Anteriormente, solo una vez Caroline Bingley había sido invitada a una cena en casa de un integrante de la nobleza, y en aquel entonces fue solo un barón que estaba muy endeudado. En este caso en particular, sentía que todo iba a ser diferente, Lord Sebastian la había invitado a cenar a su casa. Estaba cada vez más cerca de alcanzar su sueño de ser finalmente aceptada en la alta sociedad de Londres.

No le había prestado atención a los Barton cuando vinieron a darle la bienvenida a Netherfield Park; ¡cómo se iba a imaginar que ese párroco era un hombre con conexiones con la nobleza! De haberlo sabido antes, habría invitado a la Sra. Barton a tomar el té. Era hora de que hoy mismo subsanara de una vez por todas esa situación; iba a conversar y entablar amistad con Mary Barton. ¡Qué casualidad que era la hermana de Elizabeth Bennet!

Si bien no sentía gran afinidad por la Srta. Bennet, reconocía que era una joven bien educada y con una buena dote. ¡Quizás podría convencer a su hermano que la Srta. Bennet reunía las condiciones adecuadas era ser su esposa! Recordaba que Charles había comentado que era muy bonita, además se había desilusionado de Jane Smith y ya ni siquiera la nombraba.

Pese a que era una mujer muy ambiciosa, bonita y con muy alta autoestima, Caroline no era tonta y sabía que las chances de que un futuro marques se case con la hija de un comerciante eran muy remotas..., pero la situación con el Sr. Darcy era totalmente diferente. Sumado a ello, creía que estaba enamorada de dicho caballero.

Se vistió con más esmero que de costumbre para la cena, y le pidió a su doncella que le hiciera un peinado muy sofisticado con perlas entrelazadas en el cabello. Al mirarse al espejo, vio que estaba muy bonita y bajó al salón incluso antes que los Darcy.

Sobre las 5:30 bajaron Georgiana y Darcy, y por último Bingley. Georgiana estaba muy bonita con un vestido celeste que resaltaba sus ojos y el pelo recogido en un moño. Los Hurst ese día tuvieron que regresar a Londres ya que el padre del Sr. Hurst tuvo un accidente y no se sabía si iba a vivir.

Para la gran desilusión de Caroline, Darcy ni siquiera la miró, ni hizo comentario alguno sobre su apariencia. Se tuvo que contentar con ir del brazo de Charles ya que Darcy le ofreció el brazo a su hermana.

Llegaron a la hora estipulada y se encontraron que los Barton y la Srta. Bennet ya habían llegado.

Fingiendo una alegría que no sentía, Caroline tomó del brazo a Georgiana y se acercó sonriente a Mary y a Elizabeth, "Sra. Barton, Srta. Bennet, que sorpresa verlas aquí nuevamente. Lamentablemente no pudimos conversar demasiado en el baile de Meryton. Les presento a mi muy buena amiga Georgiana Darcy."

"Georgiana, ellas son la Sra. Barton y la Srta. Elizabeth Bennet..."

Después de los saludos de rigor, la Srta. Bingley comenzó a conversar con Mary, y Elizabeth con Georgiana.

"Me he enterado de muy buena fuente que es usted una excelente pianista. ¿Cuál es su compositor favorito?"

Georgiana se sonrojó y con curiosidad preguntó, "¿Quién le dijo eso?"

Elizabeth sonrió, "Srta. Darcy, no sé si conoce el viejo dicho: Se dice el pecado, pero no el pecador. Solo me voy a limitar a decirle que fueron varias personas que hicieron esa misma afirmación."

"Es cierto que me gusta mucho tocar el piano, pero no me considero una buena pianista. Me gusta mucho Beethoven y Mozart. Me gusta mucho 'claro de luna', ¿cuál es su compositor favorito?"

"También me gusta mucho Beethoven y Mozart. Mi obra favorita es 'Para Elizabeth', pero bueno, quizás sea porque ese es mi nombre..."

A escasa distancia Darcy y Lord Sebastian observaban a Georgiana y a la Srta. Bennet conversar animadamente. Lord Sebastian miraba principalmente a Georgiana, mientras que los ojos de Darcy observaban principalmente los cambios en el expresivo rostro de la Srta. Bennet.

Bingley mientras tanto hablaba con el Sr. Barton sobre los inquilinos de Netherfield Park y las obras de caridad que hacía en la iglesia.

Unos minutos más tarde el ama de llaves les avisó que la cena estaba pronta y que podían pasar al comedor cuando desearan. El comedor era muy simple y relativamente pequeño, solo tenía capacidad para 8 a 10 personas.

Lord Sebastian se sentó en la cabecera de la mesa con Georgiana a su derecha y Elizabeth a su izquierda. Darcy estaba sentado al lado de Georgiana y el Sr. Barton al lado de Elizabeth.

La conversación en la cabecera de la mesa era muy interesante y divertida ya que Elizabeth y Lord Sebastian eran excelentes conversacionistas e incluían a Georgiana e incluso a Darcy en la conversación.

La Srta. Bingley estaba muy frustrada ya que estaba última en la fila y tenía de compañero de mesa a su hermano. No pudo prácticamente conversar con Lord Sebastian y Darcy, y veía con cierto fastidio que la Srta. Bennet estaba monopolizado demasiado la atención de los dos caballeros que a ella le interesaban.

En un momento de la noche un comentario de Elizabeth llamó poderosamente la atención de Darcy.

"Dado que ha vivido en Hertfordshire, Londres y Derbyshire ¿En qué lugar prefiere vivir?" curioso Lord Sebastian le preguntó a Elizabeth.

"Definitivamente prefiero el campo a la ciudad. Antes era parcial por Hertfordshire, supongo que todos queremos la tierra donde nacimos, pero ahora considero que Derbyshire es un lugar más hermoso del Reino. Mis tíos me prometieron llevar el verano próximo a conocer la región de Los Lagos, así que quizás el año próximo cambie de idea y diga que esa región es la más hermosa." sonriendo Lizzy contestó.

"¿Qué es lo que más le gusta de Derbyshire?" preguntó Darcy.

"Me gustan mucho las montañas y el paisaje en general. ¿Y usted Sr. Darcy, también es parcial por Derbyshire?"

Darcy asintió, "Coincido que es lugar más hermoso del Reino..."

Después de ese comentario, continuaron hablando sobre las bellezas de Derbyshire, las atracciones de Londres y los lugares más bonitos cercanos a Meryton. Elizabeth había notado que Georgiana era tímida, y por ello se esforzaba por preguntarle su opinión sobre diversos temas para incluirla en la conversación. Lord Sebastian y Darcy se dieron cuenta de ello, y ambos se sintieron agradecidos con la Srta. Bennet.

La cena transcurrió de esa forma en perfecta armonía, y al finalizar en lugar de separar los sexos como era la costumbre de la época, Lord Sebastian pidió que las damas tocaran el piano.

Mary fue la única que desistió ya que hacía varios meses que no practicaba, pero se ofreció a dar vuelta las páginas.

La Srta. Bingley fue la primera en tocar una difícil pieza, y aunque su ejecución fue técnicamente muy buena, fue carente de sentimientos. Seguido fue Georgiana quien a pesar de estar muy nerviosa de exhibir delante de otras personas, su performance fue muy buena y con sentimientos y por último le tocó el turno a Elizabeth.

La ejecución de Elizabeth fue una de las mejores que Darcy había escuchado. Quizás técnicamente la de la Srta. Bingley fue mejor, pero nunca había visto una señorita tocar con tanta pasión. La Srta. Bennet además de ser muy bonita era también muy talentosa...