¡ANTES! de que empiecen a echar tierra y pestes, las advertencias: Este fic fue realizado por RutLance -CrystalFairy, Batman, DC, Monty Python, Juan Topo y otros detalles no son míos ni me interesan, solamente publico con la aprobación y consentimiento de la autora. No gano nada excepto pasar un rato más en la pc haciendo esto (en lugar de escribir xD) ¿Dudas? Las haré llegar a la autora. El crédito de esta historia no es en absoluto mío.
¡Hola a todos! ¿Cómo les va? :v Espero que bien, dentro de lo que cabe.
Ahora bien, como ya muchos me conocen, y para los que no, en vez de andar apurándome para terminar un capítulo de un fanfic en específico, aquí me tienen escribiendo otra cosa. Algo bueno, es un one-shot, por lo que no habrá continuación, al menos no en un futuro cercano.
:( Lo malo es que se me ocurrió cuando me sentía muy miserable y deprimida, cuando entro en este tipo de episodio me da por no hablar, o hablar lo menos posible, dormir mucho y no hacer nada. Mas pienso que en este año logré superar un poco mi depresión al mantenerme ocupada con pequeños quehaceres y no pensar en cosas hirientes.
Ahora bien, les explico cómo fue que me inspiré para esto. Para organizarme mejor con los "Relatos épicos de una Batifamilia disfuncional", me puse a escribir una lista sobre qué capítulos iba a hacer y en qué orden, ya que tengo la sensación de que no llegaré al capítulo 100, mas ya veremos. Cuando de pronto a mi mente llegó la parte de "Shrek para Siempre" o "Shrek forever After" en la que Fiona y Shrek discuten durante la fiesta de cumpleaños de sus tres hijos y éste le reprocha que su vida sería mejor si no la hubiera rescatado de la torre del dragón. De inmediato asocié a un Jon y un Damian como jóvenes adultos, en esta situación, pero lo descarté al instante ya que sentí que no cuadraba porqué Jon conoce a Damian cuando ya se encontraba viviendo con la batifamilia. Y de ahí se volvió a conectar la idea pero con Bruce, y la parte en la que Fiona le dice a Shrek en "Shrek 2" que ella cambió por él.
Sin embargo, quería que Bruce no tuviera mucho protagonismo, sólo que se convirtiera en esa pequeña piedra que al rodar, va empujando a otra más grande hasta provocar una avalancha. Y fue entonces qué recordé un fanfic en inglés, el cuál me ayudó a cimentar la idea principal, llamado "brother, mine" de call_me_steve, y el cuál se encuentra en Ao3. Esta historia trata de cómo Tim Drake, harto de lidiar con Damian, desea qué él nunca hubiese llegado a la mansión. Esa noche retrocede cuatro años en el tiempo, cumpliéndose el deseo de Tim, el cuál de disfruta de esos cuatro maravillosos años siendo el centro de atención de todos los que lo rodean, hasta que descubre qué fue de éste. Se las recomiendo. :)
Sobre el título, verán. Me puse a leer un viejo fanfic qué escribí de Hetalia, "Al final lloré", y como usé algunas canciones, me puse a oírlas en lo que trabajaba en este one-shot, y como sucede cuando no me decido por un título, busqué algunas canciones, comenzando con uno de mis grupos favoritos, Grupo Mojado. *-* Estaba viendo cuáles videos me arrojaba el buscador, cuando me topé con "Como tantas veces", la cuál se ajustaría perfectamente si las circunstancias hubieran tomado otro rumbo, y si lo continuara, claro. Aún así, la canción es románticamente triste y es el ambiente que requería.
~Hoy, como otras tantas veces
te he soñado, y tú no estás.
He pronunciado tu nombre
una y muchas veces más.
Hoy no todo es alegría,
hay tristeza y soledad.
Y es que tú te fuiste día,
buscando tu libertad.
Buscando tu libertad.~
Pero no los entretengo más. :3 Disfruten este nuevo one-shot. ;D
Como tantas veces.
El viaje de regreso al departamento en el que vivían era colmado con un silencio estresante. Tanto, qué Jonathan no pudo callar más.
- ¿Cuánto tiempo, Damian?- Se cruzó de brazos, viendo por la ventana.- ¿Cuánto tiempo más vas a permitir que él te trate así?-
Damian apretó con fuerza el volante, mientras intentaba concentrarse en el camino. Sabía que Jon tenía derecho a quejarse, pero él no era la parte agraviada en este caso.
~*~Una hora atrás~*~
Todos se habían reunido en la mansión esa tarde, platicaban, comían y trataban de no hablar sobre su otra vida.
- Ejem.- Todos dejaron de hablar y volvieron la mirada al patriarca de los Wayne's. - Antes que nada, agradezco mucho qué todos estén aquí presentes.-
Se escucharon algunos murmullos, dejando Bruce qué ocurrieran, ya que su atención estaba en las dos personas que se encontraban a su izquierda y su derecha. Y sonriente, prosiguió.
- Y ahora que tengo su atención, tengo dos anuncios qué hacer.- Puso una mano sobre el hombro de Cassandra Cain, quién sentada a su izquierda, le sonrió poniendo una mano sobre la suya.- Casa acaba de obtener un papel estelar en una obra que se estrenará el próximo mes.-
Todos, asombrados, estallaron en felicitaciones y buenos deseos para la joven de cabellos negros, y hasta algunos se levantaron de sus asientos para abrazarla con alegría. Una vez que terminara la algabaría, Bruce prosiguió.
- Y lo siguiente que tengo qué anunciar, y no menos importante.- Puso su mano sobre el hombro de Tim, mirándolo con una gran sonrisa desbordara de afecto, el cuál estaba a su lado derecho. Y lleno de orgullo, anunció.- Gracias a los esfuerzos de Tim, las Empresas Wayne lograron cerrar ayer un exitoso contrato, el cuál aumentará en un 30% la productividad de ambas partes.-
Tras un momento de sorpresivo silencio, el comedor volvió a estallar en felicitaciones, hurras y fanfarrias para Tim Drake, quién sonreía de oreja a oreja.
- ¿Padre?- Aprovechando que los demás se hallaban entretenidos, Damian se acercó a Bruce, hablando lo más quedo posible.- ¿Podríamos hablar? ¿En privado?-
Años de experiencia le indicaban al viejo murciélago, ya que últimamente dejaba que alguno de los muchachos tomara el manto de manera periódica para alivianar la carga del mismo, que Damian se encontraba tanto ansioso como nervioso acerca de lo que quería discutir con él. ¿Acaso él y Jonathan habían decidido formalizar su relación? ¿Dar el paso?
- De acuerdo.- Salieron del cuarto del comedor y caminaron por el pasillo, alejándose a una distancia prudente.- Bien, ¿de qué quieren hablarme tú y Jonathan?-
A Damian no pareció sorprenderle en lo absoluto que su padre mencionara a su pareja, así que se aclaró la garganta.
- Padre, yo.- Se detuvo un momento para tomar aire y se corrigió.- Jon y yo, nosotros hemos de...-
El sonido de un celular los interrumpió a ambos.
- Permíteme, Damian.- Le hizo una seña con una mano, mientras que con la otra se llevaba el móvil al oído.- Bruce Wayne.-
Damian supo que esa charla quedaría pendiente cuando vio que el rostro del mayor se ponía cada vez más seria conforme avanzaba el tiempo oyendo lo que dijera la otra persona al otro lado de la línea.
- Padre.- Se dirigió a él cuando le vio finalizar la llamada.
- Lo lamento, Damian, pero surgió un imprevisto, y nos necesitan a Tim y a mí en la oficina.- Se guardó el celular y comenzó a caminar, ignorando la mirada de su hijo.- Ve y regresa a la fiesta.-
- Pero, padre.- Cerró la boca, aceptando su decisión.- De acuerdo.-
Bruce no le contestó, regresando al comedor e intercambiando unas palabras con los presentes, para después irse acompañado de Tim Drake. Damian se había quedado inmóvil, sólo alzando la cabeza cuando sintió la mirada de Jonathan sobre él. Sin decir nada, desvió la vista con un aire de derrota y resignación, caminando en sentido contrario al comedor.
~*~Tiempo presente ~*~
- No era el momento adecuado.- Se excusó pobremente.- Se le presentó una situación y tuvo qué atenderla.-
- No fue eso lo qué te pregunté.-
Jonathan comprendía bien que la vida de los Wayne no era precisamente la más tranquila que conociera, pero odiaba ver cómo Damian se veía ahí parado en el pasillo de la mansión, en especial con la noticia qué iba a compartir con Bruce. Habían decidido que él sería el primero en saberlo. Y no necesitaba de sus súper sentidos para saber qué a Bruce le importaba más cualquier cosa que no tuviera qué ver con su hijo biológico.
- Y yo no quise contestarte.- El ojiverde apretaba el volante con fuerza, no queriendo entrar en una discusión con el mitad kriptoniano.- Deja el tema en paz.-
No era la primera vez, y Jon lo sabía bien. No era la primera vez qué Damian, quién se la pasaba quejándose de su familia cada que podía, era siempre el que los defendía cada vez que alguien que no fuera él hablaba mal de ellos, en especial tras algún argumento o discusión que lastimaba al de piel morena. Y eso, era lo que más frustraba al ojiazul.
- Tal vez hubiera sido mejor qué nunca conocieras a tu padre.-
El repentino frenón hizo que golpeara su frente con el tablero del vehículo.
- ¡Ouch!- Se quejó pese a qué no le dolió. Beneficios de tener un cuerpo de acero.- ¿Porqué hiciste eso?-
Le iba seguir reclamando cuando notó lo silenciosamente tenso qué se había puesto. Usando su súper audición, se dio cuenta de qué los latidos de Damian eran algo lentos, como si tratara de calmarlos. Después de todo, Jonathan era un detector de mentiras andante.
- No... no sabes lo qué dices, Kent.- Seguía apretando el volante, con la mirada perdida, fija en el camino, temiendo que su acompañante vea su rostro.- Entiendo qué estés molesto, pero padre ...-
- Y ahí vas otra vez, a defenderlo.- Se cruzó de brazos sin ocultar su enfado.- "Buah, buah, padre ama más a los adoptados, pero ellos fueron primero en su vida", "Padre me hace menos, pero está bien, yo aguanto"-
Damian, con los ojos muy abiertos, parecía que se le había olvidado respirar al escuchar todo lo que salía de la boca de Jonathan. Sabía que lo hacía a causa de su mal carácter, que era más frecuente cuando era un niño, y que no tenía la finalidad de lastimarlo, ya que en raras ocasiones decía las cosas sin pensar, ni con mala intención, Y era por eso mismo, cuando ocurría, que sus palabras dolían más que una espada atravesándole.
Pero Jon aún no terminaba.
- "Buah, buah, padre no confía en mí a causa de mi pasado, y tiene razón en hacerlo." ¿Pues adivina qué, Batman? ¡Sí tanto te molestaba lo qué Damian tuvo qué hacer en la Liga de los Asesinos, no lo debiste recibir en tu casa desde un principio!-
El mitad kriptoniano jadeaba tras gritar lo último, y era lo único que se oía en el interior del auto. Mas si hubiera puesto más atención, se habría dado cuenta de que el corazón de su pareja se había detenido por un segundo. Sin embargo, el silencio que reinaba, avivaba con fuerza el coraje en Jon, quién confundió la falta del habla del otro por enojo.
- No me voy a retractar, Damian.- Jon se cruzó de brazos, volteando la mirada rumbo a la ventana.- Tengo razón y lo sabes.-
Con lentitud, soltó el volante. Miró de reojo al ojiazul, poniendo sus manos sobre las rodillas, con la mente en blanco.
- Llévate el auto.- Sin inmutarse, se quitó el cinturón de seguridad y abrió la puerta.- Regresaré caminando.-
Salió del vehículo y cerró la puerta sin azotarla, por más molesto estaba con la actitud de Jon, prefería irse bajo el cobijo de las estrellas antes que empeorar la situación.
Kent suspiró, frotándose las sienes producido por el estrés. No le gustaba pelear con su pareja, mas en esta ocasión era algo inevitable. Suspirando, se pasó al asiento del conductor para encender el automóvil y regresar a su hogar. Sabía que no se lo encontraría en el camino, posiblemente porqué se la pasaría saltando en los techos de los edificios, o estaría sentado en un árbol o un rascacielos, atrapado en una pesada soledad.
No estaba enojado con él, pero su paciencia ya había alcanzado su límite, y ya estaba harto de que esa situación se repitiera una, otra, y otra, y otra vez.
Estacionó en la cochera, apagó el auto y estaba tan tenso, que sentía que sus manos se habían fundido con el volante. Inhaló y exhaló un par de veces, hundiéndose en el asiento, moviendo su cabeza hacia atrás, mirando el techo. Mañana, mañana lo hablarían con más calma y cerró los ojos.
- Dami.-
Sí, mañana sería otro ...
*BOOM*
La explosión le hizo abrir abruptamente los ojos, y giró a todas partes buscando el origen del ataque. Fue cuando se dio cuenta de qué ya no estaba en el vehículo ni en la cochera de su casa. Se dio un vistazo rápido y descubrió que estaba vistiendo su traje de Superman.
- ¿Qué está pasando aquí?-
La respuesta tuvo que esperar, justo en ese momento pudo sentir cómo otra explosión daba lugar muy cerca de él. Se estabilizó en el aire y decidió dirigirse a lo que parecía ser el campo de batalla, cuyo rastro era bastante desolado.
- Oh, Dios.- Se llevó una mano a la boca, sintiendo la bilis subir por su garganta.- ¿Cómo ...?-
El camino delante de él era uno que no se esperaría encontrar jamás; los edificios derrumbados, estructuras destruidas, fuego y cenizas consumían y carcomían todo lo que tocaban. Cientos de cuerpos mutilados y despilfarrados por doquier hacían llenar de lágrimas los ojos del joven héroe, quién veía horrorizado el panorama apocalíptico. ¿Qué clase de villano sin corazón pudo haber hecho todo esto?
- ¡LOCALIZAMOS EL OBJETIVO! ¡DISPAREN!-
Cientos de saetas rasgaron el aire, brillando como estrellas fugaces de un reluciente color verde.
Jonathan, aún con toda su súpervelocidad y habilidad de volar, no pudo evitar que la cercanía de las flechas, cuyas puntas estaban recubiertas de kriptonita, lo debilitaran lo suficiente como para que un par de ellas se clavaran en su cuerpo. Una le atravesó la pierna, la otra se incrustró en el abdomen.
- ¡AAAAAAH!- El joven Superman gritó, y cayó estrepitosamente al suelo, arrastrando escombros y restos de cadáveres con él.
Intentó ponerse de pie, pero la flecha en su abdomen le hacía difícil el lograrlo. Y justo cuando trató de quitársela de encima, ya qué la otra saeta se había roto y por lo tanto sería imposible lograrlo sin ayuda, varias personas vestidas de negro, de pies a cabeza, lo rodearon apuntándole con diversas armas, las cuáles iban desde dagas, espadas, lanzas, hasta armas de fuego de alto calibre.
- ¿¡QUIÉNES SON ...!?- Un fuerte golpe en la nuca lo interrumpió, comenzando a perder la conciencia.- ¿ ... Us... te... des ...?-
Todo a su alrededor se iba oscureciendo, y como si estuviera bajo el agua, oyó una última cosa antes de desvanecerse.
- Espósenlo y pónganle el collar. Llévenlo ante el Señor Ra's Al Ghul.-
Ra's Al Ghul. No sabía porqué, pero era como si conociera ese nombre, ¿dónde lo había escuchado antes? Ah, sí, era el nombre del abuelo de Damian, qué era un hombre muy peligrosamente viejo. Más de 600 años, si lo que Dami le decía era cierto.
Un momento.
¿Y Damian?
¿¡Dónde está Damian!?
Tal vez no habría razón para preocuparse, era su abuelo y a pesar de todo se respetaban y querían, mas eso no garantizaba que Ra's fuera un buen hombre, y que esto fuera obra de él, digamos, no le daba buena espina.
No.
Tenía que encontrar a Damian.
Un fuerte golpe en el rostro lo obligó a despertar abruptamente. Su mirar tardó un momento en ajustarse, en parte por qué no tenía idea de cuánto tiempo había quedado inconsciente, y el collar, el cuál claramente era hecho con kriptonita al sentirse débil y más susceptible al dolor.
- ¿Qué?- Aún seguía aturdido, a causa del golpe y la falta de consciencia. - ¿Dónde ...? ¿Dónde estoy?-
- Déjennos solos.- Escuchó una voz recia, que inspiraba temor y obediencia pronta, que provenía de un hombre, cuyo rostro estaba oculto tras una máscara de chacal de oro y jade, que estaba sentado en un trono dorado y cubierto de joyas preciosas.- No quiero que nadie me interrumpa.-
Pese a que la kriptonita anulaba sus poderes, supo que en efecto se habían quedado solos. El hombre del trono, quién vestía ropas hechas de telas finas como la seda y adornos hechos de hilos de oro y plata, se acercó a él con una larga espada de hoja curva.
- Bienvenido a mi humilde morada, alienígena.- Posó la punta de la espada sobre su pecho, sabiendo que podría atravesarlo gracias al collar.- Lamento mucho que nuestro primer encuentro sea de esta manera, mas eso podríamos culparla a las circunstancias.-
Jonathan, ahora un poco más despierto, se concentró en observar sus alrededores, así como checar si había vías de escape disponibles. Notó de inmediato que ya no tenía las flechas clavadas en su cuerpo, pero sus heridas no habían sido atendidas tampoco. Sus manos se encontraron rodeadas de pesadas cadenas detrás de su espalda, no existían ventanas, por lo que estaban en un piso subterráneo; y sólo había dos entradas a ese cuarto.
Tenía qué hacer algo, ganar tiempo y sacarle información a la vez, pero existía algo más importante.
- ¿En dónde está Damian?- Exigió saber, ya que era su única esperanza de que ambos salieran de ahí.
- ¿Qué?- El líder, porqué estaba seguro de qué se trataba de él, se tensó por un breve instante, lo que le delataba que el joven héroe se encontraba en las instalaciones.
- Dije.- Habló molesto, pero tenía qué hacer tiempo para que el otro llegara.- ¿En dónde está Damian?-
Ni aún con todos sus poderes al máximo hubiera tan rápido. Tardó más la espada de hoja curva en caer al suelo, que el villano frente a él sacar una afilada daga, cuya hoja resplandecía con un brillo verdoso, sentir la sangre correr por su cuello y la presión qué le cortaba la respiración.
- ¿¡DÓNDE ESCUCHASTE ESE NOMBRE, MALDITO ASQUEROSO ALIENÍGENA!?- Apretó con más fuerza la daga contra su cuello.- ¡NADIE QUE SIGA VIVO CONOCE EL NOMBRE DEL CUERPO RECIPIENTE! ¡TE LO PREGUNTARÉ UNA ÚLTIMA VEZ, SUCIO ALIEN! ¿¡DE DÓNDE CONOCES ESE NOMBRE!?-
Jonathan sintió cómo se le helaba la sangre tras oír aquello. Si lo entendía bien, y era bastante claro como el cristal, ésas exclamaciones sólo significaba una sola cosa.
- ¿¡QUIÉN ERES Y QUÉ HICISTE CON DAMIAN!?- Si no fuera porqué tenía puesto el collar con kriptonita, ya le hubiera atacado con su visión láser.- ¡RESPONDE!-
- ¿Qué acaso no pones atención a lo que te dicen, medio alien?- El tipo se puso de cuclillas frente a él y le tomó de los cabellos, mientras se quitaba la máscara de encima, haciendo que Jon se quedara mudo de la impresión al ver el rostro de aquél a quién amaba tanto.- Soy Ra's Al Ghul. Soy la Cabeza del Demonio.- Acercó peligrosamente su rostro al de Jonathan.- Y mi misión en este mundo es limpiarlo de esa peste maldita y maloliente que es la raza humana.-
Posó la punta de la daga sobre la mejilla del kriptoniano, haciendo que un hilo de sangre corriera sobre ésta.
- Mi nieto, al qué tú vulgarmente te refieres como Damian, fue concebido para sucederme cuando llegara el momento. Mejorado genéticamente desde antes de nacer, para ser el mejor humano sobre la faz de la tierra, y entrenado hasta el límite de su capacidad en distintas disciplinas, lenguas y artes. Toda una promesa.- Por un momento, los ojos de Ra's brillaron, mas en el mismo instante ese brillo desapareció sin dejar rastro.- Fiel, leal, de firme convicción, una rabia exquisita y gran voluntad para lograr lo que se propusiera. Sin embargo, tenía el más terrible de los defectos, un corazón vulnerable, débil, el cuál nublaba su juicio justo cuando tenía qué tomar decisiones importantes.-
La sonrisa retorcida que apareció en su rostro combinaba con el destello de locura en el mismo.
- Era una pena, en verdad que sí. 10 años y tener tanto potencial sólo para desperdiciarlo en trivialidades. Por lo que decidí darle un buen y mejor uso.-
El estómago del joven Super se retorció de dolor al leer entre líneas a lo que se estaba refiriendo.
- ¡MALDITO!- Gritó con rabia y desolación, con los ojos cristalinos y llenos de lágrimas.- ¿¡CÓMO PUDISTE HACERLE ESO A TU NIETO!? ¡ERA SÓLO UN NIÑO!-
- Tú mismo lo dijiste, alien. Era mío antes que de su padre o cualquier otro que pudiese reclamarlo de su pertenencia.- Alzó el rostro disfrutando de un recuerdo, como si lo estuviera viendo en ese instante.- Mi victoria más grande fue cuando el Detective se dio cuenta. ¡JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA! ¡ÉL, QUÉ PROCURABA SABERLO TODO, NO SABÍA QUÉ TENÍA UN HIJO!- Bajó la mirada, observando sus manos.- Por lo que éstas manos le ahorraron una eternidad de vergüenza y autodecepción. A él y su entrometida Liga de la Justicia, luchando por salvar a esos patéticas excusas de seres humanos.-
Alejó la daga de su mejilla y saboreó la sangre que la manchaba. Le sonrió, satisfecho, y apretando más sus cabellos, le alzó la cabeza mientras lo veía directo a los ojos.
- Mas ahora veremos qué harán esas pestes al ver exhibido, desde el edificio más alto de la Tierra, el cadáver de su último símbolo de esperanza.-
- ¡No!- Y quedó en silencio repentinamente.
La daga se abrió paso con tal facilidad, qué hacía ver su cuerpo como si fuera hecho de papel o de seda. Sentía la sangre escurrirle por la boca, ahogando sus sollozos y palabras finales. Cerró sus ojos, arrepentido de haber siquiera pensado en qué su pareja hubiera tenido una mejor vida si Bruce no formara parte de la misma, si éste iba a ser el resultado.
~Perdóname, Damian ...~
~Jon~
Lo que más le dolía, era la mirada retorcida y maligna en el rostro de aquél a quién tanto había amado. Riendo a carcajadas al saberse ganador de un mundo decadente y moribundo.
~Nunca ... Debí haberte dicho eso ...~
~Jon~
Un mundo qué pagaba con creces. Un mundo qué había perdido mucho, más de lo que nunca se hubiera imaginado.
~Lo ... lo siento ... Dami ...~
Un mundo ... Sin Damian.
~Jon~
Podía sentir como su cuerpo se enfriaba rápidamente y qué se hundía en una oscura espiral interminable de la cuál, estaba seguro, no podría salir nunca.
~¡JONATHAN!~
Sobresaltado, abrió los ojos de golpe al oír el grito. Su respiración era errática y podía sentir cómo el corazón le latía con tanta fuerza, que podía percibir la tensión en cada uno de sus músculos. Desorientado y tembloroso, giró la cabeza a todos lados, sin entender en dónde estaba ni porqué no estaba muriendo, tal como sucedía momentos atrás cuando la daga de kriptonita le había atravesado el pecho.
- Ah.- El roce de unos dedos lo hicieron voltearse violentamente a la dirección de donde provenían.- ¿Da... Dami?-
Tembló aún más, sin poder controlarse. Sin embargo, la persona que estaba a un lado suyo tenía surcos en su rostro a causa de la preocupación, y no eran como unos instantes atrás, las de un maniático que no le importaba nada ni nadie con tal de conseguir lo qué quería.
- Jon, ¿qué tienes?- Con mucha delicadeza, la mano de Damian se apoyó en su mejilla, y luego se posó en su frente.- ¿Qué pasó? Estás pálido y muy frío.-
- Da-Damian ...-
- Aguanta, Jon.- Se quitó el saco qué traía puesto y lo puso encima de Jonathan.
Le desabrochó el cinturón de seguridad y con cuidado, lo sacó del auto, cerrando la puerta con la pierna. Con la mayor gentileza que podía usar, introdujo a su pareja al interior de la casa donde ambos vivían y lo recostó en el sofá. Para ese entonces, Jon tenía los ojos cerrados, con lágrimas corriéndole por las mejillas, repitiendo el nombre del árabe una y otra vez, temblando sin parar.
- Da-Dami ... -
- Aquí estoy, Habibi.- Con sábana en mano, Damian lo arropó, acomodando luego los cojines del sofá para su comodidad.
Tuvo que dejarlo por un momento para ir a poner agua a hervir para prepararle un té caliente, además de buscar una toalla y una vasija con agua para limpiarle el rostro.
-¿Ya te sientes mejor, Jonathan?- Preguntó casi media hora después, viendo qué tomaba el té de manera lenta y pausada, mientras le frotaba tanto los brazos como la espalda.
- S-Sí.- Respondió con una pequeña sonrisa el medio alien, quién poco a poco lograba dejar de temblar, y sentía que el té le ayudaba a estabilizar la temperatura de su cuerpo.- Gra-Gracias, Gatito.-
- Cuando gustes, Amado.- Ignoró el apodo que tanto le molestaba, acariciándole la mejilla y sus cabellos.- Jon, ¿qué sucedió? Debió ser muy grave como para que la temperatura de tu cuerpo descendiera demasiado.-
Kent dejó de sonreír y miró fijamente la taza de té qué tenía entre sus manos.
- Damian.- Jon sentía cómo todo lo qué había consumido ese día quería salir de su boca, mas necesitaba saber con urgencia la verdad.
- ¿Sí, Habibi?-
- Yo ... no, no me preguntes cómo lo sé ... - Tomó un poco más del té antes de continuar.- Ne-Necesito saber.- Las lágrimas corrían de nueva cuenta, como cascadas, de sus ojos hinchados. Y no tuvo el valor de verlo a la cara.- Tu abuelo, Ra's Al Ghul, planeaba usar tu cuerpo como recipiente para su alma cuando tenías 10 años.-
No era una pregunta en sí, sino un hecho. No importaba si hubiese ruido o no, Jonathan podía escuchar claramente cómo el aliento se atoraba en la garganta de Damian, sus músculos se tensaban y el corazón le latía pesadamente. Y esa era la confirmación que necesitaba.
- El cuerpo de mi abuelo estaba muy deteriorado.- Comenzó a explicar tras una corta pausa que se antojaba larga.- Y el ritual tenía más probabilidad de éxito con personas que compartieran un vínculo de sangre.- Desvió la mirada con un brillo de vergüenza en ellos, mientras se pasaba una mano sobre sus cabellos.- Es gracias a padre, que aún sigo aquí. No puedo ignorar eso como si nunca hubiera pasado.- Suspiró profundo, y apoyando los brazos sobre las piernas, giró la cabeza para ver al medio kriptoniano.- Ahora que ya respondí lo que querías saber, contesta, ¿cómo fue qué te enteraste sobre eso? Sólo mi familia lo sabe.-
Entonces le contó acerca del sueño, con lujo de detalles, qué tuvo desde que regresó a la casa, hasta que el otro lo despertara, al encontrarlo dentro del vehículo.
- Aún no entiendo, ¿cómo pude soñar algo como eso? Se sentía ... tan real.- Se llevó una mano al pecho, frotando justo donde sintiera la aleación de metal y kriptonita abrir la piel para enterrarse en su interior.
Sabía que era un sueño de algo que no ocurriría, pero aún así podía seguir sintiendo el dolor, oler la pestilencia de los cadáveres y el peso de las cadenas en sus brazos. La vivencia de esto se sentía tan real, que le calaba hasta los huesos.
- Mmm, es posible que, sin que te hayas dado cuenta, se tratase de un viaje astral.- El moreno se llevó una mano a la boca.
- ¿Viaje astral?-
- No sería raro dado el tipo de vida que llevamos.- Explicó.- Es posible que tu mente y alma se hayan separado de tu cuerpo, viajando por el tiempo y espacio a otra dimensión, en la cuál había una línea de tiempo distinta a la qué vivimos, en la cuál sucediera lo que tenía que ocurrir.- Se pasó una mano sobre el rostro.- La otra explicación sería magia, pero no he encontrado ninguna brecha de seguridad, ni rastros mágicos de cualquier tipo. Por lo tanto, es más factible lo primero que lo último.-
- Comprendo. Pero, Dami, ¿porqué no me dijiste nada?- La angustia hacía que se le revolviera el estómago.- Yo, yo pude ...-
- No podrías haber hecho mucho en ese entonces.- El tono triste en la voz de Damián le dolía en el alma.- No nos conocíamos todavía, y aún si así hubiera sido, tampoco tenías desarrollados tus poderes. Además, de qué mi familia no me había aceptado del todo.- Se mordió el interior de la boca al recordar cómo Tim rechazó ayudarle.- Y te conozco bien, Jon, que estoy seguro que hubieras caído en un psicótico frenesí de mantenerme a salvo de la Liga y mi abuelo.-
Le puso una mano sobre el antebrazo, dándole un leve apretón.
- Sólo olvídalo, Habibi. Ya pasó y no se volverá a repetir.-
Podía entenderlo, no era un tema que se pudiera tomar a la ligera dada la gravedad de la que se trataba, y aún cuando le dolía que Damian no le había tenido la suficiente confianza en decírselo, ese no era no tiempo para hablar de ello. Existía algo más importante qué discutir, y mirando de reojo al de ojos verdes, quién se abrazaba a sí mismo el vientre, se enderezó en su lugar, poniéndose serio.
- Lo siento, Damian. Pero hay algo más de lo que debemos qué hablar. Tenemos qué cortar por lo sano.-
.~o0o~.
Pese a qué quería seguir trabajando con unos casos en la baticueva, también debía mantener su fachada como el millonario que era, por lo que se regresó a su estudio a revisar algunos documentos. Fue justo antes de abrir la puerta que se dio cuenta de que alguien lo esperaba.
- Jon, no sabía qué estabas de visita.- Dijo sin mirar a la silueta que estaba cerca de las ventanas.
El más joven no le contestó de inmediato. Caminó hacía él, quedando a una distancia prudente del Gothamita.
- Señor Wayne, tenemos qué hablar.- Le dijo muy serio.
Bruce suspiró, porque ya más o menos sabía de lo que quería platicar el joven Superman. Se apoyó sobre el escritorio, mientras le señalaba el sofá para que tomara asiento, mas éste negó con la cabeza.
- No tengo mucho tiempo.- Le advirtió.- ¿De qué quieres hablar?-
El kriptoniano sentía la boca seca, y más porqué la mirada del antiguo Batman seguía siendo igual de atemorizante.
- Yo ... Es sobre la reunión, la de la última vez.-
Bruce se llevó una mano al puente de la nariz, sabía que las cosas con Damian no estaban bien, y la última vez que se hablaron de frente, éste deseaba decirle algo con urgencia.
- Creo que eso es algo qué debería estar discutiendo con Damian, Jonathan.-
- Sí, es verdad, señor Wayne, pero Damian por el momento no quiere hablar con usted.- Ladeó la cabeza y suspiró.- De hecho, él no sabe que estoy aquí.-
No le sorprendía en lo absoluto, porqué el joven en ocasiones era muy impulsivo, y se dejaba llevar por sus emociones.
- Jonathan, por favor, ve directo al grano, en verdad tengo mucho trabajo por hacer.-
- Yo ... Bien, entiendo.- Tragó saliva, tratando de calmar su temperamento.- Esa noche, Dami y yo discutimos al poco tiempo de irnos de la mansión. Y sin querer ni pensarlo, dije algo de lo que me arrepentiré toda mi vida por siquiera sugerirlo.- Se aclaró la garganta.- Pese a qué ustedes no se llevan bien y en ocasiones no están de acuerdo en cómo hacer las cosas, Damian lo respeta y lo admira demasiado. Pero usted, usted siempre ha visto un lado de la moneda en lo qué respecta a él. Y yo.- Cerró los ojos, desviando la mirada.- Yo sólo veo caer esa moneda al suelo.-
No necesitaba que nadie se lo dijera, menos que se lo recordaran. Bruce sabía qué había actuado mal con su hijo. Pero el orgullo Wayne lo volvía ser terco, y no permitiría que alguien lo tildara de villano.
- Sí lo que Damian tenía qué decirme ese día era tan importante, ¿porqué no lo hizo?- Se dio media vuelta, dándole la espalda al más joven.- Ya han pasado varios días, y yo no ...-
- Damian y yo encontramos la manera de tener un bebé.- Soltó de pronto el medio alienígena.- Sin usar el ADN de terceros, y por nuestros propios medios.- Tras una breve pausa, agregó.- Vas a ser abuelo, Bruce.-
Pocas cosas pasmaban al antiguo Caballero de la Noche, y esa noticia no era la excepción. Pero antes de qué pudiera decir algo, o respirar de vuelta, Jon se alzó del suelo, acercándose a la ventana abierta.
- Hemos tomado una decisión.- Dijo muy serio.- Falta que tú elijas una.-
Salió por la ventana, y surcó por los cielos a gran velocidad. Hablar con Bruce Wayne siempre lo hacía sentir como un perdedor, porqué no importa si tuviera la mejor mano, él lograba desestabilizarte.
Pero no hoy.
Hoy, Jonathan Samuel Kent se arriesgó, apostó y salió ganador.
Y recordaba, mientras el viento le golpeaba la cara y alborotaba sus cabellos, el momento en qué ambos tomaron la elección, una muy importante en sus vidas.
~*~Flashback~*~
- Lo siento, Damian. Pero hay algo más de lo qué debemos qué hablar. Tenemos qué cortar por lo sano.- Al ver la expresión de sorpresa en su rostro, le tomó de las manos e hizo movimientos circulares con sus pulgares.- Entiendo qué es tu padre y que estás agradecido de que exista en tu vida, pero tu relación con él te está destruyendo cada vez más rápido. Ya no puedo verte más así, Dami, no es justo.-
~You're all that I've got.~
- Jon.- Quiso hablar pero el otro le puso una mano sobre sus labios.
~When it's dark, I have a light,
(You're my light) a light.~
- Permíteme continuar.- El medio kriptoniano se limpió un poco la nariz y remojó sus labios.- No te pido que lo saques de tu vida por completo, sólo que veas el daño que te está causando a ti, a nuestra relación. Dami, vamos a tener un bebé y no quisiera, en un futuro, tener qué hacerle entender que su abuelo no es alguien malo, sino que no se dá cuenta de cuánto lastima a su papá.-
~I finished the line, but my heart's on my own time.~
Al ver que el vigilante nocturno no decía nada, lo tomó del rostro y puso su frente contra la suya.
~(You're my light, you're my light)~
- Por favor.- Le suplicó con un susurro.- No lo hagas por mí, ni por el bebé. Házlo por ti. Por favor.-
~Don't you want to push?~
- Jon.- El moreno de ojos verdes puso sus manos encima del ojiazul.- ¿Y sí, y sí él ... sí él ... ya no ...?-
~Don't you want to fight?~
Gracias a su herencia kriptoniana podía darse cuenta de lo que otros pasaban por alto.
~Don't you ever talk to you mind?~
- Entonces estaré contigo, Dami.- Soltó su rostro para abrazarlo con cuidado.- Te lo prometo.- Lo sintió asentir en silencio.
~You can make that come alive!~
Y fue así como despertaron la mañana siguiente, recostados en el sofá, abrazados.
~*~Fin del Flashback~*~
~Create with me a work of art.
I'm on a high with you, that could last all night.~
- Seremos nosotros tres, Dami, contra el mundo.- Se dijo a sí mismo.- Tú, yo y el bebé.-
~I wanna run (outside), I wanna run into the night.~
Se detuvo abruptamente en el aire cuando le llegó la realización.
~I wanna step into a dream with you.~
- El bebé. Nuestro bebé.- Se llevó una mano a los labios, que se expandían en una sonrisa.- Vamos a ser padres. ¡Vamos a ser padres!-
~I wanna run (outside), I wanna run into the night.~
Con ahínco, dio varias piruetas en el aire, y retomó el camino de regreso a su hogar, a Damian.
~I wanna step inside 'cause I know what we can do.~
- ¡YUJÚ!-
~Ooh, ooh, ooh.~
Fin.
Lo primero qué pensé, una vez que había encontrado la justificación para la existencia de este one-shot, era que en el futuro alterno era algo así como qué Damian fuera una especie de soldado que mata a sangre fría todo lo que se mueva. Luego recordé que en los cómics Ra's Al Ghul había decidido usar a Damian como su nuevo cuerpo, mas él como Talia no están de acuerdo y huyen a Gotham por ayuda, la cuál es negada por el mismo Tim Drake. Y esa fue mi idea ya completada.
Ahora bien, sobre lo del sueño astral y el viaje en el tiempo, fue una conversación que tuve hace muchos años cuando cursaba la preparatoria. Alguien me contó que era posible que uno pudiera de manera inconsciente realizar un viaje astral cuando se está profundamente dormido, viajando a través del tiempo y el espacio, regresando a nuestros cuerpos justo antes de despertar y no recordar nada al momento de abrir los ojos, y lo asociamos con el déjà vu, el cuál es la sensación de que algo que estás haciendo en el momento ya lo habías hecho antes. Sí creo en esto, porqué aún cuando no lograba recordar casi nada de mis sueños al despertar, veía fragmentos que olvidaba, no obstante, tiempo después tras realizar ciertas cosas recordaba al instante que eso que estaba haciendo yo lo había soñado. Y me tenía qué sujetar de algo porqué cuando mi cerebro lo registraba, sentía que me absorbían todas mis fuerzas y caía al suelo. Me ocurría con cierta frecuencia en mi juventud, mas no en un grado alarmante. Otra cosa que me hace creer esto era que en algunas ocasiones mi hermana menor me despertaba por las noches. Ella me decía asustada, "es que no respirabas, ni te movías", por lo qué sospecho que estaba en un sueño astral.
Dx No pensé tardarme tanto, pero tuve muchas dificultades y obligaciones, que no me daba tiempo. Sin contar que se me es difícil teclear en el celular y la laptop vieja que poseo se desconecta a cada rato del internet que provocaba se borraran todos los avances qué tenía y ya parece estar marchando la fúnebre. u.u Lo siento.
Ok, les explico el final; con el estrés de cómo Bruce podría tomar la noticia, y la discusión que tuvieron, lo que menos les pasaba por la cabeza era el bebé. ¿Quién puede culparlos? Y pues, sobre cómo es el procedimiento y todo eso, se los dejo a su imaginación, ¿ok? ;DLa canción del final, la cuál no es usada con fines de lucro, se llama "I want to run" y es de Mates of State, la oí tras ver algunos sketches de Studio C, los cuáles son muy graciosos. :D Sentí que esta canción es perfecta para Damian y Jon, además de que tiene una bonita letra. :3}
._. Ya es hora de volver con los "Relatos épicos de una Batifamilia disfuncional", y con mi primer fanfic de capítulos múltiples. :) Espero que les guste saber cuál será.
No me queda más que agradecerles de antemano por leer esto y perder su tiempo al hacerlo. :3 Tengan una bonita semana.
;D ¡Nos vemos!
