DAMION I

La familia era lo más importante, fue lo que siempre escuchó de sus parientes. Sin embargo, ¿qué era la familia para un hombre sin tierras? El futuro de sus hijos sería incierto, estaban destinados a ser sirvientes de sus primos, ¿por qué los dioses habían permitido que Ser Jason Lannister naciera después que Lord Tytos? Damion no lo sabía, pero no pasaba día en que no lo lamentara.

No, el no podía ser como su tío Stafford, siempre sumiso al primo Tywin. O peor, como su padre que había decidido tomar el negro tras enviudar. Damion tenía que forjar su destino y si apoyar la restauración Targaryen resultaba ser más rentable que asesinar a los príncipes, sin duda los apoyaría. Ellos no deberían guardarle rencor, Lord Tywin solo era su pariente, no era culpable de sus crímenes; el abuelo Jason murió luchando por los Targaryen, eso debía ser recordado.

―Así que vos sois el famoso caballero rubio que quiere jurarme lealtad ―dijo Viserys, el que se hacía llamar rey.

―Así es, majestad. Soy Damion Lannister, hijo del Comandante Ser Damon Lannister de la Guardia de la Noche y nieto Ser Jason Lannister, que murió en la Guerra de los Reyes Nuevepeniques por vuestra causa.

―Ser Jason, ¿eh? ¿Podrías recordarme vuestro parentesco con el asesino de mis sobrinos y el asesino de mi padre?

―Tywin es el primo de mi padre, nada más. Jaime está aún más lejos de mí.

―Siempre tuve pensado darle a tu casa un castigo peor que a los demás rebeldes, por traicionar nuestra confianza, Pero si decís que sois de una rama distinta, no veo razón por la cual no podríais servirme.

―Sería un honor, majestad ―y Ser Damion hizo una reverencia.

―Levántate, Ser Damion ―ordenó Viserys ―. Desde hoy os nombro Señor de Roca Casterly, Escudo de Lannisport y Guardián del Occidente; en tus manos queda restaurar el honor de los Lannister.

―Esa es mi deuda con tu casa ―respondió Lord Damion ―. Y un Lannister siempre paga sus deudas.

Viserys sonrió y le permitió entrar al banquete. Allí se encontraba la pequeña Daenerys, una jovencita de no más de quince años desposada con el bárbaro y célebre Khal Drogo, el más temible de todos los khales dothraki. Hizo una reverencia ante ella, regalándole una colección de libros antiguos con leyendas de los Siete Reinos, valiosos tomos que solo interesaban al enano y a nadie más.

―Es un honor para mi tener a un caballero tan galante a mi servicio ―dijo Daenerys.

―El honor es mío ―respondió Lord Damion ―. Por servir a los verdaderos señores de los Siete Reinos.

El plan de Viserys e Illirio era sencillo y con la misma sencillez se lo trasmitió a Varys la araña en sus cartas secretas. La princesa Daenerys se casaría con el khal para invadir poniente con cuarenta mil guerreros aulladores que derrotasen a cualquier ejército que los enfrente y así, su hermano conquistaría el Trono de Hierro y sería coronado como Viserys III.

No obstante, el asesinato de cualquiera de los dos no superaba lo que el Rey Viserys le ofrecía. Robert podía darle un castillo, pero no iba a darle la Roca, no iba a darle el control del Occidente. Y así, sin pensarlo demasiado, por el bien de sus hijos Lucion y Lanna decidió volverse fiel a la causa Targaryen, a menos claro que no tuvieran oportunidad de conquistar el Trono de Hierro. Tendría que ser paciente, observar todos los movimientos de los hermanos, detectar cualquier posibilidad de fracaso.

Por recomendación de Illirio Mopatis se tiñó el cabello al estilo de Tyrosh de un tono azul profundo. Se veía ridículo, pero así nadie lo reconocería y sus hijos no correrían riesgo alguno por las acciones de su padre. Se tiñó también la barba y de no ser por su acento, nadie hubiera adivinado que se trataba de un Lannister, después de todo, los ojos verdes no eran una rareza en una tierra tan diversa como Essos.

―¿Todas las bodas dothraki son así? ―le preguntó Daenerys.

―Una boda Dothraki sin al menos tres muertos es aburrido, alteza ―respondió Lord Damion.

―La mía ya lleva cinco.

―Considérate afortunada, es buena señal para el khalasar.

Y tras la fiesta de bodas, los novios partieron para consumar el matrimonio. Lord Damion no extrañó la ceremonia de encamamiento, la pequeña princesa ya tenía suficiente con tener un bárbaro por esposo para que una docena de ellos la manoseara. Sintió entonces algo de pena por Daenerys, pero se olvidó del asunto emborrachándose con el rey, que era a quien debía ganarse pese a no parecerse en nada a Rhaegar, tanto mejor para él, más fácil de manipular.

Notas

Saludos. Por cuestiones de villanía adaptativa, alguien tenía que ocupar el lugar de Ser Jorah Mormont en esta historia, por lo que elegí a Ser Damion Lannister, el hijo de Ser Damon (hermano de Stafford y de Jaonna), uno de los primos/cuñados de Lord Tywin.

Como notaron, Ser Damon está en la Guardia de la Noche. No veremos mucho del Muro por ahora, pero tengan en cuenta que hay pequeñas discusiones entre los Tully y los Lannister por ganarse la amistad de los norteños, ya que estos son más relevantes que en el canon. Y bueno en retrospectiva Hoster Tully me parece un personaje ambicioso.