Ella no tuvo valor de mirarlo a los ojos los siguientes días. Con su sola cercanía su cuerpo se estremecía, su cara enrojecia y el aire le faltaba. Así que a la primer oportunidad huía de su presencia. Naruto respetó su deseo de espacio, el mismo necesitaba un tiempo antes de volver a intentar algo con ella si es que quería mantenerse en sus cabales.
No había buscado mujer durante toda la semana posterior a su encuentro con ella, temiendo realmente que terminase por ir a cazarla como a una presa, hasta el momento ninguna mujer le había despertado tantas sensaciones, ninguna excepto Sakura, pero ella estaba a miles de kilómetros, probablemente besando a su mejor amigo.
Para el octavo día de abstinencia se sintió como un tonto, sexo era lo que necesitaba para aplacar sus necesidades y estar listo para visitarla de nuevo, así que concretó una cita, con la siguente chica en su lista de espera.
Hinata suspiró un tanto enojada consigo misma. Ocho días desde que se despidió de Naruto con un beso infantil. No había sido capaz de mantenerle la mirada ni una vez. Se sentia frustrada e insegura. Tal vez ahora Naruto la consideraba inmadura y poco preparada y había quedado insatisfecho, después de todo no se habían hablado desde entonces. Tal vez lo que fue el mejor día de su vida había sido un encuentro aburrido para él.
Hizo planes ese día de visitar a Ino para hacerle algo de compañía (al parecer Naruto no era el único que sufría la ausencia de Sakura) y después de una tarde de postres y platica se dirigieron ambas chicas a dar una vuelta por una nueva exposición de flores que había en el centro de la aldea, donde la yamanaka debía atender el puesto de su familia. Miraba con atención la belleza de cada tipo de flor, cuando un ramo de flores lilas igual al que Naruto le había dejado llamó su atención.
-se llama "no me olvides"- dijo la rubia que había notado la atención de su amiga en la flor -son flores que das cuando quieres permanecer en el corazón de una persona. Es una de las flores más románticas que existen-
-es muy hermosa- Hinata no podía dejar de contemplarla
-Hina tengo que ir a traer unas cuantas variedades más a la tienda. Atenderias el puesto por mi por favor, prometo que serán 5 minutos-
-por supuesto, no hay problema- estar entre flores en verdad no le parecía tal mal, de no ser porque a los dos minutos que Ino se había marchado escuchó una chillona voz
-Naruto senpai mire que hermosa esta- decía una jovencita colgada del brazo de Naruto mientras señalaba la flor lila. -sería muy feliz si recibiera una flor así de su parte-
-este, lo lamento Anna, no soy del tipo que regala flores. Tengo algo de hambre, vamos a comer?- los ojos del ninja que por un momento se dirigían a su acompañante captaron de inmediato las orbes lila que lo miraban con sorpresa… y dolor?
Hinata reaccionó de inmediato y recompuso su postura cuando la chica ruidosa se acercó a ella.
-¿Podrías venderme un ramo de estas? Señaló las flores de nuevo. Mi cita dice que no es de los que da flores, pero eso no evitará que me las lleve para recordarlo.
-Claro, ya te las envuelvo- y usando todo su entrenamiento de líder de clan se armó con la mejor máscara que pudo y miró directamente a los ojos del chico. -Naruto-san es un placer verlo disfrutando…de la exposición-
-Hiana-san el placer es mío. Ansiaba encontrarla para hablar un poco de nuestra última misión, pero ha sido usted un tanto difícil de encontrar. Casi habría pensado que tenía miedo de seguir adelante con el entrenamiento que habíamos acordado.
-No señor, los deberes familiares me han mantenido ocupada. Además no quisiera acaparar su tiempo cuando - se dejó mirar a la chica que seguía distraída observando flores - es claro que en el pueblo de konoha se requiere tanto de su compañía.-
Hinata tomó el ramo de flores que ya tenía listo y lo puso en las manos del chico y le dio una enorme sonrisa -para la chica, estoy segura de que aunque se las ha comprado ella misma, le agradará recibirlas de tus manos.-
El recibió el ramo y lo puso inmediatamente en el mostrador, en medio de ambos -le diré que venga por ellas, como le dije no soy de los que dan flores, a menos…de que la persona sea importante. - vio como el rostro de Hinata se teñía de rosa y se alegró, tenía por alguna extraña razón la necesidad de explicarse pero Anna había vuelto a su lado.
-Hinata-san en verdad ansío nuestra nueva sesión de entrenamiento, he pasado estos días repasando nuestro encuentro, para no ser derrotado en el siguiente- hizo una reverencia con los ojos clavados en ella, y se dejó arrastrar por Anna.
-tan poderosa es ella como para ponerte en aprietos?- preguntó la muchacha mientras pegaba todo su cuerpo en un abrazo al rubio. Naruto volvió a ver hacia atrás a los ojos lila que le seguían mirando mientras se alejaba y le lado
-no tienes idea de cuanto-
