Hola amigos, soy Yuzu Araki.

El día de hoy, 1 de septiembre aprovecho antes de dar inicio al famoso mes sin fap para dejarles como siempre una antesala de dos one shots, este es el primero donde lo sitúo en la era medieval, exactamente un día cualquiera donde nuestra arquera indecente de cabello azul llega a un bar propio de esa época y dada la casualidad que se topa con alguien que de repente le clava su corazón.

Bueno, lamento lo flojo de la explicación pero eso es todo lo que tengo de explicar para la introducción de este one shot.

Espero que les guste.

Yuzu y fuera.

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Umi agarró la empuñadura de su espada, gotas de sudor corrían por su frente mientras lo hacía. Miró su atuendo.

Túnica azul marino unida por una banda azul cielo. Le habían puesto pantalones a juego junto con botas de cuero marrón y dos hombreras de acero sostenían su capa negra medianoche en su lugar. Cabello cerúleo hasta la cintura reducido a la altura de los hombros, atado en una cola de caballo apretada, aunque su flequillo se mantuvo donde estaba.

Parecía un hombre, vestida como estaba. La peliazul suspiró. ¿No se suponía que debía hacerlo? Ella era un caballero después de todo.

Caminando por la ciudad, ciertamente había notado la cantidad de mujeres que se sonrojaban, miraban hacia otro lado o se reían cuando la veían. ¿Que era tan gracioso?

Abriendo la puerta de NicoRinPana, un café que algunas de sus amigas construyeron. Todos los ojos miraron hacia la soldado. En poco tiempo, volvieron a lo que habían estado haciendo anteriormente, bebiendo té y charlando. Al ver a Maki y Nozomi en la barra, Umi agarró el taburete libre junto a la pelirroja y se sentó.

-¿Así que cuál es el problema?- La caballero cuestionó a sus dos amigos.

-Todo fue idea de Nozomi- Maki dijo rápidamente.

La peliazul miró a la pelimorada.

-Bueno, verás, desde que tú, Honoka y Kotori se unieron a la Guardia de Caballeros, no hemos podido pasar el rato en mucho tiempo. Ya sabes, con las ocho juntas.

-Oh, lo siento. No me he dado cuenta- Umi se rascó un poco la mejilla- ¿Ya llegaron las otras dos?

-Sí. Están adentro ayudando a Nico-chan con algo- La pelirroja respondió, terminando su té.

La puerta de la cocina se abrió de repente, Rin salió.

-Nozomi-chan, Maki-chan, ¿pueden ayudar? Comienza la hora pico- dijo la pelinaranja y la caballero finalmente notó la cantidad de gente que entraba al café.

-¿Hay algo que pueda hacer?- preguntó la peliazul.

La chica gato negó con la cabeza.

-Está bien. Además, ¿no acabas de venir de una misión? Debes estar exhausta-nya.

-... Okey- Umi se acomodó y pidió un café, apoyando la cabeza en la mesa de caoba.

-Uhm... Me disculpo, pero... ¿tú eres Sonoda Umi?- preguntó una voz detrás de ella.

Lentamente girándose para mirar al que preguntaba, la mencionada notó el cabello castaño rojizo y los ojos rojos.

-Err... sí. ¿Y quién podrías ser?- la morena chilló ante la respuesta de Umi.

-¿Puedo por favor tener tu autógrafo?- ella suplicó.

Pronto vino otra chica y preguntó lo mismo. Y otra. Y otra.

Abrumada por la situación, la caballero no tenía ni idea de qué hacer. Tragando saliva, se quedó rígida como una tabla hasta que sintió una mano cálida envolviendo la suya.

-¡Ahí estás! ¡Te he estado buscando por todas partes!- Era una joven alta de cabello rubio brillante recogido en una cola de caballo y vistiendo un uniforme de caballero azul claro, Umi nunca había conocido a esta persona. ¿Acaso era una nueva recluta tal vez?

Sacando a la peliazul del mar de fangirls, la extraña la arrastró fuera del café hacia un callejón.

-Gracias- La caballero dijo agradecida, llevándose una mano a la otra.

-Sonoda Umi, ¿tú?

-Ayase Eli. Es un placer estar en tu presencia- La rubia se inclinó antes de estrechar la mano de la peliazul.

Umi luego retrajo su mano un poco rápido, un rubor de color rosa apareció en sus rasgos. Eli también pasaba por lo mismo, incluso entonces, todavía se sentía la chispa cuando se tocaban.