Capitulo 1.

Esta es la historia de un hombre.

Un hombre que tenía un sueño, y lucho por ese sueño.

En un primer momento fue un niño, que creció en una de las épocas más caóticas y desesperantes del mundo.

Él conoció la muerte cuando era apenas un niño.

La muerte de un miembro del clan.

La muerte de un hermano, una y otra vez, sintió el desgarrador sentimiento de pérdida cuando solo era un mocoso, incluso con eso, el dolor de perder a un hermano fue probablemente lo más doloroso que había sentido en toda su vida.

Era como ser apuñalado directamente en el corazón.

Como tal, él entendió que su sueño era infantil. Imposible de conseguir en el mundo que habitaba, entonces él decidió, que si no podía conseguir su sueño, entonces el motivo de su existencia seria proteger a su hermano menor.

Peleo, entreno, mato y traiciono durante años, solo con el único objetivo de perseguir un mundo donde su hermano pudiera vivir pacíficamente, donde él pudiera formar una familia, y sus sobrinos no tuvieran que ver morir a sus hermanos.

Él se hizo fuerte, incomparablemente fuerte, porque nadie escuchaba a los débiles.

Él luchó contra su mejor y único amigo, porque pensó que ese era el camino que el destino le había preparado para poder conseguir su sueño.

Sin embargo Madara Uchiha, no dejo de ser un simple humano.

Y al final, no pudo evitar la muerte de su hermano.

Entonces él cayó en la desesperación, lloro, grito y maldijo, y al final con el corazón destrozado, pero más determinado que nunca, él marchó a la lucha una vez más.

Porque al final, incluso si su hermano murió, al mundo no le podía importar menos eso Este seguiría girando.

Madara lucho contra su mejor amigo, y de alguna manera el logro ver lo que había en el corazón de hashirama, pero no pudo ver lo que había en su propio corazón. Y ese fue otro de sus errores.

Y al final, incluso cuando fundaron una aldea, todo termino desvaneciéndose por culpa de su maldición de odio.

Sintió el aire soplar fuertemente sobre su cuerpo, era la primera vez en mucho tiempo que podía tomarse la libertad de sentir el viento.

La luz de sus ojos había desaparecido, la diosa conejo se había llevado eso, junto con su Rinnegan y Sharingan.

Él estaba ciego.

Escucho un gutural rugido que sacudió el aire a su alrededor e hizo temblar la tierra.

Estruendos resonaron en la distancia, la diosa conejo fue derrotada.

Igual que él lo fue en el momento que Zetsu negro lo traiciono.

Madara acepto la derrota, algo que nunca antes había hecho, y ahora estaba enfrentando a la muerte con el alma desnuda, no había ningún plan, ninguna promesa de volver en el futuro, esta era su muerte definitiva y como tal su derrota definitiva.

Pero al menos moriría siendo él mismo, y no se quedaría atrapado el resto de la eternidad siendo el recipiente de una diosa.

Él había pensado que era el final, cuando la masiva cantidad de chakra de todos los que fueron atrapados en el tsuyomi infinito ingreso a su cuerpo, él sintió el dolor más desgarrador que cualquier humano podría sentir, el dolor que se produce cuando tu alma es devorada por una existencia más poderosa.

Pero de alguna manera esos mocosos se las arreglaron para vencer a esa diosa, y ahora él estaba tirado en el suelo.

¿Qué lugar era este?

No podía decirlo, solo podía escuchar el sonido de la tierra, y las rocas siendo destrozadas.

Madara solo podía quedarse en el suelo esperando su muerte, y por alguna razón, si hubiera tenido la fuerza para hacerlo, hubiera estallado en una sonora carcajada burlándose de sí mismo.

La muerte del gran Madara Uchiha, es igual de patética que todas las anteriores.

Atravesado en el corazón por hashirama.

En una cueva olvidada por todos.

Y ahora, tumbado en el suelo, luego de haber sufrido la más humillante de las derrotas.

Luego de unos momentos, todo se detuvo.

Ningún sonido se podía escuchar, tal vez estaba demasiado lejos de esos mocosos, antes cuando kaguya lo expulso de su cuerpo, pudo escuchar las voces de esos mocosos.

Pero ahora no podía ni siquiera escuchar eso.

Solamente percibía el débil latido de su corazón, que lentamente se desvanecía en el interminable silencio que lo rodeaba.

Esto era la muerte.

Él la conocía mejor que nadie, después de todo había muerto tres veces, contando esta.

Entonces sintió algo extraño, sintió como si alguien estuviera tratando de tirar de él.

¿Una invocación?

¿Un jutsu espacio-tiempo?

Madara no estaba seguro, pero podía decir que alguien estaba tratando de llevárselo de este lugar.

Él no tenía la fuerza para resistirse.

Y simplemente se dejó llevar.


El cielo estaba especialmente hermoso en esta ocasión.

Un desierto que parecía extenderse hasta el infinito, era el paisaje de este lugar.

Enormes montañas de arena que con facilidad alcanzaban la envergadura de una ciudad, iluminada por la luz azulada de la noche, hacía que todo pareciera más misterioso, y al mismo tiempo más peligroso.

Si alguien se perdía en este lugar, la muerte era su único destino.

Enterrados en el área, se podían ver edificios, de distintos tipos, arquitecturas, y épocas.

Algunos eran enormes rascacielos, otros parecían cabañas destruidas, era como si este desierto fuera el cementerio del mundo entero, donde acaban los restos de toda la civilizaciones que perecieron, esos restos se han estado almacenando en este lugar desde tiempos inmemoriales, desde que el primer ser vivo comenzó a arrastrarse por el suelo, y este lugar seguiría existiendo cuando la vida de todos los lugares desaparezca, cuando el silencio primigenio reine sobre la faz de la existencia.

Una figura estaba sentada sobre un edificio de 40 pisos.

Una túnica negra cubría la mayor parte de su cuerpo, pero claramente se podía ver que su figura era la de una mujer.

Ojos de color celeste brillaban debajo de las sombras que cubrían su rostro.

Una rafa de viento llegó, y la capucha que cubría su cabeza fue enviada hacia atrás, pero la mujer pareció ni siquiera reparar en ese detalle.

Un cabello de color plateado quedo descubierto, este se movia suavemente mecido por el viento, sus facciones eran perfectas, más allá de cualquier estándar humano.

Una belleza tal, que no era posible terminar de describirla con el limitado vocabulario humano.

La mujer no debería de tener más de 20 años. Su expresión era tranquila e impasible.

Solamente estaba mirando hacia el cielo nocturno, probablemente ella podría mirar ese hermoso cielo, por toda la eternidad y nunca se aburriría.

Entonces algo paso.

Ella giró su cabeza, y miro hacia el horizonte de este desierto.

Miro en esa dirección por un momento.

Si estaba sorprendida, emocionada, o aburrida, su expresión no delataba ninguna de esas emociones.

Miro en esa dirección por unos momentos más, antes de ponerse de pie, las sombras envolvieron su figura, y ella desapareció en un instante.


Madara sintió que estaba en un desierto.

Podía sentir los granos de arena debajo de su espalda.

Él se había dejado llevar por esas extraña sensación, y pudo sentir como todo cambio de un momento para otro.

El suelo ya no era áspero y duro, ahora blando, sintiendo los miles de granos de arena debajo de su espalda desnuda.

El aire era seco y helado.

Podía sentir el frío o el calor del ambiente, algo no estaba bien sobre este lugar, él podía decirlo, pero no pensó mucho sobre eso.

Sus ojos estaban abiertos, y su respiración era débil.

Solo podía oír el silencio primordial.

El silencio que acompañaba a la soledad, al momento final de cada ser vivo.

Cuando mueres lo único que te espera es el silencio por toda la eternidad, todos los gritos, las palabras que pronunciaste durante el instante que estuviste vivo, irremediablemente se desvanecen en ese interminable y sofocante silencio.

En el principio de las cosas el silencio era el soberano de la existencia, y cuando todo termine seguirá siendo de esa manera.

Madara Uchiha dejo escapar su aliento.

Aún no estaba muerto, pero dentro de unos pocos minutos lo estaría, su cuerpo era pesado como el plomo, los latidos de su corazón cada vez eran más lentos, con menos fuerza, sus órganos internos tendrían una falla masiva en poco tiempo.

Cuando la energía vital, el chakra abandonara su cuerpo, sería todo.

Y Madara solo podía quedarse en el suelo, contemplando este aterrador, y al mismo tiempo hermoso silencio.

Él había caído en la locura en algún momento de su vida.

Había anhelado tanto su sueño, que cuando perdió todo, y se dio cuenta de lo inútil que era tratar de obtener la paz por medio de la formación de una aldea, el decidio que buscaría su propia manera de obtener ese sueño.

Sufrió, cayó en desesperación, vivió aferrándose a sus ideales hasta el último momento.

Incluso ahora, no pensaba que estaba completamente equivocado. La paz era imposible de conseguir por medios convencionales, ninguna aldea, o salvador predestinado podría conseguir algo así.

Madara, sonrió ligeramente.

Aun así, este era el final de su largo viaje, ya no había porque seguir aferrándose a ninguno de sus sueños.

― Entonces así es como se veía una sonrisa, que nostálgico.

Escucho una voz a su lado.

La voz pertenecía a una mujer, y tenía leves indicios de interés.

Madara se mantuvo en silencio un momento, notando vagamente que ni siquiera había escuchado cuando esta mujer se acercó lo suficiente a él, como para sonar que estaba a su lado.

No recordaba a ninguna mujer cuya voz se pareciera a la de ella.

Madara abrió su boca, su garganta se sentía seca, y tuvo que exprimir sus fuerzas, para hacer una única pregunta.

― ¿Quién. . quien eres?

Él dijo con su voz rasposa y débil.

Hubo un momento de silencio, y Madara no pudo evitar preguntarse si había sufrido una especie de alucinación por estar al borde de la muerte, y en realidad había imaginado esta voz.

En el siguiente instante supo que no estaba loco, y en realidad estaba bastante lucido para estar en las puertas de la muerte.

― soy . . . .

La mujer dijo un nombre.

Madara frunció el ceño muy ligeramente, no recordando ninguna persona que tuviera un nombre parecido.

Aun así, tampoco tenía mucho interés, solo un idiota se preocuparía por algo así de insignificante cuando estaba a punto de morir.

Él guardó silencio, porque no tenía nada más que decir.

― entonces, ahora me pregunto quién eres tú y como llegaste hasta este lugar.

Pudo escuchar la voz de la mujer, pero esa voz no se oía como la voz de un humano, era como si esta mujer fuera algo ajeno a la humanidad, no había calidez, ni frialdad en sus palabras, solo parecía haber indiferencia, e incluso eso era vago.

Cuando él no respondió, pudo sentir los dedos de la mujer acariciar su mejilla, luego sintió la palma de su mano, ella dibujó una línea en su cara, mientras terminaba con uno de sus dedos presionando contra la frente del Uchiha.

Madara gruño con molestia.

Entonces sus ojos que perdieron la luz se abrieron con asombro.

― tu, mujer. . Que crees que estás haciendo.

Él gruñe, con toda la fuerza que tenía.

― ¿mujer?. ― ella dijo, Madara no podía decir si estaba confundida o no. ― hace mucho tiempo que alguien no se refería a mí de esa manera. Pero supongo que era de esperarse de ti Madara Uchiha.

Ella dijo, Madara frunció el ceño, ella había entrado a su mente, lo noto, pero no sintió el chakra de ella interfiriendo en su sistema. Fue algo extraño.

― Entonces estás muriendo.

Ella dijo tranquilamente mientras dejaba de tocar la frente de Madara con su dedo.

Madara se mantuvo en silencio.

― bueno, te quedan unos minutos más de vida, así que puedo hablar contigo mientras mueres.

Madara gruño con molestia.

Él no era alguien que aceptaría fácilmente que sus últimos momentos de vida, fueran usados en esta mujer, hubiera preferido incluso a ese idiota optimista de Hashirama.

Aun así. Comprendiendo que esta mujer, no era alguien normal, por su comportamiento, y por el hecho de a pesar de haber visto a través de sus recuerdos, ella seguía sonando indiferente.

Madara sintió un poco de curiosidad, pero solo guardo silencio mientras esperaba las siguientes palabras de la mujer.

― ¿Por qué tenías un sueño tan infantil como querer la paz para tu mundo?

Madara se quedó en silencio.

Había olvidado cuál fue el motivo exacto por el cual tenía ese sueño.

Izuna fue el motivo en un principio, ¿no?. Fue por su muerte. Por qué no había otra manera de conseguir la paz.

Paz.

Madara detuvo sus pensamientos llegados a ese punto.

¿Que era la paz exactamente?

Un mundo donde todos puedan alcanzar sus sueños. Pero un mundo como ese era imposible, ahora lo sabía.

En el mundo solo hay dos opciones, morir, o matar a otros para vivir.

Él quería buscar la tercera opción, quería destruir ese mundo injusto, y crear un mundo nuevo, es por eso que vivió más de cien años en busca de una forma de concretar ese objetivó.

Pero en algún punto del camino, el motivo dejo de importar, como el héroe que llega al final del viaje, y es incapaz de recordar porque lo inicio en primer lugar.

― eres miserable. . .

La voz de la mujer resonó en sus oídos, Madara guardo silencio, no le importaba lo que esta mujer dijera.

Aunque casi pareciera que ella podía leer sus pensamientos.

― manchaste tus manos con sangre una y otra vez, y nunca retrocediste incluso cuando tus acciones estaban completamente en contra de tu sueño. . . . Pero no te preocupes por eso, la mayoría de los mortales siempre llegan a ese momento, y se justifican pensando que es necesario, que todo es para algo más grande . . . Es aburrido cuando sabes que todo lo que hacen al final no importa, porque su mundo en algún momento llegara a su fin, y será como si nunca hubieran existido, los humanos se arrastran en la miseria durante la mayor parte de su existencia, en otras palabras la vida misma es miseria, pero eso todavía no es correcto . . .

Ella dijo, y luego pareció contemplar sus siguientes palabras un momento.

― El hombre mismo es la miseria de sí mismo, los hombres se vuelven miseria cuando olvidan su lugar en el mundo, cuando tratan de ir más allá que ningún otro, dime Madara, ahora mismo tú eres miseria ¿verdad?, perdiste todo, a tu hermano, a tu amigo, a tu aldea, a tu clan, dedicaste toda tu vida a un sueño que en realidad nunca te perteneció, trataste de ser el salvador de tu mundo, olvidando que solo eres un insignificante humano y te convertiste en un genocida con complejo de dios.

La mujer se mantuvo en silencio después de decir eso, casi como si esperara que él dijera algo.

Madara abrió su boca, sintiendo como en cada momento la vida se le escapaba de las manos.

― ¿ . . y?

Él preguntó, sin darle la más mínima importancia a las palabras que ella dijo anteriormente, él vivió toda su vida creyendo en su meta, no se iba a poner a reflexionar porque esta mujer empezará a decir cosas que él ya sabía.

― aun no respondes a mi pregunta, ¿Quién eres?

― ya te lo dije soy [ ]. Supongo que en estándares humanos sería algo así como un dios, aunque yo misma no puedo considerarme como tal, ser dios significa no estar atado a nada, y tener el poder de hacer lo deseas, yo en cambio estoy atada a este mundo.

― ¿dios?.

Madara murmuro, mientras reía ligeramente.

Incluso si estaba frente a alguien que se hacía llamar dios, no pudo evitar contener su diversión.

― sabes Madara, el destino no existe como tal en este lugar, se dice que aquellos que llegan este lugar son aquellos que lograron formar su propio camino, ignorando los deseos del mundo, y de los dioses. ― ella dijo, y Madara estaba ligeramente confundido, pero ahora estaba casi seguro de que no se encontraba en el mundo ninja tal vez era el "mundo puro". ― Pero en tu caso es distinto, al parecer alguien quería llamarte a tu mundo de origen, pero al final el chakra, como ustedes lo llaman, no fue suficiente y uno de los múltiples invocados tuvo que ser abandonado. En pocas palabras, estás aquí porque alguien cometió un error, pero estoy segura que es un error que nadie lamentara.

Ella finalizó.

Entonces era verdad que alguien intento invocarlo, hacia otro lado.

Acaso él estaba en otra dimensión parecida a la del Kamui, el sentimiento de ser llevado a otro lugar era parecido al que sintió cuando uso el Sharingan de Obito para ir a su dimensión y obtener su Rinnegan, y el chakra que lo llamo era poderoso,

― sabes, hace mucho que no hablaba con alguien.

Ella murmuró, mientras acariciaba la mejilla de Madara.

Madara no hizo ni dijo nada, porque sentía como su vida terminaba.

Lentamente comenzó a cerrar sus ojos.

― esta podría ser mi oportunidad de salir de este lugar así que te ayudaré.

Ella murmuró, pero casi parecía que no tenía interés en lo que estaba a punto de hacer.

Entonces Madara pudo sentir como ella abría los parpados de sus ojos que estaban a punto de cerrarse, sus dedos eran suaves.

Y Por un momento sus pensamientos se desvanecieron.

Y luego pudo sentir como ella enterraba sus dedos en las cuencas de sus ojos. Hubo un sonido desagradable.

Si bien Madara estaba acostumbrado al dolor.

Un grito desgarrador escapo de su boca, la cantidad de dolor era similar a cuando kaguya había tomado su cuerpo, no, esta vez era incluso peor.

Sintió como la mujer destruía sus globos oculares.

Sintió las lágrimas de sangre rodar por las esquinas de sus ojos.

Por un momento, él sintió que el dolor nublo su mente, algo como eso era prácticamente imposible.

Entonces, antes de perder la conciencia y morir, como él supuso que era el caso. Oyó la suave voz de la mujer murmurar.

― Ahora Madara Uchiha, te convertirás en mi héroe, mi caballero, mi salvador y me sacarás de este mundo olvidado por la misma creación, incluso si no quieres, Yo , he decidido que ese será tu destino.

Madara perdió la conciencia un momento después. Y el eco de sus gritos se desvaneció lentamente.

La mujer lentamente saco sus dedos de los ojos de Madara, estos tenían la sangre roja y fresca del Uchiha, en ellos.

Sin embargo cuando ella revisó su trabajo, algo parecido a una sonrisa se formó en su cara. Al ver como los ojos del Uchiha habían recuperado su luz.

Ella hizo algo así de brutal, porque no puedes crear algo, sin destruirlo primero.

Ella colocó su mano sobre el pecho expuesto del hombre.

Sintió los débiles latidos de su corazón, él no iba a morir, al menos no ahora.

Ella se puso de pie, y miro hacia el horizonte.

Había una posibilidad entre un millón de que su plan resultara de la forma que ella esperaba, pero incluso si fallaba, solo tendría que esperar otra eternidad para volver a intentarlo.

Ella miró el cuerpo del Uchiha. Movió su mano, y un círculo formado por símbolos extraños, lo rodeo.

― esto será difícil . . .

Ella dijo.

Un destello iluminó toda el área, tal era el brillo que incluso podía ser visto a kilómetros de distancia.

Cuando el destello desapareció el cuerpo de Madara había desaparecido.

La mujer, miro al cielo nocturno una vez más.

Como si nada interesante hubiera pasado.


Un bosque.

Fue el lugar donde Madara Uchiha estaba, abrió sus ojos lentamente.

Se sentía ligeramente cansado, como si hubiera estado peleando por un día entero.

Miro hacia adelante durante un instante, sus ojos se abrieron con asombro, levanto su mano y acaricio ligeramente sus ojos.

Él podía ver.

Pero eso no debía de ser posible, no más bien, todo esto no podía ser posible. Él debía de estar muerto.

Edo tensei. Otra vez.

Él pensó, y movió su mano frente a él.

Podía sentirlo.

El flujo de la sangre en su cuerpo, su corazón bombeando ligeramente fuerte, entonces era alguna especia de Genjutsu, él pensó, pero eso tampoco podía ser posible.

Ningún Genjutsu podría ser tan realista y perfecto como para que él creyera que estaba vivo, el único que tenía ese tipo de poder era el mugen tsuyomi.

Madara llevo una mano a su cabeza, sintiendo un ligero dolor detrás de sus ojos.

El Uchiha se mantuvo en silencio un momento, luego lentamente bajo su mano, y dejó escapar un suspiro.

Frunció el ceño, y cerro sus ojos.

Dejando que su mente se calmara, Madara se tomó un momento para recordar con claridad sus últimos recuerdos.

Recordó que había estado en un extraño lugar, y que estaba en las puertas de la muerte.

Abrió sus ojos cuando un brillo asesino en ellos.

― esa mujer.

Él recordó a la mujer con la que había hablado, mientras él está muriendo, Ella había enterrado sus dedos viciosamente en sus ojos, pero ahora parecía que eso solo había sido un sueño.

Madara cerró sus ojos, y luego los volvió abrir.

El negro ónix se trasformó en un escarlata brillante, con tres comas girando.

― mi Sharingan aún lo tengo.

El entonces trato de ir al siguiente nivel, luego de contemplarlo un poco.

Trato de enfocar su chakra para despertar el Rinnegan.

Casi de inmediato se dio cuenta de que no podía acceder a esa fase, instintivamente movió su mano a su pecho desnudo, no estaba.

La cara del primer Hokage, el rival más grande con el que había luchado, no estaba.

Recordaba claramente que cuando kaguya lo había liberado, ella se quedó con todo su poder, la luz de sus ojos, y el poder de los senju, las células de hashirama.

Pensándolo un poco, era lógico que ya no pudiera despertar esos ojos.

Pero no tenía sentido que ahora estuviera vivo, y haya recuperado su visión.

En ese momento, las últimas palabras de la mujer volvieron a su cabeza.

"Ahora Madara Uchiha, te convertirás en mi héroe, mi caballero, mi salvador y me sacarás de este mundo olvidado por la misma creación, incluso si no quieres, Yo he decido que ese será tu destino."

Madara frunció el ceño, luego dejo escapar una ligera carcajada.

― Maldita mujer, cuando te encuentre te haré pagar por lo que hiciste, y también me aseguraré de saber cómo fue que lograste devolverme mi Sharingan y evitar mi muerte.

Era demasiado obvio que el hecho de que estuviera respirando en este momento, era porque esa mujer había hecho algo, y se había llamado a sí misma diosa.

Madara dejó escapar un bufido.

―diosa o no, me aseguraré de hacerte pagar.

No la mataría porque le debía la vida, l final del día, pero eso no significa que no podía torturarla, para extraer la información que él quería.

Madara se puso de pie lentamente.

Primero decidió comprobar el estado de su cuerpo, y sus reservas de chakra.

Desactivo su Sharingan.

Se tomó un momento para verificar sus niveles de chakra, frunció el ceño ligeramente.

Él lo suponía, no solo su cuerpo estaba agotado, sino que sus niveles de chakra, si bien no estaban en niveles críticos, si tuviera que enfrentar a un ejército, no podría usar muchos jutsu de un nivel aceptable. y seria abrumado sin problemas.

Aun así, solo le tomaría unas cuantas horas recuperar la mayoría de sus reservas, claro considerando que no se esfuerce demasiado

Luego examino el resto de su cuerpo.

Solo tenía unos pantalones ninja, y vendas alrededor de sus tobillos, sus sandalias, además de los guantes en sus manos.

Miro alrededor, pero solo había árboles, y tampoco podía sentir la presencia de nadie más cerca, debido a que ahora ya no tenía las células de hashirama su habilidad como sensor había disminuido, pero incluso con eso, podría notar si alguien estaba al menos en un kilómetro a la redonda, en su estado actual, este rango se extendería mucho más si el Shinobi tenía un chakra poderoso y el estuviera en un óptimo estado.

Entonces podía estar seguro de que no había Nadie poderoso cerca de él.

Eso estaba bien, si tuviera que enfrentarse a sasuke o Naruto, tomando en cuenta el significativo aumento de poder que ellos demostraron en su anterior lucha, no estaba seguro de poder ganar en su estado actual. no más bien era una muerte segura.

Pero ese fue otro motivo de preocupación.

El chakra de ese chico Naruto era masivo, incluso si estuviera al otro lado del mundo, él podría al menos sentir una pizca de su chakra.

Eso podría significar que la distancia que los separaba era increíble, o el chico estaba agotado, después de todo él había luchado durante bastante tiempo no solo con él, sino también con la diosa conejo.

Pero aún estaban los demás bijuus, a menos que hubieran sido introducidos en un nuevo jickiuri, debería de poder percibir el chakra de esas bestias sin razonamiento.

De cualquier manera, lo primero era verificar su estado físico.

Comenzó con un par de patadas al aire, luego giro sobre sí mismo y lanzo un puñetazo, Seguido de una serie de patadas a alta velocidad.

Madara se detuvo un momento después de eso.

― Patético.

Él murmuró, sus movimientos eran lentos, y la coordinación estaba ligeramente rezagada. Le tomaría un par de días de descanso y recuperación poder volver a estar en plena forma, las únicas ocasiones en las cuales él había quedado en este estado, fue durante sus peleas con Hashirama.

Pero pensándolo bien no estaba mal, después de todo se suponía que él tendría que estar muerto.

Entonces Madara se quedó un momento parado.

¿Qué debería de hacer?

Su plan maestro fracaso.

¿Cuál debía de ser su curso de acción en este momento?

Madara miro hacia el cielo azul, las hojas de los árboles que lo rodeaban, volaron libremente a causa del fuerte viento, el sonido de los animales del bosque, los insectos, las aves el brilló del sol, entrando en sus ojos, tomo una profunda bocanada de aire.

Madara levanto su mano, y tomo una de las hojas.

La contemplo como si esta hoja fuera el objeto más interesante de la existencia.

Luego de un momento, sonrió ligeramente, y dejo que la hoja siguiera danzando en el aire.

Primero debía de conseguir información.

Solo basándose en la geografía, podría estar en cualquier parte del país del fuego, el único lugar que descarto por completo, fue el país del viento.

Aunque cuando hablo con la mujer, pudo sentir la arena debajo de él.

Era obvio que para obtener respuestas necesitaba encontrarla.

Madara miro hacia una dirección al azar, presiono las plantas de sus pies contra el suelo, su cuerpo se disparó hacia delante un segundo después, Convirtiéndose en un borrón oscuro.

Madara uso el chakra sobre sus pies, y comenzó a saltar sobre los árboles, incremento su velocidad en solo unos segundos.

Luego de tan solo unos 15 minutos, él había recorrido un par de kilómetros, pero se empezaba a sentir agotado, mientras se movía logro ver el cauce de un río a unos 15 metros delante de él, dio un salto y usando sus manos se aferró a una rama dando varios giros, para ganar impulso, se soltó y su cuerpo voló en el aire, hasta aterrizar suavemente cerca de la orilla del río.

Madara miro el río un momento, casi sintiéndose nostálgico.

Lo miro ligeramente, el agua no parecía estar sucia, y parecía cristalina, aunque en su situación Madara no podía quejarse, había tenido que soportar cosas peores, beber agua de un río no era nada de otro mundo.

Se quitó uno de sus guantes, mientras se acercaba, se puso de cuclillas y usando su mano tomo un poco de agua.

Su garganta estaba seca, por lo que cuando, Madara tomo el primer sorbo, se sintió refrescado.

Madara repitió la acción un par de veces más.

Casi había olvidado lo que se sentía tener que tomar agua, después de todo cuando se implantó las células de Hashirama todas esas funciones habían sido dejadas de lado.

Aunque era extraño que el mismo hashirama si necesitara comer, y beber.

Uno de esos misterios que probablemente no tenían respuesta.

Madara se puso de pie, miro hacia los lados.

El hecho de que hubiera un río significa que si lo seguía, las posibilidades de encontrar a alguien aumentaban, la mayoría de los pueblos y pequeñas aldeas, siempre se establecían cerca de un lugar que les proporcionara agua.

Ahora el problema era decidir si debía ir rio arriba, o rio abajo.

Madara desapareció en un instante, corrió río abajo.

Mientras saltaba de rama en rama, y escurriéndose a una vertiginosa velocidad entre los árboles, Madara noto algo.

No había el ruido de ningún animal.

Cuando se despertó había unos cuantos sonidos, pero mientras más corría, estos fueron disminuyendo, hasta desaparecer por completo.

Madara medito un momento.

Esto solo pasaba cuando algo grande estaba a punto de pasar.

Las aves, y los animales del bosque podían percibir ese tipo de ambiente, y huían del lugar.

Aun así, Madara se mantuvo calmado. Mientras se movía trato de percibir la presencia de alguien poderoso cerca, pero no encontró nada.

Él finalmente se detuvo en la copa de un árbol.

Luego se inclinó ligeramente esquivando por pocos milímetros, una enorme garra que estaba dirigiéndose directamente su abdomen.

Pudo escuchar el sonido del viento siendo cortado, cuando los ojos carmesí se enfocaron en la cosa que intento golpearlo.

Ojos rojos llenos de malicia e instinto asesino fue con lo que se encontró.

Madara giro varias veces en el aire, antes de aterrizar suavemente en el suelo, su atacante no fue tan elegante en su descenso.

El suelo se agrietó cuando las cuatro poderosas patas de la criatura se estrellaron contra él, sus garras se enterraron en el suelo.

La descripción del monstruo era un gigantesco perro de al menos 2 metros de alto.

Solo basándose en su apariencia tenía el poder de romper huesos y tragar a un humano sin problemas. La baba caía continuamente de su mandíbula, dejando ver una serie de dientes caninos afilados como cuchillas.

La bestia lo miro a él, como si estuviera ansioso por probar su carne.

Madara mantuvo su mirada impasible, había visto muchas cosas durante su larga vida, incluso mientras veía a esta criatura no se sintió sorprendido, no era la primera que veía un animal salvaje, sediento de sangre.

Esta no era nada por lo que el debería de preocuparse.

― Aun así, espero que me entretengas un poco, bestia sin razonamiento.

Madara dijo con una sonrisa, en su estado actual, probablemente lidiar con esta cosa, sería una buena forma de estirar los músculos y probar en una pelea real que tal estaba su cuerpo.

Luego adopto una pose de pelea, inclinando su cuerpo y extendiendo sus brazos. No era necesario, después de todo estaba peleando con una bestia, las bestias no poseen algo tan complejo como un estilo de lucha, solo usan sus garras y dientes para matar, usan fuerza bruta.

Pero aun con eso, Madara lo hizo.

No tenían ningún arma a su disposición,y los jutsu harían un trabajo rápido para terminar con esta cosa, pero él quería disfrutar de este momento.

Las garras del perro se clavaron en el suelo, las piernas traseras del animal se tensaron, listas para propulsar el enorme cuerpo del perro a una velocidad destellante.

Madara sonrió ligeramente.

― ven.

Él dijo.

La criatura cargó hacia él, el suelo debajo de sus pies se rompió, y se movía increíblemente rápido, en solo un momento la distancia que los separaba desapareció, la enorme masa del animal se lanzó directamente contra el uchiha.

Madara dio un salto en el aire, y luego movió su pie, una poderosa patada se conectó en la cabeza del perro, el enorme cuerpo del monstruo, fue enviado volando, contra los árboles que los rodeaban, Rompiéndolos en el proceso.

Madara se recompuso con tranquilidad, y miro sus manos, cubiertas por guantes.

― huh, aún estoy lejos de mi mejor forma.

Él dijo mientras ignoraba al enorme perro que lentamente se ponía de pie, a unos 10 metros de él.

Madara miro en dirección al perro, luego desapareció en un destello negro.

El perro gigante no tuvo tiempo de saber qué fue lo que paso.

Una palma se estrelló contra la parte inferior de su mandíbula, haciendo que se mordiera la lengua en el proceso. La sangre salió a borbotones, y dejó escapar un aullido de dolor.

Madara no perdió el tiempo, y dio una patada sobre el costado del perro, mandándolo a volar otra vez.

Pudo escuchar el sonido de las costillas del perro rompiéndose luego de recibir su poderosa patada.

Madara esta vez no espero a que la bestia se volviera a parar, directamente corrió hacia él, pateo una de sus patas, rompiéndola en el acto, y reduciendo visiblemente su movilidad.

Luego conecto un par de puñetazos en la cabeza, enviándolo contra el suelo.

Madara miro a la bestia con ojos aburridos.

Luego dio un salto esquivando una masa oscura que se estrelló violentamente donde había estado anteriormente, aterrizo a unos cuantos metros de ese lugar, sobre la rama de uno de los grandes árboles que bordean la cordillera donde actualmente se encontraba.

Madara observo como el polvo provocado por el violento impacto, comenzaba a disiparse, y extenderse. Revelando a otra bestia exactamente igual a la que había enfrentado hace un momento.

Madara entrecerró sus ojos ligeramente.

Luego miro a su alrededor, ojos rojos destellaron en el bosque, y el sonido de ramas siendo pisoteadas, y arbustos moviéndose se escuchó de todas direcciones.

Decenas, de bestias se mostraron en solo un segundo.

El Uchiha frunció el ceño, mientras dejaba que su mirada recorriera el bosque, siendo consciente de la gran cantidad de enemigos que se estaban reuniendo a su alrededor. Probablemente había caído en un área habitada principalmente por estas bestias, eso significaba que no podría encontrar ningún pueblo, o pequeño asentamiento cerca de este lugar, él estaba un poco molesto por este hecho. Tendría que seguir corriendo a ciegas por, incluso unos cuantos días.

Aun con eso, el vio el lado bueno de las cosas, podría entretenerse un poco con estas bestias.

Sonrió ligeramente.

Incluso si era contra bestias, esta era una pelea, una pelea con un cuerpo de verdad, sintió su corazón bombear dentro de su pecho, sintió su sangre calentarse.

Una sonrisa desgarradora lentamente se extendió por su cara.

Él estaba vivo, estaba vivo incluso si no sabía por qué, él podría disfrutar de una verdadera lucha, después de tanto tiempo. Si bien estuvo durante un corto periodo de tiempo en la guerra, en ese momento tenía planes, cosas que hacer, y no pudo disfrutar del momento adecuadamente, lo mismo se podía decir de cuando peleo contra ese hombre de las 8 puertas internas, si bien era él, al final del día estaba usando el poder del juubi, y no se sentía como ser el mismo.

Pero ahora solo era el, era Madara Uchiha. No había nada más y nada menos.

Dejo escapar una ligera carcajada, pero inmediatamente después su boca dibujo un a línea, y sus ojos negros, se enfocaron en todas las bestias.

Probablemente los instintos de estas bestias, evitaron que se lanzaran al ataque instantáneamente, en cambio se mantuvieron esperando a que reunieran más de ellos, para cazar en manada. Madara dio un salto sin perder tiempo.

Se convirtió en un borrón indistinguible.

Cientos de ladridos y aullidos llenaron el bosque, incluso pudiendo escucharse a varios kilómetros de distancia.

Madara aterrizo en medio de un grupo de 20 de estas bestias, una de ellas no perdió un solo segundo y se lanzó hacia él, Madara movió su pie en una patada, golpeando directamente la cabeza de la bestia, esta vez rompiéndole el cuello en un solo movimiento, luego tomo el cuerpo de la bestia y usando una fuerza sobre humana lo lanzo directamente al grupo con una potencia increíble, el proyectil golpeo a tres bestias que fueron arrojadas al suelo, y desorientadas.

Madara no perdió el tiempo, y corrió hacia ellas, primero conecto un golpe en la cabeza de una de ellas, rompiéndole el cráneo gracias a la fuerza abrumadora detrás de su golpe, Madara giro sobre sus talones esquivando por poco las garras de otra bestia, luego dio un salto hacia atrás esquivando a otra bestia que estaba dispuesta a hundir sus fauces en su cuello.

Madara entrecerró los ojos un momento, luego volvió a correr a una velocidad destellante, la sangre y los cadáveres de bestias empezaron a cumularse por todo el bosque, Madara se mantuvo moviéndose constantemente sobre el bosque, sin embargo siempre que realizaba un movimiento moriría una de las bestias.

Aun así Madara no tardó en darse cuenta de algo.

Sin importar cuanto matara, parecía que estas bestias seguían emergiendo de la nada.

Probablemente llegados a este punto él había matado varias decenas de estas cosas, y podía decir que aún había varias decenas más acercándose.

Probablemente habían llamado a las bestias, cuando habían soltado ese aullido al principio de la batalla.

Entonces Madara decidió que ya había perdido el tiempo suficiente con esta lucha inútil, en ningún momento activo su Sharingan por que no era necesario contra estas bestias sin razonamiento, sería una humillación para el clan Uchiha que el usara sus ojos en una pelea tan absurda como esta.

Junto sus manos, y un solo signo con sus dedos.

Inmediatamente después acumulo una gran cantidad de aire en sus pulmones, inflando su pecho.

Katon Gouryuuka no Jutsu .

El fuego surgió.

Una enorme bola compuesta de llanas abrazadoras se disparó hacia delante consumiendo los árboles y las bestias que se quedaron atrapadas.

El calor se hizo presente, y el fuego se continuo extendió por todos lados, incluso con eso Madara solo acabo con veinte de esas bestias, otras se estaban arrastrando por el suelo intentando ahogar las llamas que los envolvían.

Madara comenzó a respirar audiblemente, sus reservas de chakra están bajas, tanto así que usar un solo jutsu lo hizo sentirse cansado, una vez más el entendía esto, después de todo le habían arrebatado al iiubi, y la ultimas que estuvo consiente él estaba a punto de morir, con el cuerpo debilitado, y sus reservas de chakra desapareciendo, era un milagro que el pudiera moverse.

Probablemente se había tomado demasiado a la ligera su estado.

O tal vez era su orgullo, el que le hizo subestimar los números de estas bestias.

Madara dejo escapar un suspiro, mientras recuperaba el aliento, y miraba tranquilo como las llamas se extendían por el bosque, su rostro inexpresivo era iluminado, y la majestuosidad de las llamas se reflejaba en sus ojos ónix.

Madara se balanceo hacia un lado, inclinándose solo un poco, mientras movía su mano a una velocidad increíble, atrapando por la cabeza a una serpiente de color negro, que tenía al menos tres metros de largo, Madara no perdió el tiempo y aplasto la cabeza de la serpiente, aun así el resto del cuerpo de esta continuo moviéndose.

Madara lanzo la serpiente a las llamas que ardían con fuerza.

Luego miro hacia el bosque que estaba delante de él.

Había otra bestia, ligeramente similar con las que había estado luchando, pero esta eran mucho más grande, probablemente tenía unos tres metros, su pelaje era denso, y sus ojos estaban inyectados en sangre, una cantidad de odio y voracidad que escapaba de la comprensión humana.

Las garras de la criatura se clavaron en el suelo, mientras se preparaba para atacar.

Madara se mantuvo calmado, y dijo para sí mismo con una sonrisa.

― Ridículo.

La bestia se lanzó a una velocidad considerablemente más rápida, que todas las demás.

El suelo estallo debajo de sus patas traseras.

Madara con un gesto aburrido, bajo su postura, dejando de la criatura pasara por encima de él, luego en solo un instante, conecto una patada en el estómago expuesto de la bestia, lanzándolo directamente a las llamas que aún estaban consumiendo el bosque.

Un aullido desgarrador se extendió por todo el bosque cuando el cuerpo de la colosal bestia, comenzó a correr sin rumbo, mientras las feroces llamas continuaban carbonizando su piel, y quemando su pelo, luego de un minuto entero la criatura dejo de luchar, y cayó al suelo muerta.

Madara rompió el cuello de la última bestia para ese momento.

Luego se sentó sobre los cadáveres. Mientras reflexionaba sobre lo que acababa de pasar.

En primer lugar, él tenía un vasto conocimiento de la mayoría de las bestias que habitaban la mayor parte del continente, y no podía recordar ninguna como estas.

Eso fue ligeramente preocupante, principalmente por el hecho de que esto implicaba que se encontraba en un lugar que nunca antes había visitado.

Las llamas seguían ardiendo y el humo se alzaba en lo alto del cielo.

Entonces Madara noto algo.

Una mueca de disgusto apareció en su cara, cuando giro su cara lentamente.

Sus ojos se entrecerraron cuando vio a una niña sobre sus cuatro extremidades mirándolo con ojos parecidos a los de las bestias que había matado.

Incluso soltaba gruñidos animales cada cierto tiempo, sus ropas eran arrapos deshilachados, y rasgados, su cabello estaba desatado y enmarañado incluso tenia ramas y hojas entre sus cabellos, sus manos y pies parecían un poco lastimadas, y en general todo su cuerpo parecía contener una serie de raspones y moretones.

La niña no podía tener más d años, tal vez menos.

Madara la miro directamente a los ojos, y podía decir que incluso si hablaba esta mocosa no podría entenderlo.

Aun así lo que más le intereso, fue el hecho de que había dos criaturas como las que había matado a los costados de la niña, pero ninguna de ellas parecía estar interesadas en matarla, más bien, parecía que ella era por decirlo de alguna manera, la líder de la manada.

Madara sintió curiosidad, porque estas bestias no devoran a la mocosa, y en cambio parecían dispuestas a pelear para protegerla.

El Uchiha decidió activar su Sharingan, el negro se convirtió en carmesí, y tres comas giraron en un momento, la niña retrocedió mientras gruñía, ante el repentino cambio en los ojos del hombre.

Madara la miro y luego sonrió.

― ya veo, así que es eso.

El murmuro, mientras su Sharingan veía como alrededor de la niña había un aura extraña que ondulaba constantemente, y parecía afectar a las criaturas.

Podía decir que era algo parecido a un Genjutsu, pero a su vez diferente, principalmente porque lo que esta mocosa usaba para controlar a las bestias no era chakra. Él lo hubiera notado sin necesidad de usar su Sharingan, si ese hubiera sido el caso.

Tal vez era una línea de sangre, como los inozuca, uno de los muchos clanes que se habían unido a la aldea con el tiempo. Pero tampoco era lo mismo, esta niña controlaba directamente a las bestias, mientras que los inozuca establecían una relación de compañerismo mutuo, algo ridículo y patético en la opinión de Madara.

Madara se puso de pie, mientras desactivaba su Sharingan, y comenzó a caminar hacia la niña.

Ella retrocedió rápidamente, y las dos bestias se lanzaron directamente hacia él, con solo un par de movimientos las dos criaturas cayeron al suelo sin vida.

La niña en vez de huir, se lanzó directamente hacia Madara, mientras abría su boca, probablemente con la intención de morder el cuello del hombre.

Madara movió su mano y golpeo el cuello de la niña, haciendo que ella perdiera la conciencia en ese mismo instante y cayendo al suelo con un ruido sordo.

Luego la miro, podría haberla matado con un solo movimiento, pero no lo hizo.

Él no era alguien tan patético como para matar a una mocosa, que ni siquiera es capaz de entender el lenguaje humano. Cuando fue líder del clan, él siempre pensó que el deber del fuerte era proteger al más débil, nunca abusar de su poder para aplastar a los más débiles que estaban bajo su protección.

Los Shinobi siempre están listos para morir, porque ellos siempre están listos para matar. Es por eso que no sintió ningún remordimiento cuando mato a cientos, miles de ellos en la guerra.

Miro a la niña que respiraba lentamente.

Pero el no mataría a una mocosa, que probablemente ni siquiera conoce el concepto de la muerte.

Madara se quedó parado pensando por un momento en que era lo que debería de hacer, entonces él se inclinó ligeramente hacia atrás con un movimiento rápido.

Un destello apareció delante de él apuntando directamente a su cuello, Solo fallando su objetivo por unos centímetros.

Madara dio un par de salto más alejándose, y luego se detuvo.

Madara entrecerró sus ojos, mientras las llamas seguían ardiendo detrás de él.

Una mujer, tenía su brazo extendido, en su mano estaba sosteniendo con firmeza un kukri, la cuchilla brillaba mientras ella sonreía sensualmente.

Su cabello era negro, y estaba atado en una coleta que llegaba hasta la cadera, su piel era blanca, de un color blanco enfermizo, una débil pero sensual sonrisa estaba rasgada en su cara, a pesar de haberlo intentado asesinar hace un momento, ella parecía aterradoramente tranquila.

Estaba usando un vestido que dejaba al descubierto la parte central de su pecho, y era ajustado, y hacia resaltar muy bien la figura de la mujer, con curvas prominentes.

Madara entrecerró los ojos, y dijo con un tono aburrido y desinteresado.

― ¿Quién eres?

Él dijo, pero era obvio una cosa, la mujer estaba usando ropa que en realidad no usaría un Shinobi, incluso estaba usando tacones.

Tampoco había una banda en su frente o en cualquier parte.

― bueno, me gustaría preguntar lo mismo, aun así no crees que fuiste muy rudo con esa niña.

La mujer, dijo mientras sonreía y señalaba a la niña.

Madara entrecerró los ojos.

La mujer sonrió.

― de cualquier manera no tiene sentido que te diga mi nombre, porque vas a morir.

Madara dejó escapar un bufido, pero entendió que en su estado actual, y tomando el hecho de que ahora estaba vivo y no era un edo tensei, no podía permitirse recibir una herida grave.

Entonces decidió que esto tenía que acabar antes de que empezara, el ónix se convirtió en escarlata.

La mujer pareció ligeramente sorprendida por eso, y entrecerró sus ojos peligrosamente.

Entonces la mujer comenzó a moverse, a una velocidad aceptable, no ataco de frente, en vez de eso se movió por la línea de árboles que los rodeaba, y se perdió entre la maleza.

Madara movió sus ojos siguiéndola con la mirada.

La mujer era increíblemente rápida, y en un parpadeo apareció detrás de él, moviendo su cuchilla con una velocidad increíble, el viento era cortado mientras la cuchilla se abría paso hacia el cuerpo del hombre, si alguien era golpeado por un golpe de esa cuchilla probablemente sería cortado en dos.

Madara giro sobre sus talones y sostuvo la muñeca de la mujer con su mano enguantada.

Ella pareció sorprendida, pero Madara no perdió el tiempo con eso, doblo la muñeca de la mujer dislocándola, como consecuencia la mujer dejo caer su cuchilla, luego la miro directamente a los ojos. Los ojos de la mujer se abrieron con asombro cuando sus ojos se encontraron con los carmesí del hombre, por un momento hubo sorpresa en su mirada, pero inmediatamente después ella se alejó del Uchiha.

Madara se mantuvo calmado, pero se dio cuenta de algo interesante, no pudo meter a esta mujer en un Genjutsu.

Medito un momento sobre esto, y se le ocurrieron varios motivos, pero bueno, no era el momento de reflexionar, podría hacerlo una vez se haya encargado de esta molestia.

― ah, bueno tengo que admitir que eres bastante bueno, y tus ojos son extraños, es alguna clase de bendición divina.

La mujer pregunto, pero Madara no respondió mientras tomaba la cuchilla que la mujer había dejado caer. La sostuvo un momento mientras meditaba sobre el peso, y el balanceo que esta le proporcionaba, la espada no era exactamente el tipo de arma que a él le gusta usar, pero serviría por ahora.

Luego sus ojos viajaron a la mujer.

― no me dirás quién eres, cierto.

No fue una pregunta, fue una afirmación, que el hombre dijo en un tono aburrido y desinteresado.

Madara desactivo su Sharingan.

― ah, no vas a usar tu bendición divina para pelear conmigo, me estas subestimando.

la mujer dijo sonando decepcionada, y ofendida.

― ¿bendición divina?

Madara pensó con interés. Pero decidió que luego podría buscar información sobre eso. Entonces la mujer volvió a colocar su muñeca en su lugar, un clic audible se escuchó, y Madara levanto una ceja al ver que la mujer ni siquiera había dejado escapar una sala mueca de dolor, de hecho ella parecía feliz, y sus mejillas se habían vuelto de un color rosado.

― ¿empezamos?

Ella dijo mientras se lamia los labios.

Madara dejó escapar un bufido.

Entonces la mujer comenzó a correr, su velocidad era increíble mientras saltaba por los árboles, rodeándolo. Ella se acercó desde un costado, el metal choco una vez, y el viento se sacudió y las chispas fueron envidas volando en todas direcciones.

La mujer se retiró rápidamente y comenzó a moverse, el metal continúo chocando varias veces.

― para ser una mocosa, pareces bastante acostumbrada a pelear.

Madara comento con aburrimiento, mientras usaba la cuchilla a para detener todos y cada uno de los ataques de la mujer. Esta mujer era obviamente alguien que había estado peleando desde que era una niña, sus movimientos su velocidad, sus ataques todo eso fue visto y analizado por el Uchiha.

Aun así, sus movimientos eran infantiles, para alguien que vivió más de 100 años, esta mujer era una mocosa que aún le faltaba una gran cantidad de experiencia, incluso sin su Sharingan activo él podía predecir con facilidad cuales serían los siguientes movimientos de la mocosa.

Pero en su estado actual, de hecho podía decir que acabar con esta mujer no sería algo tan sencillo como pensó, incluso si podía predecir los movimiento de ella, su cuerpo no podía seguir el paso por completo, el por eso que tampoco uso su Sharingan, solo gastaría chakra que en primer lugar no tenia, y no lo ayudaría realmente.

Movió su mano, balanceando ociosamente la cuchilla, chispas volvieron a surgir, esta ver Madara movió su pie y lanzo una patada a la cara de la mujer, ella se inclinó con una flexibilidad increíble esquivando la patada, pero no logrando hacer nada cuando el puño del Uchiha se estrelló contra su estómago mandándola a volar y estrellando su cuerpo contra un árbol.

La mujer se estrelló contra el tronco con fuerza, y sintió dolor en su columna, ella estaba lista para volver al ataque cuando sintió como una cuchilla atravesaba su estómago.

Ella miro con los ojos aturdidos, como su cuchilla la estaba atravesando por completo, a tal punto que incluso podía decir que la cuchilla se había clavado en el tronco del árbol sobre el cual estaba recargada.

Escupió sangre de su boca, manchando su hermoso rostro con sangre carmesí.

Madara la miro con aburrimiento, mientras volvía su mirada hacia otro lado.

Entonces escucho un sonido desagradable, cuando volvió su mirada a la mujer, ella había tomado el mango de la cuchilla que la apuñalo, y lo arranco con fuerza.

La sangre borboteo de la herida, pero la mujer solo estaba sonriendo, mientras su rostro se retorcía en felicidad.

Madara la miro, y luego activo su Sharingan una vez más, otra vez había una extraña energía que recorría el cuerpo de la mujer, y esa energía se estaba enfocando en su herida regenerándola lenta pero seguramente. Sus ojos volvieron al ónix un segundo después.

― no estarás pensando en abandonar nuestro baile, cuando apenas está comenzando.

Madara alzo una ceja, y luego dejo escapar una carcajada.

La mujer incluso con su herida, volvió a correr directamente hacia Madara.


Elsa fue derrotada.

Ella en realidad fue derrotada, hasta ahora solo había sufrido una derrota, y nunca pensó que en realidad hubiera alguien aparte de "ella" que lograría derrotarla.

Pero fue un hecho que ella había perdido contra este hombre.

Las palmas de sus manos estaban clavadas en el tronco de un árbol, atravesadas por una de sus propias cuchillas, una serie de heridas y cortes se extendían por todo su cuerpo.

El hombre fue despiadado con cada golpe, y ataque cortando sus tendones para evitar que siguiera moviéndose, dado que al parecer ella no moriría, incluso si recibía heridas mortales, incluso con eso, ella seguía siendo una humana según la taxonomía, por lo que cortar sus músculos, y dejar incapacitada evitaría que ella siguiera atacando.

Madara recargo su mejilla en su mano, mientras miraba a la mujer, ella fue un rival increíblemente molesto, incluso se había cansado un poco.

― bien, mocosa, dime donde estoy.

Madara decidió hablar cuando ya había recuperado el aliento.

La mujer dejo escapar una risa, luego levanto su cabeza, su rostro estaba cubierto de sangre fresca.

― oh, no estas siendo muy rudo.

Madara se mantuvo calmado, pero entendió por completo el tipo de persona que era esta mujer.

Alguien que disfrutaba de la lucha, alguien dispuesto a morir por una buena lucha, alguien que se aferraría a su orgullo, y pelearía incluso cuando no tenía ninguna posibilidad de victoria. Dejo escapar un bostezo aburrido.

Luego dijo en un tono desinteresado.

― Me preguntó, si te prendo fuego, y te conviertes en cenizas podrás regenerarte.

La mujer sonrió fríamente, pero no dio ninguna repuesta.

Madara medito un momento, necesitaba información y esta mujer parecía ser inteligente, pero no dispuesta a hablar.

Tampoco parecía que los Genjutsu funcionaran con ella, y él sabía porque, los Genjutsu funcionan esencialmente mandando señales de chakra al cerebro del oponente para alterar y controlar el flujo de chakra en el cerebro, pero que pasa cuando la personas no posee chakra, en primer lugar eso no era posible, porque todos los seres vivos poseen chakra, pero esta mujer, y la mocosa parecían tener una energía distinta del chakra, lo cual por obvias razones ,hacía imposible que el manipulara el flujo de energía en su cuerpo.

Esa fue la teoría que tenía, pero había muchas cosas que no tenían sentido en eso.

Madara miro hacia el cielo oscurecido por el humo del fuego que a estas alturas ya se había extinguido, exactamente a donde lo había enviado esa mujer.

Escucho una ligera risa, proveniente de la mujer de cabello negro.

― preguntar dónde estás, es un poco raro, sabes, a menos claro que en primer lugar no sepas como llegaste hasta a aquí, puedo suponer que tú en realidad estar perdido.

Madara dejó escapar un bufido.

― no estoy perdido.

Solo puedes perderte cuando tienes un destino al cual llegar, Madara en cambio no tenía nada de eso, ya no.

La mujer rio ligeramente, al escuchar la forma tan arrogante en que el hombre hablaba, pero era claro que él tenía el poder para respaldar esa arrogancia.

Elsa no tenía nada que perder, llegados a este punto, fue derrotada y la probabilidad de que este hombre en realidad la matara era muy grande. Aun así ella no le guardaba rencor.

― bueno, si tuviera que decir donde nos encontramos actualmente, solo diría que es un lugar muy peligroso ― . Madara entrecerró los ojos, ella sonrió ―. Y alejado de cualquier rastro de civilización, si tomas un camino equivocado solo podrás encontrar tu muerte, caminando por días enteros.

Madara estaba seguro que lograría encontrar la salida de este bosque, pero en su situación actual, debilitado y sin información, odiaba la idea de tener que vagar por un bosque sin rumbo, necesitaba descansar y recuperarse.

― si te dejo vivir, me guiaras por el camino correcto, supongo.

Madara dijo con aburrimiento. Luego giro sus ojos a la niña feral que aún estaba profundamente dormida.

― Y también supongo que tu objetivo no soy yo, sino esta mocosa.

Él dijo, algo que fue evidente desde el comienzo, en primer lugar la mujer peleo contra el sin sentir miedo, lo cual indicaba que no lo conocía, luego cuando sacó a relucir su Sharingan ella no pareció reconocerlo, más aun lo vio directamente a los ojos, lo cual era una estupidez, el Sharingan era conocido por todo el mundo Shinobi.

La mujer pareció asentir. Siempre con una sonrisa en su boca.

Madara miro hacia otro lado, mientras pensaba en que haría una vez entendiera en qué situación se encontraba, el futuro es misterioso y aterrador.

una idea se estaba formando en su cabeza, mientras juntaba todas las piezas, y algo se hacía obvio, si eso llegara a ser verdad entonces, ¿qué es lo que debería de hacer?


Mi primer fanfic de este tipo, y en realidad en más que nada un "Experimento", principalmente porque no hay muchos fanfics de Madara en los cuales me pueda guiar, y la mayoría de ellos toman un rumbo que no es exactamente de mi agrado.

Como dije esto es un experimento, por lo que agradecería cualquier sugerencia o consejo respecto a este mismo, para poder desarrollar una historia mejor o continuar con este fanfic, no soy un experto en Madara, y de hecho siento que lo hice un poco OC espero que no demasiado. De todas maneras, por favor comenta tu opinión o sugerencia sobre esta historia, antes de que continúe más allá de este primer capítulo, dependiendo de los comentarios decidiré que hacer con esta idea.

Muchas gracias por leer.