Se sentó en la cama del rubio hecha un mar de nervios. Jugaba con sus manos y no sabía exactamente qué hacer o donde mirar. Naruto sintió una mezcla de dulzura y deseo

Hinata era demasiado pura, demasiado inocente…

Y ahí la tenía para él

Extendió una copa de vino a la chica, que lo miró un poco desconcertada

-Hinata, ciertamente prefiero el sexo con una mujer en sus 5 sentidos, así que no pienses que estoy tratando de emborracharte. Es solo una copa para que te relajes. Además - poso el dorso de su mano acariciando la mejilla de la joven- me mantendré muy lejos de cruzar el límite… pero para eso necesito tu ayuda.-

Fue por una silla que colocó a un metro de la cama, sentándose en dirección a la puerta,se sentó a horcajadas en ella con los brazos y el mentón apoyados al respaldar. -Hinata necesito que me paralices las piernas-

-quee? ¿Te has vuelto loco?

-De verdad quiero que esto funcione pero no confío en mí mismo Hinata, no suelo privarme de penetrar a mi pareja. Necesito no poder moverme para darte una garantía, en caso de que no logre controlarme. Y no te preocupes,mi cuerpo sanará muy rápido, en menos de una hora ya podré moverme.

-yo, no pensé que tendría que hacerte daño-

-no lo harás, ahora por favor sé obediente y cumple mi deseo-

Hinata se ruborizó intensamente, pero se acercó a Naruto e hizo lo que pedía. Al menos su primer tarea era algo que sí conocía, y con un golpe certero inmovilizó de la cintura para abajo al héroe ninja.

-ahora Hinata, quiero que te quites la ropa y te acuestes en la cama-

-vas a permanecer de espalda a mi?-

-Si, por ahora no puedo arriesgarme a mirarte-

Eso en realidad le daba a Hinata un poco más de valor. No sabía que si estaba lista par recibir la intensa mirada de Naruto estando completamente desnuda en su cama.

Hinata hizo lo que el rubio pedía y lentamente retiró cada pieza de su ropa. Naruto escuchaba atentamente cada ziper que se abría, la tela deslizándose por el cuerpo de la chica y el ligero golpe en el piso que provocaba. Rayos no habían empezado nada aún y él ya sentía que quería abalanzarse sobre ella. Agradeció el no poder moverse aunque quisiera.

-eee estoy lista-

-lo se preciosa, no puedo verte pero todos mis sentidos te siguen. Tu aroma es intoxicante Hinata. Quiero que te toques-

-mmm en dónde?-

Una leve sonrisa cruzó el rostro de Naruto, en verdad era inocente. Creó dos manos de chakra que fueron a tomar las manos de la chica, para guiarla. Las manos de Hinata fueron llevadas a sus muslos, moviéndose suavemente sobre la piel interna de ellos. Subían hasta su ingle, acariciando su monte y bajando de nuevo a los muslos.

Después para sorpresa de la chica sus manos viajaron a sus pechos, haciendo círculos sobre sus pezones y pellizcando de vez en cuando, provocando pequeños gemidos.

-te juro que si pudiera, esa sería mi lengua- dijo Naruto que ahora se podía declarar absorto en el deseo. Su voz era ronca y escucharla hacía que Hinata se sintiera cada vez más y más caliente.

-cómo te sientes?- le pregunto Naruto

-yo…agitada, calurosa…Naruto, siento..

-una necesidad de liberación?- preguntó él

-siiiiii- dijo ella mientras sus dedos eran dirigidos a su clítoris. -Naruto por favor!-

La súplica de ella lo estaba volviendo loco pero logró mantenerse tranquilo. -qué necesitas Hinata?.dimelo-

-QUIERO QUE SEAS TU QUIEN ME TOQUE AQUÍ, POR FAVOOR!

-como tu ordenes- junto en sus dedos una minúscula cantidad de chakra formando una pequeña bola que giraba. Era una de las técnicas que lo habrían convertido en el orgullo de su padrino, un rasengan cuya única función era girar y vibrar, completamente seguro para ser usado con sus parejas.

Llevó la pequeñ a posicionarse justo en el clítoris de la chica, presionando levemente sobre el

-AAAHHHH- los sonidos que emitía Hinata eran una música que lo obsesionaba, quería más, quería tenerla gritando de placer. Lo que sus ojos no podían ver, su mente se encargaba de construirlo. Imaginaba el precioso cuerpo bañado por la luz de la luna, con pequeñas gotas de sudor entre sus pechos. Sus labios enrojecidos mientras se los mordía para retener sus gemidos. Por Dios tenía que hacerla acabar ya o iba a follarla como si no hubiera un mañana.

Naruto presionó un poco más la pequeña bola y Hinata gimió de nuevo. -estas sintiendo que tu cuerpo se tensa, déjate llevar Hinata.

Con un último gemido Hinata sintió que su cuerpo estallaba de placer, que era llevada a otro mundo, donde hubiera deseado permanecer por siempre, pero lentamente fue devuelta a la realidad.

Apenas tuvo tiempo de respirar de nuevo cuando la voz urgida de naruto llamó su atención

-por favor vístete rápido y vete-

-Naruto-kun estas…-

-Estoy a punto de recuperar mi movilidad Hinata, veteeee!

Obedeció tan rápido como pudo, pero antes de salir, quiso verlo de frente. Se sorprendió de encontrar los ojos rojizos del kyubi en vez de los amados azules. Y en un arriesgado movimiento le dio un pequeño beso en los labios y salió corriendo de la habitación.

La respiración de Naruto era agitada y tensa. Sentía que el cuerpo le quemaba, en su momento había temido que a pesar de que Hinata corriera él la podría alcanzar fácilmente. Sin embargo el casto beso que ella le había dado, de alguna forma le había ayudado a mantener la calma. Poco a poco fue recobrando su tranquilidad y su respiración volvía a la normalidad.

Decidió que esa noche no buscaría otra mujer.. eso podría volver a despertar su deseo por la Hyuga y terminar buscándola.

Esa noche Naruto prefirió dulce aroma que llenaba su cuarto, y una muy larga ducha fría