Disclaimer: Twilight pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de DaniDarlingxx, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.

Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from DaniDarlingxx, I'm just translating with the permission of the author.

Capítulo beteado por Yanina Barboza

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Veinte

... ¿Culo de rana? Mierda... ¿qué?

Soy un hombre. Mi trasero no es de rana...

Quiero decir, tampoco es que sobresalte sobre los vaqueros ni nada, pero ¿de rana? No.

Por otra parte, estoy confiando en las reflexiones de alguien que está drogada.

Antes de que preguntes, ella no está haciendo nada ilegal. La marihuana es legal en Seattle siempre y cuando no lo hagas en público. Está en la privacidad de su propia casa, luciendo muy linda con sus ojos rojos y entrecerrados y riéndose tontamente con la boca llena de tostada. Está bien. Ciertamente no daña a nadie.

Además de mi resolución.

Su comentario acerca de acostarse con un extraño (es decir, yo) me hace imaginar cosas que ciertamente no tengo por qué imaginarme en una capacidad profesional.

Mis dedos en sus ondas largas y castañas. Marcando toda su piel perfecta y nívea con mis dientes. Descubrir qué cara pone cuando la estoy embistiendo.

Ha pasado demasiado tiempo desde que llevé a una mujer a mi cama. No tengo la costumbre de hacerlo, pero cada cuatro o cinco meses hay que rascarse la picazón.

En lugar de eso, pinto las paredes de mi ducha con mi semen cuando llego a casa tarde esa noche, luchando en vano por mantener fuera de mi cabeza la imagen de grandes ojos marrones y un culo que pide ser agarrado.

Un par de noches más tarde, cuando salgo de la ducha, puede que mire hacia atrás en mi espejo o no.

Maldita sea, es un poco plano... joder.

Nadie se ha quejado antes... tal vez porque esperan que todos los hombres sean planos como una tabla.

Jesús. Tal vez debería empezar a hacer sentadillas o alguna mierda. Llamar a las Kardashians y ver qué sugieren.

Está bien... Esta mierda tiene que parar. Ahora.

En contra de mi buen juicio, dejo que mi cabello se seque por sí solo, vistiéndome con un par de vaqueros negros y una camisa azul a cuadros que enrollo los puños hasta los codos. Justo antes de salir por la puerta de mi austero apartamento, desprovisto de cualquier tipo de personalidad, me pongo un par de Chucks negros.

Me dirigía al bar para tratar de sacar a Bella de mi cabeza a folladas, pero debo admitir que mi corazón no está comprometido con este esfuerzo. Solo necesito sacar a esta chica de mi maldita cabeza. Las cosas han ido en espiral desde que me la asignaron, y tiene que parar.

Las calles de Seattle están sorprendentemente tranquilas, pero es domingo por la noche. No muchos están arrastrándose en busca de su siguiente conquista cuando trabajan al día siguiente. Pero mis pies continúan llevándome uno delante del otro. Sin pensar. Hasta que finalmente llego a mi lugar predilecto para pasar la noche, uno que ni siquiera elijo conscientemente.

Cuando levanto la vista hacia el brillante letrero de neón, tengo que mirar dos veces. Como si fuera a cambiar el lugar donde me encuentro.

Porque seguramente no me encaminé inconscientemente al mismo bar donde trabaja el objeto de mi distracción…

Seguramente, no voy a abrir esa puerta y encontrarme con ojos color whisky, labios carnosos y ondas chocolate.

Pero, por supuesto, lo hago...

Porque a la mierda mi vida, por eso.