TODOS LOS PERSONAJES PERTENECEN A JK. ROWLING

BUENA LECTURA.

Frente a ti: Recuérdame

2° TEMPORADA

Capítulo Catorce

"Viejos recuerdos II"

-Cada cuánto tomas la poción – Indagaba la rubia sanadora en la habitación que compartían Harry y Hermione, ésta última recostada sobre la cama y con los ojos cerrados producto del intenso dolor de cabeza

-Cinco horas – Musito bajito sin moverse. Luna se giro hacia el moreno quien asintió – No intento evocar ningún recuerdo pero a veces son pequeños destellos y duelen mucho.

-Comprendo – Susurro frunciendo el ceño. No podía dejar pasar esa información y menos cuando ya pasaban tres semanas desde su salida del hospital – Al parecer los recuerdos regresarán de manera dolorosa, igual ocurrió con Harry.

-Sí pero de una sola vez, esto es casi tortuoso – Aclaró el moreno preocupado por el estado de su esposa – Podrías subir la dosis de la poción.

-No sería conveniente – Negó incorporándose de la cama y la castaña pareció comprender porque hizo una extraña mueca, sonrió apenada – Lo siento, Hermione.

-Descuida, entiendo – Suspiro arropándose con el cobertor de la cama. Luna le hizo un gesto al moreno para salir de habitación.

-Vendré por la noche – Dijo cerrando la puerta tras de ella. Harry le devolvió la mirada intrigado – Si aumento la dosis los cuadros de dolor podrían acrecentar y los lapsos de consumo serán más cortos. Cuando empezó el tratamiento era una dosis por cada episodio y ocurrían cuando se esforzaba por recordar, hoy esos recuerdos llegan solos y en intervalos de tiempo muy pequeños.

-Crees que pueda aumentar

-Es posible – Acusó caminando por el pasillo para luego bajar las escaleras - Si los episodios se acortarán a dos horas, llévala al hospital.

-De acuerdo – Susurró el ojiverde observando a Natalie y Joshua platicar en el sofá – Gracias por venir, ya sabes que estamos encerrados aquí.

-Que exagerado papá – Soltó la chica rodando los ojos – Incluso Draco va y viene al ministerio.

-Yo también lo haría pero James lo prohibió – Bufó receloso

-Solo intenta cuidar de ustedes – Dijo Luna sonriendo – Además Joshua viene constantemente y puede mantenerte informado

-Siempre está con Natalie – Señaló acusadoramente a los jóvenes quienes intercambiaron una mirada – Casi no suelta palabra

-Papá, hay cosas que no puede decir – Suspiro la pelirroja – Es igual a cuando trabajabas en el ministerio.

-Pues podrían existir noticias nuevas – Soltó Joshua interrumpiendo la discusión padre e hija. Su madre poso la mirada sobre él, preocupada – No sólo vine para reforzar los hechizos y de paso traer a mi madre – Confesó bajando la mirada con aprensión – Vine para explicar mi ausencia en los próximos días…

-Ausencia… - Dijo Luna frunciendo el ceño - ¿Qué sucedió?

-Usaron un canal de comunicación, cerca de la zona sur – Informó el auror posando la mirada en cada uno de los presentes y detenerse en Natalie – Hay posibilidad de que sea Ron pero debemos comprobar esa información.

-Lo harás tú – Inquirió la rubia buscando la mirada de su hijo

-¿Por qué dices que serán días? – Preguntó Nat intrigada por la información de su amigo

-Son puntos de encuentro – Apoyó Harry sentándose en el sofá – Desde una plaza pública hasta un bar de mala muerte, activados por la magia del sujeto pero sólo dependerá de su propia capacidad para regresar a ese punto y encontrar a su contacto. Si demoro prácticamente tres semanas en llegar entonces volver a hacerlo tomará su tiempo, es suerte.

-¿Cuándo pretendías decírmelo? – Preguntó Luna frunciendo el ceño. El aludido emitió una sonrisa apenada - ¿Cuándo te irás?

-Uno o dos días – Murmuro casi como un niño pequeño – Quizás mañana regrese por última vez, después se hará cargo Remus.

-De acuerdo – Asintió el moreno – Espero tengas un buen viaje, Josh.

-Gracias Harry – Sonrió él desviando la mirada hacia su madre quien permanecía con un gesto serio – No quise decírtelo de este modo, lo lamento.

-Sólo prométeme que cuidarás de ti – Soltó acariciando la mejilla de su hijo – Y puedas decirle a Ronald que regrese pronto.

-Por supuesto.

Sin previo aviso la chimenea dejó pasar a un sonriente Mike, venía sin la usual túnica de sanador pero si lo suficientemente formal. Avanzó hacia Natalie para saludarle con un beso en los labios y un gesto amistoso hacia el resto.

-Buenos días – Saludo – Deje todo en orden, Luna – Acusó el muchacho

-Gracias – Susurró la mujer esbozando una ligera sonrisa – Será mejor regresar al hospital, podrás acompañarme Joshua – Pidió a su hijo

-Sí pero primero debo revisar los hechizos – Dijo el aludido – Te alcanzaré en el hospital.

-De acuerdo – Asintió la rubia para luego despedirse de Harry – Recuerda lo que dije, por favor.

-Descuida – Dijo el ojiverde

Natalie observó el gesto intranquilo de su padre y de preocupación de Luna pero parecía ser por algo ajeno a la situación de Hermione, incluso de Ronald. No conocía suficiente a la sanadora pero parecía ser una persona muy transparente con sus emociones y claramente algo estaba preocupándole más de la cuenta.

-Vengo enseguida – Acotó Joshua caminando hacia la cocina para salir hacia el jardín.

La pelirroja estuvo tentada a acompañarle – Voy contigo – Añadió Harry.

-¿Por qué estás vestido así? – Preguntó de pronto recordando la presencia de su novio, él sonrió – No vas al hospital.

-No, pedí permiso a Luna para ausentarme – Dijo con un gesto despreocupado – Debo ir a la academia.

-¿la academia? – Inquirió sorprendida - ¿Para qué? No estarás pensando trabajar allí.

-Oh claro que no – Negó haciendo un gesto de horror – Suficientes años pase en ese lugar, simplemente me enviaron una invitación para una charla.

-Entonces vendrás por la noche – Interrumpió Harry quien venía de regreso junto a Joshua. Natalie se sorprendió de lo rápido de la revisión, usualmente el chico se demoraba treinta minutos.

-Lo intentaré – Susurró el aludido.

-Cuídate mucho, sí – Acusó estrechándole la mano al auror – Será extraño no verte por acá.

-Sí, para mí también – Sonrió Joshua recogiendo la túnica del sofá. Se dirigió hacia la pelirroja quien se había incorporado – Nos veremos.

-Me hubieses dicho antes, tramposo – Susurró en el oído mientras le abrazaba, sintió al chico reír – Cuídate.

-Lo siento – Dijo ligeramente sonrojado – Serán un par de días, volveré.

Natalie sólo atino a sonreír y Joshua se despidió de Mike con un apretón de manos, volvió a despedirse de Harry y luego ingresar a la chimenea por donde desapareció entre las llamas. Apenas las intensas llamas verdes se tranquilizaron tuvo la extraña sensación de haber perdido algo, después de todo, el muchacho había sido su compañía durante estas tres semanas.

-No trabajarás Mike – Inquirió Harry interrumpiendo los pensamientos de su hija

-No, le comentaba a Nat que debo ir a la academia – Acusó el sanador con tranquilidad – Según entiendo también estabas invitada como alumna – Dijo observando a su novia quien asintió a medias – Vas a ir.

-No lo tengo decidido – Musito recordando la dichosa charla académica – Tengo mucho que hacer.

-Deberían ir – Soltó Harry girándose hacia las escaleras – No es justo que permanezcas encerrada como nosotros, podrán pensar en otra cosa.

-Tiene razón – Sonrió Mike – Ven conmigo, podrá ayudarte con alguna materia que estés o vayas a cursar.

-De acuerdo – Suspiro viendo a su novio sonreír triunfante – Cuál es la eminencia por la cual suspiras – Inquirió bromeando

-Cierto – Dijo sacando un pergamino de la túnica, se lo paso mientras caminaba hacia la cocina – Lo recomendó mi profesor de grado, trabajó algunos años en el hospital. Se llama…

-Eric Owens…

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Se detuvo en medio de las escaleras al escuchar el nombre de aquel hombre, a pesar de los hechizos y los años, existen nombres que no se pueden olvidar y más cuando su mejor amigo despotricó contra de él aproximadamente dos horas después de la enorme trifulca que había armado. Se giro para observar a su hija quien sostenía el pergamino con un gesto de preocupación y luego de rabia, podía observar su mirada encendida y el enorme esfuerzo que hacía por no lanzar alguna mala palabra.

-Demonios Ron ¿Qué hiciste? – Dice él impactado por la visión de su mejor amigo; agitado, golpeado y manchas de sangre en sus manos – Ron…

-Volvió a atacar a Luna, yo… - Dice su amigo temblando y comprende su estado. – Atacó a Joshua… yo…

Había nombres que jamás se olvidan y el nombre del padre de Joshua seguía en el aire.

-Has escuchado de él – Escuchaban la voz entusiasmada de Mike, ajeno a las emociones de su novia – Está especializado en varios campos, el curativo y de magia antigua para maldiciones oscuras son las más reconocidas

-Sólo lo necesario – Respondió posando la mirada sobre él. Supo entonces que Joshua había platicado de su padre con Nat – Trabajo para el ministerio…

-Sí, también dirigió el hospital – Volvieron a escuchar – Estuvo alejado de Londres por muchos años, según dicen podría regresar a trabajar.

Alzó la palma de su mano pidiéndole silencio a su hija, conteniendo la explosión de sus emociones y por supuesto complejizar aún más la situación. Su hija pareció entender porque sencillamente arrugó el pergamino y lo guardó en el bolsillo de su pantalón.

-¿A qué hora es la exposición? – Preguntó Natalie con la voz estrangulada

-En treinta minutos – Acusó el castaño saliendo de la cocina con un vaso de agua

-Voy por un abrigo, bajo enseguida

-Te espero

La pelirroja subió las escaleras raudamente seguido por Harry quien logró darle alcance a mitad del pasillo, la sujetó por el codo para sostenerle la mirada y poder descifrar las emociones de su hija. No necesitaba explicación; conocía el pasado de Joshua y Luna, el motivo por el cual ambos se marcharon de Londres por tantos años.

-Controla lo que sientes – Susurró limpiando las lágrimas de su hija – Sea lo que sea que sepas, es asunto de ellos.

-Se trata de Joshua – Masculló con rabia deshaciéndose de su agarre – Ese maldito…

-Son demasiados años – Suspiro él – No hay cuentas pendientes

-No podemos saberlo – Negó Nat terminando de limpiarse las lágrimas – Sólo era un niño.

-Lo quieres mucho… - Sonrió sin ninguna mala intención

-Obvio papá – Musito – Crees que lo sepa Luna…

-Posiblemente – Meditó bajando la mirada – Con la ausencia de Joshua por algunos días, podrá pensar en qué hacer.

-Debería saberlo…

-No presiones la situación – Aconsejo – Ahora debes irte y no sobresalir, pocas veces visitó nuestra casa pero posiblemente recuerde tu nombre o de James.

-Bien – Susurró para luego dirigirse hacia su habitación.

Se revolvió el cabello con nerviosismo para después ingresar a la habitación donde su esposa le devolvía la mirada, había escuchado todo. Cerró la puertas de él y camino hasta la cama para tomar asiento en el borde de ésta, sujetó su mano con cariño y suspiro con cansancio.

-Lo recuerdas…

-Un malnacido no se olvida… - Susurró posando la mirada sobre el techo – Si pudiese salir de aquí – Añadió frunciendo el ceño – Hechizaría su trasero.

-Crees que este aprovechando la ausencia de Ronald para regresar – Inquirió alzando las cejas. Su esposa le devolvió la mirada – A éstas alturas todo el mundo sabe que Ronald desapareció.

-Es posible – Mascullo pensativa – Son demasiadas las coincidencia y el ataque al hospital resultando herida la amiga del entonces jefe de aurores trascendió la prensa.

-Voy a escribirle a Remus – Dijo incorporándose de la cama – No podemos confiar en nadie.

-Y menos en él – Apoyó Hermione

Y haciendo un ligero asentimiento de cabeza para dar la razón a su esposa, comenzó a escribir el mensaje a su amigo.

Su entonces pelirrojo esposo había seguido una corazonada y sin previo aviso se apareció en casa de la rubia, con golpes y hechizos había defendido a la mujer y su hijo, ella había curado sus heridas y la imagen del pelirrojo con los puños ensangrentados seguía viva en su mente

OoOooOoOoOoOoOoOoO

Se quedó ligeramente al margen mientras su novio platicaba con sus ex profesores, podía presentir lo molesto que estaba con la situación y sólo breves minutos se permitió sonreír de manera burlesca: Nunca había tenido gran relación con los profesores de la academia de sanadores y mucho menos asistir a actividades protocolares pero ambos sabían que ese mundo era demasiado pequeño para hacerse enemigos.

Desvió la mirada hacia la puerta principal por donde el honorable sanador debía pasar hasta el estrado del auditorio y sin duda todos querían ser los primeros en saludarlo, el mundo científico poseía códigos y jerarquías que seguían respetando por décadas, cualquier mago excepcional merecía aquel trato y más cuando el mago en cuestión había regresado después de una década.

Si supieran el motivo por el cual huyó.

Nunca lo había mencionado y tampoco quiso preguntar pero sabía que las influencias de Ron y su padre consiguieron alejar a ese hombre de la rubia y Joshua. Y cuando el pelirrojo asumió el liderazgo de los aurores nadie sería tan estúpido para oponerse a héroes de guerra.

-Se aprovecha de la ausencia de Ron – Pensó Natalie apretando los puños

-Ya viene – Susurró Mike llegando a su lado. Prácticamente estaban en los asiento de en medio y el salón repleto con doscientos o trecientos sanadores, estudiantes y profesores – Logré zafarme de los profesores.

No pudo decir mucho porque los aplausos del lugar ahogaron cualquier palabra.

Se obligó a incorporarse del asiento para observar al recién llegado quien se movía entre el tumulto de personas que ansiaban con saludarlo, los vuela plumas y las luces de las cámaras no hacía la tarea más sencilla pero lentamente fue avanzando por el corredor principal.

Su cabello castaño estaba perfectamente peinado, el blanco delantal le daba elegancia, la sonrisa torcida tenía encantado a quien le saludaba en el camino hacia el estrado y los ojos acompañados de su andar le brindaba una personalidad atrayente, podía asegurar que la mitad de las mujeres se había enamorado de él pero la imagen de un pequeño Joshua temblando de miedo hacia que la figura del sanador se volviera repugnante.

Apenas se giró por completo hacia el auditorio pudo apreciar la cicatriz de la mejilla izquierda, color rosada, con apariencia de recién hecha y la impresión de que jamás sanará. Sin poder evitarlo sonrió uniéndose a los aplausos de la multitud, celebrando – No su llegada – la lección brindada por su tío hace años hacia ese maltratador de niños y mujeres.

-Me dijeron que regresaría al ministerio – Susurró Mike entre los aplausos. Natalie alzó las cejas – Aunque el hospital está negociando para sea el nuevo director.

-Hablas enserio – Repuso desviando la mirada hacia el hombre que tomaba asiento entre otros profesores – Se supone que Luna estaba haciéndose cargo.

-Sí pero el trabajo de Luna es excelente – Suspiro bajando la voz a medida que los aplausos aminoraban – Se perdería la continuidad si la envían entre papeles y burocracia. Además, la relación entre el hospital y el cuartel de aurores es delicada.

-Ya veo – Susurró frunciendo ligeramente el ceño. Comenzaba a comprender del porque regresaba - ¿Quién pidió que regresará?

-Según entiendo el director de la academia – Murmuro Mike – Su opción lógica incluso llegó a hacer Hermione, ya sabes.

-No se encuentra en condiciones de asumir algo así.

-Segunda opción lógica

-Claro… - Suspiro sin dejar de observar al hombre

-Buenos días – Saludo el hombre con encanto. Mike y Natalie apenas escucharon la presentación inicial – Al igual que el profesor es agradable regresar a mi hogar – Sonrió apoyándose sobre la mesa – Mis distintos viajes por Australia, Italia, España entre otros, ayudaron a profundizar mis investigaciones y adquirir nuevos conocimientos pero sin lugar a dudas, no hay mejor lugar que el hogar

Se escucharon risas, Natalie tuvo ganas de vomitar.

-Antes de comenzar con mi exposición pactada – Continuo tranquilamente – Y tomando las palabras del profesor, es imposible no referirse a la situación actual – Suspiro con fingida preocupación – Los emblemáticos casos de Harry y Hermione Potter y sus condiciones médicas suponen afinar los métodos de tratamiento, poder dar solución a condiciones poco convencionales – Bebió un sorbo de agua para continuar – Es la parte médica y nos compete ese tema. No obstante, el trabajo que realizamos día a día no puede verse afectado por el ineficiente despliegue de quienes nos protegen.

Natalie sintió una extraña sensación acumulándose en el pecho.

-Pagamos los errores del cuartel general de aurores – Añadió esbozando una ligera sonrisa – Y además apropiándose de la seguridad del lugar. – Volvió a beber agua para añadir – En tal sentido, el regresar a Londres también tiene por objetivo hacerme cargo del hospital y entablar relaciones directa con el ministerio de magia.

El apabullante aplauso dejó a los jóvenes sanadores sorprendidos.

De alguna u otra forma regresaría a la vida de Luna y Joshua.

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-Debemos preocuparnos – Inquirió Draco observando al ojiverde preparando el almuerzo – Es obvio del porque regreso.

-Según Hermione sería un escenario complejo – Susurró sin dejar de cocinar – Cuando se marchó de Londres no era un medimago muy reconocido pero con grandes habilidades, prefirió cuidar su reputación a exponerse a un juicio público y Ron usó todas las influencias que tenía para hacerle renunciar al hospital y al trabajo que ocupaba en el ministerio – Movió la cabeza ligeramente – En el exterior comenzó a ganar prestigio y labrarse un nombre dentro el círculo de medimagos. – Apagó las llamas de los quemadores para luego coger algunos platos – Su círculo es pequeño y supo ganarse la confianza de otros colegas de gran prestigio, grandes eruditos en la temática de la medicina.

-Fácilmente podría sacar a Luna del juego – Susurró el rubio recostándose sobre la silla. El moreno asintió con pesar – Confío en las habilidades de Luna pero claramente esa dichosa reputación y prestigio es favorable a Eric.

-Así es el mundo académico – Intervino la castaña apareciendo por la cocina. – Muchos títulos y poca práctica. – Suspiro sentándose a la mesa – Luna sabrá lidiar con ese idiota.

-Y James también – Sonrió Harry volviendo al almuerzo – De seguro conoce la noticia.

-Es probable.

-Está listo el almuerzo – Acusó el moreno

-Voy por Gin – Susurró el rubio saliendo de la cocina.

-Crees que Luna resista – Musito sirviendo la comida – Podría aprovechar la ausencia de Ron.

-No te olvides de Joshua.

-Él estará ausente por algunos días – Suspiro – Se comunicará con Ronald en los próximos días

-Nos tiene a nosotros – Aseguró la castaña – No volverá a tocar a nuestra amiga, nunca más.

-¿Qué planeas? – Musito entrecerrando los ojos. Su esposa simplemente sonrió

El moreno rodó los ojos presintiendo lo próximo vendría y aunque debía oponer resistencia, ya que todavía no estaba recuperada, también comprendía que no podía quedarse de brazos cruzados mientras el responsable del alejamiento de su amiga regresaba, sin más y siendo alabados como el salvador de los medimagos y del hospital. No podían dejar a la rubia sola y menos cuando el pelirrojo estaba ausente, este último había removido cielo, mar y tierra para echar a patadas a ese sujeto de la vida de su amiga, todavía podía recordar su ímpetu para sacarle del hospital y del ministerio.

-Lograste convencer al ministro – Decía sorprendido observando a su amigo encogerse de hombros - ¿Cómo lo hiciste? Dijiste que esperaríamos para convencerle entre los dos.

-Ventajas de ser héroe de guerra – Murmuro inmerso en los papeleos. Tuvo que parpadear varias veces, conocía a su amigo y siempre pensó que usaría sus influencias para otro tipo de cosas – No volverá a pisar un hospital y un ministerio en muchos años.

Ahora comprendía el intenso sentido de protección del pelirrojo con la rubia, lejos de esa obsesión mostrada hacia Hermione, éste parecía solidaria y dispuesto a todo con tal del bienestar de Luna. Incluso respeto la decisión de la mujer cuando quiso marcharse de Londres, pudo alejarse de ese egoísmo y velar por la seguridad y tranquilidad de su rubia amiga y del pequeño Joshua.

Aquel sentimiento del pelirrojo se vio truncado y nunca pudo florecer como si lo hicieron sus propios sentimientos con la castaña, el cálido cariño fraterno quedo postergado por tanto años pero completamente intacto.

El regreso de ese hombre a las vidas de Luna y Joshua les permitía enfrentar ese pasado, ésta vez sin el pelirrojo, para zanjar cuentas pendientes. No importaba si debían salir de su hogar y enfrentar las complejidades del exterior, regresar al trabajo o incluso soportar las preguntas sobre el ataque al castillo, harían lo imposible por volver a sacar a Eric Owens de la vida de Luna y Joshua.

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Se preguntó lo que estaría sucediendo en el ministerio y en especial al cuartel de aurores, podía observar a pequeños pergaminos viajar a toda velocidad hacia los cubículos de aurores de mayor rango y cientos de mensaje personalizados pasar hacia la oficina de James y Rose. Suponía entonces que algo grave estaría pasando pero prefería no preguntar porque sencillamente no era asunto suyo: la regla general de un auror era obedecer instrucciones y escuchar lo justo y necesario, él debía terminar los últimos detalles del viaje y prácticamente se había encerrado en la oficina de Ron.

El actual jefe de aurores había preferido quedarse con su novia en la oficina que compartían juntos y él pidió quedarse temporalmente en ese lugar mientras terminaba sus informes, no quería seguir incomodando a Remus y Teddy ya suficiente trabajo y poco espacio tenía en su oficina.

Cerró la penúltima carpeta pasada las ocho de la noche, sorprendido por lo rápido que transcurrió el día, decidió dejar la última carpeta al regreso de su visita a casa de Harry. Sería la última inspección antes de partir, debiéndose despedir momentáneamente de Harry y Hermione.

Y también Natalie.

-Voy de salida… - Dijo dándole la espalda a la puerta después de escuchar a alguien ingresar – Regresaré en una o dos horas.

-Joshua… - Dijeron tras suyo haciéndole girar rápidamente. Con la puerta nuevamente cerrada, Natalie le devolvía la mirada

-Nat… - Susurró acercándose hacia la pelirroja con preocupación - ¿Qué haces aquí? ¿Sucedió algo? – Preguntó observándole de pies a cabeza

Se quedó observándola con preocupación cuando no obtuvo respuesta; el cabello pelirrojo estaba ligeramente desordenado, los ojos brillantes con claros signos de haber derramado lágrimas y su semblante no ayudaba a su aspecto en general. Con calma peinó su cabello con la palma de su mano y con la otra sostuvo su rostro intentando reconfortarla, estaba preocupado porque estuviese en el cuartel pero también comprendió que el asunto no era lo suficientemente grave como para salir corriendo de la oficina.

-¿Por qué estás aquí? – Volvió a preguntar preocupado por el estado de la chica

-Por ti – Susurró provocándole un vuelco en el estómago. Ladeo la cabeza intentando comprender las palabras de la chica – No podía esperar que regresarás a casa, ni siquiera tenía la certeza de que iba a encontrarte aquí.

-Marchaba para tu casa – Argumentó intrigado – Me iba a despedir, obtuve la autorización para viajar mañana.

-Joshua… - Musito deshaciéndose de su agarre. Le observó adentrarse en la oficina y pasearse con el ceño fruncido, parecía debatirse entre quedarse callada o hablar – Fui a la academia junto a Mike para escuchar a un medimago muy reconocido – Soltó volviéndose a situarse frente a frente.

Su corazón ya comenzaba a latir con fuerza, su boca se secó.

-Él regresó – Sentenció sujetándole por la túnica con fuerza y lo agradeció porque sintió las piernas débiles – Confirmó que regresaría al hospital y al ministerio.

Su mínima intención de abandonar la oficina se esfumó por los brazos de Natalie alrededor de su cintura y las suplicas de quedarse, el corazón latía con fuerza y la respiración comenzaba a hacer profunda para evitar caer preso de sus propias emociones, el recuerdo de ese hombre agolpó su memoria y sin poder evitarlo sintió sus ojos llenarse de lágrimas, impotente porque en aquel entonces simplemente no pudo defender a su madre y él mismo tuvo que recibir los castigos y malos tratos de ese cobarde.

De pronto sintió las manos de Natalie enjuagar sus mejillas para arrastrar las lágrimas de él, abrió los ojos sintiéndose mareado por el cumulo de emociones que recorría su cuerpo, de la rabia hasta el miedo, ante la noticia recibida. Podía hacerse una idea sobre lo que estaría sucediendo en el ministerio y posiblemente en el hospital, comprendió entonces la urgencia de su madre por platicar antes de él marcharse pero lo habían postergado por su trabajo.

-¿Por qué estás aquí? – Susurró él sin despegarse de su amiga – No es seguro.

-Sé que está noticia sería importante – Respondió en el mismo tono sosteniendo la mirada de ambos – Podría apostar que, después de los adultos, sólo yo conozco la historia completa.

Volvió a cerrar para asentir ligeramente – Gracias por estar aquí, Nat.

-De nada – Escuchó.

Abrió los ojos encontrándose con la mirada esmeralda de la chica, profunda y atrayente como siempre. Quiso alejarse pero su cuerpo apenas si respondía y sumado al agarre de la pelirroja hacía casi imposible zafarse, bajo la mirada hacia sus labios por apenas cinco segundos, sólo segundo y pudo haber dado un paso hacia atrás pero sencillamente no se movió.

Sus labios se unieron en un beso lento y sutil, sintiendo como la tensión del momento y de la noticia disminuía, logrando encontrar la tranquilidad y el apoyo que necesitaban del otro. Sujetó a la pelirroja delicadamente por el rostro y el agarre de ella hacia su túnica disminuyó para simplemente posar sus manos sobre el pecho de él, sólo como apoyo y en ningún momento haciendo presión hacia atrás.

Simplemente entregándose a aquel beso

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-Crees que sea conveniente regresar – Decía Harry sentando junto a su esposa en el sofá del salón. Draco y Gin les acompañaban pero estaban sumidos en una lectura – Recién has recuperado tus energías y el escenario general apenas estás completándolo, posiblemente quiera sacarte por estar convaleciente.

-No necesito una reconstrucción de todo – Bufó rodando los ojos – Conozco perfectamente cual es mi trabajo, incluso lo hago mejor que ese sujeto – Masculló con los brazos cruzados – Si piensa que dejaré a Luna a solas con él, está equivocado.

-Recuerda que está Mike – Medito el moreno – Estoy completamente seguro que podrá hacerlo.

-Necesitan enfrentar a ese hombre con alguien de igual o superior jerarquía – Complementó Draco sin despegar la mirada de su libro – Mike podría ser confiable pero apenas es un recién egresado y sin lugar a dudas Mione es la persona correcta. – Soltó elevando la mirada hacia la castaña y luego hacia el ojiverde quien le observaba con el ceño fruncido.

Esbozando una sonrisa, se encogió de hombros.

-Independiente de lo sucedido – Añadió volviendo a bajar la mirada – Sigues siendo reconocida por tu magia, profesión y jerarquía, además eres la esposa de Harry Potter.

-Deberías consultar con Luna – Susurró Harry con preocupación – No trabajas en el hospital hace años

-Veré que puedo hacer – Suspiró observando el reloj de pared, pasando de las diez, con preocupación por la ausencia de Natalie - ¿Dónde estará Natalie?

-Vino a las ocho – Comentó el rubio –Dejo algunas cosas y salió de nuevo.

-De seguro está platicando con Mike – Susurró el moreno pensativo, preocupado por su hija y sus decisiones – Fueron a observar la presentación de Eric, le recomendé no exponerse demasiado, podría reconocerle.

-Lo dudo – Meditó la castaña – Eran pequeños cuando sucedió todo esto e intentamos alejarlos del problema.

-¿Cuándo hablarás con Luna? – Preguntó

-Lo antes posible – Aseguró – Mañana todo el mundo verá la desafiante actitud de la academia de medimagos y en especial de Owens, será difícil de enfrentar pero primero deberá pasar por mí.

-No se olviden de James – Musito Draco volviendo a hablar – Es el jefe de aurores y de seguro deberán arreglar cuentas, el sujeto será astuto y aprovechará la ausencia de Ron.

-Sabrá manejarlo – Aseguró Harry con orgullo

El ruido de las llamas encenderse les alertó de la llegada de los jóvenes aurores, parecían exhaustos por la larga jornada. Rose se sentó pesadamente sobre el sofá mientras se acurrucaba junto a su madre y James caminaba directamente hacia la cocina.

-Lo sabían – Musito la chica

Los adultos se miraron entre ellos, la castaña suspiró

-Sobre la pareja de Luna, sí – Soltó el ojiverde en apenas un susurro. James salió de la cocina con un vaso de agua, apoyándose sobre el umbral, escuchó – Sobre el regreso de él, pues me enteré porque Mike vino por Natalie para una conferencia que iba a dictar en la academia.

-Al mediodía todo el ministerio enloqueció – Bufó James acercándose hacia su novia para ofrecerle un vaso de agua – Al parecer regresó con declaraciones poco amistosas hacia el cuartel de aurores y cuestionando la seguridad hacia la hospital, claramente apuntaba hacia Ronald.

-Aprovechó la ausencia de mi padre – Masculló Rose bebiéndose todo el contenido de agua – Si tan sólo supieran lo que hizo.

-Nos contó Remus – Complementó James regresando a la cocina – No entendía absolutamente nada, cualquier persona puede criticar a los aurores pero ningún medio se volvió loco como lo hizo con Owens. – Volvió a salir con dos platillos de comida para ofrecérselo a Rose – Sin duda hay cuentas pendientes con Ron.

-Que desfachatez – Susurró la chica comiendo lentamente su cena. Moría de hambre pero tampoco podía ser evidente frente a su madre – Ahora entiendo un poco más la relación de mi padre con Luna y Joshua.

-Hablaron con él – Inquirió el ojiverde hacia su hijo. Seguía bebiendo su vaso de agua – Debió enfurecerse con la noticia y salir disparado hacia el hospital, no ha regresado para asegurar los hechizos.

-A no… - Dijo la pareja al unísono – Fuimos recién a la oficina que ocupaba pero estaba cerrada, suponemos se marchó con Luna.

-Es probable. – Añadió Rose pensativa – Después de todo se marchará durante la mañana.

-Creen que lo haga – Inquirió Harry alzando las cejas – Estará preocupado por su madre y con justa razón.

-No lo sé – Musito James pensativo. Poso la mirada sobre el reloj – Voy a reforzar los hechizos, es posible que Joshua no regresé por hoy.

-No, espera – Saltó el moreno incorporándose del sofá – Natalie sigue fuera, si cambias la protección no podrá ingresar.

-Ya es tarde – Acusó el chico con preocupación - ¿Dónde iría?

-Podría estar con Mike.

-No lo creo, Harry – Dijo Hermione

-Preguntaré… - Dijo el jefe de aurores convocando un patronus para visitar a su amigo y preguntar por su hermana.

Mientras el reloj avanzaba lentamente comenzaron a sentir una extraña intranquilidad, después de todo, no podían desconocer que seguían bajo la mirada de Rafael. El hijo de Harry estaba a punto de tomar la chimenea para buscar respuestas cuando el patronus de su mejor amigo ingresó al salón para posarse en medio y decir.

-Estuvo aquí hasta las siete y luego regresó a su casa, estoy solo.

-Dijiste que volvió a salir – Acusó Harry preocupado, el aludido asintió – Dijo donde iba.

-No, lucía preocupada.

-Maldición – Vociferó James revolviéndose el cabello - ¿Dónde se metió?

-Denme un minuto – Dijo el moreno desapareciendo por las escaleras

Todos en el salón quedaron expectantes por lo que haría el moreno.

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Sí, estamos juntos. Yo cuidaré de ella.

Sentado en un viejo sofá de la oficina, cobijando a una dormida Natalie, el hijo de Luna respondía el patronus de Harry Potter

Continuará…

Hola todos nuevamente, hay algunos retoques y pensamientos en proceso de aquí en adelante con respecto a la relación Joshua y su padre. No escribí con detalle ciertos diálogos o episodios en aquel entonces, hoy creo que es necesario y explica un poco más las escenas futuras

En tal sentido, posiblemente termine escribiendo un fragmento completo de aquel episodio quizás para cerrar el ciclo, considerando un punto de quiebre importante en Ronald, la huida de Luna y Joshua y luego su regreso

Hasta la próxima