Hola, mi nombre no es Cleopatra95 pero díganme así, porque es muchísimo más creativo que el nombre aburrido que decidieron ponerme. Es la primera historia que publico (bueno realmente no, pero la primera fue hace añales en mi cuenta personal y daba pena, así que finjamos que esta es la primera), no está beteada porque no tengo amigos, jaja, así que espero que no sean muy duros y sea de su agrado.

Llevo ya bastante tiempo trabajando en otra historia (si, también de los merodeadores), demasiado grande y demasiado larga, pero entre mis clases, mi tesis, las mil y un tareas, y esa mega historia, como que a veces me quedo seca (de todos los laditos, jaja), entonces, revisando algunos documento viejos, pues que me encuentro con un escrito que hice hace mil años sobre el hipotético caso en el que Sirius haya podido criar a Harry, junto a Remus, y estos dos se topen con la gran disyuntiva de explicarle a Harry de donde viene los bebes (si, es un tema muy cliche, para que lo niego), y obviamente daba asco ese relato, PEROOO, me dije "pues la idea no es tan mala", así que según yo, para darme un descanso de lo que es mi vida en estos momentos, pues me iba a poner a corregirla y todo eso (ya se, lo que yo entiendo por descanso no es lo mismo que el de ustedes), PEROO, (aquí viene el gran segundo pero), conforme iba haciéndolo, me di cuenta que ese pequeño relato daba para más (porque vamos, ¿canuto y lunático tratando de criar a Harry? pues por supuesto que daba para más), incluso se iba a ver más orgánico si lo contaba en pequeños relatos que de un sopetón como embutido en una historia tratando de meter todo. Y pues bueno, aquí estoy, embarcándome en algo que ni siquiera tenía planeado hacer, teniendo mil y un cosas más por hacer (como la buena loca que soy).

Soy un convulsa obsesiva, por lo tanto, siempre he respetado el canon de la historia como si fuera biblia (de hecho ese es el problema number one con mi otra historia y por lo que avanza tan lento, trato de que se tan canon, que a veces quiero hacer algo, recuerdo que no lo puedo hacer y pues me emperro, hasta que se me ocurra algo de acuerdo al canon), PEROOO (yo soy amante de los peros), pues si a la JK y a Warner no es como que les importe tanto el canon últimamente (¿por qué?, ¿por qué?), pues a mi menos… haa no es cierto, (a veces creo que a nosotros los fans nos importan más ese tipos de cosas que a los mismos creadores), pero, decidí darme ciertas licencias para hacer más divertida la historia.

Todo lo de los Potter, Voldemort y la traición de Peter va a seguir normal (avanzados los capítulos se explicará mejor el contexto de la historia), pero aquí Sirius nunca fue culpado por la muerte de los Potter, por lo tanto, es quien queda legalmente a cargo de Harry. Lo de la lógica de Dumbledore de criar a Harry en el mundo muggle por su propia seguridad también la respete, por lo tanto, los chicos tendrán que vivir tan como puedan al estilo muggle. También me pase por el arco del triunfo lo más importante y fundamental, el hechizo de sangre de lily, si lo sé, es algo así como imperdonable ignorar ese hecho, pero es una historia ligera, como si fuera un AU, así que creo que puede ignorarse un poco, pero de todas maneras (ya luego se explicar en demás capítulos), Harry si tendrá contacto con su familia muggle (ya luego lo explicare más a detalle)

Y pues bueno, ya para terminar esta entrada que debería de ser más unas cuantas palabras y no una biblia, les cometo que esta historia será algo así como antologías cortas, algunos capítulos si serán continuación de anteriores, pero en general serán capítulos sueltos sobre pequeños fragmentos entre Sirius y Remus tratando de criar a Harry. Obviamente como Harry crecerá en otro ambiente (y muchísimo mejor) y como lo presento incluso más joven que en el primero libro, habrá un gran cambio en su personalidad, pero de todas formas conforme crezca se ira pareciendo un poco más al Harry que todos conocemos. También lo mismo con Sirius y Remus, serán más jóvenes que en los libros y no habrán sufrido tanta mierda, así que ligeramente si habrá un cambio, pero trate de mantenerlos lo más fiel posible.

Here Comes The Sun obviamente es una oda hacia mejores tiempos, es por eso que la elegí como título, porque, por mucho que hayan vivido un infierno, siempre hay una esperanza en el Sol que viene, mejores tiempos después de grandes tormentas, y eso es más o menos lo que quiero reflejar con esta historia

Y ya para finalizar, aunque la historia se preste por muchos momentos para dichas interpretaciones, esta no es una historia de romance entre Sirius y Remus. Solo es la narración de dos amigos (muy íntimos) demasiado rotos tratando de criar y cuidar al hijo de sus mejores amigos juntos, así que, por mucho que esto esté lleno de comedia, va a ver momentos en los que se digan "mierda, yo venía a leer algo que me levantara el ánimo y termine con la autoestima por los suelos".

Otra cosita más, sufro de dislexia y lucho con ello día a día (es un poco difícil por el tipo de trabajo que tengo) y aunque por esa misma razón soy una obsesiva con mis escritos, pues a veces es inevitable que se me escape algún error gramatical, así que, si lo notan, una gran disculpa y por favor díganmelo en un comentario para corregirlo de inmediato. Y bueno, sin más, espero que les guste, y dejen comentarios para ver que les parece (en serio, son como la gasolina de cualquier creador)


Capitulo uno

Sentado, en el primer escalón de su cochera, de una tarde de abril de 1985, mientras murmuraba todos los hechizos de protección que se sabía, moviendo su varita muy discretamente a su lado, mientras que con la otra se fumaba un cigarrillo, observaba a la poca gente que deambulaba por ahí. La señora Greyson correteando, como siempre que se le hacía tarde para recoger a sus gemelos de sus clases de lo que sea que fuera oboe. El gordo señor Brown paseando a su sequito de caninos en lo que sería su tercer intento del mes por ponerse en dieta, mientras se comía una barrita energética. La joven Louis entrenándose en lo que sería su segunda carrera de 5 kilómetros para concientizar sobre como el consumo de carne es el terror y el vegetarianismo es la solución a la paz mundial. Y la señora Davies, oh, la sexy vecina Davies, que se ponía sus mejores vaqueros ajustados y esa blusa escotada que hacía que sus pechos se vieran de infarto para pasear a su pequeño hijo Thomas en su carrito, casualmente a la misma hora que Sirius salía a levantar todas las protecciones con el pretexto de fumarse un cigarrillo, todo eso, en conjunto de una tarde tranquila, como cada día en Magnolia Road, de esas tan tranquilas que le aburrían, pero que lo hacían temblar cuando no era así.

Le dio la hora a la señora Greyson cuando esta paso a paso feroz frente a su casa y se lo pregunto en un grito, apoyo a Louis diciéndole que esa semana había intentado comer menos carne, le dio un pulgar arriba al señor Brown cuando este no pudo más y tropezó por el esfuerzo, a la señora Davies un giño coqueto, cuando esta, como cada tarde, por tercera vez, pasaba frente a su jardín y hacia botar sus lindos senos con el pretexto de mover el carrito, todo eso, mientras conjuraba el ultimo hechizo que ayudaba a detectar presencias anómalas en el vecindario, apagaba su cigarrillo con el pie, se despedía de sus vecinos, y con una última mirada detallada en rededor, se metía a su casa.

todo en orden, se dijo a sí mismo, mientras, cobijado por la privacidad de su hogar, levantaba su varita e invocaba el hechizo más poderoso del que era capaz… securam tutelam, dijo en voz alta, con toda su concentración, agitando la varita y sintiendo como su magia fluía por toda la casa, haciendo que sus cimientos temblaran, solo por un instante, la magia adquiriendo un color aguamarina disolviéndose ominosamente bajo la protección del hechizo.

En cuanto bajo la varita la vista se le nublo, trastabillando, dejándose caer en el sofá más próximo.

- ¿Estas bien? – escucho la voz preocupada de Remus, saliendo de la cocina y dándole una taza con té.

- Lo estoy – lo contesto Sirius, en lo que esperara fuera una sonrisa tranquilizadora, aceptando la taza. Al parecer no lo estaba haciendo tan bien como en otras ocasiones, porque el gesto preocupado de Remus solo se intensifico.

- Talvez yo podría… – insinuó Remus, casi en un susurro, dubitativo, como cada vez que se tocaba el tema.

- Y ya sabes cual es mi respuesta – zanjo Sirius, serio, mirándolo a los ojos.

- Sirius, es magia muy antigua y poderosa la de ese hechizo, te lo advirtió Dumbledore, el que solo una persona lo empleé sistemáticamente podría tener consecuencias devastadoras… si tú me enseñaras, yo podría… –

- ¡Que no!, ya lo hablamos – lo interrumpió Sirius, un poco brusco.

- Pero… –

- Remus – lo interrumpió de nuevo, suspirando, apretando los ojos un momento, estirando su brazo para darle una palmadita en el hombro – yo respeto todas las decisiones que tomas en esta casa, con respeto a Harry, y hasta de mi propia persona, por favor, tú respeta las mías, somos un equipo ¿no? –

- Sirius… –

- Rem, esto es en lo único en lo que soy bueno, ¿sí?, en nada más, ya bastante mal me siento que tú tengas que hacer todo, todo el tiempo, déjame hacer esto… déjame hacer mi parte – le dijo, apretándole un poco el hombro, queriendo hacerle entender a Remus lo importante que era esto para él – déjame protegerlos – susurro, tratando de trasmitirle todo aquello que no podía poner en voz.

Remus solo lo observo, con su rostro agotado y maduro por la guerra, con sus cicatrices y sus grandes ojos miel, que, a pesar del paso del tiempo, los problemas y las perdidas, seguían igual de bonitos que en su juventud.

- Ya deja de castigarte – susurro, mientras elevaba su brazo y cubría su mano con la suya, dándole un apretón – ¿por favor? –

Sirius no contesto, como siempre lo hacía, y Remus solo suspiro, como siempre que pasaba.

- El té tiene un poco de poción vigorizante, te hará sentir mejor, tómatelo todo – finalizo Remus, dándole un último apretón y soltándolo.

- Okey, señora – le contesto, mientras sentía como Remus le daba un ligero golpe y salía de la sala.

- La cena estará en un rato, termina de hacer tu tarea mientras tanto – menciono Remus en el último momento, juguetón, mientras terminaba de perderse en el corredor para entrar a la cocina.

- ¡Que no es "tarea", lunático!, ¡es un trabajo muy importante que nos da de comer! – le contesto Sirius, medio en grito, mientras tomaba su té y empezaba a beber – aunque no tenga ni puta idea de que es lo que se supone que hago – eso ultimo lo susurro, mientras escuchaba un sí, claro, de Remus desde la cocina.

Solo pudo sonreír, mientras tomaba su té y escuchaba el corretear de Harry en la planta de arriba.

- ¿Ya regreso canuto? – grito desde las escaleras.

- ¡Si! – le grito Sirius en respuesta, mientras escuchaba como Harry chillaba contento y bajaba las escaleras rápidamente.

Si, no había nada como la seguridad de la monotonía.