Esta vez quien habría de poner algo de distancia entre ellos, al menos por algunos días, sería Naruto. Por supuesto estaba disfrutando el cuerpo de Hinata de sobre manera, hacerla descubrir su sexualidad había sido de las tareas más placenteras que le habían tocado en la vida…Pero se estaba saltando su más sagrada regla: no estar con una mujer que tuviera sentimientos por él. El último encuentro con Hinata había incluido algo que nunca, jamás le había dado a otra mujer aparte de Sakura, familiaridad.
Una vez salido de aquella ducha (que terminó siendo bastante larga e incluyó una nueva paja para él) se había permitido quedarse en casa de ella, verla preparar la comida (y ayudarle en lo que pudiera por supuesto), robando de cuando en cuando un beso furtivo, juguetón y casi inocente..casi.
después habían cenado y él no había podido dejar de elogiar su comida (creyó con todo su corazón que si ella abría un restaurante, Ichiraku no iba a poder competir), hablaron, rieron hasta que muy tarde por la noche ella, muy apenada, le invitó a quedarse a dormir.
Esa fue la señal de alerta que le indicaba a Naruto que se había dejado llevar por la familiaridad con ella, jamás había compartido cama con ninguna otra, eso era una de las actividades que guardaba solo para su amor de ojos verdes.
Ahora, que Hinata sintiera la confianza de invitarlo a dormir, le hacía pensar que ella podía en su corazón estar alimentando aquellos sentimientos que tenía por él, y a pesar de que las reglas de su juego eran más que claras, el rubio decidió tanto rechazar la invitación, como evitar un nuevo encuentro próximo. Se sentía mal cuando pensaba que al buscarla, no solo corría peligro de hacerle daño al cuerpo, sino de lastimar su inocente corazón.
Como un trato consigo mismo había decidido seguir saliendo con chicas. Con la mayoría simplemente cenaba, con unas pocas tenía algún tipo de sesión de besos y caricias y con unas mínimas tuvo sexo. Con absolutamente todas veía la imagen de la heredera Hyuga. Al hablar, al besar, al penetrar. Era como un veneno que infectaba cada uno de sus pensamientos.
El modo sabio había sido su consuelo en los días lejos de ella. Había descubierto que la conexión con todas las energías naturales le permitia también leer el estado del chakra de una persona. Le era fácil entrar en contacto con el chakra de cualquiera, y así era capaz de sentir cuando Hinata se sentía feliz, triste, nerviosa, asustada.
Durante una noche en particular detectó una fluctuación que le fue desconocida, hacía que la respiración de ella cambiara. Decidiendo mantener su distancia, pero tratando de velar por su bienestar llegó a las cercanías de su departamento y trató de ver por la ventana, esperando no encontrar ningún peligro. La visión fue un castigo: sentada en el sofá mirando la tele, la chica tenía la cabeza hacia atrás, con una mano acariciando un pecho, la otra perdida entre sus piernas.
Naruto no pudo evitar sonreír, había aprendido a masturbarse. Y el rubio a su vez había registrado la sensación de su chakra cuando estaba excitada.
Recurrió a esta habilidad en varias ocasiones, siendo sorprendido porque en muchas de ellas Hinata mostraba esa excitación. Empezó a notar las horas favoritas en las que la chica tomaba el tiempo de autocomplacerse, y había hecho calzar algunas de sus citas con ese tiempo, así tenía el consuelo, mientras penetraba a otra mujer, sentir la excitación de la chica que en realidad deseaba en ese momento.
Poco después, sombras de duda aparecieron en sus pensamientos… habría conocido ya a su nuevo prometido? Estaría ya disfrutando con él? ¿Habría encontrado acaso otro maestro que la guiara? Se auto regañó de inmediato. Él no tenía por qué estar cuestionando las acciones de Hinata, cuando era libre de experimentar con quien quisiera.
Lo único que tenía claro era que estaba loco por tocarla de nuevo. Por eso cuando Kakashi sensei le informó que su compañera durante un viaje a Suna para cerrar un par de tratos comerciales con el kazekage sería Hinata, el chico no pudo estar más satisfecho.
-Hinata ya está enterada de los detalles, se verán en la entrada de la aldea en 3 horas para partir- le dijo el Hokage
Para cuando llegó a la entrada de la aldea, ella ya lo esperaba. Se acercó con los ojos clavados en el rostro de ella. Algo andaba mal, y para su pesar, Naruto sabía que era: había sido un imbécil con ella al dejar pasar todo ese tiempo. Tal vez en esta ocasión no iba a tener oportunidad alguna.
-Naruto-kun será un honor acompañarle en la negociación del comercio de arroz, y asistir a la fiesta del kazekage- dijo Hinata haciendo una leve reverencia
-el placer será mío Hinata-san- le dijo con una maliciosa mirada y una sonrisa. Definitivamente Hinata se derretia ante la atención del chico, pero esta vez no se quería dejar caer…no después de los días en soledad, escuchando por una y otra parte las aventuras del rubio con todas esas mujeres.
-vamos-
Avanzaron una buena parte del camino, especialmente porque Hinata para mantener distancia con él de cuando en cuando aumentaba la velocidad del paso. Para el anochecer habían llegado a uno de los lagos fronterizos, en el que decidieron montar el campamento
-He traído dos bentos de comida, puedes quedarte uno- dijo ella mientras extendía el bento a su compañero. El gesto podía ser amable, pero la frase había sido dicha con una indiferencia que fue un tanto dolorosa para él.
Al tomar el bento, Naruto atrapó la mano de Hinata en la suya, ella le devolvió una mirada de desconcierto
-aunque se que la comida va a estar deliciosa, hay algo que me gustaría hacer primero contigo-
-Naruto, yo no…-
-vamos a entrenar-
Se vieron frente a frente en la explanada junto al lago, habían dejado el campamento listo y ahora estaban en posición de combate.
-sé que estás enojada Hinata, y tienes toda la razón para estarlo, usa esa energía contra mí, porque no me voy a dejar vencer- dijo mientras activaba el modo sabio. Al hacerlo y entrar en contacto con el chakra de la chica sintió lo que temía: una enorme desolación, con ciertas partes de ira
-sabes que no soy de las que temen a su oponente, y no quiero que siquiera intentes darme ventaja. Es más, si te gano en este combate tendrás que darme una explicación…por que? ¿Qué hice para que decidieras ignorarme todo este tiempo?!- dijo dejándose llevar por sus emociones.
Naruto sintió el dolor esparcirse en ella. Aún así quiso jugar su suerte. -habíamos quedado claros con los términos Hinata, y ciertamente te dije que no soy fan de dar explicaciones-
-pero lo harás!, porque te voy a vencer!-
-ya que has puesto un premio a tu gane, asumo que puedo hacer lo mismo?-
-no va a pasar, pero es lo justo, que quieres?
-si gano, vas a concederme un deseo Hina, que me cumplirás hoy mismo- el tono del comentario hizo que Hinata se estremeciera -no te preocupes, no incluirá tocarte. Lista?-
-Byakugan!-
Se lanzó a él con furia, propinando una poderosa patada que fue interceptada. Menos de un segundo después lanzaba una serie de golpes rápidos, uno tras otro. Naruto tenía razón en algo, estaba usando toda la frustración que tenía para acabarlo.
Entonces el rubio contraatacó, lanzandola un par de metros lejos de él.
-kagebunshin nojutsu- al isntante dos Narutos le atacaban con fuerza. Defenderse era difícil, pero ella era experta en combate cercano y no iba a dejarse vencer-
Logró acertar un golpe paralizador al clon, haciéndolo desvanecer en el acto, pero Naruto ya había invocado un par más que fueron a seguir el ataque.
-deja de jugar conmigo Naruto, se que no estas peleando en serio!-
-Hinata no esperaras que de verdad te lastime?-
PLAAAAAAAAAF
La cachetada resonó por todo el lugar -para que me pediste entrenar? ¿Acaso quieres dejar claro que tampoco soy suficiente como ninja para ti?-
Lo entendió en ese momento, al sentir la indignación que emanaba del chakra de ella. Cuando la invitó a entrenar su objetivo era que con el esfuerzo físico su frustración mermara, y abriera un portillo para ganar de nuevo su confianza. Pero en su afán de protegerla, de nuevo había tomado una decisión equivocada, esta vez irrespetandola como kunoichi.
-eres, y siempre seras una digna oponente, es un honor pelear contra ti- le dijo mientras su cuerpo se cubría con el manto del kyubi y sus ojos se tornaban fieros. Iba a enmendar su error, enfrentandola con la seriedad que merecía
Atacó en un abrir y cerrar de ojos. Hinata tuvo que hacer uso de toda su fuerza para resistir el golpe. Bloqueo una serie mas de patadas y puños, la fuerza de Naruto era abrumadora, y aún así, sabía que se estaba midiendo para no causarle un daño grave.
La chica se sintió lanzada por el aire y vislumbró el brillo de un rasengan que se acercaba. Con un jutso de reemplazo logró esquivar la bola de energía y acercarse a un costado del rubio, lista para dar el siguente golpe.
Todo fue en una fracción de segundo. Un clon del rubio apareció a su lado tomandola del brazo y tirándola al suelo, en donde otros dos clones tomaron sus piernas y manos dejándola inmovil, mientras que el Naruto real corría hacia ella con un nuevo rasengan en mano. Ella cerró los ojos para recibir el impacto.
Naruto detuvo el ataque a centímetros de ella.
-parece que te he vencido-
Dispersó a los clones de sombra y extendió la mano a la chica para tratar de ayudarle. Apenas se puso en pie la envolvió en un abrazo
-no he ido a buscarte, porque aunque no te amo…la verdad es que no he podido dejar de pensar en ti.
