Azusa reparte las tazas de té.
— Nabiki la marca con la que te reuniste esta mañana nos contrató para ofrecer el servicio de publicidad, quieren lanzar su campaña la próxima semana – comenta Mousse.
— Oh eso no lo esperaba, no sabía que sería tan pronto.
— Necesitamos iniciar el trabajo cuanto antes – indica Taro sin dejar de mirarme fijamente mientras bebe su té.
— Estoy de acuerdo pero aún no tuve tiempo de cerrar las modelos que trabajarán en esa campaña, es algo precipitado – indico algo disgustada.
Azusa que ya ha tomado asiento a mi lado comienza a teclear rápidamente en su celular, seguramente buscando la disponibilidad de mis modelos.
— Puedes aplazar por unos días algunos de tus otros trabajos o conseguir nuevas muchachas, esta es una firma importante para ti y para nosotros, oí que tienes a tu hermana Akane trabajando – comenta Mousse con un brillo pícaro en sus ojos.
— Es cierto, mi hermana se encuentra trabajando conmigo pero sólo para publicidad del dojo con una marca deportiva y ya debo rendirle cuentas a mi querido cuñadito por eso. Veremos que puedo hacer, por lo pronto reservaré uno de mis estudios para el día de mañana y pueden comenzar a equiparlo con lo que gusten para tomar las fotos.
— Me parece perfecto, un placer trabajar contigo Nabiki – dice Mousse poniéndose de pie para marcharse.
— Quisiera hablar sobre un tema contigo Nabiki, si es posible – dice Taro siguiendo a su socio.
— Claro.
Mousse se despide y sale de la sala seguido del grupo de asistentes.
Me levanto y me coloco por delante de la mesa, Taro se acerca a mí
— Sobre qué querías hablar?
— Esta sala tiene vidrios tintados? – pregunta descaradamente.
— Pues no pero mi oficina y los estudios se encuentran en el otro extremo del piso, nadie viene a menos que tengamos una reunión.
— Y no hay más reuniones, cierto? – comenta acorralándome, empujandome con su cuerpo sobre la mesa, toma mi pierna con una mano y la coloca alrededor de su cintura.
— Considero que estás siendo bastante atrevido, como lo fuiste esta mañana en el elevador – acorto la distancia acercándome a él, logrando que mis pechos rocen el suyo y siento como afirma su otra mano en mi cintura para atraerme más. — Desde que te vi esta mañana moría de ganas de hacer esto – y me besa.
Estampa su boca con la mía con fuerza, el roce de nuestros labios no es nada delicado, entreabre mi boca con su lengua y juguetea con la misma en mi interior. Coloco mis manos alrededor de su rostro y lo atraigo más para profundizar aún más el beso si es que se puede. Burbujas comienzan a brotar en mi interior y un fuego comienza a instalarse en mi bajo vientre amenazando con dispararse sin importar la hora y el lugar.
Deja caricias con sus dedos sobre mi muslo mientras sostiene con firmeza mi cintura lo que seguramente me dejara una marca pero no importa.
Continuamos con nuestro fogoso beso hasta que debemos separarnos en busca de aire, jadeando nos quedamos observándonos con una leve sonrisa sin decir nada al menos por un rato.
— Podemos aprovechar el momento para recorrer el estudio que utilizaremos, debo darle una buena excusa a Mousse para quedarme.
— Tienes razón – sonrío pícara – iré al tocador a recomponerme, vuelvo enseguida.
Dentro del tocador noto que mis mejillas tienen un color rojo intenso y arden, respiro unas cuantas veces para intentar recobrar mi estado normal aunque sea difícil, este hombre con un simple roce esta mañana y ese beso logró encenderme, no quiero imaginar como arderemos si compartimos cama. Retoco mi maquillaje y salgo a su encuentro.
Me espera apoyado sobre el umbral de la puerta con ese porte de confianza extrema — estás más preciosa que esta mañana con ese brillo de recién besada y eso que todavía no tuve la oportunidad de hacerte mía.
No me cohíbo ni un poco por su forma de ser tan directo, ni tampoco me molestan sus comentarios engreídos, no puedo negar que me gusta y demasiado — ya veremos si seré tuya baby
— Eso es un desafío? – pregunta tomando el pomo de la puerta para salir de la sala.
— Tómalo como quieras – paso a su lado.
— Me encantan los desafíos.
Atravesamos juntos el amplio pasillo, cruzamos por delante de Azusa avisando que iremos al estudio a recorrerlo mientras ella sigue concentrada en su ordenador.
La puerta del estudio número uno nos recibe e ingresamos silenciosos, ya que no se si continúa la sesión de Akane o ya finalizó.
Caminamos entre medio de faros de luces y toda la utilería hasta alcanzar el sector donde están los fotógrafos terminando de guardar su equipo.
— Buenos días Ryoga – saludo al fotógrafo principal de mi equipo.
— Buenos días Nabiki, hemos terminado por hoy, para el viernes te enviaré las muestras y podrás decirme qué opinas y seleccionar las que utilizarás.
— De acuerdo, muchas gracias envíalas con Azusa.
Observo que Taro está a mi lado — bueno este es el estudio uno, es el más amplio, el mejor iluminado y el que cuenta con iluminación de colores led creo que será ideal para la campaña, qué opinas?
— Me parece perfecto, mañana mandaré un equipo de fotografía y de utilería a instalarse pero antes quiero ver algo.
— Claro, lo que quieras.
Su boca se eleva ligeramente por una sonrisa de lado y me pide – enciende la luz color rojo en el estudio – y me da una palmadita en el culo empujándome para la caja de luces.
Apago la luz central, enciendo la de color rojo y camino hasta posicionarme en medio de la sala, Taro gira alrededor mío observando, comiéndome con la mirada a la par que indica que la iluminación es la correcta.
— El color rojo cae sobre tu vestido blanco provocando que se vuelva de un color rojo, algo pecaminoso – acerca su rostro y su cuerpo bien formado hasta hacer contacto con el mío.
— Pues entonces cometamos pecado juntos – y lo atraigo hacia mí tomándolo con una mano por la nuca y la otra apretando su trasero y lo beso.
Iniciamos un nuevo beso intenso, nuestros labios se entrelazan como viejos conocidos a pesar que es la segunda vez que contactan. Él desliza su mano sobre el borde de mi vestido y sin dudarlo desliza sus dedos sobre mis mojadas bragas, comienza a acariciarme sobre la misma aumentando el ritmo a medida que el beso se vuelve más desesperado, somos todo jadeos y gemidos y cuando menos lo espero introduce un dedo en mi interior al mismo tiempo que presiona con el pulgar mi botón de placer.
— Cielo santo Nabiki, eres fantástica – gruñe entre besos y cuando siente que estoy más dilatada introduce un segundo dedo profiriéndome fuertes caricias en busca de mi punto G a la par que continúa acariciando mi clítoris.
Estoy enloquecida, este hombre está llevándome al más allá en cuestión de minutos – Ah, ah Taro – no sé cuánto más aguantaré pero no quiero que termine pronto. Continuamos besándonos vorazmente hasta que mis venas arden y el fuego que creció en mi interior explota arrastrándome al placer.
Mi corazón golpea fuerte contra mi pecho y siento su frente apoyada sobre mis pechos, intentamos los dos recuperar el aliento.
Retira suavemente los dedos de mi interior, reacomoda las bragas y mi vestido y al mirarnos fijamente introduce su dedo índice en su boca saboreándome — mmm deliciosa – y deposita un pequeño beso en mis labios.
Nos adecentamos y salimos del estudio cada uno a su oficina, con la promesa de volver a vernos mañana, ya no se si por cuestiones laborales o personales.
El siguiente día inicia de buena manera ya que al subir al elevador en el fondo me encuentro nuevamente con Taro. Nos mezclamos entre los ejecutivos y esta vez sus manos torturan mi culo; el día de hoy decidí ponerme una falda tubo. Ambos mantenemos la vista al frente pero sus manos me recorren toda la espalda y mi trasero apretujándolo cada vez que descienden.
Un pitido marca mi piso, me despego ligeramente y al abrirse las puertas salgo del elevador tomando aire jadeante, la falta de aire dentro del mismo era insoportable.
Saludo a mi secretaria y me acomodo en mi oficina llenándome de tareas, papeles y contratos durante todo el día para evitar pensar de más en Taro y en lo que hace con sus manos.
Llega el día viernes y me encuentro furiosa, no puedo pensar en otra cosa que no sea mandar a asesinar a Ryoga.
Azusa está frente a mí con el teléfono de escritorio intentando contactar a mi hermana.
— No puedo creer que Ryoga haya sido tan estúpido – escupo furiosa.
— Es que está enamorado de su hermana, señorita Nabiki.
— Eso no me importa, estamos trabajando no puede arruinar una campaña así – las fotos promocionales de Akane y Ryu deberían salir este fin de semana y a Ryoga se le ocurrió tomar sólo fotos de mi hermana – trabajé duramente para conseguir que Akane acepte una vez, habla con Ranma explícale lo ocurrido y si quiere puede matar a Ryoga le doy permiso.
Azusa sólo se dedica a asentir en lo que digo.
— Estaré en la azotea. No me pases llamadas. No estoy para nadie – tomo mi cigarrera y me marcho para respirar algo de aire.
En la azotea del edificio, enciendo un cigarro y coloco mis manos sobre la barandilla, mis hombros caen derrotados, esa campaña era importante y no creo mi hermana o Ranma acepten nuevamente hacerla, él es muy posesivo y protector con ella. Tuve que sobornarlo con unas fotos prohibidas de él en su forma femenina para que accediera a dejar que mi hermana participara, suspiro y oigo pasos detrás
— Pasé a verte por tu oficina y tu secretaria me dijo que estabas aquí – la voz de Taro resuena en el silencio.
— Le pedí que no avisara a nadie de mi paradero.
— Creo que puedo no considerarme un nadie, no después de lo que hemos compartido – noto su cercanía, huelo su perfume – puedo consolarte preciosa.
— Puedes consolarme – indico arrojando mi cigarro fuera del edificio y dándome vuelta para tenerlo de frente.
— Eres una mujer fuerte y decidida Nabiki y eso me excita – y me toma por la cintura y me besa, sus labios acarician los míos sin delicadeza y su lengua empuja para entrometerse en mi boca, nos besamos con ganas, con fuerza, me toma de la mano para movernos a un lado de la pequeña construcción que da salida a la azotea.
Coloca mi espalda sobre la pared y vuelve a besarme, desliza su lengua sobre mi oreja, tira de mi lóbulo, continua delineando mi mandíbula y cuello con su lengua húmeda y caliente a la par que sus manos levantan mi vestido. Besa mi cuello y se atreve a morderme seguro dejando una marca.
— Haré que te sientas mejor – comenta con la voz ronca por el placer.
Lentamente comienza a ponerse de rodillas frente a mí, sus manos no dejan de acariciar mis muslos. Me encuentro frente a él con el vestido levantado y sólo en bragas; las desliza suavemente por mis piernas y al tocar el suelo me da un ligero toque, levanto mi pie y luego el otro y así quedo desnuda, él las toma y las guarda en el bolsillo de su saco.
— Creo haberte dicho que te prefiero sin ellas – dice y arremete con su lengua sobre mi centro.
Cierro mis ojos y me concentro, siento infinito placer, su lengua juguetea en mi interior con lamidas horizontales y verticales, muerde, lame y tira con fuerza de mi clítoris aumentando el deseo y la potencia del orgasmo que empieza a formarse en mi vientre.
Continúa con sus besos y lamidas a la par que sus manos acarician mis muslos y luego ascienden hasta mi trasero para empujarme más hacia el, acaricio su cabello sin dejar de disfrutar esta increíble sesión de sexo oral, abro mis ojos y al notar que tengo a este atrevido hombre entre mis piernas me excita plenamente y con unas lamidas más me dejo llevar alcanzando el clímax derramándome en su boca.
Jadeo fuerte tratando de apaciguar mi corazón y mi respiración, él todo caballero acomoda mi vestido y vuelve a erguirse frente a mí introduciendo su lengua en mi boca de manera salvaje.
— Nunca dejes de correrte en mi boca – anuncia cuando deja de besarme.
Me enciendo otro cigarro y ofreciéndole uno nos dedicamos a echar humo y a hablar de cualquier cosa menos de problemas de trabajo. Realmente me sirvió su consuelo.
El lunes inicia una semana dura donde debo trabajar el doble para poder presentar en tiempo y forma las fotos y la campaña publicitaria de lencería. Además porque tuve un fin de semana eterno rehaciendo las fotos promoción del dojo.
Mientras conduzco aviso a Azusa que requiero un café bien cargado en mi escritorio cuando llegue.
Aprovecho y marco a mi hermana mayor
— Hola Kasumi, como anda todo por ahí?
— Nabiki hermana tanto tiempo, por aquí muy bien tú como estás?
— Bien hermana, quería comentarte que esta noche iré a cenar a tu casa si no es molestia, extraño a mis sobrinos.
— Por supuesto hermana, invitaré también a Akane y Ranma así estaremos todos juntos, papá se alegraría de saber que sus hijas siguen unidas.
— Lo sé. Llevo el postre y el vino para las siete estaré ahí.
— Besos Nabiki, cuídate.
Aparco en mi espacio y tomando el elevador desciendo en mi piso, todo está desbordado, fotógrafos y modelos corriendo de aquí para allá, ayudantes y asistentes empujando carros con diferentes atuendos y objetos para decorar y ambientar el estudio acorde a la campaña; es que decidí continuar con mis trabajos de siempre y la lencería serán horas extras.
Tomo asiento detrás de mi escritorio y bebiendo mi café chequeo mi casilla de email encontrando un correo de Taro avisando que vendrán a las cinco.
La mañana y la tarde pasa volando, Azusa me deja una bandeja con ensalada y un agua a la hora del almuerzo pero sólo soy capaz de comer unos bocados.
Para las cinco estoy lista esperando en el estudio, observando como preparan y transforman el lugar para la sesión de fotos. Una sábana de seda roja cubre todo el espacio y por encima de ella un sofá estilo francés negro con detalles en dorado le da un aire sensual.
Mientras espero la llegada de la gente de publicidad y la modelo todo mi cuerpo se tensa, se que está cerca a esta altura ya puedo percibirlo, al atrevido seductor de Taro.
— Buenas tardes a todos – su voz resuena grave en el espacio.
Los diferentes empleados asienten a modo de saludo sin distraerse de su trabajo. Noto su presencia a mi lado y observa el set que han montado.
— Lindo sofá, me dan ganas de tomarte ahí mismo.
— Creo que debo repetirte que eres bastante atrevido – comento sonriendo pícara.
El momento se interrumpe cuando mi secretaria ingresa al lugar preocupada
— Nabiki lamento interrumpir, tenemos un problema.
— Qué pasó? – pregunto abruptamente.
— Ukyo no podrá asistir, tuvo un problema personal.
— Espero que estés de broma – espeto nerviosa comenzando a teclear en mi celular en busca de algún reemplazo.
— No y ya me he comunicado con el resto del staff y ninguna puede incluso su hermana Akane que repitió que ni loca posaría semi desnuda nuevamente.
No dejo de teclear mensaje tras mensaje hasta que una idea viene a mi mente – lo haré yo.
Noto el cuerpo de Taro tensarse.
— Tú posarás en ropa interior? – pregunta él.
— Pues claro, no hay modelos por lo tanto debo actuar yo como una, es una firma importante.
Azusa me indica que debo ir al camerino para comenzar a vestirme y maquillarme, le guiño un ojo a Taro y me pongo en marcha.
Dentro del mismo encuentro cuatro conjuntos: blanco, dorado, negro y rojo, están ubicados en orden por lo que inicio con el atrevido conjunto blanco de encaje.
Al salir me cubro con una bata fina color lila, me acomodo y me siento sobre mis rodillas en el sofá y deslizo mi bata para quitarla, dejando a más de uno asombrado, no todos los días ves a tu jefa posando lencería atrevida.
Noto a lo lejos que Taro no puede quitarme los ojos de encima, me escanea una y otra vez, pasa su lengua por su labio inferior y eso logra encenderme pero debo concentrarme.
Toman todas las fotos necesarias con los conjuntos blanco, dorado y negro hasta que es hora de utilizar el último conjunto, el rojo, que se compone puramente de encaje con unas pequeñas tazas que cubre apenas mis pezones y las gomas de las bragas a juego realizan un entramado rodeando mi culo y mi vientre simulando un arnés.
Camino por última vez hacia el set y me quito la bata dejándosela a Azusa que queda impresionada – estás muy sexy Nabiki.
— Lo sé – digo socarronamente.
Oigo algunos murmullos y el fotógrafo me indica que tome mi lugar pero esta vez totalmente recostada y quiere que intercalen luz blanca y luz roja para que el conjunto resalte.
Mientras tomo mi puesto veo de reojo a Taro tragar saliva y sus ojos grises se clavan en mí y en mi cuerpo oscureciéndose por el deseo, me desea tanto como yo a él.
Comienza la sesión de fotos y en cada pose que realizo mi mirada lo busca.
Cuando finalizamos, aplaudimos satisfechos con el trabajo y antes de llegar a colocarme la bata una mano me toma por la muñeca y me lleva rápidamente hacia el camerino hasta que atravesamos la puerta, la cierra de golpe y me arrincona contra la misma.
— Creí que iba a enloquecer de verte ahí tan sensual y no poder tenerte para mí – dice Taro completamente dominado por el deseo antes de besarme con fuerza, con sus manos recorre todo mi cuerpo desesperado, arrancándome las bragas de un tirón y desabrochando el brassiere. Sigo su ritmo despojándolo de su camisa arrancándola consiguiendo que los botones salgan disparados. Mis manos rápidamente desabrochan su cinturón y su pantalón y el se separa para desvestirse por completo y antes que me de cuenta ya estoy con mis piernas cruzadas sobre su cintura y me retiene contra la puerta.
— Esto será rápido nena pero prometo darte mucho más placer luego – y se introduce en mí, me embiste con frenesí y con cada intromisión mi cuerpo golpea contra la puerta deslizándome arriba y abajo, me sostengo de sus hombros para cabalgarlo y aumentar el roce, nos embestimos y besamos como locos como si no hubiese un mañana, cada embestida se vuelve más profunda y comienzo a sentir como mis paredes aprisionan su miembro, dejo de besarlo en la boca pero me dedico a besarlo bajo su oreja y a lamerle la misma, somos gritos y gemidos hasta que mis paredes terminan de apretarlo y alcanzamos juntos un potente orgasmo.
Nos tomamos unos minutos para reponernos y nos sonreímos.
— Perdona si fui muy brusco es que ese conjunto rojo me enloqueció – aclara con ese tono confiado que lo caracteriza.
— Has cometido un pecado, deberías compensarlo – digo volviendo a lamer y morder su oreja.
— Y estoy seguro que contigo pecaré para siempre.
Vuelve a endurecerse en mi interior y se que está listo para que volvamos a pecar juntos, si, porque no llegaré a cenar con mi hermana por tener el mejor sexo de mi vida.
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FIN
¡Hola a todos!
Como saben mi ship favorito es NabikixTaro asique decidí dedicarles otra historia, me encanta escribir a Nabiki y utilizar ligeros aspectos de su personalidad en el canon, como aprovecharse de Ranma y Taro, qué hombre potente al igual que Ryu creo son dos personajes interesantes que pueden exprimirse bastante a la hora de utilizarlos en una historia.
Espero disfruten la historia como yo disfruté escribiendola y si es que les gustó los invito a dejar un rw, gracias por leerme y nos estamos leyendo pronto, prontísimo.
Les dejo mil besos :)
