Lala Lulu: Hola! Hoy nomás habrá mucha acción, sangre y tripas ¡Qué rrrico! XD. Pero lo importante es que uno de los secretos será revelado ¿Qué pasó hace diez años? La Traición de los Reyes Vegeta, al menos desde el punto de vista de nuestros desafortunados protagonistas ¡A leer se ha dicho!
¡Advertencia! Si ya has leído mi historia anterior sabrás que yo no escribo Lemon, sino Smut, mucho Smut. Smut es sabrosura primero, explicaciones después. Así que esto es para adultos ¡Porque soy una maldita pervertida!
No me pertenecen los personajes, son Creaciones de Akira Toriyama y Naoko Takeuchi. Hecho por un fan, para algún otro fan que ande dando vueltas por la Vía Láctea…
Capítulo 7
Hace Diez años, en el Planeta Vegeta…
El Príncipe Vegeta junto con Nappa y su escuadrón, volvían de urgencia por un llamado inesperado, que recibieron de parte del Rey.
El Heredero caminaba muy firme. Al parecer es algo importante, sino no se explica el hermetismo. Abren la puerta doble. —Sus Majestades… —Vegeta se inclina, tiene su traje negro de entrenamiento. Siente que los Guardias cierran las puertas detrás y no queda ninguno dentro de la sala del trono. También siente algo inesperado, la mano de su padre sobre su hombro excusándolo. Se endereza y frunce la mirada, lo que debe pasar es grave.
Justo que el Rey Vegeta ve a su hijo tomar aire para hablar. —Ya hijo, no hacen falta formalidades… —Ve que parpadea confundido, nunca fue afectivo ni lo ha tocado más que para entrenar.
Selypar actúa relajada, sonriendo. —Hijo, esto es importante. Acércate. —Toma al Príncipe del otro hombro y lo acercan para hablar en las escaleras del trono.
Vegeta parpadea extrañado, jamás sus padres han sido de ésta manera. Hasta se sientan uno junto al otro, como si fueran compañeros de escuadrón.
—Hijo, lo que te voy a decir necesita ser de lo más confidencial. —El Rey Vegeta lo enfoca a los ojos. —Una misión que sólo tú puedes completar…King Cold, nos ha amenazado con su hijo Freezer. Nuestros límites con sus dominios, están chocando y creando tensión.
El Príncipe abre grande la mirada. — ¿Cómo amenazado? ¿Nos ha declarado la guerra?
—Todavía no hijo… —Selypar toma su mano y lo sorprende. —Pero si no hacemos algo, es lo más seguro… Tu padre y yo, estamos de acuerdo con que sólo el SuperSaiyajin puede vencerlo. —La mirada del Príncipe Vegeta queda en shock. Selypar le da una sonrisa y la asiente muy suave. —Sí, tú eres nuestra única esperanza.
El Príncipe niega con la cabeza. —Eso… Eso no es posible, sé que los expertos han dicho que nadie me ha superado, y que yo puedo llegar a serlo. —Su voz tiembla un poco. —No, no creo. —Su padre le pone una mano en su hombro. Toma aire muy profundo, jamás se ha sentido así de cerca de sus padres, como si algo cálido se expandiera en su pecho. Siempre le han enseñado que debe ser frío, que ocupar el trono demanda la razón, que los sentimientos y emociones son un obstáculo, un enemigo interno a vencer. Porque frente al enemigo no debe dudar, que las demostraciones de afecto son debilidades de los Guerreros de clase baja.
Selypar ve al Heredero demasiado confundido y consternado, llama su atención. —Vegeta, hijo. Escúchanos con atención, necesitamos infiltrarnos. Tenemos sospechas que King Cold, envía a su hijo a hacer negocios clandestinos en nuestro territorio. Trafican no sólo objetos valiosos, sino también alienígenas de nuestra Galaxia, los venden como esclavos. —Muy preocupada le relata. — Tenemos que saber, quién es su contacto dentro del Imperio.
—El plan es, que armes un escuadrón pequeño para no llamar la atención. —El Rey Vegeta le explica. — Que usen al prisionero Broly como excusa, que van a transportarlo a otra cárcel…
—Broly, es muy peligroso. Su nivel da saltos y sin las pulseras que lo inmovilizan—El Príncipe explica, pero siguen.
—Tiene que ser lo más creíble posible. —El Rey insiste, mira a la Reina de reojo. —Con los brazaletes puestos, no tendrán problemas.
El Príncipe Vegeta mira sus manos, cierra sus puños muy decidido. —Bien, debo armar un escuadrón, pero con Guerreros de clase baja. Si no, sabrán que me está protegiendo y— Hace una pausa, esto lo ha estado rondando por su mente una y otra vez.
— ¿Y…? ¿Qué sucede? —Selypar pone una mano en la frente del Príncipe, lo mira casi con dulzura. —Confía en nosotros. Hijo mío… —Pudo verlo realmente consternado por sus gestos.
—Y creo que es momento de hacer las cosas de manera diferente. —Toma aire, si sus padres confían en él, él hará lo mismo. —Debemos armar aún más escuadrones, que se ocupen de los crímenes de Guerra que se dan en los planetas, que pertenecen a nuestra Galaxia. Si bien las purgas… Son un método con el que comerciamos, creo que es un método sangriento. Muchos planetas se asociarían con nosotros a voluntad, si no hiciéramos lo mismo que King Cold. —Ve a ambos de sus padres parpadear grande. — Créanme, que sé a qué se refieren con esto. Porque he visto cómo, nuestros propios soldados, cometen crímenes de Guerra. Deben estar vendiendo esclavos a Freezer, en nuestras propias narices. Creo que es bueno que vean, la diferencia entre un Pirata espacial y un Guerrero de honor.
El Rey Vegeta lo escucha, mira serio a Selypar unos segundos, ella le asiente con la mirada afilada. —No tenemos dudas. Sólo tú puedes cumplir ésta misión. —El Rey Vegeta, toma aire duramente, lo toma de la mano y abraza a su hijo, lo siente frío del susto. Pero a los segundos responde al gesto. —Eres mi más grande orgullo… —El Rey Vegeta intenta que su voz no tiemble. —Recuérdalo.
Selypar se une al abrazo. —Jamás lo olvides, somos una familia. —Selypar mira a su esposo por encima del Príncipe. —Hijo mío. —Deja un beso en su cabeza y se recuesta sobre él.
—Mamá, Papá… Confíen en mí. — Se aferra fuerte a los dos, como nunca.
—… Necesitamos un escuadrón discreto y de clase baja. —Nappa comentaba, con un muy pensativo Príncipe.
— ¿Qué tal El Capitán Bardock? El Padre de Raditz… —Vegeta piensa, si bien el Capitán y su hijo menor son de clase baja. Es mejor tener a alguien listo y leal en caso de una urgencia.
—Raditz tendrá que ocultarse su rostro conmigo. —Nappa piensa en voz alta. — Luego de sus primeras purgas, él sigue tratando contigo.
—Jajaja, cierto. Pueden hacer un intercambio, puede darte su cabello. —Vegeta está de buen humor, se siente activo y con la mente en un camino claro y lleno de proyectos. Bulma tenía razón ¿De qué sirve tanta Guerra… Tanta miseria? Pueden asociarse con otros planetas, de otra forma, sin recurrir a prácticas tan obsoletas. —"Quizás, algún día pueda cambiar las reglas… Y casarme con ella…"—Sueña despierto, en tanto su misión secreta entra en acción.
Bardock camina con su hijo Kakarotto, que iba de mala gana a ésta misión. —…Quita ésa cara… —Bardock resopla hacia arriba, y acomoda su bolso en el hombro.
— ¿No te cae mal que nos hayan elegido porque somos de clase baja? —Se queja con su padre y recibe un golpe detrás de la nuca por parte de su hermano mayor.
—Sshhh ¿No te dijeron que esto era confidencial? —Raditz le recuerda y lo ve seguir refunfuñando. —Me gusta pensar que nos eligieron por "leales". —Golpea su pecho con orgullo.
—Aaahh, Nappa… —Bardock lo saluda antes de meterse a la nave. —El estrés del puesto te ha quitado cabello… —Se ríe un poco con sus hijos, hasta que ven al Príncipe Vegeta entrar.
Los ve dedicarle una reverencia y él los excusa. —Buenas noches, saldremos de aquí encubiertos, nadie debe saber que salí del Planeta. Si alguien los ve haciéndome reverencias, les parecerá muy raro. — Los saluda con un gesto de la cabeza. —A partir de ahora, todos nos tuteamos. —Todos asienten, y ahí ven ingresar al Prisionero Broly con su Padre Paragus.
Dan un paso atrás, se ve imponente así nada más, tiene la cabeza y los hombros hacia abajo. —Buenas noches… —Paragus saluda y explica el uso de las pulseras que drenan el Ki. —Su nivel, así de bajo como está ahora, pueden inmovilizarlo. Sin embargo, intenten tenerlo dormido. Si se sale de control, no habrá nada que lo detenga.
Kakarotto ve como lo meten y tratan como un animal. —Oigan si esto es sólo por las apariencias ¿Por qué tiene que ir así? —Habla en voz baja con su padre, revisa su Scouter. —Da casi cincuenta de poder…
—Kakarotto, no es que yo esté de acuerdo… —Bardock le explica. —Pero lo he visto perder el control en algunos entrenamientos, créeme que le dicen Legendario, con justa razón.
—Tiene más poder que el Príncipe Vegeta, pero sin control, no sirve de nada. —Raditz termina, y lo dejan en su celda.
Algo sucedió, algo tuvo que salir mal. No hay manera de que alguien los haya visto, la ruta que usaron para ir a los límites de la Vía Láctea, es una muy poco conocida. Los comerciantes y naves prefieren no usarla por el campo de asteroides. Así que fueron pilotando desde arriba y aun así algo o alguien pudo detectarlos; en el punto exacto donde estaban vulnerables.
Vegeta empieza a despertar en un piso frío, con las muñecas inmovilizadas hacia atrás. Tiene varios golpes en las costillas y en la nuca. Tose, en tanto busca reincorporarse, pero alguien pisa su cabeza, golpeándolo contra el suelo, presionándole el cráneo. Da gritos de dolor.
—Jmjmjm… Príncipe Vegeta… Es un honor conocerlo. —Lord Freezer quita un poco de presión para dejarlo ver.
—"¡No puede ser! ¡No puede ser!" —Vegeta no quiere creerlo, tiene a Freezer frente a él.
—Jaja, el niño Saiyajin prodigio. —Sonríe de lado y quita su pie. —Me siento en verdad decepcionado. Pero igualmente sorprendido. Juro que creí que, el Rey Vegeta no aceptaría el trato. Se me rió en la cara y me habló de que su primogénito sería el Dueño del Universo, un SuperSaiyajin. —Se ríe muy burlón.
Vegeta está agitado, la sangre corre por su frente hasta sus ojos. — ¿Eh? ¿De qué estás hablando? ¡Maldito gusano! —Pone un pie para enderezarse y un disparo láser sale del índice de Freezer, cae de nuevo gritando de dolor.
—Estoy hablando de que tu Padre aceptó el trato que le hice. —Le explica poniendo los brazos hacia atrás, uniendo sus puños. — Le dije que no destruiría su Planeta, si me daba a ése tal "Prodigio", hasta verifiqué con uno de mis espías. Ése Broly, al cual le dicen Legendario, también es una amenaza que debo eliminar.
— ¡No! ¡No es cierto!—Niega una y otra vez en pánico. — ¡Mi Padre nunca haría eso! ¡Me encomendó ésta misión porque confía en mí! ¡Me abrazó, tomó mi mano!
— ¡Jajajaja! —Estalla en carcajadas y quienes están detrás de él también. —Debiste haber sospechado ¿No te pareció extraña ésa demostración de afecto?
Los dientes de Vegeta tiritan de la furia, lo sigue negando, no lo cree. — ¡No te creo! ¡Maldita rata! ¡Suéltame y te mostraré el poder de Un Saiyajin!
—Si no le es molestia, mi Lord, lo matamos nosotros. —Ginyu sonríe y da un paso adelante. Pone una mano en su pecho. —La Patrulla Ginyu, no permitirá que ensucie sus manos con escoria.
El Príncipe Vegeta se endereza como puede, intenta abrir el ojo donde tiene el golpe, aun con los mareos. Muy seguro y con la mirada asesina lo desafía. —Me tienes atado y estás rodeado de tus Guardias. —Tira sus amarres en un intento de zafarse, pero drenan su Ki. —No eres más que un puto cobarde. —Ruge con los dientes apretados.
Freezer se gira en seco, los Scouters de la patrulla Ginyu estallan, y no hizo falta que el Príncipe tuviera uno puesto, ésa ola de poder lo choca, pero se mantiene firme. Presiona sus puños, tira sus agarres, siente sus muñecas lastimándose.
—Lord Free—
Freezer levanta una mano frenándolos de decir cualquier cosa. —Vayan con el Mago Babidi a ver a los otros Prisioneros. —Se retiran sin decir nada más. —Antes de soltarte… —Lo deja quedarse sentado en el suelo, se inclina a él con la mirada seria. — ¿Sabes dónde estamos? —Agitado el Príncipe Saiyajin le niega con la cabeza. — Estamos en Ganimedes, una de las lunas de Júpiter, en la Vía Láctea ¿Sabes quién me dejó entrar? ¡Mira! —Lo toma de la nuca y le muestra lo que hay alrededor del Búnker, oro, joyas, armas antiguas. —Justo hoy, teníamos un encargo de Armas Antiguas, del único planeta que hay vida de éste sistema Solar.
— ¡Eran ustedes! ¡Ustedes trafican armas y esclavos en nuestro territorio! —Lo acusa agitándose, su garganta duele.
— ¿Quién crees que nos vendía? ¿Quién crees que recibía las ganancias? La propuesta que les di a tu Padre y a tu Madre, era una manera de blanquear nuestros negocios. —Sigue y de nuevo le grita que no es cierto. —Bueno, admito que no sabían a quien le vendían, pero los escuadrones que secuestraban, robaban y saqueaban… Eran todos del Rey Vegeta.
—Basta, basta. No es cierto, no puedo creerte. —Presiona los dientes y los ojos.
—Lo creas o no. Ahora Los Saiyajin están bajo mi mando. —Le pasa un Scouter, pone una grabación en altavoz.
—Creí que su respuesta era indiscutible… —La voz de Lord Freezer se escucha.
—Creo que una pérdida de negocios, de éste calibre; es algo que nuestro Imperio no se puede permitir. —La voz de Selypar se escucha muy claro. —Y eso es algo, que le hice ver a mi esposo.
—Jaja… Su mujer es muy sabia. Y yo también, no soy ningún tonto. —Freezer cambia a un tono amenazante. —Si no me entregan a su Heredero y al Mutante, voy a cumplir mi amenaza, voy a hacer cenizas su Planeta.
—Sí, irá. Va a creernos, de eso no tenga dudas. —El Rey Vegeta afirma muy serio.
Todo su cuerpo se afloja, todo su ser cae desplomado al suelo. El Príncipe Vegeta ha recibido el golpe mortal, de las propias manos que le han dado la vida. Siente que sueltan sus agarres, sin embargo, ya no le quedan fuerzas para luchar contra nada.
—Y mira nada más… Es un Gran día para tu padre. —Busca la transmisión en vivo. —Le di la identidad de aquellos, que querían traicionarlos.
—Bul…Ma… —Musita mientras el Scouter muestra la ejecución de varios terrícolas, y la familia Briefs completa. Con sus ojos azules escurriendo en lágrimas, encadenada. La ve arrodillarse firme, y el Rey Vegeta, junto a la Reina y sus Élites. Les cortan la cabeza frente a la multitud, como una advertencia a quien se atreva a desafiarlos de nuevo. — ¡Maldito insecto! —Al fin estalla contra quien tiene frente a él. A fin de cuentas, las habladurías tenían razón, ellos terminaron siendo igual que Freezer. Intenta golpear a Freezer, lo más rápido que puede, en cada movimiento pone todas sus fuerzas, se siente quemar de la ira. Eleva su poder, pero ni así parece acertar un golpe.
—Para ser un prodigio como dicen, esto es realmente mediocre. —Lo esquiva sin cesar. —Patético… —Frunce la mirada. —Y ésta ni siquiera es mi última transformación. —Se gira y lo azota con su cola. Lo escucha quejarse y aun así volver a arremeter contra él. — Te regalaré esto entonces, verás a un Verdadero Guerrero Prodigio.
— ¡Déjate de estupide!—Vegeta se frena de inmediato, dos disparos certeros acaban de impactar; uno en su rodilla y otro acaba de cortar su cola.
—Quédate quieto por favor. —Muy fríamente Freezer le pide, toma una Katana, la desenfunda y se la clava en el hombro sano del Príncipe Saiyajin; para dejarlo aferrado al suelo.
—¡Aaahh! —Vegeta grita de dolor, su carne, su alma duelen por igual. Tirita los dientes, la sangre escurre de su boca.
Zarbon se acerca a King Cold para informarle de la situación, están cerca de Vegeta-sai, rodean el Planeta, listos para informarles a sus habitantes del nuevo Orden. — ¿No es algo hermoso cuando todo sale de acuerdo al Plan? —King Cold camina con los brazos hacia atrás. —Al final lo del Rey Vegeta, fueron puras fanfarronadas.
—Jajaja, lo sabía mi Señor. Hay que ser un tonto para burlarse de usted o del Poder de su Hijo Freezer. —Dodoria le afirma.
— ¿Qué opinan si festejamos? —King Cold afila la mirada y camina hacia la plataforma de aterrizaje. —Me gustarían… Los Fuegos Artificiales. —Carga su índice de a poco. Frunce la mirada, apuntando al Planeta Vegeta.
Empieza a sentir una voz susurrando su nombre, siente muy a lo lejos unos pasos. Tiene mucho dolor en la cabeza y la espalda tensionada. Está inmovilizado de las muñecas, se queja del dolor de los hombros. — ¿Dónde… Dónde caímos? —Bardock pregunta y al instante está en guardia, parpadea grande. Entra en pánico al ver los Símbolos en las armaduras ¡Freezer los ha emboscado!
— ¡Nos cortaron la cola! —Kakarotto grita con espanto, también amarrado junto con sus pares. Si no era suficiente con sentirse marginado por ser de clase baja, ahora es un "castrado".
—Nos embocaron y nos tienen amarrados como animales. —Nappa se endereza y los desafía.
— ¿En serio? Pues, eso es lo que son ahora. —Guldo se inclina y muy burlón se ríe.
—Agh… Eres feo… —Nappa hace gesto de asco al tener de frente a ése alienígena. — ¿Dónde está? —Mira alrededor. — ¡¿Dónde está Vegeta?!
—Al Príncipe, le están dando una lección de modales personalizada. —Jheese, comenta el chiste y todos estallan a carcajadas.
— ¡Suéltenme! ¡Hijos de puta! ¡Los voy a matar! —Kakarotto lucha inútilmente.
— ¡Carajo, cierra la boca! —Raditz lo reprende, mientras los alinean a todos, le explica. —Ellos son la Patrulla Especial Ginyu…
— ¡¿Cómo no nos conoce?! ¡Somos famosos en todo el Universo!—Ginyu entra por la puerta con lo que parece un enano con una esfera. —Denos lugar mago Babidi ¡Haremos la pose famosa de nuestro Grupo Élite!
Los ven girar entre ellos, y tomar sus famosas "poses de batalla" y gritar al unísono. — ¡Patrulla Especial Ginyu!
—Si nos van a cortar la cabeza… Ahora sería buen momento. —Kakarotto hace gesto de asco y rechazo.
—A ver ¡Háganme espacio grupo de granujas! —Babidi se acerca con su esfera. —Lord Freezer, me pidió ver si hay alguno que valga la pena controlar, con el poder de Majin. —Eleva la bola de cristal y un humo negro llena el lugar. Luego como sombra pasa por encima de cada uno. En un momento, la sombra de detiene sobre Broly, y rápidamente vuelve a la esfera y no quiere volver a salir. — ¡Mátenlo! —Babidi ordena asustado. — ¡Maten a ése! ¡Es peligroso e imposible de controlar!
—Sí, es el tal "Legendario", se dice que es un Saiyajin mutante. Aunque ahora no llega ni a 50 en poder…—Burter revisa su Scouter, y parpadea grande al ver la información que les llega. — ¡¿Desapareció?! ¡El Planeta Vegeta desapareció!
—Eso dejó más o menos la mitad de la población Saiyajin. —Reacoom lee el informe que les llega. —Así que, únicamente los que están distribuidos por la Galaxia… Formarían parte del Ejército…
El corazón de Bardock acaba de detenerse, su mente está pausada. Ve las repeticiones en el reflejo de los Scouters, el Planeta Vegeta estallando en mil pedazos. "—Gine…"— Susurra en sus pensamientos, en tanto la herida se abre de tajo en su pecho, los momentos con su esposa pasan frente a sus ojos. Se tira hacia adelante, apoya la frente y la presiona duramente. No puede gritar, no puede llorar…Está vacío…
—Mamá… —Raditz presiona la mandíbula, las lágrimas corren sin que pueda evitarlo ¡¿Cómo es posible?! ¡¿Cómo pudieron perderlo todo sin más?! ¡Él se lo merecía, él ha estado en las purgas! Pero su madre jamás hirió a nadie.
— ¡Jajaja! —Babidi se burla y se acerca al peli-largo. — ¿No que los Saiyajin no tenían sentimientos? Llora un rato si quieres, a ti y al pelón decapítenlos. Tampoco nos sirven los que son tan débiles.
Escucha las risas, escucha los festejos… Festejan el haberle quitado todo. Si hay pocas cosas que Kakarotto atesoraba, eso era su hogar y el cariño de su madre. En su casa él no era uno de tercera, era un hijo más. Nunca ambicionó nada
—"¡Kakarotto! ¡Mira nada más cómo estás! ¡No vas a cenar así, primero debes bañarte!" —Recuerda a su madre regañándolo, luego de otra riña en la escuela Militar.
—"Se burlan de mí ¡Se ríen! ¡Raditz me defendió y me llamaron cobarde! ¡Entonces yo los golpeé!" —Un muchachito de cinco años hace una rabieta, y recibe un tirón de orejas.
—"No vuelvas a levantarme el tono. —Gine resopla al cielo. —Sólo sé buen niño. Nunca des el primer golpe… —Lo ve inflando las mejillas. —Debes estar listo para enfrentar las consecuencias de lo que haces ¡Así que deja de corretear y ve a bañarte!" —Muy resignado lo ve caminando al baño. Pone los ojos en blanco, seguro la escuela los hará tener otra reunión.
Siempre fue un buen niño ¿Verdad? Nunca ambicionó nada más, que no llevarle problemas a su madre o a su padre. Un buen niño…Un buen niño…
—Ja…Jajaja… ¡Jajajajaja! —Kakarotto estalla de la risa, es mucho más estridente, tanto que deja a todos mudos y sin poder procesar nada. Se asustan.
— ¿Qué le pasa? ¿Está loco? —Ginyu susurra a su equipo en voz baja.
—Hmmm… Qué pena, tenía un potencial oculto muy interesante. —Babidi comenta, al instante pierden un poco el equilibrio por un temblor.
—Apaguen los Scouters, Lord Freezer debe estar usando su transformación final. —Ginyu ordena para que no se rompan.
Unas risas histéricas y a todo volumen parecen devolverlo, del agujero negro donde había caído su conciencia. Mira a un lado, Nappa consternado, su hijo mayor llorando. Pero las risas histéricas y estridentes de su hijo menor resuenan. —K-Kakarotto… —Musita con miedo de verlo así.
— ¡Jajajaja! ¡¿Siempre fui buen niño verdad papá?! —Se gira a ver a su padre, su garganta duele, sus gestos están fuera de sí. — ¡Pero ser bueno no es suficiente! ¡NUNCA FUE SUFICIENTE! —Ruge en lo alto, todo el bunker tiembla, luego otro grito, que parece desgarrarle la garganta, hasta el pecho. Se miran entre sí, y de inmediato una explosión dorada destruye completamente el bunker.
¿El tiempo se ha detenido? Siente estallar las pulseras que lo inmovilizan. Su visión parece en cámara lenta, su corazón late tan duro que le duele. No comprende, sólo siente éstas jodidas ganas, de golpear a ésos malditos bastardos. De saber qué tanto resisten ahora que se ha liberado, de saber qué tan gracioso será para ellos, ser quienes están abajo.
Un golpe lo estrella contra una roca, Guldo no entiende qué sucede. Intenta usar su técnica pero ¿El tipo es invisible? Un rayo dorado parece golpear su mandíbula, Jheese intenta responder se coordina con Burter, pero las ráfagas de dos patadas los entierran en el suelo.
Logran sacudirse la tierra, tosen intentando ver a través de la confusión. Los Saiyajin vuelven a quedarse sin habla. Unas llamas doradas, los dejan casi a ciegas, de a poco revelan la figura de Kakarotto.
Camina a liberar a sus compañeros y a su padre. Vuelve a sentir movimiento, presiona su puño y los dientes. —Quédense donde están… —Muy amenazante.
— ¡¿Quedarme dónde estoy?! —Ginyu se queja muy ofendido, se sacude los escombros. —Lo que voy a hacer, es quedarme con tu cuerpo ¡Ataquen!— Todos corren y rodean al Saiyajin dorado, pero no tienen tiempo ni de reaccionar.
Kakarotto atrapa la pierna de Jheese y la parte como una rama, atraviesa su esternón con el puño. Burter intenta inmovilizarlo por la espalda, sin embargo lo atrapa del cuello y lo vuelca hacia adelante partiéndole la nuca. Se tira como un cañón contra Guldo, que sigue intentando detener el tiempo, pero es aplastado completamente. Ginyu se pone codo a codo con Reacoom, y lo ven cargando un ataque en su puño. Cuando dispara. — ¡Ginyu! ¡¿Qué haces?! —Reacoom grita asustado, al ver que su Líder lo atrapa, para usarlo como escudo.
Kakarotto vio como acaba de matar a uno de los suyos para protegerse, hace un gesto de asco. —Cobarde… —Se acerca a paso firme.
—Jajaja. No, sólo te necesito de cerca. Así puedo hacer un…—Ginyu prepara su técnica. — Camb!— Sin siquiera poder decir otra cosa, el Saiyajin lo había atrapado del rostro, tapándole la boca.
—Veo que ya no puedes decir tu Técnica. —Kakarotto frunce el ceño, lo siente forcejear y patearlo en vano. Intenta gritar, pero no puede. Abre los ojos en espanto, mientras Kakarotto empieza a hundir sus dedos en su cráneo. Con la mirada fija, le hace saber que es su fin. Explota sus sesos en pedazos.
Cuando Freezer llega a su forma final, se acerca al Príncipe Saiyajin y quita rápido la espada. La arroja a un lado. —Ésta es mi forma final. —Una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro. — ¿Cuál es la tuya? ¿El "SuperSaiyajin" del que me alardeaba tu padre?
Vegeta se endereza de un salto y ataca, frustrado ve que su puño atina al aire. — ¡Malditos traidores! ¡Asquerosos! —Ruge mientras sigue atacando, pero más que aumentar su poder, siente como de a poco su energía se quema. — ¡Los voy a matar!
—Oh, la esperanza. La mentira más grande creada por los seres vivos. —Lo sigue esquivando, y burlándose. —No serás un Guerrero Prodigio… —Le da un golpe en el abdomen, que le saca el aire completo del cuerpo. —Pero tendrás el honor de morir en manos de uno. —Antes de que vuele al otro lado lo atrapa con su cola, lo levanta del piso y teniéndolo de espalda, lo golpea a la altura de los riñones. El golpe es en un punto específico, pero el dolor, el dolor recorre su espina, siente los huesos de su columna técnicamente resquebrajarse. La sangre escurre en su boca, y su nariz. Los golpes siguen uno tras otro, empieza a perder la conciencia…
—¡Lord Freezer! —Babidi entra, casi tropezándose consigo mismo.
Freezer pone los ojos en blanco. —Quédate quieto monito… —Suelta al saco de huesos al suelo. — ¿Qué sucede Mago Babidi? ¿No ve que estoy ocupado? —Muy educado y templado le habla.
—Lord Freezer, por favor. —Habla alterado y rápido. —Uno de los Saiyajin desató su potencial oculto por sí solo.
Freezer frunce el ceño incrédulo. — ¿Sin la magia de Majin? ¡¿Sin la esfera?! —Le señala y al instante de escuchar una explosión, varios gritos… Silencio. —Algo… Algo viene. —Un golpe cae como misil hacia él, su búnker se destruye, por la fuerza monumental que lo ha noqueado. Se reincorpora de inmediato y abre grande la mirada, forcejea mano a mano con algo, mejor dicho, con alguien que jamás ha visto. Es uno de los prisioneros, pero tiene el cabello dorado, y los ojos turquesa. Y lo que no puede creer es que está dándole lucha.
— ¡Tú y tu padre nos trajeron aquí! ¡Destruyeron nuestro Planeta! —Kakarotto grita desaforado, suelta una mano, se gira y lo patea estrellándolo a un lado.
— ¡Es un SuperSaiyajin! —Babidi le advierte a Freezer a los gritos y se esconde.
Nappa escucha a lo lejos, mientras intentan cubrirse de todo llevándose a Broly. Bardock abre grande los ojos— ¡¿Puede ser?! ¡¿Puede ser eso cierto?! —Mira a Nappa por una respuesta.
— ¡No hay otra explicación! —Nappa intenta ver si puede rodear la zona, para encontrar a Vegeta. Ve un scouter tirado, lo toma para intentar rastrear al Príncipe, no obstante estalla apenas lo prende. — ¡Mierda! Es demasiada energía. — La arena entra en sus ojos, y lastiman su mirada, sin embargo Nappa no la cierra ni un segundo. Quiere saber si Vegeta está bien, quiere poder rescatarlo.
¿SuperSaiyajin? ¿Escuchó bien? Mejor dicho ¿Fue cierto lo que vieron sus ojos? Kakarotto un Guerrero de clase baja es el Guerrero SuperSaiyajin. Toma la tierra en sus manos, la presiona. Aun sin quererlo, sus ojos lloran. Está en un pantano de su propia sangre. Todo era mentira, todo fue un engaño. Han matado, han destruido todo lo que él creía verdadero. —Bulma. — Con la voz temblorosa, las imágenes del tiempo que estuvo con ella vuelven, la primera vez que se vieron y su actitud de mierda con él. Las primeras charlas, su carácter tan intrépido. Casi sin darse cuenta fueron más que amigos...Pero antes de dejarse llevar completamente por sus sentimientos, por sus emociones, Vegeta se negó, decidió alejarse. Todo por el Trono ¡Qué ridículo se siente pensando en eso ahora! Ésa ambición estúpida, se hizo cenizas al ver su cabeza rodando a los pies de su padre. Ella estaba triste, pero con la cabeza en alto. Bulma no estaba arrepentida, a su manera luchó hasta el final. —Bulma. —Dice más claro, toma aire duramente, en lo que parece un último aliento. —¡BULMA! —Estalla en un grito desgarrador, El Príncipe Vegeta va a destruirlos a todos.
Nappa mide la situación, y está por ir al rescate de Vegeta. Otro rayo se da en lo poco que queda del Búnker donde estaba Freezer. — ¡¿Y ahora qué?!—Nappa se queja al cielo.
— ¡Vegeta! ¡Es el Príncipe Vegeta! —Raditz, lo señala elevándose en el cráter. —Pero… ¡Es imposible! ¡¿No era uno cada mil años?! —Una oleada de piedras, van hacia ellos como proyectiles.
— ¡Cúbranse! — Broly grita y se pone como escudo.
El Príncipe Vegeta pudo sentir cómo el dolor crudo en cada fibra de su ser, de su espíritu; se prendía fuego literalmente. Se eleva y ve a Kakarotto y Freezer apuntarlo con la vista. — ¡Yo aún! ¡NO ME HE RENDIDO! —Arrastra los escombros y las piedras con su velocidad. La llama dentro de él no lo evapora, en cambio parece hacerse más grande. Parece alcanzar el cielo, se siente liviano y fuerte a la vez. Su voluntad pura, como una flecha golpea hundiendo en la montaña a Lord Freezer.
Freezer lucha contra le ahorque — ¡No-No puede ser! —Habla como puede.
—Sí, también tuve ése problema de incredulidad. — Presiona duramente los dientes. Levanta la vista con los demás, ve varias naves llegando para hacer refuerzos.
Kakarotto alza la vista, luego mira abajo, si disparan no hay manera de que sus compañeros Saiyajin puedan sobrevivir. Frunce el ceño a Vegeta y despega a derribarlas.
—Jeje, ahora verás. Tú serás el primero—Vegeta lo levanta, Freezer le responde con un par de ataques laser. Logra esquivarlos, pero también Freezer logra zafarse.
Toma carrera de un grito hacia el Saiyajin, Freezer va a usar todas sus fuerzas. El Príncipe responde ¿Cómo era posible? Ni siquiera podía resistirse a sus golpes, y ahora lo ve seguir el ritmo de sus patadas y golpes, cómo ése otro maldito mono.
— ¡Rápido! ¡Nos conviene tomar una nave! —Bardock ve cómo su hijo menor, derriba nave tras nave. —¡Kakarotto! —Grita casi sin aliento, esquivando en zigzag con los demás los escombros y las ráfagas de energía, que llenan el aire como fuego.
— ¡Vamos Nappa! —Raditz da un salto intentando alcanzar una nave que los pueda sacar.
Babidi se aferra a su esfera, mira alrededor. — ¡Ahora verán éstos granujas! ¡Yo soy un poderoso mago! —Con su magia, hace volar algunas de las armas afiladas, para defender a Lord Freezer.
El Príncipe Vegeta siente un filo atravesar su hombro, luego su pierna. Quita la espada de su pierna, la arroja y toma la de su hombro. —¡Aaahh! —Se tira en seco hasta Babidi y lo parte a la mitad. — ¡Galick Ho! —Usa su ataque para hacerlo cenizas. Ve la esfera rodando en el cráter, puede sentir que llama su nombre. Sabe muy bien las historias, que se cuentan de ésta magia.
— ¡Príncipe Vegeta! —Freezer aterriza detrás de él. —Creo que me está ignorando, y me parece descortés. —Freezer empieza a disparar sin pausa, una lluvia de rayos laser queman todo alrededor.
En ése momento Vegeta toma una decisión. —Haré lo que sea necesario ¡Y los llevaré al infierno conmigo! —Estalla la esfera de cristal contra su pecho, el humo negro entra a su cuerpo.
Un grito de dolor se escucha, luego de tomar una nave. Kakarotto ve una esfera de luz dorada y negra, que empieza a mostrar la forma de Vegeta. —Ay Dios…No. —Con espanto ve al Príncipe dejándose poseer por el poder Majin.
Su carne está rota a más no poder, siente que no hay milímetro de su piel sin un corte. Saborea sangre, tierra, sus ojos queman, sus labios se sienten al rojo vivo. Tiene la mirada roja, rodeado de electricidad y una M en la frente. Todo en él es dolor, enfoca la mirada a Freezer, está por dar el primer paso.
Freezer intenta detenerlo, mueve varias espadas y flechas que quedaron alrededor. Toda la mercancía ya está dañada, así que la usará contra él. — ¡Tu intento de superarte es realmente patético! —Ruge y mueve sus manos, apuntando todas las armas al cuerpo del Saiyajin, que parece estar en las últimas.
Todo lo atraviesa, queda con flechas y espadas clavadas en su cuerpo, cierra los ojos del impacto, pero vuelve la mirada. Toma la Katana firme en su mano, y se sigue moviendo. La furia, todos ésos sentimientos negativos parecen combustible, que lo enciende sin parar. Su voluntad por destruirlo todo, le da el poder para avanzar. —¡Aaahh! —Acelera para arremeter contra Freezer, colisionan en el centro.
Aun viendo el impresionante poder, Freezer no va a rendirse. — ¡No puedes ganar! ¡Es imposible! ¡TÚ NO PUEDES GANAR! —Una patada lo aleja y sin siquiera percibirlo, el Príncipe Saiyajin está detrás de él. Con su espada lo corta a la mitad, desde la cabeza.
El aire cargado de electricidad, el silencio y la vista clara del cuerpo de Lord Freezer cortado a la mitad. Un movimiento a espaldas de Vegeta llama su atención. —¡Ah! ¡Príncipe Vegeta! —Kakarotto llama su atención, y parpadea grande al ver que lo empieza a atacar. — ¡Príncipe despierte! ¡Vegeta!—Lo tira hasta atrás de una patada, y resiste tomando otra Katana antes de ser atravesado por el arma de Vegeta. Truena los dientes, el maldito es jodidamente fuerte, el símbolo de Majin brilla en su frente. —¡Carajo Vegeta! ¡Soy yo! —Al instante Kakarotto resopla al cielo, como si a éste maldito engreído, le importara una mierda.
— ¡Vegeta! —Nappa va a tirarse de la Nave, pero Bardock lo detiene.
— ¡Nappa! ¡Te entiendo pero está poseído! —Raditz le explica, mientras lo ven forcejeando inútilmente. Mira a su padre. —Papá ¿Crees que Kakarotto logre ganarle?
Bardock mira la situación, y ve que su hijo menor ha perdido velocidad para los ataques, también puede ver que Vegeta es sólo una marioneta del poder de Majin, y va a seguir luchando hasta autodestruirse. —tenemos un dilema, no podemos rescatar a Kakarotto, y tampoco podemos quedarnos tanto tiempo, las ráfagas de escombros están dañando la nave. —Piensa, y puede ser una respuesta. —Broly… —Camina hasta él, está sentado con los hombros hacia abajo, como siempre haciendo lo menos posible. — ¡Broly mírame! —Ordena y empieza a intentar quitarle las pulseras.
—Papá ¡¿Estás loco?!—Raditz detiene a su padre del brazo. — ¡También quiero traer a Kakarotto, pero si se sale de control!
—Si se sale de control, despegamos y dejamos que todo estalle. —Bardock lo dice, y traga duro saliva, en verdad no quiere que eso pase. — ¡¿Escuchaste Broly?! ¡Contrólate o te quedas aquí a estallar con ellos!
Broly endereza la vista, está ofendido, pero sabe que los momentos son desesperados. —Sí, Capitán. —Camina hasta la compuerta para tirarse.
— ¿Podrías solamente dormirlo de un golpe? —Nappa le consulta, y recibe una sonrisa maligna enorme de parte del Legendario. Nappa le frunce el ceño con disgusto.
Broly se tira en caída libre, cae y ambos Saiyajines de cabello dorado detienen su enfrentamiento. — ¡Kakarotto! ¡Corre! —Broly le advierte, Vegeta va a seguirlo, pero de inmediato Broly detiene su persecución. Atrapa al Príncipe de la cabeza y lo arrastra con el rostro de lleno, contra el suelo y las piedras. Junta sus puños y de un golpe lo hunde en la tierra. Lo ve salir de un salto para atacarlo, de nuevo una patada que lo hace volar, luego otra patada en la cabeza. El Príncipe sigue tirando ataques, le sorprende que salgan de la espada. Entonces Broly toma un par de Katanas, para escudarse de los disparos, las gira desviándolos.
Kakarotto está por huir, y justo que estaba por soltar su arma, puede verla iluminarse dorada, la enfunda y de un salto toma vuelo a la nave. — ¡Papá! —Kakarotto se aferra para que abran la compuerta.
— ¡Hijo! ¿Estás bien?
—Yo sí… Pero ¿ellos? —Señala abajo.
Broly se decide, al quedarse ellos dos solos, se acerca a toda velocidad, empuña firme dos espadas. Cuando parece que los filos van a colisionar, la gira y aprieta en su puño. Vegeta no se esperaba eso, Broly lo atrapa del cuello y lo golpea una y otra vez. — ¡Quédate quieto! ¡Ya basta! ¡Basta, basta, basta!—Repite mientras lo hunde en el suelo.
El silencio de nuevo, los atemoriza que algo peor haya vuelto a pasar. — ¿Y ahora qué? ¡¿Qué pasó?! —Nappa se desespera y toma a Bardock del cuello, todo esto fue su idea. Algo aterriza arriba de la nave, la sacude completa.
Broly entra y tira al Príncipe Vegeta adentro. —Hm, dormido.
Raditz se acerca, el cabello de vegeta está negro y parece que el símbolo de Majin se ha borrado de su frente. Toma sus signos vitales. —Sigue vivo… Pero en qué estado. —Habla y empieza a quitar, lo que parecen unas flechas antiguas clavadas en su carne. Quita las espadas.
—Es… Es algo impresionante. —Bardock mira a su hijo, también ve la espada que se trajo, parece tener energía impregnada.
—Sí, aunque no lo entiendo muy bien. —Kakarotto mira su mano, puede ver cómo su aspecto cambia, para luego desplomarse como si nada.
Se asustan, pero ven que sólo está agotado. Nappa toma un Scouter. —Hm… Mejor no. —Lo destruye. —Quien sabe si King Cold se ha enterado, y ha mandado a llamar refuerzos. —Mira a Vegeta. —Hay que meterlo en un tanque…
—Sí, en la nave hay uno solo. —Bardock revisa la nave—Prioricemos a Vegeta, aunque no está bien adaptado para un Saiyajin.
— ¿A dónde iremos ahora? —Raditz pregunta, casi quebrándose de dolor.
—Salgamos de la Vía Láctea. —Nappa sugiere, casi como una orden. —Hay un cuadrante vacío, hay que sondear bien la situación. —Ayuda a meter a Vegeta al tanque. De a poco todos empiezan a caer rendidos y luego de comer, en el silencio, Nappa se sienta en la silla de co-piloto con Bardock. Quitaron el piloto automático, para poder salir más rápido.
— ¿Qué vamos a hacer Comandante? — Bardock musita, su ceño se entristece pero no puede llorar. En un momento de completo silencio, sienten un poco de los sollozos de Raditz, apenas se escuchan, se nota que quiere ocultarlo. El Capitán apoya un codo y frota su frente.
— ¿Qué vas a hacer tú? ¿No piensas llorar? —Nappa lo mira, y tan solo queda en silencio mirando al vacío. El Comandante frota sus ojos, piensa en el desastre donde están metidos. No sólo son unos "castrados", sino deshonrados ¡¿Qué mierda pudo pasar por la mente del Rey Vegeta para entregar tan fríamente a su hijo?! Pero ahora recuerda, las crecientes diferencias entre ellos, no sabe si el Príncipe le ha mencionado a su Padre, algo de las ideas de las que le ha comentado. Sobre cambiar el sistema de Purgas, por tratados unilaterales, así pueden unir las Galaxias de una nueva manera. Muchas veces se ha preguntado, si no fueron ideas que le metió en la cabeza ésa muchachita Briefs, en ése romance de verano que tuvo con ella. Ahora piensa que Vegeta, es en verdad diferente a su padre, ya que el Rey, jamás hubiera arriesgado su derecho al trono, por tener a una hembra no-Saiyajin de pareja.
Pasaron las horas, Raditz despierta, se había dormido en el suelo. Están en velocidad crucero. Se acerca a las provisiones y bebe agua. Algo llama su atención en la ventanilla, pero cuando va a la sala de navegación está algo confundido. —Oigan… ¿No dijeron que éste cuadrante estaba vacío? —Nappa y su padre empiezan a despertarse. Bostezan grande y empiezan a acercarse.
—Tiene oxígeno y gravedad un poco más de la normal… —Nappa comenta en voz alta. A los segundos, sienten las alarmas del tanque de Vegeta. Sale destruyendo todo, sus disparos de energía dañan la nave. — ¡Mi puta madre! ¡Sosténganlo! —Toma los controles con Bardock, para aterrizar lo mejor posible. —Bien, escaneemos un poco e improvisemos en el terreno.
Raditz lo atrapa por la espalda, el Príncipe parece tener la mirada perdida, en medio de su accionar violento. — ¡Vegeta despierta! ¡Somos nosotros! ¡Ah! —Se tira sobre Raditz azotando su espalda. Broly se acerca y le rompe la nariz dejándolo dormido de nuevo.
— ¡Ja! Sigue funcionando ¡Oh! —Caen todos uno arriba del otro.
Kakarotto se despierta del susto. —Aaah… ¿Ya llegamos? —Bosteza grande. Y luego grita con los demás, mientras "aterrizan" no muy sutilmente. Cierran fuerte los ojos, cuando de la nada empiezan a detenerse.
Bardock levanta la vista con Nappa y observan seres extraños y regordetes, saludándolos. Tal parece que ellos detuvieron un poco la nave. Cuando bajan los recibe quien dice ser el Patriarca. — ¿Planeta Yadrat? —Bardock les pregunta incrédulo.
—Sí, mi nombre es Pybara, nosotros usamos técnicas de Ki para ocultarnos, desde hace cientos. —Se estira haciéndose más alto. —Cientos de años.
— ¿Sí? ¿Y sabe quiénes somos o nuestras intenciones?— Nappa está desconfiado junto con Raditz, miran alrededor.
—Raza Saiyajin. —Pybara contesta y los escanea un poco más. —No son malos, al menos no ustedes. Y más que muchas ganas de comer y tomar agua, otras intenciones no leo en su espíritu.
—Oiga Patriarca ¿Puede enseñarnos eso del Ki y el espíritu? —Kakarotto muy entusiasmado camina junto a ellos.
—Seguro, pero tienen prohibido mencionar nuestro Planeta. Y si llegan a traicionarnos. —Algo amenazante se acerca. — ¡Nos moveremos de lugar! Jajaja. —Los Saiyajin quedan riendo algo incómodos, pero sorprendidos. No parecen seres agresivos, pero está en su naturaleza ser desconfiados. —Ahora, él necesita ayuda. —Señala al Saiyajin inconsciente, sobre la espalda del más alto de ellos. —Me interesaría ver, con qué energía fue contaminado.
— ¡¿Pueden curarlo?! —Nappa pregunta con entusiasmo.
—Jaja, sí, tenemos muchas razas de sanadores que vienen aquí a aprender. —Pybara sigue comentando. —Sé que no confían, así que por favor, pueden quedarse uno siempre vigilando lo que le suceda.
Su consciencia empieza a brotar, murmullos, muchas voces desconocidas. Las imágenes de su tragedia, se repiten una y otra vez. Se despierta agitado, con ataques de pánico, Nappa lo sostiene sobre la camilla. — ¡Vegeta, tranquilo! ¡Estás bien! ¡Estamos aquí!
Vegeta procesa todo, y siente que una energía lo toca, relajándolo. Respira hondo, se siente agotado. —Haaa… A… Agua… —Su garganta arde, bebe agua y Nappa junto a Bardock lo ponen al tanto. Todo, lo han perdido todo. Frunce el ceño y sale hacia afuera.
Kakarotto siente alboroto, ve a Vegeta salir bien cabreado pidiendo una nave. — ¡Hey! ¡¿Qué sucede?! —Toca al Príncipe del hombro y él lo quita con desprecio.
— ¡Sucede que voy a ir a recuperarlo todo! ¡Y ustedes vendrán conmigo!
—Vegeta no—Kakarotto le advierte y de nuevo es empujado.
— ¡No me tutees soldado Kakarotto!—Vegeta le ruge con autoridad. — ¡Recuerda que eres un saldado de clase baja! ¡Y recuerda que soy tu Príncipe y es una orden!
—Ppfff…Ajajajajaja. —Kakarotto estalla de risa, Vegeta arremete contra él y lo sacude del cuello. Luego un gancho izquierdo quiere ir a su cara lo esquiva. —Oh, lo siento… ¿Debía quedarme quieto? —Se burla de la cara de sorpresa del Príncipe, al ver que esquivó sin problemas el golpe.
—Vegeta, Kakarotto ¡Basta! —Bardock ordena.
— ¡No! —Kakarotto toma a Vegeta del brazo y lo derriba en el suelo. — ¡¿Quién mierda te crees Vegeta?! ¡Aquí y ahora somos iguales! ¡Nos cortaron la cola, destruyeron nuestro Planeta! ¡Los Reyes de nuestro planeta: Tus padres, nos traicionaron! ¡La única diferencia es que yo… ¡Yo me transformé Primero en el SuperSaiyajin! — Ruge y eleva su Ki, estalla en llamas doradas sorprendiendo a todos.
— ¡¿Có-Cómo hiciste eso a voluntad?! —Vegeta parpadea y se acerca, se pregunta si sus ojos también cambiaron de color cuando se transformó.
—Dejé de comportarme como un puto engreído como tú y me puse a entrenar. —Sisea y desarma su transformación. —Estuvimos tres días esperando que despiertes, y lo primero que haces es dar órdenes ¡Como si tu título importara de algo! ¡Déjame decirte que no me importa que seas Príncipe o Rey! ¡NADA DE ESO ME DEVOLVERÁ A MI MADRE! —Su voz lo lastima al decirlo, como si las espinas lastimaran su garganta.
—Yo también perdí a alguien… —Vegeta musita, baja la cabeza y presiona sus puños.
— ¿Saben qué? —Broly toma a Kakarotto del hombro y a Vegeta también. —No me gustan los gritos, así que si ustedes siguen sin llevar las cosas en paz; voy a empezar a sortear quien va a dormirse por un par de días. —Les presiona el puño, sus nudillos truenan y los intimida. Acceden a comer en paz y pensar todo más fríamente.
Llegada la noche, Nappa se cruzaba de brazos y se iba junto a Bardock a contemplar las dos lunas del Planeta. — ¿Aceptó? —Consulta el Comandante.
—Hm, apenas lo pensó. —Bardock le responde, ven al Príncipe mirando al cielo sobre una colina. —Él también tenía sus planes. —Mira a Nappa. —Nunca los dijiste.
—No, y sospecho que, es por los cambios que él planeaba hacer en el trono, que sucedió todo esto. — Intenta buscar explicaciones. —Tampoco puedo creer, que hayan matado a toda la familia Briefs. El viejo Gero, debe estar saltando en un pie.
—Nunca supe de eso hasta ahora. Bulma Briefs era de clase social alta, y de influencia. Quizás podía hacerla su Consorte; su esposa. —Bardock piensa y al instante. — ¿Se recuperó verdad? ¿De la magia Majin?
—Oh, Jajaja. —Pybara aparece en el medio de su conversación. —Quitamos el veneno, pero es otra cosa lo que lo envenena ahora. Tiene muchos conflictos, porque no sabe quién es él realmente. Tiene tanta ira… La ira ha helado su espíritu, al igual que el dolor. Su corazón se ha congelado, y solo si él está dispuesto, podrá curarse.
— ¿Sí? ¿Se lo explicaron? —Nappa se sorprende con lo que les cuenta.
—Sí, pero no lo entendió…Algún día va a entender… —El Patriarca se queda contemplando al Príncipe Saiyajin y el cielo nocturno.
—Todos…Los destruiré… A todos…Todos. —Vegeta musita y mira a las Lunas, presiona con dolor sus puños y sin parpadear sus lágrimas corren. Su garganta tiene una piedra, que parece hacerse pesada y cortarle el aire. —Bulma… —Cierra los ojos, para revivir sus recuerdos.
En el Presente…
—… Ahí nos decidimos, nos pusimos de acuerdo. —Vegeta termina de relatar. — Entrenaríamos un tiempo y veríamos desde Yadrat qué sucedió con King Cold. Cuando llegamos a la base, que es el Nuevo Vegeta-sai, les mostramos el SuperSaiyajin. Los Reyes no pudieron mantener la fachada. No pudieron arriesgarse a una Guerra civil, y la mayoría quiso estar de nuestro lado. —Suspira un poco. —Y yo… simplemente, me importaba muy poco ser o no un heredero digno. Técnicamente, cuando volví a ver a mis padres, les escupí en la cara. Me comporté como hasta ahora, lleno de odio y con ganas de destruirme. Y todo, absolutamente todo cerca de mi familia, parece un vil engaño, una trampa… Las mentiras, los espías, asesinos. Todo cerca de ellos está lleno de mierda.
Serena siente el silencio. —Y… ¿Tuviste algo que ver con Bulma Briefs?
Vegeta asiente, acaricia sus rizos dorados. —Sí. Antes de que la relación, se pusiera más seria, mucho antes de todo éste desastre; me alejé. Porque la Ley del Trono Saiyajin me exige un Heredero Puro. —Se ríe para sus adentros recordándola. —Imagínate, fue la primera mujer que luego de mandarme a la mierda, me dijo que no se reverenciaría frente a mí. Que su sangre y la mía, era igual de roja.
—Jajaja, parecía simpática. —Serena lo dice muy sincera. —Y valiente.
—Un punto a su favor, es que yo no tenía tan mal carácter como el de ahora. —Vegeta lo dice y piensa mirando al techo. Serena se abraza fuerte a su pecho. El alivio de nuevo, lo hace cerrar los ojos. Cree que es la primera vez que cuenta todo, sin salirse de control.
—Has sufrido tanto, quisiera de verdad poder seguir ayudándote. —Cierra los ojos e inhala fuerte el aroma de su piel morena. —Quisiera poder quitar todo ésos malos recuerdos y que jamás te vuelva a pasar lo mismo. —Su voz se quiebra recordándolo fuera de sí, lastimándose solo.
Vegeta la mira incrédulo. —Serena ¿De qué hablas? ¿Y tú? —Toma su mentón, para verla a los ojos. —Las cosas crueles que has pasado, no se comparan con lo mío. Tú eres un ser tan… Tan lleno de luz. Yo en cambio, estuve en muchas purgas, fui parte y cómplice…
— ¿Piensas seguir haciéndolo? —Serena lo mira muy seria y frunce su ceño.
—No. —Vegeta lo dice con tono muy firme y decidido. — Pero nadie se escapa del castigo. Se cosecha, lo que se siembra.
—Pero si aun así, con todo esto, nos hemos encontrado; no me arrepiento. —Sonríe brillante y se acerca a darle un beso. Ella misma lo queda mirando, algo sorprendida de haberlo besado por iniciativa propia.
Vegeta la atrapa de sus mejillas y mantiene el beso unos segundos más. — ¿Cómo haces eso Serena? ¿Cómo puedes seguir sonriendo luego de todo el dolor por el que has pasado?
—Creo que, para un ser tan débil como yo, es la única manera de hacer el mundo un poco más feliz. —Ve que le devuelve la sonrisa. — ¿Ves? Tú también sonríes.
—Jaja, yo sonrío porque usas tus poderes. —Vegeta la ve negar de nuevo. —Serena, te hablo en serio. Me curaste ésa vez, mis oídos estallaron y saboreé la sangre—
—Y yo te repito que fue un milagro. —Muy seria insiste.
El Príncipe niega con la cabeza — ¡Qué mujer tan testaruda eres en realidad! —Se aferra a ella, quizás tiene poderes y no lo sabe. Pero no puede negarlo, Serena lo hace sentir de esta manera. Ya no puede, ni quiere tenerla lejos, luchar contra ésto es en vano. —Me haces sentir bien Serena, te lo juro. —Besa su frente, su piel sigue tan fresca. —Alivia mi fiebre Serena, alíviame… —Rueda con ella en la cama, para quedar entre sus piernas, empiezan a acariciarse pesadamente y a suspirar con deseo. La madera rechina y sus estómagos rugen, seguido de…
Tock, Tock, Tock…
—Lástima que no puedo curar el hambre. —Serena se ríe de su chiste, y el Príncipe también. Se levanta, y busca algo de ropa. —Oh, tendré que usar mi Yukata como está… —Estira la tela, está muy maltratada y un poco rasgada.
—Tranquila, te presto ropa. —Vegeta le ofrece, unos pantalones sencillos de ejercicio y una chaqueta con gorro. También la ve nerviosa limpiando y escondiendo algunos pedazos del respaldo de la cama y la mesita de noche, debajo de la cama.
Serena ve que Vegeta intenta ayudarla. — ¡Ya basta! ¡Quédese quieto! Aún tiene fiebre. —Lo empuja a la cama. Acepta la ropa, y al instante que se la pone siente pena. —Ay ¿Qué dirán los demás? Mejor me escondo en el baño. —Le deja una camiseta y unos pantalones al Príncipe.
La detiene de la muñeca. —No, quédate. —Frunce los gestos, casi dibujando un puchero. —Mira si me pasa algo… —Ella le pone mala cara, algo ofendida. Golpean de nuevo.
—Abra la puerta. —Serena le ordena muy suave.
—Ya no me tuteas… —Ignora lo que le pide y mira a un lado, mordiendo el interior de su mejilla.
Serena lo mira incrédula, parece un niño chiquito. —Ya… Vístete, es sólo porque vamos a estar con otra gente. —Ve que todavía no lo convence. —Por favor…Me da pena. —Un puchero bien marcado se dibuja en ella, y su mirada azul brilla. Lo ve arreglarse rápido y atender la puerta. Serena festeja al ver que lo convenció, tal parece que ahora es consciente del truco que debe usar con él.
—Su Alteza… —Ami saluda, un poco irritada. Entra junto al General y el Comandante. —Buenos días. Por favor, siéntese… —Cierra los ojos, toma las cosas que le trajo Mina, y lo revisa. —La fiebre sigue alta, debería dejar de hacer movimientos bruscos. —Le quita algo violenta una de las vendas. Vegeta da un mínimo quejido y todos quedan con las cejas en alto, viendo lo temible que puede ser la Señorita Mizuno.— Y trate de quedarse quieto…—Mira con ojos asesinos a Serena, que está sentada con una sonrisa nerviosa, escondida entre la ropa que le han prestado —"Hm, desvergonzados."— Piensa para sus adentros.
Vegeta intenta resistir sus gestos de dolor, pero la mujercita no le tiene piedad. Quita los vendajes rudamente, y le pone los nuevos apretando fuerte sus heridas. Ayudan un poco a cambiar los vendajes, Nappa también asiste. —Sí, intentaré quedarme quieto. —Vegeta le promete. — La luz… Siento que la luz me quema. —Frunce la mirada, cuando le pone la linterna, apuntando a sus ojos. Pone los ojos en blanco en dirección a Serena, como burlándose a espaldas de su Doctora. Comparten unas risitas.
—Buenos días… Bueno, ya mediodía. —Muy alegre entra Mina, con una bandeja grande.
—Traje todo lo que pidieron, jugo, fruta… —Lita entra con una sonrisa y otra bandeja grande. —Oh, gracias. —El General las ayuda con las bandejas.
Vegeta se levanta y Serena le da un pequeño tirón, junto con Ami, para sentarlo. Las apunta con el ceño fruncido y mucho enojo ¿Quiénes se creen éstas hembras?
—Vegetaaa… Reposo… —Nappa se cruza de brazos y lo regaña un poco.
—Grrr… —Vegeta acepta con disgusto, toma las medicinas y algo de té de hierbas medicinales. Mira un poco las bandejas y parpadea. — ¿Está bien? ¿Tú quieres comer lo mismo? —Mira a Serena.
—Está bien, usted coma. Yo iré al comedor a buscar algo. —Serena le contesta.
—No, por favor pide algo. —Mira a la cocinera antes de que se retire. —Eh, Señorita Kino ¿Puede traerle algo?
Lita asiente, pero Serena se interpone. —No, no. En verdad… —Serena le habla en voz baja, mira a los demás dar unas risitas cómplices. Se ruboriza completa.
—Quédate aquí, desayuna conmigo. También tienes hambre. —Frunce el ceño ¡Qué mujer tan cabeza dura!
—Ustedes no se preocupen, traeremos una bandeja más. —Mina muy alegre se retira y Lita también, las miradas del Príncipe son demasiado obvias. —Tranquila Serena, te traeré condones… —Muy maliciosa le susurra al oído.
—Cuando salga de aquí, te voy a matar. —Serena tironea a Mina de la oreja.
—Pues, no creo que salgas pronto. —Mina huye antes de que le rompan la cara.
Lo ven comer, y recuperarse, aunque cuando toma los cubiertos, su mano tiembla. Respiran relajados, esto pudo ser peor. —Bien, volveremos… A golpear la puerta. —Bardock sonríe de lado junto a Nappa. Ven al Príncipe enojarse y se van.
— ¿Ya puedes hablarme de tú? —Vegeta se inclina a ella y la toma del brazo. —Vuelve a la cama… —Ella se mete de nuevo y se sienta junto a él, le da un poco de fruta en la boca. —Jmjm… Voy a pedir más condones.
— ¡Hm! ¡Pervertido! —Serena gira el rostro a otro lado. Parpadea grande, le salió sin pensarlo. —Lo- Lo siento Prín-Príncipe…No quería insultarlo.
—Jajaja…Hmmm… ¡Qué bueno! Ya te estoy corrompiendo. — Corre un poco la bandeja y la sienta entre sus piernas. Comparten la comida, mientras esperan más delicias. —Voy a hacer caso a la Doctora. —Corre sus mechones dorados a un lado, pasa sus labios por su cuello, la hace suspirar. —Voy a estar en la cama, lo más que pueda. —Con voz grave susurra, en tanto se llena de su olor femenino. No quiere dejar de sentirla, ya no quiere que esto sea sólo un sueño. Su decisión está tomada.
…
Bueno aquí se reveló parte del misterio. Para Vegeta el trato con Serena ha escalado un nuevo nivel, pero ¿Serena lo verá así? Gracias a todos los que siguen la historia y dejan rws o PM ¡Hasta el Próximo viernes!
Saluditos…
OhaioIzumiKun: No, pues Darien es "El Rey Guerrero Perdido", Jaja así se llamaría la historia si él fuera el protagonista. XD Y Vegeta y su condición, sólo el tiempo dirá si pudo superarla. Sin ya saben cómo se pone, pa' qué lo invitan. Jajajaja
Nita-chan84: ca-len-ti-tos tus saluditos. jajaja. Bueno en ésta historia hay más drama, y no será tan fácil para ellos decidir estar juntos y ya. Y bueno...¿Prefieres que mate a 17? Jajaja súper perra... XD No, tranquila, si bien los dados se han tirado, siguen girando...
Kaysachan: calientitos, los bollitooooss, de dulce, de chocolaaate y de nutellaaa. Jajajaj así me siento escribiendo el saludo, jajaja como panadería. Mira, pues en Vergueta ya pudo abrirse a Serena. Sí es el Super Mamo en ésta historia, imagínate el Shock de Vegeta al saber que se puso celoso de la misma persona que les salvó el culo a todos XD. Sí, es una indiscreción y ahora... ¿Con quien fue? Pobre Ami y Nappa, ahí haciéndose los tontos con ésos cochinos lujuriosos del otro lado de la puerta, jajajaj. Hmmm... Bardock pensando: "La quiero respetar maldita sea!" y Lita tan: "¡Faltame el respeto, aquí, aquí lo quiero!" XD Los cruces GoChi recién empiezan mi ciela
